Más allá del jaloneo judicial anunciado
(que podría permitir al PRI tumbar cuando menos alguna gubernatura a
algún personaje realmente indeseado), y de las consecuencias específicas
que por estado significará el cambio de siglas partidistas y de bando
ocupante del poder local, las puertas del palenque 2018 han sido
apresuradamente reabiertas, con el 2016 y sus 12 cambios de gobernador
(más los comicios en Baja California y los desairados de la asamblea
constituyentede la Ciudad de México) como meras estaciones tácticas de paso, la vista puesta nuevamente en la madre de todas las batallas sexenales: la elección presidencial.
El panismo conyugal ha retomado posiciones de asalto, con Margarita
Zavala de Calderón tratando de echarse al morral las ganancias panistas
de ocasión, al asumir que
México ya hablóy ese hablar, según la traductora del rebozo, significa rechazo al PRI y el anhelo de que el PAN vuelva a la silla presidencial. El joven maravilla electoral, Ricardo Anaya, ha reincidido en la búsqueda de confrontación directa con Andrés Manuel López Obrador, en busca de etiquetarse como la antítesis cronológica e ideológica del tabasqueño, mientras el poblano Rafael Moreno Valle, con su secretario general ejecutor a un lado, el ex gobernador de Oaxaca Diódoro Carrasco, trata de evitar que Zavala y Anaya tomen delantera al inicio de la competencia interna. Pero Felipe y Margarita creen que la plataforma de despegue es suya y así están actuando.
En el PRI, Manlio Fabio Beltrones pasa por la etapa más amarga de su
largo historial (y ello complace a Osorio, Meade, Videgaray y Nuño,
entre otros). Llegó al PRI con aureola autoconstruida de gran operador
político y electoral, cuyas habilidades provocaban presunto resquemor en
el grupo íntimo del peñismo. Se impuso la meta de conseguir nueve de
las 12 gubernaturas en juego. Y este domingo, en un abrir y cerrar de
ojos, cargó con la mayor cuenta de derrotas simultáneas del partido tricolor,
arrollado no solamente por los expedientes negativos de gobernadores y
del propio ocupante de Los Pinos o por el perfil mediocre o impugnable
de algunos de los candidatos, sino, sobre todo, por el cambio de jugada
desde las alturas, donde se decidió
respetarla votación dada a un neoderechismo preventivo, con la intención de repartir el poder estatal en parcelas bipartidistas que hagan imposible la viabilidad a algún intruso en 2018 (si se materializaran los insistentes vaticinios tan temprana como sospechosamente favorables a AMLO) y de abultar artificialmente las posibilidades de triunfo de una opción concertada, la de una alternancia de siglas pactadas: el PRI zedillista cedió el paso al PAN foxista, el PAN calderonista (asfixiando la de por sí débil candidatura de la siempre propicia Josefina Vázquez Mota) cedió el paso al PRI peñista y éste, agradecido y sabedor de su propia inviabilidad inmediata natural, cedería el paso a los amigos Calderón-Zavala, que a su vez…
López Obrador también está cerrando el expediente 2016, aunque
continuarán las protestas y algún tipo de movilizaciones (en Veracruz,
por ejemplo, donde siguen las denuncias de irregularidades electorales
contra el moreno Cuitláhuac García). Este domingo realizará en la Ciudad
de México un acto de homenaje a los candidatos que participaron en los
comicios dominicales, y su estimación, difundida en Facebook, es que a
su partido le fue
muy bienen términos cuantitativos (es decir, en la perspectiva presidencial de 2018).
El Partido de la Revolución Democrática busca, por su parte,
blofea con la banderola de que fue factor decisorio para los triunfos
aliancistasdel PAN y que ese valor de agregación debe ser bien considerado en próximas subastas.
Este año, en cualquier semana de estas, se librará la sentencia judicial respecto del caso de los asesinados en la colonia Narvarte. Todo indica que la resolución del correspondiente juez sostendrá la tesis de que no hubo intencionalidad política en los homicidios. En realidad, según lo que hasta ahora se perfila, la resolución no hará mención específica del móvil de esos delitos. Quedarán acreditados los hechos y la responsabilidad de los imputados, pero los juzgadores consideran que no se pudieron establecer las motivaciones de los asesinos. El telón de fondo sigue siendo el narcomenudeo. En el caso específico del reportero gráfico Rubén Espinosa, no habrá nada que involucre al gobierno de Javier Duarte de Ochoa pues, a criterio de los juzgadores y conforme a las diligencias realizadas hasta ahora, no hubo en el quíntuple asesinato ningún elemento que apuntara realmente hacia Xalapa. La fuente judicial que compartió este adelanto dijo extraoficialmente que, según lo investigado hasta ahora, Rubén había estado en la casa y la hora equivocadas y que fue víctima de circunstancias criminales que nada tenían que ver con la política ni con persecución y amenazas del gobernador veracruzano saliente. Y, sin embargo, más allá de estas versiones judiciales en vías de convertirse en sentencia oficial, un segmento social y compañeros de Rubén Espinosa mantienen el dedo acusatorio en dirección a Veracruz, donde el saliente Duarte de Ochoa acumuló expedientes represivos múltiples, encabezando a escala nacional los ataques y agresiones contra periodistas, en varios casos incluso con desenlaces mortales.
Y, mientras la Casa de los Periodistas y el gobierno de la Ciudad de
México han dado pasos inmobiliarios para que se cuente con un refugio
capitalino para algunos periodistas amenazados o perseguidos en otras
partes del país, además de que Miguel Ángel Mancera ordenó agilizar los
procedimientos burocráticos para asignar seguro de desempleo y ciertas
prestaciones sociales a esos comunicadores en peligro, ¡hasta mañana,
con este tecleador iniciándose en Periscope (con la cuenta Julio
Astillero), donde ya ha puesto videos intitulados Domingo de fraude y Elecciones y amasiato político entre EPN-FC-Margarita Zavala, en este tema tomando como base lo publicado por Álvaro Delgado en su más reciente libro!
Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Hablan lenguajes
distintos los jefes de los partidos políticos en el Congreso y los
recién electos gobernadores. Los senadores y diputados tienen detenida
la aprobación de las leyes anticorrupción, en particular la 3 de 3. Sin
embargo, los nuevos mandatarios locales comen ansias por tomar posesión
para darle un buen escarmiento a los que dejan el cargo. (A los malosos
los favorecerá la ausencia de legislación, porque no será retroactiva.)
Javier Duarte, priísta de Veracruz, encabeza la lista. Le pedirán
cuentas de asesinatos, desapariciones, finanzas quebradas. Miguel Ángel
Yunes, de la alianza PAN-PRD, advierte que irá a la cárcel porque hay
elementos más que suficientes. En Quintana Roo, el ex priísta reciclado
por el panismo, Carlos Joaquín González, promete investigar al saliente tricolor Roberto
Borge, quien aumentó la deuda a más de 22 mil millones de pesos. Para
el panista Javier Corral, de Chihuahua, uno de los temas prioritarios es
la deuda del estado, que hasta marzo de este año ascendía a 42 mil
millones de pesos, según datos de la Secretaría de Hacienda. Tiene en la
mira al otro Duarte, de nombre César. Por su parte, el gobernador de
Nuevo León, el independiente Jaime Rodríguez, El Bronco,
investiga 117 casos de corrupción de la anterior administración, que
encabezó el priísta Rodrigo Medina. Ya veremos si cumplen o son
llamaradas de petate.
La nueva norma ambiental
Si estrenas auto 2016, no tienes que verificar hasta el 2020. No es un anuncio de alguna marca de automóviles en particular, vale para todas. Es un estímulo a la industria de los gobiernos federal y estatales de la comarca de la Came. Entre enero y abril de este año fueron adquiridos 307 mil 799 vehículos nuevos mediante crédito automotriz. Habrá más interesados en endeudarse al conocer los cuatro años de gracia. El nuevo plan ambiental que presentaron el titular de la Semarnat, Rafael Pacchiano, y los ejecutivos estatales de la llamada Megalópolis, ataca sólo el aspecto del tráfico. Habrá un nuevo intento para sacar a las carcachas. No se detiene a considerar otros factores contaminantes: la corrupción detrás de la construcción desordenada de edificios y vecindarios, los tianguis, la tala salvaje de árboles, la gasolina corriente, etcétera. Mejor #norespire.
Gasolineras
Grupos gasolineros del país comenzaron a operar expendios
bajo un nombre distinto a Pemex. Hidrosina fue la primera en abrir una
estación de servicio promocionando su propia marca. Paul Karam, director
general de la empresa, dijo que actualmente cuentan con 210 estaciones
de servicio en diferentes partes del país, de las cuales al menos 20
serán rebautizadas como Hidrosina. Otras compañías autorizadas son
Corpogas, Enerkom, Corporativo Ges y Lodemo Red. La gasolina sigue
siendo la misma, pues Pemex es el proveedor. Aparentemente nadie se ha
puesto a pensar que la marca Pemex vale muchos centenares de millones de
dólares y la están destruyendo sin obtener ningún beneficio a cambio,
además de que están regalando un mercado cautivo. ¿O a quién se le
ocurriría cambiar el nombre de McDonalds al de TortasDonalds?
En la entrevista de Lionel Barber (LB) a James Addison Baker III, en el Financial Times (http://goo.gl/rxOE9U), se desprende que fue uno de los hombres más poderosos en Washington durante las presidencias de Reagan y Daddy Bush: la
paciencia, al unísono de un sentido agudo del poder, son las cualidades que hicieron de Baker entre 1980 y 1993 uno de los hombres más poderosos en Washington.
Periodo delicado desde 1980 hasta 1993, cuando se escenifican la trampa de Afganistán, que Brzezinski tendió a la URSS; la caída del Muro de Berlín, en 1989, y la balcanización soviética, en 1991.
El texano Baker es el único estadunidense en haber servido como jefe de gabinete de la Casa Blanca, secretario del Tesoro y secretario de Estado.
Exitoso abogado de carrera, con uno de los mejores bufetes del mundo que incluye a 725 litigantes: Baker Botts, vinculado a la empresa de armas Raytheon (ligada a BlackRock), que ganó en la Suprema Corte la espuria presidencia de Baby Bush, quien fue su empleado en su
cuarto de correo.
El
periodo Bakermarca el punto de inflexión del orden mundial bipolar al entonces naciente nuevo orden unipolar: en ambos, su contribución fue decisiva, sobre todo al haber engañado al cándido Gorbachov, a quien le procuró todas las orales promesas freudianas sin ningún documento de soporte. ¿Qué curso hubiera tomado la Historia si el abogado texano Baker en lugar de Gorbachov hubiera tenido que negociar con el zar Vlady Putin, el nuevo Bismark del siglo XXI?
Hoy, 23 años más tarde a la fenomenal apoteosis diplomática de Baker, de 86 años, el mundo que lega Obama es de pleno caos global, cuando EU colisiona con China y no pudo impedir que el zar Vlady Putin resucite a Rusia del cementerio geoestratégico.
Prácticamente no
convencen a nadie (el reparto de despensas a cambio de credenciales de
elector o la compra directa de votos no son señales de
adhesióna la causa), cada día acuden menos ciudadanos a las urnas (51 por ciento, como promedio, de abstención en los comicios más recientes), el estercolero de las campañas es repugnante, a los candidatos les sobra voracidad y les faltan propuestas, y los partidos siempre juegan con las mismas fichas quemadas, pero el hecho es que el costo financiero (el político es más que notorio) de las elecciones no deja de incrementarse, tanto el relativo a la organización de las mismas como el de los recursos públicos canalizados a las empresas disfrazadas de partidos.
Año tras año miles y miles de millones de recursos públicos se
canalizan a los partidos políticos y a las supuestas autoridades
electorales, y para los mexicanos de a pie los resultados son nulos.
Cada elección que pasa, de los bolsillos ciudadanos (toda la fiesta se
paga con los impuestos) salen más y más recursos para la denominada
fiesta democrática; ellos pagan, les pasan la factura por el tiradero que dejó el mandatario saliente y nunca son invitados al festín.
Lo anterior, desde luego, les importa un bledo a las desacreditadas
empresas políticas que se limitan a estirar la mano para recibir jugosas
cantidades de recursos públicos (más los privados, que no son pocos) en
su intento por ganar más posiciones y, por lo mismo, obtener mayores
montos económicos.
Sólo para la memoria, vale mencionar que entre 2000 y 2015 de las
arcas públicas salieron alrededor de 215 mil millones de pesos (las
cifras son de la Cámara de Diputados; las “contribuciones privadas son
aparte) para
financiara los partidos políticos y organismos electorales (sólo a nivel federal; en los estados también estiran la mano), y allí están los resultados.
Entonces, como en este espacio se ha cuestionado, ¿las empresas
políticas y las denominadas instituciones electorales realmente valen y
desquitan el oro que los mexicanos gastan en ellos? ¿Los ciudadanos se
merecen un trato así? Obviamente no, pero a ellos les vale y muestra de
ello es que en vísperas de los comicios el 52 por ciento de los
candidatos a puestos de
elección popularno habían rendidos cuentas, ni lo hicieron, de acuerdo con la información del Instituto Nacional Electoral.
Sirva lo anterior para conocer el costo promedio por voto emitido en
las recientes elecciones para gobernador, con cargo al bolsillo
ciudadano: poco más de 586 pesos cada uno, alrededor de ocho salarios
mínimos por sufragio. El cálculo original ubicaba dicho costo en
alrededor de 286 pesos, pero la señora abstención, como siempre, fue la
que se impuso, pues en promedio 51 por ciento de los votantes
potenciales no acudió a la
fiesta democrática, aunque en casos como el de la Ciudad de México superó 70 por ciento.
Entre reparto y reparto para el fin descrito se distribuyeron
alrededor de 8 mil 500 millones de pesos (monto mayor al presupuesto
2016 autorizado a la Secretaría de Relaciones Exteriores y el doble del
correspondiente a la Secretaría del Trabajo), con el cual se cubrirían
las necesidades de autoridades electorales, partidos políticos y la
infraestructura y logística para los votantes potenciales, que se
acercaban a 30 millones en las 12 entidades en las que se elegiría
gobernador y otras menudencias. Alrededor de 4 mil 500 millones se
quedaron en las
autoridades electoralesy el resto, cerca de 4 mil millones, en las empresas políticas.
Se
comierontodos los recursos públicos, pero la señora abstención dejó fuera de la jugada a más de la mitad de dichos votantes, y el costo, de por sí elevado (el doble de lo gastado en los comicios de 2010 en las mismas entidades de la República y en juego idénticos cargos de elección), se disparó, y todo para que el ciudadano decidiera entre los mismos, es decir, entre fichas quemadas y un ejército de chapulines. Tal vez el caso más ilustrativo de esta
fiesta democráticaes Veracruz y dos de sus
alternativas: el ciudadano elegía a un Yunes o a otro Yunes.
Y en el de la Ciudad México la señora abstención arrasó: 71 por
ciento de los votantes potenciales no asistieron a las urnas, de tal
suerte que la Asamblea Constituyente estará representada, por decirlo
así, por sólo tres de cada 10 habitantes ciudadanos. Y ello también es
un decir, porque de las cien personas que la integren 40 no serán
producto del (escaso) voto, sino del dedazo del presidente de la
República (que designará a seis), del jefe de Gobierno (seis
adicionales), de la Cámara de Diputados (14) y de la Cámara de Senadores
(otros 14).
De hecho, hasta donde llega el conteo, de esos cien constituyentes
sólo uno ganó como candidato independiente y es bombero. El pastel
restante se reparte entre los partidos y las instancias gubernamentales
mencionadas.
La propaganda oficial (Instituto Electoral del Distrito Federal) lo pinta todo color de rosa, con tremenda brocha manipuladora:
queremos acompañarte durante todo el proceso; hagamos un trato: nosotros te damos la información necesaria y tú te encargas de leerla, infórmarte y compartirla. ¿Hecho?
Opinión
De acuerdo con un
reporte divulgado el lunes por la agencia Associated Press (Ap), la ex
secretaria de Estado Hillary Clinton ya cuenta con los delegados
necesarios para obtener la nominación demócrata a la presidencia
estadunidense, independientemente de los resultados de las elecciones
primarias que se realizaron ayer en California, Nueva Jersey, Nuevo
México, Dakota del Norte y Dakota del Sur. La estimación de Ap se
desprende del conteo de los votos obtenidos en los distintos procesos de
elección locales y de un sondeo entre los llamados superdelegados,
figuras prominentes del partido que pueden apoyar al candidato de su
preferencia en la Convención Nacional Demócrata en Filadelfia el próximo
25 de julio. De esta forma puede darse por hecho que la competencia
presidencial será entre Clinton y el republicano Donald Trump, quien ya
no tiene rivales en su partido.
Que ajusten los salarios de los políticos, dice
Apenas a un día de haber
quedado como los grandes perdedores, ahora los malhumorados son los
vengativos priístas: resulta que ya preparan otro ajuste, de esos que
prometieron no iban a ocurrir más cuando se aprobaran las reformas
estructurales. Sería bueno que ese ajuste se aplicara a los altísimos
salarios y las enormes prestaciones que reciben los políticos
encumbrados, para que sepan lo que es probar de esa
medicina amargaque nos han recetado por siempre al pueblo mexicano. Así entenderían no el mal humor, sino la furia del pueblo, que ya no cree en sus falsas e insultantes promesas.
Los agentinos andan más
exultantes de lo habitual: desde hace años tienen el mejor número 10 en
las canchas de mundo, pusieron a un gran jefe espiritual en el
Vaticano, una reina en Holanda y ahora anhelan que Susana Malcorra,
canciller de Macri, ocupe la secretaría general de la ONU.
Las elecciones del
domingo hacen pensar que, de momento, al menos, la ideología ha cedido
importancia al clamor por la eficacia. No necesariamente se trata de una
mala noticia: México requiere y merece una mejora cualitativa mayúscula
en buena parte de sus aparatos de gobierno. La falta de entusiasmo por
los gobiernos estatales y por los partidos políticos se manifestó en una
baja participación en la jornada electoral, que frecuentemente castigó
la falta de honradez y eficacia de los gobiernos en turno. Conseguir
gobiernos capaces de gobernar es una demanda crucial, que en esta
ocasión movilizó más votos que la ideología. ¿Qué sucedió en el plano
ideológico? Quizá el respiro poselectoral sea un momento propicio para
pensar en este asunto.
Los resultados
electorales auguran la derrota del PRI en 2018. Por más que en la cúpula
del dinosáurico partido quieran buscarle atenuantes y explicaciones
rebuscadas, lo cierto es que la mayoría de la ciudadanía que ejerció su
derecho a votar parece anunciar que no quiere en 2018 al Revolucionario
Institucional en la Presidencia de la República.
Los dirigentes que
auspician y mucho se sirven del modelo vigente, van, por todos los
confines, pregonando su idolátrica fe en la responsabilidad. Forman, sin
dudas pero muchos reclamos populares, un exclusivo club donde se
regodean a sus anchas. Ser responsables es su lema favorito y conjugado
en todas las variables verbales posibles. Parece ya un motejo para toda
ocasión y para liberarse de molestas pruebas. Son, fundamentalmente,
hombres (pocas mujeres, por cierto) a quienes se les llena el pecho
designándose de esa inelástica manera. Pero, centralmente, tiran de su
responsabilidad cuando buscan la aprobación de medidas dolorosas
(eufemismo de dañinas) para la población en general (austericidio ya
le titulan) Su uso se torna indispensable a la hora de tomar decisiones
que, con seguridad, afectarán el bienestar colectivo pero, de las
cuales, ellos se piensan a salvo. En verdad, tal parece que se tildan de
esa manera cuando ya no tienen –a lo mejor nunca tuvieron– razones para
sostener algo distinto a sus propios intereses o, para convalidar los
nerviosos mandatos de sus mentores y jefes.
Hay dos modelos básicos para hablar de las funciones de los bancos en una economía moderna. El primero es el de intermediación de fondos prexistentes (
fondos prestables). Tiene una larga tradición en la historia de la teoría económica. El segundo es el de creación monetaria.
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