10/07/2023

La política de la mentira y sus peligros

 

A un año de que termine el sexenio, es indudable que el engaño, la falacia y, en general, el discurso mentiroso han sido centrales en la estrategia comunicativa del titular del Ejecutivo y, con menos habilidad, de su gabinete.

Nos hemos acostumbrado tanto a la negación o minimización de los hechos y a la descalificación del mensajero, que puede parecer irrelevante reiterarlo. La nueva “versión oficial” sobre las atrocidades cometidas en Iguala en 2014, los ataques al fiscal especial Gómez Trejo tras sus revelaciones en entrevista con John Gibler, la terca negativa presidencial a reconocer la gravedad de la violencia extrema y sus dañinos efectos en el país, rebasan el grado mínimo de respeto y consideración hacia el dolor ajeno que merecen las víctimas.

La mentira y el engaño forman parte de la política, pero la sistemática manipulación de la realidad, a costa de la seguridad, la salud física y mental, la capacidad misma de actuar de las personas sobrevivientes de violencia y de la propia ciudadanía, daña la convivencia social y la democracia; pone en peligro el presente y el futuro. Los problemas que no se resuelven, se agravan; las expectativas frustradas se convierten en desesperanza; al trauma de la violencia se añade el de la negación de justicia; se agudizan  la impotencia y la rabia.

En su ensayo Mentir en la política (1972), Hannah Arendt abordaba la publicación de los Papeles del Pentágono, como un ejemplo de los peligros y límites de la construcción de una realidad alterna, de teorías y “escenarios” hipotéticos, a costa del análisis de los  hechos en el terreno y del contexto histórico y social del sureste asiático, con el fin de manipular a la opinión pública y de “vender” al mundo una “buena imagen” de Estados Unidos.

Además de señalar cómo se tomaron decisiones desastrosas con base en hipótesis falsas y sesgos ideológicos, y como el afán de ocultar los errores contribuyó a una brutal escalada en Vietnam,  la autora de Crisis de la República advierte que el engaño puede llevar al autoengaño y a un encadenamiento de mentiras que puede obstaculizar la capacidad de actuar – de manera eficaz, con base en hechos comprobables. Considera también que la política de la mentira puede parecer, pero no es, absoluta porque no pueden negarse todo el tiempo todos los hechos. Es decir, habría que destruir todos los indicios y documentos, y a todos los testigos, lo cual ni los regímenes totalitarios lograron.

Como contrapeso a esta tendencia, Arednt apunta a la independencia del Legislativo (suponiéndolo capaz de informarse) respecto del Ejecutivo y  a la existencia de una “prensa libre y no corrupta” que informe a la sociedad de modo que ésta pueda conocer los hechos y cuestionar las versiones oficiales. La libertad de información es en efecto para ella una “libertad política” fundamental para  la libertad de opinión, esencial para la vida democrática (como lo demostró el movimiento pacifista en EU). 

En este mismo sentido, la integridad de al menos un funcionario (Ellsberg y Russo, en este caso), capaz de arriesgarse y hacer públicos informes clasificados como “secretos” contribuye también a la preservación de estos derechos y de la democracia.

 Aunque el recurso a la mentira y al engaño se ha sofisticado y espectacularizado desde entonces, se basa en las mismas premisas, enfrenta límites semejantes -aunque quizá menos evidentes- y representa peligros mayores en cuanto la supervivencia del mundo está en vilo.

Seguir negando en México los daños al medio ambiente, la corrupción gubernamental y su impacto social, la persistencia de la pobreza y las desigualdades, la exacerbación de la violencia extrema, la misoginia criminal y soterrada, con tal de preservar una fantasía ideológica de “bienestar” y “paz social”, pone en riesgo nuestra sustentabilidad ecológica, económica y humana. 

Por eso es imprescindible defender de ataques indignos a periodistas y sobrevivientes, a las madres buscadoras, a los y las integrantes del GIEI, a quienes exigen y a quienes buscan la verdad.

Corridos tumbados, lance musical de contenido machista y misógino

Las letras de estas canciones incluyen mensajes en los que se muestra como algo “usual” el “amor romántico”, ese que provoca una serie de violencia en contra de las mujeres. Pero también se recurre nuevamente a elementos que hacen alusión a la discriminación, estereotipos de género y coloca a las mujeres como “objetos” de consumo.

¿Por qué debería preocupar el perpetuarse estos mensajes en la sociedad? Investigadoras como la doctora en filosofía, Sayak Valencia, refieren que con esta acción lo que se motiva es a la hipernormalización de la violencia, lo cual provoca que no se actúe en la realidad concreta para cambiarla. 

En lo anterior coincide Rita Segato, escritora, antropóloga y feminista, quien nos recuerda que la violencia “no es una consecuencia de problemas de otro orden, como la desigualdad social o la falta de oportunidades, la violencia se aprende”.

“La repetición de la violencia produce un efecto de normalización de un paisaje de la crueldad y, con esto, promueve en la gente los bajos umbrales de empatía indispensables para la empresa predadora. La crueldad habitual es directamente proporcional a formas de gozo narcisista y consumista, y al aislamiento de los ciudadanos mediante su desensibilización al sufrimiento de los otros”, expresa Segato en su texto Pedagogías de la crueldad

En específico este tipo de violencia que ocurre “cuando se transmiten patrones de comportamiento y actitudes que justifican un trato desigual, promoviendo la cosificación de las mujeres —que conduce a la violencia sexual— y reforzando los roles de género y estereotipos de sumisión y dominación”, es conocida como violencia simbólica. 

La Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim) explica que la violencia simbólica dota de “superioridad, control y poder a los hombres”. 

De ahí la importancia de que en la sociedad no circulen contenidos musicales que hagan alusión a este tipo de violencia y que, por el contrario, se generen herramientas para prevenir y erradicar el machismo y la misoginia también en la música. 

CIMACFoto: Berenice Chavarría Tenorio

“No quiero que te vayas

Y si un día te largas

Voy a ser la sobredosis

Que de una nota te mata

Si te alejas de mi vida

Me vas a dejar herida

Pero seré yo la bala perdida

Que va a detonar tu pecho

Como el vivo y con despecho”.

Kilos de Amor, Natanael Cano

Aunque cantantes como Natanael C. ya han sido sancionados por hacer apología de la violencia contra las mujeres, este recurso no se ha detenido. Poco les ha importado a los famosos este tipo de “penas”, pues su música continúa siendo enaltecida y ellos obteniendo recursos a costa de la normalización de la violencia

Por ejemplo, Naratanel C. fue multado por el gobierno de Chihuahua el pasado mes de septiembre y se hizo acreedor a una multa que asciende a 1.2 millones de pesos, esto no ha impedido que el cantante continúa realizando conciertos a lo largo de la República.

Cabe recordar que la sanción se dio luego de que el cabildo del municipio de Chihuahua aprobara diversas reformas para prohibir la presentación en vivo de espectáculos musicales que sean discriminatorios para las mujeres por cosificarlas o por reproducir estereotipos de género que propician la violencia en su contra. 

Esta medida (que recae de manera específica en los cantantes de corridos tumbados y reggaetón) incluye multas de hasta un millón 244 mil pesos para quienes no acaten la ley, tal como ocurrió con Natanael C.

Al normalizar y enaltecer este género musical, llevando incluso a exponentes como el cantante Peso Pluma a recibir premios internacionales, se invisibiliza lo que provoca, ya que, recordemos, tan solo de enero a agosto de 2023, las cifras por violencia contra las mujeres no han visto un descenso. 

Al hablar de muertes violentas de mujeres, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) registra dos mil 312 casos, de los cuales únicamente 572 se investigan como feminicidio.

Sumado a ello se acumulan un total de 195 mil 130 denuncias por violencia familiar, siendo junio el mes que más casos ha registrado en los últimos nueve años, con un total de 27 mil 390 denuncias. Mientras que al hablar de llamadas de emergencia, en la primera mitad de este año se realizaron 228 mil 55. 

Por eso es importante dejar de relacionar la música con el machismo y la misoginia, entender que se habla de violencia simbólica desde sus letras y las consecuencias que trae consigo la normalización de un género musical que coloca como su eje principal el narcotráfico, las armas y la cosificación hacia las mujeres.

¿Otros géneros y narrativas son posibles? Sí. Así lo demuestran las mujeres en la música, como Ana Tijoux, quien recientemente fue reconocida como la tercera mejor rapera de habla hispana en un escenario dominado históricamente por hombres. Puedes leer su historia aquí. 👇

El neoliberalismo que odiaba a las mujeres de mediana edad

 tribunafeminista.org

María Luisa Latorre

Hace cosa de unos días terminé de leer un libro llamado Tiempos de Confusión, del profesor y ensayista Josep Burgaya. Es este uno de esos libros que te ayudan a entender lo que está ocurriendo en el mundo, particularmente a personas como yo, quienes, debido al edadismo, entre otras razones las cual exploraré abajo, hemos tenido que reinventarnos laboralmente y nos enfrentamos a un futuro en absoluto halagüeño. Burgaya expone que en este mundo post-industrial se crea poco trabajo, y en especial muy poco empleo estable y digno, que permita a los trabajadores el hacer un proyecto de futuro. La clase obrera como grupo y como concepto ha desaparecido, lo primero por la deslocalización de las fábricas y lo segundo porque el sistema neoliberal ha introducido con éxito una mentalidad ultra individualista que ha eliminado el sentido de la colectividad, de pertenencia. Por un lado, la brecha tecnológica hace que muchos de nosotros no podamos acceder a los trabajos más codiciados, y esto resulta en la exclusión económica y social. Por otro, fenómenos como la gentrificación están expulsando a personas de modestos recursos, muchos de nosotros en realidad, de nuestros barrios.

Burgaya indica que la izquierda ha cambiado de sujeto político. Este no es ya la clase obrera, esta clase, que, como comenté arriba ha desaparecido casi en su totalidad, sino que prefiere esa burguesía progre, conservadora en cuanto a lo económico pero muy abierta a las identidades y a los principios de la diversidad y el multiculturalismo. Eso hace que, prácticamente los perdedores de la globalización, llámense desposeídos o el precariado, no tengamos a nadie que nos represente, y por otro lado abre un vacío político y cultural que la derecha ha sabido aprovechar. Lo que resulta de todo esto es un mundo, ayudado por los algoritmos que nos controlan por los móviles y medios sociales, muy vulnerable a noticias falsas, demagogia, teorías de conspiración, una ciudadanía confundida y desilusionada que no presta atención, mientras quienes nos gobiernan y la clase política de todos los bandos, se dedica a servir los intereses de la elite económica reduciendo la política a espectáculo. Otros de los nefastos efectos es el producir sentimientos de sufrimiento y frustración que la derecha canaliza y aprovecha.

El libro cubre muchos otros aspectos de esta sociedad disfuncional, desde el consumo desenfrenado como derecho y su compañero el narcisismo, hasta el nacionalismo y el populismo, haciendo hincapié en el cambio ideológico de la izquierda, que, abandonando a la clase obrera y sus preocupaciones, prefiere apostar por la individualidad, los subjetivismos y las identidades. Las problemáticas de la pobreza y de la desigualdad son ignoradas por la clase política, excepto para poner una tirita aquí y allí, y por la sociedad en general.

En este nuevo mundo que ha nacido tras décadas de política neoliberal y más recientemente tras la crisis de 2008, la epidemia del Covid, y en plena guerra entre Rusia y Ucrania, la globalización y la tecnología han creado una nueva clase social de personas prescindibles. Los procesos productivos actuales están siendo robotizados y automatizados, eliminando mucho empleo a su paso y precarizando el trabajo restante. Muchas posiciones no desaparecerán del todo, pero estarán peor pagadas y consideradas, y la brecha tecnológica será demasiado grande para muchos trabajadores, que deberán competir por menos posiciones. La inquietante paradoja es que la producción sigue aumentando en las empresas, pero las ganancias no son distribuidas de forma equitativa, y esto se debe a que los salarios siguen cayendo significativamente, por la falta de representación sindical. En resumidas cuentas, las personas de una cierta edad somos devaluadas en la sociedad debido al edadismo, sí, pero también por culpa de los pocos trabajos dignos que hay. En este mercado laboral en el que los perdedores del mundo nos hemos de afanar por las míseras migajas hay una competencia feroz. Si hay pocas posiciones para gente preparadísima de 30 años, menos habrá para trabajadores mayores, y menos en una sociedad que devalúa la experiencia y los años, o sea, una sociedad edadista. Y es que, en mi experiencia, el edadismo no es más que un producto del neoliberalismo y el individualismo; como las personas no somos ya ciudadanas sino consumidores, y se nos estima principalmente por nuestra capacidad de producir y consumir, se considera a una persona de una cierta edad como prescindible porque no es rentable. En un mercado laboral cada vez más precarizado, las personas de edad madura somos los perdedores, y muy en especial, las mujeres.

Actualmente resido en la ciudad de Cádiz, y veo en primera persona los efectos de una economía estancada, con altos niveles de paro, donde la población sobrevive gracias a las rentas de una minoría, los pequeños comercios, el trabajo de funcionario y una extensa red de trabajo “en negro”, o sea sumergido. Esta situación afecta a los jóvenes, y especialmente, a las mujeres de mediana edad, una tendencia en aumento. En una ciudad que intenta posicionarse como un gran centro turístico, las típicas posiciones de azafata de congresos y camarera en uno de los muchísimos bares de la ciudad (posiciones temporales y precarias también), expulsa a ese grupo demográfico. Aparte de locales de restauración, Cadiz tiene una gran población muy anciana, por consiguiente el cuidar de los muchos nonagenarios que residen en la capital de la provincia es en gran parte el único empleo que la mujer de mediana edad puede conseguir por aquí, independientemente de su nivel de estudios. Es este un tipo de empleo, el de cuidadora, muy feminizado tradicionalmente, situado muy bajo en la escala de estatus social, mal pagado, temporal y precario, aunque sea tan necesario. En resumidas cuentas, si una es mujer en Cádiz y necesita ganar dinero, como joven puede optar a trabajar en algún supermercado o restaurante, pero si pasa de los cuarenta y pocos, es muy posible que termine teniendo que ejercer de cuidadora. Teniendo en cuenta los factores que he comentado arriba, como la automatización de tantos empleos, y la brecha tecnológica, la deslocalización de las fábricas y la globalización, esta desafortunada tendencia va en alza. La alternativa suele ser emigrar a otras regiones de España o fuera de nuestras fronteras.

Por desgracia, aunque las economías de otros lugares sean más boyantes que las gaditanas, los prejuicios hacia las personas de edad madura, especialmente mujeres, prevalecen.

Muchos de los temas que Josep Burgaya explora en Tiempos de Confusión los traté yo en mi libro, La Mujer Obsoleta, ya que yo soy una de estas personas prescindibles a las que se refiere ese autor. Mi antigua carrera de marketing, a la que dedique 20 años de mi vida, solo quiere gente joven (como ya escribí en un artículo anterior, la edad media en la industria suele ser de unos treinta y pocos años), y en general las posiciones son menos estables. Buscando trabajo en Inglaterra y en Estados Unidos, me horroricé al comprobar que muchas posiciones en la industria son ahora temporales, por proyectos, y que, en el caso de Estados Unidos, ni siquiera ofrecían seguro médico, lo cual es muy preocupante en un país en el que la sanidad es privada. A duras penas me he reciclado laboralmente, aunque he de mencionar aquí que, en el campo de la enseñanza del lenguaje inglés, mi actual ocupación, a pesar de la necesidad de profesionales bilingües y bien preparados, el edadismo abunda. El neoliberalismo nos remata, a las mujeres de mediana edad.

El panorama intelectual español está inmerso en una tendencia de positivismo toxico y basurilla cultural que le sirve a los lectores lo que quieren leer y no promueve el pensamiento crítico. En este contexto, Tiempos de Confusión es un brillante libro que muestra la sociedad que habitamos de forma demoledora. Está muy bien escrito, muy matizado a la vez que ameno. Su principal cualidad es presentar la realidad como es, como sus luces y con sus muchas sombras, lo cual es un consuelo. En un mundo ultra-capitalista y post-industrial con tantísima información y tan poco conocimiento, donde se premia a personas que contribuyen tan poco al bien general (futbolistas), donde a medida que decaen el trabajo digno y los derechos aumenta el narcisismo, donde en plena barbarie tantas personas se refugian en unas identidades inventadas e irreales, donde los privilegiados insisten en la meritocracia mientras enchufan a sus hijos en los mejores trabajos, mientras la izquierda mira para otro lado, Tiempos de Confusion es un alivio.

Es un alivio porque en este mundo neoliberal donde el individualismo feroz nos deja desamparados en un mercado laboral que cada vez nos necesita menos y nos echa la culpa de nuestras desgracias, este libro nos ayuda a pensar, entender los contextos, y especialmente a los perdedores, a los excluidos, a los desplazados nos ayuda a darnos cuenta de que no todo es nuestra culpa. Y eso es importante.

La ministra del Interior británica prohibirá a delincuentes sexuales cambiar de nombre y sexo

 

tribunafeminista.org
Alianza Contra el Borrado de las Mujeres

Matt Dathan, Editor de Nacional, 03 de octubre de 2023, The Times

Suella Braverman anunciará hoy la prohibición de por vida de que los delincuentes sexuales cambien de nombre y sexo, en un intento de enmendar una laguna que permite a los delincuentes eludir el registro de delitos sexuales.

Los datos de otros organismos públicos, como la Agencia Tributaria, el Ministerio de Trabajo y Pensiones, la Oficina de Pasaportes y la DVLA, se fusionarán con los del Servicio de Información y Restricción (DBS).

Cualquier cambio en los datos de un delincuente sexual conocido en cualquiera de esas agencias gubernamentales alertará al DBS y éste se enfrentará a un proceso judicial, según informaron fuentes gubernamentales a The Times.

La ministra del Interior aprovechará su discurso en la conferencia del Partido Conservador en Manchester para anunciar una nueva legislación que prohíba rotundamente a cualquier persona condenada por un delito sexual cambiar su identidad, convirtiéndolo en un nuevo delito.

En la actualidad, todos los delincuentes sexuales registrados deben notificar su cambio de nombre a la policía local en un plazo de tres días. No hacerlo constituye un delito, pero la responsabilidad de cumplir la ley recae exclusivamente en el delincuente.

Miles de delincuentes cambian de nombre sin notificarlo a la policía cada año. Entre enero de 2019 y junio de 2022, hubo casi 12.000 procesamientos contra personas inscritas en el registro de delitos sexuales que no alertaron a las autoridades sobre un cambio en su información personal.

The Times ha revelado en el pasado ejemplos de abusadores sexuales de menores condenados que cambiaron su nombre mediante escritura pública, no informaron a las autoridades y utilizaron su nueva identidad para acceder a menores.

En los casos más graves, hombres a los que se prohibió trabajar con menores de por vida utilizaron su nuevo nombre para conseguir empleo en escuelas y hogares donde cometieron múltiples delitos más.

Sin embargo, existen varias lagunas potenciales que podrían aprovecharse de la prohibición, y que el Ministerio del Interior está intentando resolver antes de introducir la legislación.

Los delincuentes sexuales podrían seguir eludiendo la detección si abandonaran por completo todas sus cuentas existentes con organismos gubernamentales y no intentaran actualizar sus datos.

Fuentes gubernamentales afirmaron que estaban trabajando con organizaciones como HMRC y DWP en medidas que potencialmente podrían detectar a personas sospechosas que se registran en agencias gubernamentales que no tienen ningún registro previo de ellas.

También existen obstáculos legales que podrían permitir a los delincuentes sexuales aprovecharse de las lagunas legales.

Existe la preocupación de que cualquier prohibición rotunda de cambiar los datos personales no sea aplicable si una persona alega que lo hace para cambiar de sexo o por motivos religiosos. Ambos motivos estarían protegidos por la Ley de Igualdad, según fuentes gubernamentales.

La Safeguarding Alliance ha liderado la campaña a favor de la prohibición, bautizada como «Ley de Della» en honor a Della Wright, una superviviente de abusos sexuales cuando era menor que renunció a su derecho al anonimato para compartir su historia de cómo un conocido agresor sexual vivió en su casa como cuidador principal cuando ella tenía siete años.

Emily Konstantas, directora ejecutiva de Safeguarding Alliance, describió el anuncio como una victoria monumental para el grupo y la Ley de Della. «Ya no se dará prioridad a los derechos de un delincuente sexual sobre la protección de las sociedades más vulnerables», afirmó.

«Este cambio no podía haber llegado lo suficientemente rápido y es el mayor cambio en la legislación de protección hasta la fecha. Queremos dar las gracias a todos los que han apoyado a la Safeguarding Alliance y a Della’s Law a lo largo de los años».

La campaña a favor de la prohibición total ha contado con el apoyo de todos los partidos.

Mark Fletcher, diputado conservador que ha hecho campaña a favor de la prohibición, ha declarado que los delincuentes se aprovechan de las actuales lagunas jurídicas de diversas maneras.

Mientras que algunos se limitan a cambiar de nombre tras la condena, se han dado casos de delincuentes que cambian de nombre antes del juicio y vuelven a cambiarlo tras la condena para evitar el registro de delincuentes sexuales y mantener su identidad original.

Sarah Champion, diputada laborista, pidió que se colocara un marcador en los registros de la DVLA y la Oficina de Pasaportes de Su Majestad de todos los delincuentes sexuales registrados, que alertara cada vez que se presentara una solicitud de cambio de nombre.

Por otra parte, Alex Chalk, secretario de Justicia, anunciará cambios en la ley que privarán de la patria potestad al progenitor que haya sido declarado culpable de asesinar al otro progenitor.

En su propio discurso en la conferencia del partido Tory, Chalk esbozará planes para introducir la «Ley de Jade» en el Parlamento antes de finales de año.

Las medidas llevan el nombre de Jade Ward, que fue apuñalada y estrangulada por su pareja Russell Marsh.

A pesar de que actualmente cumple al menos 25 años de cárcel por su asesinato, Marsh sigue conservando la patria potestad, y los padres de Jade han estado haciendo campaña para que esto cambie.

Las nuevas normas, que se introducirán en el marco del proyecto de ley sobre víctimas y reclusos, crearán una suspensión automática de la responsabilidad parental de una persona condenada por el asesinato u homicidio voluntario de una persona con la que comparte la responsabilidad parental.

También se espera que Chalk anuncie que la expectativa legal impuesta a los jueces de dictar órdenes de cadena perpetua se aplicará retrospectivamente a quienes ya hayan cometido el delito pero aún no hayan sido condenados.

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De sueño a pesadilla: migración y trata de personas

 

.-Flor salió de Puebla con una oferta de trabajo en Estados Unidos. Había perdido a un hijo por falta de dinero para su atención médica, pensar en la posibilidad de que sus otros de sus hijos corrieran con la misma suerte la aterrorizaba.

Ella imaginaba que bastaría con estar unos meses en ese país para juntar el dinero suficiente para regresar y montar un negocio. Al llegar a Estados Unidos nada fue lo que esperaba. Estuvo recluida por semanas en una fábrica donde, junto a otras mujeres, era maltratada, golpeada, apenas si podía dormir y comer, además de permanecer encerrada.

Con el paso de los días las jornadas eran más extensas y los maltratos más agresivos. Un día logró escapar y corrió a pedir ayuda, la canalizaron con una organización de la sociedad civil. Ahí le explicaron que había sido víctima de trata con fines de explotación laboral. Su tratante fue juzgada como una patrona abusiva y no como tratante, apenas le dieron arresto domiciliario, usó un brazalete por seis meses y pagó una multa. En ninguna parte del proceso Flor fue protegida por las autoridades estadounidenses. Gracias a que colaboró en la investigación recibió una Visa T. Después de un tiempo logró reunirse con sus hijos en Estados Unidos. Aún después de tanto tiempo, su tratante sigue amenazándola.

Desafortunadamente historias como las de Flor se repiten por miles entre las personas migrantes. En agosto de 2023, Insight Crime publicó una investigación sobre la manera en que opera la trata de personas en la frontera norte de México. Uno de sus hallazgos es que depende, en gran medida, de los flujos migratorios presentes en la zona y, evidencia que el tráfico ilícito de personas migrantes es la antesala para que el crimen organizado reclute forzosamente a los hombres y explote sexualmente a las mujeres. La investigación da cuenta de un hecho lamentable: en México, ser mujer y ser migrante es una doble condición de vulnerabilidad ante la trata de personas.

La delgada línea entre la trata y el tráfico de personas es una muestra de la incertidumbre, riesgos y falta de protección a la que está expuesta la población migrante en México. Las personas recurren a los traficantes para hacer su cruce ante las medidas de disuasión y contención que el gobierno mexicano ha implementado, por lo que la oferta engañosa de un “cruce asegurado” hacia Estados Unidos evitando los retenes del Instituto Nacional de Migración en México, a cambio de cuotas elevadas, es llamativo pero no real. Las personas a menudo suelen perder grandes sumas de dinero, son abandonadas por los traficantes e incluso son entregadas a grupos del crimen organizado.

La trata de personas no solo representa un delito grave y una violación extrema de derechos, sino que es un fenómeno social complejo cuyo origen obedece a factores estructurales como la pobreza, la desigualdad y factores individuales como el género y la edad. Pese a que no todas las personas tienen las mismas condiciones de vulnerabilidad de ser víctimas de este delito, el vínculo con la migración incrementa las posibilidades de caer en estas redes.

Este vínculo se vuelve aún más complejo si se analizan los perfiles de las personas y la modalidad de trata de la que son víctimas, por ejemplo, se sabe que las mujeres jóvenes generalmente son enganchadas para la trata con fines de explotación sexual y esto no es coincidencia, el género es un determinante a la hora de ser víctima de ciertos tipos de delitos.

Pero la trata con fines de explotación sexual es tan solo una modalidad de las once que están reconocidas en la legislación mexicana y el perfil de las personas es una importante variable para considerar. Por ejemplo, en la mendicidad forzada son la niñez y la adolescencia quienes se ven mayormente afectadas, en cambio, los hombres jóvenes son los que mayormente padecen el reclutamiento forzado por el crimen organizado.

Mientras que la condición migrante es un factor que incrementa la vulnerabilidad ante la trata. Los tratantes se aprovechan de las condiciones de pobreza y desigualdad que enfrentan las personas migrantes para engancharlas a través de ofertas de trabajo falsas o con trabajos reales, pero donde son explotadas laboralmente, incluso obligadas a trabajar bajo la amenaza de que, si dejan de hacerlo, le notificarán a la autoridad migratoria para que las deporten como en el caso de Flor.

En un país como México donde las personas migrantes en tránsito están expuestas a múltiples formas de violencia y discriminación -por parte de autoridades, crimen organizado y otros actores, el anhelo de una mejor vida se ve entorpecido por prácticas violentas como la trata y el tráfico de personas, por lo que la campaña de este año del Día Internacional contra la Explotación y Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños: “Llegar a todas las víctimas de la trata, sin dejar a nadie atrás”, entre ellas a las mujeres migrantes, cobra especial importancia pues nos permite poner el foco en las mujeres y las niñas migrantes por motivos relacionados con la violencia de género, los efectos del cambio climático y las desigualdades socioeconómicas en los países de origen, que las expone al tráfico y trata de personas en los países de tránsito y destino.

En 1999, la Conferencia Mundial de la Coalición contra el Tráfico de Personas, en coordinación con la Conferencia de las Mujeres, acordaron establecer el 23 de septiembre como el Día Internacional contra la Explotación y Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños.

Acusan parcialidad de jueza en caso María Elena Ríos, exigen su remoción

 

En conferencia de prensa realizada este 4 de octubre en el patio central del Senado de la República, tanto María Elena como su abogada señalaron que María Teresa Quevedo ha violentado los derechos de la víctima, “ignora peticiones y no responde sobre las opiniones extrajudiciales que esta jueza emitió ilegalmente”. A lo anterior se suma el hecho de que víctimas han señalado a Quevedo Sánchez por beneficiar en distintas ocasiones a perpetradores de violencia. 

“Después de cuatro años y 25 días seguimos esperando un juicio. Pedimos que la jueza sea removida, que no lleve el caso de mi representada. Hemos demostrado que existe impunidad, corrupción”, aseguró González Obregón, quien además detalló que se han enfrentado a personal carente de perspectiva de género, audiencias de más de 10 horas en las que ni siquiera se les permite comer o salir al sanitario.

Cuatro jueces en el caso, pero sin avance hacia la justicia

A cuatro años de que fuera víctima de tentativa de feminicidio, el caso de María Elena ha pasado por tres jueces y actualmente está en manos de una jueza, a quien recientemente señaló por su cercana relación a la defensa de su agresor, pero también por haber beneficiado a perpetradores de violencia en otros casos. 

El primer juez en el caso fue Victor Jorge Luiz Velasco Castellanos, “a quien le tembló la mano para vincular a proceso a Juan Antonio V.C y en todo momento me negó mis derechos fundamentales”, asegura María Elena Ríos. 

El segundo juez, Alfredo Bautista, “quien en pocos meses llevó a cabo lo que el primer juez se negó a hacer”. Sin embargo, en 2022, “de manera sorpresiva impusieron a Teódulo Pacheco Pacheco, ya conocido, quien abrazó las peticiones de la defensa”, lo anterior para intentar dejar libre a V.C.

CIMACFoto: Berenice Chavarría Tenorio

Actual jueza señalada por favorecer a agresores

Ahora el panorama con la jueza María Teresa Quevedo Sánchez no es el mejor, ya que María Elena no ha visto un avance real en su caso que la encamine finalmente a alcanzar la justicia y una reparación del daño. 

La abogada de María Elena Ríos, Diana Cristal González Obregón, advierte un riesgo para el proceso y la vida de su defendida ya quer señaló que autoridades le están haciendo la petición para que tanto ella como María Elena Ríos acudan de manera presencial al estado de Oaxaca para continuar con el seguimiento del caso, dejando de lado que el pasado 15 de septiembre fueron víctimas de un atentado. 

A lo anterior se suma el temor por las constantes ocasiones en que la jueza ha actuado en beneficio de perpetradores de violencia en la entidad de Oaxaca. Por ejemplo, en marzo de 2023 la jueza María Teresa Quevedo Sánchez otorgó la libertad a Daniel Torralba Sánchez presunto responsable del feminicidio de Joselyn Vargas Ortíz, desaparecida en 2018 y localizada sin vida en el año 2020. 

La misma jueza en marzo de 2022 exoneró a tres hombres vinculados a proceso por el delito de desaparición de Sayra Morales Loyola. 

Así mismo estuvo señalada por la reclasificación del delito en favor de la expresidenta municipal de Asunción Nochixtlán, Lizbeth Victoria Huerta quien fue sentenciada por obstrucción de la justicia en la búsqueda de la activista Claudia Uruchurtu, quien fue desaparecida en marzo de 2021 y al día de hoy continúa sin ser localizada.

Las anteriores decisiones han provocado temor en María Elena, a quien le preocupa que su agresor quede en libertad, pues esto supondría un riesgo para ella, su abogada y su familia. 

“Solo quiero justicia, no venganza”, sentenció la saxofonista.

Al día de hoy solo Juan Antonio V. C. (autor intelectual del ataque con ácido) se encuentra en prisión preventiva justificada; sin embargo, su hijo, Juan Antonio Vera Hernández (otro autor intelectual, está prófugo). Rubén L. y Rubisel Hernández, autores materiales, también se mantienen en prisión preventiva, pero Ponciano Hernández -otro implicado en el caso- falleció en la cárcel.

El feminismo se activa contra la medicina que hormona a menores

 tribunafeminista.org

Redacción Tribuna

Organizaciones de mujeres españolas se suman a la acción internacional del Front Féministe para solicitar a las autoridades sanitarias que pongan fin a los bloqueadores de la pubertad y la hormonación que daña la salud de menores autodiagnosticados como trans.

Entregarán una carta y dossier el próximo martes día 19 en el ministerio de Sanidad y Consejerías de las CCAA.

Señalan estas organizaciones que las leyes y los protocolos autonómicos de autodeterminación del sexo refuerzan la opción farmacológica y quirúrgica en menores y adolescentes.

El próximo 19 de septiembre, 539 plataformas y asociaciones de 7 países de todo el mundo organizadas en el Frente Feminista Internacional se dirigen en una acción conjunta a las ministras, ministros, consejeros y consejeras de Sanidad de sus respectivos países para exigir que cesen los tratamientos con bloqueadores de la pubertad y hormonas cruzadas y las mutilaciones de cuerpos sanos a menores que se autodeterminan trans y se dé marcha atrás en las leyes y protocolos que así lo permiten.

En la carta que diferentes organizaciones entregarán al ministro en funciones José Manuel Miñones se señala que pese a que el artículo 149.1 del Código Penal en vigor lo prohíbe expresamente, en España se están prescribiendo tratamientos supresores de la pubertad mantenidos durante cuatro o más años a niñas y niños en la fase puberal Tanner 2, lo que supondrá en la gran mayoría de los casos su esterilidad.

En España, también, se está prescribiendo hormonación cruzada a menores de edad, lo que puede suponer, aparte de problemas graves de salud general, anorgasmia u orgasmos dolorosos en las chicas y problemas de impotencia en los chicos. Y se están extirpado órganos sanos, también a menores de edad, lo cual contraviene el artículo 149.2. del C.P.

La documentación entregada al ministro y a las consejerías de Sanidad recoge cómo en varios países de Europa, que hace años eligieron como única opción el tratamiento afirmativo a menores, se está dando marcha atrás. Suecia, Finlandia, Noruega, Reino Unido o Dinamarca han reconocido que el uso de bloqueadores de la pubertad para tratar la disforia es experimental, que los estudios que avalan este uso son incompletos e insuficientes. Estos países han limitado ese uso a entornos de investigación y priorizan ya el acompañamiento y la ayuda psicológica como el mejor abordaje para aliviar los malestares de género de menores.

Recuerdan las organizaciones que los medicamentos prescritos para el tratamiento afirmativo de la disforia de género no han sido aprobados para ese uso.

Frente a estas llamadas a la prudencia, en nuestro país, la Ley 4/2023, de 28 de febreropara la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI, y las distintas leyes “trans” autonómicas, permiten que todas las intervenciones quirúrgicas y farmacológicas se realicen sin que esas personas que no asumen su sexo biológico tengan que consultar previamente con ningún especialista en salud mental (es más, estas leyes tienden a llamar “terapia de conversión” a toda ayuda psicológica). Además, los protocolos sanitarios de las distintas CCAA refuerzan la inmediata prescripción de los tratamientos mencionados, partiendo de un “autodiagnóstico”, algo que, comprensiblemente, no sucede con ningún otro tipo de pacientes.

Como ha sucedido en todos los países en los que se ha impuesto la terapia afirmativa, también en España estamos viviendo un aumento exponencial de casos de personas que solicitan tratamiento para modificar la apariencia de su sexo (en la documentación de apoyo se detallan datos de las CCAA ) y su perfil ha cambiado radicalmente. Si en un pasado reciente la mayoría eran hombres adultos, hoy son sobre todo chicas adolescentes –en 7 de cada 10 casos- las que quieren cambiar su cuerpo. Se ha identificado este nuevo perfil como Disforia de Género de Inicio Rápido.

Ante esta alarmante situación, las organizaciones piden que el Ministerio de Sanidad y las Consejerías de las Comunidades Autónomas tengan en cuenta los argumentos de las familias, de las asociaciones de mujeres y de todas las sociedades médicas y científicas, incluido el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), cuyos posicionamientos frente a este modo de intervención se incluyen también en la documentación entregada al ministro de Sanidad y a las consejerías autonómicas.

Calificando la situación en nuestro país de un “escándalo sanitario” que aumenta diariamente, estas organizaciones piden a los y las responsables de Sanidad que tomen medidas urgentes para frenar estos experimentos sobre menores y adolescentes, como ya han hecho en otros países de nuestro entorno.

Vínculo al dossier de apoyo: https://contraelborradodelasmujeres.org/wp-content/uploads/2023/09/ACBM_19S_04_Documentos_Imprimir.pdf

Madrid, 18 de septiembre de 2023.

  • Alianza Contra el Borrado de las Mujeres
  • Amanda. Agrupación de madres de adolescentes y niñas con disforia acelerada
  • Confluencia Movimiento Feminista
  • Feministas al Congreso
  • Feministes de Catalunya
  • Fórum de Política feminista

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El romanticismo de cuidar, la trampa de la explotación de las mujeres

 

¿Porqué cuidamos las mujeres? Para facilitarle la vida a los hombres y sostener a las naciones. Así de simple, pero no porque nosotras decidiéramos hacerles la vida fácil a ellos y complicárnosla a nosotras, no claro que no.

Lo que sucede, es que nos condicionaron para creer que parte de nuestras muestras amorosas estaba el de cuidar, y no es que el cuidar sea negativo, el problema es cuando solo nosotras somos responsables de ello a costa de nosotras mismas.

Como explica la psicóloga Wendy Arriaga, en una entrevista para Corriente Alterna, “Durante años nos han vendido la idea de que la responsable de la casa es la mujer”. Y los demás miembros de la familia son una suerte de “invitados” a los que la anfitriona debe procurar: cuidar, proporcionar alimento, velar por su salud, mantener un ambiente favorable. Mientras, los demás integrantes de la familia “asumen ese papel de ‘invitados’ y esperan que sus necesidades sean cubiertas enteramente por mamá, esposa o, en general, por una mujer”.

Evidenciar esta sobrecarga de las mujeres, ha sido una tarea larga del feminismo primero haciéndola evidente, nombrándola, y mostrando, que, el trabajo doméstico no remunerado, el cual incluye el cuidado, tiene aportes económicos trascendentes para las naciones y que contarlo en las cuentas públicas era necesario, en un ejercicio de reconocimiento.

Así llegamos a lo que se conoce como las cuentas satélites y que cada año evidencia el valor económico de las labores domésticas y de cuidados no remuneradas, sin que realmente se valore.

Tan solo en 2021 el trabajo doméstico de millones de mujeres adultas y niñas que no es pagado representa el 26.3 por ciento del PIB nacional, según datos del INEGI. Sin estas tareas tuvieran que ser pagadas por las familias estaríamos en un estallido social.

Con los resientes resultados de la Encuesta Nacional para el Sistema de Cuidado, ENASIC, nuevamente se corrobora la explotación de las mujeres a través de la romanización del cuidado como una muestra más del amor de las mujeres.

La enseñanza del amor romántico se basa en el despojo de las mujeres, para bien de los otros.

Esta tarea de cuidados descansa en las mujeres, en 19.5 millones de mujeres mayores de 15 años, quienes por esta sobrecarga ven limitadas sus oportunidades de desarrollo, de descanso, de estudio, de trabajo remunerado, de diversión, de todo.

El sacrificio de las mujeres, tan alabado en el cine mexicano de la llamada época de oro, para cuidar, oculta lo que la ENASIC revela, esta labor tiene un impacto concreto en la desigualdad estructural que enfrentamos las mujeres, al despojarnos de la autonomía ante la sobre carga de cuidar a otros, cuando tendría que ser una tarea del Estado.

Pues resulta que en 8 de cada 10 hogares existe la necesidad de contar con una persona cuidadora, por ello se demanda un Sistema Nacional de Cuidados que descargue a las mujeres de la sobrecarga y la sobre responsabilidad de cuidar a otras personas.

Esas principales necesidades de cuidado se centran en tres categorías: edad, condición médica o alguna discapacidad.

La categoría que mayor demanda de cuidados presenta es la de edad, ya sea por niñez o por ser mayor de 60 años. En el primer caso 15.8 millones de hogares tienen esta necesidad y para personas mayores 12.4 millones de hogares, así de enorme es la demanda de cuidados en México y en más de un hogar se puede encontrar más de una necesidad de cuidados.

Hay que decir, que ambos grupos poblaciones podrían ser cuidados, sin que esto implicara la renuncia al desarrollo personal de las mujeres o el desgaste altísimo de su salud y bienestar.

Recordemos que el cuidado es un derecho que el Estado debe garantizar, un derecho que también nos incluye a las mujeres, un primer caso es quitarnos la sobrecarga doméstica y de cuidados.

Para ello es necesario que el Estado cuente con un Sistema Integral de Cuidados que esté en todo el país, que este gobierno anunció en su primer informe de gobierno sin que se haya cumplido.

Un sistema que priorice los hogares encabezados por mujeres, que impactaría en 28 por ciento de los hogares de México, y por supuesto en aquellos con alta marginación.

Si en lugar de desaparecer las escuelas de tiempo completo se hubieran fortalecido y ampliado estaríamos ante otra realidad.

La encuesta nos revela la importancia de contar con este tipo de escuelas donde niñas y niños puedan desarrollarse plenamente en espacios seguros, así como el desarrollo de casas de retiro o de cuidado de día para las personas de la tercera edad.

Lo cual liberaría a sus madres, esposas, hijas y nietas que son las principales cuidadoras, para poderse incorporar al mercado laboral a las escuelas, a la creatividad, al descanso y esparcimiento, lo cual no solo impulsaría la economía y el desarrollo de este país, sino que aplanaría el terreno para llegar antes a la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres.

De sobrevivientes a defensoras. Mujeres que nos recuerdan que no estamos solas



En México, el sistema patriarcal, las negligencias e ineficiencias de las autoridades han empujado a mujeres sobrevivientes de violencia machista a convertirse en defensoras de sus derechos y los de otras mujeres, en un país donde diariamente se registran 11 casos de feminicidio las historias de Olimpia Coral Melo, Carmen Sánchez y Norma Andrade nos recuerdan algo fundamental: no estamos solas.
La defensa por los derechos digitales de las Mujeres: Olimpia Coral

“A mi yo de 18 años que lloraba cuando su video íntimo fue expuesto le diría que en unos años su nombre lo va a reivindicar la lucha feminista y que va a ser Olimpia, la de la Ley Olimpia y no lo que el patriarcado le hizo creer”. Fotografía: Twitter @OlimpiaCMujer

A Olimpia Coral Melo la violencia machista la hundió en el miedo, la inseguridad y el temor luego de que en 2012, cuando apenas tenía 18 años, un video íntimo junto a su pareja fuera filtrado en internet. Enmudecida y con el dolor en los huesos acudió a denunciar para encontrarse con autoridades que ni siquiera consideraban como delito lo que le había sucedido.

Durante meses Olimpia permaneció tras las paredes de su hogar ubicado en Huauchinango, Puebla, sumida en diversas afectaciones emocionales que esta violencia trajo consigo y preguntándose constántemente ‘¿Por qué a mí?’. Sin embargo, su madre fue la primera mujer que le recordó lo que necesitaba entender: no fue tu culpa.


“Hija ¿tú querías que este video lo vieran todos y todas? Le dije no, claro que no. Me dijo bueno mija entonces no es tu culpa. Esa fue la primera vez que yo escuche que alguien me dijo ‘no es tu culpa’. En ese momento dije si la máxima autoridad en mi vida me dice que no es mi culpa, entonces que se vayan a la jodida todos los demás”.

El apoyo de su madre fue “punta de lanza” para Olimpia, detalla a Cimacnoticias. Así comenzó a caminar en un proceso de construcción constante y reflexión, como ella lo define. Y es que al sobrevivir a la violencia machista pudo conocer a otras mujeres que también han sido atravesadas por distintas agresiones en el espacio digital.


“Coincidimos en las mismas historias y en ellas el primer punto de unión fue la negación de las autoridades”. Este panorama le hizo entender la urgencia de una legislación y de un acompañamiento a quienes han enfrentado violencia digital, fue así como fundó el Frente Nacional para la Sororidad, mismo que marcó un inicio en su andar como defensora.
Fotografía: Twitter @OlimpiaCMujer

Acompañamiento amoroso

“El ser sobreviviente de violencia digital y ahora llevar un mensaje a otras personas para que no vivan lo mismo que yo viví o atender a personas que en este momento lo están viviendo, me recuerda a la persona que yo hubiese querido tener cuando me pasó”.

Y es que para Olimpia, aún no se termina de entender que las agresiones en el espacio digital son una extensión de la violencia que vivimos las mujeres en la realidad. Por ello, en conjunto con otras defensoras, ha acompañado y construido su trayectoria con el sueño de que ninguna mujer más sea violentada en lo virtual.

“Porque esta violencia que parece invisible, causa daños casi irreversibles y siempre tiene memoria”.

Fue así como junto a otras mujeres inició un trabajo para que cada entidad tipificara la violencia digital en sus Códigos Penales, hasta lograr que, en 2020, la serie de reformas conocidas como “Ley Olimpia” fueran aprobada a nivel federal para establecer como delito estas agresiones que las mujeres enfrentan en el espacio digital.

Aunque este logro representó un hito, para Olimpia no significa que ahora las mujeres se encuentren seguras en los espacios digitales, además, señala, dicha legislación tampoco es garantía de que se obtendrá justicia.


“Lo importante sigue siendo en lo que estamos trabajando: la prevención desde la educación, la capacitación de funcionarios públicos, la profesionalización e incluso reflexionar el texto. Que las empresas privadas y los medios analicen la oportunidad de crear una agenda en el tema”.
Fotografía: Twitter @OlimpiaCMujer

Ser defensora de los derechos digitales de las mujeres en México

“Ser activista en este país es una condición muy precaria, porque es una lucha que debes mantener de manera física, económica, intelectual y sentimental”, asegura Olimpia. Sin embargo, son las redes y la colectividad lo que le ha permitido seguir caminando en una exigencia a la que fue empujada por la digna rabia.

Siendo defensora de espacios digitales, mujer y sobreviviente de violencia machista, “luchas el triple”, expresa. Entre la fiscalización social, la falta de interés de las autoridades y la búsqueda de estímulos económicos que permitan seguir con el activismo: así ha transitado Olimpia por este camino.

No dejando de lado el aprendizaje, asegura, pues esta labor también le ha implicado la necesidad de actualizarse, conocer y adentrarse a un mundo que desconocía a los 18 años de edad, cuando fue víctima de violencia digital.

“También nos preparamos, hacemos estrategia política y seguimos leyendo, seguimos investigando. Y no porque queramos tener la razón, sino porque queremos encontrar de manera colectiva una forma de terminar con la internet violenta. Tuvimos que estudiar todas las leyes orgánicas, estudiar las constituciones estatales. Hoy en día debemos ver todos los cambios tecnológicos y estar a la vanguardia, tenemos que invertir en educación, en seguir aprendiendo y construyendo en colectividad”.

“No es tu culpa”

Berenice Chavarría Tenorio: ¿Qué le dirías ahora a Olimpia de 18 años?

Olimpia Coral Melo: Yo creo que primero la abrazaría muy muy muy fuerte, le acariciaría el cabello. Yo le diría que está muy bonita, que es muy valiosa. Es muy poderosa, solo que la violencia machista nos hace creer que somos el miedo que infunden en nosotras; la reiterada misoginia nos hace creer que es nuestra culpa. Le diría que no tenga miedo, porque en ese momento le daba mucho miedo llamarse Olimpia. Pero al pasar varios años vamos a vivir muchas cosas extraordinarias, van a llegar muchas amigas, muchas hermanas, muchas aliadas y un amor inquebrantable. Le diría que no llore, porque en unos años ya no vas a aparecer como esa Olimpia la del vídeo sexual, como esa Olimpia ‘la gordibuena de Huachinango’, como esa Olimpia mala, como esa Olimpia expuesta en internet. Su nombre lo van a lo va a reivindicar la lucha feminista y vas a ser Olimpia la de la ley Olimpia no lo que el patriarcado le hizo creer”.

Carmen Sánchez, recuperar la dignidad a través de las redes

“Yo no tuve el tiempo para procesar lo que a mí me había ocurrido, este ataque con ácido. Lo único que hizo fue abrazar a mis hijas y decirles vamos a salir. No tuve otra opción o decides morir o con todo lo que traes encima sales a levantar la voz, a denunciar y buscar todas las puertas que sean para que alguien te escuche”. Fotografía: Cortesía

Carmen Sánchez pasó ocho meses en un hospital luego de que su expareja intentara asesinarla con ácido el 20 de noviembre de 2014. Desde el día de la agresión ha enfrentado diversas violaciones a sus derechos, incluso en un inicio la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) catalogó su caso como lesiones simples y perdió su carpeta de investigación por cuatro años.

Mientras permaneció internada la incertidumbre y el dolor la invadieron, aunque aún mantenía un atisbo de confianza en que obtendría justicia. Sin embargo, al salir se dio cuenta de la realidad: el Estado la tenía olvidada.

Carmen perdió su empleo, tuvo que recibir cuidados de forma especializada, todo mientras volvía al mismo hogar donde fue agredida, espacio que aún conservaba las huellas del ácido que corroyó las paredes y su piel.

¿Cómo voy a costear mis cirugías? ¿Recibiré tratamiento psicológico? ¿Cómo me haré cargo de los gastos que genera la alimentación y educación de mis hijas? ¿El hombre que intentó asesinarme volverá para cumplir su objetivo? Eran algunas de las preguntas que rondaban por la mente de Carmen. Fue entonces cuando decidió hacer frente al sistema patriarcal y feminicida.


“Tuve que salir de inmediato, porque el Estado no me dio otra opción. La necesidad económica, la necesidad de obtener una justicia, la necesidad de que me realizaran unos tratamientos de reconstrucciones. Lo único que hice fue abrazar a mis hijas y decirles vamos a salir. No tuve otra opción, aquí no tienes otra opción: o decides morir o con todo lo que traes encima decides salir levantar la voz denunciar y buscar todas las puertas que sean para que alguien te escuche”.
Fotografía: Twitter @CarmenAnchez

Nueve años sin justicia

“Yo tenía la esperanza de que el Estado me iba a respaldar y no es así, han pasado nueve largos años y hasta el día de hoy no tengo justicia. Llevo 64 cirugías reconstructivas, muchísimos tratamientos de dermatología y la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas del Estado de México solo ha pagado tres cirugías de 64 cirugías”.

Aunado a lo anterior, el Poder Judicial del Edomex sigue sin dictar sentencia a Efrén ‘N’ hombre que intentó asesinarla en 2014 y permaneció prófugo por siete años hasta finalmente en 2021 fue detenido en Monterrey, Nuevo León.


“No creo que exista una justicia, esta tendría que ser pronta y expedita; sin embargo no es así, porque ya son nueve años que he puesto mi cuerpo en esta lucha, me siento cansada. La justicia jamás nos va a llegar, así haya una reparación integral del daño, no me va a devolver la parte física que me arrebató”.

Acompañar a otras sobrevivientes

En enero de 2021 nació la Fundación Carmen Sánchez, de la mano de la feminista Ximena Canseco, con el objetivo de prevenir, atender, erradicar, investigar y buscar sanciones a los ataques con ácido u otras sustancias corrosivas en contra de mujeres mexicanas.

Pero desde meses anteriores Carmen ya había percibido la urgencia de acompañamiento para ellas y otras mujeres que habían sido víctimas de violencia ácida. Mujeres que perdieron sus empleos, que no tenían acceso a servicios de salud dignos, que vivían discriminación y además de ello cargaban con las implicaciones emocionales que la tentativa de feminicidio supuso para sus vidas.


«Yo contaba mi historia y sin darme cuenta iba apoyando a las mujeres, porque algunas se sentían identificadas conmigo, me daban flores o cualquier cosa. Lo hice sin darme cuenta, yo nada más sé que hoy en día hay una fundación que está dando acompañamiento a ocho mujeres».

Ocho mujeres que están «completamente abandonadas por el Estado mexicano», refiere Carmen. «Creen que por seguir de pie seguimos vivas. No es posible que minimicen lo que hemos atravesado, porque a nosotras nos arrebataron nuestra dignidad, nuestra salud física, emocional, mi libertad».
Fotografía: Cortesía

«Recuperando mi dignidad»

El sueño de estudiar Derecho lo tuvo Carmen desde niña. Pero tras la violencia que atravesó comenzó a ver retomar este anhelo ahora ya como una necesidad. Actualmente estudia esta licenciatura y, asegura, busca poder continuar acompañando a mujeres desde este sendero de aprendizaje que emprendió.

«Tuve que empezar a conocer términos que yo no sabía para tratar de defender mi lucha y porque, para empezar, no tenía para contratar a un abogado. Por eso yo misma tenía preguntarle a mis amigas que eran abogadas qué significaba lo que me decían», recuerda. Ahora, aunque no se imagina litigando, sabe que sus conocimientos servirán a otras mujeres.


«Quiero tener los conocimientos para seguir acompañando a mujeres y no sean revictimizadas como yo que todas sepan sus derechos, que puedan acceder a los fondos económicos que tiene el estado, que tengan un proceso digno. Yo no debería pensar en ayudarlas, pero desafortunadamente en nuestro país no veo para cuándo quieran cambiar, no somos prioridad para ellos, entonces sí hay necesidad de hacerlo y poco a poco fui rescatando ese sueño de niña y hoy lo estoy haciendo».

De esta forma, sentencia, ha recuperado además su dignidad, sin perder la indignación, también buscando rescatar sus sueños e ilusiones que en algún momento la violencia machista le arrebató.

Norma Andrade, el camino no elegido

“Las circunstancias nos han obligado a exigir justicia por nuestra situación, pero también nos han llevado a acompañar a otras y en ese momento es en el que nos convertimos en defensoras de derechos”. CIMACFoto: Berenice Chavarría Tenorio

En 2001 Lilia Alejandra fue asesinada en Chihuahua. Desde entonces Norma Andrade, su madre, no ha frenado el grito de justicia ante autoridades omisas que desde el primer día en que no supo de su hija le dijeron que “se había ido con el novio”. A ese nivel de insensibilidad llegaron, recuerda. Y hasta el día de hoy, continúa la revictimización hacia Lilia, sus hijos y Norma.

Las dilaciones, la violencia institucional, las burlas de las y los funcionarios públicos y la constante falta de empatía empujaron a Norma a convertirse en defensora y acompañar a otras familias que enfrentan la desaparición o el feminicidio de sus hijas.


“No es un camino que haya elegido”, dice Norma a Cimacnoticias. “Las circunstancias nos han obligado a exigir justicia por nuestra situación, pero también nos han llevado a acompañar a otras y en ese momento es en el que nos convertimos en defensoras de derechos”.

Ser defensora en medio del duelo

El nombre de Lilia Alejandra forma parte de las mal llamadas «muertas de Juárez», «porque no murieron, las asesinaron», afirma Norma. Su caso es investigado como homicidio doloso, debido a que en el año en que se perpetró su asesinato aún no se tipificaba el delito de feminicidio. Sin embargo, 22 años después, continúa sin obtenerse justicia, aún cuando el caso ya fue atraído por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Enfrentando un duelo permanente por el feminicidio de Lilia, Norma decidió acompañar a otras madres. Siendo Educadora de profesión, Norma se adentró a la defensa de los derechos humanos de las mujeres con diversos diplomados en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, entre los años 2003 y 2005.

Fue fundadora y presidenta de la organización “Nuestras Hijas de Regreso a Casa A.C.” la cual es considerada una de las organizaciones pioneras en reunir a familiares de niñas y mujeres asesinadas y desaparecidas en Ciudad Juárez.

Y actualmente forma parte de la organización civil Grupo de Acción por los Derechos Humanos y la Justicia Social A.C donde coordina el área de promoción y capacitación impartiendo y organizando cursos de prevención de la violencia en escuelas secundarias y preparatorias.
CIMACFoto: Berenice Chavarría Tenorio

Todo mientras continúa enfrentando el duelo por el asesinato de su hija, ya que para ella este proceso nunca termina, porque “cada joven que desaparece, cada joven que es encontrada asesinada, revive lo que tú viviste”. Sin embargo, resalta que aún en medio del dolor, ha encontrado en otras madres redes que le han salvado la vida.

“Sabemos que nos necesitamos, sabemos que solas no podemos. Nos hermana un dolor que nos hace familia, que nos une más que nuestra propia familia, porque muchos integrantes de nuestras familias superan ese dolor, nosotras no”.

La vida en riesgo por defender a las mujeres

El 2 de diciembre de 2011 Norma se encontraba con Jade, hija de Lilia Alejandra, cuando un hombre se acercó y le disparó a Norma en cinco ocasiones. Una de las balas quedó alojada cerca de su corazón, lo que la llevó a un hospital y posteriormente la obligó a huir de su hogar en Chihuahua junto a sus dos nietos.

Para 2012, 60 días después del primer ataque y ya viviendo en la Ciudad de México, Norma nuevamente fue víctima de un atentado cuando un hombre la atacó con un arma punzocortante, provocándole una herida en el cuello y rostro.

Aunque por ambos atentados presentó denuncias ante las autoridades correspondientes de Chihuahua y la Ciudad de México, ninguna de las investigaciones procedió y finalmente fueron archivadas.

Así ha sido la vida de Norma como defensora: en medio del riesgo constante. Sin embargo, a la par de la violencia también ha visto el reconocimiento a su labor a nivel nacional e incluso de manera internacional. Esto representa para la madre una sensación agridulce, pues ni ella ni otra mujer debería tener que defender a otra por las violaciones a sus derechos humanos, asegura.


“Me siento orgullosa de que reconozcan mi trabajo, que se den cuenta que estoy acompañando a otras madres, que estoy yendo a rastrear para ayudar a encontrar otras víctimas, que estamos haciendo búsquedas en vida. Pero también me da tristeza, porque yo siempre he dicho yo llegué tarde a la lucha de las jóvenes asesinadas en Ciudad Juárez”.

Norma es defensora y madre, pues cuida de sus nietos Jade y Caleb, quienes quedaron en orfandad a la edad de 5 meses y un año respectivamente cuando su madre Lilia Alejandra fue asesinada en 2001.

Con la misma mirada y tono de amor con el que habla de ellos, a quienes llama hijos, también ha lanzado su digna rabia a las autoridades que al día de hoy continúan sin brindarle justicia por una vida arrebatada a manos de la violencia feminicida.

Y “podrán verme reir”, asegura, “porque finalmente somos seres humanos y festejamos los logros de nuestras demás integrantes de la familia, de nuestros seres que están cercanos a nosotros”. Pero “no quita que tú sigues con tu dolor ahí”. Ante esto, sentencia, en las redes de mujeres ha encontrado el soporte.

“Difícilmente podemos dejar de acompañarnos. Dicen que cuando logramos hablar del hecho sin llorar, es que ya lo superamos, pero no, yo digo que simplemente en ese momento estás más fuerte que otros días”.


¡No estás sola! es una de las consignas feministas más escuchadas para arropar y acuerpar a otras mujeres. Olimpia, Carmen y Norma le dan sentido a este clamor. Sin embargo, no olvidan que el Estado continúa teniendo responsabilidades que se ha negado a asumir. Ellas no se nombraron defensoras porque lo deseaban, el abandono institucional las empujó a ello. Y desde entonces, toman de la mano a aquellas mujeres que día a día caminan en un país feminicida.

Las «Nunca madres» por elección, una comunidad por la libertad y autonomía

 

Ciudad de México.- “Las mujeres nacen con instinto maternal”, “si no eres madre ¿quién te cuidará en la vejez?” o “te vas a quedar sola para siempre”, son solo algunas de las falacias que se han impregnado en la sociedad y que tienen como único objetivo obligar a las mujeres a ejercer la maternidad. Pero ¿qué hay detrás de esta decisión? ¿Cómo erradicar los estigmas que se perpetúan día con día? ¿Cómo continuar fomentando el derecho a decidir?

A nivel social continúa siendo blanco de críticas aquella mujer que ejerce su autonomía corporal y reproductiva. Normalmente quienes deciden no ejercer la maternidad caminan por esta decisión sin una comunidad.

Ante este panorama surgió “Nunca madres”, una comunidad de mujeres no madres por elección y también conformada por quienes se encuentran en proceso de decisión, a quienes se les brinda información confiable, acompañamiento y un lugar seguro para expresar sus deseos, inquietudes y anhelos. 

En 2020 Irán Sosa -maestra en Políticas Públicas y Género- se encontraba en proceso de decisión sobre ser o no madre, un diálogo interno que había durado, al menos, tres años. Comenzó a sentir la necesidad de compartir sus ideas con otras mujeres, fue así como recurrió a comunidades a través de redes sociales, las únicas que en ese momento encontró eran angloparlantes y algunas otras mostraban odio hacia las madres, sus hijas e hijos. Finalmente en una de las comunidades coincidió con Isabel Cortés -financista y negociadora Internacional de profesión- quien ya había tomado la decisión de no ser madre. 

En plena pandemia comenzaron a charlar vía remota, ya que Irán es de México e Isabel de Colombia. En medio de esas pláticas llegaron a la conclusión de que era necesario que en América Latina existiera una comunidad para las mujeres que tomaron la decisión de no ser madres y en este espacio compartieran sus experiencias. 

Fue así como surgió “Nunca madres”, una red donde se realizan mesas redondas, talleres, una serie de webinar e incluso se tiene un grupo de WhatsApp para acompañar a las mujeres. 

“Hay preocupaciones, retos que tenemos las mujeres que hemos decidido no maternar y se atraviesan independientemente del país, posición social o nivel de educación. Notamos que el útero es el órgano más controlado a nivel político que hay, por eso es importante trabajar para erradicar prejuicios, estigmas y críticas sobre la no maternidad”, aseguró Isabel en entrevista con Cimacnoticias. 

El mito del instinto maternal

Por un lado a algunas mujeres se les busca imponer la maternidad, por medio incluso de libros de texto en los que se habla de “planificación familiar” más no de “autonomía corporal”. Sin embargo, también es posible observar que a otras mujeres se les pretende controlar el ejercicio de la maternidad por medio de esterilizaciones forzadas. 

Así, poco a poco la sociedad patriarcal decide quiénes no deben ser madres y quienes están obligadas a “procrear”. En medio de lo anterior los estigmas no desaparecen; uno de ellos es el del “instinto maternal”. 

“El Instinto maternal es mucho sobre la construcción social alrededor de que en algún punto de tu vida se va a despertar ese fuego interior de que vas a desear con todas tus fuerzas ser mamá, no habrá otro deseo más grande. Pero no todas lo vivimos, incluso a mí pensarlo me generaba angustia, encadenamiento”, recordó Irán.

Por otro lado, también se piensa al instinto maternal como el amor instantáneo que debe sentir una madre por sus hijas o hijos recién nacidos, porque “nadie mejor que mamá lo va a saber cuidar”.

“Ahí todo el sistema patriarcal carga la tarea de la crianza, de los cuidados, a las mujeres; por más que tengas parejas van a tener que cargar con la mayoría de estas tareas, que no son pagadas, por el simple instinto maternal”, expresa Irán. 

Por ello la integrante de “Nunca madres” señaló la importancia de cuestionar este tipo de mitos y romantizaciones. 

¿Quién me va a cuidar en la vejez?

Pensar que una mujer debe tener hijos o hijas para que sean ellas o ellos quienes la cuiden durante la edad adulta es otro de los mitos que se busca erradicar desde “Nunca Madres”. 

CIMACFoto: Berenice Chavarría Tenorio

Por ejemplo, hace poco las integrantes de esta comunidad virtual realizaron un taller llamado “Vejez feliz para las nunca madres”, en los que no solo se busca ayudar a quienes ya decidieron no ejercer la maternidad a tener planeación financiera, etc., sino que también se pretende derribar mitos que impone la sociedad en torno a las personas adultas mayores, quienes en mayor medida son abandonadas por varios países, expresó Isabel. 

“Como hijas e hijos no le debemos nada a nuestros padres o madres, las personas que cuidamos de nuestros padres lo haremos por amor y por gusto, pero no porque tengamos la obligación de hacerlo”, añadió. 

Sumado a ello recordó la necesidad de que en lo social se implementen políticas públicas para el cuidado de personas adultas mayores, pues los sistemas de salud y cuidados son deficientes tanto en Colombia como en México y otros países de la región.

Mujeres que deciden no ser madres, no tienen obligación de ocuparse en otro tipo de cuidados

Para algunas familias mirar que una de las integrantes decide no ejercer la maternidad implica que estará disponible para el cuidado de otras personas; sin embargo, esto no debe ser así. 

Lo anterior es prueba de que socialmente se empuja a las mujeres a cumplir con otros roles de género si es que decidieron no ser madres. 

“Existe la noción de: no decidí ser mamá, entonces tengo que compensar esa “falta de”.  Esta a su vez es una presión que viene desde adentro, porque ya internalizamos el rol y  hay que compensar de alguna forma eso que se esperaba sobre nosotras y nuestra vida”, narra Irán. 

Entonces ahora se les empuja a ser en exceso productivas a nivel profesional, incluso se les exige dirigir proyectos. “Recordemos que al vivir en un sistema capitalista, si no tienes un rol, tienes que ejercer otro tipo de actividades, entonces surgen las preguntas hacia las mujeres sobre ¿tú qué nos vas a ofrecer? ¿de qué manera vas a producir?”

El objetivo social es volver a alinearte con ciertos mandatos, porque así ha sido la construcción histórica. 

CIMACFoto: María Esparza Quintana

¿Y si estoy en proceso de decisión?

A los 29, 32 o casi alcanzando los 40 años es normal cada vez más escuchar frases como: “tu reloj biológico no se detiene, debes decidir ahora si quieres o no ser madre”. Pero, ¿cómo decidir dejando de lado la presión social?

Para Isabel es necesario primero “apagar el ruido externo”, porque la sociedad patriarcal no nos enseña a las mujeres que nuestros días debemos vivirlos para nosotras, no para nadie más. 

“Debemos concentrarnos en nosotras mismas, hay mucho que tenemos nosotras tan interiorizado a raíz de cómo hemos sido criadas. Hay que entrar a un estado de reflexión, autoconocimiento, porque la única que vivirá y disfrutará de esta vida soy yo”, afirma Isabel. 

Una de las recomendaciones también es buscar ayuda profesional, si se considera necesario, encontrar la opción que “más nos resuene”. 

En la etapa del autoconocimiento también es necesario analizar la forma en que se ha romantizado la maternidad, el embarazo y la crianza; ser realistas y mirar “lo bueno y lo no tan bueno” de ambos lados. 

CIMACFoto: Berenice Chavarría Tenorio

Conectarse con comunidades de madres y no madres es una de las recomendaciones más necesarias, pues incluso en estos espacios hay otras mujeres que se encuentran en proceso de decisión. 

Finalmente Irán recomienda “conectar con el cuerpo”. “La decisión solo la pasamos por la cabeza, hacemos listas de pros y contras, pero la verdad es que muchas veces lo que hace falta es reconectar con lo que dice nuestro cuerpo, estar más atentas a qué sensaciones nos produce cargar a los bebés, imaginarnos un embarazo, estar atentas a eso que se nos comunica desde algo muy instintivo a través de distintas reacciones”. 

“No se deben compartir las razones por las que no se quiere ser madre, te conoces y sabes que es lo mejor para ti”, sentencia Isabel. 

En México poco se habla de la autonomía corporal, pero es importante contar historias de manera abierta, para que así las niñas y adolescentes tengan un panorama completo y las distintas elecciones que pueden hacer para su vida, señalaron las fundadoras de “Nunca Madres”.

Aquí puedes seguir a la comunidad de «Nunca madres».