Emilio Estefan, el “Padrino” de la música latina en Estados Unidos con su “Gloria” a cuestas, parece haber dejado temporalmente los escenarios artísticos para incursionar en el terreno de las actividades políticas. Los Estefan debutaron como “lideres” del anticastrismo miamense convocando a una marcha “patriótica” por la Calle Ocho de la “Pequeña Habana” de Miami, supuestamente en apoyo a las “Damas de Blanco” tan publicitadas por la prensa internacional.
En esa repentina trasmutación de actividades, de faranduleros a “patriotas”, algunos ingenuos han querido ver un gesto altruista y desinteresado del musical matrimonio. “Ellos no son políticos- dicen- son verdaderos patriotas de la nueva hornada de cubanos del exilio que han tomado las riendas del anti-castrismo militante en una carrera de relevo generacional para darle nueva savia no contaminada con el pasado, a la desacreditada “Mafia cubana de Miami”.
Pero el debut de los Estefan como cabezas del anti-castrismo, comenzó con un engaño. Dijeron que a la marcha de la Calle Ocho había concurrido una multitud de 100 mil personas, cuando la cifra real no paso de unos 16 mil manifestantes. Cantidad ridícula si se tiene en cuentas que más de un millón de cubanos viven en el Gran Miami.
Y es que para decir mentiras y comer pescado hay que tener mucho cuidado, dice un conocido refrán popular. Las cuentas tienen que ser claras y el chocolate espeso. Porque si cada cuadra de la Calle 8 tiene cien metros de largo por diez de ancho y en cada metro cuadrado caben solo cuatro personas, eso equivale a unas 40 manifestantes en cada fila. En cien metros son 4 mil personas por cuadra, de manera que en cuatro cuadras solo pueden haberse reunido unos 16 mil manifestantes, incluyendo entre ellos venezolanos anti-chavistas, colombianos simpatizantes de los paramilitares, nicaragüenses “somocistas” y cuanto latinoamericano de la extrema derecha se ha auto exiliados en Miami, con el socorrido “cuento chino” , de que en sus respectivos países de origen , hay gobiernos de izquierda que los persiguen a ellos por “anti-comunistas”. Entre esos manifestantes que acompañaron a los cubanos anti-castristas por la calle Ocho, había por supuesto más de un torturador prófugo de la justicia y alguno que otro ladronzuelo del tesoro público de su país, que para eso ha quedado Miami como vertedero de toda la porquería humana del continente americano.
Con esa gente fue que la marcha de los Estefan contra Cuba, pudo llegar a 16 mil personas, sin olvidar al terrorista Luis Posada Carriles que también estaba allí, de cuerpo presente, disfrazado de “Gran Damo de Blanco” con su flor de Gladiolo en mano.
El engaño del matrimonio Estefan no termina ahí, con lo de los números falseados sobre los asistentes a la marcha de la Calle Ocho. De una mentira pasaron a otra. Porque el tal “acto patriótico y sin matiz político”, organizado por “El Padrino”, era en realidad una burda y oportunista operación politiquera de recaudación de dinero para el Comité Nacional del Partido Demócrata.
Es de todos conocido que los Estefan, hasta las pasadas elecciones presidenciales norteamericanas, eran visita asidua a la Casa Blanca, gozando no solo de la amistad del Presidente Bush sino que además, eran sólidos contribuyentes económicos a las arcas del Partido Republicano. Así fue hasta la victoria de los Demócratas con Barack Obama. Con el cambio de inquilino en la mansión ejecutiva , el “Padrino” y la “Madrina” se cambiaron de casaca. Ahora el matrimonio Estefan es Demócrata de nuevo cuño y para estrenarse la pareja como tal, el próximo quince de este mes de abril, en su mansión de Miami Beach organizan un evento de recaudación de fondos para el Partido Demócrata, con el Presidente Obama de cuerpo presente. La cosa es a todo dar porque los invitados al evento tendrán que abonar la respetable suma de 30 mil dólares por pareja. Calculan que ese día los Estefan le recaudarán a los Demócratas un par de millones de dólares para las elecciones del próximo noviembre.
Los Republicanos como es de esperar, están un tanto desconcertados con la conducta oportunista del matrimonio Estefan y con su sorpresivo cambio de casaca.
Habían pretendido presentar a los Estefan como realizando en la Calle Ocho un acto de “elevado patriotismo cubano” en apoyo a las llamadas “Damas de Blanco”. Pero la susodicha marcha- o más bien una “marchita”- no fue otra cosa que una de las acostumbradas jugarretas políticas electoreras de Miami, en la tradicional batalla entre Demócratas y Republicanos por el control del dinero y los votos de los cubano-americanos del sur del Estado de La Florida. Cuba es el pretexto y la politiquería de Miami es la realidad.
A eso se redujo la marcha del anticastrismo en la Calle Ocho de la “Pequeña Habana”. Una nueva tomadura de pelo. La “contra-revolución traicionada”. Fue la gran estafa de los Estefan.
Les habló para Replica de Radio-Miami, Max Lesnik.