5/20/2017

Machismo y corrupción


Miguel Lorente Acosta 
Los hombres son el modelo ético en una cultura patriarcal que se ha levantado tomando lo masculino como universal, es decir, como referencia común para toda la sociedad, y lo femenino como particular y propio de determinados contextos, generalmente relacionados con lo familiar y lo doméstico.
Eso hace que la realidad venga condicionada por lo que los hombres consideran que debe formar parte de ella, que las leyes y el Derecho hayan tomado como modelo de comportamiento el representado por un “buen padre de familia”, que los tratos se cerraran con un “apretón de manos”, por supuesto de manos viriles, y que el sello más indeleble fuera la “palabra de hombre”, que permanecía en el aire como si fuera parte de su oxígeno, nitrógeno y argón.
Y en contraste, las mujeres, desde la Eva del Paraíso hasta la última de sus hijas, son falsas, perversas, mentirosas, interesadas, traicioneras…
Y a pesar de esta construcción cultural nada desinteresada, nadie ha caído en el “pequeño detalle” de que las mayores traiciones, mentiras, falsedades, manipulaciones, perversidades y crueldades, ahora y a lo largo de la historia, han sido llevadas a cabo por esos hombres cabales, de palabra indeleble y apretones de mano que estrangulan la realidad entre sus dedos para hacerla favorable a sus intereses. Da igual que la realidad muestre que los hombres son quienes protagonizan la mayoría de las felonías, perversiones y crímenes, para la sociedad ellos continúan siguen siendo “buenos padres de familia”, hasta el punto de que cuando se conocen algunas de estas acciones todo se justifica al afirmar que se trata de una serie de “casos aislados”.
Todo ello demuestra que la clave de la realidad no está en su relato descriptivo, sino en el significado que se le da, y que una misma situación puede ser buena o mala dependiendo de quién la protagonice y del sentido que se le otorgue a partir de sus motivos o de los objetivos que pretende conseguir. Y claro, cuando la legitimidad para interpretar la realidad se le da a quien la hace verdad día a día, es decir, a los hombres, y cuando se les dice que la interpreten sobre el modelo de referencia, o sea, la cultura patriarcal, el resultado se presenta como adecuado a los ojos de esa sociedad machista que espera que todo siga igual a pesar de la injusticia.
Eso es corrupción y esa corrupción moral se llama machismo.
Porque corrupción es “vicio y abuso”, tal y como recoge la tercera acepción del DRAE. Y es “vicio” al construir una cultura sobre lo masculino que desprecia lo de las mujeres, y es “abuso” cuando esa construcción se ha llevado a cabo para crear una espacio de poder donde lo de los hombres y los hombres son beneficiarios de un contexto y unas relaciones que giran sobre lo masculino.
Si no fuera así no estaríamos en pleno siglo XXI reivindicando la Igualdad como forma de acabar con la discriminación de las mujeres, con la brecha salarial, económica y educativa que sufren por todo el planeta, y con los abusos, el acoso y una violencia de género que mata a 50.000 mujeres cada año, sólo en el contexto de las relaciones de pareja.
Y reivindicar la Igualdad no es un acto abstracto ni neutral, significa actuar para erradicar los privilegios que los hombres se han otorgado a sí mismos a costa de los derechos de las mujeres, significa acabar con las ventajas laborales, económicas, domésticas, educativas… Significa lograr que los hombres no abusen de las mujeres en los contextos más diversos, e impedir que las maltraten y asesinen con la normalidad como cómplice.
La corrupción es más poder desde el poder, y el machismo busca más poder desde el poder que ya le ha dado la desigualdad.
Pero las venas de la convivencia aún llevan el veneno original del machismo, de ahí que haya tantos frutos tóxicos en la sociedad, entre ellos una economía opresora, una política distante e insensible, unos organismos internacionales incapaces de mirar fuera de sus despachos, unas religiones que miran al más allá y ponen las injusticias del presente como camino a la otra vida… Y cada uno de esos contextos ha sido diseñado por hombres y es dirigido por hombres con el manual de instrucciones de sus ideas y valores.
La incorporación de las mujeres está permitiendo cambiar ese modelo, pero no se conseguirá sin una critica a su naturaleza de poder e injusticia, tan sólo lo irá adaptando a nuevas circunstancias, como ha ocurrido a lo largo de la historia.
Porque toda esa construcción está basada en una estructura de poder que originariamente se levantó sobre la referencia hombre-mujer, al ser esta la única que existía cuando la organización social se articuló sobre la acumulación de riqueza, y fue necesario garantizar la transmisión de los bienes a la descendencia de cada hombre poderoso para, de ese modo, acumular más poder. Con el paso del tiempo, conforme las sociedades ganaron en complejidad, los elementos de desigualdad y discriminación se fueron ampliando a partir del machismo original, pero en todo momento tomando a los hombres como referencia para unir después el color de la piel, el origen, las creencias… Las nuevas referencias de desigualdad no acabaron con el machismo, sino que lo consolidaron.
Reducir el machismo a las cuestiones entre hombres y mujeres es otra de sus trampas para que todos esos casos parezcan una anécdota y consecuencia de una cultura desigual, discriminatoria y violenta que afecta a las mujeres, pero también a los hombres. La sociedad es machista porque ha adoptado el machismo original para crear una posición de poder desde la que resolver los conflictos de manera ventajosa, lo cual lleva a generar más conflictos para acumular un mayor poder.
El poder de la desigualdad es consecuencia del machismo, no el machismo consecuencia de una desigualdad general.
Si el machismo sólo fuera una cuestión de hombres y mujeres, y no un modelo de convivencia e identidades para poder vivirlo, no habría tantas resistencias y ataques para evitar que cambie toda la construcción social, y el propio sistema sería el primero en intentar acabar con las manifestaciones más graves del modelo, como por ejemplo la violencia de género. Pero no lo hace, porque sabe que abordar de raíz estas manifestaciones exige, indefectiblemente, erradicar el modelo machista de convivencia e identidades.
El machismo es la corrupción de la propia sociedad a través del vicio de la desigualdad y del abuso de los hombres sobre el resto de las personas que consideran inferiores por ser diferentes a su identidad (mujeres, homosexuales, transexuales, intersexuales…), y ajenas a su contexto social (extranjeros, personas de diferente grupo étnico, creencias, ideologías…) A partir de esas referencias las combinaciones son infinitas en la interseccionalidad de las relaciones, pero el principio siempre es el mismo y está muy bien definido: discriminar, abusar y atacar desde la referencia de los hombres y desde lo de los hombres.
Acabar con la corrupción exige acabar con el machismo, que es la corrupción original.

fuente : https://miguelorenteautopsia.wordpress.com/2017/03/12/machismo-y-corrupcion/

"El Poder del Cacicazgo", Violencia contra Mujeres Periodistas (English subs)

Ante el nuevo poder de las mujeres, ¿renace la quema de brujas?

MONEDERO
Por: Carmen R. Ponce Meléndez*


 
La cacería de brujas de los Siglos XVI y XVII, su persecución tanto en Europa como en el Nuevo Mundo tuvo como finalidad quitarles el “poder” a las mujeres. Y fue fundamental para:

-El desarrollo de una nueva división sexual del trabajo que somete al trabajo femenino y la función reproductiva de las mujeres a la reproducción de la fuerza de trabajo (el trabajo doméstico no remunerado).

-La construcción de un nuevo orden patriarcal basado en la exclusión de las mujeres del trabajo asalariado y su subordinación a los hombres.
-La mecanización del cuerpo proletario y su transformación, en el caso de las mujeres, en una nueva producción de nuevos trabajadores.

Son señalamientos de Silvia Federeci en “Calibán y la Bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación originaria”. Colección Nociones comunes.

En todo este proceso fue fundamental e indispensable quitarles poder a las mujeres, en el feminicidio más importante de la historia (hasta ahora). La cacería y persecución de las brujas, mujeres empoderadas que violentaban ese nuevo poder masculino, ese nuevo orden patriarcal que hasta hoy más o menos funciona, pero que afortunadamente se ha venido resquebrajando. Como parte de ese proceso está mostrando su peor cara: los feminicidios.

En  México han sido asesinadas 44 mujeres activistas desde 2010 (La Jornada 12 mayo, 2017). Ser activista implica necesariamente un cuestionamiento al sistema, del orden que sea, pero también una renovación del poder femenino.

Entre esos asesinatos está el de Lesvy Berlín Osorio de 22 años, cuyo cuerpo fue encontrado en Ciudad Universitaria en una caseta telefónica. Este feminicidio se suma a un clima de violencia contra las mujeres en todo el país. Una violencia creciente y exacerbada, tolerada por los medios y desde luego por las propias autoridades.

Al igual que en el caso de los asesinatos de periodistas o de otros feminicidios, lo primero que se hizo fue descalificar moralmente a la víctima. En síntesis era una mujer “disfuncional” o “trasgresora”: no terminó la prepa, era alcohólica, tampoco vivía con sus padres, no era casada, vivía en unión libre, etc., etc.

Todos estos elementos la convertían en una mujer que atentó contra los “valores” patriarcales y ofendió o vulneró los pilares de la masculinidad. Mujeres como ella abundan en todo el país y en el mundo, están revolucionando la sociedad patriarcal, voluntaria o involuntariamente. Las Mujeres tienen nuevos “poderes”, son nuevas “BRUJAS”.

Su común denominador es precisamente que atentan contra la ortodoxia de la masculinidad, la violentan. Vamos, son las nuevas BRUJAS, porque tienen un nuevo poder, y lo más grave lo ejercen pública e impunemente. Para la misoginia, merecen un castigo, el peor de todos, la muerte y si es dolorosa mejor.

Son las nuevas guerreras. Están en el mercado de trabajo –un espacio esencialmente masculino-, siguen ejerciendo la maternidad sin pareja, luchan por sus derechos sociales.

En 2015, de las mujeres de 12 y más años con al menos un hijo nacido vivo, 27.8 por ciento ejercen su maternidad sin pareja. De ellas, 21.3 por ciento estuvieron alguna vez unidas mientras que 6.5 por ciento son madres solteras (Datos de Inegi).

VER GRÁFICA AQUÍ

Otras “disfuncionales”  (Brujas), para el patriarcado y la misoginia son las mujeres Jefas de Hogar, como muestra la gráfica; y, para colmo, la gran mayoría (71 .0 por ciento), tienen por lo menos un hijo; ejercen un poder de padres/madres en la mayoría de los casos. Eso atenta o violenta  las masculinidades, hay una nueva realidad para los hombres, donde sienten que están perdiendo poder.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), en el cuarto trimestre de 2016 la tasa de participación económica de mujeres de 15 y más años con al menos un hijo nacido vivo es de 43.4 por ciento. ¿Dónde quedó el “paradigma” del hombre proveedor y la mujer ama de casa? Otro empoderamiento de las mujeres, bastante costoso por cierto, también otro motivo para agredirlas o matarlas.

Estas nuevas guerreras-brujas tienen muchos logros. Se reúnen para encontrar a sus “desaparecidos” (los migrantes), viajando desde Centroamérica hacia todo México. Acompañaron a  Javier Sicilia en su marcha por todo el país, reclamando enérgicamente a las autoridades para que  hicieran algo para detener esta horrible violencia, y también para encontrar a sus “desaparecidos”.

En Veracruz lograron que se encontraran fosas clandestinas con cientos de cadáveres, ahí podían estar sus hijos, sus maridos. En síntesis alguien de su familia. No fue el Gobierno Municipal, tampoco el Estatal y mucho menos el Federal. Fueran ellas, las nuevas guerreras,  las nuevas BRUJAS, ejercieron su poder porque no les quedó de otra, y así seguirá siendo.

Ahí están las mujeres de Cherán, en Michoacán, defendiendo los bosques, poniendo a raya a los narcos y su poder. Bueno, qué se puede decir de las madres de las “muertas de Juárez” y su enorme lucha. Ellas –las Mujeres- volvieron viral el hastag #SI ME MATAN, y si, las están matando, nos están matando.

Y en el colmo de los colmos, también están en la esfera política. Como ciudadanas votando, como candidatas, gobernando pero, claro, también son objeto de violencia política, porque atentan contra un espacio que también era exclusivo de los hombres.

Por si todo esto fuera poco, quieren ser dueñas de su cuerpo, decidir sobre su maternidad, no aceptar agresiones o decisiones ajenas en su cuerpo. Ser ellas las dueñas y señoras. También eso se consideraba (y considera) propiedad masculina, ellos como únicos dueños.

Hay un nuevo concepto de la feminidad y también debe haberlo de la masculinidad. El retorno de la caza de brujas, es decir la nueva violencia contra las mujeres, es un hecho mundial, es innegable que el ataque contra ellas es permanente y debe pararse.

Y esto sucede en un contexto donde, después de Siria, México ocupa el segundo lugar en violencia: con 23 mil muertos sólo el año pasado  y más de 30 mil desaparecidos, según indica el reporte “Armed Conflict Survey 2017” (ACS) publicado por el International Institute for Strategic Studies (IISS) (El Financiero 11 de mayo 2017).

Sin embargo, el gobierno, a través de la cancillería, se apresuró a criticar y descalificar el informe de IISS, porque dijo que no tiene sustento alguno, ya que el origen de las cifras que maneja se desconoce.
 
Pero resulta que en las encuestas del Banco de México al Sector Privado y a especialistas, consideran que los problemas de inseguridad pública son el principal lastre que tiene el crecimiento económico en adelante.

Este tema está por arriba de cualquier problema financiero, comercial o económico en el mundo. Es una preocupación mayor a la baja en la plataforma de producción petrolera e incluso pesa más que la inflación o la depreciación del peso.

Conclusión: Algo tienen que hacer las mujeres del país para defenderse y para defender lo que queda de México, empoderadas y renovándose, como las BRUJAS contemporáneas.

* Economista especializada en temas de género
twitter @ramonaponce
  
Especial Cimacnoticias | Ciudad de México.- Nos queremos vivas, libres y seguras

Violencia sexual, táctica para ejercer terrorismo, dice ONU

Amenaza la seguridad y la paz duradera


Mina Jaf, fundadora y directora ejecutiva de la organización Women's Refugee Route. 


La violencia sexual se utiliza cada vez más como una táctica para ejercer el terrorismo y, por ello, debe atenderse como un asunto relacionado con la paz y la seguridad, subrayaron varios especialistas en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Representantes de los Estados miembro del foro mundial y de la sociedad civil, así como funcionarios de la ONU, se reunieron para debatir sobre problemas permanentes, desafíos y soluciones a la violencia sexual en el marco de conflictos.

“Demasiadas mujeres conviven con algún grado de violencia a diario, en sus hogares y en sus familias. Los conflictos armados no hacen más que exacerbar las condiciones predominantes”, explicó la nigeriana Amina Mohammed, subsecretaria general de la ONU.

Esa violencia sexual es “un crimen desgarrador”, añadió.

La directora ejecutiva de la organización Women’s Refugee Route, Mina Jaf, coincidió y dijo a IPS: “Las mujeres son mucho más vulnerables en países con conflictos, y cuando eres vulnerable, sufres mayor violencia”.

El secretario general de la ONU, António Guterrez, mencionó el asunto en su informe anual, en el que detalla numerosos casos de violencia sexual utilizada con fines “estratégicos” en 19 países.

En Iraq, casi 2 mil mujeres y niñas yazidíes siguen siendo esclavas en los territorios controlados por el Estado Islámico (EI) y hay denuncias de que las venden y comercializan, además de usarlas como escudos humanos durante las operaciones en Mosul, detalla el documento.

En Myanmar (Birmania), más de la mitad de las mujeres entrevistadas por la Oficina de Derechos Humanos de la ONU dijeron haber sufrido alguna forma de violencia sexual, que pudo utilizarse de forma sistemática “para humillar y aterrar a sus comunidades”.

Las mujeres y las niñas desplazadas son las que corren un riesgo mayor, coincidieron Mohammed y Jaf, pues una de cada cinco refugiadas o desplazadas experimenta alguna forma de violencia sexual.

La Misión de las Naciones Unidas en Sudán del Sur documentó casi 600 incidentes de violencia sexual en conflicto en 2016, principalmente contra mujeres y niñas. Entre las sobrevivientes habían 57 niñas, varias de las cuales menores de 10 años.

La mayoría de los casos ocurrieron en puestos de control del Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán, cerca de sitios de protección designados, y hay informes que señalan que se emplea la violencia sexual para castigar a las comunidades por su origen étnico o por entender que apoyan a grupos de oposición.

El representante especial del secretario general para violencia sexual en conflictos, Adama Dieng, recordó a los presentes que hay un rostro y un nombre detrás de cada número del informe.

Dieng relató los casos de Nasima, quien, por temor a ser asesinada por sus familiares tras ser liberada de manos del EI, intentó suicidarse, y el de Marie, quien contrajo el VIH por temor a denunciar la violación, privándose así de la atención preventiva contra el virus de inmunodeficiencia humana.

La vergüenza y el estigma son componentes integrales del uso de la violencia sexual como tácticas de guerra, según el informe del secretario general.

“Los agresores saben bien que ese tipo de delitos pueden convertir a sus víctimas en parias, desarmando así los lazos familiares y de parentesco que unen a las comunidades”, señala el informe. Por ejemplo, los niños nacidos de una violación pueden afrontar una vida de marginación, ser vulnerables a la explotación y ser reclutados, impidiendo así su recuperación a largo plazo.

“El estigma mata”, acotó Dieng.

Mohammed subrayó que es “imprescindible” promover la reintegración holística.

“No basta con recuperar a nuestras niñas, tenemos que devolverlas con dignidad y respeto a un entorno de apoyo, igualdad y oportunidades, y asegurarnos de que reciban la asistencia fundamental que las ayudará a reintegrarse a sus hogares y a sus sociedades”, subrayó, refiriéndose a la campaña mediática #BringBackOurGirls (recuperemos a nuestras niñas), tras el secuestro de 270 adolescentes nigerianas de una escuela de Chibok, en abril de 2014, por Boko Haram.

Dieng insistió en redirigir el estigma de la violencia sexual de las víctimas hacia los perpetradores, lo que solo será posible involucrando a los líderes comunitarios para modificar percepciones dañinas de género y vergüenza.

También señaló la necesidad de reconocer a las sobrevivientes como víctimas legítimas del conflicto y del terrorismo, las que deben recibir asistencia, reparación y tener justicia.

“Cuando las víctimas tienen la oportunidad de contar sus historias, de observar la condena a los responsables y de recibir solidaridad y apoyo, ya sean reparaciones materiales o simbólicas, pueden contrarrestar el aislamiento, la culpa y el reproche”, explicó Dieng.

Algunos países comenzaron a atender la violencia sexual con leyes, como Colombia, que creó un marco para ofrecer a las sobrevivientes acceso a la justicia. Sin embargo, solo dos por ciento de los 634 casos documentados de violencia sexual en conflictos terminaron en condena, una tendencia que es mundial.

“La violencia sexual en conflictos ya no se percibe como un asunto de mujeres o un mal menor en una falsa jerarquía de violaciones de derechos humanos. En cambio, se considera como una amenaza legítima a la seguridad y a la paz duradera, que requiere de una respuesta operativa en materia de seguridad y justicia”, observó Mohammed

También reconoció los percances de la propia ONU a la hora de responder a las denuncias de abuso sexual por efectivos de las fuerzas de paz, pero se comprometió a hacer frente a los desafíos y a lograr que la tolerancia cero se haga “realidad”.

En 2015, las denuncias por abusos sexuales de efectivos franceses de las fuerzas de paz en República Centroafricana despertaron un gran malestar en todo el mundo; una investigación sueca concluyó que la ONU sigue siendo negligente con las sobrevivientes.

Jaf dijo a IPS que si no se asignan responsabilidades y no hay justicia, aun en los casos protagonizados por efectivos de las fuerzas de paz, no se resolverá el problema de la violencia sexual en conflictos.

Los equipos humanitarios que primero atienden las situaciones de crisis deben estar capacitados para hacer frente a cuestiones delicadas, añadió, al relatar el caso de una mujer que no denunció una agresión sexual porque no se sentía cómoda hablando delante de un hombre, aunque solo fuera un intérprete, y debe seguir promoviéndose la igualdad de género.

“La violencia sexual en conflicto no ocurre en un vacío, es el resultado del fracaso sistemático de la comunidad internacional de hacer frente a las causas de raíz del conflicto, de la desigualdad de género y de la impunidad”, subrayó Jaf.

*Este artículo fue publicado originalmente por la agencia internacional de noticias IPS.

Crédito: Evan Schneider/UN Photo.
Por: Tharanga Yakupitiyage*
Cimacnoticias | Naciones Unidas.- 

“Frida Guerrera” denuncia hostigamiento ante la FEADLE

La amenazan en redes por visibilizar feminicidio


 Desde que la activista por los derechos de las mujeres, Verónica Villalvazo, conocida como “Frida Guerrera”, ha documentado casos de feminicidio, los hostigamientos y amenazas en su contra a través de sus redes sociales no cesan, por lo cual presentó una denuncia ante la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra de la Libertad de Expresión (FEADLE) por las amenazas de muerte que recibió.

El 5 mayo en su video –que publica cada semana a través de las redes sociales Facebook y Youtube- Frida Guerrera denunció el asesinato de la joven Lesvy Osorio Martínez, hallada en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); y el caso de la sobreviviente feminicidio, Carmen Zamora Villedas, en Ecatepec, Estado de México, tras lo cual recibió amenazas de muerte e insultos por un usuario identificado con el nombre de Sayd García.

Con ello, la activista ingresó el 8 de mayo ante la FEADLE, órgano dependiente de la Procuraduría General de la República (PGR)  una denuncia por los hechos, donde  actualmente trabajan en el peritaje informático para conocer la identidad del sujeto y deslindar las responsabilidades, datos que podrían conocer en los próximos días, informó en entrevista a Cimacnoticias, Frida Guerrera.

No es la primera vez que la comunicadora recibe este tipo de agresiones, el 19 de marzo de 2017, recibió amenazadas por parte de la hermana de un presunto feminicida, acusado por el asesinato de sus primos, Karen, de 17 años, y su hermano Erik, de 12, nuevamente del municipio de Ecatepec. Dos días después, 39 cuentas que se dijeron pertenecientes a la “Legión Holk”,  hicieron comentarios denigrantes para las mujeres en sus videos, le hicieron amenazas sexuales e incitaron a asesinar a más mujeres.

Asimismo, la activista señaló que el usuario identificado como Sayd García, en  2016 fue denunciado por la locutora de la Radio Chinelo en Morelos, Xóchitl Guzmán Delgado, por las mismas razones: amenazas de muerte y acoso en redes sociales. Lamentó que hasta el momento las acciones de las autoridades no han logrado identificarlo.

ACOMPAÑAMIENTO A VÍCTIMAS DE EDOMEX

La comunicadora actualmente cuenta con medidas de seguridad (un botón de pánico) por parte del Mecanismo Federal de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, por dichos hostigamientos y por el riesgo que corre al brindar acompañamiento solidario a familiares de víctimas de feminicidio, sobre todo del Estado de México, entidad donde ha centrado su atención porque registra más casos y más impunidad.

Denuncia que también que la titular de la Fiscalía Especializada en Feminicidios del Estado de México obstaculiza su trabajo como activista, ya que ha pedido a las madres de las víctimas que acompaña solidariamente, que no acudan a ella o la informen, porque “obstaculiza la investigación”, denunció.

VULNERABLES, ACTIVISTAS EN REDES

En 2016, Frida Guerrera comenzó a documentar y rastrear en los medios de comunicación los casos de feminicidio a nivel nacional, los cuales hace visibles a través de videos en sus redes sociales y la publicación semanal de “La  Columna Rota” en su blog personal.

Casos como el de Frida son señalados en el informe de Comunicación e Información de la Mujer AC  “Poder del Cacicazgo: Violencia contra Mujeres Periodistas 2014-2015”, donde se advierte que el espacio digital para las periodistas y comunicadoras, a pesar de ser una herramienta fundamental para el ejercicio de la libertad de expresión y el derecho a la información, también es un espacio donde se generan campañas de desprestigio contra las periodistas y defensoras, quienes son denostadas principalmente por su condición de género.

Por su labor como defensora de los Derechos Humanos, Villalvazo fue víctima de hostigamientos y agresiones físicas en años anteriores, por su seguimiento al conflicto magisterial y a la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca; por la denuncia que interpuso Leticia Valdés Martell debido a la violación cometida contra su hijo de cuatro años de edad, en el centro preescolar privado Instituto San Felipe en Oaxaca, y en 2010, por la problemática de la comunidad triqui de San Juan Copala, Oaxaca, sitiada por paramilitares de la Unidad de Bienestar Social de la Región Triqui (Ubisort) y por el Movimiento de Unificación y la Lucha Triqui (MULT).

CIMACFoto: César Martínez López
Por: la Redacción Cimacnoticias | Ciudad de México.- 

La violencia sexual amenaza la seguridad y la paz duradera


© Reproducir este artículo|

 Mina Jaf, fundadora y directora ejecutiva de la organización Women's Refugee Route. Crédito: Evan Schneider/UN Photo.

Mina Jaf, fundadora y directora ejecutiva de la organización Women's Refugee Route. Crédito: Evan Schneider/UN Photo.
NACIONES UNIDAS, 17 may 2017 (IPS) - La violencia sexual se utiliza cada vez más como una táctica para ejercer el terrorismo y, por ello, debe atenderse como un asunto relacionado con la paz y la seguridad, subrayaron varios especialistas en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Representantes de los estados miembro del foro mundial y de la sociedad civil, así como funcionarios de la ONU, se reunieron para debatir sobre problemas permanentes, desafíos y soluciones a la violencia sexual en el marco de conflictos.
“Demasiadas mujeres conviven con algún grado de violencia a diario, en sus hogares y en sus familias. Los conflictos armados no hacen más que exacerbar las condiciones predominantes”, explicó la nigeriana Amina Mohammed, subsecretaria general de la ONU.
Esa violencia sexual es “un crimen desgarrador”, añadió.
La directora ejecutiva de la organización Women’s Refugee Route, Mina Jaf, coincidió y dijo a IPS: “Las mujeres son mucho más vulnerables en países con conflictos, y cuando eres vulnerable, sufres mayor violencia”.
El secretario general de la ONU, António Guterrez, mencionó el asunto en su informe anual, en el que detalla numerosos casos de violencia sexual utilizada con fines “estratégicos” en 19 países.
En Iraq, casi 2.000 mujeres y niñas yazidíes siguen siendo esclavas en los territorios controlados por el Estado Islámico (EI) y hay denuncias de que las venden y comercializan, además de usarlas como escudos humanos durante las operaciones en Mosul, detalla el documento.
En Myanmar (Birmania), más de la mitad de las mujeres entrevistadas por la Oficina de Derechos Humanos de la ONU dijeron haber sufrido alguna forma de violencia sexual, que pudo utilizarse de forma sistemática “para humillar y aterrar a sus comunidades”.
Las mujeres y las niñas desplazadas son las que corren un riesgo mayor, coincidieron Mohammed y Jaf, pues una de cada cinco refugiadas o desplazadas experimentan alguna forma de violencia sexual.
La Misión de las Naciones Unidas en Sudán del Sur documentó casi 600 incidentes de violencia sexual en conflicto en 2016, principalmente contra mujeres y niñas. Entre las sobrevivientes habían 57 niñas, varias de las cuales menores de 10 años.
La mayoría de los casos ocurrieron en puestos de control del Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán, cerca de sitios de protección designados, y hay informes que señalan que se emplea la violencia sexual para castigar a las comunidades por su origen étnico o por entender que apoyan a grupos de oposición.
El representante especial del secretario general para violencia sexual en conflictos, Adama Dieng, recordó a los presentes que hay un rostro y un nombre detrás de cada número del informe.
Dieng relató los casos de Nasima, quien, por temor a ser asesinada por sus familiares tras ser liberada de manos del EI, intentó suicidarse, y el de Marie, quien contrajo el VIH por temor a denunciar la violación, privándose así de la atención preventiva contra el virus de inmunodeficiencia humana.
La vergüenza y el estigma son componentes integrales del uso de la violencia sexual como tácticas de guerra, según el informe del secretario general.
“Los agresores saben bien que ese tipo de delitos pueden convertir a sus víctimas en parias, desarmando así los lazos familiares y de parentesco que unen a las comunidades”, señala el informe. Por ejemplo, los niños nacidos de una violación pueden afrontar una vida de marginación, ser vulnerables a la explotación y ser reclutados, impidiendo así su recuperación a largo plazo.
“El estigma mata”, acotó Dieng.
Mohammed subrayó que es “imprescindible” promover la reintegración holística.
“No basta con recuperar a nuestras niñas, tenemos que devolverlas con dignidad y respeto a un entorno de apoyo, igualdad y oportunidades, y asegurarnos de que reciban la asistencia fundamental que las ayudará a reintegrarse a sus hogares y a sus sociedades”, subrayó, refiriéndose a la campaña mediática #BringBackOurGirls (recuperemos a nuestras niñas), tras el secuestro de 270 adolescentes nigerianas de una escuela de Chibok, en abril de 2014, por Boko Haram.
Dieng insistió en redirigir el estigma de la violencia sexual de las víctimas hacia los perpetradores, lo que solo será posible involucrando a los líderes comunitarios para modificar percepciones dañinas de género y vergüenza.
También señaló la necesidad de reconocer a las sobrevivientes como víctimas legítimas del conflicto y del terrorismo, las que deben recibir asistencia, reparación y tener justicia.

“Cuando las víctimas tienen la oportunidad de contar sus historias, de observar la condena a los responsables y de recibir solidaridad y apoyo, ya sean reparaciones materiales o simbólicas, pueden contrarrestar el aislamiento, la culpa y el reproche”, explicó Dieng.
Algunos países comenzaron a atender la violencia sexual con leyes, como Colombia, que creó un marco para ofrecer a las sobrevivientes acceso a la justicia. Sin embargo, solo dos por ciento de los 634 casos documentados de violencia sexual en conflictos terminaron en condena, una tendencia que es mundial.
“La violencia sexual en conflictos ya no se percibe como un asunto de mujeres o un mal menor en una falsa jerarquía de violaciones de derechos humanos. En cambio, se considera como una amenaza legítima a la seguridad y a la paz duradera, que requiere de una respuesta operativa en materia de seguridad y justicia”, observó Mohammed
También reconoció los percances de la propia ONU a la hora de responder a las denuncias de abuso sexual por efectivos de las fuerzas de paz, pero se comprometió a hacer frente a los desafíos y a lograr que la tolerancia cero se haga “realidad”.
En 2015, las denuncias por abusos sexuales de efectivos franceses de las fuerzas de paz en República Centroafricana despertaron un gran malestar en todo el mundo; una investigación sueca concluyó que la ONU sigue siendo negligente con las sobrevivientes.
Jaf dijo a IPS que si no se asignan responsabilidades y no hay justicia, aun en los casos protagonizados por efectivos de las fuerzas de paz, no se resolverá el problema de la violencia sexual en conflictos.
Los equipos humanitarios que primero atienden las situaciones de crisis deben estar capacitados para hacer frente a cuestiones delicadas, añadió, al relatar el caso de una mujer que no denunció una agresión sexual porque no se sentía cómoda hablando delante de un hombre, aunque solo fuera un intérprete, y debe seguir promoviéndose la igualdad de género.
“La violencia sexual en conflicto no ocurre en un vacío, es el resultado del fracaso sistemático de la comunidad internacional de hacer frente a las causas de raíz del conflicto, de la desigualdad de género y de la impunidad”, subrayó Jaf.
Traducido por Verónica Firme

República Dominicana: Explotación sexual infantil, invisibilizada y brutal


Mercedes Alonso Romero 

Santo Domingo, 18 may. 17. AmecoPress/SemMéxico.- Noticias y titulares de la prensa nacional producen de inmediato asombro, impotencia y multiplican la ira cuando refieren que niñas, adolescentes y jóvenes fueron abusadas sexualmente, asesinadas y sus cadáveres abandonados; las edades de las hoy occisas oscilaban entre los 12; 13; 17; 18; y 23 años, todas encontradas con signos de violación y golpeadas, según informe de la Policía Nacional.
En República Dominicana el abuso infantil refleja datos que estremecen. La docente y feminista Yildalina Tatem Brache señala con acierto en un artículo publicado por el digital Acento, el pasado 27 de abril, que lamentablemente existen voces que intentan “invisibilizar los daños a las víctimas y justificar, exculpar, comprender y casi perdonar a los agresores”. En este sentido, la autora recuerda que esta validación social “permite que gran cantidad de abuso sexual se institucionalice en uniones de hecho y matrimonios, en un país donde está prohibido constitucional y legalmente el abuso infantil”.
Estudios publicados por la Organización No Gubernamental (ONG) de Ayuda a la Infancia, del Plan Internacional, plantean que la Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes (Escnna), es una violación a los derechos fundamentales y una forma moderna de esclavitud en todas sus modalidades. Una investigación realizada por dicha entidad en 10 comunidades del este del país, indica que el 96 % de los menores y jóvenes están en riesgo de sufrir este vil flagelo.

¿Normalizar el abuso?

Que un profesor de la Escuela de Villa Amaro en el municipio de Salcedo, provincia Hermanas Mirabal, situada en el centro-norte del país, esté detenido e investigado por supuestos abusos sexuales, no significa un logro. Algún indicio debió aflorar entre las 12 estudiantes de dicho centro que fueron abusadas, y en el niño que no llega a la edad adolescente.
Familiares y profesores ¿no observaron alguna señal de esas manifestaciones que alertan cuando las conductas de niñas y niños tienden a alterarse por alguna razón?: “Estamos normalizando el abuso” denuncia la también jurista Tatem Brache y añade: “Pueden ayudar a explicar, por qué una orientadora de la Escuela de Villa Amaro… al convocar a un grupo de madres para comunicarles (luego de que se convirtió en secreto a voces, sin admitir desde cuándo lo sabía) que un ¨profesor¨ estaba abusando sexualmente de unas 12 niñas y un niño, y las palabras que utilizó, según una de las madres, es que este había cometido un error”.
Lamentablemente, en ocasiones la familia sitúa a los menores en mayor vulnerabilidad, y hasta admite que lleguen a las casas con los 25 y 50 centavos que les daba este abominable “profesor”, cada vez que tocaba sus partes íntimas y cometía otras de sus bárbaras atrocidades en el baño de la propia escuela.

Encima, se valida…

Estadísticas de Enhogar 2014 establecen que “el 12.5% de las dominicanas entre 20 y 49 años se casaron o unieron antes de los 15 años y el 37% antes de los 18 años”. República Dominicana ocupa uno de los primeros peldaños en la cantidad de niñas y adolescentes que en América Latina y El Caribe están casadas o unidas forzosamente con hombres adultos y en gran medida con el consentimiento de la familia.
Brache hace alusión al artículo 56 de la Constitución dominicana, que establece la protección a los menores de edad, y afirma que “la familia, la sociedad y el Estado tienen la obligación de asistirles y protegerles para garantizar su desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de sus derechos fundamentales”. El Código para la protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes obliga a que sea denunciado y atendido cualquier abuso en su contra.
Se plantea que una de las mayores dificultades para enfrentar la explotación sexual infantil es que la familia retira las querellas contra los infractores a cambio de dinero.

La pobreza acentúa el mal

Santiago Benjamín de la Cruz publicó el pasado 8 de mayo en Listín Diario una entrevista a la coronela Francia Hernández, encargada del Departamento de Control Migratorio e Investigación de Trata y Tráfico de Personas de la Policía Nacional, quien declara que la principal violación que ocurre en el país a la ley 137-03 es el engaño, donde el infractor ofrece “villas y castillas” a los tutores de menores de edad para que le permitan llevarse al o la infante.
En sectores muy empobrecidos como San Juan de la Maguana, municipio cabecera de la provincia de San Juan, en la región occidental, Francia Hernández relata que fueron a impartir charlas sobre el tema de la trata y tráfico de personas, y “dos madres se pusieron a pelear porque una aceptaba que por RD$100 cualquier persona fuera a manosear a su hija de ocho años y la otra lo bajó a RD$80”, reveló la coronela quien resume que retirar las denuncias contra los infractores agudiza esta gran problemática, “porque cuando las autoridades logran que los tutores de los menores abusados se querellen contra el autor del delito, días después retiran la denuncia, pues son comprados con altas sumas de dinero por el o los malhechores”.
Otra realidad que enfrenta la sociedad dominicana es el tráfico ilícito que llevan a cabo turistas llegados de Europa, quienes consiguen comprar el bebé a una adolescente embarazada, que acepta que el extranjero asuma todos los gastos hasta el parto, y al nacer la criatura realizan el procedimiento y se llevan al recién nacido, “lo que se convierte en una adopción irregular, penalizada por la ley”, tal y como observa la coronela Hernández.
La Policía Nacional ha informado en oportunidades los hallazgos de vídeos que desvergonzados explotadores sexuales poseen, donde aparecen niños dominicanos y de otras nacionalidades.

Mujeres y niñas son el blanco principal de la trata y el tráfico

La Organización de las Naciones Unidas ha expuesto que cerca de 2,5 millones de personas son vendidas cada año y de estas, 80% son mujeres. En República Dominicana, a quienes resulten autor o autores de este delito se les imponen penas de 15 a 20 años.
Casi al concluir la redacción de estas líneas se conocía del caso de otro individuo denunciado por presunto abuso sexual en perjuicio de varias niñas en una escuela de otra empobrecida región, Yamasá, Monte Plata.
El periodista Dalton Herrera informó que el sospechoso de esos crímenes, era un hermano del ayudante del procurador general de la República y exprocurador fiscal de esa provincia; en tanto que la directora del centro dijo que el depravado ofrecía y daba 50 pesos para que las menores se desvistieran en el baño del centro educacional y le mostraran sus partes íntimas.
“Es un hombre muy influyente y poderoso en esta provincia, todos lo conocen y saben que es por eso que este caso ha quedado impune. Si hubiera ocurrido con alguna hija mía yo hubiese luchado para que estuviera preso, es una amenaza a la sociedad, a las niñas de todos nosotros”, aseveró la mujer quien manifestó no temer por su vida a pesar de que la semana anterior había recibido una “extraña llamada”, que semejaba amenaza.
Instituciones como los ministerios de Relaciones Exteriores; Interior y Policía; Educación; Trabajo; Turismo; Salud Pública y Asistencia Social; de la Mujer; Despacho de la Primera Dama; Procuraduría General de la República; Policía Nacional; Policía Turística; Dirección General de Migración; Marina de Guerra y el Consejo Nacional para la Niñez y Adolescencia, están involucradas en la protección de menores y que se cumplan las leyes en su defensa. De acuerdo a la realidad que se vive cada día, las políticas o acciones asumidas hasta el momento no han logrado proteger a la niñez, adolescencia y juventud dominicana.
Foto: SemMéxico.
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Internacional – Infancia – Las jóvenes – Violencia sexual – Maltratos – Trata. 18 may. 17. AmecoPress. 

Sin acceso al expediente de Lesvy, PGJDF investiga al margen de víctimas

UNAM no la reconoce públicamente como universitaria


  Araceli Osorio Martínez denunció que a dos semanas del asesinato de su hija Lesvy Berlín Osorio Martínez, encontrada en Ciudad Universitaria el 3 de mayo, la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJDF) les ha negado el acceso a la carpeta de investigación, como es su derecho, y el rector de la UNAM, Enrique Graue, no ha reconocido a la joven, en ningún acto público, como integrante de la comunidad universitaria.

Al encabezar la marcha-velada realizada anoche en memoria de Lesvy y en demanda de que se haga justicia, convocada por  feministas universitarias y por su familia, Araceli Osorio dijo que, sin el acceso al expediente “no sabemos nada, salvo nuestro testimonio”.

Velada por Lesvy y por todas las víctimas de feminicidio en la UNAM | CIMACFoto: César Martínez López

La abogada de la familia, integrante del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Victoria, Sayuri Herrera Román, pidió  las autoridades ver la carpeta y contar con copias porque dijo, es un derecho de las víctimas y un requisito para que se les garantice justicia, ya que “nada debe hacerse al margen de las víctimas, como está ocurriendo”. Y reiteró: “Nada se debe hacer sin la familia ni sin consultarlos, llamamos a que se les tome en cuenta antes de tomar cualquier decisión”.

Respecto al grupo de expertas propuesto por la UNAM y la Secretaría de Gobierno del Gobierno capitalino para que trabajen el caso con perspectiva de género, la abogada aseguró que no tiene objeción de trabajar y colaborar con quienes haya que hacerlo, para lograr los objetivos.  

En la velada, iniciada a las 7 de la noche, con la participación de  cientos de alumnas, trabajadoras, académicas y madres de víctimas de feminicidio, quienes llevaron como ofrenda rosas y veladoras, se leyó un comunicado en el que se exige al rector Graue que reconozca públicamente que Lesvy era integrante de la comunidad universitaria, que dicte un día de luto en su memoria, “como símbolo de compromiso institucional”.

Velada por Lesvy y por todas las víctimas de feminicidio en la UNAM | CIMACFoto: César Martínez López

El padre de Lesvy, del mismo nombre, pero quien prefirió no decir sus apellidos, dijo también que, personalmente,  no ha recibido ofrecimientos de ayuda por parte de las autoridades de la UNAM para que el caso se esclarezca.

Con la consigna de “¡Alerta, alerta que camina la lucha feminista por América Latina!” colectivos que portaron flores, cruces rosas, veladoras y fotografías de Lesvy partieron de la Torre de Rectoría en CU, rumbo al lugar donde fue encontrada. Detrás de una manta donde se leí la frase “Todas somos Lesvy: ¡Justicia!”, y de la mano de mujeres estudiantes, Aracely Osorio encabezó el trayecto hasta la casilla telefónica del Instituto de Ingeniería.

“Mi hija fue asesinada y supuestamente encontrada en este lugar, pero no tenemos certeza de que así haya sido”, denunció Aracely Osorio frente al teléfono público convertido en altar por las estudiantes que pegaron poemas y dejaron flores desde la marcha del 5 de mayo, en donde miles exigieron justicia para Lesvy y exigieron el fin de la violencia de género en la Universidad.

El acto concluyó tras un ritual con incienso y cantos para despedir a Lesvy  porque, de acuerdo a su madre, quien es trabajadora de la UNAM, afiliada al STUNAM en la Secretaría de Cultura y Educación del actual comité del Sindicato, ella: “tenía un respeto profundo a esta cosmovisión”.

Velada por Lesvy y por todas las víctimas de feminicidio en la UNAM | CIMACFoto: César Martínez López

Mujeres con ropa negra en señal de luto enterraron más de 12 cruces rosas con nombres de víctimas de feminicidio detrás de la caseta telefónica, otras rodearon el lugar con veladoras y pétalos de rosas rojas.

“Ustedes están viendo el rostro del dolor, del coraje, de la furia, pero también el rostro de la dignidad, de todas estas personas que están y no están”, dijo Aracely Osorio, quien agradeció el apoyo de la comunidad y concluyó “no estamos solas, las tenemos a ustedes”.

CIMACFoto: César Martínez López
Por: Montserrat Antúnez Estrada
Cimacnoticias | Ciudad de México.-

Sexismo en el lenguaje: apuntes básicos


Lenguaje & Feminismo


No son necesarias las @ para incluir a las mujeres. Hay soluciones más creativas para transformar la lengua. Y cuando transformemos el lenguaje transformaremos la realidad.

Parece que fue ayer por lo claro que lo recuerdo pero hace casi treinta años. Sería aproximadamente 1973 y estábamos en una asamblea en la Facultad de Filosofía, en Oviedo. Había mucha gente y mucho alboroto y alguien -un hombre, claro- gritó: ¿Esto es una asamblea o qué cojones es? Otro -un fascista, claro- advirtió: ¡Cuidado con las palabras, que hay señoritas presentes! Fue exactamente así y, por supuesto, la advertencia del fascista se acogió con un cierto regocijo general. Como en aquellos tiempos de fuerte lucha contra la dictadura de Franco las asambleas tenían turnos de palabras interminables, pasó un largo rato de intervenciones diversas.

Al fin, se levantó Begoña -una amiga feminista- y habló: Yo sólo quiero decir una cosa: ¡Cojones! A mí, feminista desde que puedo recordar, aquello me encantó. Sentí que Begoña acababa de devolvernos a todas la voz, la existencia. Éramos de nuevo personas -como ellos- y no “señoritas” y teníamos derecho a la palabra. A todas las palabras. En la lucha por existir, si queríamos ser reconocidas y nombradas en “su” mundo, teníamos que usar “su” lenguaje. Begoña lo acababa de afirmar en voz alta: la lengua también era nuestra.

Cuento esta anécdota para intentar explicar el apasionante proceso, el camino recorrido en estos más de veinticinco años de actuación del movimiento feminista en el tema del sexismo en el lenguaje. Un trayecto en el que supimos que tomar sólo la parte de la lengua que se nos adjudicaba equivalía a aceptar el silencio. En el que también aprendimos, como señala Christiane Olivier, que si utilizamos el lenguaje considerado “universal”, que es el masculino, hablamos contra nosotras mismas.

SILENCIADAS, DESPRECIADAS
En la lucha por esa lengua que nos representara a las mujeres y que enfrentara el sexismo lingüístico, hemos pasado por diferentes etapas. Al principio tratamos tan sólo de detectar el sexismo. Nunca antes lo habíamos notado y en absoluto éramos conscientes de cómo la lengua nos discriminaba. Empezaron a surgir los estudios y los trabajos sobre el tema. Concretamos el sexismo en dos efectos fundamentales: el silencio y el desprecio. Por un lado, el ocultamiento de las mujeres, nuestro silencio, nuestra no existencia. Estábamos escondidas tras los falsos genéricos: ese masculino que, habíamos aprendido en la escuela, “abarca los dos géneros”. Y también estábamos ocultas tras el salto semántico.

Debemos a Álvaro García Meseguer la definición de ese error lingüístico debido al sexismo: ése expresado en aquello de todo el pueblo bajó hacia el río a recibirlos, quedándose en la aldea sólo las mujeres y los niños. Así pues, ¿quién bajó, sólo los varones? Por otro lado estaba el desprecio, el odio hacia las mujeres. Se manifestaba en los duales aparentes (zorro/zorra, gobernante/gobernanta, verdulero/verdulera, frío/fría, etc.), en los vacíos léxicos (víbora, arpía, etc. O caballerosidad, mujeriego, etc.), en los adjetivos, los adverbios, los refranes y frases hechas, etcétera., etc., etc.

SURGEN MIL Y UNA SOLUCIONES
Después de detectar el sexismo en el lenguaje, empezaron a aparecer diferentes recomendaciones para un uso no sexista de la lengua. Desde mediados de los 80 el feminismo avanza en estrategias para combatir tanto el silenciamiento como el desprecio, y se van perfeccionando las soluciones y redactando instrucciones nuevas. Hacia 1994 aparece en España el libro Nombra, elaborado por la Comisión Asesora sobre el Lenguaje del Instituto de la Mujer, verdaderamente clarificador y útil. Las posibilidades que nos plantea son realmente variadas, creativas y diversas.

Frente a los difíciles y continuos dobletes (con o/a, o (a), o-a) nos ofrecen: la utilización de genéricos reales (víctimas, personas, gente, vecindario y no vecinos, pueblo valenciano y no valencianos. También, el recurso a los abstractos (la redacción y no los redactores, la legislación y no los legisladores). También cambios en las formas personales de los verbos o los pronombres (en lugar de En la Prehistoria el hombre vivía... podemos decir los seres humanos, las personas, la gente, las mujeres y los hombres y también En la Prehistoria se vivía... o En la Prehistoria vivíamos...).

Otras veces podemos sustituir el supuesto genérico hombre u hombres por los pronombres nos, nuestro, nuestra, nuestros o nuestras (Es bueno para el bienestar del hombre... sustituido por Es bueno para nuestro bienestar...) Otras veces podemos cambiar el verbo de la tercera a la segunda persona del singular o a la primera del plural sin mencionar el sujeto, o poner el verbo en tercera persona singular precedida por el pronombre se (Se recomienda a los usuarios que utilicen correctamente la tarjeta... sustituido por Recomendamos que utilice su tarjeta correctamente... o Se recomienda un uso correcto de la tarjeta). Están también los cambios del pronombre impersonal (Cuando uno se levanta quedaría Cuando alguien se levanta o Al levantarnos y también cambiaríamos El que tenga pasaporte o Aquellos que quieran... por Quien tenga pasaporte... o Quienes quieran...).

También tenemos recomendaciones para corregir el uso androcéntrico del lenguaje y evitar que se nos nombre a las mujeres como dependientes, complementos, subalternas o propiedades de los hombres (Los nómadas se trasladaban con sus enseres, ganado y mujeres, Se organizaban actividades culturales para las esposas de los congresistas. A las mujeres les concedieron el voto después de la Primera Guerra Mundial), ofreciéndonos múltiples y variadas soluciones. Y así más, mucho más.

LA LENGUA NO ES NEUTRAL

Entretanto, ya existían dos posturas distintas en el movimiento feminista en torno a estas cuestiones. El planteamiento de quienes opinan que las mujeres debemos apropiarnos del genérico y hacerles a los varones un específico. Por ejemplo: en un centro de enseñanza seríamos -mujeres y hombres- profesores, y si nos referimos a Juan, diríamos profesor varón y de Ana podríamos decir ella es el mejor profesor del instituto. El otro planteamiento es el de las que pensamos que el genérico no es universal. Siguiendo con el ejemplo anterior: ellos y nosotras seríamos el profesorado o las profesoras y profesores. La primera postura se expresa así: Lo genérico, lo neutro, lo universal es patrimonio de todos. Se debe denunciar la falsa universalidad, pero también se ha de reivindicar la participación de las mujeres en lo universal. Nosotras pensamos que no es cierto que lo genérico sea patrimonio común. Los vocablos en masculino no son universales por englobar a las mujeres. Es un hecho que nos excluyen. Se dice que son universales porque lo masculino se ha erigido a lo largo de la historia en la medida de lo humano. Así se confunden los genéricos con los masculinos. Como dice Fanny Rubio: La lengua será neutra pero no es neutral.

QUEREMOS NOMBRAR LA DIFERENCIA

Además, pensamos así porque queremos nombrar el femenino, nombrar la diferencia. Decir niños y niñas o madres y padres no es una repetición, no es duplicar el lenguaje. Duplicar es hacer una copia igual a otra y éste no es el caso. La diferencia sexual está ya dada, no es la lengua quien la crea. Lo que debe hacer el lenguaje es nombrarla, simplemente nombrarla puesto que existe. No nombrar esta diferencia es no respetar el derecho a la existencia y a la representación de esa existencia en el lenguaje. García Meseguer dice que de una manera simplista las dos posturas se podrían resumir en torno a las recomendaciones de Nombra y a los inconvenientes que trae el seguirlas. A una corriente -en ella me incluyo- nos importarían más las mujeres que el lenguaje, y a la otra corriente le importaría más el lenguaje que las mujeres. Sin embargo, a todos los esfuerzos debemos increíbles avances.

Les debemos las coincidencias y acuerdos en torno a la detección del sexismo y al lugar de las mujeres en el lenguaje, nuestra invisibilidad en los genéricos, la denuncia a los varones acaparando los conceptos de humanidad y de universalidad, la crítica a la invasión del pensamiento androcéntrico y de la cultura patriarcal como referentes y tantos descubrimientos más. Y a todos los esfuerzos debemos extensos análisis de diccionarios, medios de comunicación, textos literarios, lenguaje coloquial y tesis, tesinas, artículos, libros, conferencias, mesas redondas, apasionantes y apasionadas charlas sobre este problema, tanto en la lengua castellana como en otras lenguas.

MUJERES ESCRITORAS: HEROÍNAS MEMORABLES Y OCULTADAS
Más sancionando que el hablar, el escribir para las mujeres ha sido visto como la usurpación de un derecho que no les pertenece y además como una práctica inútil, como lo que no les corresponde. Dice Virginia Woolf: Creo que pasará aún mucho tiempo antes de que una mujer pueda sentarse a escribir un libro sin que surja un fantasma que debe ser asesinado, sin que aparezca la peña contra la que estrellarse. Del libro de Yadira Calvo A la mujer por la palabra, me permito entresacar algunas historias. La de Fanny Burney quemando todos sus originales y poniéndose a hacer labor de punto como penitencia por escribir.

La de Charlotte Brönte poniendo a un lado el manuscrito de Jane Eyre para pelar papas. La de Jane Austen escondiendo los papeles cada vez que entraba alguien por la vergüenza de que la vieran escribir. La de Katherine Anne Porter declarando haber tardado veinte años en escribir una novela. Fui interrumpida por cualquiera que en un momento dado apareció en mi camino. Porter calculaba que sólo había podido emplear un diez por ciento de sus energías en escribir. El otro noventa por ciento lo he usado para poder mantener mi cabeza fuera del agua, decía. Recuerdo esa foto de María Moliner remendando calcetines con un huevo de madera, mientras ésa su ingente obra, Diccionario del uso del castellano iba naciendo entre ollas y coladas.

Leo las quejas de una Katherine Mansfield reprochándole a su marido: Estoy escribiendo pero tú gritas: Son las cinco, ¿dónde está mi té? O el dulce lamento de una cubana del siglo pasado que no firmó sus obras: ¡Cuántas veces lentamente/ con plácida inspiración/ formé una octava en mi mente/ y mi aguja inteligente/remendaba un pantalón! Por eso dijo Virginia Woolf a propósito de la duquesa de Newcastle: Sabía escribir en su juventud. Pero sus hadas, caso de que sobrevivieran, se transformaron en hipopótamos. Otro hecho gravísimo: la atribución de las obras de las mujeres a otros, y en especial a sus maridos. Debe haber sido un fenómeno muy frecuente pues tenemos bastantes referencias.

Desde el artículo publicado en 1866 por Rosalía de Castro Las literatas: carta a Eduarda, en el que la autora advierte de ello, hasta estas palabras de Adela Zamudio, escritora boliviana del siglo XX: Si alguno versos escribe /de alguno esos versos son,/ que ella sólo los suscribe./ (Permitidme que me asombre.)/ Si es alguno no es poeta,/ ¿Por qué tal suposición?/ ¡Porque es hombre! Están también los hechos históricamente comprobados: el célebre caso de María Lejarraga, autora de las obras firmadas por su marido Gregorio Martínez Sierra. Y el hecho de que a Zelda Fitzgerald también fue su marido quien le prohibió publicar su Diario porqué él lo necesitaba para su propio trabajo.

Y el que las primeras obras de Colette aparecieran firmadas con el nombre de su marido, quien incluso cobró el dinero de su venta. Alguien me dirá que voy muy atrás y que la humanidad ha cambiado en los últimos veinte siglos. Pues bien, en el año 2000 y en España sólo un diez por ciento de los libros publicados están escritos por mujeres.

CAMBIAR LA LENGUA CAMBIARÁ LA REALIDAD
No obstante, hay algunas capaces de trepar la cuesta de lo prohibido, de robarle a la vida ese diez por ciento de energía necesario para mantener la cabeza fuera del agua. Y la mantienen. Y escriben. Y se lo editan. Y aquí seguimos todas las demás. Luchando y celebrando los nuevos éxitos, Extendiendo la red para que todas las mujeres de la tierra tengan derecho a la voz, a la palabra. Sabiendo que vemos el mundo a través del cañamazo formado por la lengua y motivadas por la certeza de que el lenguaje sexista, el que hemos aprendido, contribuye a la perpetuación del patriarcado.

Sabiendo también que cuando tengamos una lengua que nos represente cambiará la realidad. Por eso seguimos adelante. Y no dormimos más a las niñas con cuentos de hadas. Les decimos que las niñas buenas van al cielo y las malas van a todas partes. Y que colorín colorado, esta historia no ha acabado.

Fuente: http://www.mujeresenred.net/spip.php?article832 

Violencia institucional


Violencia Estructural
http://www.eldiario.es

Puede que la violencia más oculta que sufren las mujeres sea la violencia institucional.


Sólo 3 personas de cada 100 están preocupadas por la violencia de género. Hablamos de España, claro, en otros países esta cifra puede incluso descender. Pero para opinar y responder libremente, hay que estar informado, o tu respuesta acabará siendo lo que el establishment ha decidido que sea. Por ejemplo, en ese mismo enlace, se vende como titular "La violencia contra la mujer sólo es una preocupación esencial para 3 de cada 100 españoles".

En el cuerpo de la noticia, sin embargo, se deja saber que hablan de la violencia de género como si se tratase de la misma cosa. Oficialmente, la violencia de género sólo la pueden sufrir mujeres por parte de su pareja hombre, y ésas son las únicas que se contabilizan para luego decir de pasada en los telediarios. Como muchas veces decimos, quedan fuera de esos números y de esa violencia muchas mujeres abusadas, maltratadas y asesinadas por parte de hombres, ya que no les unía una relación sentimental tradicional.

Pero la violencia contra las mujeres va mucho más allá del maltrato al que someten a su pareja muchos hombres. Si no se conocen cómo y cuáles son estas violencias que se ejercen sobre nosotras, jamás vamos a acabar con ellas, ni vamos a dejar de normalizarlas generación tras generación, ni mucho menos vamos a contestar libremente al CIS. Del voto que colamos en la urna ya ni hablamos. Puede que la violencia más oculta que sufrimos las mujeres sea la institucional.

Ésta no es más que todos los actos u omisiones por parte de organismos e instituciones públicas que generan violencia sobre la ciudadanía. También los hombres pueden sufrirla, pero por lógica en una sociedad patriarcal, son las mujeres sus principales víctimas. Además, en un sinfín de formas.

Las mujeres y niñas haitianas que han sido violadas por cascos azules (enviados por la ONU para "misiones de paz"), por ejemplo, no sólo sufren la agresión que supone la violación en sí, sino que además, se topan con otros mecanismos que siguen ejerciendo violencia contra ellas y contra los hijos que paren de dichos soldados: la ONU da inmunidad diplomática a sus soldados, por lo que las reclamaciones de dichas mujeres ni son oídas ni encuentran justicia. Al igual que las haitianas, también en otros países las mujeres son víctimas sangrantes de los engranajes del sistema patriarcal que rige a las instituciones, donde los cascos azules son la punta de lanza: Sri Lanka, República Centroafricana, El congo, etc.

En este artículo de ctxt.es, donde entrevistan al abogado de DDHH, Mario Joseph, se hace un compendio del horror que sufren mujeres y niñas en Haití tras los 13 años de presencia de soldados de la ONU: desde abusos hasta contagio de cólera en un país especialmente vulnerable tras el terremoto. Por supuesto, también en España las mujeres sufrimos violencia institucional, y ejemplos hay cada día.

Desde las víctimas de violencia machista que deciden denunciar a su agresor y son menospreciadas en comisarías y cuarteles de la Guardia Civil y acaban siendo asesinadas, hasta las que son culpadas por el propio Ministerio de la violencia que reciben: " Interior vincula los crímenes machistas con la decisión de las mujeres de separarse rápido". Es imposible no ejercer violencia contras las mujeres si el sistema bajo el que se rige la sociedad es un sistema machista.

Es imposible acabar con la violencia machista, institucional o no, si quienes tienen como labor erradicarla son personas sin ninguna formación feminista, que se dedican a hacer "estudios" de por qué nos matan para concluir que la culpa son nuestras prisas. Es imposible que los cascos azules dejen de violar a mujeres y niños si los engranajes del sistema bajo el que actúan los siguen diseñando personas sin perspectiva de género, cuyo único motor, además, es el poder y los intereses imperialistas.

Es imposible, en definitiva, acabar con la violencia contra las mujeres en un mundo como el actual, donde los que pueden marcar un cambio no sólo no saben ni les interesa cambiarlo, sino que cuando les dé por acercarse al problema, descubrirán que para erradicarlo sólo tienen una opción: marcharse para que sean otras y otros quienes desmonten pieza a pieza la máquina que ellos han tardado siglos en levantar (con nuestra mano de obra, por supuesto).

Descubrirán, si no lo saben ya, que es necesario el feminismo para levantar un nuevo sistema basado en la igualdad, que controle hasta su mínima expresión todas las relaciones de poder y cada uno de los módulos de opresión existentes en la actualidad. No pretendo ser pesimista, pero parece obvio que ninguna de las personas que leamos este artículo llegaremos a ver semejante cambio. Sí quisiera, sin embargo, ser realista, y remarcar que la responsabilidad de que ese mundo se materialice algún día está en nuestras manos.

Ese mundo feminista es posible, por supuesto que lo es, pero hay que construirlo. Como dijo Marx, "la historia no es ni hace nada. Quien es y hace es la gente".
Fuente:http://www.eldiario.es/zonacritica/violencia_institucional-haiti-cascos_azules-ONU-violaciones-barbijaputa_6_643995614.html  

“Para ser feminista no basta con ser mujer”


Feminismo & Feminista

Entrevista a Nawal al Saadawi, escritora y psiquiatra, de 84 años, firme defensora de los derechos de la mujer, lleva décadas luchando contra el machismo y el extremismo religioso.

Nawal al Saadawi (Kafr Tahl, Egipto, 1931) rehúsa retratarse con el cartel de la institución que la invita. Cuando una asistente a las jornadas que la cooperación española organizó el 9 y 10 de septiembre sobre igualdad de género en el Norte de África y Oriente Próximo le pidió una fotografía, la novelista, feminista y médico egipcia sugirió con una sonrisa un fondo alternativo.

“Mejor la pared de un pasillo que un cartel, no voy a hacer propaganda a ningún Gobierno”,
dijo en alto sin reparos, a pesar de que acababa de participar en la inauguración del evento. Al Saadawi está “en contra de todos los Gobiernos”. Y lo afirma sin pudor frente a sus anfitriones. Lo único que oculta son sus manos, en unos coquetos guantes blancos. “No estoy segura de que me vuelvan a invitar, de hecho ni siquiera sé por qué me han invitado”, afirma sin dejar de sonreír antes de comenzar la entrevista en la sede de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECID). Pero sus credenciales como feminista en Egipto y en el mundo árabe hacen imprescindible su presencia allá donde se traten los derechos de la mujer.

Doctora y psiquiatra, ha escrito más de medio centenar de libros entre novelas, cuentos y obras de teatro, en los que aborda tanto los problemas de la mujer en el mundo, desde la mutilación genital y la violencia machista a la prostitución, como los efectos perniciosos del extremismo religioso. Su libro La mujer y el sexo, publicado en 1972, con duras críticas a la extirpación del clítoris, que ella misma sufrió cuando tenía seis años –“me mutilaron con una navaja de afeitar”– fue la causa de que perdiera su trabajo como directora general de salud pública en Egipto.

No ha sido la única consecuencia “de haber hablado siempre alto”. En 1981, bajo el Gobierno de Anwar el Sadat, pasó varios meses en prisión por criticar al régimen, aunque aprovechó su estancia para escribir sus memorias en un rollo de papel higiénico con un lápiz de contrabando. Ha “sufrido el exilio durante diez años”, a causa de las amenazas de grupos extremistas islámicos. Ahora, bajo el Gobierno de Abdelfatá Al Sisi, trabaja en Egipto para que los jóvenes sean “cada vez más radicales”.

Pregunta. ¿No hay ningún Gobierno en el mundo que le guste?

Respuesta. No. Estoy en contra de todos los Gobiernos, porque solo apoyan a las mujeres que trabajan para ellos. Por eso me sorprende que me haya invitado el Gobierno español. Nawal al Saadawi, durante su visita a Madrid.KIKE PARA

P. ¿Ni siquiera si los dirige una mujer?

R. No, ni siquiera, porque yo no distingo entre hombres y mujeres. Lo más importante es la mente. Mire a Hillary Clinton [aspirante a la candidatura del Partido Demócrata en las próximas elecciones de Estados Unidos]. Ella está en contra de las mujeres y solo usa el tema de la mujer para ganar las elecciones. Sin embargo, lo único que quiere en realidad es dinero y poder. Para ser feminista no es suficiente con ser una mujer, porque Clinton es mujer pero también es a la vez capitalista, patriarcal y religiosa, que son las causas por las que las mujeres están oprimidas en el mundo. Yo no divido a las personas por sus órganos genitales sino por lo que hay en su cabeza.

P. ¿Cree que las mujeres que llegan a puestos de poder político son machistas?


R. Exacto. No tiene más que mirar a Margaret Thatcher [ex primera ministra de Reino Unido]. Cuando Thatcher estaba en el poder, yo estuve en Reino Unido y las mujeres en aquel país estaban en contra de Thatcher porque perdieron muchos derechos durante su Gobierno.

P. ¿Qué es entonces el feminismo para usted?

R. El feminismo es liberar la mente del sistema patriarcal, de la religión y del capitalismo, que son las principales amenazas para la mujer. Aunque no solo son amenazas para la liberación de la mujer sino también para los pobres. Yo no separo entre la opresión de clase y la opresión patriarcal. Para mí, están relacionadas y siempre van juntas de la mano. De hecho, para mí una mujer es independiente cuando se alimenta por sí misma.

P. ¿Hay algún lugar libre de estas amenazas?

R. No, la opresión de la mujer es universal, no solo afecta a los países pobres. Se da por ejemplo en todas las religiones: en el cristianismo, en el judaísmo, en el islam o en el budismo la mujer es siempre inferior. Como ve, no me gustan las divisiones, tampoco separo entre Oriente y Occidente o entre Norte y Sur, porque todos vivimos en un solo mundo.

P. Usted participó en las manifestaciones de la revolución de Egipto de enero de 2011. ¿Cómo vive bajo el régimen de Abdelfatá al Sisi?

R. En Egipto hubo dos revoluciones. En enero de 2011, la gente se levantó contra el régimen de [Hosni] Mubarak y la dominación de Estados Unidos, que siempre ha intentado que Egipto dependa comercialmente de ellos. Washington impulsó a los Hermanos Musulmanes hasta el poder. Así que la segunda revolución, en junio de 2013, surgió en contra de los Hermanos Musulmanes y consiguió expulsarlos del Gobierno. Y Abdelfatá al Sisi fue positivo porque apoyó al pueblo en su lucha contra los islamistas, ya que el pueblo egipcio no podía ser libre bajo el régimen teocrático de los Hermanos Musulmanes. No obstante, yo siempre he estado en contra de todos los Gobiernos, también de los de Egipto.

P. Los observadores internacionales consideraron, sin embargo, las elecciones de junio de 2012, que llevaron a Mohamed Morsi al poder, como las primeras elecciones libres en Egipto.

R. Esa es una gran mentira. No fueron elecciones libres, dependieron del dinero que muchos Gobiernos dieron a Morsi. Los países europeos y Estados Unidos propagaron mentiras sobre Egipto. También los medios de comunicación, que siempre están mintiendo y ofrecen una mala imagen de los pobres, porque son propiedad de los Gobiernos y de los millonarios.

P. Pero usted… ¿vive ahora libre en Egipto?

R. Me dejan trabajar con libertad porque ahora Al Sisi necesita mujeres como yo. De lo contrario, ya me habrían mandado a la cárcel.

P. ¿Cree que hoy en día su libro La mujer y el sexo produciría reacciones similares en Egipto?

R. Sí, porque hoy en día mis libros siguen causando fuertes reacciones.

P. ¿Está escribiendo?


R. Yo ahora tengo 84 años y no sé hasta cuándo voy a vivir. Tampoco me importa. Solo tenemos una vida y tenemos que hacer lo mejor que podamos con ella. Pero incluso aunque muera, mis libros van a estar ahí, mi mente va a seguir viva en mis libros. Aunque soy médico, me siento fundamentalmente novelista. Yo cada vez soy más radical y mi sueño ahora es enseñar a la gente joven, que los jóvenes egipcios hagan una verdadera revolución.

Fuente:http://diariofemenino.com.ar/v2/index.php/2017/05/10/nawal-al-saadawi-para-ser-feminista-no-basta-con-ser-mujer/



México: La falta de conciliación familiar y laboral afecta a las mujeres


Gabriela Ramírez
México, 18 may. 17. AmecoPress/SEMlac.- A las mujeres en México las siguen despidiendo por embarazarse o ausentarse por el cuidado de sus hijos e hijas. Muchas de ellas, al momento convertirse en madres, abandonan su trabajo por la dificultad que encuentran para lograr una conciliación entre la vida personal y la vida laboral.
Este es un tema pendiente en el diseño de políticas públicas, que afecta seriamente el desarrollo de aquellas que deciden ser madres.
En 2015, aproximadamente la mitad de las mexicanas que tuvieron descendencia, abandonaron su trabajo. Esto se desprende de un estudio denominado "Horas hábiles corresponsabilidad laboral y familiar", realizado por la organización GIRE (Grupo de Información en Reproducción Elegida), que explica que durante ese año, 566.217 mujeres afiliadas al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) pidieron una licencia de trabajo por maternidad.
Para el primer trimestre de 2016, la cifra de mujeres afiliadas que habían tenido un hijo/a en el último año y que seguían laborando, se redujo a 171.056.
"De ahí que es posible afirmar que la salida masiva de mujeres de la fuerza laboral al convertirse en madres es la principal consecuencia de una falta de conciliación corresponsable. La política actual respecto de la relación entre la vida laboral y la vida reproductiva y familiar es claramente fallida e ineficiente para lograr la permanencia de las mujeres en el mercado laboral", señala la referida investigación.
Y es que las mujeres dedican más horas al trabajo, tanto remunerado como no remunerado, y sin duda la llegada de un hijo o hija representa para ellas una carga mayor.
De acuerdo con el estudio Mujeres y Hombres en México 2014, realizado por el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), por cada 10 horas de trabajo (remunerado y no remunerado) de las mujeres, los hombres trabajan 8,6 horas. Ellas aportan el 78,3 por ciento de las horas destinadas a las labores del hogar y ellos solo el 21,7.
Celia Itubide, una mujer radicada en la Ciudad de México, explica que cuando nació su pequeña Rosalía tuvo que dejar el trabajo. "Tener un bebé es una carga de trabajo grande y yo tuve que dejar mi trabajo formal, era secretaria y fue muy complicado porque no había un horario flexible y el período de lactancia fue muy difícil porque tenía que ir al baño en el trabajo para sacarme la leche".
Como lo explica Celia, para muchas es imposible continuar trabajando, para otras, dejar el empleo es simplemente imposible por la carga económica que deben cubrir, pero lo cierto es que muchas de las que se convierten en madres, no tienen ni siquiera la opción de decidir si seguir o no laborando.
El estudio de GIRE demuestra que muchas mujeres siguen siendo despedidas por quedar embarazadas o bien por ausentarse por algo relacionado con el cuidado de sus hijas e hijos. Sin embargo, esta organización alerta que se trata de un problema completamente invisibilizado en el que no existen datos precisos por parte de las Juntas de Conciliación y Arbitraje.
A través de diversas solicitudes de información realizadas por esta organización civil a las juntas de conciliación nacionales y locales para conocer el número de juicios o denuncias realizadas del 1 de enero de 2010 al 31 de diciembre de 2015, por mujeres que fueron despedidas por encontrase embarazas, 21 entidades y la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje señalan que "no cuentan con un registro o sub clasificación de los tipos de casos que les presentan, por lo que no es posible conocer la dimensión del problema".
Sólo ocho entidades pudieron proporcionar esos datos. Baja California Sur, Baja California, Estado de México, Hidalgo, Chiapas, Nuevo León, Tamaulipas y Sonora señalaron que de 2010 a 2015 recibieron 41 juicios por despido por embarazo y en Baja California hubo un juicio por ausencia por cuidado de menores.
Gloria Fernández, una mujer que fue despidida de su trabajo como vendedora de mostrador en una farmacia cuando se embarazó, explica que no quiso interponer ninguna denuncia porque sabe que se trata de un proceso largo.
"Imagínate, estaba embarazada y no quería meterme en un juicio en el que no sabía si podía ganar. Yo no tenía manera de pagar abogados y pues yo qué puedo hacer contra una cadena de farmacias, pues nada. Además, tenía que ver la manera de encontrar otro trabajo porque desde entonces me hice cargo sola de mi bebé".
Gloria cree que el acceso a la justicia en este país para las mujeres que han pasado por un proceso similar es algo difícil de alcanzar.
Tal vez por eso, muchas más mujeres deciden acudir a comisiones de derechos humanos para denunciar este tipo de arbitrariedades.
Según el informe de GIRE, del 1 de enero de 2010 al 31 de diciembre de 2015 se registraron 83 casos de mujeres que fueron despedidas por maternidad o a quienes se le solicitó una prueba de embarazo como parte de un proceso de contratación o quienes perdieron su trabajo por ausentarse para cuidar a sus hijos e hijas.
En el caso de los organismos defensores de derechos humanos hay un poco más de información aunque no en todas las entidades. En la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) solo hay una queja por despido por embarazo; sin embargo, en la Comisión de Derechos Humanos de Hidalgo hay 29, y en la de Guanajuato y Nuevo León hay 10, respectivamente.
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo, los costos de conciliar la vida laboral y familiar genera un desaprovechamiento de la fuerza de trabajo femenina y esto conlleva costos sociales y amenazan el rendimiento económico de los países.
En México, la normatividad y las políticas públicas han sido insuficientes. Según el diagnóstico de GIRE, están centradas en modelos de atención a la infancia como guarderías o estancias infantiles, pero están lejos aún de analizar temas sobre cómo hacer más cortas o más flexibles las jornadas laborales.
Si bien existe la Norma Mexicana en Igualdad Laboral y no Discriminación que representa un avance e incluye conceptos como la igualdad salarial, la creación de espacios adecuados para la lactancia, medidas de flexibilización de horarios y licencia de paternidad, se trata de un mecanismo que no es obligatorio.
Mientras tanto, en países como Alemania, un grupo de empresas localizadas en perímetro cercano y apoyadas por el gobierno, abrieron una guardería (Bärcheninsel) que ofreció lugar para 40 niñas y niños de seis meses a seis años.
En Suecia, se crearon en 1995 incentivos financieros para que los varones tomaran sus licencias de paternidad y si no lo hacían perdían un mes de subsidio. Ahora, en promedio, los varones suecos toman cuatro meses por paternidad, lo que fomenta la corresponsabilidad en las tareas de cuidado.
Foto: SEMlac
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Internacional – Economía – Empleo y género – Conciliación. 18 may. 17. AmecoPress.