6/11/2016

Una sentencia en España es considerada como una de las que más discriminan a mujeres y niñas


Madrid, 7 de junio de 2016. AmecoPress. La Asociación Women’s Link Worldwide hace públicos los resultados de los Premios Género y Justicia al Descubierto. Esta iniciativa online, creada para vigilar al poder judicial, decide sobre las mejores y las peores decisiones sobre igualdad de género en el mundo. Una sentencia de un juzgado de violencia contra la mujer en Vitoria-Gasteiz es considerada entre las tres que más discriminan a mujeres y niñas.

Hoy se hacen públicas las decisiones ganadoras a los Premios Género y Justicia al Descubierto que se celebran cada año. El Premio Garrote de Bronce, a la peor decisión judicial, ha sido para el Juzgado de Violencia sobre la Mujer nº 1 de Vitoria-Gasteiz. Un jurado internacional, compuesto por personas de reconocido prestigio en el ámbito de los derechos humanos, ha concedido el premio por la actitud de la jueza del caso. Durante una declaración, la magistrada le preguntó a la víctima si cerró bien las piernas para evitar los abusos sexuales por parte de su ex pareja. Además, le negó una orden de protección.
Esta octava edición de los Premios Género y Justicia al Descubierto, contaba con siete sentencias de tribunales españoles entre las nominadas. Seis de ellas, postulaban a los Premios Garrote, que más discriminan a mujeres y niñas, y que hacen retroceder en términos de igualdad. Tan solo una de las sentencias esperaba uno de los Premios Mallete, que más hacen avanzar los derechos de mujeres y niñas, y que ayudan a promover la equidad de género.
“La manera en que los jueces y juezas interpretan las leyes tiene un impacto directo sobre la vida de mujeres y niñas de todo el mundo”, afirma Tania Sordo Ruz, coordinadora de los premios. Desde la asociación, defienden el diálogo entre la sociedad y las instancias judiciales sobre la interpretación y la aplicación de las leyes. La coordinadora dice que se debe “premiar a aquellas decisiones que hacen avanzar en igualdad de género y poner el foco en las que están basadas en estereotipos y que van en contra de los derechos”.
Estos Premios tienen carácter internacional y tienen en cuenta que en todos los países –independientemente de sistemas, religiones o tradiciones- los comentarios de cortes y tribunales tienen una influencia enorme en el sentido de justicia y en la vida de las personas. El jurado internacional, encargado de la toma de decisiones, estaba formado por Nicolás Castellano –periodista español y experto en migraciones y derechos humanos-, Tracy Robinson -ex presidenta jamaicana de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y Geena Rocero –modelo y activista filipina-.

Ganadoras del Premio Garrote

En la categoría del Premio Garrote se encuentran las decisiones judiciales o pronunciamientos con impacto negativo sobre las mujeres y niñas. La decisión más sexista del año, que se ha llevado el Garrote de Oro, es para el Tribunal Constitucional de República Dominicana. Por cuestiones de forma, declaró inconstitucional el nuevo Código Penal que contenía la despenalización del aborto bajo tres circunstancias. Acto seguido, ordenó instaurar el código de 1884.
El Garrote de Plata ha sido asignado a un Tribunal de Reino Unido, que exculpó a un hombre de la violación de una mujer. El argumento de la defensa alegaba que el hombre había penetrado a la mujer tras tropezar y caer accidentalmente sobre ella. El Garrote de Bronce es para el Juzgado de Violencia sobre la Mujer en España, por revictimizar a una mujer violada y negarle la protección necesaria.
A los premios del jurado, se suma el Garrote del Público. Con un total de 6742 votos a través de Internet, la decisión premiada ha sido la de un tribunal en el Distrito Federal de México. El tribunal ordenó quitarle a una mujer la custodia de su hijo porque no cumplía con el rol de la madre tradicional. La decisión, además, incluía que la mujer debía acudir a terapia para que entendiera las costumbres mexicanas y pudiera ser una buena madre.

Ganadoras del Premio Mallete

Los tres casos ganadores del Premio Mallete, a las decisiones judiciales o pronunciamento con un impacto positivo sobre la vida de las mujeres, se han repartido entre Zimbabue, Reino Unido y México. El Mallete de Oro es el que corresponde a la Corte Constitucional de Zimbabue. La decisión premiada es la de prohibir el matrimonio infantil al reconocer que es una práctica que somete a las niñas a una vida de pobreza y sufrimiento.
El Mallete de Plata es para un tribunal del Reino Unido que considera que, al no permitir el aborto en ciertas circunstancias, Irlanda del Norte está vulnerando los derechos humanos de las mujeres. Por último, el Mallete de Bronce es para la Suprema Corte de Justicia de la Nación en México, que ha reconocido que las tareas domésticas que realizan las mujeres dentro del hogar son un trabajo.
Con un total de 31497 votos, el público ha otorgado el Mallete del Público a la Fiscalía Provincial de Santa Fe, en Argentina. La decisión premiada fue la de ordenar reparar y ofrecer una disculpa pública a la familia de Ana María Acevedo, una mujer que murió por no poder recibir a tiempo un aborto legal para comenzar un tratamiento contra el cáncer.

Implicación

Esta octava edición de los Premios termina con alrededor de 260000 visitas, un promedio de 100000 votos y 59 decisiones nominadas de 27 países diferentes. Podemos encontrar: Argentina, Colombia, El Salvador, España, Hungría, Japón, Kenia, México, República Democrática del Congo, Ruanda, Rusia, Turquía y muchos más.
Algunos de los casos nominados entran a formar parte de la base de datos del Observatorio de Género y Justicia de Women’s Link Worldwide. La base contiene sentencias judiciales -a las que se puede acceder a través de su página web- provenientes de diferentes países del mundo en relación al tema de género. La organización utiliza el poder del derecho para promover un cambio social que favorezca los derechos de las mujeres y las niñas, en especial, de quienes se enfrentan a múltiples desigualdades.

Foto: AmecoPress, tomada de Women’s Link Worldwide 
— - Internacional - Legislación y género - Violencia de género - Instituciones de Igualdad - Mujeres del mundo - Infancia - Premios y Reconocimientos; 07 de junio.16. AmecoPress

América Latina: Legislar para la igualdad, reto de los parlamentos


Quito, 08 jun. 16. AmecoPress/SEMlac.- La equidad de género es aún tarea pendiente en el propósito de alcanzar la igualdad, destacó Gabriela Rivadeneira, presidenta de la Asamblea Nacional de Ecuador, durante la jornada de clausura del encuentro anual de Mujeres Parlamentarias, que concluyó el 4 de junio en este país.

Representantes de 30 naciones concordaron en la necesidad de promover normas jurídicas que favorezcan el empoderamiento y participación política de grupos tradicionalmente marginados en los procesos de toma de decisiones, en particular las mujeres.
"Hablar de equidad de género es hablar de desarrollo de las sociedades. Es un tema que no podemos eludir en nuestras discusiones parlamentarias", precisó Rivadeneira.
Entre los compromisos adoptados, destacan la reivindicación de los derechos laborales, la vinculación de los hombres a este propósito, lograr la paridad y la real participación política de las mujeres, especialmente las indígenas, tema que abarcó parte considerable de los debates, pues según la educadora y luchadora por los derechos humanos guatemalteca Otilia Lux de Cotí, "es cuesta arriba, es difícil, es una odisea".

Con respecto a este último tema, la asambleísta ecuatoriana Esthela Acero aseguró que se relega e invisibiliza la participación de las mujeres indígenas y que urge tomar en cuenta las etnias para la toma de decisiones y que los países salgan adelante. 
Esta realidad contrasta con la capacidad indiscutible de las mujeres indígenas como líderes y protagonistas de cambio y la consecución y ejercicio de los derechos a participar por igualdad de condiciones.

Asistentes a este encuentro conminaron a los Estados a crear mecanismos legislativos para el empoderamiento femenino, capacidades de liderazgo, así como la adopción de medidas para sancionar las acciones que menoscaben el derecho de participación.
La voluntad política es imprescindible para eliminar las brechas entre hombres y mujeres, de ahí la importancia de lograr reunir a más de un centenar de parlamentarios de la región de las Américas y el Caribe, quienes evidenciaron un serio compromiso con ese tema.
Aunque se ha avanzado bastante en materia de establecer normas en pro de la igualdad, "si no se las pone en práctica no sirven de nada. Hay que trasladar lo que está en el papel a la vida cotidiana", comentó la sanadora mexicana Marcela Guerra, presidenta de ParlAméricas.
Parte de los compromisos del octavo encuentro de Mujeres Parlamentarias incluyó "considerar el potencial de mecanismos especiales y reformas electorales que faciliten la presencia de mujeres en los parlamentos de acuerdo a los contextos nacionales, y a evaluar aquellos ya existentes, a la luz de su efectividad para alcanzar igualdad de género y paridad", según publica la página web de la Asamblea Nacional de Ecuador.
La declaración de este evento incluyó también enfatizar en las acciones para erradicar prácticas sexistas, como el acoso político, la exclusión y discriminación en la política, así como las formas de violencia en los espacios público y privado.
La aplicación de los mecanismos internacionales existentes, el diseño de normas, el manejo de información desagregada por género y el trabajo con la sociedad civil estuvieron también entre los temas analizados en el encuentro.
Parlamentarias y parlamentarios reunidos en Quito del 2 al 4 de junio analizaron los retos para el logro de la igualdad real y la participación política de las mujeres, y dejaron en claro su compromiso de asumir este reto acorde a los contextos nacionales para avanzar hacia la equidad de género.
Foto: SEMlac.

Violación colectiva enciende y desafía lucha de mujeres en Brasil


 

“Violación nunca más, todas contra 33”, rezó la pancarta al frente de una multitudinaria protesta de mujeres en la ciudad de São Paulo, convocada el 8 de junio bajo el lema “Por todas ellas”. Las manifestaciones contra la cultura machista en Brasil se han multiplicado por las ciudades de Brasil, tras el escándalo de la violación colectiva a una adolescente. Crédito: Paulo Pinto/AGPT
“Violación nunca más, todas contra 33”, rezó la pancarta al frente de una multitudinaria protesta de mujeres en la ciudad de São Paulo, convocada el 8 de junio bajo el lema “Por todas ellas”. Las manifestaciones contra la cultura machista en Brasil se han multiplicado por las ciudades de Brasil, tras el escándalo de la violación colectiva a una adolescente. Crédito: Paulo Pinto/AGPT

RÍO DE JANEIRO, 10 jun 2016 (IPS) - La indignación generalizada en Brasil por la violación de una adolescente por más de 30 hombres, generó la protesta de miles de mujeres por las calles de las ciudades del país, mientras que las respuestas del poder político ante el caso son equivocadas, según las activistas.
La primera reacción del gobierno central, ante la conmoción nacional, fue crear un Núcleo de Protección a la Mujer, para apoyar a los órganos de seguridad pública, que son en su mayoría de ámbito estadal (regional). La orientación es netamente policial y orientada a intensificar la represión.
El gobernador del estado de Río de Janeiro, Francisco Dornelles, se declaró favorable a la ejecución de los violadores, aunque la pena de muerte no existe en el país y está prohibida por la Constitución.
“(Escasean las denuncias) por temor al juicio de amigos, la familia, la policía, hasta el juez. La opinión social es que el hombre no logra controlar su deseo sexual y reacciona ante una mujer atractiva, maquillada y con ropas provocativas”: Marisa Sanematsu.

El Senado aprobó de urgencia una propuesta para aumentar los años las condenas a prisión por agresión sexual, con uno o dos tercios adicionales cuando la violación sea practicada por dos o más personas. Su entrada en vigor depende de su ratificación por la Cámara de Diputados.
Ampliar las penas no es solución, se comprobó en India que instituyó en 2013 la pena capital para casos de violaciones colectivas o cuando la víctima muera, sostuvo Sonia Correa, una de las coordinadoras del internacional Observatorio de Sexualidad y Política.
La cuestión es cultural, “la misma sociedad alimenta la violencia contra las mujeres” desde siempre y buena parte de la población considera culpables a las propias víctimas de agresión sexual, señaló.
Las autoridades parten de la percepción de que hay un incremento de la violencia contra las mujeres, por la gran repercusión que tuvo el caso de la adolescente de 16 años, retenida en una casa a la merced del grupo por 36 horas, del 21 al 22 de mayo, en una favela (barrio pobre y hacinado) de Río de Janeiro.
La víctima dijo haber contado 33 agresores, algunos armados, cuando logró recuperar el sentido. Solo denunció el hecho a la policía después que algunos de los involucrados difundieron imágenes de su violación por las redes sociales.
Entonces se sintió denigrada por un comisario que la trató como culpable de haber consentido la agresión, sin creer en sus afirmaciones.
La notoriedad y las evidencias del caso le permitieron ser atendida finalmente por una comisaria especializada en delitos contra la niñez y adolescencia, que admitió el video como prueba de la violación, lo que facilitó identificar a varios acusados del delito y detener a dos de ellos hasta ahora.
“La cultura de la violación tiene raíces profundas, casi geológicas, no solo en Brasil, donde sus capas más lejanas están en la colonización y la esclavitud, con sus tradiciones androcéntricas de dominio del cuerpo del otro, no solo de las mujeres, sino también de los esclavos”, explicó Correa, una arquitecta con posgrado en antropología.
Violación colectiva enciende y desafía lucha de mujeres en Brasil
La organización Río Paz llenó la arena de la playa de Copacabana, en la ciudad de Río de Janeiro, de ropa interior femenina del color de la sangre o ensangrentada y de gigantografías de mujeres de rostros también ensangrentados, representando a la población femenina asesinada en Brasil. Crédito: Tânia Rêgo/Agência Brasil
El Código Penal brasileño, de 1940 y con paulatinas enmiendas, incluía la agresión sexual entre los delitos contra las costumbres, es decir se consideraba un atentado contra la sociedad y la familia, no contra la mujer y su cuerpo, recordó a IPS.
Solamente en 2009 se logró una reforma para corregir esa distorsión e incluir víctimas masculinas. Antes se consideraba un crimen exclusivamente contra el sexo femenino.
Las penas, que varían de seis a 30 años de cárcel y aumentan con agravantes como las lesiones físicas, muerte o la baja edad de la víctima, no frenaron el aparente aumento de las agresiones sexuales en Brasil, un país con casi 205 millones de habitantes.
Oficialmente, alcanzaron 50.600 en 2011, equivalentes a 138 casos por día, uno cada 10 minutos, según datos del Instituto de Investigación Económica Aplicada (IPEA), órgano gubernamental de estudios para la planificación.
Pero se estima que esas cifras representan solo 10 por ciento de las violaciones  reales, que podrían superar el medio millón de casos anuales. La mayoría de las víctimas no denuncia por vergüenza, temor a policías machistas o desconocimiento sobre cómo hacerlo y sobre el propio delito.
Son niñas una gran parte de las víctimas de violencia sexual, ejercida mayoritariamente por familiares y amigos próximos, dentro del hogar, lo que representa otra gran barrera para la denuncia.
“Es una tragedia que afecta a una mayoría negra, de 51 por ciento” probablemente subestimada, según Jurema Werneck, médica y coordinadora de Criola, una organización no gubernamental de promoción de los derechos de las mujeres afrobrasileñas.

La gran cantidad de violaciones “tiene origen en el machismo, pero también en el racismo patriarcal”, como una “acción de poder contra quienes se cree que son inferiores y desempoderadas, como las negras”, destacó a IPS.
La cultura de la violación comprende “una contradicción en la población, que se moviliza en rechazo a un crimen hediondo, dispuesta incluso al linchamiento cuando se violan niñas o niños, pero muestra cierta tolerancia hacia la violencia sexual contra la mujer”, observó Marisa Sanematsu, directora de contenidos del feminista Instituto Patricia Galvão.
La aparente condena general no se refleja en la escasa denuncia del delito “por temor al juicio de amigos, la familia, la policía, hasta el juez. La opinión social es que el hombre no logra controlar su deseo sexual y reacciona ante una mujer atractiva, maquillada y con ropas provocativas”, señaló.
“Hay mujeres ‘violables’, que conocen los riesgos que corren, ellas deberían saber cómo protegerse, no exponerse, piensa buena parte de la población”, que acepta la desigualdad de roles sociales, lamentó Sanematsu.
Educación de género es, evalúa, el mejor camino para prevenir y reducir todas las violencias contra mujeres. Pero la tendencia actual es prohibirla en las escuelas, como hizo el gobierno de São Paulo, el estado más poblado y rico de Brasil.
“Nada se logrará sin atacar las raíces de la cultura de la violencia trivializada”, que no está asociada a la pobreza, sino que afecta todas las clases, sentenció.
Para cambiar la cultura de la violación “el tema central es una nueva construcción de la masculinidad”, que hasta ahora se basa en la “depredación sexual”, apuntó Correa.
Preocupa a las defensoras de los derechos de las mujeres el gran avance de fuerzas conservadoras en la sociedad brasileña, especialmente en el bicameral parlamento.
Allí, varios proyectos buscan restringir el aborto, los derechos conquistados por la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT) y las familias no convencionales.
La ola conservadora se acentuó con el nuevo gobierno del vicepresidente Michel Temer, interino hasta que se concluya el proceso de destitución de la presidenta Dilma Rousseff, abierto en el Senado el 12 de mayo y que culminará probablemente en agosto.
El antiguo Ministerio de Políticas para las Mujeres, ahora rebajado a una secretaria dependiente del Ministerio de Justicia, tiene como titular a una diputada de confesión evangélica, que ya se declaró opuesta al aborto en embarazos provocados por violación, uno de los supuestos que permite la restrictiva ley actual.
El gabinete de Temer es el primero en años que no incluye ninguna mujer, ni tampoco personas afrodescendientes.
Para Sonia Correa, “fuerzas religiosas dogmáticas están en una expansión que pretende controlar el país”, que cuenta con una gran bancada legislativa y una red de comunicaciones, especialmente de televisión, para impulsar el conservadurismo.
Editado por Estrella Gutiérrez

Colectivos médicos de 21 países del mundo se comprometen contra la violencia de género


Madrid, 6 de junio de 2016. AmecoPress. Las entidades médicas se comprometen en la prevención y detección de violencia contra la mujer. Ha sido uno de los principales acuerdos de representantes de las corporaciones médicas de España, Portugal y 19 países de Iberoamérica, reunidos este fin de semana. Este IX Foro Iberoamericano de Entidades Médicas se ha celebrado en Coímbra, Portugal.

El colectivo médico reunido en el FIEM ha expresado su compromiso en la prevención y detección de la violencia contra la mujer. Conscientes de que la violencia de género se mantiene desde hace años en los mismos parámetros a pesar de las políticas de protección, exigen la consideración de esta violencia como un problema socio-sanitario y de salud pública de primer nivel. En España, por ejemplo, en el año 2000 se produjeron 63 asesinatos, mientras que en 2015, la cifra solo se redujo en tres asesinadas, dejando un total de 60.
Este foro, celebrado en Coímbra, ha agrupado representantes de corporaciones médicas de España, Portugal, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela, que abordaron diversos temas que inciden en los sistemas nacionales de salud, entre ellos, la violencia contra la mujer.
Además de la violencia de género, se analizaron otros aspectos como las políticas del medicamento, el cambio climático, los tratados de libre comercio entre EE.UU y Europa, y los derechos humanos relacionados con la salud. Todo ello, supone unos retos a los que se enfrentan los sistemas nacionales de salud: insuficiencia financiera, expansión tecnológica, dificultades en la prestación de asistencia sanitaria, costes elevados en medicamentos o consecuencias sanitarias, sociales y económicas de la globalización. También abordaron políticas de RRHH, empleo y formación, creando una Carta de Ética Médica con los principios deontológicos de la profesión.

Violencia de género

La asistencia ha acordado hacer público el posicionamiento sobre los temas debatidos en la llamada Declaración de Coímbra. En temas de violencia de género, consideran que es un problema socio-sanitario y de salud pública de primer nivel, que debe convertirse en un problema de Estado. Se debe mejorar el registro y la acción frente a esta violencia, que es un atentado contra la dignidad de la persona y un ejemplo de inequidad inasumible en cualquier sociedad democrática.
En términos personales, es la responsabilidad profesional y ética la que exige que el personal sea proactivo y comprometido en la prevención, educación, detección, asistencia y tratamiento ante los casos de violencia de género. Las Órdenes Médicas integradas en CONFEMEL – FIEM se comprometen a potenciar los Observatorios de Violencia de Género de los países participantes y a evaluarlos en el próximo encuentro-. También brindan su experiencia médica para el cuidado y la protección de las víctimas respetando su autonomía.

Derecho de acceso

La Organización Mundial de la Salud (OMS) denuncia que el principal problema de los gobiernos en relación al derecho a la salud son las dificultades de acceso en igualdad de condiciones. La crisis afecta a los sistemas sanitarios y, especialmente, a la accesibilidad de quienes menos tienen y más necesitan. De esta forma, aparece un incremento de exclusión social en un sector de la ciudadanía. El ámbito FIEM debe establecer, para paliar esa situación, una plataforma que siga cómo afecta a los derechos humanos las medidas en relación a la crisis económica.
La garantía de acceso debe ser total. En el IX Foro han acordado transparencia y protección de servicios públicos esenciales y de los derechos de pacientes. Los Tratados de Libre Comercio, afirman, deben excluir explícitamente todo aquello que afecte a los Sistemas de Salud: salud pública, asistencia sanitaria, seguro sanitarios… Las Órdenes Médicas deben estar presentes y participar en debates que impliquen la esfera de la salud, en defensa de la protección de la ciudadanía y los Sistemas Sanitarios públicos porque “los intereses comerciales y económicos nunca deberían anteponerse al interés sanitario y al cuidado de la salud”.

Responsabilidad social

El FIEM trata el término “medicalización de la vida” para referirse a un proceso que convierte situaciones normales –sociales, profesionales o interpersonales- en cuadros patológicos. La medicalización contribuye a la masificación de consultas médicas, afectando a la calidad de la atención. La relación entre médico y paciente debe ser individualizada y reconocida “como bien inmaterial de la humanidad”, propuesta que será llevada al próximo encuentro. Esa relación de confianza es la prevención para evitar efectos indeseables de la medicalización de la vida.
Dentro de las exigencias médicas, éticas y de responsabilidad profesional está el prescribir con racionalidad, moderación y sentido económico, donde hay que reconsiderar la financiación pública los productos de nulo valor terapéutico. Por el contrario, los esenciales han de ser gratuitos para todos los pacientes. Esta política de medicamentos, alegan, debe ser común en Europa y en Latino-Iberoamérica.
También debe haber colaboración mutua en el cambio climático, que afecta a la salud. Es ya un problema global y sus consecuencias y efectos inciden en la salud de las poblaciones. El personal sanitario tiene el deber profesional y ético de comunicar a las autoridades cualquier forma de alteración o deterioro del ecosistema que perjudique a la salud y la vida, acuerdo incorporado a la Carta de Ética Médica del FIEM para su ratificación en el próximo encuentro.

Formación médica y participación

La calidad de los servicios pasa por un proceso de formación básica de especialistas por el Sistema de Formación de Médico Residente (MIR), con rotaciones por diferentes servicios médicos tutorizados. Una vez alcanzada la formación básica, se debe mantener la competencia profesional y evaluarse, otorgando una recertificación profesional. No se trata de una garantía, pero sí una herramienta que da prestigio, credibilidad y legitimidad a la profesión médica ante la sociedad.
En la mesa de ponentes sobre cooperación y participación en las organizaciones médicas internacionales se ha desarrollado un debate y sugerencias acerca de objetivos comunes y estrategias a tal fin. Por último, se han aprobado también la Situación de alerta de salud pública por el Virus Zika ante los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016, y la Crisis de salud de Venezuela.

Foto: AmecoPress 
— - Sociedad - Salud y género - Violencia de género - Educación - Debates - Encuentros y Jornadas; 06 de junio.16. AmecoPress/Médicosypacientes

Violencia institucional



   ZONA DE REFLEXIÓN



 La violencia contra las mujeres no debe tener resquicio alguno de impunidad. No hay posibilidad de tolerancia ni consentimiento, en eso coincide retóricamente la autoridad con el movimiento feminista, y quien la ejerza debe ser sancionado, y si es funcionario público, removido de su cargo.
 
La imposibilidad de tolerancia ante la violencia contra las mujeres ha sido un mensaje reiterado del responsable de la política interior y cabeza del Sistema Nacional para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres.
 
En más de una ocasión, desde que firmó la campaña de ONU-Mujeres “He for She” ha dicho que son las acciones las que pararán la violencia, y que todas las instituciones tienen que actuar para eliminarla.
 
Cómo, entonces, el secretario de Desarrollo Social del estado de Chihuahua, José Luis García Rodríguez, actúa en sentido contrario. No sólo al incumplir con los acuerdos para caminar a favor de la igualdad de las mujeres del estado, sino al violentar verbal y físicamente a la directora del Instituto Chihuahuense de la Mujer (Ichmujer), Emma Saldaña Lobera, quien el pasado 6 de marzo presentó la denuncia penal por estos hechos contra el titular de Sedesol estatal.
 
Los hechos vividos por la directora del Ichmujer revelan el tamaño de la misoginia institucional encarnada en funcionarios que una y otra vez desprecian y obstaculizan el trabajo a favor de la igualdad de las mujeres.
 
Nada justifica la violencia y la intimidación que ha ejercido contra la titular del Ichmujer, Emma Saldaña Lobera, el secretario de Desarrollo Social local, José Luis García Rodríguez, como tampoco nada justifica el actuar desigual de las autoridades, a quien la directora recurrió para frenar la violencia del titular de Sedesol en Chihuahua.
 
Los hechos concretos se resumen en gritos ofensivos en espacios públicos y los abrazos forzados contra la titular de Ichmujer, actos  a los ojos y oídos de otros funcionarios que guardaron silencio de manera cómplice, tal cual guardan silencios los hombres ante la violencia de sus congéneres contra una mujer.
 
Quien no guardó silencio fue Emma Saldaña ante la violencia del titular de Sedesol en Chihuahua. Ella recurrió ante la Contraloría estatal el pasado 8 de marzo para iniciar un juicio administrativo en contra de su agresor, sin mucho éxito.
 
Buscó al Inmujeres y a la Secretaría de Desarrollo Social federal.  José Luis García Rodríguez fue llamado para dialogar y frenar la violencia contra Emma, incluso se pensó en una disculpa pública que nunca cuajó y que hubiera parado la denuncia penal.
 
Y no cuajó porque al titular de la Sedesol-Chihuahua no le gustaron los términos de la carta propuesta por la propia directora del Ichmujer.
 
Romper el silencio y alzar la voz ha sido un gran acto por parte de la titular del Ichmujer, ser coherente y denunciar a su agresor, buscar a las autoridades para sancionarlo; ahora es necesario que la autoridad reaccione y castigue al funcionario.
 
Cuántas mujeres han sido víctimas de funcionarios como José Luis, cuántas funcionarias tal vez también fueron violentadas como Emma y no han podido hacer la denuncia.
 
No hay que dejar resquicios para la repetición, hay que cerrar todas las puertas para los funcionarios violentos que usando sus cargos públicos arrecian su prepotencia machista ejerciendo violencia contra las funcionarias.
 
Habría que hacer una base de datos pública donde los funcionarios fueran denunciados para que quedaran deshabilitados para ejercer otro cargo público, y con ello cerrarle paso a la violencia institucional.
 
Twitter: @lagunes28
 
*Periodista y feminista, directora general de CIMAC.

CIMACFoto: César Martínez López

Cimacnoticias | Ciudad de México.- 

Gobierno y sindicatos desdeñan a empleadas del hogar y maquila



   Se reúnen Defensoras de Derechos Humanos Laborales

Norma Cacho, integrante de ProDesc y responsable de la Coordinadora Nacional de Defensoras de Derechos Humanos Laborales

El trabajo del hogar, de la maquila, el agrícola y el empleo temporal –en los que participan principalmente mujeres– conforman los sectores laborales más marginados en México, y a la vez son los más invisibilizados por el gobierno federal y los sindicatos, lo que orilla a que las trabajadoras se conviertan en defensoras de los Derechos Humanos (DH) laborales.
 
Así lo explicó Norma Cacho, integrante de la organización Proyecto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ProDesc), y responsable de la Coordinadora Nacional de Defensoras de Derechos Humanos Laborales, que este fin de semana realizó su cuarta reunión de trabajo en esta ciudad.
 
La Coordinadora –explicó la especialista en derechos de las mujeres– es un espacio de reflexión y articulación entre trabajadoras de diferentes entidades, pero cuyas condiciones de trabajo son las más desfavorables en el mercado laboral porque son los trabajos más explotados y donde más violaciones a DH se reportan.
 
Desde 2013, las mujeres de organizaciones como la Coalición de Trabajadoras y Trabajadores Temporales Sinaloenses o el Colectivo Obreras Insumisas, en Puebla, se reúnen en esta Coordinadora (con muchas dificultades) para generar propuestas políticas encaminadas a mejorar sus condiciones laborales.
 
Esto porque, de acuerdo con Cacho, las garantías laborales de las mujeres son las que tienen menos cabida en los grandes órganos de representación, como los sindicatos, quienes las dejan en último lugar o las invisibilizan, señaló.
 
La también experta en derechos laborales observó que el trabajo del hogar, de la maquila, las jornaleras y las migrantes temporales están prácticamente afuera de las demandas del gran movimiento laboral mexicano, e incluso de la agenda feminista, que no mira la defensa de las garantías en el trabajo como una prioridad.
 
No obstante, las empleadas del hogar no tienen una regulación de trabajo que se equipare al de los otros sectores, y México se niega a ratificar el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo sobre seguridad social para ellas; mientras que las trabajadoras de la maquila tienen una historia amplia de explotación en sus centros de trabajo en todo el país, lo que repercute en su salud y la vida de la comunidad.
 
Las jornaleras recién estallaron un movimiento laboral que paralizó el trabajo en los campos agrícolas de Baja California, ante los bajos salarios y las jornadas de hasta 12 horas de trabajo que enfrentan; y las migrantes temporales suman una larga lista de empresas reclutadoras que cometen fraudes y abusos contra ellas.
 
Las trabajadoras de estos sectores que participan en esta Coordinadora se asumen a sí mismas como defensoras de los derechos laborales porque promueven estas garantías entre las mujeres en peores condiciones, y alzan la voz cuando ven un abuso laboral, aunque eso les cueste hasta su propio empleo.
 
Norma Cacho explicó que muchas de estas defensoras tienen trayectoria de lucha muy amplia, pero han sido invisibilizadas en la agenda laboral, y otras recién inician este camino pero están aprendiendo de la mano de las trabajadoras de otros sectores.
 
Sin embargo –y ésta fue una de las conclusiones del encuentro–, el contexto para las defensoras de derechos laborales se hace cada vez más adverso, ya que la última reforma de 2012 a la Ley Federal de Trabajo precarizó el mercado laboral y vulneró precisamente los derechos de los sectores más marginados, además de que limitó las estrategias de defensa en caso de abuso.
 
Se suma el contexto de violencia en algunos estados de procedencia de las defensoras (como Guerrero, Sinaloa y Coahuila) que limita mucho su trabajo organizativo o que impartan talleres.
 
Otra de las preocupaciones de las trabajadoras son las condiciones económicas adversas del país, que –advirtieron– impactarán primero en sus sectores.
 
El propósito de la Coordinadora –precisó Cacho– es la construcción de una agenda política que incida en la mejora de las condiciones laborales de las mujeres.
  


 | CIMACFoto: César Martínez López
Por: Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 

Inauguran campaña gráfica contra la violencia de género



   Con #VivasNosQueremos mujeres se expresan en las calles

Es difícil en esta ciudad tan caótica, tan difícil de vivir siendo mujer, encontrar un espacio para crear o para compartir y sentirse segura. Por eso empezamos a juntarnos, dice Andrea Mijar sobre el inicio de la colectiva de Mujeres Grabando Resistencias (Mugre).
 
La colectiva Mugre se formó en 2013 en la Escuela de Cultura Popular Mártires del 68 en la Ciudad de México y se conforma por mujeres que usan el grabado como una forma de protesta y cambio social ante la violencia de género.
 
#VivasNosQueremos es el hashtag y nombre de la campaña que iniciaron hace tres años y que se ha replicado en distintas ciudades y países.
 
La campaña consta ahora de más de 20 grabados contra la violencia sexual, el acoso callejero, el feminicidio, y en general contra la violencia hacia las mujeres. Además de viralizar esas imágenes en las calles y en redes sociales, los grabados ahora se exponen en la galería Zónica en esta capital poblana, de lunes a viernes de 15:00 a 20:00 horas y hasta el próximo 28 de junio.
 
La colectiva Mugre escogió trabajar la técnica del grabado en linóleo, pensando en rescatar la historia del grabado en México con un sentido hacia los movimientos sociales, y presentó sus 16 primeros grabados en formato de fanzine. Después llevaron las imágenes a la calle y posteriormente y con el impacto tan grande que generó, abrieron la convocatoria para sumar más gráficas.
 
“Aportando a la construcción y enseñanzas colectivas. Somos un conjunto de soñadoras que encuba deseos multiplicados, suma voces y comparte rebeldías”, señala en su mensaje para invitar a una segunda campaña de #VivasNosQueremos.
 
El objetivo del proyecto es “crear gráfica con mensajes claros y directos contra la violencia hacia las mujeres, el feminicidio y por nuestro derecho a la autodefensa para intervenir en las calles de México, de otros países de Latinoamérica y del mundo”.
 
“La ola de violencia que vivimos en la Ciudad de México y el acoso callejero es una cosa muy muy cabrona. Dijimos: tenemos que hacer algo. Lo más fácil o lo que a veces a una le dan ganas de hacer es quedarse en su casa y no salir más. No tomar el Metro, no tener que pensar desde una noche antes qué ropa te vas a poner si es que vas a regresar después de las 7 a tu casa.
 
“Y pues eso no es una cosa menor, es una cosa muy grave que te imposibilita vivir en una ciudad y una calle que mereces transitar sin miedo”, explica Andrea Mijar.
 
Hasta Argentina y Colombia se ha replicado la campaña y en el caso del primer país sudamericano ya cuentan con una convocatoria para recepción de gráfica que está permanentemente abierta.
 
Las jóvenes de la colectiva aquí en México distribuyen los rollos de papel de manera gratuita y lo único que piden a cambio es el registro fotográfico del lugar donde lo pegan.
 
“Nunca lo hicimos con la finalidad de que llegara a todos lados; fue una cosa muy nuestra de decir que estamos hartas. Es un proyecto abierto, esperamos que otras y otros se sumen con sus propias creaciones gráficas a esta campaña callejera”, convoca.
 
#VivasNosQueremos se inauguró en Zónica el pasado viernes 3 de junio, con una charla con Andrea Mijar; Rosa Borrás, artista poblana, y Mina Navarro, socióloga de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, quienes hablaron sobre la campaña, su arte relacionado al arte feminista y social, y el papel sociológico de las mujeres en un mundo violento a causa del capitalismo y el orden heteropatriarcal.
 
Tras la inauguración, la cantante Audry Funk estuvo a cargo de la música.
 
También se pueden seguir los pasos de la campaña #VivasNosQueremos en Facebook y en su página oficial.
 
*Este artículo fue retomado del portal de noticias ladobe.com.mx.
  Imágenes retomadas del sitio mugre.ecpm68.org

Por: Ámbar Barrera*
Cimacnoticias | Puebla, Pue.-

La violencia y el “trabajo sexual”



   QUINTO PODER
Por: Argentina Casanova*
 Lejos de la “idílica” imagen que pretende venderse de la prostitución/“trabajo sexual”, hay condiciones de trata, abuso, explotación, enfermedad, violencia y por supuesto tortura ejercida por agentes del Estado en forma de abuso y control del trabajo, sobre las ganancias, del tráfico y la complicidad para no intervenir en aquellos lugares donde se explota a menores de 18 años.
 
Hace unos días se difundió que era el “Día de la Trabajadora Sexual” con mensajes en su mayoría plagados de sexismo, cosificación y machismo. Frases como “su valioso trabajo” y “esforzadas mujeres”, renovando los debates entre las posturas que defienden el “trabajo sexual” como “un derecho” y el abolicionismo, por considerar que es imposible hablar de una condición de igualdad para las mujeres que realicen este trabajo.
 
Parafraseando a Catharine MacKinnon: una de las ventajas de la supremacía masculina, junto con el dinero y la expresión y la educación y la respetabilidad, es el acceso sexual a las mujeres, de las cuales “la prostitución” es una forma.
 
Más allá de esa discusión que no termina, y en la cual asumo una postura abolicionista y coincido en que no hay condiciones para la igualdad en tanto se cosifique el cuerpo de la mujer, en tanto pueda ser “adquirida”. Más allá, está la violencia que prevalece para las mujeres y mujeres trans que han visto en el “trabajo sexual” una forma de vida.
 
El abuso se agudiza como parte de este sistema heteropatriarcal sobre las mujeres y las mujeres trans; es contra ellas con quienes se recrudecen las más graves violaciones a los derechos de las mujeres “trabajadoras sexuales”, y en este mismo camino se encuentran las mujeres trans y otras personas que se asumen con roles que se identifican como “identidades femeninas”, víctimas de vejaciones, asaltos, explotación sexual a manos de agentes del Estado que ejercen así una forma de tortura.
 
No sólo se habla de los riesgos en los contextos de este trabajo, de permanecer largas horas en las calles y/o en los lugares donde se realiza el trabajo, sino de los otros peligros y amenazas, de las otras violencias que se viven y que por su condición de vida muchas veces son ocultadas.
 
¿Una “trabajadora sexual” puede ser violada? Es la pregunta cuya respuesta despierta suspicacias cuando se plantea. No falta quien afirme “si no le pagan”, porque es esa lógica discursiva de violencia contra las mujeres, de no creer en sus palabras.
 
Si no se cree la palabra de una niña víctima de abuso sexual, mucho menos se cree a una mujer que ha sido víctima de la violencia sexual de su esposo, y qué puede esperar de las instituciones una “trabajadora sexual”.
 
A eso se suman las “redadas” que la policía realiza. Hay más víctimas de graves violaciones a sus Derechos Humanos, expuestas, golpeadas, humilladas e insultadas, exhibidas –como se hizo durante mucho tiempo– en boletines, notas de prensa o en los “operativos especiales” en los que no cae ningún tratante, pero sí aparecen las mujeres y sus rostros.
 
Atrás está el sistema de control que les cobra por realizar el trabajo en las calles y que tiene muy bien distribuidas las funciones, las rutas, las cuotas. Es común ver a los policías en sus patrullas darse sus “vueltas” por las calles en las que están “trabajando”, para obtener su parte proporcional de las ganancias que constituyen por supuesto una forma de explotación contra ellas.
 
Y qué decir de las jóvenes que han sido víctimas de feminicidio, de las que sólo se habla y se menciona en las notas periodísticas que “trabajaba en un bar”, y se da por hecho que se trata de un “crimen pasional” o en el peor de los casos en el que la forma como es difundido reconoce tácitamente que era una actividad de riesgo y que ese podía ser su final.
 
Se invisibliza que se trata de niñas, menores de edad que “trabajan” en bares en los que supuestamente las instituciones, las autoridades deben hacer operativos, vigilancia, revisiones para evitar que haya menores de edad, y su “trabajo” en estos lugares sale a la “luz” cuando son asesinadas.
 
El “trabajo sexual” afronta graves riesgos y la escasa atención que se pone a la violencia de género que viven las mujeres que “trabajan”, las mujeres que han sido asesinadas, las que han sido violentadas hasta poner sus vidas en peligro y las que son obligadas a realizar actos que van contra su seguridad. Hay antecedentes de jóvenes que han visto “morir” a golpes a otras, sólo para ser aleccionadas de lo que les puede ocurrir.
 
Y la violencia está ahí, y es violencia de género.
 
*Integrante de la Red Nacional de Periodistas y del Observatorio de Feminicidio en Campeche.
 
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Argentina Casanova*
Cimacnoticias | Campeche.-

Visibilizando brechas de género


   MONEDERO
Por: Carmen R. Ponce Meléndez*


En el marco del 36 periodo de sesiones celebrado en la Ciudad de México, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) presentó su documento “Horizontes 2030: la igualdad en el centro del desarrollo sostenible”. 

Los profundos desequilibrios económicos, sociales y ambientales han motivado la búsqueda de respuestas por parte de la comunidad internacional, a través de esfuerzos que han madurado por más de dos decenios.

La más amplia y ambiciosa es la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que los 193 países representados en la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobaron en septiembre de 2015.

Un instrumento central para la consecución de estos objetivos es la creación de bienes públicos globales. El carácter imprescindible de esta dimensión es evidente en los temas ambientales.

Hay otras dos dimensiones en que también se ha hecho más visible la percepción de que es urgente una acción global colectiva y coordinada: la recuperación del crecimiento mundial y el cuidado del medio ambiente.

Por un lado, la recuperación de la economía mundial de la crisis financiera iniciada en 2008 ha sido más lenta e incierta de lo que se esperaba, y existe el riesgo de una nueva crisis en los próximos años.

La creciente desigualdad, la presión del ajuste externo sobre las economías más débiles y la caída de la inversión junto con la multiplicación de los activos financieros conforman un cuadro de incertidumbre y baja demanda agregada que imprime un sesgo recesivo a la economía mundial.

Superar este escenario exige la construcción de bienes públicos para la estabilidad y el pleno empleo a nivel global: políticas fiscales expansivas coordinadas y una nueva arquitectura financiera que reduzca la incertidumbre y la volatilidad generada por el apalancamiento excesivo, y los movimientos especulativos de capital.

Desde esta mirada se plantan las brechas estructurales como el hecho de que la pobreza y la concentración del ingreso aumentan la vulnerabilidad.

Una parte sustantiva de estas brechas que no se cierran, por el contrario están más vivas que nunca es la visibilización de las brechas de género que forman parte de este importante documento, como algo que limita considerablemente el desarrollo de las personas, específicamente de las mujeres.

Las brechas económicas, sociales, territoriales y ambientales dificultan el avance en virtud de un crecimiento económico sostenible y limitan la posibilidad de transitar hacia economías y sociedades más inclusivas.

El Objetivo 5 de los ODS busca lograr la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y las niñas. Este objetivo es más amplio que el de los ODM, que se centraba en el acceso a la educación y la disminución de la mortalidad materna.

Entre los elementos que representan un avance significativo se destacan la lucha por erradicar toda forma de discriminación y el reconocimiento y valoración del trabajo de cuidado no remunerado, pues contribuyen a la autonomía femenina en las esferas pública y privada.

El acceso a recursos y la eliminación de las desigualdades en el trabajo remunerado y no remunerado son dos variables fundamentales para alcanzar esos objetivos. La incidencia de la pobreza monetaria en mujeres y hombres es una aproximación al tema del acceso a los recursos.

VER GRÁFICA AQUÍ

El ingreso de las mujeres es muy desigual; el tiempo que le dedican al trabajo remunerado es muy bajo, a diferencia de los hombres (ver gráfica) 26.2 por ciento, versus 67.8 por ciento. Las mujeres cuentan con pocos ingresos propios y una gran carga de trabajo no remunerado.

Finalmente, la consideración del bienestar de las mujeres no puede restringirse a su ingreso. Un elemento central para analizar las brechas de género en el bienestar es el uso del tiempo y la distribución del trabajo no remunerado en los hogares.

Aunque las mujeres participan menos del mercado laboral, su carga global de trabajo es mayor que la de los hombres. Además, la composición entre trabajo remunerado y no remunerado es diferente entre sexos: en el promedio de nueve países, alrededor de 40 por ciento del trabajo de las mujeres es remunerado, mientras que en el caso de los hombres es de alrededor de 80 por ciento.

En México, 32.2 por ciento de las horas de trabajo de los hombres son no remuneradas, cifra que en Brasil apenas supera 10 por ciento.

Las mujeres realizan la menor proporción de trabajo remunerado en el primer país y distribuyen casi equitativamente su tiempo entre trabajo remunerado y no remunerado en el segundo.

El porcentaje de mujeres sin ingresos propios triplica al de los hombres en todos los países, lo que se explica por las diferencias en la participación laboral. También las brechas entre los ingresos laborales por sexo, que son significativas en gran parte de los países de la región, contribuyen a este resultado. Estas brechas se entrecruzan y potencian con las desigualdades étnicas y raciales.

Twitter:@ramonaponce

*Economista especializada en temas de género.


Especial
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 

La nostalgia es un arma cargada de futuro

La película Youth de Paolo Sorrentino.

lasillarota.com
“El deseo es lo que nos hace estar vivos”.
“Dices que las emociones están sobrevaloradas, pero eso es mentira, las emociones son todo cuanto tenemos”.
Youth

Quizá las emociones no son “todo cuanto tenemos”, pero si son lo más importante que tenemos. Están allí desde el primer segundo de vida. Antes de la vida fuera del vientre materno, antes que las palabras, antes que la socialización. Están mucho antes de esa primera vez en que nos reconocemos en un espejo y aprendemos a decir: yo. Nos estructuramos con ellas, a partir de ellas, contra ellas. Por eso Youth  (Juventud) es una película fascinante. Una indagación de la vida, del pasado, del presente y de lo indispensable de imaginar un futuro. A cualquier edad.  

Una indagación de lo que significa la nostalgia en sus diversas formas. La nostalgia de lo que tuvimos, la nostalgia de lo que quisiéramos haber tenido. La nostalgia de lo que fuimos y no fuimos como una manera de aprehender quiénes queremos ser.  Como un detonador de esperanza y de futuro. El lugar de la memoria. Y del deseo. Los protagonistas son dos amigos cercanos a los ochenta años: Fred, un director de orquesta  y compositor que no quiere nunca más estar al frente de una orquesta y que se describe – en esos momentos de su vida- como un “enfermo de apatía”, y su mejor amigo: Mick, un director de cine que pasa toda la película trabajando en su próxima película.

Lena, la hija de Fred “hija y asistente de su padre”, abandonada por su marido quien le confiesa -en un aeropuerto- que se enamoró de una diva del Pop. Los jóvenes compañeros de Mick en la creación de una película cuyo final no logran decidir.  La joven masajista que no habla “porque nunca tengo nada que decir”, y que pasa horas bailando a la manera de la estrella que mira en la pantalla. El joven actor de cine que observa la vida con su distancia escéptica, mientras estudia a su próximo personaje.
          
Un futbolista con problemas de obesidad que habla castellano, tiene tatuado un gigantesco Marx en la espalda, patea y le da cabezazos a una pelota de tenis y no puede ser sino Diego Maradona.  Con su incondicional esposa al lado, como su sombra. "Para mi generación, en Nápoles, Maradona fue un dios laico al que idolatrar", declaró Sorrentino en una entrevista.  Y “Maradona es mi infancia. Él es el mundo antes de cualquier cosa. La primera idea para la película, de hecho, nació de visualizarle en el hotel al que fue a desintoxicarse”.

Las generaciones deambulan y se entrecruzan en el espacio de un balneario suizo. Youth no es una película “de jóvenes”. Tampoco narra las nostalgias de la juventud perdida, aunque la nostalgia esté tan presente. Sus contenidos son otra cosa: la necesidad de vivir cuando una/o está vivo.  A cualquier edad.  La urgencia de imaginar un futuro, porque el futuro puede ser una larguísima propuesta a los 20 años, pero el futuro puede ser también una larguísima propuesta a los ochenta. ¿Cuántos años por vivir? No puede convertirse en la pregunta fundamental. Los que sean: es todo lo que hay. El absoluto del tiempo que queda.  La pregunta de Sorrentino ante ese futuro cuya longitud desconocemos es: ¿cómo elegimos vivirlo?

Ese, ¿cómo? Tan distinto para cada persona, pero que para el director napolitano gira sobre goznes que aparecen como constantes en su obra: ¿cuáles son mis emociones y mis deseos? ¿Estoy dispuesta/o a reconocerlos?  y ¿por dónde queda la belleza? El actor que aparece disfrazado de Hitler  porque lo convocaron a interpretarlo, dice: “entre el horror y el deseo, elijo el deseo”.  Fred visitaba ese balneario cada año con su esposa. Ahora lo visita con su hija y con su amigo. Suponemos que la esposa está muerta. Un corte brutal.  No le gusta esa parte de su obra que pareciera la que el mundo a su alrededor recuerda: sus “Canciones simpes”. A través de las palabras de un niño violinista recupera el valor de esas composiciones dejadas de lado: “no sólo son simples”, le dice “también son hermosas”.

La película avanza y ese dejar de lado se revela bastante más profundo que sólo el hastío: es música que compuso para ser interpretada por su esposa “a la que no le ha llevado flores en diez años”.  Hasta que se las lleva, en Venecia. El cuerpo de su esposa no está muerto.  Permanece, deshabitado, en una casa de reposo. Una ausencia. “A nosotros nos gustaban las cosas simples”, le dice a esa mujer extraviada. Una entiende esa parte de horror en la vida de Fred: la que no podía enfrentar.

¿Qué tan vivo está él, quien ha ido eligiendo deshabitarse (poco a poco), en un acto de lealtad por su amor ausente?  ¿Qué tan vivo –entre todo lo vivo que podría estar- está él, quien eligió retirarse de sus emociones insoportables? Escucha los reproches de su hija por sus años de indiferencia hacia su madre y hacia ella. Él descubre todo lo que no sabe de esa hija. La hija descubre todo lo que no sabe de su padre. Como en un hermoso resarcimiento. Perdonarse. Recomenzar.  Por fin le lleva flores a su esposa y a su maestro Igor Stravinski.

Mira –contra su voluntad- como su mejor amigo salta desde el balcón después de pronunciar la frase: “Voy a escribir otra película”.  Ese amigo con el cual  mantenía largas, divertidas y pudorosas conversaciones acerca de la edad que avanza, la pérdida de la memoria, los desfallecimientos del cuerpo. ¿Elegir entre el horror y el deseo? Fred elige regresar al deseo.  Reconocerlo. Subir al escenario, dirigir una orquesta, permitir que otra soprano cante esas canciones compuestas sólo para la voz de su esposa. La mujer del cuerpo vivo y deshabitado. La mujer que habita su memoria.

“La escuela auténtica para rodar películas son los enredos de la vida; tienes que tener bastante mala suerte para poder hacer cine. Hay sentimientos acumulados en la adolescencia, la rabia, el dolor, el sentirse inapropiado, que entonces te aterran pero determinan una sensibilidad particular”, declaró Sorrentino en una entrevista.  Y en otra: “Mi hija tiene ahora 18 años. ¿Qué pensaría de mí mi hija, qué recordaría, si, de repente, muriera? Empecé a hacerme esta pregunta antes de escribir el guión y acabé obsesionado hasta la enfermedad. Necesitaba hacer La juventud para liberarme”.

No sabemos si Sorrentino logró “liberarse”. Lo que sí logro fue una extraordinaria película.  Un capolavoro como llaman los italianos a esas cintas que nos dejan sin aliento. Honda, amorosa, llena de esperanzas.  Con grandes actuaciones. Michael Caine espectacular en su papel de Fred. Escenas bellísimas. Por momentos –a su manera- muy divertida.  Cantidad de emociones encontradas. Tras la escena final con la interpretación de la soprano Sumi Jo, llegan los créditos. Les comparto –porque me encanta- la canción que los acompaña: Just, con letra de David Lang, interpretada por el Trío Medieval e inspirada en el Cantar de los Cantares.
https://www.youtube.com/watch?v=1ToL6hpDY0M

@Marteresapriego
@OpinionLSR

Feministas independientes llaman a incidir en Constituyente


   Pese a derrota electoral, advierten que defenderán derechos


Elsa Conde Rodríguez, titular de la fórmula 16, sólo consiguió 6 mil 727 sufragios | Captura de pantalla de la gráfica para candidatos independientes tomada del Programa de Resultados Electorales Preliminares

 Las candidatas feministas Elsa Conde Rodríguez y Orfe Castillo Osorio no alcanzaron los votos necesarios para tener un lugar como diputadas en la Asamblea Constituyente de esta capital –la cual aprobará la nueva Carta Magna de esta urbe–, según el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) del Instituto Nacional Electoral (INE).

Tras la elección de este domingo, las candidatas independientes, respaldadas por 21 organizaciones civiles, emitieron un comunicado en el que reconocieron que la votación no las favorecía, pero llamaron a la ciudadanía a seguir exigiendo equidad, democracia y justicia.

De acuerdo con el PREP, en la Ciudad de México un millón 919 mil 433 personas acudieron a las urnas, de las cuales 173 mil 174 votaron por alguna de las 21 candidaturas independientes, pero con 94 por ciento de las actas computadas las feministas sólo consiguieron 6 mil 727 sufragios.

Hasta el cierre de esta edición, ninguna postulación independiente contaba con el número suficiente de votos (es decir, 31 mil 996) para conseguir un lugar como constituyente. Sin embargo, la feminista Patricia Patiño Fierro es la segunda candidata sin partido con más sufragios, sólo detrás del líder del sindicato de los Bomberos, Ismael Figueroa Flores.

Al respecto, Conde Rodríguez y Castillo Osorio –titular y suplente en la fórmula, respectivamente– lamentaron la escasa participación ciudadana, ya que sólo 28 por ciento del electorado capitalino fue a votar, lo que desde su perspectiva evidencia el desencanto en torno al proceso para la Asamblea Constituyente.

Ese órgano se integrará por 100 diputaciones: 60 postuladas por los partidos políticos y de manera independientes, y 40 por designación: 14 por el Senado, 14 por la Cámara de Diputados, seis por el Presidente de la República, y seis más por el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México.

La Asamblea se instalará el próximo 15 de septiembre para analizar y aprobar el proyecto de Constitución Política para la capital, que está redactando un grupo de 28 “notables” o especialistas, 13 de ellos mujeres.

Sobre los resultados de la elección, Elsa Conde y Orfe Castillo criticaron la falta de difusión del proceso, la complejidad de la emisión del voto que confundió al electorado, además de que esta fórmula consiguió su registro de última hora (luego de impugnar el rechazo del INE), y por tanto sólo contó con 11 días para hacer campaña y difundir sus propuestas.

Además recordaron que su candidatura pasó por un desgastante proceso de impugnación, pues en un primer momento el INE argumentó que las firmas que presentaron las feministas para avalar su registro no estaban en el padrón electoral.

Ante la negativa, ambas recurrieron ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que les dio la razón al constatar que un porcentaje de las rúbricas fueron mal capturadas por el personal encargado de hacer la validación, por lo que la Sala Superior ordenó el registro.

Las feministas reconocieron la derrota, pero aseguraron que se mantendrán atentas al conteo de las Juntas Distritales y al PREP, y continuarán buscando mecanismos para influir en el proceso constituyente con una visión feminista y de Derechos Humanos.

VOTACIÓN POR PARTIDO

Los resultados preliminares indican que el partido más favorecido rumbo a la Constituyente fue Movimiento Regeneración Nacional (Morena), y en segundo lugar el gobernante Partido de la Revolución Democrática (PRD), lo que significa que serán los partidos con más curules.

Hasta el momento se prevé que Morena tenga 21 diputaciones constituyentes; PRD, 18; el Partido Acción Nacional (PAN), entre seis o siete; el Partido Revolucionario Institucional (PRI), cinco o seis; el Partido Encuentro Social, dos o tres; y el Partido Nueva Alianza (Panal), uno o dos.

Movimiento Ciudadano (MC) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) podrían tener uno o dos asientos, mientras que el Partido del Trabajo (PT) podría alcanzar los votos necesarios para tener una curul constituyente, según los resultados preliminares.

De confirmarse la tendencia, tres feministas abanderadas por los partidos políticos lograrían ser diputadas constituyentes: la antropóloga Marcela Lagarde y de los Ríos, y la activista Lol Kin Castañeda, ambas por el PRD; y la antropóloga Gabriela Rodríguez Ramírez por Morena.



Por: la Redacción
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
 

Nayeli denunció acoso sexual, pero ninguna autoridad la ayudó



   Afrontó inseguridad del transporte público y negligencia judicial

 Mientras el Gobierno capitalino promueve que las mujeres denuncien la violencia sexual que enfrentan en los espacios públicos, quienes lo hacen se ven obligadas a declinar debido a que las autoridades les piden demostrar el delito y además les obstruyen la obtención de pruebas.
 
Nayeli es una usuaria del Metrobús al igual que miles de personas a diario en esta ciudad. La joven toma este servicio de transporte público cada noche al salir de su trabajo en el Centro Histórico y viaja junto a cientos de mujeres, quienes, como ella, ejercen su Derecho Humano a la movilidad.
 
Sin embargo, el pasado 30 de mayo Nayeli abordó la estación Reforma de la Línea 1 y notó que un hombre de unos 50 años de edad la miraba constantemente.
 
De acuerdo con datos de la empresa CISA, concesionaria de la Línea 1 del Sistema Metrobús –que va de Indios Verdes a El Caminero–, este corredor que atraviesa la ciudad de norte a sur es utilizado a diario por 267 mil 900 mujeres. 
 
Cuando Nayeli se bajó en la estación Circuito (de esa Línea), el presunto acosador también descendió del Metrobús.
 
Según la Encuesta de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2015, 80 por ciento de las capitalinas se siente insegura de vivir o transitar en esta ciudad, y es que –reporta el Instituto de las Mujeres del Distrito Federal (Inmujeres-DF)– 93 por ciento de ellas ha enfrentado miradas lascivas; 73 por ciento, majaderías sexuales; 69 por ciento, acercamientos indebidos; 40 por ciento, persecuciones, y 33 por ciento, limitaciones a su libertad de tránsito.
 
Previendo una agresión –como ya le ha pasado antes–, Nayeli se detuvo y dejó que el resto de las personas a su alrededor, principalmente el sujeto, se alejaran de ella, pero él no se fue.
 
La joven siguió avanzando y vio que a la salida de la estación había dos policías. Durante el transbordo a la Línea 3 del Metrobús, que incluye un puente peatonal, el hombre agredió sexualmente a Nayeli.
 
Ella atinó a darle un manotazo al agresor y, antes de confrontarlo, dio aviso a los policías, quienes apenas supieron los hechos la cuestionaron por la forma como iba vestida, la hora y por qué no iba acompañada.
 
No sólo los agentes no fueron tras el agresor, sino que le dijeron a Nayeli que los videos del Metrobús se borran el mismo día y se negaron a proporcionar sus nombres. La joven tuvo que pedirles información sobre a dónde levantar una denuncia.
 
La agresión sucedió tan sólo cinco días después de que el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, anunciara los avances de su “Estrategia 30-100 contra la violencia hacia las mujeres en el transporte y espacio público”, cuyo objetivo es promover que las capitalinas denuncien penalmente la violencia sexual, y dotarlas de un silbato para que alerten cuando sean acosadas.
 
Ninguna de las acciones hasta ahora anunciadas por el mandatario local incluye capacitación o sanciones a las autoridades por no atender a las víctimas, tampoco más presupuesto para la Fiscalía de Delitos Sexuales de la Procuraduría General de Justicia del DF (PGJDF), ni talleres para varones.
 
Nayeli compartió su historia en su cuenta de Twitter con el hashtag #YoDenuncieY, al que se suman cientos de denuncias públicas como la de ella, quejas contra las autoridades que cometen impunidad, y para evidenciar las razones por las que las denuncias por acoso o abuso sexual no obtienen justicia.
 
A manera de reclamo, Nayeli incluyó en su relato las cuentas oficiales de Twitter del Metrobús, Inmujeres-DF y PGJDF.
 
La primera dependencia en responder fue la Procuraduría capitalina, que le pidió a la joven que se comunicara a la Fiscalía de Delitos Sexuales e interpusiera su denuncia vía internet, lo que le resultó imposible por lo complejo del sistema.
 
El Sistema Metrobús tardó seis horas en responder al Twitter de Nayeli y sólo le dijo que la apoyaba, pues su denuncia “era importante”. En su respuesta, a la joven se le pidió que siguiera la cuenta del Metrobús para que fuera atendida por mensaje directo o por correo electrónico, pero nunca se le ofrecieron los videos para verificar la agresión. 
 
Según datos de un estudio privado realizado para el Metrobús (y que se presumen en su página oficial), 90 por ciento de las usuarias se sienten “seguras” en las instalaciones de este sistema de transporte público que, de acuerdo con las propias autoridades capitalinas, es el “más seguro y eficiente de la ciudad”.
 
Inmujeres-DF también respondió al “twit” de Nayeli y le ofreció asistencia legal, pero después de que ella les dijera que tenía un abogado se acabó la comunicación.
 
Al día siguiente, la joven fue a interponer la denuncia ante la Agencia del Ministerio Público Número 1, en la colonia San Simón Tolnáhuac, delegación Cuauhtémoc, donde le pidieron pruebas y videos de los hechos, además de que le advirtieron que sin estos elementos, el trámite para la denuncia por acoso sexual iba ser más complicado y tardado.
 
Tal desgaste burocrático orilló finalmente a Nayeli a desistirse de su denuncia penal este lunes 6 de junio, aunque el sentimiento de frustración e injusticia no la abandona, como ella misma señala, pues aunque estuvo dispuesta a denunciar por todos los medios, de nada le sirvió.
 
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Cimacnoticias | Ciudad de México.-

Histórico: Eligen, por primera vez, a una indígena “huaves” presidenta municipal


México - Oaxaca – San Dionisio del Mar

“Estoy muy orgullosa, porque represento a toda las mujeres huaves, a todas las mujeres jóvenes huaves, a toda una comunidad indígena que nunca se le había dado la oportunidad de acceder al poder"
Juchitan , Oax., 06 jun. 16. AmecoPress/ SemMéxico.- En una contienda marcada por la civilidad política, fue electa Teresita de Jesús como la primera presidenta municipal en San Dionisio del Mar.
“Estoy muy orgullosa, porque represento a toda las mujeres huaves, a todas las mujeres jóvenes huaves, a toda una comunidad indígena que nunca se le había dado la oportunidad de acceder al poder. Estamos dejando atrás la cultura del machismo, estamos haciendo historia. Ahora nos toca hacer la diferencia, demostrar que somos capaces, que podemos revertir el atraso que ha estado sumido San Dionisio”.
Su triunfo se logró gracias a que los partidos PRI, PRD, PSD, PVE y Morena declinaron a su favor, dejarán sus intereses por su planilla única , la cual está compuesta por cuatro mujeres, incluyéndola , y tres hombres.
En San Dionisio del Mar las mujeres empezaron a votar no hace más de 20 años, igual que en San Francisco del Mar, en San Mateo del Mar la participación de las mujeres fue hace no más de 10 años.
Antes de Teresita de Jesús, las mujeres sólo podían aspirar a ser regidoras municipales.
Foto: SemMéxico.

Cascos azules, mujeres y paz



   DESDE LA LUNA DE VALENCIA
Por: Teresa Mollá Castells*
Esta semana escuchábamos en la radio al veterano periodista Vicente Romero decir que “hay cascos azules que pagan un euro para pasar una noche con una niña”, y a algunas se nos quedaba helada el alma. Es algo sabido. Dolorosamente sabido y ya recuerdo haber escrito alguna cosa sobre esto, pero no por ello resulta menos doloroso.
 
Es sabido hasta el punto de que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el pasado 11 de marzo una resolución en respuesta a las crecientes denuncias de abusos sexuales cometidos por soldados o policías en misiones de paz de esta alta institución.
 
Se trata de la Resolución 2272 que insta a repatriar unidades específicas “cuando haya pruebas creíbles de la existencia de actos de explotación y abusos sexuales generalizados o sistémicos”.
 
El informe que el propio secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, presentó ante el Consejo de Seguridad, señala que Naciones Unidas recibió en 2015 un total de 99 denuncias contra su personal por abusos sexuales, 69 de ellas contra tropas de paz procedentes de 21 países. Las otras 30 denuncias son contra funcionarios del organismo.
 
La mayor parte de los casos se concentraron en dos operaciones: las desplegadas en la República Democrática del Congo (Monusco) y en la República Centroafricana (Minusca), donde las repetidas acusaciones llevaron a la ONU a forzar la dimisión del jefe de misión y a repatriar a centenares de soldados congoleses.
 
Y eso sólo son los casos denunciados que seguramente serán sólo la “punta del iceberg” de lo que está ocurriendo en los países con tropas de la ONU desplegadas.
 
Al horror y dolor de ir conociendo este tipo de atrocidades se suma la impotencia de saber que pese a las diferentes resoluciones también aprobadas por la ONU para incorporar a mujeres en los procesos de paz, se sigue sin soluciones a este grave problema que afecta las vidas de tantas mujeres y niñas.
 
Estoy completamente convencida de que si las resoluciones ya aprobadas se llegaran a ejecutar de forma adecuada, el mundo sería un lugar más seguro para las mujeres y niñas, sobre todo en aquellos lugares donde existen conflictos armados.
 
Si echamos la vista atrás hemos de recorrer muy pocos años para encontrar la primera resolución de la ONU en la que se ponen las bases para incluir la perspectiva de género en el mantenimiento de la paz.
 
Se trata de la Resolución 1325 del año 2000 en la que se trató el efecto desproporcionado y singular que los conflictos armados tienen sobre las mujeres y niñas, y en la que se subraya la importancia de que las mujeres participen en pie de igualdad e intervengan plenamente en la prevención y solución de los conflictos, la consolidación de la paz y el mantenimiento de la misma.
 
Como sabemos, la utilización de los cuerpos de las mujeres y niñas como potente arma de guerra para humillar a los adversarios es algo que se está haciendo en todos los conflictos armados.
 
No se trata sólo de placer o como ejercicio de poder, se trata también de la utilización de sus cuerpos con el objetivo de limpiezas étnicas forzadas y, por supuesto, como un ejercicio de autoridad masculina, como un reto de virilidad mal entendida cuyas consecuencias sólo traen dolor y desolación para esas mujeres y niñas que quedan estigmatizadas por todo el mundo y para el resto de sus días.
 
Algunas han tenido la suerte de encontrar en sus caminos personas que las han ayudado a salir de su estado de victimización, devolviéndoles su dignidad y empoderándolas para recuperarse de sus infiernos personales e incluso colectivos.
 
Tras la Resolución 1325 que marcó un antes y un después en el intento por incorporar a las mujeres en los procesos de resoluciones de conflictos y en el mantenimiento y consolidación de la paz, vinieron otras como la Resolución 1820 de 2008, en la que se vincula explícitamente la violencia sexual como táctica de guerra contra la mujer, la paz y la seguridad, y en ella se destaca “que la violencia sexual en los conflictos constituye un crimen de guerra y se exige que las partes en un conflicto armado adopten de inmediato las medidas apropiadas para proteger a los civiles de todas las formas de violencia sexual, incluso mediante el adiestramiento de las tropas y la aplicación de medidas apropiadas de disciplina militar”.
 
Pese a ello y como hemos comprobado, los casos de violencia sexual ejercida incluso por los cascos azules contra mujeres y niñas a las que deberían proteger, siguen dándose.
 
A partir de este momento, al parecer los gobiernos comenzaron a tomar consciencia de la necesidad de continuar complementando la Resolución 1325 dados los continuos incumplimientos de la misma.
 
De ese modo y casi cada año se han seguido aprobando resoluciones en ese sentido para intentar un doble objetivo: por una parte reducir el número de agresiones sexuales que como arma de guerra siguen sufriendo mayoritariamente mujeres y niñas; y en segundo lugar lograr una mayor incorporación de mujeres en los procesos de resoluciones de conflictos y mantenimiento y consolidación de la paz, así como incorporar un mayor número de mujeres en las operaciones que la ONU tiene en las zonas de conflictos.
 
De ese deseo nace la Resolución 2242 aprobada en la reunión del Consejo de Seguridad del 13 de octubre de 2015. En ella se insta a los Estados a que implementen sus recursos económicos para formar a un mayor número de mujeres y puedan participar como mediadoras en los conflictos.
 
También “reitera su llamado a los Estados miembro para que velen por una mayor representación de las mujeres en todos los niveles de decisión de las instituciones y mecanismos nacionales, regionales e internacionales de prevención y solución de conflictos, y alienta a quienes apoyan los procesos de paz a que faciliten la inclusión significativa de las mujeres en las delegaciones de las partes negociadoras en las conversaciones de paz”.
 
Sería injusto por mi parte afirmar que no se ha evidenciado preocupación política por lo que está ocurriendo con las mujeres y niñas de las zonas que viven conflictos armados y que el Consejo de Seguridad de la ONU se ha manifestado reiteradamente como hemos visto en este sentido.
 
Pero mientras esas manifestaciones de preocupación política por parte de los Estados miembro no vayan acompañadas de agenda política concreta, y lo que es más importante por recursos económicos concretos, creo que se seguirán aprobando resoluciones pero las mujeres y niñas seguirán sufriendo en sus cuerpos y en sus vidas lo que significa dejar de tener la condición de personas para convertirse, simple y llanamente, en otra arma de guerra.
 
Y no podemos olvidar que las guerras siguen siendo negocios muy lucrativos para las empresas armamentísticas, a quienes la vida de las víctimas les importa un pimiento.
 
Y tampoco podemos olvidar que la ONU está financieramente en manos de uno de los principales países productores y exportadores de armas como lo es Estados Unidos.
 
Las declaraciones de intenciones y las manifestaciones de preocupación política en forma de resoluciones están muy bien y marcan caminos teóricos, pero una vez más creo que obras son amores y no buenas razones.
 
Si realmente se buscan procesos de paz, en primer lugar dejen de fabricar armas y en segundo lugar, cumplan con esas resoluciones que manifiestan preocupación por la situación real de mujeres y niñas en zonas de conflictos armados.
 
De lo contrario y como ya dije en alguna ocasión, todo quedará en una bonita declaración de intenciones que de antemano se sabe que no se va a cumplir.
 
Y, de nuevo, la hipocresía patriarcal en todo lo que se refiere a la vida de mujeres y niñas, sobre todo las que sufren en sus carnes las guerras que no han declarado, campará a sus anchas por los despachos oficiales de la ONU y de los Estados miembro.
 
 
*Corresponsal en España. Comunicadora de Ontinyent.
Imagen retomada del sitio un.org
Por: Teresa Mollá Castells*
Cimacnoticias | España.-