1. La Secretaría de Educación Pública (SEP), fundada en 1921 por José Vasconcelos durante el gobierno de Obregón, festejará su 90 aniversario entre unos días. Aunque Vasconcelos fue un pensador derechista españolista, en los años 20 jugó un papel revolucionario porque precisamente en esos años la Revolución burguesa mexicana, vivió sus cambios más radicales. En los veintes en México, cuando los porfirianos, los huertistas, los hacendados, la reacción conservadora estaba derrotada, las derechas se disfrazaron y ocuparon cargos con el fin de frenar la revolución y acomodarse en ella. Vasconcelos sigue siendo, junto con Narciso Bassols y Torres Bodet, de los secretarios de Educación más notables por haberle tocado la campaña por la identidad nacional, contra el analfabetismo, las escuelas rurales, el apoyo a pintores, compositores, Casas del Pueblo y fundación de Universidades.
2. Pero fuera de algunos períodos de los años veinte, treinta y sesenta, la SEP sólo ha sido un lugar de descanso o de espera de altos funcionarios que han buscado saltar a otros cargos. A la SEP han enviado cualquier funcionario oportunista para que haga y deshaga sobre lo que no conoce, siendo esa una de las causas por las que lo líderes venales del SNTE, el sindicato fundado en 1943 por el gobierno, se ha aprovechado de la circunstancias. Por ser muy grande –quizá con dos millones de trabajadores- esa secretaría recibe el mayor presupuesto público; aunque un alto porcentaje de éste se destine a los salarios de altos funcionarios, líderes sindicales venales y profesores comisionados, usados en beneficios de los políticos en el poder. Es el mayor presupuesto, pero como porcentaje del PIB que exige la UNESCO desde 1946, lo que ha destinado México a la educación es la mitad o la tercera parte de lo que invierten otros países en educación.
3. Hoy está circulando una “fantástica” noticia: El señor Lujambio, para festejar el 90 aniversario de la SEP, invitó como conferencista “en valores” a Álvaro Uribe, quien autorizó con valor, siendo presidente de Colombia, la instalación en su territorio de siete bases militares de EEUU, quien persiguió, con valor, a los patriotas guerrilleros de la FARC; el que bombardeó –con valor- el campamento de la FARC y asesinó a cuatro jóvenes mexicanos que hacían investigación; qué bueno que por eso en México se ha programado una protesta y se solicitará la aprehensión de Uribe por delitos cometidos contra esos connacionales. Se espera que los abogados mexicanos logren detener a Uribe y meterlo a la cárcel por todas las fechorías que ha realizado; pero no hay que olvidar que México vive un régimen de derecha y que personajes como el guerrerista Aznar, el derechista escritor Vargas Llosa y el asesino Uribe, siempre serán respaldados por la derecha.
4. El titular de la SEP, señor Lujambio, en plena precampaña presidencial, exhortó a los mexicanos a “exigirse más” en la construcción de un cuadro de valores que “gobierne nuestra conducta en la sociedad”, tras insistir en que la tarea de la SEP también es “poner de moda los valores”. Y no se sabe si habla de “mercado de valores”, de “bolsa de valores” o del “puro valor mexicano”, porque Lujambio nada sabe de valores humanos, de ética ni de moral. En los dos años que lleva en la SEP –de la que no sabe nada y sólo obedece las órdenes de la cacique sindical Esther Gordillo- se ha dedicado a buscar abiertamente su candidatura presidencial aprovechando sus giras a los estados, a los funcionarios bajo sus órdenes, el dinero y el tiempo que le brinda la SEP. Imaginen nada más en una conferencia a Pinochet, Aznar, Blair, Bush, hablando de valores cuando lo único que hicieron en sus respectivos gobiernos fue mentir, manipular y asesinar.
5. La SEP en México es una secretaría burocrática. La SEP no es la secretaría encargada de elevar el nivel de conocimientos, de cultura, de mejores condiciones de vida del pueblo mexicano; de la “cultura” de nuestro pueblo hace mucho que se encarga la televisión, en particular la empresa monopólica Televisa. La SEP lo único que reparte son papeles burocráticos tales como nombramientos, calificaciones, títulos, jerarquías con respaldado. Desde hace 30 años, obedeciendo a las políticas privatizadoras del neoliberalismo, millones de niños y jóvenes carecen de oportunidades para estudiar “por falta de presupuesto”. Allí están las estadísticas de rechazos del 90 por ciento en las universidades. Pero el señor secretario –desesperado por la candidatura panista- habla de valores e invita a Uribe a dar lecciones. Si la SEP estuvo terriblemente mal en los regímenes del PRI, durante los gobiernos panistas la ignorancia ha sido, evidentemente, más profunda.
6. Ningún secretario de Educación o conferencista nos puede inculcar alguna escala de valores que no sean ideológicos y respondan a intereses de clase social. El magnífico libro del investigador italiano Alberoni. “Valores”, enseña esa arena movediza de los valores que responden siempre a alteraciones: “Hoy la TV, el cine y la prensa ya no proponen un solo modelo de comportamiento, sino un repertorio de alternativas. Hay muchos modos autorizados de vivir. Cada mujer, cada hombre tiene dentro de sí una especie de estratificación geológica de modelos, desde aquellos del más remoto pasado a otros más recientes. Es como si hubiera muchos roles o vestidos que el individuo puede adoptar, muchas máscaras, muchos núcleos de personalidades alternativas que pueden colisionar y reemplazarse las unas a las otras. El individuo es como un actor teatral que sale a escena, que representa un rol distinto, que manipula a los demás asimismo”.
7. Así que la SEP, esa institución que durante 90 años debió asegurar un México con altos niveles educativos y culturales; que debió ser –como dicen- “la palanca del desarrollo económico nacional”, es hoy un simple elefante viejo y enfermo que muere porque los gobiernos del PRI y del PAN no han sabido aprovechar sus enormes recursos. En los últimos dos sexenios gobernados por el PAN, la SEP ha empeorado poniendo a la cabeza a funcionarios que nada sabían de educación, que eran verdaderos analfabetas: Reyes Tamez, Josefina Vázquez y Alonso Lujambio. Por esa profunda ignorancia no solo no pudieron hacer nada para sacar a la educación mexicana del atolladero sino que profundizaron más su crisis. Los informes internacionales sobre educación se han encargado de demostrar que México ocupa los últimos lugares en inversión educativa, de investigación, en sus universidades y mucho más.
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