El señor Léo
Heller, relator especial de la Organización de las Naciones Unidas sobre
los derechos humanos al agua potable y al saneamiento, tuvo la
oportunidad, durante los pasados 10 días de su visita oficial a México,
de observar, escuchar y documentar la situación que guardan estos dos
derechos objeto de su mandato en nuestro país. Por el primero, toda
persona,
sin discriminación, tiene derecho a agua suficiente, salubre, aceptable, físicamente accesible y asequible para uso personal y doméstico. Y por el segundo, también toda persona,
sin discriminación, tiene derecho al acceso, desde el punto de vista físico y económico, en todas las esferas de la vida, a un saneamiento que sea salubre, higiénico, seguro, social y culturalmente aceptable, proporcione intimidad y garantice la dignidad.
Su visita cobra especial relevancia, debido a la
constitucionalización en 2012 del Derecho Humano al Agua y al
Saneamiento en México, incluidos en el párrafo 6 del artículo 4 de la
Constitución. Más todavía por los intentos de aprobar una Ley General en
la materia, que contraviene estos derechos y pretende poner en manos de
privados la gestión de tan importante líquido. Discusión que en México
lleva por lo menos un año, además de que, en un contexto nacional de
derechos humanos sumamente complejo y doloroso, ha sido escasa la
atención a los graves problemas de derechos económicos, sociales,
culturales y ambientales (Desca), tanto por parte de las autoridades,
como por los organismos públicos de derechos humanos, e incluso por el
escrutinio internacional, pues en 20 años han sido sólo cuatro las
visitas sobre los Desca.
Por ello, la Coalición de Organizaciones Mexicanas por el Derecho al
Agua; el Movimiento de Afectados por las Presas y en Defensa de los
Ríos; la Alianza mexicana contra el fracking; la Coordinadora
Nacional Agua para Todas y Todos; el Espacio de Coordinación de
Organizaciones Civiles sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales;
la Red de Género y Medio Ambiente; la Red Nacional de Organismos
Civiles de Derechos Humanos Todos los Derechos para Todas y Todos; el
Movimiento Urbano Popular de la Convención Nacional Democrática, y un
amplio grupo de organizaciones de la sociedad civil, especializadas en
estos temas, se articularon con grandes expectativas de cara a la misión
del señor Heller, y se dieron a la tarea de elaborar un informe
conjunto sobre violaciones a los derechos humanos al agua potable y al
saneamiento en México, que puede consultarse en http://bit.ly/2q66vG2.
El documento analiza críticamente, tanto las cifras oficiales que
aparentan una amplia cobertura de servicios, como el marco jurídico y el
modelo de gestión hídrica en el país, al tiempo que expone los
siguientes problemas y obstáculos estructurales para la realización de
estos derechos. Efectos negativos de los procesos de privatización;
impactos de la reforma energética, el extractivismo y los megaproyectos;
obstáculos para la justiciabilidad de esos derechos; criminalización de
las personas, comunidades y organizaciones en el contexto de la defensa
del agua en México, y discriminación e impactos diferenciados de las
violaciones a estos derechos en la población.
Asimismo, las organizaciones y redes reportan haber
documentado y entregado al relator una compilación de 72 casos
paradigmáticos de violaciones a los derechos humanos al agua potable y
al saneamiento ocurridas en 16 entidades federativas, dando con ello
cuenta de las acciones y omisiones de los tres poderes y los tres
órdenes de gobierno, que constituyen severos incumplimientos del Estado
mexicano a estos derechos. Adicionalmente a la información que por
escrito le presentaron, la articulación de organizaciones y redes
prepararon reuniones sobre temas de especial preocupación, como la
contaminación de fuentes de agua; los impactos de la privatización, y
los desafíos legislativos y obstáculos para el acceso a la justicia.
Propusieron y acompañaron además al relator en recorridos de campo a
las localidades de las tres entidades que decidió visitar: Veracruz
(municipio de Filomeno Mata y ejido Emiliano Zapata, en el municipio de
Papantla), Ciudad de México (barrios de las delegaciones Iztapalapa y
Xochimilco) y Chiapas (colonia en Tuxtla Gutiérrez y comunidades de El
Manzanillo y El Duraznal en el municipio de San Cristóbal de las Casas).
En dichos lugares pudo constatar la precariedad de las condiciones de
vida de la población por la falta de cumplimiento cabal de sus derechos
al agua potable y al saneamiento. Pudo también escuchar directamente los
testimonios de mujeres y hombres afectados, así como dialogar con
organizaciones comunitarias, estatales y nacionales durante las
audiencias de casos que se efectuaron en el contexto de esas visitas.
Si bien la problemática nacional es más amplia y compleja de lo que
pudo observar y escuchar este relator especial a lo largo de 10 días, la
experiencia vivida en nuestro país sin duda le ha proporcionado un
panorama bastante ilustrativo que, al contrastarlo con la información
obtenida en las reuniones y diálogos con las autoridades, le ayudará a
arribar a algunas conclusiones y a formular recomendaciones puntuales al
Estado mexicano, que han de ser incluidas en su informe de misión ante
el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en septiembre próximo. Las y
los defensores de los Desca, y en particular los defensores de los
derechos al agua y al saneamiento, tienen puesta su atención y esperanza
en dicho informe, pues seguramente será una herramienta valiosa para el
gran trabajo que aún queda por hacer, con el fin de impulsar medidas
efectivas para la atención y solución de los actuales problemas y
desafíos, y prevenir muchos más.
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