Wikileaks ha publicado un manual confidencial militar de contrainsurgencia de EE.UU. de 219 páginas. El manual: “Técnicas y Procedimientos de Tácticas de Defensa Interiores en el Extranjero para Fuerzas Especiales (1994, 2004) podría ser descrito críticamente como “lo que aprendimos sobre el manejo de escuadrones de la muerte y el apuntalamiento de gobiernos corruptos en Latinoamérica y cómo aplicarlo en otros sitios.” Su contenido es definidor de la historia para Latinoamérica y, considerando el continuo rol de las Fuerzas Especiales de EE.UU. en la represión de insurgencias, incluyendo en Iraq y Afganistán, es histórico.
El manual filtrado, que ha sido verificado con fuentes militares, es la doctrina oficial de las Fuerzas Especiales de EE.UU. para la Defensa Interna en el Extranjero o FID.
Las operaciones de FID tienen el propósito de sostener a un gobierno “amigo” que enfrente una revolución popular o insurgencia guerrillera. Las intervenciones de FID son a menudo encubiertas o casi encubiertas debido a la naturaleza impopular del gobierno que está siendo apuntalado (“Al formular una política realista para el uso de asesores, el comandante debe avaluar cuidadosamente el clima psicológico de la HN [siglas en inglés para Host Nation, (Nación Anfitriona) y de EE.UU.”)
El manual propugna directamente el entrenamiento de paramilitares, la vigilancia generalizada, la censura, el control de la prensa y restricciones a los sindicatos y partidos políticos. Propugna directamente allanamientos sin mandato judicial, la detención sin acusación y (bajo diversas circunstancias) la suspensión del habeas corpus (recurso de amparo). Aboga directamente por el empleo de terroristas o el procesamiento de individuos por terrorismo que no son terroristas, realizar operaciones bajo bandera falsa y ocultar los abusos de derechos humanos ante los periodistas. Y defiende repetidamente el uso de subterfugios y “operaciones psicológicas” (propaganda) para que estas medidas y otras de “control de la población y de recursos” sean más aceptables.
El contenido ha sido particularmente apoyado por la prolongada participación de EE.UU. en El Salvador.
En 2005 una serie de informes verosímiles en los medios sugirieron que el Pentágono estaba discutiendo intensamente “la opción salvadoreña” para Iraq. [1] Según la revista del New York Times:
“El diseño básico para Iraq actual no es Vietnam, con el que ha sido comparado a menudo, sino El Salvador, donde un gobierno derechista respaldado por EE.UU. combatió contra un insurgencia izquierdista en una guerra de12 años que comenzó en 1980. El coste fue elevado – más de 70.000 personas fueron muertas, la mayoría civiles, en un país con una población de sólo seis millones. La mayoría de los asesinatos y de las torturas fueron realizadas por el ejército y los escuadrones de la muerte que le estaban afiliados. Según un informe de Amnistía Internacional en 2001, las transgresiones cometidas por el ejército y grupos asociados incluyeron ‘ejecuciones extrajudiciales, otros asesinatos ilegales, ‘desapariciones’ y tortura... Aldeas enteras fueron atacadas por las fuerzas armadas y sus habitantes masacrados.’ Como parte de la política del presidente Reagan de apoyar a las fuerzas anticomunistas, cientos de millones de dólares en ayuda de EE.UU. fueron canalizados al ejército salvadoreño, y un equipo de 55 asesores de las Fuerzas Especiales, dirigido durante varios años por Jim Steele, entrenó a batallones de primera línea que fueron acusados de importantes abusos de los derechos humanos.”
El mismo artículo señala que James Steele y muchos otros ex “asesores militares” de las Fuerzas Especiales centroamericanas han sido ahora nombrados a un alto nivel a Iraq.
En 1993, una comisión de la verdad de la ONU sobre El Salvador, que examinó 22.000 atrocidades que ocurrieron durante los doce años de la guerra civil, atribuyó un 85% de los abusos a los militares salvadoreños respaldados por EE.UU. y a sus escuadrones de la muerte paramilitares.
Vale la pena señalar que el embajador de EE.UU. en El Salvador, Robert E. White (quien es actualmente presidente del Centro para Política Internacional) ya dijo en 1980, en documentos del Departamento de Estado, obtenidos bajo la Ley de Libertad de la Información:
“La mayor amenaza inmediata para la existencia de este gobierno es la violencia derechista. En la ciudad de San Salvador, los matones a sueldo de la extrema derecha, algunos de ellos terroristas cubanos y nicaragüenses bien entrenados, matan a dirigentes moderados de la izquierda y hacen volar edificios del gobierno. En el campo, elementos de las fuerzas de seguridad torturan y matan a los campesinos, acribillan sus casas y queman sus cosechas. Por lo menos doscientos refugiados del campo llegan cada día a la capital. Esta campaña de terror está radicalizando las áreas rurales con tanta seguridad como lo hizo la Guardia Nacional de Somoza en Nicaragua. Por desgracia, la estructura de comando del ejército y de las fuerzas de seguridad, tolera o alienta esta actividad. Esos altos oficiales creen o pretenden creer que están eliminando a los guerrilleros. [2]”
A continuación presentamos pasajes seleccionados. Nótese que el manual tiene 219 páginas y contiene integralmente material sustancial. Estos pasajes sólo deben ser considerados representativos. El contenido integral puede ser encontrado en Manual de contrainsurgencia de las Fuerzas Especiales FM 31-20-3.
RESTRICCIÓN A LA DISTRIBUCIÓN: Distribución autorizada a agencias del gobierno de EE.UU. y sus contratistas sólo para proteger información técnica u operativa de diseminación automática bajo el Programa de Intercambio Internacional o por otros medios. Esta decisión fue tomada el 5 de diciembre de 2003. Otros pedidos para este documento deben ser referidas al Comandante, Ejército de EE.UU., Centro y Escuela de Guerra Especial John F. Kennedy, ATTN: AOJK-DTD-SFD, Fort Bragg, North Carolina 28310-5000.
Nota de destrucción: Destrúyase por cualquier método que pueda impedir la revelación del contenido o la reconstrucción del documento.
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Contrainteligencia
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La mayor parte de las medidas de contrainteligencia utilizadas serán abiertas en su naturaleza y orientadas a proteger instalaciones, unidades, e información y detectar espionaje, sabotaje, y subversión. Ejemplos de medidas de contrainteligencia a utilizar son:
* Investigación de antecedentes y de historiales de personas en posiciones confidenciales y de personas cuya lealtad pueda ser cuestionable.
* Mantenimiento de archivos sobre organizaciones, lugares, e individuos de interés para la contrainteligencia.
* Inspecciones de seguridad interna de instalaciones y unidades.
* Control de movimiento de civiles dentro de áreas controladas por el gobierno.
* Sistemas de identificación para minimizar la posibilidad de que insurgentes ganen acceso a instalaciones o se muevan libremente.
* Allanamientos e incursiones no anunciadas contra presuntos sitios de reunión.
* Censura
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Las PSYOP [Operaciones psicológicas] son esenciales para el éxito de PRC [Control de Población y Recursos]. Para máxima efectividad un fuerte esfuerzo de operaciones psicológicas es dirigido hacia las familias de los insurgentes y su base de apoyo popular. El aspecto de PSYOP del programa PRC trata de hacer que la imposición de control sea más aceptable para la gente al relacionar la necesidad de controles con su seguridad y bienestar. Los esfuerzos de PSYOP también tratan de crear una imagen favorable del gobierno nacional o local y de contrarrestar los efectos del esfuerzo de propaganda insurgente.
Medidas de control
Las SF (Fuerzas Especiales de EE.UU.] pueden aconsejar y ayudar a las fuerzas de la HN [Nación Anfitriona] en el desarrollo e implementación de medidas de control. Entre estas medidas están las siguientes:
* Fuerzas de seguridad: La policía y otras fuerzas de seguridad utilizan medidas PRC (de Control de la Población y Recursos] para privar de apoyo al insurgente y para identificar y ubicar a miembros de su infraestructura. PSYOP [Operaciones Psicológicas] adecuadas ayudan a que esas medidas sean más aceptables para la población explicando su necesidad. El gobierno informa a la población que las medidas de PRC pueden causar molestias pero que son necesarias debido a las acciones de los insurgentes.
* Restricciones: Derechos sobre la legalidad de la detención o encarcelamiento de personas (por ejemplo, habeas corpus) pueden ser temporalmente suspendidos. Esta medida debe ser adoptada como último recurso, ya que puede suministrar a los insurgentes un tema efectivo de propaganda. Las medidas de PRC también pueden incluir toques de queda o cortes de luz, restricciones a los viajes, y áreas residenciales restringidas tales como aldeas protegidas o áreas de reasentamiento. Registros y sistemas de pases y control de ítems delicados (control de recursos) y de suministros críticos como armas, alimentos, y combustible son otras medidas de PRC. Puntos de control, cacheos, bloques de ruta; vigilancia, censura, y control de la prensa; y restricción de actividad que se aplique a grupos seleccionados (sindicatos, grupos políticos, etc.) son otras medidas de PRC.
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Consideraciones legales
Todas las restricciones y medidas de DA deben ser regidas por la legalidad de esos métodos y su impacto sobre la población. En países donde las autoridades gubernamentales no tienen una amplia flexibilidad en el control de la población debe ser promulgada legislación especial o de emergencia. Esa legislación de emergencia puede incluir una forma de ley marcial permitiendo al gobierno los allanamientos sin mandato judicial, detener sin presentar acusaciones formales, y ejecutar otras acciones similares.
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Operaciones psicológicas
Las PSYOP pueden apoyar la misión desacreditando a las fuerzas insurgentes ante grupos neutrales, creando disenso entre los propios insurgentes, y apoyando programas de tránsfugas. Programas divisivos crean disensión, desorganización, baja moral, subversión, y defección entre las fuerzas insurgentes. También son importantes programas nacionales para ganar a insurgentes para el lado del gobierno con ofertas de amnistía y recompensas. Motivos para la entrega pueden varias de rivalidades personales y amargura a la desilusión y el desaliento. La presión de las fuerzas de seguridad tiene poder persuasivo.
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El personal de inteligencia debe considerar los parámetros dentro de los cuales opera un movimiento revolucionario. Frecuentemente, establecen un centro centralizado de procesamiento de inteligencia para recolectar y coordinar la cantidad de información requerida para hacer cálculos de inteligencia a largo plazo.
La inteligencia a largo plazo de concentra en los factores estables existentes en una insurgencia. Por ejemplo, varios factores demográficos (étnicos, raciales, sociales, económicos, religiosos, y características políticas del área en el que el movimiento clandestino tiene lugar) son útiles para identificar a los miembros de la resistencia. Información sobre la organización clandestina a nivel nacional, de distrito, y local es básica para la FID (Defensa Interna en el Exterior) y / o operaciones de IDAD. La recolección de inteligencia específica a corto plazo sobre las variables en rápido cambio de una situación local es crítica. El personal de inteligencia debe reunir información sobre miembros de la resistencia, sus movimientos, y sus métodos. Biografías y fotos de presuntos miembros de la resistencia, información detallada sobre sus casas, familias, educación, historia laboral, y asociados, son características importantes de la inteligencia a corto plazo.
La destrucción de sus unidades tácticas no es suficiente para derrotar al enemigo. Las células o la infraestructura clandestinas de los insurgentes deben ser neutralizadas primero porque la infraestructura es su principal fuente de inteligencia táctica y control político. La eliminación de la infraestructura dentro de un área logra dos objetivos: asegura el control gubernamental del área, y corta las principales fuentes de inteligencia del enemigo. Un centro de comando de inteligencia y operaciones (IOCC) es necesario a nivel de distrito o provincia. Esta organización se convierte en el centro nervioso para operaciones contra la infraestructura insurgente. La información sobre objetivos de la infraestructura insurgente debe provenir de fuentes como la policía nacional y otras redes y agentes e individuos (informante) de inteligencia establecidos.
La naturaleza altamente especializada y delicada de la recolección de inteligencia clandestina exige agentes especialmente seleccionados y altamente entrenados. La información de fuentes clandestinas es a menudo altamente confidencial y requiere un estrecho control para proteger a la fuente. Sin embargo, la información táctica según la cual puede emprenderse una reacción en combate puede ser pasada al nivel táctico adecuado.
La localización, evaluación, y reclutamiento de un agente no es un proceso fortuito sin tener en cuenta el tipo de agente que se busque. Durante la fase de evaluación, el agente a cargo determina el grado de inteligencia del individuo, su acceso al objetivo, cobertura disponible o necesaria, y motivación. Inicia el reclutamiento y la acción y la acción de codificación sólo después de que determina que el individuo tiene los atributos necesarios para satisfacer las necesidades.
Todos los agentes son observados de cerca y los que no son fiables son relevados. Es mejor tener unos pocos agentes bien centrados, fiables y más económicos que una gran cantidad de agentes deficientes.
Se necesita un sistema para evaluar a los agentes y la información que presentan. El mantenimiento de un archivo maestro de un agente (posiblemente al nivel SFOD B) puede ser útil al evaluar al agente respecto al valor y la calidad de la información que ha presentado. El archivo debe contener una copia del informe de los datos de la fuente del agente y cada informe de inteligencia que haya presentado.
Las fuerzas de seguridad pueden inducir a individuos de entre la población en general para que se conviertan en informantes. Las fuerzas de seguridad utilizan diversos motivos (conciencia cívica, patriotismo, miedo, elusión de castigos, gratitud, venganza o celos, recompensas económicas) como argumentos para persuadir. Utilizan la promesa de protección contra represalias como un aliciente importante. Las fuerzas de seguridad deben mantener el anonimato del informante y deben ocultar el paso de información de la fuente al agente de seguridad. El agente de seguridad y el informante deben acordar previamente señales que coincidan con la conducta diaria.
La vigilancia, la observación clandestina de personas y sitios, es un método principal para obtener y confirmar información de inteligencia. Las técnicas de vigilancia varían naturalmente según los requerimientos de diferentes situaciones. Los procedimientos básicos incluyen la observación mecánica (escuchas o micrófonos ocultos), observación desde sitios fijos, y la vigilancia físicas de sujetos.
Cada vez que un sospechoso es detenido durante una operación, tiene lugar un interrogatorio apresurado para obtener información inmediata que podría ser de valor táctico. Los métodos utilizados más frecuentemente para recolectar información (estudios de mapas y observación aérea), sin embargo, normalmente no tienen éxito. La mayoría de los prisioneros de guerra no saben leer un mapa. Cuando son llevados en un vuelo de reconocimiento visual, es usualmente su primer vuelo y no pueden asociar una vista aérea con lo que vieron en el terreno.
El método más exitoso de interrogatorio consiste de un estudio de mapa basado en información desde el terreno recibida del detenido. El interrogador pregunta primero al detenido cuál era la dirección del sol cuando abandonó el campo base. Partiendo de esa información puede determinar una dirección general. El interrogador luego pregunta al detenido cuanto se demoró para caminar hasta el punto en el que fue capturado. A juzgar por el terreno y la salud del detenido, el interrogador puede determinar un radio general en el que se puede encontrar el campo base (puede utilizar una transparencia de sobreposición con este fin). Entonces solicita al detenido que identifique importantes características del terreno que vio en cada día de su viaje (ríos, áreas descubiertas, montes, arrozales, pantanos). A medida que el detenido habla, y se refresca su memoria, el interrogador ubica esas características del terreno en un mapa actualizado y gradualmente representa la ruta del detenido para terminar por ubicar el campo de base.
Si el interrogador es incapaz de hablar el lenguaje del detenido, interroga mediante un intérprete que ha recibido de antemano una instrucción. Una grabadora también puede ayudarle. Si el interrogador no está familiarizado con el área, personal familiarizado con el área lo informa antes del interrogatorio y luego se une al equipo de interrogación. La grabadora permite al interrogador un interrogatorio con más libre flujo, La grabadora también permite que un intérprete entendido elabore sobre los puntos que el detenido ha mencionado sin que el interrogador interrumpa la continuidad establecida durante una secuencia determinada. El intérprete también puede cuestionar ciertas inexactitudes, manteniendo la presión sobre el sujeto. El intérprete y el interrogador tienen que estar bien entrenados para trabajar como equipo.
El intérprete tiene que estar familiarizado con los procedimientos de interrogatorio. Sus instrucciones previas al interrogatorio deben incluir información sobre la salud del detenido, las circunstancias que llevaron a su detención, y la información específica requerida. Un interrogatorio exitoso depende de la continuidad y de un intérprete bien entrenado. Una grabadora, (o un secretario que tome notas) refuerzan la continuidad al liberar al interrogador de tareas administrativas que cuestan tiempo