10/12/2019

El virus de la cruzada anti-género en América Latina

Entrevista a la investigadora brasileña Sonia Correa

Las ofensivas antiderechos se intensificaron en la región desde 2013, de la mano de contextos económicos neoliberales, "los déficits de la democracia y más especialmente, la politización del dogmatismo religioso", señala la experta. Para alertar sobre los riesgos de la "des-democratización" que procuran esas corrientes, un grupo de investigadores de la región realizaron una campaña audiovisual, que Página/12 adelanta en exclusiva.
Los videos son el resultado de una investigación realizada en toda la región. 
“Desde 2013 asistimos a la erupción e intensificación de ofensivas antigénero en América latina. Aun cuando fueron gestadas en cunas católicas, esas cruzadas hoy involucran un conjunto muy diversificado y heterogéneo de actores y fuerzas. Tienen proyectos ambiciosos, como llegar al poder o erosionar la laicidad del Estado. Constituyen un elemento que no se debe minimizar o contornar en los análisis de los procesos de des-democratización que asistimos en el mundo y en la región”, alerta a Página/12 la académica brasileña Sonia Correa. Argentina exporta ideólogos de esa cruzada, como Agustín Laje y Nicolás Marquez, dos de sus caras más visibles y activas contrarias al derecho al aborto, y de manera más amplia a los derechos sexuales y reproductivos en la región, autores de “El libro negro de la nueva izquierda. Ideología de género o subversión cultural”.
¿Quiénes están detrás de esta avanzada? ¿Cómo se articulan mundialmente? ¿Qué estrategias manejan? ¿Qué impacto han tenido en Latinoamérica? ¿Qué rol juegan las iglesias católicas y evangélicas más conservadoras en esta trama antiderechos? Con la idea de responder estas preguntas, bajo la coordinación de Correa, un grupo de reconocidos investigadores e investigadoras de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Paraguay y Uruguay analizaron en profundidad el fenómeno en 9 países, sus orígenes y consecuencias, y están lanzando la síntesis de sus hallazgos en una serie de videos que se irán publicando a partir de hoy en las redes sociales del  Observatorio de Sexualidad y Política (SPW, por su sigla en inglés).
Página/12 adelanta en exclusiva uno de los contenidos audiovisuales que aborda la situación en la Argentina a partir de una entrevista con el abogado Maximiliano Campana, coordinador del Programa de Derechos Sexuales y Reproductivos de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Córdoba y director de la Clínica Jurídica de Interés Público de Córdoba. El rol de los argentinos Jorge Scala, Laje y Márquez, la campaña #ConMisHijosNoTeMetas planificada en el país por grupos evangélicos en alianza con organizaciones católicas –e importada de Perú--, el papel del Vaticano y del Papa Jorge Bergoglio, son algunos de los ejes que recorre Campana.
“La propagación de esta cruzada ha sido facilitada por las condiciones del contexto contemporáneo: la economía neoliberal, los déficits de la democracia y más especialmente, la politización del dogmatismo religioso”, agrega Correa, investigadora de la Asociación Brasileña Interdisciplinaria de Sida (Associaçao Brasileira Interdisciplinar de AIDS - ABIA), una de las más antiguas ONG que actúan en esta temática en Brasil, y co-coordinadora de SPW, desde donde se lleva adelante el estudio.
La investigación en cada país incluye un análisis de actores y redes transnacionales involucradas en esas movilizaciones. Un denominador común es que en todos los países las cruzadas antiderechos se apoyaron en infraestructuras que ya existían para oponerse al derecho al aborto. Otro hallazgo es que el ex presidente de Ecuador, Rafael Correa, que amenazó con renunciar si se despenalizaba el aborto en su país, fue la primera figura relevante en el continente en hablar públicamente contra la “ideología de género”, en 2014, en su programa semanal de radio y TV Enlace Ciudadano.
En diálogo con este diario, Sonia Correa adelanta los principales hallazgos del proyecto investigativo.
--Así como en Europa, las ofensivas antigénero se han deflagrado o se han hecho visibles en América Latina en los años 2012-2013. Pero no pueden ser comprendidas sin considerar antecedentes históricos y culturales de cada país. Tampoco se las puede analizar a fondo sin recuperar su genealogía, la cual lleva a los años 1990 cuando la `fórmula ideología de género” fue inventada por el Vaticano como respuesta a la adopción del término género en documentos intergubernamentales de Naciones Unidas, que se dio relacionada con la legitimación de los derechos humanos de las mujeres y los derechos sexuales y reproductivos. Esa reacción del Vaticano, además, debe ser leída, vinculada a la re-emergencia del integrismo católico en las décadas anteriores. También se evidencia que las condiciones económicas, políticas, sociales y culturales comunes a los nueves países estudiados han, de varios modos, favorecido el surgimiento y expansión de movimientos anti género. Estamos hablando de las desigualdades persistentes, de la economía neoliberal y sus efectos, de los déficits de democracia, el crecimiento de las iglesias evangélicas y, de modo general, la politización del dogmatismo religioso. Pero también de las camadas profundas de machismo y la aversión cultural a la diversidad de género y sexual.
--¿La intensidad de las movilizaciones antigénero y la amplitud de sus efectos varia a lo largo del tiempo y de país a país?
--Si, por ejemplo, en 2016 y 2018, asistimos a picos en Colombia, durante el referendo por la paz, y en Costa Rica y Brasil en período de elecciones presidenciales. En los dos primeros casos, la intensidad de esos ataques se redujo pero no en Brasil donde las posiciones anti género están muy relacionadas el gobierno de Jair Bolsonaro y sus bases parlamentarias. En los demás países se constata acciones de más baja intensidad, pero constantes que pueden explotar en momentos fuertes, como marchas.
--En todos los países encontraron una alianza ecuménica entre católicos y evangélicos y otras expresiones religiosas cristianas?
--Si, pero de manera general, esas movilizaciones ya no son exclusivamente religiosas pero cuentan con un gran y variado número de actores y organizaciones seculares. Hay también fuerte presencia de actores del sistema político: miembros de partidos, parlamentarios, funcionarios de Gobierno. Pero también se contabilizan voces jurídicas, biomédicas y de la psicología o psiquiatría, demografía y pedagogía/educación.
--¿Hay en esas configuraciones vínculos con circuitos y actores transnacionales?
-- No son expresiones exclusivamente nacionales. Eso se da vía redes de la Iglesia Católica, desde siempre transnacional, como es el caso de la muy antigua Human Life International. Hay también nuevas formaciones globales que son de inspiración religiosa pero que aparecen como iniciativas seculares de ciudadanos, donde el ejemplo más flagrantes es CitizenGo, el brazo digital de la ONG española Hazte Oír. En ese mismo registro hay que contabilizar Alliance for Defending Freedom que está más vinculada al universo del evangelismo. Y ganan cada vez más visibilidad la estrategia de las consignas transnacionales como #ConMisHijosNoTeMetas que proyectan la imagen de redes pero que no lo son.
--¿Qué argumentaciones usan?
--Las cruzadas anti género ya no propagan hoy predominantemente visiones y argumentos de tono religioso. De hecho sus discursos son cada vez menos religiosos, lanzando mano de un lenguaje de derechos y de argumentos científicos, especialmente biológicos, pero también demográficos y epidemiológicos. Despliegan también argumentos legales, en general derivados de las teorías del derecho natural o neo-tomistas. Y hay varias voces del campo antigénero que, desde hace mucho tiempo, desarrollan tesis y argumentaciones que dialogan directamente con la filosofía y la ciencia política feminista, neo-marxistas o mismo liberal. Desde hace mucho en el campo antigénero, se combina una producción más erudita, como son los documentos del Vaticano y otros textos volcados hacía públicos mejor informados y una avalancha de discursos y consignas populares muy esquemáticos.
--¿Qué han conseguido?
--En todos los países las campañas antigénero han tenido efectos negativos, aunque en gradaciones diferenciadas. Eso se verifica, sobretodo, en el campo educacional, con la suspensión de los currículos de educación sexual e igualdad de género, denuncias de profesoras/profesores o mismo amenazas legales a las simples difusión de la teoría o perspectiva de género. En Brasil, has sido presentados en la Cámara de Diputados 15 proyectos de ley que sancionan esa difusión, 7 de ellos son leyes penales, o sea apunta a la “criminalización del género”. Pero también hay efectos sobre leyes de violencia de género, como en el caso de Ecuador y, sobre todo, están atacando la adopción de leyes de identidad de género como en Chile y Uruguay. Pero más allá de sus impactos sobre políticas o leyes específicas las ofensivas anti-género son decididamente antifeministas y, en la mayoría de los países, descalifican las vivencias de la diversidad sexual. En muchos casos están insuflando pánicos morales contra “figuras del sexo fuera del orden”. Más importante aún, en todos países, aún que con resultados variables, buscan “colonizar el aparato de Estado” sea por la vía parlamentaria, en el ejecutivo, o en la Justicia. Tienen proyectos ambiciosos, como llegar al poder o erosionar la laicidad del Estado. Constituyen un elemento que no se debe minimizar o contornar en los análisis de los procesos de des-democratización que asistimos en el mundo y en la región. En el plano político, demandan acciones cada vez más articuladas entre feministas, las comunidades LGTBTTI, organizaciones y redes de derechos humanos, grupos de comunicación alternativa, la grande prensa y mismo actrices y actores del sistemas político. De todas formas, aun cuando esas ofensivas involucren fuerzas muy poderosas y sus efectos sean ya hoy muy negativos en lo que concierne los derechos humanos y la democracia, los estudios han identificado distintas formas de respuesta y resistencia.

10a Aniversario de Tiempo de Mujeres, Spanish Day, Encuentro de radios comunitarias universitarias en CFRU



Madeleine Speed Hilda Venegas y SergioPochón
te dan la mas cordial de las bienvenidas al XXVI 
Encuentro De Radios Comunitarias Universitarias En Canada
celebrando el Décimo Aniversario de 

radio con perspectiva de género
CFRU 



ENTREVISTA 
Productora de 

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Spanish Day
24 Horas de Programacion en Español 
en CFRU en la Universidad De Gueph en Ontario Canada 
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del encuentro de radios en Canada
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Épica de la lucha obrera


El 20 de febrero presentaremos en el Bira kulturgunea de Bilbao un libro, publicado junto con Argia, que recoge los testimonios de las huelguistas de las residencias de Bizkaia: Berdea da more berria (el verde es el nuevo morado). En la presentación participará la autora Onintza Irureta Azkuna junto con Irantzu Varela Urrestizala. Recogemos aquí el prólogo del libro, escrito por Irantzu.
Irantzu VarelaIrantzu Varela Urrestizala, periodista feminista (este texto es el prólogo del libro Berdea da more berria)
En la épica de la lucha obrera, ha habido pocas mujeres.
Sujetamos a los bebés en brazos en los cuadros, pedimos pan y rosas, o marchamos al lado de “nuestros” hombres… pero pocas veces la épica de la lucha obrera la hemos escrito nosotras.
Yo conocí la conciencia feminista a la vez que la de clase, porque en mi casa todo el mundo trabajaba mucho, pero las mujeres no cobraban
Porque la lucha obrera ha entendido demasiado tiempo que la principal opresión es que los patrones robaran la fuerza de trabajo a los hombres que dejaban cada día sus casas para ganarse una supervivencia que llegaba justo para que no se murieran.
La lucha obrera se ha dibujado en fábricas, talleres, minas, cadenas de montaje, obras, barcos, campos… se ha pintado con brazos fuertes, manos grandes, barbas y voces graves. Y así ha quedado un cuadro en el que -al menos parte de- la lucha obrera sigue pensando que la principal opresión que se da en el capitalismo, es la opresión de clase. Como si no hubiera opresiones -y opresores- dentro de la misma clase.
Por eso no dudé en hacer lo que me pidieron para convencer a quien tuviera dudas de que esto era una lucha feminista. Por eso me emocioné cuando me pasaron el megáfono en una de sus movilizaciones
La lucha obrera ha pensado poco, y ha luchado menos, por todas esas mujeres que construyeron una red invisible pero indestructible para que los hombres, de vuelta a casa de esas fábricas, esos talleres, esas minas, siguieran vivos. Y sus hijos. Mujeres que daban de comer, de dormir, de beber, de cuidar en la enfermedad y en la vejez a los eslabones de la cadena de montaje, que cosían las redes que pagaban los barcos, que se agachaban igual que ellos en los campos.

La lucha obrera ha reconocido que siempre ha habido mujeres trabajando, pero sólo lo ha hecho cuando trabajaban al lado de ellos, igual que ellos, seguramente cobrando menos que ellos.
Pero la épica de la lucha obrera no ha sido justa con las mujeres cuya fuerza de trabajo ha sido robada desde que supieron fregar hasta la muerte, sin jornadas de ocho horas ni bajas remuneradas ni vacaciones pagadas. Con las que parían fuerza de trabajo, alimentaban y cuidaban fuerza de trabajo, garantizaban que siguiera habiendo fuerza de trabajo, con su trabajo. Al que nadie, ni ellas mismas, llamaban trabajo.

Por eso guardo esa camiseta verde de mujeres valientes, que estuvieron más de un año peleando. Y que ganaron la lucha, pero perdieron mucho
El único trabajo verdaderamente imprescindible y sin el que no sobreviviría el capitalismo, pero tampoco la especie humana, es cuidar. Y cuidar es un trabajo que el capitalismo nos ha impuesto a las mujeres, y ni siquiera se ha dignado en pagar mal nuestra fuerza de trabajo. Nos ha obligado a cuidar por amor, por culpa, por costumbre, por mendicidad, para que no nos señalen o para que no nos maten.
Y, cuando ya no teníamos -ni siquiera entre todas- amor para cuidar a toda la humanidad, y para seguir dando mano de obra baratita a un mercado que nos pagaba en aire… pues empezaron a pagarnos.
Cuidar se convirtió en un trabajo de verdad, porque era un trabajo pagado. El trabajo peor pagado de todos. El trabajo más precario de todos. El trabajo con menos derechos de todos. El trabajo más feminizado de todos.
La épica de la lucha obrera está llena de mujeres feministas. La épica de la lucha feminista está llena de mujeres obreras
El trabajo que siempre ha sido nuestro trabajo.

Yo conocí la conciencia feminista a la vez que la de clase, porque en mi casa todo el mundo trabajaba mucho, pero las mujeres no cobraban. Y ellas eran conscientes de que eso era injusto, pero era lo que había. Y ellos creían que eso era lo que tenía que haber.
Por eso no entiendo el feminismo, si no es lucha obrera. Y por eso no entiendo la obrera como una lucha, si no es feminista.

Por eso no tuve que hacer muchos análisis para entender que la lucha de las trabajadoras de las residencias de personas ancianas de Bizkaia era una lucha obrera y feminista.
Porque pedían mejores condiciones laborales, pero también mejores condiciones de trabajo. Pedían cobrar un salario más justo, pero también más tiempo para que el cuidado de las personas con las que trabajan no fuera ganadería, fuera cuidado. Y así podrían sentir que lo suyo no era supervivencia, era trabajo.
Un sector masivamente feminizado, vergonzosamente precarizado, en el que se mercantiliza hasta convertir en una cadena de montaje el cuidado, es una lucha obrera y feminista. Y es una lucha feminista y obrera.
Por eso no dudé en hacer lo que me pidieron para convencer a quien tuviera dudas de que esto era una lucha feminista. Por eso me emocioné cuando me pasaron el megáfono en una de sus movilizaciones. Por eso supe que iban a ganar el día que estuvimos animándolas en la acampada en el Arriaga. Por eso guardo esa camiseta verde de mujeres valientes, que estuvieron más de un año peleando. Y que ganaron la lucha, pero perdieron mucho. Que se cansaron, que se quemaron, -algunas hasta se divorciaron-, que se enfadaron, que se enfrentaron a patrones que se agarraban los huevos, porque sólo respetan eso.
Ellas no tenían ni idea de hasta dónde iban a llegar, por eso empezaron la lucha.
Creo que son un ejemplo por muchas cosas: por lucha obrera y feminista, por valientes, por ganar a los que se agarran los huevos, por pelear no sólo por ellas, por saber que algunas tienen que perder mucho, para que no lo perdamos todo…
La épica de la lucha obrera está llena de mujeres feministas. La épica de la lucha feminista está llena de mujeres obreras.
Gracias por ser ellas.

Congreso capitalino se prepara para reconocer “trabajo sexual” como actividad laboral

Congreso capitalino se prepara para reconocer “trabajo sexual” como actividad laboral




Ciudad de México. Aprovechando la posibilidad de crear una Ley de Trabajo no Asalariado para la Ciudad de México, diputados locales de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Encuentro Social (PES) y Partido de la Revolución Democrática (PRD) trabajan en una reforma para reconocer el “trabajo sexual” como una actividad laboral que se debe proteger, garantizar y desarrollar de manera profesional.
Desde julio, los legisladores capitalinos buscan actualizar el reglamento para personas trabajadoras no asalariadas, en particular para regular el comercio informal y el uso de la vía pública; en este contexto los diputados han aprovechado la oportunidad para reconocer en la ley el “trabajo sexual”, algo que no se logró durante la redacción de la Constitución Política de la Ciudad de México, aprobada en 2016.
Los diputados Temístocles Villanueva Ramos (Morena), Víctor Hugo Lobo Román (PRD) y José Fernando Aboitiz Saro (PES) han presentado tres propuestas en la materia y aunque la más publicitada es la del legislador de Morena, lo cierto es que son tres fuerzas políticas las que se han manifestado a favor de una actividad que para algunas organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres encubre la explotación sexual comercial.  
Iniciativas presentadas
  • Temístocles Villanueva Ramos (Morena): Ley del Trabajo no Asalariado para la Ciudad de México
  • Víctor Hugo Lobo Román (PRD): Ley que Regula el Ejercicio del Comercio en Vía Pública y del Trabajo No Asalariado
  • Fernando Aboitiz Saro (PES): Ley de Trabajo No Asalariado de la Ciudad de México
  • Ricardo Ruiz Suárez (Morena) y Fernando Aboitiz Saro (PES): Iniciativa ciudadana de Ley que Regula el Ejercicio del Comercio y el Trabajo No Asalariado en la Vía Pública en la Ciudad de México
  • Fernando José Aboitiz Saro, Jannete Elizabeth Guerrero Maya, Guillermo Lerdo de Tejada Servitje, Gabriela Quiroga Anguiano, Teresa Ramos Arreola, Lilia Eugenia Rossbach Suárez, Paula Adriana Soto Maldonado: Iniciativa de reforma a la Constitución Política de la Ciudad de México sobre derecho al trabajo
  • Margarita Saldaña Hernández (PAN): Ley de los Derechos de las Personas Trabajadoras no Asalariadas
La Constitución Política de la capital, que entró en vigor en 2017, establece en su Artículo 10 que la Ciudad debe garantizar el derecho de las y los trabajadores informales a realizar un trabajo digno, con esta premisa y con la tarea de aprobar una ley secundaria, la primera Legislatura del Congreso local trabaja en una propuesta para retomar un tema que se ha tocado desde 2007, cuando se propuso crear la Ley de protección al sexoservicio para el Distrito Federal.

Propuesta de Morena

A 12 años de aquel intento por legalizar el “sexoservicio” en la capital, el pasado 5 de septiembre el morenista y presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso local, Temístocles Villanueva Ramos, propuso una ley en la que se incluye un capítulo dedicado al llamado “trabajo sexual”, el cual se denomina “De las personas trabajadoras no asalariadas que ejercen el servicio sexual” e incluye once artículos.
La propuesta del legislador es señalar que quienes se autonombran “personas trabajadoras sexuales” realizan una actividad no asalariada y ejercen una actividad económica en la vía y el espacio público, por tanto, deben contar con políticas y lineamientos para respetar, garantizar, vigilar y controlar este trabajo, así como para prevenir, detectar, vigilar y controlar las consecuencias potenciales de la actividad.
El Artículo 28 de la propuesta de ley establece atribuciones de las autoridades del Gobierno de la Ciudad de México como:
— Reconocer el ejercicio del servicio sexual, con las limitantes de salvaguardar la salud pública, la moral y las buenas costumbres
— Adoptar medidas para la prevención y control del servicio sexual
— Fijar las condiciones y requisitos referidos al servicio sexual, ubicación y horarios para el desempeño de esas actividades
La iniciativa de Villanueva Ramos dice, en el Artículo 27 que el “trabajo sexual” se ejerce a través del intercambio de “servicios sexuales” entre personas adultas de mutuo acuerdo y puede o no, tener una contraprestación con o sin contrato.
Otras consideraciones de esta propuesta son crear un registro confidencial de personas trabajadoras de esta rama para otorgarles licencias y tarjetas sanitarias; establece que “no podrán ejercer el servicio” en estaciones del metro, mercados, estacionamientos, escuelas y otros lugares públicos; se creará una página web para intercambiar opiniones sobre el trato de los clientes y las personas trabajadoras podrán acceder a seguro por incapacidad o enfermedad y cursos de capacitación.  
En julio pasado el Congreso capitalino organizó una serie de foros sobe trabajo no asalariado a fin de cumplir con el mandato constitucional de aprobar una ley secundaria en la materia el 17 de septiembre, plazo que no se cumplió, por lo que en septiembre, cuando se presentó la propuesta del diputado Temístocles Villanueva Ramos, agrupaciones como Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer “Elisa Martínez” A.C. y la Red Mexicana de Trabajo Sexual alertaron sobre las inconsistencias del proyecto.
A petición de las personas trabajadoras sexuales, en su mayoría colectivos de mujeres trans, y con apoyo del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (Copred), institución que se ha declarado a favor de proteger el “trabajo sexual”, la Comisión de Derechos Humanos del Congreso local ha tenido cinco reuniones con personas “trabajadoras sexuales “para que las agrupaciones civiles presenten sus observaciones a la propuesta de ley.
Entre las principales observaciones de los colectivos es que se debe reconocer que la remuneración de los “servicios sexuales” puede ser monetaria o en especie, el registro al padrón debe ser voluntario, que la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo debe establecer espacios públicos para ejercer esta actividad y la Secretaría de Seguridad Ciudadana debe vigilar dichos espacios y garantizar la seguridad de las personas trabajadoras.
Asimismo, los colectivos pidieron eliminar la gestión de página web; garantizar que estas personas accedan a servicios de salud sexual y reproductiva, que puedan acceder a la seguridad social, que se ofrezcan cursos de capacitación técnica y profesional y prohibir que se limite el ejercicio al “trabajo sexual” a la portación de una licencia.  Las observaciones aún se siguen trabajando.

Pronunciamiento de Abolicionistas

En contraste, el 7 de octubre mujeres agrupadas en el “Frente Nacional Feminista Abolicionista” manifestaron en una carta abierta su rechazo a la reglamentación de la “prostitución” como trabajo no asalariado (o asalariado) porque consideraron que legitima una actividad que enmascara la trata y la explotación sexual de mujeres, adolescentes y niñas y niños, quienes son reducidos a objetos que se pueden comprar, vender o alquilar.
Para el abolicionismo, la prostitución es la violencia sexual más antigua contra las mujeres, una actividad o estrategia de sobrevivencia, ligada a la pobreza, falta de empleos dignos, salarios de miseria, migración, clasismo y racismo, que encierra un alto grado de violencia sexual, física y psicológica;
Pronunciamiento de abolicionistas, del 3 de octubre de 2019
Es por ello que las mujeres de este frente llamaron al Congreso a desechar las iniciativas que intentan reglamentar la “prostitución” por contravenir el marco jurídico nacional e internacional de los Derechos Humanos, lo que se ha intentado por cinco legislaturas consecutivas y que no ha prosperado por no estar apegado a derecho.
Recientemente, en 2016, cuando se redactaba la Carta Magna de la capital, el entonces jefe de Gobierno y hoy senador, Miguel Ángel Mancera Espinosa, y su quipo redactor, donde estaba la antropóloga feminista Marta Lamas, propusieron incluir el “trabajo sexual” en el texto constitucional; sin embargo, la propuesta no encontró respaldo en las diputadas constituyentes.
Hace unos meses, en junio pasado, cuando entró en vigor la Ley de Cultura Cívica de la Ciudad de México el tema del “trabajo sexual” volvió al debate público porque los grupos a favor de esta actividad pidieron que se quitara la infracción de “invitar a la prostitución o ejercerla, así como solicitar dicho servicio”, especificación que se mantiene en la ley.
En este contexto, el “Frente Nacional Feminista Abolicionista”, consideró que sí es necesario abrogar la sanción establecida en la Ley de Cultura Cívica, pero señalaron que también es importante legislar para obligar a que se diseñen y pongan en práctica políticas públicas de salida de la prostitución y se doten de mecanismos de exigibilidad y justiciabilidad de los derechos sociales, económicos, culturales ambientales para todas las personas.
Las mujeres también pidieron audiencia con las Comisiones de Justicia, de Participación Ciudadana y de Igualdad de Género del Congreso local para discutir su propuesta y organizar un foro para la discusión de las iniciativas porque es de recordar que en el Congreso hay por lo menos cinco iniciativas, tres de las cuales incluyen el reconocimiento del “trabajo sexual”.

 

Tarantino, amor al cine, katanas, venganza y autodefensa


Es complicado no dejarse llevar por la pasión que imprime Quentin Tarantino a todas sus películas. Para muchas personas, entre las que me incluyo, los estrenos de sus films son todo un acontecimiento y una experiencia cinematográfica muy especial que esperamos con ganas. Ver a Tarantino en pantalla grande es una maravilla. Su última película hasta el momento, ‘Érase una vez en Hollywood’, se estrenó el 15 de agosto y todavía se mantiene en cartelera aguantando el tirón.


‘Érase una vez en Hollywood’, la última película de Quentin Tarantino, es el particular homenaje que el cineasta realiza al Hollywood de los años 60. Tarantino ama el cine y esa época, ama el formato 35 y 16 milímetros, odia a los y las hippies, y sigue jugando con la historia construyendo un cuento de hadas en el que las estrellas guapas, jóvenes y rubias pueden seguir brillando. Hay guiños a la libertad de las mujeres, a esas jóvenes despreocupadas y guapas que hacen autostop en una ciudad como Los Ángeles. Y sobre todo en este cuento de hadas se cuestiona de raíz la construcción de las masculinidades patriarcales. Éstas están tardando más en desaparecer que el Hollywood que adora Tarantino, pero no cabe duda de que tiene los días contados. Rick Dalton (Leonardo DiCaprio) y sobre todo Cliff Booth (Brad Pitt) deambulan por un universo condenado a desaparecer.
La última película de Tarantino es la escusa perfecta para poder repasar toda su trayectoria, marcada por el impacto que causó en nuestro imaginario la película ‘Kill Bill’. Hay aspectos que devienen complejos. Tarantino ha rodado casi todas sus películas bajo la protección de Harvey Weinstein, siendo consciente de las andanzas del depredador sexual. Incluso pidió disculpas públicamente por no haber hecho lo suficiente para parar los abusos. En sus películas es capaz de incluir sexismo y reivindicaciones feministas. Por ejemplo en ‘Death Proof‘, una de sus propuestas más radicales, combina la objetualización y fragmentación del cuerpo femenino con una defensa feroz del uso de la violencia y de la venganza como recursos para afrontar la violencia de género.
En 1992 Tarantino presentaba ‘Reservoir Dogs’ su ópera prima en el Festival de Cannes horrorizando y maravillando a la crítica y al público con una propuesta diferente. Un grupo de delincuentes, un ambiente claustrofóbico, muchos planos secuencia, conversaciones interminables, flash backs, distorsión de la linealidad, una historia que el público tiene que construir y, sobre todo, el tratamiento de la violencia serán las marcas de su filmografía. Después de ‘Reservoir Dogs’ llegaría ‘Pulp Fiction’ (1994).
En sus dos primeras películas predominan los universos masculinos. En la primera, salvo alguna camarera que sale en pantalla de forma casual no existe ningún personaje femenino y abunda la testosterona y los machotes. En la segunda no cambia demasiado el panorama ni el planteamiento. La presencia de Mia Wallace apunta a todas las posibilidades que puede tener la actriz Uma Thurman en una película de Tarantino, e impresiona por las secuencias que protagoniza, pero poco más.

‘Jackie Brown’, black woman power



‘Jackie Brown’ (1997) es su primera aproximación a un personaje femenino complejo y visualmente imponente. Con Jackie Brown empieza el espectáculo. La película es un sentido homenaje a la actriz Pam Grier. Grier, una de las más destacadas actrices y musas del cine blaxploitation, el cine protagonizado por actrices y actores negros, con música afroamericana y con grandes vinculaciones con el cine de explotación lleno de violencia, persecuciones y drogas. Música funk, gafas enormes, pantalones de campana, camisas de cuellos con mucho escote y tías duras recorren las calles de diferentes ciudades. Los papeles más célebres de Pam Grier fueron el de la enfermera que se venga de los narcotraficantes responsables de la adicción de su hermana y de la destrucción general de la ciudad en ‘Coffy ‘ (1973) o el de Foxy, la mujer que se hace pasar por prostituta para vengar la muerte de su novio en’ Foxy Brown’ (1974).
La ya mítica secuencia con la que comienza la película ‘Jackie Brown’ es todo un homenaje a la actriz y a su personaje. Jackie anda y pisa como lo hacen las mujeres fuertes. Pero ser una mujer fuerte no te garantiza que dejes de estar rodeada de imbéciles. La policía descubre sus trapicheos y la presiona. Jackie decide darle la vuelta a la situación y valerse de las vulnerabilidades femeninas. Usa la poca estima e importancia que le atribuyen los hombres a su favor. Con la ayuda de Max urde un inteligente plan para vengarse de todos los hombres que la han utilizado y la amenazan con sus vulnerabilidades de azafata con una cierta edad que trabaja en una compañía aérea de segunda categoría. Es una venganza fría, calculada, sin violencia física, pero venganza al fin y al cabo.
El aspecto de Jackie, su seguridad, sus decisiones son todo un chute de empoderamiento. Las mujeres de las películas de Tarantino se construyen por su aspecto físico y tienen un poderío visual como pocos personajes lo han tenido en el cine. Su personaje más icónico es sin duda el personaje de Beatrxix Kido o la Mamba Negra, de ‘Kill Bill’.

‘Kill Bill’, mucho más que una katana y un mono amarillo



Tarantino bebe de películas como’ Hannie Caulder’ (1971), ‘They Call Her One Eye’ (1973) o de ‘Faster, Pussycat! Kill! Kill!’ (1965). ‘Kill Bill’ recoge la herencia de todas estos filmes y junto a la influencia de las películas de kung fu de los años 70 y los lleva a un nuevo plano y a una película que se ha convertido en clave de la historia del cine. Una de las primeras secuencia de ‘Kill Bill’ es una lucha a muerte entre la protagonista y Vernita Green antiguamente conocida como Cascabel. Una generosa secuencia que no se limita a la habitual pelea de gatas de mujeres en el cine. La pelea se detiene porque llega la hija de Vernita del cole. ¿Cuándo habíamos visto anteriormente algo así en el cine?
En ‘Kill Bill’ hay violencia a raudales. Y de muchos tipos. La protagonista es objeto de violencia sexual. Cuando está en coma, el enfermero Buck la viola y la vende por 75 dólares a cualquier hombre que lo desee. Es importante no pegarle y no dejarle marcas. Ella responde contundente. Arranca el labio al agresor y machaca la cabeza del enfermero con una puerta. No es el objetivo principal de la película denunciar esta violencia, sino empatizar con el personaje protagonista e ir desgranando su historia. Los abusos de enfermeros o carceleros hacia sus pacientes o reclusas son habituales en el cine. Responder a ellas ya no tanto. Sarah Connor en ‘Terminator 2’ también había agredido a uno de los guardias de la institución mental en el que la tienen presa.
La violencia en el cine de Tarantino es un proceso y un fin en sí mismo. Se trata de disfrutar o de horrorizar, o de ambas a la vez. Importa la puesta en escena, la espectacularidad, porque la violencia es sobre todo espectáculo. Cuando se estrenó ‘Kill Bill’ existían muy pocas referencias en el cine dirigido al gran público de mujeres que se rebelaran con violencia para combatir la violencia que habían sufrido y que albergaran sentimientos de venganza y se lanzaran a ella con pasión. La violencia y la venganza eran estrategias reservadas para los personajes masculinos. Ni siquiera ‘Thelma y Louise’ llegaba a rozar tamaña transgresión. Ellas buscaban justicia y no venganza.
Pero no sólo de violencia y venganza vive la protagonista y el público. Es vibrante acompañar a la Mamba Negra a Okinawa para que le fabriquen una katana que la haga aún más letal, es emocionante ver cómo recibe las enseñanzas de Pai Mai, ese maestro de kung fu de opereta que odia a las mujeres, es alucinante ver a la Mamba Negra enfrentarse sola a los 88 maníacos o ver sus enfrentamientos a muerte con Elle Driver y con O-Ren Ishii. Si incluso consigue salir del ataúd en el que le han enterrado….Tras ese momentazo solo cabe preguntarse: ¿cómo no la vamos a considerar un símbolo? ¿cómo no va a ser uno de nuestros referentes cinematográficos más relevantes? Es casi imposible que no sea así.


Ayuda mucho también el enfrentamiento que tiene con Bill. La última parte de la película es un duelo al sol digno de cualquier western. Maestro y discípula se miden y se retan. Solo puede quedar uno de los dos. La naturalidad y la familiaridad de las conversaciones cotidianas se mezclan con las conversaciones pendientes que llevamos esperando toda la película, la domesticidad que permite una breve tregua es angustiosa y crea una tensión increíble.


La Mamba Negra confiesa que pasó de ser la asesina más letal del mundo a tener miedo por su bebé. Le gustaba matar, disfrutaba mucho con su trabajo. Este cambio le da una profundidad mayor a su personaje. La Mamba Negra ya no puede ser solo la Mamba Negra desde el momento en el que decide ser madre. Eligió a su hija y no a Bill, su amante. Bill ejerció todo el poder que le daba su posición de macho herido y arrasó con todo. Su error, no matarla.
La leona que se reúne con su cachorra se erige en una de las más claras rebeldes y peligrosas de los últimos tiempos. Por sus acciones, por su estética, por su capacidad de no rendirse, de ser violenta, de dinamitar un sinfín de mandatos de género nos sorprendió e impacto en el momento de su estreno y nos sigue inspirando y haciendo gozar cada vez que volvemos a ver las películas.


No es el personaje interpretado por Uma Thurman la única mujer poderosa de las dos películas. Elle Driver o Crótalo de California, interpretada por Daryl Hannah, quien ha ocupado el lugar de la Mamba Negra en la vida de Bill y O-Ren Ishii -Lucy Liu o Gogo Yubari, la cruel asesina vestida de colegiala. La historia de O-Ren Ishii es brutal y se narra con dibujos manga lo que hace que la violencia aumente. Después de que el jefe de la Yakuza matara a sus padres, juró venganza. Aprovechó que el jefe era un pederasta para meterse en la cama con él y matarlo brutalmente en una orgía de sangre. Luego se convertirá en una de las mejores asesinas del mundo con tan solo 20 años y en jefa de la Yakuza.
Al igual que en ‘Jackie Brown’ la estética tiene una importancia total: el mono amarillo de la protagonista, el parche en el ojo y el vestido de enfermera sexy de Elle Driver, su silbido, las mujeres con armas, las cantantes del restaurante…La forma es esencial.

‘Death proof’, el placer de la venganza



‘Death proof’ forma parte junto a ‘Planet Terror’ de Robert Rodríguez del proyecto ‘Grinlhouse’. Los dos cineastas se lanzaban con sendos homenajes a las salas de cine de programación doble que proyectaba cine de serie B, cine de explotación, cine de artes marciales, cine con gran contenido erótico y sexual en la década de los 70, cine gore, cuando eran unos niños. Hablamos de los cines populares y baratos y de pura dinamita.
En las dos películas tenemos personajes femeninos potentes y violentos. La mayor parte de estas mujeres tienen cuerpos impresionantes y una sexualidad exuberante que se fusiona con la violencia. Cherry, la gogó sexy que se parece a Ava Gardner, o Dakota, la enfermera que se convierte en una mujer letal con sus jeringuillas enganchadas a un liguero, son puro sueño patriarcal hecho carne. Pero son mucho más. Cherry fusiona su cuerpo con una metralleta. Sigue siendo impresionante ver las secuencias en las que dispara, salta, y casi vuela. Dakota es la hija del sheriff y hermana del ayudante del sheriff. Está casada con un médico que la maltrata y que lleva fatal que su mujer le sea infiel. Que se haya enamorado de otra mujer es pura pupa para esa masculinidad que representa. Así, las representaciones devienen complejas y el uso de la sexualidad femenina puede llegar a devenir en algo muy poderoso e inspirador.


Comienza ‘Death proof’ con unos pies femeninos en el salpicadero. Luego vienen unas piernas, un culo, un dedo en el coño de una chica que no aguanta el pis…. Pura fragmentación del cuerpo femenino de manual. Una secuencia muestra a una de las protagonistas bailando sensualmente delante de un hombre ¿Es ‘Death proof’ una película sexista? No. Es una película que juega con elementos sexistas y va radicalizando su discurso hasta convertirse en una película imprescindible en los feminismos. Parte de este juego es llevarnos por todo este recorrido y terminar empatizando totalmente con las protagonistas. Para entonces ya se nos han olvidado las secuencias iniciales.
En ‘Death proof’ un grupo de chicas, jóvenes, guapas, independientes se van de fin de semana solas, a hablar de sus cosas, beber, fumar porros y todo sin follar. Hablan, hablan sin parar hasta que terminan en un bar de carretera en el que sus caminos se cruzan con el especialista Mike, un depredador sexual que se dedica a fotografiar mujeres, un cazador que localiza a sus presas y luego las mata. Cuando termina con el primer grupo, irá a buscar otro. Pero en esta ocasión Mike no saldrá victorioso. Mike, te vas a equivocar y mucho.
Desde que vemos el segundo grupo de mujeres tenemos deseos de que se venguen de Mike. La tensión es inmensa. Sabemos que estamos viendo una película de Tarantino, y que Mike se ha confundido. El nuevo grupo de chicas no se va a limitar a asustarse cuando Mike las ataca. Podían haber huido, podían haberse metido en casa a llorar y a pasar el susto. Pero no, vara de hierro en mano, deciden ir a por él. Ir a matarlo y también a humillarlo. Algo cambia y podemos escuchar resquebrajarse un poco el orden patriarcal de la mano de este grupo de chicas que matan a golpes a un depredador sexual. Tarantino juega de forma vil con nuestros sentimientos. Si somos capaces de ver la película -no todo el mundo puede- y disfrutamos con las protagonistas de ese épico final con el broche de oro de la canción de April March. Y de nuevo nos regala iconos y referencias, como esa Zöe Bell encima del capó del coche jugando a mástil de barco.

‘Malditos bastardos’, ‘Django desencadenado’ y ‘Los odiosos ocho’

En las siguientes películas de Tarantino tanto el protagonismo femenino como su tratamiento es desigual. ‘Malditos bastardos’, la primera película en la que Tarantino juega con la historia y con la Segunda Guerra Mundial y el nazismo, cuenta con Shoshana Dreyfus, única superviviente de la masacre de su familia. Varios años después, escondida bajo la identidad de Emanuelle Mimieux o Mimmy, gestiona un cine y busca venganza. Pero a diferencia de los personajes ya analizados se confía, baja la guardia, algo que le costará la vida. Lo mismo ocurre con el personaje de Bridget von Hammersmark, la actriz alemana que trabaja para el Gobierno británico. Es torpe, muestra debilidad y no conseguirá sobrevivir….


En ‘Django desencadenado’, una historia ambientada en la época de la esclavitud, es Django quien tiene todo el protagonismo. Sorprende que Broomhilda, la esclava que sabe hablar alemán, sea un mero personaje secundario sin más entidad que asumir el rol de princesa en apuros. Es la excusa para que su marido la tenga que salvar. La prostituyen, en momentos decisivos se desmaya, la secuestran y, cuando finalmente la salvan, aplaude como una boba. ¿De verdad?


‘Los odiosos ocho’, el primer western oficial de Tarantino, cuenta con un personaje femenino interesante. Daisy Domergue se encuentra en apuros. El cazarrecompensas John Ruth la lleva en una diligencia hacia Red Rock para que la justicia dé buena cuenta de ella. La ventisca hace que se queden en el refugio de Minnie, un lugar inquietante y lleno de misterios. Daysy no deja de ser un personaje más en el puzle que el público debe construir y para las fans tarantinianas se nos queda corta su presencia.
Si algo queda claro con este repaso a la filmografía de Tarantino es que nos proporciona nuevos modelos y referentes en un contexto de cine dirigido al gran público. Ha construido iconos que inspiran y empoderan. Ha dinamitado y destruido la noción de víctima. Hemos interiorizado y crecido con su legado, un legado que ha ensanchado las posibilidades de los personajes femeninos en el cine. La violencia, la venganza, la espectacularidad, la épica, el entretenimiento también son cosa nuestra.

Militancia, racismo y prostitución


Una de las reivindicaciones históricas del feminismo es la abolición de la prostitución, y más hoy en día, cuando el lobby proxeneta cuenta con una gran cantidad de organizaciones a nivel internacional, pseudosindicatos de prostitutas y hasta partidos y representantes políticos de todos los colores que defienden el negocio bajo el pretexto de la libertad individual femenina. Los envites del lobby proxeneta contra el feminismo y contra las mujeres son de una magnitud extrema. Mientras, se inauguran macroburdeles, locales de concentración de mujeres víctimas de trata, en los que son violadas una y otra, y otra, y otra vez. Ante esto, alguien que se hace llamar feminista no puede andarse con medias tintas o eludiendo el debate, por polémico, incómodo o encendido que sea.
Precisamente, hace pocas semanas preguntamos por el tema al colectivo Afroféminas a través de las redes sociales. Huelga decir que la existencia de colectivos de mujeres afrodescendientes feministas es algo enormemente positivo, ya que pueden abordar en primera persona los problemas concretos que enfrentan esas mujeres, casi siempre pertenecientes a los estratos más bajos de la sociedad, siendo más vulnerables a todo tipo de discriminaciones y explotaciones – como la laboral y la sexual -, lo cual complica mucho la posibilidad de articularse para defender sus derechos. Es por esto que es particularmente necesaria la existencia de este tipo colectivos dentro del movimiento feminista.
Entre el contenido de la web de Afroféminas pueden encontrarse artículos muy variados, acerca de los prejuicios racistas, el pelo afro – que tiene su propia sección, como la tienen las cuestiones de moda y belleza -, las parejas interraciales, sexualidad, un buen número de críticas al “feminismo blanco”, Rosalía y la apropiación cultural… La variedad de temas tocados por Afroféminas revisten sin duda interés para el debate. Sin embargo, no encontré ningún artículo que pudiera ser útil a unas amigas y conocidas, mujeres gambianas que trabajan explotadas y sin contrato en el sector de la hostelería en Cataluña, y que en algunos casos apenas saben leer y escribir. La discriminación material y socio-económica no parece estar muy presente en la mente de las integrantes de Afroféminas, en beneficio de cuestiones de corte identitario en relación al color de su piel o su pelo. El contenido me resultó un tanto superficial, una miscelánea de denuncias, quejas, ideas, opiniones y reivindicaciones agrupadas por temáticas, pero sin un análisis de conjunto de la situación de las mujeres africanas y afrodescendientes en España. Ni una línea política de fondo, que es lo que más falta hace. Esto me hizo pensar que Afroféminas está integrado por un perfil muy concreto de mujer afro, para quienes las cuestiones económicas y materiales no son la principal preocupación. Y esto es, evidentemente, muy legítimo, aunque dudosamente representativo de los graves problemas que enfrentan las mujeres negras en nuestro país.
No encontré tampoco prácticamente ninguna mención – y menos una posición clara – acerca de los principales debates del feminismo en todo el mundo actualmente, como los vientres de alquiler o la prostitución.
Hace unos días, al ver que Afroféminas difundía a través de las redes sociales contenido sobre “trabajo sexual” procedente de la cuenta de una activista perteneciente a una conocida asociación argentina pro-prostitución con condenadas por trata de mujeres, aproveché para preguntarles públicamente por su posición sobre el tema. Me dijeron que lo estaban debatiendo, y que tenían posturas muy diversas sobre la cuestión. Esto resulta extraño, teniendo en cuenta que llevamos ya unos años – en realidad unos siglos – exigiendo la abolición de la prostitución, debatiendo en la arena política – y de qué manera – con quienes defienden que se trata de “un trabajo más” para las mujeres – las pobres, claro -. A estas alturas no es muy creíble pensar que un colectivo feminista no tenga una postura sobre el tema. Siendo, además, algo tan sencillo como condenar toda forma de explotación sexual de mujeres y niñas.
Afroféminas evitó posicionarse de forma explícita sobre la prostitución, pero lo cierto es que suscribir la idea de “trabajo sexual” ya es posicionarse, aunque sea de forma implícita. Ninguna abolicionista de la prostitución habla de la explotación sexual en términos de “trabajo sexual”. Rehuyeron la cuestión, y no tardaron en preguntarme si soy una mujer “racializada”. Dejaremos para otra ocasión el análisis de éste término, muy utilizado últimamente. Sólo decir que me parece absolutamente desafortunado, ya que sigue dando vueltas a la falsa y esencialista idea de raza, aplicada a cualquier persona no blanca. El caso es que no tengo ni idea de qué podría tener que ver el color de mi piel con la postura de Afroféminas sobre prostitución. Salvo porque sí la tengo.
Si quieres rehuir un debate es mejor salirse por la tangente. Al decirles de forma irónica que soy una mujer “racializada”, concretamente de “raza” blanca, dispararon la acusación de racista que a Afroféminas parece quemarle en la recámara; y que les sirve de parapeto, de comodín y de bomba de humo ante cualquier cuestión sobre la que no les convenga o no quieran pronunciarse. Evidentemente, no era la primera vez que ocurría esto, pero en este caso ocurrió a propósito de la prostitución. Además de hablar de racismo, hablaron también del acoso del “feminismo blanco” – de lo que muy probablemente acusarán también a este texto – en las redes sociales. Todo por no reconocer que, de facto, secundan la idea de “trabajo sexual”, idea clave de la artillería discursiva del lobby proxeneta. Publicaron en la web un artículo diciendo que probablemente nunca tendrían una postura sobre prostitución, y que exigírselo es una muestra de racismo del “feminismo blanco”, pretendiendo someterlas a una “prueba de pureza”. Lo ilustraron con una imagen cinematográfica de una mujer blanca revisando la dentadura a una mujer negra.
Publicaron en la web un artículo diciendo que probablemente nunca tendrían una postura sobre prostitución, y que exigírselo es una muestra de racismo del “feminismo blanco”, pretendiendo someterlas a una “prueba de pureza”. Lo ilustraron con una imagen cinematográfica de una mujer blanca revisando la dentadura a una mujer negra.
Hay un par de cosas que lamentar que este episodio puso de manifiesto. En primer lugar, la grave banalización de lo que es el racismo, utilizado aquí en forma muy parecida a las acusaciones de homofobia contra el feminismo por oponerse a los vientres de alquiler, o las de transfobia cuando afirmamos que la mujer es el único sujeto que articula el feminismo. Y en segundo lugar, es lamentable tener que presenciar cómo un colectivo de supuestas feministas afrodescendientes se lava las mano y mira para otro lado ante la prostitución, una de las peores suertes que sufren las mujeres, particularmente las migrantes o, como dicen algunas ahora, las “racializadas”.
Por suerte, existen feministas afrodescendientes que sí se oponen a la prostitución y que no rehuyen el debate con peregrinas acusaciones de racismo.
Como hemos dicho, a juzgar por las preocupaciones que expresan en su web, Afroféminas parece estar integrado por un perfil de muy concreto de mujeres, centradas en su cuerpo y en el reconocimiento de su identidad afrodescendiente. En entrevistas que pueden encontrarse en la red, la fundadora de este colectivo explica que está formado por mujeres pertenecientes a la academia y la universidad. Explica también que se dio cuenta del racismo que sufría cuando, siendo profesora universitaria, en la facultad hubo quien llegó a confundirla con la mujer de la limpieza. Evidentemente, ésta es una confusión racista, pero una vez más, nada representativa de las brutales discriminaciones que sufren las mujeres africanas o afrodescendientes en España. Sin embargo, parece ser el máximo grado de opresión que ha experimentado la fundadora de Afroféminas. Y, sinceramente, a sabiendas de lo que sufren las mujeres negras – e incluso muchas blancas -, lo cierto es que puede darse con un canto en los dientes. Porque más allá de los muros de la facultad se encontrará con la barbarie de la prostitución, de los vientres de alquiler y de la explotación laboral. Cuestiones, éstas, que poco parecen preocupar a Afroféminas porque, a fin de cuentas, no forman parte de los estratos sociales más desfavorecidos. Y tampoco muestran una ideología capaz de analizar en profundidad la cuestión de la clase social y su relación con el género y el color de la piel, salvo por alguna referencia aislada a la interseccionalidad, malentendida al concebirla como una simple suma de discriminaciones, y no como una dialéctica entre clase, género y “raza”.
De un tiempo esta parte, estamos asistiendo a un ataque coordinado contra el feminismo y  sus luchas desde muchos frentes, acusándolo de “putófobo” y homófobo por oponerse a la explotación sexual y reproductiva de mujeres pobres, de transfobo por cuestionar la ideología queer, y también de racista y blanco. Por suerte, existen feministas afrodescendientes que sí se oponen a la prostitución y que no rehuyen el debate con peregrinas acusaciones de racismo. Estas feministas, frente a pseudofeminismos como el de Afroféminas, son las verdaderas compañeras.

La oferta del gasto público para la igualdad de género en 2020





“Un gran desafío es integrar las demandas del feminismo en otras demandas sociales, porque nadie es solamente mujer. Si no enunciamos esas otras demandas sociales nos quedamos en un feminismo para pocas, de élite, ilustrado, de clase media. Si no mencionamos que hay mujeres en situación de prostitución, que hay mujeres viviendo con VIH, que hay mujeres indígenas, que hay lesbianas, que hay mujeres populares desocupadas, que sus maridos e hijos/as hace dos generaciones que no están en relación de trabajo. Si no veo muchas otras maneras de ser mujeres y el feminismo no se compromete con esas otras maneras, lo que no se compromete explícitamente queda entonces ausente de esa línea de compromiso”. (Diana Maffia)
Diana Maffia
Un feminismo que simultáneamente ayude a abrir caminos, que en la dimensión de la vida cotidiana ensaye nuevas dinámicas relacionales que incluyan luchar, ya no sólo por mejores condiciones de vida en el sentido económico; sino también optar por relaciones sociales más equitativas, sin jerarquías, sin discriminaciones, sin desigualdades.
Desde esta mirada tendría que abordarse el gasto público o la suma de políticas públicas que pretenden menguar la desigualdad de género -rampante en nuestro país-, dentro de un gobierno de cambio. El llamado Anexo 13 del Presupuesto de Egresos de la Federación 2020.
Se destaca que la Comisión Nacional para Erradicar la violencia contra las Mujeres tiene asignado 292 millones 30 mil 039 pesos para 2020, implica un incremento de 16 por ciento respecto a ete año y lo más imprtante: 91.6 por ciento del gasto previsto para Gobernación, dentro de los programas que corresponden a la “Igualdad entre Mujeres y Hombres”.
Sin duda serán recursos insuficientes ante la magnitud de la probemática que enfrentan las mujeres y el país, en materia de violencia contra las mujeres.
Las cifras sobre el tema son mucho más que escalofriantes y aunque la direccion de la Conavim está en muy buenas manos, (igual que la secretaría de Gobernación), todas y todos tenemos que sumar esfuerzos para erradicar este cáncer.
De acuerdo con información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, 5 estados comprenden 48 por ciento del total de víctimas, de los cuales cuatro tienen Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM).
En el primer lugar está Veracruz, al contabilizar 131 víctimas entre enero y agosto de este año; seguido por el Estado de México con 67 casos, tan sólo en agosto se cometieron 14 casos de feminicidio en la entidad, el mes más violento para las mujeres mexiquenses en lo que va del año.
La violencia feminicida a nivel nacional continúa en aumento, ya que entre enero y agosto de este año se contabilizaron 661 víctimas de feminicidio, mientras que en el mismo periodo del año pasado la cifra fue de 575, es decir 15 por ciento de incremento. Imposibe soslayar estas cifras y exigir una estrategia nacional e intersectorial, empezando por la CDMX.
Un tema que va de la mano es la Salud. Destaca que en materia de Salud el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), presenta una disminución de sus recursos del orden del 7.0 por ciento, al pasar de 23 mil 407 millones, 137 mil 217 pesos a 21 mil, 953 millones 038 mil 420 pesos. Si esta disminución no afecta programas sustantivos como Guarderías o Salud reproductiva y se limita a recortar gastos innecesarios no habrá problema. En caso contrario  este recorte sumado al que se aplica en el ISSSTE (25 por ciento menos), se traducirá en un agravamiento de los problemas que en materia de salud enfrentan actualmente las mujeres. Ahora la Secretaría de Salud tampco ve incrementados sus recursos.
Dentro de esta dependencia hay tres áreas fundamentales: Promoción de la salud (51.9 por ciento); Prevención VIH/Sida (86.3 por ciento) y el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva con un 75.3 por ciento; dentro de la Secretaría de Salud y Anexo 13. (Ver gráfica).
Otro aspecto importante es lo relativo a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social que experimenta un incremento muy importante en sus recursos asignados para 2020, al pasar de 367 millones 862, mil 777; a 12 mil 890, millones 632 mil165 pesos.
En este año 83 por ciento de los recursos están destinados al Programa de Apoyo a Empleo (empleo para Jóvenes). Para el próximo año 99 por ciento de los recursos corresponden a empleo y productividad laboral. Tiene que ver con el empleo para las jóvenes pero también los nuevos recursos necesarios para echar a andar la reforma laboral.
Resulta que más del 50 por ciento de las jóvenes registradas en este programa de empleo o beca temporal, donde son aprendices en las empresas son mujeres. Es obligado que este Programa tenga una perspectiva de género, incluya guarderías para las jóvenes que son madres, entre otras cosas.
En total son 33 instituciones las que realizarán programas orientados a la igualdad entre mujeres y hombres, cada una de ellas cuenta con diversos programas qaue serán revisados y aprobados en el Congreso, se esperaría mejoría de aquellos que son y seguirán siendo prioritarios.

CIMACFoto: César Martínez López
 

Hallan culpable de feminicidio a quien fuera pareja de Lesvy Rivera

El cuerpo fue encontrado en CU en mayo de 2017
La sentencia se fijará el 16 de octubre; la abogada de la joven pide una pena de 60 años
 Ejemplo de justicia para todas las mujeres que nos han sido arrebatadas: madre

Foto
▲ Decenas de personas acompañaron a la madre de la joven, quien dijo que en el caso se hizo justicia.
Jorge Luis González Hernández fue declarado culpable por feminicidio en contra de Lesvy Berlín Rivera Osorio, quien fue hallada sin vida junto a una caseta telefónica el 3 de mayo de 2017, en las inmediaciones del Instituto de Ingeniería de la UNAM.
Por unanimidad, el Tribunal de Enjuiciamiento –integrado por tres jueces– determinó que el acusado sí privó de la vida a Lesvy, con lo que descartó la hipótesis del suicidio, porque el cable del auricular telefónico no tenía nudo, además de que en las uñas de la mano derecha de la joven de 22 años se encontraron restos de sangre de su entonces pareja.
La sentencia condenatoria que recibió el sujeto –dos años, cinco meses, una semana y cuatro días después de la muerte de Lesvy– se definirá en la audiencia del próximo 16 de octubre.
La abogada de la familia pidió al Tribunal de Enjuiciamiento que aplique la pena máxima de 60 años por feminicidio agravado, cuya sanción mínima es de 30, además de que en esa fecha los jueces emitirán las acciones a cumplir para la reparación del daño.
También se ratificará que el delito por el que se le dictó sentencia condenatoria a González Hernández es por feminicidio agravado, toda vez de que durante el proceso judicial se actualizó que la relación entre él y Lesvy fue sentimental y no de confianza, en la que de manera recurrente ejerció violencia de género.
La defensa del imputado tendría cinco días para apelar el fallo de los jueces que sesionaron en la sala de oralidad 1 del Tribunal Superior de Justicia, a un costado del Reclusorio Oriente, en donde está preso.
De acuerdo con los testigos de Lesvy, de noviembre de 2016 a mayo de 2017 dicho sujeto cambió de domicilio en tres ocasiones, tiempo en el que se percataron del maltrato físico y verbal que ejercía contra la joven, quien llegó al extremo de descuidar su aspecto personal y alimentación, por lo que su delgadez era notoria, y se conoció que en ocasiones sólo comía una vez al día.
No tenía teléfono celular ni llaves del departamento que rentaban en Coyoacán, además se alejó de sus amistades y de su mamá.
Con las declaraciones de los testigos en las distintas audiencias del juicio oral, que empezaron en septiembre pasado, el Tribunal de Enjuiciamiento determinó que el responsable ejerció sobre ella gritos, insultos, golpes, amenazas, asedio y que la forma en que le dio muerte fue asfixia por estrangulamiento.
La sentencia de los jueces se determinó tras analizar los elementos de prueba, a pesar de que en el video de los últimos momentos de Lesvy no se observa la agresión, sólo se le ve caminar en el campus universitario junto con su ex pareja y el perro.
Antes de que concluyera la audiencia –que se prolongó por casi seis horas– la mamá de la víctima, Araceli Rivera, dijo con lágrimas en los ojos y la voz cortada que el fallo judicial es ejemplo de justicia para Lesvy y para todas las mujeres que nos han sido arrebatadas.
A la salida realizó un mitin afuera del reclusorio acompañada por madres de mujeres asesinadas y desaparecidas, de representantes de organizaciones no gubernamentales, así como de las estudiantes de la UNAM que el 5 de mayo de 2017 realizaron una marcha en Ciudad Universitaria en la que gritaron ¡No fue suicidio, fue feminicidio!
En las audiencias pasadas el sujeto declaró que era inocente y que no la asesinó porque la amaba.

Foto Luis Castillo
Periódico La Jornada

“Alemania no puede ser el burdel de Europa”: políticos alemanes contra la compra de sexo


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Imagen retomada del portal imagenesactual.com
Escribo este artículo con la esperanza de que llegue a manos de las y los diputados del Congreso de la Ciudad de México.
Ciudad de México. Alemania es un país donde se legalizó la prostitución y se normalizó al grado de que más de un millón de hombres compran sexo diariamente.  Cerca de medio millón de mujeres son vendidas en 3 mil 500 burdeles, en las calles, en las instalaciones sexuales con acceso vehicular, y otros lugares. Porque las leyes permiten a los hombres comprar sexo con impunidad, la industria sexual en el país es enorme y la explotación sexual está fuera de toda proporción.
Pero las cosas están a punto de cambiar. Gracias a los incansables esfuerzos de las abolicionistas alemanas y la presión de la comunidad internacional abolicionista, las y los políticos alemanes están finalmente reconociendo que las políticas de la prostitución legal de su país ha sido un desastre épico –un desastre que ha facilitado y promovido la trata con propósitos sexuales y la explotación masiva de mujeres y niñas a lo largo de la nación. 
El cambio ya está en el horizonte para Alemania, ya que la semana pasada se anunció que dos prominentes legisladores manifestaron su apoyo público para el Modelo Abolicionista también conocido como el “Modelo Nórdicoo de la Igualdad”.
El Presidente del Grupo de la Unión de la Democracia Cristiana (CDU por sus siglas en inglés) y la Unión Social Cristiana (CSU por sus siglas en inglés) Thorsten Frei, y la vocera por los derechos y políticas de consumo del CDU/CSU Elisabeth Winkelmeier-Becker, hicieron una declaración pública sobre su intención de implementar leyes que criminalicen a los compradores de sexo (prostituyentes o puteros), a los proxenetas y dueños de los burdeles en Alemania.
Frei compartió: “En realidad, la prostitución significa para muchas mujeres que son atraídas con falsas promesas, explotadas y abusadas por años en las formas más terribles. Por eso estamos comprometidos en adoptar el ‘Modelo Nórdico’ también en Alemania, porque de acuerdo con este modelo, los prostituyentes o puteros, y no las personas en situación de prostitución, son los que se deben castigar. Muchos países Europeos –-Suecia, Noruega, Islandia, Francia, Irlanda e Irlanda del Norte—ya están usando este modelo. Debemos asegurarnos de que la alfombra se sacuda hasta que logremos erradicar los servicios degradantes como la tarifa libre en los burdeles. Queremos continuar luchando efectivamente contra la prostitución y la trata que empezó en el pasado periodo legislativo dejando de criminalizar a las personas en prostitución. Para lograrlo, nos hemos aproximado a las fuerzas políticas de nuestra coalición, por lo que esta propuesta ha logrado consenso, y esperamos lograr el apoyo suficiente para que este proyecto pase en el Parlamento.”
Elisabeth Winkelmeier-Becker también declaró: “Los casos de prostitución voluntaria, libremente elegida, son la excepción. En muchos casos, las mujeres en prostitución son explotadas sexualmente en formas inimaginables. También nosotras y nosotros, todas y todos, como sociedad, estamos afectados cuando para muchos hombres la imagen de la mujer está dominada por el sexo comercial. Es por eso, entonces, necesario que logremos un cambio paradigmático. Alemania no puede ser el burdel de Europa.”
Ambas manifestaciones han marcado un momento monumental para Alemania ya que se trataron de opiniones públicas oficiales sobre la prostitución que ha empezado claramente a apoyar este proyecto a lo largo y ancho del país. Los cambios empezaron después de años de campañas para concientizar a los legisladores sobre los daños de la legislación. Pero el cambio paradigmático realmente comenzó en 2015, cuando fue enviada una carta a Angela Merkel firmada por cientos de ONG internacionales descalificando la actual política de prostitución y apoyando el Modelo Abolicionista.
Alemania ha pagado un precio muy alto por su equívoca política de legalizar la prostitución y si este cambio de paradigma se concreta, se desplomaría uno de los más importantes baluartes del reglamentarismo de la prostitución. En cambio, en México, los progresistas liberales del Congreso de la Ciudad se atreven a proponer su reglamentación para la Ciudad. Ojalá no nos suceda lo mismo que a Alemania.
Quisiera recordarles a las y los diputados que conforman la fracción parlamentaria de MORENA, que el Principio 8 de sus Estatutos establece que:   
“Rechazamos cualquier forma de opresión: el hambre, la pobreza, la desigualdad, la exclusión social y la explotación. Nos oponemos a las violaciones de los Derechos Humanos y la corrupción gubernamental. Luchamos contra la violencia hacia las mujeres y contra cualquier forma de discriminación, por razón de sexo, raza origen étnico, religión, condición social, económica, política o cultural. MORENA promoverá y luchará por la igualdad real entre mujeres y hombres.”