Con la esperanza de que sus testimonios incidan en que sea aprobado el llamado proyecto de ley DREAM Act que les otorgaría estatus migratorio, una serie de estudiantes hispanos en Estados Unidos han “salido de las sombras” para declarar públicamente que son indocumentados.
El paso de estos jóvenes de admitir que no tienen papeles busca crear conciencia entre la sociedad estadounidense sobre la situación en que viven decenas de miles de estudiantes que ingresaron al país sin los debidos documentos migratorios antes de su edad adulta.
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Se calcula que la aprobación de la DREAM Act (siglas en inglés de Ley para el Desarrollo, Asistencia y Educación de Menores Extranjeros) beneficiaría a más de un millón de jóvenes indocumentados.
En su mayoría son hijos de inmigrantes que fueron traídos por sus padres cuando niños, y que, tras crecer en EE.UU. se han asimilado a la cultura estadounidense.
Una de las “salidas de la sombra” más notoria de los últimos días fue la de Pedro Ramírez, presidente del consejo estudiantil de la Universidad de California en Fresno.
Ramírez admitió que era indocumentado después de que el periódico estudiantil de la universidad californiana, The Collegian, lo cuestionó sobre su situación migratoria, respondiendo a una denuncia anónima que recibió la publicación por medio de un correo electrónico.
El estudiante universitario de 21 años, declaró a BBC Mundo que la revelación de su secreto fue un gran alivio.
“He estado escondido durante tanto tiempo que no podía formar parte de la vida estadounidense”, indicó el joven, quien llegó a EE.UU. desde México junto a sus padres cuando apenas tenía tres años.
Sin embargo, siempre se sintió estadounidense, agregó Ramírez, quien cursa el último año de sus estudios de doble mención en Ciencias Políticas y Economía Agrícola.
“Yo he vivido durante 19 años aquí, crecí aquí, fui a las escuelas públicas de aquí, me juntaba con niños americanos, hablaba inglés. Aprendí a hacer todo lo que hacen los niños de aquí”, expresó el estudiante.
Ramírez añadió que aunque no le gusta vivir con miedo, así ha sido su vida.
“Yo tenía ese miedo de que me iban a deportar o si alguien era mala persona que me podía poner a mí y a mi familia en peligro. Todavía tengo ese miedo y voy a vivir con eso hasta que me puedan ayudar”, resaltó.
Nuevas esperanzas
Esta semana, la Casa Blanca dio nuevas esperanzas a los estudiantes indocumentados de que la DREAM Act podría ser aprobada durante la presente sesión del Congreso de EE.UU., conocida como “pato inválido” (lame duck), porque se está a la espera de la próxima legislatura que asumirá en enero tras los comicios de mitad de periodo celebrados a principios de mes.
Reunido con legisladores hispanos, el presidente Barack Obama prometió que cabildeará personalmente ante miembros del Congreso para que apoyen la medida.
Por su parte, el presidente del Senado, Harry Reid, aseguró que someterá la propuesta a votación.
Este será un nuevo intento para que la DREAM Act se convierta en ley. En septiembre pasado fue bloqueada por legisladores republicanos tras ser incluida dentro del proyecto de ley de presupuesto de defensa.
La medida había sido propuesta por Reid en marzo de 2009, poco después de asumir la legislatura con un Congreso dominado por los demócratas tras las elecciones que ganó el presidente Obama en 2008.
El proyecto ya había sido presentado en los dos últimos períodos legislativos, pero en ambas oportunidades fue derrotado por la oposición de legisladores del Partido Republicano.
De acuerdo con el proyecto, los beneficiarios recibirían un estatus de residentes temporales a condición de que luego completen estudios superiores o sirvan al menos dos años en las Fuerzas Armadas.
Una vez cumplido este requisito, su estatus legal condicional se transformaría en permanente, permitiéndoles la posibilidad de convertirse en ciudadanos.
BBC Mundo