12/08/2024

La amenaza de aranceles de Trump es dolorosa para Canadá

 Mario Campa


Canadá pretende en las últimas décadas ser el primer aliado de Estados Unidos, incluso encima del Reino Unido y la llamada “relación especial”

Canadá alcanza estos días notas reprobatorias en el arte de la diplomacia. Frente a México, el Gobierno de Justin Trudeau cometió la imprudencia pública de intentar coludirse contra un tercero en discordia y hasta desprecio mostró por el trato equidistante de Trump a sus vecinos: “A México se le respeta”, reviró Claudia Sheinbaum forzada por las tácticas rastreras de la víctima que ruega al victimario.

Por si escaseara evidencia, medios canadienses y estadounidenses informaron que Trudeau voló el fin de semana a Florida para cenar tres horas a cambio de promesas vagas, reproches y hasta burlas frontales sobre la conveniencia de integrar al vecino del norte como el estado 51 de la unión si es incapaz de mantener una economía a flote sin el superávit comercial posibilitado por el T-MEC. Que varios caricaturistas hayan consensuado inadvertidamente en la imagen de un tapete como símbolo representativo de los actos recientes de Ottawa retrata con elocuencia una política exterior orientada por la indigna desesperación.

La amenaza de aranceles de Trump es dolorosa para Canadá por al menos cinco razones:

1) Canadá pretende en las últimas décadas ser el primer aliado de Estados Unidos, incluso encima del Reino Unido y la llamada “relación especial”. Canadá casi siempre mimetiza a Estados Unidos en política exterior, aunque es cierto que se opone al embargo a Cuba y vota consecuentemente las resoluciones en las Naciones Unidas. Pero cuando se trata de China y Rusia y del otro lado de la OTAN, Canadá se cuadra ante el líder de la manada. Para sorpresa de los halcones diplomáticos, los aranceles rompieron en seco la inercia y ahora señalan un distanciamiento más gélido que un invierno en Montreal.

2) El conflicto fronterizo grita al mundo entero que Canadá enfrenta un creciente problema de consumo y producción de fentanilo. Con cifras oficiales del Centro de Uso y Abuso de Sustancias (CCSA), los opioides cobraban en 2020 la vida de 12 canadienses al día. Ahora, con la última actualización del 2024, la cifra ya supera 21 decesos diarios. En tiempos recientes, los laboratorios clandestinos se volvieron rutinarios, algo que alertaba el Washington Post al menos desde hace un año sin la carga de Trump. Algunos testimonios y decomisos alertan que precursores chinos llegan a Canadá y de ahí encuentran destinos de exportación tan alejados como Australia. Al estar la amenaza arancelaria vinculada a la migración y al tráfico de narcóticos, el ruido mediático daña la imagen de santuario del bienestar que tanto cuida Canadá como diferenciador de los Estados Unidos. Los reflectores y las noticias filtradas lastiman la marca-país que suele ser imán migratorio.

3) Canadá ensambló en el 2000 los mismos autos que México, pero hoy nuestro país casi lo triplica. Mientras en ese año produjo cerca de tres millones de vehículos, el año pasado sólo ensambló poco más de un millón y medio. En comparación, a la vuelta del siglo China producía sólo dos millones de vehículos al año y hoy manufactura 30 millones. Con una caída de casi el 50 por ciento en poco más de dos décadas, la industria automotriz canadiense sangra empleos y capacidad. Un arancel sería una sentencia de muerte. Prueba de ello, Canadá impuso una tarifa de 100 por ciento a los autos eléctricos chinos; sabe que viene un tsunami.
Gráfica de producción de autos en Norteamérica y China.
Gráfica de producción de autos en Norteamérica y China. Foto: Especial

4) El PIB per cápita de EU acumula 10 por ciento de expansión desde la prepandemia. En cambio, el de Canadá registra un dos por ciento de caída acumulada y compite con el Reino Unido y Alemania por ser el país del G7 que enfrenta la economía más estancada y entumida por una gradual desindustrialización. No con poca ironía, Canadá tiene en la migración cierta válvula de escape que hace que la demanda y el PIB crezcan, pero un poder adquisitivo mermado y el bienestar deteriorado tendrá resonancias productivas y políticas.

5) Trudeau enfrenta una probable derrota en las elecciones de octubre. Las encuestas favorecen al partido conservador liderado por el libertario Pierre Poilievre, quien mantiene una intención de voto que oscila en el 40 por ciento frente a poco más de 20 por ciento del partido liberal del Primer Ministro. La centroizquierda, encima del 15 por ciento, podría sorprender con un segundo lugar si se desfonda el partido gobernante, aunque la aprobación legislativa de los presupuestos ata un destino común frente al auge del sentimiento antimigrante liderado por ultras inspirados por los republicanos del sur. Con una desaprobación cercana al 70 por ciento con cifras del Angus Reid Institute, una tunda electoral luce como escenario base para Trudeau, cada vez más maniatado.

Como negociador, Canadá podría ser un buen epílogo del “Arte de la negociación” de Donald Trump, evidentemente como tópico de autoelogio en la victoria. Parece dispuesto a hundirse o flotar solo, sin México ni decoro.

Canadá tiene tiempo y espacio para negociar y acaso sorprenda con algún as tan escondido bajo la manga que sólo el país de la hoja de maple puede ver. Entretanto, que Trudeau haya volado a Florida para cenar con Trump y tragar bromitas incómodas grita pánico al mundo entero.

Mario Campa

Mario A. Campa Molina (@mario_campa) es licenciado en Economía y tiene estudios completos en Ciencia Política (2006-2010). Es maestro (MPA) en Política Económica y Finanzas Internacionales (2013-2015) por la Universidad de Columbia. Fue analista económico-financiero y profesor universitario del ITESM. Es planeador estratégico y asesor de política pública. Radica en Sonora.

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