8/17/2024

La resistencia de Dikmece: vecinas contra la expropiación

pikaramagazine.com
Anna Montraveta Riu

Los bulldozers llegaron pronto. Un mes después de los terremotos que en febrero de 2023 dejaron más de 50.000 personas muertas en Turquía y Siria, según los datos oficiales, esta maquinaria pesada empezó a trabajar en una de las zonas de Dikmece, un pueblo que forma parte de Hatay, una de las provincias más afectadas por los seísmos. “Al principio se dijo que se construirían las nuevas viviendas para las víctimas de los terremotos en terreno de propiedad estatal. Estábamos muy contentos: estaban construyendo ya las viviendas para los afectados, era en terreno público y tendríamos más servicios cerca como supermercados y carreteras en mejor estado”, explica Meryem Kutlu, vecina de Dikmece. Unas semanas después, sin ser consultado, el vecindario se dio cuenta de que las máquinas entraban en sus tierras: “Decidieron construir en nuestras tierras agrícolas, en nuestros olivares. Nadie me preguntó: ‘¿Meryem, haré esto en tu terreno, qué piensas? ¿Estás de acuerdo?’. Así es como empezó”.

Hace falta habilidad conduciendo y un todoterreno para llegar a Dikmece: la falta de inversión en la carretera mal asfaltada se junta con las consecuencias de los seísmos, que dejaron las infraestructuras aún más dañadas. Una vez en Antioquía, la ciudad grande más cercana, fronteriza con Siria, hay que tomar una carretera secundaria, rodeada de olivares, que sube a los pies de las montañas. El camino está salpicado de estructuras de cemento, grúas y logos de la constructora turca estatal TOKI, también de niños y niñas corriendo y montando en bici. En Dikmece viven alrededor de 4.000 habitantes, en casas unifamiliares de una o máximo dos plantas, generalmente con un patio donde hay plantados limoneros, higueras y naranjos. Con fisonomía de pueblo rural, Dikmece antes era considerado oficialmente un pueblo. Ahora, administrativamente, es un barrio de Antioquía, aunque para el vecindario sigue funcionando como un pueblo.

Meryem Kutl, en los olivares de Dikmece. /Foto: Laia Palau Biel

En Dikmece todo el mundo se conoce y se siente seguro, argumenta Meryem Kutlu, pero actualmente cada vez hay más gente desconocida: no saben si son trabajadores de las constructoras o gente de paso, aunque antes nadie estaba de paso en Dikmece. La realidad es que el proyecto urbanístico de TOKI, con el que se planea construir 1.415 nuevas viviendas, apenas está empezando y el censo municipal ya ha aumentado con 450 nuevas personas residentes.

Después de ver que la maquinaria entraba en las tierras familiares, la población vio que en la plataforma online del Gobierno, el e-devlet, algunas de las propiedades ya no estaban a su nombre. Las notificaciones del cambio de titularidad se enviaron en junio, tres meses después de que se iniciaran las obras. En algunos casos nunca llegaron. El procedimiento oficial es el envío de una carta física que informa de la nacionalización de la tierra y que da la opción de reclamación inmediata a la ciudadanía. A Dikmece no llegaron cartas, solo un SMS. Entonces empezó la movilización.

Turquía ha fomentado históricamente la turquificación de la comunidad, con casos de desplazamientos forzosos de habitantes desde sus regiones ancestrales

Antes, la expropiación de tierras se llevó a cabo en otro pueblo de la región, Gülderen, y luego se ha ido expandiendo a lugares como Serinyol y Samandağ, la mayoría municipios con un relevante porcentaje de población árabe aleví. “Entre Dikmece y Gülderen hay otro pueblo, Oğlakören, que es de mayoría musulmana suní, pero ahí no se han expropiado tierras. No creo que sea una coincidencia”, apunta Kutlu.

La comunidad árabe aleví que vive en la zona de Hatay es muy cercana a la comunidad alauita de Siria. Hay familias que antes de la guerra se dividían en ambos lados de la frontera. Se diferencian de la comunidad turca aleví, que tiene presencia sobre todo en el centro de Anatolia. La gente árabe aleví sigue la rama chiita del islam y, en muchos casos, continúan hablando árabe. Constituye entre el cinco y el siete por ciento de la sociedad turca y el Ejecutivo no la reconoce como grupo religioso diferenciado y sus santuarios y lugares de culto se catalogan como “instituciones culturales”. Turquía ha fomentado históricamente la turquificación de la comunidad, con casos de desplazamientos forzosos de habitantes desde sus regiones ancestrales.

Perihan Koca, diputada del partido izquierdista kudo DEM Parti, se pregunta realmente qué está provocando la emigración forzosa del pueblo árabe aleví que vive en la región. Recuerda las desigualdades de expropiación de terreno para la construcción de las nuevas viviendas y los problemas a los que se ha visto expuesto desde el primer día del terremoto, como la falta de acceso a instalaciones de alojamiento e higiene, a agua y a alimentos básicos, así como la demolición de edificios que contenían amianto sin ninguna precaución y la confiscación de sus espacios vitales mediante expropiaciones precipitadas.

Nuevas edificaciones en Dikmece./Foto: Laia Palau Biel

En abril, un mes después del inicio de las obras, las mujeres de Dikmece contactaron con Mor Dayanışma, una asociación feminista creada en Antioquía. Siguieron los pasos de las vecinas de Gülderen y se reunieron en los patios de sus casas, se juntaron con abogados y se organizaron. El 22 de mayo prepararon la primera gran marcha en la que reclamaban la propia gestión de sus tierras y la protección de los olivares.

La asociación Mor Dayanışma se implicó en la reconstrucción, tanto materialmente, llevando por ejemplo lavabos portátiles, como intelectualmente, organizando reuniones entre mujeres para debatir cómo solucionar el problema de la expropiación. “En la lucha de Dikmece hay mujeres que tienen 20, 30, 40 o 50 años. Todos los grupos de mujeres de edades distintas son bienvenidas y son las organizadoras. Por ejemplo, alguien anuncia las acciones en las redes sociales, alguien se encarga de las llamadas telefónicas, alguien abre sus puertas de casa para encontrarnos… Todas nuestras reuniones se celebran en los patios. La resistencia de las mujeres aquí es muy alta”, explica Selver Büyükkeleş, que forma parte de Mor Dayanışma y ha participado en la resistencia de Dikmece.

“Creo que influye nuestra cultura también; entre las comunidades alevíes la opinión de las mujeres se respeta y se escucha. Los hombres dedican más tiempo al trabajo fuera de casa y nosotras no hemos tenido miedo de liderar el movimiento. No hemos esperado a los hombres para salir a manifestarnos y nos hemos llevado a nuestros hijos e hijas, que también han formado parte de la resistencia”, explica Sertap, prima de Meryem.

“He prendido mucho con las otras mujeres y es genial formarnos juntas. La participación de Mor Dayanışma y el feminismo nos ha hecho sentir fuertes”

Para Meryem Kutlu ahora la militancia es prioritaria: “He aprendido mucho con las otras mujeres y es genial formarnos juntas. La participación de Mor Dayanışma y el feminismo nos ha hecho sentir fuertes. Antes no había este tipo de organización aquí y trabajar con las mujeres todo el tiempo ha sido genial. Nuevas mujeres han entrado en mi vida y creo que es muy bonito. Ahora vosotras sois las últimas”, dice.

Después de la gran marcha del 22 de mayo llegaron otras. Y también las detenciones y la violencia policial. “En los ocho años que llevo en la región de Hatay nunca había visto una manifestación tan grande más allá del Día de los Trabajadores”, detalla Selver Büyükkeleş. Durante la primavera y el verano, se plantaron tiendas en Dikmece, ejemplo de una resistencia omnipotente y que se enfrentó a las fuerzas policiales, también omnipotentes con su gas pimienta y espray lacrimógeno.

Varias criaturas juegan en un camino de Dikmece./Foto: Laia Palau Biel

Asociaciones ecologistas y feministas se solidarizaron con el movimiento y se desplazaron a la zona. En ese mismo momento, otras luchas ecologistas se organizaban en Turquía, como la de Akbelen, también liderada por las vecinas y que lucha contra la destrucción de unos bosques del oeste de Turquía para abrir unas minas de oro. Limak, la empresa turca que está construyendo el nuevo Camp Nou, el estadio del FC Barcelona, fue la encargada de deforestar el bosque de Akbelen.

La casa familiar de Meryem Kutl, su hermana Selda y su prima Sertap se encuentra en el barrio más al norte de Dikmece, donde aún no han empezado las obras porque forma parte de la tercera fase constructiva. A la izquierda de la vivienda se pueden ver campos y campos de olivares centenarios que representan los ingresos de mucha gente, además de una fuente de recursos como el aceite, las aceitunas y la madera. A la derecha de los campos pasa el camino de tierra que lleva a la escuela. “Para construir los nuevos edificios van a tener que dinamitar el suelo cercano a la escuela, porque esta zona es muy sólida”, explica Sertap. En la parte del barrio donde han empezado las obras, por el contrario, el suelo es más débil y ha estado afectado por los destructivos terremotos: “No tiene sentido que estén construyendo aquí, es una zona peligrosa por los terremotos y puede volver a producirse daños cuando haya más seísmos”, explica Meryem.

Las vecinas han interpuesto ya tres denuncias a TOKI por su actividad ilegal: piden la anulación de las expropiaciones porque la obra no es de interés público, sino que perjudica a la población. De momento, han ganado las dos primeras sentencias y están esperando la resolución de la tercera. TOKI ha ignorado la decisión judicial y ha continuado con las obras. “Como sus órdenes vienen del Gobierno es como si no les importase la resolución de la corte”, añade Meryem Kutlu. Públicamente, ni el Gobierno de Recep Tayyip Erdoğan ni la constructora TOKI han dado declaraciones en relación con las nuevas construcciones y la oposición del vecindario.

“Esto genera un triángulo entre gobierno, constructoras y medios de comunicación que se sobrealimenta y promueve la continuidad del Gobierno y del sistema”

TOKI fue constituida en 1984 para gestionar los alquileres sociales, pero, tras un cambio de ley, desde 2004 la empresa pasó a ser la propietaria de todas las tierras públicas y dejó de tener trabajadores y trabajadoras propios para externalizar tareas a las constructoras privadas. “Si lo analizas, estas constructoras son parte de holdings que también tienen empresas en el sector de la energía, que están haciendo obras de minas, y de los medios de comunicación. De hecho, estos grupos empresariales crearon las constructoras para poder seguir cerca del poder. Esto genera un triángulo entre gobierno, constructoras y medios de comunicación que se sobrealimenta y promueve la continuidad del Gobierno y del sistema”, describe Imre Azem, productor cinematográfico turco que ha dirigido varios documentales sobre la evolución urbana de Turquía.

Grúas de la empresa TOKI levantan nuevos edificios en Dikmece./Foto: Laia Palau Biel

Si las vecinas no consiguen frenar el proyecto, en Dikmece está prevista la expropiación del 80 por ciento del terreno. De momento, las vecinas siguen reuniéndose con sus sillas de plástico en los patios para frenar la acción de TOKI con el apoyo y la coordinación de Mor Dayanışma. Ahora, además de la tercera denuncia a la Corte turca han interpuesto un recurso ante la Corte Europea de Derechos Humanos, a la espera de preservar su modus vivendi y la tierra ancestral.

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Determinan conexión entre alcoholismo y violencia contra mujeres

 

El 97% de la población mexicana, en esta encuesta dijo estar preocupada por la violencia contra las mujeres atribuible al consumo del alcohol, lo que evidencia cómo la ciudadanía reconoce a esta sustancia como uno de los vehículos para detonar la violencia, aunque no el único. No se exime de responsabilidad al agresor, pero sí se infiere que el uso de esta sustancia, aunado a un patrón de comportamiento misógino puede derivar en la generación de círculos violentos; reconociendo así, que el alcohol es catalizador, más nunca escudo para sustentar la violencia feminicida, sexual e infantil.

«El consumo del alcohol no sólo está vinculado a los actos de violencia, sino también, a su intensificación, la evidencia sugiere que el consumo del alcohol aumenta la incidencia y la gravedad de la violencia doméstica», señaló el vocero de Rasa, Sabines Arturo. 

El dato general que se arrojó es que el 40% de las personas adultas en México consumen alcohol de forma excesiva y el 13.9% son juventudes. Sin embargo, al preguntar sobre el sesgo de género en estos números, el representante de RASA respondió a Cimacnoticias que el número se convierte en paritario durante la juventud, es decir, son las mujeres adolescentes quienes consumen con mayor cantidad de alcohol representando la mitad de los casos registrados.

El fenómeno de la adicción al alcohol en México se ha convertido en un problema sistémico que resulta incontenible para el Estado que, sólo ha realizado escuetos esfuerzos para contrarrestar este proceso que afecta a la población de nuestro país.

La última Encuesta Nacional de Adicciones realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía data desde el 2002, evidencia un importante vacío institucional en esta materia. De esto deviene, que la presentación de la Encuesta Nacional RESET Sobre Alcohol representa un parteaguas en México donde, además, se evidencia la relación del alcohol con la violencia de género. 

Presentada a través de organizaciones civiles como la Red de Acción sobre Alcohol (RASA) y Salud Justa, representada por la maestra Yahaira Ochoa, este informe subraya que este es un problema de salud pública que está permeando en el desarrollo social y económico de nuestro país que, además, aqueja la calidad de vida de personas en situación de vulnerabilidad, especialmente, mujeres. 

En este sentido, Cimacnoticias conversó con Yahaira Ochoa donde la especialista refirió una serie de problemas estructurales que enfrentan las mujeres con adicciones, atajando que resulta insostenible que continúen asistiendo a espacios como Alcohólicos Anónimos (AA), donde se presenta el acoso, evitando así, que puedan continuar sus programas contra la adicción.

No obstante, refirió que es un avance que se comience a hablar de perspectiva de género, evidenciando que las experiencias de hombres y mujeres poseen una fuerte división sexual.

Fuente: Cimac Foto

Durante la presentación del informe, fue Yahaira Ochoa quien hizo especial hincapié en lo urgente que resulta contar con políticas públicas nacionales que posean una perspectiva de género y es que, se debe señalar, México no cuenta con una política nacional que atienda este problema multiestructural que sigue obstaculizando el derecho a una vida libre de violencia.

Paralelamente, el representante del poder del consumidor se unió a este llamado, señalando que, considerando la agenda de las mujeres que Claudia Sheinbaum Pardo se ha comprometido a llevar, no puede dejar de lado el tema de las adicciones al alcohol, un fenómeno violento que atenta con mayor recrudecimiento contra las infancias y mujeres.  

Fuente: Pexels

Industrias alcoholeras

Uno de los ejes más importantes en esta discusión fue la responsabilidad de las industrias que se han encargado de normalizar el consumo del alcohol y de, según sus palabras, obstaculizar que el Estado desarrolle políticas de alto impacto para aminorar el consumo de esta sustancia.

Es a través de los espectaculares, la música, los medios de comunicación, la accesibilidad abaratada, los puntos de distribución tan cercanos –como tiendas de abarrotes-. que se ha producido una normalización sobre cómo consumir el alcohol es correcto, especialmente, si de diversión se trata. 

Sin embargo, según refirió Yahaira Sánchez, la industria ha hecho todo lo posible para deslindarse de sus responsabilidades, culpabilizando siempre a las personas por no saber beber con medida e incluso, participando en campañas de prevención donde se lavan la cara, afirmó.

La especialista explicó que esta industria sabe bien que las mujeres son quienes beben en menor medida -en comparación de sus congéneres- y por ello, se ha iniciado un trabajo masivo haciendo uso de los medios masivos de comunicación.

«Cuando se busca a una mujer empoderada en Google, lo primero que te sale es una mujer bebiendo alcohol», compartió Yahaira Ochoa en conferencia y continuó: 

«Hacen estrategias para invitar a las mujeres a que consuman y entonces, esta idea de mujer libre y fuerte, es vendida por la industria alcoholera. Cuando (la industria) ve que hay mayor inclusión al mercado laboral, que tienen mayor poder adquisitivo, saben que más mujeres consumen por este mismo estereotipo de libertad; la industria hace estos estudios para llegar a ellas».

Un ciclo de violencia

Se debe señalar es que existe un ciclo de violencia relacionado a la adicción del alcohol, algo que ya ha documentado la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH, 2016); el 15% de las mujeres han dejado a sus parejas – esposos debido a que él tenía problemas relacionadas al alcohol.

Asimismo, el 20% de las mujeres casadas o unidas que sufrieron violencia de pareja indicó que este problema empezó o empeoró cuando él comenzó a beber alcohol con mayor regularidad. La ENDIREH, concluye en uno de sus apartados lo siguiente:

En México, el bajo nivel socioeconómico, la baja escolaridad y el consumo de alcohol por parte de la pareja son factores relacionados con la violencia contra las mujeres

Siguiendo la pista de este ciclo violento, se encuentra que el estudio Prevalencia y determinantes de violencia de pareja masculina en contra de mujeres mexicanas, escrito por Leonor Rivera, quien ha documentado que, en nuestro país, existe un riesgo 3.5 veces mayor de violencia severa contra la mujer cuando el hombre es bebedor y es seis veces más probable que experimente agresión física durante la relación. 

A nivel global, el 48% de los homicidios se cometen estando bajo los efectos del alcohol, según recoge el Global status report on alcohol and health and treatment.  

Fuente: Cimac Foto

Durante la conferencia de prensa, Cimacnoticias preguntó a Yahaira Ochoa si existen factores diferenciales en el inicio de estas adicciones, es decir, cuáles son los motivos por los que las mujeres comienzan a consumir alcohol.

En respuesta, la especialista refirió que, mayormente, las mujeres inician a beber por problemas emocionales como la depresión y a causa de habitar en contextos de violencia.

«El alcohol termina siendo para las mujeres en situación de violencia y maltrato, un mecanismo de salida para poder, digamos, liberarse, cuando no debería ser así. Sí son diferentes los factores» 

En contraparte, la maestra de la FES Iztacala y el doctor en psicología de la UNAM, María Alejandra Salguero y Marco Antonio Toquero, han documentado en Los significados de ser hombre asociados al consumo de sustancias psicoactivas, la relación intrínseca que tienen los valores patriarcales y de virilidad con el consumo del alcohol: » Los varones usuarios de sustancias psicoactivas, construyen los significados de ser hombre interactuando con los discursos dominantes acerca de lo que significa ser varón», refiere la investigación.

La última pieza en este ciclo de violencia cae sobre las infancias, quienes viven los estragos de las adicciones de sus padres- madres o personas cuidadoras. Por un lado, se habla de violencia doméstica -abuso verbal, físico y psicológico- pero también, económico. 

Fuente: Cimac Foto

Esto último lo advierte la Red de Acción Sobre Alcohol (RASA), refiriendo que las personas cuidadoras reducen tiempo y dinero al cuidado de la infancia, vulnerándolas aún más para acceder a una crianza respetuosa, amorosa y sin penurias. Al existir esta normalización del alcohol, entonces, las infancias en su paso por la adolescencia comienzan con el consumo temprano. 

«El consumo a edades muy tempranas refleja hogares con hábitos poco favorables de la armonía familiar», refiere la RASA. 

Constituyéndose así, una cadena social donde la violencia es el imperativo y el alcohol, el detonante. Con esto, se evidencia lo urgente de producir una política pública interseccional, por el interés supremo de la infancia y del acceso a una vida libre de violencia. 

Las 9 mujeres desaparecidas en «vuelos de la muerte» por el Ejército mexicano

.- Ciudad de México.- En 1975, el estudiante izquierdista Jesús Ibarra fue detenido arbitrariamente por elementos policiales de Monterrey un 18 de abril; jamás fue encontrado. A partir de este momento, su madre, Rosario Ibarra de Piedra se convirtió en una de las pioneras por esclarecer las desapariciones durante el régimen priista y fundaría el Comité Eureka que, a principios del 2000 recibió una carta que ahora, 20 años después ha dado fe de la violencia militar que ejerció el Estado mexicano en los llamados «Vuelos de la muerte«. 

La carta fue firmada por un tal Apresa Benjamín, militar desertor que deseaba «saldar deudas«, sin embargo, se desconoce su paradero o si el nombre con el que firmó es, siquiera, fidedigno.

Cuando la carta llegó a manos de Rosario Ibarra de Piedra, la madre buscadora prescindió de este documento, probablemente, dudaba del contenido y tomó la decisión de archivarlo. Al interior de la carta, se encuentran 183 nombres de personas quienes fueron torturadas por elementos castrenses y arrojadas al mar en la ciudad de Acapulco, 9 de ellas, son mujeres. 

Rosario Ibarra de Piedra murió en 2022 y la carta del militar desertor permaneció en desconocimiento del ojo público y no fue hasta el día de ayer, que la periodista Marcela Turati, investigadora de los crímenes ejercidos durante la llamada Guerra Sucia, dio a conocer la carta, primero, a familiares enviando un mensaje de resistencia y posteriormente, a la población civil a través de la publicación de un artículo.

Fuente: Centro ProDH captura de pantalla vía Youtube

Mujeres en la lista de «vuelos de la muerte»

Consultando el documento oficial, Cimacnoticias encontró que se tiene registro de 9 mujeres víctimas de esta práctica, la mayoría, víctimas de desaparición forzada por elementos de seguridad y asesinadas con mayor incidencia en el 74 en el estado de Guerrero, sólo una de ellas, originaria del, entonces, Distrito Federal.

Mayormente, estudiantes de entre 18 – 30 años, militantes de la Liga Comunista, esposas o hermanas de militantes / fundadores de movimientos izquierdistas.

La información recopilada, queda constituida de la siguiente manera:

  1. Teresa Estrada Ramírez «Norma», lugar: Distrito Federal. Registrada en el viaje 8 el 1 de septiembre del 74.
  2. Matilde Santiago Vázquez, lugar: Coyuca. Registrada en el viaje 7 el 2 de octubre del 73.
  3. Ramona Riosque Roque, lugar: Acapulco. Registrada en el viaje 10 el 19 de abril del 74. Ramona era integrante de la Brigada Campesina de Ajusticiamiento, desaparecida y torturada junto a su compañera, Marina Texta quien no aparece en el documento. 
  4. Isabel Jiménez Fernández, lugar: San Andrés de la Cruz. Registrada en el viaje 11 el 2 de junio del 72. Esta mujer fue detenida arbitrariamente, según documenta Cimacnoticias, se dedicaba al trabajo doméstico cuando fue detenida en Guerrero por militares, buscaban a su esposo militante del PDLP; no lo encontraron y se la llevaron a ella en su lugar.
  5. Perla Sortelo Patiño «Ilda», lugar: Santiago de la Unión. Registrada en el viaje 12 el 2 de julio del 74.
  6. Isabel López Blanco, lugar: Atoyac. Registrada en el viaje 20 el 18 de julio del 74, Isabel era una estudiante guerrerense de entonces 18 años de edad.
  7. Gloria Guerrero Gómez, lugar: Atoyac. Registrada en el viaje 22 el 20 de septiembre del 74.
  8. Mariana de la Cruz Yáñez «Maribel», lugar: Atoyac. Registrada en el viaje 23 el 13 de octubre del 74.
  9. Martina Reyes Ahuejote, lugar: Kilómetro 17 (*caso extraordinario, pues es la única con este registro). Registrada en el viaje 23 el 20 de noviembre del 74.

Es importante señalar que aún quedan pendientes el esclarecimiento de más casos de mujeres que, probablemente, fueron víctimas de los vuelos de la muerte y de otras prácticas inhumanas por parte del Estado. 

Como, por ejemplo, las hermanas Ana Luz y Sara Mendoza Sosa, jóvenes que militaban en Movimiento de Acción Revolucionaria y que fueron desaparecidas por el Ejército al ser detenidas por un retén en Veracruz. 

Lourdes Martínez Huerta, de 23 años e integrante de la Liga Comunista 23 de septiembre, fue detenida en junio de 1975 en Culiacán, Sinaloa, cuando ella presentaba un embarazo de entre tres y cuatro meses de gestación. Hasta la fecha se desconoce su destino y el de su hija o hijo.

Marina Texta, compañera de Ramona Ríos Roque, fue torturada por el Estado para confesar que conocía al líder izquierdista Lucio Cabañas; no se volvió a saber de ella. 

Alicia de los Ríos Merino, era originaria de San José Bachíniva, Chihuahua; militaba en la Liga Comunista 23 de septiembre. Fue detenida el 5 de enero de 1978 en la colonia Nueva Vallejo, en la Ciudad de México, por agentes de la División de Investigación para la Prevención de la Delincuencia, al mando del coronel Francisco Sahagún Baca, y fue vista por última vez ese mismo año en una base militar en Guerrero. Cimacnoticias documentó el pasado 3 de abril cómo Ríos Merino fue una de las víctimas de los vuelos de la muerte. 

Fuente: Centro ProDH captura de pantalla vía Youtube

La lista sí coincide con las listas de personas desaparecidas en los 70s

A raíz del trabajo de investigación realizado por Marcela Turati, las organizaciones de investigación iniciaron un proceso de cotejo del asunto. El veredicto: Sí hay elementos de verosimilitud. 

 El Centro Prodh, Fundar, Centro de Análisis e Investigación y Artículo 19, habiendo tenido acceso al documento pudieron constatar que al menos 160 de los 183 nombres contenidos en la lista sí corresponden a personas desaparecidas que se encuentran en los listados Femospp, Comverdad, CNDH, en Archivos de la Represión o en el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas.

Dentro del cotejo informativo, el Centro Prodh refiere que las fechas y lugares de detenciones realizadas entre el 72 y el 74 corresponden entre sí, es decir, son concordantes, lo que esboza que, efectivamente, la carta del militar desertor empata con los tratos inhumanos y su probable servicio activo. 

Otro apunte importante es que esta carta, aunque recién ha estallado, el Estado mexicano ya está al tanto de lo que contiene el documento, según infiere información disponible del Centro Prodh, que exigen se inicie una investigación exhaustiva y den a conocer todos los documentos relacionados con los Vuelos de la Muerte. 

Fuente: Centro ProDH captura de pantalla vía Youtube

Y es que, es necesario apuntar a que desde hace años las organizaciones y centros de investigaciones han exigido a la Secretaría de la Defensa Nacional información sobre los asesinatos que cometieron al arrojar a personas a mar abierto. La respuesta, siempre es la misma:  No existen listas sobre dichas ocasiones. 

Con esto, se dota de mayor importancia que, por primera vez, se posea una lista con nombres y fechas que dan fe de que las fuerzas armadas fueron responsables de estos crímenes humanos. Asimismo, hay que apuntar a que estos 183 nombres sólo corresponden a un par de años, lo que expone que la cifra de homicidios cometidos es mucho mayor de lo proyectado, pues esta práctica se ejerció, por lo menos, durante 6 años. Las víctimas eran cargadas con piedras, amarradas a bloques de concreto – metal y otras, heridas con bayonetas para que fuesen devoradas por animales marinos.

«Ya va a cumplir 50 años desde que se lo llevaron y hasta hace menos de un mes aparece una ruta de esto, pero la sensación es que si esto le pasó nunca vamos a poder recuperar los restos, y que lo asesinaron de esa forma, que de todas las alternativas escogieron ese método. Siempre pensando si le rompieron los huesos, si lo torturaron con choques eléctricos, si lo picaron y lo aventaron al mar, si los aventaban vivos, No alcanzo a imaginar todo ese terror”, Angélica María Ramírez, hija de Gorgonio Santiago, víctima de los vuelos de la muerte en entrevista para Marcela Turati. 

Según expuso el militar desertor, es el capitán Javier Barquín el autor material de todos estos crímenes cometidos en la década de los 70s. Sin embargo, no ofreció más información al respecto, señalando que investigando al capitán se descubriría la verdad, pero que él no podría hacer más porque su vida y la de su familia correría un gran peligro.

En el documento, el militar desertor refiere que abandonó su misión en el 76 cuando fue descubierto por Barquín. En la carta enviada a Rosario Ibarra de Piedra se lee lo siguiente:

«Como le comente en días pasados, estube en el 74 comisionado en Pie de la Cuesta comisionado a las ordenes del entonces capitan Javier Barqin Alonso y en ese entonces me percate de la forma en que desaparecen los cuerpos de los guerrilleros que asesinaban y que eran metidos en el avion Aravat 2003 para arrojarlos en el mar. Por diferencias con dicho capitan tube que desertar en el 76ya que me amenazó de muerte si yo desia lo que habia visto”

Independientemente de la carta, Rosario Ibarra de Piedra fue una investigadora aguerrida que ya le había seguido la pista al capitán Javier Barquin, segundo comandante del grupo operativo de la Policía Militar y del temido Grupo Zorba.

Este documento, es apenas la antesala para exponer la participación del Estado mexicano en uno de los episodios de tortura y homicidio más cruenta del último siglo. Hasta el momento de publicación de este artículo, no existe un pronunciamiento oficial por parte del presidente de la República ni de la SEDENA.  

Sheinbaum reconoce lucha de mujeres en primer discurso como presidenta electa

Fabiola Martínez, Lilian Hernández y Alonso Urrutia

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La presidenta electa Claudia Sheinbaum a su llegada al Teatro Metropolitan, en la Ciudad de México, el 15 de agosto de 2024. Foto Marco Peláez

Ciudad de México. En su primer discurso como Presidenta Electa de los Estados Unidos Mexicanos, la primera mujer en la historia en alcanzar este máximo cargo, Claudia Sheinbaum Pardo hizo un reconocimiento a la lucha de ellas “heroínas, tanto a las visibles como las millones de mujeres invisibles de generaciones y generaciones que han hecho posible que consigamos este alto reconocimiento”.

Ante los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, entre varias decenas de invitados especiales a la sesión solemne, dijo -en un mensaje velado frente a la reforma judicial en proceso- que el pasado 2 de junio, el pueblo de México “también decidió mayoritariamente un verdadero sistema de justicia, que sea igual para todas y todos los mexicanos. Un sistema que también comprenda la separación entre el poder económico y el poder de la justicia, un estado de derecho, por ello no debemos temer a la democracia, decía Juárez, la democracia es el destino de la humanidad, la libertad, su brazo indestructible”.

Para quienes sí tuvo un mensaje explícito fue para los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), al señalar, desde el recinto donde en los próximos días se definirá la integración de ambas cámaras del Congreso de la Unión, que el electorado ya decidió al respecto.

“El 2 de junio el pueblo de México también plasmó su voluntad para la composición del congreso de la Unión, y es clara la norma electoral en la asignación de los legisladores de mayoría y de representación proporcional. Estoy convencida que las y los titulares del Poder Judicial en materia electoral conocen a profundidad este tema porque así han actuado en pasadas elecciones y sabrán respetar también la Constitución, las leyes y la voluntad del pueblo”.

Previamente, al inicio de su mensaje, Sheinbaum señaló que “es la primera vez en 200 años de la República que recibe el reconocimiento de Presidenta electa una mujer, Presidenta, con A. Como lo he dicho en otras ocasiones, no lo asumo como un triunfo individual o como el esfuerzo personal. El día de hoy marcado ya en la historia de México, no llego sola, llegamos todas”, expresó desde la tribuna de la Sala Superior del TEPJF, máxima instancia en la materia.

Después de recibir la constancia de mayoría de manos de Mónica Soto, presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, la Presidenta Electa ponderó el rasgo “histórico e inédito” del resultado de la elección del 2 de junio, cuando “nuestro movimiento”, recalcó, recibió 35 millones 924 mil 519 sufragios, equivalentes el 59.76 por ciento del total de la votación y 32 puntos por encima del segundo lugar.

Frente a ministros, la presidenta del Instituto Nacional Electoral, Guadalupe Taddei, el pleno de la Sala Superior del TEPJF y de integrantes del gabinete actual y del que la acompañara en su tarea de gobierno, Sheinbaum subrayó que el pueblo de México mostró su conciencia cívica, su vocación democrática y su sentido republicano expresada con claridad y contundencia el día de la jornada electoral.

Señaló que llega a esta responsabilidad “nutrida” de la fuerza que proviene de nuestras ancestras, nuestras madres, nuestras hijas y nuestras nietas.

“Hoy llegamos todas y con ello me comprometo a luchar para seguir construyendo igualdad y libertad para todas las mujeres mexicanas, en especial para las más vulnerables y de cuidar, como lo hacemos las mujeres, responsablemente el porvenir de nuestra propia”.

Continuó con los significados de la elección del 2 de junio que deben ser honrados, en especial para los electores.

“La mayoría de la gente votó porque siga un gobierno honesto, de resultados, con amor a la patria y con amor al pueblo de México. Dicho de otra forma, la mayoría de las y los ciudadanos no quieren que regrese el gobierno de unos cuantos o la prepotencia o el influyentismo. No quieren que regrese ni la corrupción ni los privilegios. Ese es el mandato del pueblo de México y nos corresponde seguir haciéndolo realidad. Es decir, el mandato es claro, continuar y avanzar con la cuarta transformación de la vida pública de México que inició en 2018 el presidente Andrés Manuel López Obrador”.

Ello significa, agregó, seguir construyendo un México libre, en paz, de derechos, fraterno, soberano, democrático y justo.

“Concibo que la libertad con la que votaron las y los mexicanos es la que significa un gobierno que no reprime”, destacó.

La presidenta electa recibió aplausos en medio de su mensaje en la palestra de esta Sala Superior.

Dijo que la Cuarta Transformación por la que votaron mayoritariamente los ciudadanos concibe como derecho y no como privilegios la educación, el acceso a la salud, la alimentación saludable, la vivienda digna, el salario justo y la pensión suficiente; es decir, eligieron un estado de bienestar y no regrese el sistema neoliberal.

También votaron por un México en paz. “Lo haremos con estrategia, no regresará la guerra contra el narco, seguiremos construyendo paz con justicia; un México fraterno”.

Igualmente, que nunca más se trate al pueblo de México con clasismo, discriminación y racismo o a las mujeres con machismo.

“Que nuestras raíces y nuestro destino están en la fraternidad, en el humanismo, en ser tratados siempre como iguales, un México soberano, libre, independiente. Quedó claro el 2 de junio, como lo dice la Constitución, desde los Sentimientos de la Nación, que la soberanía reside esencial y originalmente en el pueblo y que por eso el mandato no alejarse y que esa soberanía está siempre por encima de grupos o individuos por más poderosos que parezcan”.

Sheinbaum Pardo habló entonces de la democracia, como el poder emanado del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, y con su voto reclama más democracia y justicia.

“Hay un mandato popular: justicia en el sentido amplio de la palabra significa justicia social, ambiental, para las mujeres, para todas las personas y también justicia igual para el pobre que para el rico. Es decir, el pueblo de México también decidió mayoritariamente un verdadero sistema de justicia, que sea igual para todas y todos los mexicanos”.

Ahí el aplauso – incluido el de la presidenta ministra, Norma Piña- hizo a la Presidenta electa pausar un momento el hilo de su discurso.

Luego, en el cierre de su discurso, refrendó su compromiso de gobernar con honestidad, respetando la independencia de los poderes.

“Gobernaré para todos y todos los mexicanos y tengan la certeza que nos sentiremos cada día de nuestro origen y también de nuestro porvenir. Nadie debe temer a nada, al contrario, el futuro es promisorio, somos un país de un pueblo extraordinario, único, maravilloso, estaremos a la altura de las circunstancias.

“Hago el compromiso de no defraudar y de poner todo mi empeño, mi  conocimiento, mi corazón, mi esfuerzo, y hasta la vida misma para servir a mi patria y a mi pueblo. Que viva México”, expresó.  

Derechos de las mujeres retroceden en la Argentina de Milei

 

Una manifestación del movimiento Lgbti en Buenos Aires, que en los últimos años consiguió importantísimos logros para las minorías sexuales en Argentina, como una ley de identidad género, que permite a las personas acceder a su documentación de acuerdo a su género autopercibido. Imagen: Organización 100% Diversidad y Derechos

BUENOS AIRES – “Hasta 2023 ayudábamos a víctimas de violencia a gestionar ayuda económica del Estado pero hoy la ayuda la tenemos que dar nosotros; tuvimos una madre viviendo con su hijo en un auto, porque no podía pagar un alquiler”, cuenta Fernanda Tarica, directora de una oenegé que brinda respaldo a las mujeres que sufren violencia de género en Argentina.

El relato es apenas un ejemplo del retroceso concreto y palpable de los derechos de las mujeres y las políticas de género que se está dando en Argentina desde diciembre pasado, cuando el economista de ultraderecha Javier Milei asumió la presidencia.

El subsidio durante seis meses que el Estado otorgaba a víctimas de violencia de género era considerado esencial para que las mujeres accedieran a una mínima independencia económica que les permitiera salir de la situación de violencia.

Ya desde su campaña electoral, Milei había denigrado al movimiento feminista y se había burlado de las políticas de género de su antecesor como presidente, Alberto Fernández, creador del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, cuyo primer objetivo era diseñar y ejecutar políticas públicas para prevenir la violencia de género y asistir a las víctimas.

“La situación es catastrófica y las víctimas de violencia están abandonadas a su suerte. El discurso oficial envalentona al que ejerce la violencia y lleva a que las mujeres no busquen ayuda, porque suponen que nos les van a creer o no van a ser apoyadas. Hay un retraimiento de las denuncias”: Agustina Rossi.

Desde lo simbólico y de cara a la sociedad, el discurso de Milei se vio enormemente fortalecido en estos días, cuando Fernández fue denunciado penalmente por violencia de género por su expareja, Fabiola Yáñez, y se hicieron públicas fotos impactantes en las que se la ve golpeada.

En medio de la conmoción que generó la noticia, Milei aprovechó para sacar rédito político, publicó un texto en el que habló de “la hipocresía progresista” y reafirmó su mensaje de que las políticas de género fueron “una estafa de la cual se beneficiaron unos pocos, pero que financiaron todos los argentinos”.

“Ellos pueden golpear, maltratar, violentar, robar y cualquier otra atrocidad pintados de verde”, agregó Milei en referencia al color que identifica al movimiento feminista en Argentina y especialmente a la lucha de las mujeres por la despenalización del aborto, que se coronó en el Congreso de la Nación con una ley sancionada en diciembre de 2020, y fue celebrada entonces por Fernández como “un logro colectivo”.

El frente del Congreso de la Nación ha sido en los últimos 
años escenario de numerosas manifestaciones del movimiento
feminista y de la defensa de las minorías sexuales. 
En la imagen, la celebración de la ley de matrimonio
 igualitario, que desde 2010 reconoce el derecho 
a casarse de las personas del mismo sexo.
 Imagen: Organización 100% Igualdad y Derechos

Impacto real

Detrás de la pugna política hay una situación más compleja, según muestran los datos.

A principios de junio el gobierno de Milei anunció el cierre definitivo del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, como parte de su extremo programa de austeridad estatal, que ha generado una depresión de todos los rubros de la actividad económica argentina.

En comunicado oficial, el gobierno consideró que el ministerio había sido “creado y utilizado por la administración anterior con fines políticos-partidarios, para propagar una agenda  ideológica, contratar militantes y organizar charlas y eventos”.

Con la medida fueron despedidos casi todos los empleados y empleadas del ministerio, que según la actual administración eran más de 800.

De todas maneras, lo significativo es el impacto que ha tenido la decisión en la vida real de las mujeres que eran beneficiarias de las políticas del Ministerio.

Más de 90 % del presupuesto del Ministerio se destinaba a acciones para combatir la violencia de género y casi todo, concretamente a través del Programa Acompañar, que otorgaba un apoyo económico a las mujeres que acreditasen estar en riesgo por situaciones de violencia.

Así lo reveló un análisis por la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (Acij) y el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (Ela), dos organizaciones de la sociedad civil.

Desde el inicio del Programa Acompañar en septiembre de 2020 y hasta noviembre de 2023 accedieron a ayudas más de 352 000 víctimas de violencia de todo el país, según los datos oficiales.

En 2024 el programa siguió formalmente vigente, pero  entre enero y abril ejecutó 79 % de presupuesto menos que en el mismo período del año anterior. Y de las 20 000 altas que se habían programado en 2023 –antes del cambio de gobierno- para el primer trimestre de este año, solo se realizaron 434.

“El apoyo económico estatal era fundamental para el período en que las mujeres necesitan reorganizar sus vidas. Un hombre que ejerce violencia física o psicológica generalmente también ejerce violencia económica”, cuenta a IPS Fernanda Tarica, directora ejecutiva de la organización Shalom Bait.

Shalom Bait, que en hebreo significa “Paz en el hogar” es una organización nacida hace 20 años en el marco de la colectividad judía de Buenos Aires, que busca dar respaldo a las víctimas de violencia de género de toda la sociedad. Hoy realiza apoyo terapéutico en 12 grupos que reúnen cerca de 200 mujeres.

También quedó en la práctica casi desactivada la línea telefónica 144, que en 2023 recibió más de 62 000 llamadas de mujeres víctimas de violencia en busca de ayuda. Hoy, trabajadores denuncian que hay turnos en los que quedan solo dos telefonistas, a quienes les es imposible atender la demanda. Así y todo, recibieron 9011 comunicaciones en el primer trimestre de 2024.

Más grave es la situación de las ayudas urgentes para familiares de víctimas de femicidios, el nombre que reciben en Argentina los feminicidios, así como transfemicidios y travesticidios, que no ejecutaron presupuesto durante el primer cuatrimestre de 2024.

Desde su lanzamiento en junio de 2022 hasta diciembre de 2023, habían sido acompañadas 903 personas familiares o allegadas de víctimas de violencias extremas y recibido apoyo económico 623 personas, de acuerdo a los datos brindados por el gobierno a la organización Ela, que realizó un pedido formal de acceso a la información pública.

La plaza de la Diversidad Sexual, inaugurada en pleno centro d
e Buenos Aires en 2018. El presidente ultraderechista Javier Milei 
no solo ataca los derechos de las minorías sexuales desde el 
discurso, sino también está llevando adelante un 
desmantelamiento de los programas e instituciones que le 
daban soporte esos derechos. Imagen: Daniel Gutman / IPS

Datos concretos

“Los programas de género están paralizados o desmantelados en su estructura, de manera absoluta. Y es falso que se trate de una cuestión ideológica, sino de datos. La violencia continúa siendo un problema muy grande y muy extendido”, dice a IPS Agustina Rossi, investigadora de Ela.

Un reflejo de ellos es que en 2023 hubo en Argentina 250 víctimas directas de femicidio,  10,6 % más que en 2022, cuando se registraron 226 casos, según los últimos datos revelados por la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia.

“La situación es catastrófica y las víctimas de violencia están abandonadas a su suerte. El discurso oficial envalentona al que ejerce la violencia y lleva a que las mujeres no busquen ayuda, porque suponen que nos les van a creer o no van a ser apoyadas. Hay un retraimiento de las denuncias”, agrega Rossi.

“Costó muchísimo que se sepa que la violencia de género no es culpa de las víctimas y no es aceptable y ahora hemos retrocedido”, lamenta.

Organizaciones defensoras de los derechos de las minorías sexuales denunciaron, en esa línea, que no fue casual el ataque criminal ocurrido en mayo contra cuatro mujeres lesbianas en Buenos Aires. Un hombre arrojó una bomba molotov casera en la habitación del hotel donde vivían. Tres de las mujeres murieron en el incendio que siguió.

La Justicia detuvo al atacante pero rechazó a aplicar la figura de femicidio agravado por odio al género o a la orientación sexual, prevista en el Código Penal.

Al mismo tiempo, el vocero presidencial, Manuel Adorni, minimizó el tema. “No me gusta definirlo como un atentado hacia un determinado grupo. Es injusto hablar solo de este episodio cuando la violencia es más abarcativa”, justificó.

Ricardo Vallarino, de la organización 100 % Diversidad y Derechos, afirma que nunca había sucedido un crimen de estas características. “Era lógico que la retórica antigay y antifeminista de este gobierno iba a incentiva el sentimiento de impunidad de algunas personas”, dice.

Mientras, en un contexto de continuo deterioro de la actividad económica y del poder adquisitivo de los salarios, que según estudios privados ha llevado el índice de pobreza a más de 55 % de la población argentina, de 46,2 millones de habitantes, el presidente Milei mantiene más que aceptables índices de popularidad.

Vallarino, de todas maneras, prefiere pensar que no fue un espejismo el apoyo masivo que han tenido en los últimos años las políticas de género en la Argentina.

“Argentina es una sociedad igualitaria, que favorece la diversidad”, asegura.

“El problema es que el foco es limitado y hoy gran parte de la sociedad tiene otras prioridades, porque se está preguntando cómo llegar a fin de mes”, concluye.

Sheinbaum, legalmente presidenta de México. «Un triunfo para el feminismo internacional»: Soto

 

.-Ciudad de México.- El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), entregó esta mañana la constancia electoral a quien será la próxima presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, y con ello se avaló que durante las elecciones celebradas el pasado 2 de junio, obtuvo la mayoría de los votos lo cual la llevó a obtener la victoria y con ello, señaló la magistrada Mónica Soto: «también se escribe en la lucha feminista a nivel global».

«México rompió el techo de cristal», señaló la magistrada presidenta del TEPJF, Mónica Soto Fregoso en la apertura del evento, el cual ha sellado las elecciones de este 2024, conocidas como las más grandes del país.

Al recibir la constancia que la legitima para gobernar México, se consolida la reivindicación histórica de las mujeres en la vida pública, afirmó Mónica Soto, también señaló que el nombre de Sheinbaum Pardo se escribe junto con las 26 jefas de gobierno que hay en la actualidad, dando con ello, vida a la CEDAW y a la Declaración de Beijing y Belem do Pará.

Soto Fragoso, en un discurso emotivo y ataviado de feminismo, advirtió que con su llegada a la presidencia, «México le quita el velo al patriarcado» y nunca más estará presente la duda de si una mujer estará preparada para gobernar a nuestro país.

Soto Fragoso además de reconocer esta victoria electoral y entregar la constancia que la acredita como la próxima presidenta de México, también le señaló que se espera, gobierne desde una mirada violeta en favor de las mujeres.

Siendo las 12:05 minutos, Claudia Sheinbaum Pardo arribó al Pleno del Tribunal, en las primeras filas, su madre, sus dos hijos y Jesús Tarriba. De cerca, también se pudo contar con la presencia de mujeres políticas, escritoras y defensoras, entre las que destacó Elena Poniatowska, Clara Brugada, Alicia Bárcena, Ifigenia Martínez y mujeres representantes de comunidades afromexicanas e indígenas.

Durante la sesión, la presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Mónica Soto Fragoso realizó un análisis sobre lo sucedido en las elecciones, pasando por impugnaciones y las jornadas que se tuvieron que sortear durante este proceso, sin embargo, zanjó el tema refiriendo que a pesar de todo, ya nada podrá quitar la victoria de tener en México a su primera mujer presidenta.

Este comentario se encuadró con el aniversario luctuoso de Rosario Castellanos al que Claudia Sheinbaum asintió, luego de que la presidenta del TEPJF refiriera que con su victoria, México se desprende del piso engomado, algo que deseó la escritora en su lucha contra el patriarcado.

«Una mujer que luchó contra el patriarcado en un momento muy dificil y que decía, logré derribar muchas barreras que hoy las mujeres se enfrentan en su cotidianidad, una realidad que duele, pero al mismo tiempo, alienta. Para nosotras, ya nada es imposible, todo lo podemos alcanzar», refirió Mónica Fragoso.

Otro punto primordial que no se puede perder de vista, es que la presidenta del TEPJF señaló que el nombre de Claudia Sheinbaum Pardo, le ha quitado el velo al patriarcado en México, refiriendo que en nuestro país, nunca más se volverá a dudar de que una mujer puede ocupar la presidencia; una victoria no sólo para el pueblo mexicano, sino también, para el feminismo a nivel internacional, refiriendo que el triunfo obedece a las convenciones internacionales para erradicar la violencia y fomentar la participación política, como la CEDAW, la Declaración de Beijing y el tratado de Belem Do Para.

Finalmente, Claudia Sheinbaum subió al Pleno, donde agradeció a la ciudadanía por ejercer una jornada participativa, democrática y libre el pasado 2 de junio, recordando que su victoria posee una amplia brecha de diferenciación entre los partidos opostirores, venciendo con 32 puntos más que el segundo lugar.

Por ello, agradeció a las instituciones y sobre todo, a las mujeres que salieron a votar, refiriendo que fueron ellas la mayoría electoral, lo que la encauzó a hacer mención de su ya conocido discurso: Llegamos todas.

La agenda de las mujeres: Mención infaltable en la ceremonia de Sheinbaum

La futura presidenta compartió que está cargada y llena de fuerza gracias a todas las mujeres de nuestro país y sus ancestras; su abuela, su madre, sus hijas y nietas, que la impulsarán a seguir construyendo la igualdad para todas las mexicanas, pero particularmente, para aquellas que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad.

«Voy a cuidar, como lo hacemos las mujeres, el porvenir de nuestra patria», refirió en su discurso.

Esto último, un discurso que ha refrendado desde su candidatura y que se encuentra, citado en su promesa para impulsar el sistema nacional de cuidados que tendrá por objetivo primario a las mujeres jornaleras y de máquilas como parte de sus primeras acciones de gobierno.

Quedando así, consolidado de nueva cuenta que la agenda de las mujeres se mantiene muy sólida dentro del panorama político de Sheinbaum.

Sobre este mismo hilo, la futura presidenta también reconoció que se debe trabajar en la justicia para las mujeres, la justicia social, la ambiental y la justicia para «el pobre, igual para el rico», por lo que su victoria representará una reconfiguración del sistema de justicia que comprenderá la separación del poder económico y el poder de la justicia. Citando a Juárez: «La democracia es el destino de la humanidad, la libertad, su brazo indestructible».

«Como titular del ejecutivo federal y como primera mujer presidenta de México, sepan que actuaré con honestidad, responsabilidad, respetando la independencia de los poderes, gobernaré para todas y todos los mexicanos. Tengan la certeza de que nos sentiremos todas y todos cada vez más orgullosos de nuestro origen y de nuestro porvenir, nadie debe temer a nada, al contrario, somos un país de un pueblo extraordinario, único, estaremos a la altura de las circunstancias de nuestro glorioso pueblo. Hago el compromiso de no defraudar y de poner todo mi empeño, mi conocimiento, mi corazón, mi esfuerzo, mi voluntad y hasta la vida misma para servir a mi patria y a mi pueblo, ¡que viva México!»

«Fue una jornada participativa, democrática, pacifica, ordenada y libre. Esa noche, se dio a conocer el resultado preliminar y al domingo siguiente, el INE informó del resultado de los cómputos distritales, después del análisis y las impugnaciones, el tribunal electoral del resolvió la validez por unanimidad. Obtuvimos 35 millones del total de la votación, 32 puntos por encima del segundo lugar, mencionó.

Mónica Soto Fregoso, se dijo honrada de ser la primera voz que se dirige a Sheinbaum Pardo, como «presidenta electa», por eso le expresó su reconocimiento por haber obtenido el mayor numero de sufragios, incluso, aseveró, la mas alta votación en la historia electoral de nuestro país.

Sheinbaum Pardo recordó que no llegó sola, dijo que: el día de hoy, está marcado ya en la historia de México, porque no llegó sola, sino, llegamos todas.

¿Qué es una mujer para Simone de Beauvoir?*

 tribunafeminista.org

Tasia Aránguez Sánchez

*Fragmento del artículo publicado en Feminismo/s: Tasia Aránguez (2024). “¿Qué es una mujer? Fenomenología del cuerpo femenino en el pensamiento de Simone de Beauvoir”. Feminismo/s. 44. 516-544.

El segundo volumen de la obra El segundo sexo comienza con la célebre cita “No se nace mujer: se llega a serlo”. Con esta afirmación, Simone de Beauvoir sostiene que la feminidad es un invento cultural que sirve para someter a las mujeres, es decir, a las hembras humanas. Este sentido de la frase queda patente si se lee la continuación de la famosa cita:

“Ningún destino biológico, psíquico, económico, define la imagen que reviste en el seno de la sociedad la hembra humana; el conjunto de la civilización elabora este producto intermedio entre el macho y el castrado que se suele calificar de femenino. Sólo la mediación ajena puede convertir un individuo en alteridad”.

La filosofía de Simone de Beauvoir, y especialmente su afirmación “no se nace mujer: se llega a serlo”, ha sido tergiversada por teóricos posestructuralistas y queercomo Judith Butler. Butler defiende que la definición de “mujer” no es biológica, sino cultural. Esa noción culturalista de “mujer” es contraria a la centralidad que Simone de Beauvoir atribuye a la materialidad corporal.

El cuerpo sexuado es parte de la situación de las mujeres, puesto que carecería de sentido postular una conciencia desencarnada. Hay un enorme salto entre la fenomenología del cuerpo beauvoriana y el idealismo queer.

Para una mejor comprensión de las diferencias entre el pensamiento de Simone de Beauvoir y la teoría queer podemos remitirnos a tres definiciones del término «mujer» que se encuentran en el debate social: La primera de ellas es la que remite a la biología y la corporalidad, sosteniendo que una mujer es una hembra humana. Una segunda definición es la que considera que una mujer es quien ha sido sometida por la sociedad. En tercer lugar, estaría la definición que concibe a la mujer como alguien con una «identidad de género femenina».

De estas tres definiciones, si nos preguntamos cuál es la que suscribe Simone de Beauvoir, basándonos en la lectura de su obra concluiríamos que se decanta por la definición de la mujer como hembra humana y que De Beauvoir presenta contundentes argumentos contra las otras dos definiciones. Es importante precisar que la filósofa rechaza que exista una contradicción entre el hecho de ser hembra y el hecho más importante de ser una persona humana (del mismo modo que el hombre es el macho de la especie humana y su naturaleza sexuada no va en detrimento de sus derechos o sus capacidades humanas). La posición social subordinada de las mujeres no es consecuencia de su naturaleza sexuada.

Estas disquisiciones nos conducirán a formularnos la pregunta «¿qué es una mujer para Simone de Beauvoir?» La cuestión «¿qué es una mujer?» es crucial en su pensamiento. La filósofa existencialista emplea el término «mujer» para aludir a dos significadosdistintos: la mujer como sujeto y la mujer como mito del «eterno femenino» cuyo modelo se impone como vocación a la mujer de carne y hueso. Pero de ambos, solo el primer significado se refiere a las mujeres reales, que no pueden ser definidas por los retratos culturales de la feminidad.

La mujer como hembra humana

Un elemento estructural de El segundo sexo es la experiencia corporal de la hembra humana. De Beauvoir (2017) parte de la existencia de las hembras como dato indubitable y natural: «todo el mundo está de acuerdo en reconocer que en la especie humana hay hembras; constituyen hoy, como antaño, la mitad, aproximadamente, de la Humanidad». En el pensamiento de Beauvoir, ser hembra forma parte de la definición de la mujer del mismo modo que ser macho forma parte de la definición del hombre: «En verdad, el hombre, como la mujer, es carne y, por tanto, pasividad, juguete de sus hormonas y de la especie, inquieta presa de su deseo».

Sin embargo, la filósofa es consciente de que la palabra «hembra» tiene connotaciones negativas cuando se aplica a las humanas. Hemos de preguntarnos, ¿por qué «hembra» es un término peyorativo? De Beauvoir expone que:

“En boca del hombre, el epíteto de «hembra» suena como un insulto; sin embargo, no se avergüenza de su animalidad; se enorgullece, por el contrario, si de él se dice: «¡Es un macho!». Eltérmino «hembra» es peyorativo, no porque enraíce a la mujer en la Naturaleza, sino porque la confina en su sexo”.

La palabra «hembra» resalta la animalidad y De Beauvoir señala que en la historia de la cultura los hombres se han presentado a sí mismos como sujetos, mientras definían a las mujeres en exclusiva como hembras, omitiendo su humanidad. De este modo, el hombre se ha atribuido en exclusiva la representación del ser humano. A lo largo de la historia, a la mujer no se le ha permitido afirmarse como individuo, sino que ha quedado recluida en el ámbito sexual y reproductivo. En cambio, el hombre ha tenido el privilegio de que su vida genital no mermase en nada su libertad personal ni su proyecto vital. Expone De Beauvoir:

“Donaldson, un historiador de la mujer, ha afirmado que las definiciones «un hombre es un ser humano macho, la mujer es un ser humano hembra» han sido mutiladas de modo asimétrico; el psicoanálisis, en particular, define al hombre como humano y a la mujer como hembra: cada vez que se comporta como ser humano, se dice que imita al varón”.

A lo expuesto De Beauvoir añade que el cuerpo del hombre se ha presentado como si permitiera una relación directa con el mundo, como si fuera el fondo neutro sobre el que se realiza la humanidad. El cuerpo masculino ha sido percibido como el cuerpo estándar del ser humano y el de la mujer se ha visto como una especificación. Todo lo que diferencia a la mujer del hombre ha estado marcado por la alteridad y se ha concebido socialmente como una prisión que impide a las mujeres el acceso a la humanidad plena. La cultura estableció que ser hembra entraba en contradicción con ser humana. Mientras el cuerpo masculino ha monopolizado la posición de sujeto, el femenino ha sido objetificado. Por eso la filósofa dedica El segundo sexo a defender que la mujer es una existencia libre para definir su proyecto de vida. El cuerpo femenino es la situación desde la que se aborda el proyecto de la libertad, sin que ser hembra deba constituir una limitación social.

El cuerpo generizado

Dos décadas después de la publicación de El segundo sexo, en los años setenta, las feministas estadounidenses herederas de Simone de Beauvoir desarrollaron la distinción conceptual entre «sexo» y «género». Desde entonces el término «sexo» se ha empleado para aludir a las mujeres y los hombres, mientras que la palabra «género» se refiere a la feminidad como sistema de roles y estereotipos impuestos a los sexos.

Pero los términos «sexo» y «género» establecen un dualismo entre naturaleza y cultura que no se encuentra en el pensamiento de Beauvoir, porque ella concibe el cuerpo como «generizado» (se experimenta desde la cultura).Como existencialista y fenomenóloga, De Beauvoir sostiene que el cuerpo sexuado no es vivido como un dato bruto, sino que es experimentado como algo mediado por los significados culturales. Por ejemplo, los mitos relativos a la virginidad condicionan la manera en que la joven experimenta su primer coito, o los prejuicios contra la menstruación vehiculan la manera en que las mujeres viven el sangrado mensual. En su crítica al psicoanálisis, De Beauvoir defiende que, si la niña puede llegar a sentir envidia del pene, no es porque quiera tener anatomía de varón, sino porque desea la mayor libertad de la que goza el niño y porque rechaza el proyecto vital que los mayores han previsto para ella.

Judith Butler, la principal representante de la llamada teoría queer, ha criticado la distinción feminista entre las nociones de «sexo» y «género». En opinión de la filósofa estadounidense, el sexo no es algo natural sino una categoría construida por dispositivos discursivos y de poder. Butler (2007) expone:

“¿Qué es el sexo?, ¿es natural?, ¿es anatómico, cromosómico u hormonal? Hemos de cuestionar los discursos científicos que intentan establecer tales «hechos» […]. El «sexo» está tan culturalmente construido como el género; de hecho, quizá el sexo siempre fue género, con el resultado de que la distinción entre sexo y género no existe como tal”.

Por tanto, para Judith Butler no existen las mujeres y los hombres como realidades naturales sino que, a su juicio, seríancategorías artificiales producidas por un discurso ideológico. Butler considera que carece de sentido distinguir entre sexo y género, porque ambos conceptos son igualmente culturales. En su cuestionamiento de la existencia natural del sexo, Butler se remite a las ideas de Monique Wittig.

En un artículo titulado No se nace mujer, Monique Wittig postula que el «sexo» es una interpretación cultural del cuerpo que dividide dos grupos de humanos a partir de unos rasgos físicos (pene, vagina, pechos, etc.) que deberían ser irrelevantes. Para esta autora, «hombres» y «mujeres» son categoríaspolíticas y no hechos naturales. La finalidad política de esta clasificación es garantizar la heterosexualidad obligatoria y satisfacer con ello las necesidades reproductivas del sistema económico. Según la autora, esas características son rasgos dispersos que solo adquieren unidad a través de la categoríalingüística «sexo». Por eso propone cambiar el lenguaje de tal modo que los cuerpos y las sexualidades se describan sin aludir al sexo, sin hablar de “hombres” ni de “mujeres”, transformando la gramática misma (por ejemplo, eliminando los pronombres). La categoría «sexo» es, en su opinión, un nombre que esclaviza y somete a las lesbianas, a las mujeres y a los hombres homosexuales, porque presupone que la heterosexualidad es el origen de la sociedad. Wittig considera que la lesbiana no es una mujer, pues «mujer» es un término binario y de oposición con un hombre (relación heterosexual). Sus prácticas sexoafectivas están tan alejadas de la heterosexualidad que la lesbiana trasciende las categorías de sexo.

Como observamos, Monique Wittig toma la famosa frase de Simone de Beauvoir «no se nace mujer, llega una a serlo» y la conduce hacia conclusiones muy alejadas del pensamiento de la filósofa existencialista. Wittig sostiene que, si ser mujer es un procedimiento y no una sustancia, cabe la posibilidad de que la persona se convierta en un ser que no es ni hombre ni mujer. Butler y Wittig afirman inspirarse en el cuestionamiento que Simone de Beauvoir realiza de la noción natural de «sexo». Como hemos expuesto anteriormente, De Beauvoir considera que la vivencia del cuerpo depende de los significados sociales de modo que, traduciendo su pensamiento a términos actuales, podríamos afirmar que el sexo se experimenta desde el género. La menstruación puede vivirse con vergüenza, pero en otros contextos sociales cabrían otras vivencias de la misma.

Ahora bien, hay un enorme salto entre la fenomenología del cuerpo beauvoriana y el idealismo queer. La misma Butler admite que De Beauvoir ve la naturaleza como materialidad, como sustancia, como sujeto-objeto; mientras que Wittig ve la naturaleza como una idea, un discurso. Beauvoir expone que la realidad biológica son hechos, pero que el sentido que le atribuimos a dichos hechos naturales depende del ser humano. Cuando analizamos el cuerpo desde la perspectiva de la experiencia vivida, los condicionamientos biológicos adquieren una gran variabilidad. Por ejemplo, tener menos fuerza muscular es importante para ciertos objetivos y en ciertos contextos: la fuerza puede ser compensada con instrumentos, leyes, etc.

Simone de Beauvoir en ningún momento afirma algo parecido a que el dimorfismo sexual de la especie humana sea un invento social para perpetuar la reproducción heterosexual. El primer volumen de El segundo sexo aborda la cuestión del cuerpo femenino desde la mirada de las ciencias y la biología. Para ella, la realidad anatómica es la situación existencial y el punto de partida de cualquier teoría emancipatoria.

«Hembra humana». No olvidemos la parte más importante: humana

Judith Butler cita un pasaje de Simone de Beauvoir que parece reafirmar la interpretación queer:

“Si la función de hembra no es suficiente para definir a la mujer, si también nos negamos a explicarla por «el eterno femenino» y si no obstante aceptamos, aunque sea con carácter provisional, que existen mujeres sobre la tierra, tenemos que plantearnos la pregunta de rigor: ¿qué es una mujer?”.

Butler tiene razón en que según la perspectiva existencialista de Simone de Beauvoir las mujeres no pueden ser definidas exclusivamente por su condición de hembras: ¿significa eso que la filósofa sostiene que «mujer» es un mero nombre arbitrario que puede ponerse a cualquier individuo?

Hemos de descartarlo. La mujer no es un acto declarativo ni una construcción discursiva. Tenemos que descartar las interpretaciones interesadas que se hacen de la frase «no se nace mujer, se llega a serlo» con la absurda finalidad de sostener que la distinción entre hembras y machos es un artificio cultural.

Cuando Simone de Beauvoir afirma que la mujer no se puede definir solo como hembra, lo que quiere decir es que las mujeres ante todo son seres humanos y que ese es el elemento más importante de la definición. Por consiguiente, la filósofa suscribe la definición común de la mujer como hembra humana, si bien la filósofa resalta durante toda su obra que la parte fundamental de dicha definición es el término «humana», pues en palabras de Simone de Beauvoir:

“El hecho de ser un ser humano es infinitamente más importante que todas las singularidades que distinguen a los seres humanos […] En los dos sexos se desarrolla el mismo drama de la carne y el espíritu, de la finitud y la trascendencia; a ambos los roe el tiempo, los acecha la muerte; ambos tienen la misma necesidad esencial uno del otro; y pueden extraer de su libertad la misma gloria”.

La inexistencia de una esencia femenina

La conocida cita de Simone de Beauvoir «no se nace mujer, llega una a serlo» se refiere a que no existe una esencia femenina natural, sino que la feminidad es aprendida. La feminidad sería una camisa de fuerza elaborada a partir de mitos culturales que tienen como meta someter a las mujeres, manteniéndolas atadas a las labores reproductivas. El antiesencialismo característico de la filosofía existencialista es el marco teórico perfecto para analizar cómo la sociedad influye sobre la niña para que desarrolle una subjetividad femenina. El segundo sexo expone cómo se produce ese «llegar a ser mujer».

Valcárcel (1999) señala que para el existencialismo en todo ser hay un llegar a ser, porque todas las esencias se construyen. Valcárcel ejemplifica que no hay una esencia esclava, una esencia blanca, ni una esencia mujer. La esencia no es algo inmutable sino algo construido, que puede ser desafiado porque los seres humanos son esencialmente libres y dicha libertad es la única esencia real. Por eso Jean Paul Sartre afirma que «la existencia antecede a la esencia» (Sartre, 1978). La existencia es anterior a toda esencia y también anterior al pensamiento. Descartes describió al ser humano como cosa pensante, pero el existencialismo lo define como ser existente antes que pensante (Valcárcel, 2007). Lo expuesto se sintetiza en el lema existencialista: «la esencia del ser humano reside en su existencia» (Heidegger, 2006, p. 42).

Valcárcel (1999) explica que De Beauvoir defiende un antiesencialismo radical. Lo femenino no es ningún en sí previo y espontáneo. Es, por el contrario, un producto elaborado. Ser mujer es un aprendizaje heterónomo de mil lazos tenues. La mujer no está destinada por misteriosos instintos a la pasividad, la coquetería y la maternidad, sino que es la intervención de lasociedad en la vida de la niña la que insufla esa vocación. Amelia Valcárcel aclara que la filósofa francesa describe la interiorización de lo femenino como un aprendizaje que ningún individuo del sexo femenino puede rechazar, y que tiene como consecuencia cortarle las alas, limitando su poder sobre el universo.

La mujer no puede ser definida por la feminidad

Cualquier definición de la palabra «mujer» que ignore al sujeto (hembra humana) para definirla por la situación de subordinación que sufre, estaría esencializando la opresión. A menudo la teoría queer utiliza la famosa frase «no se nace mujer, llega una a serlo» para definir a las mujeres por la posición de subordinación sufrida o por la interiorización de una identidad femenina. Esas interpretaciones de la frase serían contrarias a la filosofía de Simone de Beauvoir.

Podemos descartar de plano que Simone de Beauvoir suscriba una definición de «mujer» que se remita a su posición como sujeto subordinado de la sociedad. En los pasajes finales de la obra, la filósofa francesa sostiene que, cuando la sociedad alcance la igualdad entre los sexos, las diferencias anatómicas subsistirán. En esa sociedad igualitaria seguirán experimentándose “los milagros que engendra la división de seres humanos en dos categorías separadas: el deseo, la posesión, el amor, el sueño, la aventura”. La autora sostiene que la diferencia física entre el varón y la mujer seguirá haciendo del coito una experiencia de descubrimiento y apunta que:

“Siempre habrá entre el hombre y la mujer ciertas diferencias; al tener una figura singular, su erotismo, y por tanto su mundo sexual, no podrían dejar de engendrar en la mujer una sensualidad y una sensibilidad singulares: sus relaciones con su propio cuerpo, con el cuerpo masculino, con el hijo, no serán jamás idénticas a las que el hombre sostiene con su propio cuerpo, con el cuerpo femenino y con el hijo”.

En otro pasaje expone que, si desapareciera la sociedad burguesa desaparecería también la clase proletaria, pero hace notar que las mujeres siempre han existido y siempre existirán, con independencia de la jerarquía entre los sexos: «no siempre hubo proletarios, pero siempre ha habido mujeres;lo son por su estructura fisiológica. Por eso la filósofa habla de «casta sexual» y rechaza describir a las mujeres como una clase al referirse a su situación colectiva. Las mujeres no son el resultado de una relación de jerarquía entre grupos sociales, sino que son las hembras de la especie humana.

Si para De Beauvoir el hecho de ser hembra es inherente a la definición de la mujer, no ocurre lo mismo con la feminidad (el mito cultural de la Mujer con mayúsculas, aquello que se inocula como «llegar a ser» aspiracional). La feminidad no es un atributo natural de las mujeres, sino una invención del hombre que podría proyectarse incluso sobre un objeto inanimado o sobre un varón. Así, señala la filósofa:

“Sucede que otros objetos son feminizados; puesto que también la mujer es, en gran parte, una invención del hombre, este puede inventarla a través de un cuerpo masculino. Pero, en general, a la Mujer se la busca en seres femeninos”.

En definitiva, De Beauvoir considera que un hombre puede representar a la perfección los estereotipos de la feminidad, un varónpodría reunir los atributos inventados que construyen a la Mujer como mito, pero no sería una hembra humana, no sería una mujer. Por eso en el pensamiento de Simone de Beauvoir tendría un sentido muy diferente la siguiente afirmación de Butler (2007): «los hombres no tienen necesariamente cuerpos masculinos y las mujeres no tienen necesariamente cuerpos femeninos». La filósofa francesa entendería que Butler está empleando los términos «mujeres» y «hombres» en un sentido figurado para aludir a que los varones pueden ser femeninos y las mujeres pueden ser masculinas. Sin embargo, en el pensamiento de Simone de Beauvoir, eso no modifica el sexo de la persona.

La conformación de la identidad femenina

En el capítulo de El segundo sexo relativo a la infancia, la filósofa reflexiona sobre los niños que desean ser niñas y asumen un comportamiento femenino: “Las niñas van en principio a aparecer como privilegiadas. Es sobre todo a los varones a quienes se les niegan, poco a poco, besos y caricias; en cuanto a la niña […] la visten con ropas suaves como besos, son indulgentes con sus lágrimas y sus caprichos, la peinan con esmero, divierten sus gestos y coqueterías; contra la angustia de la soledad la protegen contactos carnales y miradas complacientes. Al niño, en cambio, se le va a prohibir incluso la coquetería, sus maniobras de seducción; sus comedias irritan […]. Muchos niños, asustados de la dura independencia a que se les condena, desean ser niñas […]. Algunos buscaban obstinadamente la feminidad, lo cual es uno de los modos de orientarse hacia la homosexualidad”.

También se refiere a las preadolescentes que comienzan a ser presionadas por la sociedad para convertirse en objetos sexuales y que viven con pánico el desarrollo de sus pechos y la llegada de la menstruación. De estas niñas señala que muchas quieren ser niños porque quieren seguir trepando a los árboles, practicando ejercicio o haciendo lo mismo que los niños. No quieren convertirse en un adorno ambulante ni plegarse a las restricciones de la educación de las señoritas. Desearían convertirse en hombres para ser como los protagonistas de los libros de texto y los poetas: «hacia los diez o doce años, la mayor parte de las niñas son verdaderamente «chicos frustrados», es decir, niñas a quienes falta la licencia para ser varones».

En ninguno de estos casos, y otros ejemplos que pueden extraerse, menciona De Beauvoir que se produzca un cambio de sexo.Butler reconoce que el pensamiento de Simone de Beauvoir es muy distinto al suyo, porquela filósofa existencialista declara que se nace con un sexo y que todos los seres humanos son sexuados. Como explica Butler con acierto, Simone de Beauvoir desarrolla una posición feminista y humanista en la que la feminidad es interiorizada por una persona. Esa «persona» es un sujeto, una sustancia anterior a la interiorización del género que posee una capacidad universal para el razonamiento, la deliberación moral o el lenguaje.

Pero según Judith Butler (2007), «la teoría de Beauvoir tiene consecuencias radicales que ella misma no contempló». A su juicio, el antiesencialismo de Simone de Beauvoir implica que ser de un sexo concreto no conlleva llegar a ser de un género concreto (la hembra no tiene por qué llegar a ser «mujer»). Y añade Butler: «dicho de otra forma, «mujer» no necesariamente es la construcción cultural del cuerpo femenino, y «hombre» tampoco representa obligatoriamente a un cuerpo masculino». Observamos aquí que Butler confunde a propósito ser «mujer» con ser «femenina». La filósofa estadounidense aprovecha que De Beauvoir utiliza el término «mujer» de modo polisémico, aludiendo a distintos significados. En realidad, lo que De Beauvoir sostiene es que nacer hembra (mujer) no implica necesariamente llegar a ser femenina.

Judith Butler está muy interesada por el proceso de conformación de la identidad femenina que describe De Beauvoir (hoy llamaríamos a este proceso «socialización de género»). En el pensamiento de Simone de Beauvoir, la socialización de género no es un procedimiento invariable, sino que la mujer interioriza la feminidad y puede rebelarse frente a los mandatos o rasgos de carácter que se le atribuyen. Butler considera que en Simone de Beauvoir no hay nada que asegure que la persona que «se convierte en mujer» sea obligatoriamente del sexo femenino. La estadounidense señala que una persona podría elegir un género distinto a aquel que se le impone. Considera que el género sería una especie de modelo en el que la persona se va transformando pero que nunca llega a alcanzar, como un hábito que se desarrolla mediante la repetición (pensemos por ejemplo en el acto de pintarse los labios). Según Butler (2007), los géneros pueden recombinarse de muchas formas, de modo que los seres humanos podrían clasificarse en otras categorías fuera del binarismo hombre/mujer, en función de la «identidad de género» elegida y representada.

Judith Butler sostiene que las personas pueden autodefinir cuál es su sexo basándose en la «identidad de género» que eligen o representan, pero la propia Butler señala que esta idea se aleja de la teoría de Simone de Beauvoir.

Para De Beauvoir la mujer (hembra) está expuesta a interpretaciones culturales que condicionan el modo en que experimenta sus procesos corporales. En esa socialización, la mujer puede rebelarse contra ciertas interpretaciones (por ejemplo, le han dicho que debe sentir asco ante su menstruación y la joven decide que la regla no es algo negativo), pero eso no significa que una persona pueda «cambiar de género» y recibir por elección una socialización distinta. Incluso si una niña decide liberarse de la feminidad en su carácter, todavía se vería afectada por las reglas sociales externas que cierran determinados espacios y oportunidades a todas las mujeres. Las exclusiones y atribuciones, como la asignación social de las tareas domésticas o la configuración social de la maternidad, no dependen de la personalidad individual (aunque el individuo pueda rebelarse con mayor o menor resultado). En cualquier caso, la sociedad imprime el género femenino sobre el cuerpo de las hembras mediante distintas estrategias, incluyendo la violencia.De Beauvoir no presenta la identidad subjetiva como algo inmutable, pero tampoco considera que el sujeto pueda determinar su identidad a su completa voluntad, pues el sujeto se encuentra con los límites y obstáculos de las situaciones opresivas.

En la filosofía de Simone de Beauvoir, lo que la teoría queer denomina «identidad de género» no sería más que la interiorización o el rechazo de unas normas sociales opresivas, pues en el pensamiento beauvoriano la feminidad es una serie de imposiciones dirigidas a constreñir la identidad de las mujeres e impedir su autonomía. Por tanto, el género no sería una identidad sino lo contrario: aquello que inhibe el libre desarrollo de la identidad de las mujeres. Para De Beauvoir la feminidad no es como una prenda que se puede poner cualquiera por decisión propia, sino una prenda hecha a la medida de la hembra para mantenerla sujeta. Los mitos que construyen la feminidad sirven para someter a las mujeres a las labores de crianza y al ámbito de la domesticidad. Además, algunos mitos descritos por De Beauvoir no podrían comprenderse sin su referencia intrínseca al cuerpo femenino,como la madre leona, la doncella virginal y la madre tierra. Cambiar de género no es posible, pues el género es una socialización impuesta a un cuerpo concreto.

En definitiva, existe una importante diferencia entre De Beauvoir y Butler en relación con el papel que ocupa el género en su proyecto emancipatorio. En la sociedad proyectada por Butler, el género tiene un lugar central porque los individuos lo elegirían tomando elementos estéticos masculinos y femeninos para recombinarlos a su gusto (expresando así una «identidad de género»). Butler no propone la erradicación de los mandatos de género, sino la parodia, la transgresión y la disolución de la estructura binaria mediante la «proliferación de los géneros» (por ejemplo, mediante la combinación de un cuerpo masculino con una estética femenina, o mediante el empleo de una estética andrógina). En cambio, como hace notar Amorós (2009), para De Beauvoir el término «elección» tiene un sentido fuerte, que trasciende cualquier transgresión estética. La filósofa aspira a la eliminación de los mandatos de feminidad (lo que hoy llamamos «género») y sostiene que eso solo puede lograrse si las mujeres se rebelan para obtener autonomía económica y afectiva. El resultado al que aspira De Beauvoir es una sociedad en la que mujeres y hombres gocen de un estatus de igualdad, donde ambos sexos sean tratados como personas con idénticas oportunidades de realización individual.

La abolición de la jerarquía sexual

Si hay una diferencia definitiva entre la teoría queer y el existencialismo de Simone de Beauvoir es el lugar que ocupan las mujeres en el sistema de opresión. Se trata de una diferencia tan relevante que convierte a ambas teorías en antagónicas. Para la teoría queer, el gran problema social es la existencia de una estructura binaria de género. Según su teoría, dicho sistema binario clasifica a los seres humanos en dos categorías, hombre/mujer, con la finalidad de favorecer el régimen heterosexual y la sexualidad reproductiva. El resultado de dicho sistema sería la exclusión de cualquier tipo de comportamiento estético o sexual que se aleje del prescrito para la familia tradicional. Por consiguiente, en este esquema trazado por los principales referentes queer Michel Foucault (2015), Gayle Rubin (1986) y Judith Butler(Butler y Fraser, 2000), la sociedad se basa en una jerarquía en la que los hombres heterosexuales ocupan el lugar superior, seguido por las mujeres heterosexuales, mientras que las personas más discriminadas de la sociedad serían aquellas que resultan excluidas por desviarse del binarismo de género en su estética o en sus hábitos sexuales, es decir: las personas homosexuales y, aún más, las personas travestis o transgénero.

El nuevo esquema no está centrado en el análisis y erradicación del patriarcado como estructura de dominio de los hombres sobre las mujeres, sino que se centra en la eliminación del binarismo de género como presunta estructura de dominio que margina a las identidades sexuales disidentes. Por eso el foco de sus reflexiones no son las posibilidades de emancipación de las mujeres, sino la proliferación de las identidades trans, no binarias y homo-eróticas, con la finalidad de «desordenar» el género (Butler, 2007). De hecho, la teoría queer incluso parece cuestionar la existencia del patriarcado como sistema de dominación de los hombres sobre las mujeres. A juicio de Judith Butler, no podemos presumir una posición compartida por las mujeres de todas las culturas (con elementos como el cuerpo sexuado de la hembra, la maternidad y la sexualidad), pues Butler sugiere que la categoría «mujer» se basa en las experiencias de las mujeres blancas y burguesas, excluyendo a las que no lo son. La autora expone que no existe una experiencia de dominación común a todas «las mujeres», sino que existen muchas intersecciones culturales, sociales y políticas que, junto con el binarismo de género, constituyen las estructuras sociales de dominación.

Frente a la negación queer del patriarcado, la teoría feminista de Simone de Beauvoir es un análisis de la jerarquía entre los sexos. Además, en el pensamiento de Simone de Beauvoir no existe un binarismo de género, sino que existe un masculino neutro que representa lo canónicamente humano. La confusión cultural entre los hombres y la humanidad alcanza tal magnitud que, según explica De Beauvoir (2017): «cada vez que la mujer se conduce como un ser humano se dice que se identifica con el varón» (p. 478). La mujer sería «la alteridad», lo excluido, mientras que las características de lo femenino no serían otra cosa que aquellas cualidades que una casta dominante espera encontrar en una casta dominada (obediencia, amabilidad, cuidado, disponibilidad sexual). Por tanto, en la filosofía de Simone de Beauvoir no hay en realidad dos géneros, sino un solo sistema cultural de género quereserva a los hombres la universalidad, la acción y el poder, mientras arroja a las mujeres al lugar de la carencia. Los atributos de la masculinidad serían en realidad los atributos de lo humano.

Butler sostiene que tras la eliminación de la palabra «mujer» emergería una multiplicidad de identidades libres, pero Amorós (2009) discrepa de Butler, pues considera que la jerarquía sexual de los hombres sobre las mujeres no puede disolverse mediante cambios lingüísticos ni a través de la recombinación estética de los estereotipos de género. De lo que se trata es de que las mujeres puedan acceder a la igualdad de oportunidades económicas, afectivas, sociales y culturales. Cuando desaparezcan la división sexual del trabajo de cuidados y el resto de estructuras materiales que consagran a las mujeres a la inmanencia, el conjunto de mitos que integran la feminidad (incluyendo los aspectos estéticos y eróticos) se disolverán, puesto que la feminidad no es más que el retrato de la otredad.

Conclusión

Hemos abordado el debate sobre «qué es una mujer» desde la concepción fenomenológica del cuerpo que desarrolla Simone de Beauvoir. Según esta concepción, el cuerpo no es un simple objeto natural, sino que el mundo se experimenta a través del mismo, por lo que este tiene una doble dimensión de sujeto-objeto. De Beauvoir analiza minuciosamente la dimensión experiencial (el «cuerpo vivido») recorriendo hitos clave del cuerpo femenino como la infancia, la menstruación, el embarazo, el parto y el envejecimiento.

En este artículo hemos destacado el rechazo de Simone de Beauvoir a cualquier tipo de «esencia femenina». La feminidad es una construcción cultural opresiva que las niñas van interiorizando a través de una socialización que las moldea para ejercer un papel social subordinado. Dado este marcado antiesencialismo de Simone de Beauvoir, resulta espuria la interpretación de su pensamiento realizada por Judith Butler, pues la filósofa estadounidense considera que la feminidad y la masculinidad son identidades («identidades de género») con las que las personas pueden jugar, combinando elementos de ambas para expresar la personalidad. En cambio, Simone de Beauvoir aspira a la erradicación de los mandatos sociales de feminidad que impiden a las mujeres alcanzar un estatus de igualdad afectiva y económica. La feminidad («género») no sería una identidad que nos defina como personas, sino aquella norma externa que impide a las mujeres elegir libremente y que moldea su personalidad de forma restrictiva. En la filosofía de Simone de Beauvoir no hay en realidad dos «géneros» sino un solo sistema cultural quereserva a los hombres la universalidad y la representación de lo humano, mientras arroja a las mujeres al lugar de lo deficitario. La finalidad última que persigue Simone de Beauvoir es la abolición del sistema de jerarquía sexual de los hombres sobre las mujeres, tanto a nivel económico como afectivo. Este objetivo dista mucho del pensamiento de Judith Butler, que aspira más bien a la proliferación de identidades juguetonas y estéticamente subversivas.

Tasia Aránguez (2024). “¿Qué es una mujer? Fenomenología del cuerpo femenino en el pensamiento de Simone de Beauvoir”. Feminismo/s. 44. 516-544.

El artículo completo puede descargarse en el siguiente enlace: https://www.researchgate.net/publication/382367527_Que_es_una_mujer_Fenomenologia_del_cuerpo_femenino_en_el_pensamiento_de_Simone_de_Beauvoir