en la historia de nuestros paises los hechos buenos o malos tambien son compartidos por nosotras las mujeres, somos parte del tejido de la historia porque participamos en ella, activamente en la lucha por la dignidad de nuestros pueblos, y asi como hemos participado, recordamos a las mujeres caidas en esos terribles eventos, como recordamos por que luchamos y contra quien, hoy recordamos hombro a hombro con las mujeres que participaron en la manifestacion del dos de octubre de 1968 en la Plaza de las tres culturas en la ciudad de Mexico en las palabras de tres activistas de entonces
Y la organizacion es la base de la sociedad para avanzar, estar unidas nos hace mas fuertes, y un ejemplo es el Colectivo Desde la Mirada que nacio en Ecuador y que aglutina 120 mujeres de Angola, Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Cuba, España, México, Estados Unidos, Venezuela, Francia, Irán, Suiza, Alemania, Rusia, Portugal y el país sede, Ecuador, iniciado hace apenas cuatro años como un proyecto personal de la escritora ecuatoriana Ghislaine Izaguirre, para superar a través del arte las barreras impuestas a las mujeres. Primero junto a un grupo de amigas, también artistas, comenzaron a buscar un espacio dentro del panorama de las artes plásticas en el país
Y con la fuerza de la organizacion podemos exigirle a los gobiernos que se comprometan , que hagan y que cumplan, Los jefes de Estado y de gobierno aprobaron el domingo 27, en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York, los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, que marcarán el camino de la agenda internacional de desarrollo para los próximos 15 años. Las principales prioridades de la nueva agenda de desarrollo, refrendada por la cumbre de tres días, son erradicar la pobreza y luchar contra la injusticia y la desigualdad. Uno de los objetivos, el 5, se concentra específicamente en “lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas”, lo que incluye poner fin a la violencia que sufre la población femenina.
Y para terminar, Y el 10 de octubre es el dia de la salud mental y es un tema muy importante para las mujeres, por lo que hablaremos mas sobre este tema con la periodista y maestra en relaciones internacionales Fernanda Sanchez que hoy nos trae el tema a la mesa de lo que sera su material en las proximas semanas .
“Llora en mi corazón.
Como llueve sobre la ciudad…”: Paul Verlaine.
Sábado 26 de septiembre 2015. A un año de la desaparición forzada de
los jóvenes estudiantes de la normal Isidro Burgos de Ayotzinapa, las
madres, padres y familiares de los desaparecidos convocaron a una
marcha. Memoria y denuncia. Justicia. Un año ya de esa interminable
noche trágica en la que los jóvenes, y más tarde algunos de sus
maestros que acudieron a apoyarlos, fueron perseguidos, acosados,
cercados, baleados. Heridos. Asesinados. 43 de ellos desaparecidos.
También fueron acosados los integrantes del grupo de futbol
Avispones. Asesinada una señora que pasaba por allí en un taxi. El
absurdo. Sádico. Mortífero. El cuerpo de Julio César Mondragón tendido
en el pavimento. Torturado y con la piel de su rostro arrancada.
No es, ni será cuestión de olvidarlos. El cielo está cargado de
nubes y traemos el corazón cargado de indignación, de enojo y de pena.
Y una certeza: caminamos hacia la verdad. La verdad llegará, lenta,
pero firme.
Marchamos –esta vez- después de la lectura de las más de 500 páginas
del informe: “Ayotzinapa, investigación y primeras conclusiones”,
entregado por El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes
(GIEI), nombrado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos,
después de seis meses de trabajo. “Los muchachos no fueron incinerados
en el basurero de Cocula”, concluyen. Y nos explican con detalle por
qué esa incineración masiva de los cuerpos es más que imposible.
El informe es la minuciosa reconstrucción de los hechos minuto a
minuto. En dónde estaban a cada momento los autobuses de los jóvenes,
cómo les detuvieron el paso. Cómo los autobuses se separaron. Cómo los
atacaron. Sangre. Confusión. Huida. Caos. No es, ni será cuestión de
olvidar los niveles de barbarie que estallaron en esa interminable
noche de acoso y de violencia. ¿Cómo podríamos? La fragilidad de los
jóvenes ante una horda armada. Las llamadas, pidiendo ayuda. La
desesperación de los muchachos por huir y regresar a su escuela.
Ellos no llegaron a dañar a nadie, el plan se reducía a tomar
autobuses para transportarse (junto con sus compañeros de las otras
normales rurales) a la marcha en conmemoración del dos de octubre en la
Ciudad de México. No se puede llamar “desproporción” a la respuesta
monstruosa que recibieron. Los caudillos del silencio alistaron sus
botas y sus armas (parafraseando a Paul Celan) y salieron a cazarlos.
Irrumpieron en la noche a la caza de jóvenes desarmados que lo único
que podían hacer para defenderse era recoger piedras en el camino.
Nombrase entre compañeros. Intentar mantenerse unidos.
Jóvenes que lloraban sin entender qué pasaba, que intentaban
protegerse los unos a los otros. Nos da horror ese México, el que
estalló esa noche, ese México insoportable de asesinos impunes. Leer el
informe y pensar a cada momento: ¿por qué no se detuvo la violencia?
¿Por qué no los dejaron ir? ¿Cómo fue posible que la caza tuviera lugar
ante tantos testigos y con varios niveles policiacos involucrados? ¿Y
el ejército? ¿Por qué tantos supieron que la cacería estaba en marcha y
nadie intervino para salvar a los muchachos? ¿Por qué la telefonista
del 066 no creyó en una llamada de auxilio? ¿Por qué no llegó antes una
ambulancia? ¿Por qué se ensañaron contra ellos?
La violencia fue creciendo sin que ninguna de las autoridades
involucradas tuviera la menor intención de detenerla. Iguala convertida
en tierra sin ley. En tierra de nadie. La dictadura de los más brutales
se impone en la tierra de nadie. “Los muchachos no fueron incinerados
en el basurero de Cocula”. ¿Qué fue de ellos? Se habla de una casa de
seguridad, de camionetas que transportaban a unos y camionetas que
transportaban a otros. Las declaraciones se contradicen. Se dice que
unos jóvenes fueron llevados a “barandillas”, pero hay quien diga que
nunca llegaron allí. El grupo de investigación avanza retirando con
picos y palas las toneladas de mentiras petrificadas que han querido
vendernos. Avanzan señalando todas las líneas de investigación que no
se siguieron, los protocolos que no se respetaron.
¿Alguien creyó en “la verdad histórica?”. No demasiados. Sin
embargo, esa conferencia de prensa del ex procurador (cuyo oscuro
nombre no quiero escribir aquí) nos arrojó a días de pánico y desazón:
Están muertos. Los asesinaron a todos de esa manera o de otra. Los
torturaron y los asesinaron a todos. Pero el llamado de los padres de
los jóvenes desaparecidos fue muy claro: Sigamos buscando. “Vivos se
los llevaron, vivos los queremos”. No puede haber en este mundo demanda
más exacta, ni más justa. Vamos por cada uno de ellos y vamos por un
país en el que nunca más las bestias puedan salir a cazar personas. En
el que nunca más gane la ley del más despiadado y del más feroz.
Nadie dio una orden que detuviera la violencia. Al contrario. Las
frases de odio –pronunciadas por los verdugos- irrumpen a lo largo de
las declaraciones. Iguala y sus afueras convertidas en tierra de nadie.
En la tierra de nadie se impone la dictadura del más brutal. El
espantajo de la verdad histórica que quisieron vendernos -como pieza de
granito sin fisuras- se deshace como un muñeco de cartón bajo la lluvia.
Gracias a las madres y a los padres de los estudiantes desaparecidos
por su fuerza, por su convicción sin tregua, por su decisión de acudir
a las instancias internacionales. Gracias a la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos por intervenir, y a cada uno de los especialistas
que trabajan en el Grupo interdisciplinario de Expertos Independientes:
Ángela Buitrado (Magister en derecho penal y doctora en
sociología, Colombia), Claudia Paz (abogada y ex fiscal general de
Guatemala), Francisco Cox (abogado penalista de Chile), Alejandro
Valencia Villa (abogado y experto en derechos humanos, Colombia) y
Carlos Martín Beristáin (médico y doctor en psicología, España).
El informe narra la reunión de los jóvenes representantes de las
normales rurales con el fin de planear su participación en la marcha
del 2 de octubre en la ciudad de México. Se decide que serán los
jóvenes de la Isidro Burgos quienes ofrezcan el hospedaje. Los
normalistas de Ayotzinapa se ponen de acuerdo: Los estudiantes que
tengan la posibilidad irán a sus casas el fin de semana para ahorrar
alimentos y así poder recibir a sus compañeros. También son ellos los
responsables de retener los autobuses que se utilizarán en el viaje.
El 26 de septiembre los jóvenes toman autobuses, al saber (vía
celular) que algunos de sus compañeros están encerrados en un autobús
en la central de Iguala (el chofer descendió y los dejó adentro),
entran a la ciudad. No tenían ninguna intención de “romper” el acto de
la señora Abarca, uno de ellos declara que ni siquiera sabían que el
acto existía. La cacería se desata. Llueve en esta marcha del 26 de
septiembre del 2015. Comienzan a aparecer impermeables muy frágiles
hechos con bolsas de plásticos. Los manifestantes no se dispersan. Al
contrario. Nos pegamos los unos a los otros. Nos juntamos.
La oscuridad absoluta –para los jóvenes perseguidos esa noche-
estalla desde las nubes. También entonces llovía. Las madres y
padres de los desaparecidos encabezan la marcha. Para las alturas de la
calle Madero, hay mujeres que ya han caminado kilómetros con sus bebés
acunados en un rebozo, cubiertos con una frazada, vueltos a cubrir con
los plásticos de colores. Mujeres pequeñitas y fuertes acostumbradas a
caminar y trabajar con sus hijas/os pegadas/os al cuerpo. Un
contingente de niños con sus madres y maestras espera la llegada de los
padres de los normalistas en la explanada de Bellas Artes: “Un niño
informado, no es manipulado”.
Distintos feminismos reunidos en un contingente avanzan con sus
tamboras y su manta: “Defendamos nuestra alegría y organicemos nuestra
rabia”. Por los 43 desaparecidos, por todas/os las/los
desaparecidas/os, por las niñas, adolescentes y mujeres víctimas de
violencia. Las vidas despojadas en los crímenes de odio y su violencia
extrema. Detrás de ellas/os, los activistas de Bloque Rosa.
Contingentes de la UNAM y de la Universidad Autónoma de la Ciudad de
México. Contingentes del Politécnico Nacional y la Ibero. Como cada
vez: niños, jóvenes (muchos), adultos, personas mayores. Un grupo de
jóvenes acompañados de sus maestras/os cantan esa canción que ha
llegado a convertirse en uno de los emblemas de las marchas por La
verdad y la Justicia para Ayotzinapa: “¿Quién dice que todo está
perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón”.
No supe grabarlos en ese momento cantando a mitad de la calle como
me hubiera gustado, les comparto la canción –acá- en la voz de Mercedes
Sosa. Un himno. Ni más ni menos. Porque las causas y la suma de las
distintas causas necesitan sus himnos. Dicen que éramos 18 mil
personas en la marcha. Creo que éramos muchísimos más. El zócalo tomado
desde arriba muestra un lleno completo. Codo a codo. Paraguas de todos
los colores. Miles y miles de paraguas. Leímos el informe del Grupo
Interdisciplinario. Línea por línea. La “rabia organizada”, nos acerca
cada día más a la verdad. La verdad terminará por tomar las plazas.
EL MANDATO DEL GRUPO INTERDISCIPLINARIO DE EXPERTOS INDEPENDIENTES
“El mandato del GIEI tiene que ver con evaluar las actuaciones
llevadas a cabo por el Estado y proporcionar recomendaciones sobre: 1)
El proceso de búsqueda de los desaparecidos. 2) La investigación de los
hechos y responsables. 3) La atención integral a las víctimas.
Además, de una forma más amplia, el Estado reiteró en el Acuerdo su
disposición para que a partir de las recomendaciones emitidas por el
GIEI se fortalezcan sus capacidades institucionales para la búsqueda y
localización de personas desaparecidas así como las de la investigación
de los casos de desaparición forzada”. México, septiembre de 2015.
Llueven preguntas, demandas, denuncias. Llueve la certeza de que una
a una irán derrumbándose las mentiras. La marcha avanza hacia el
espacio simbólico del Zócalo de la ciudad de México: no hay marcha
atrás. Los paraguas se abren cuando la mayoría ya estamos empapados.
¿Cómo no sentir el corazón atrapado -por un puño que se cierra- cada
vez que las voces cuentan hasta 43? Es tan inmensa la diferencia entre
este frío nuestro en la avenida Reforma (tan protegidos los unos por
los otros) y el frío desamparado, ese frío absoluto de los muchachos en
manos de sus secuestradores y asesinos.
Sentir ese frío que fue/es el de ellos. ¿Acaso podemos siquiera
imaginarlo? Las fotos de sus rostros. Sus nombres. Sus historias. ¿Los
que están vivos, dónde están? ¿Quién les ofrece un pan, una palabra de
aliento, una manta? Es tan cotidiana la vida. Se despertaban los
muchachos, asistían a sus clases, estudiaban, organizaban debates
políticos, cocinaban en sus estufitas, lavaban su ropa. Leían.
Escuchaban música. Escribían mensajes a sus familias. Esa cotidianidad
de la escuela normal que nos muestra el documental “Ayotzinapa” de
Rafael Rangel, filmado después, cuando los compañeros de los jóvenes
desaparecidos van nombrando una por una las ausencias: acá las
habitaciones, acá una siembra, acá el patio. Acá “la tía”, esa señora
amorosa que les ayuda con su ropa, les ofrece conversa, los materna.
ALGUNAS DECLARACIONES TOMADAS DEL INFORME
Era tan cotidiana y esperanzada la vida de los cerca de 500 alumnos
de la normal Isidro Burgos en Ayotzinapa (una de las diecisiete
normales rurales que aún sobreviven), hasta que el horror irrumpió
pateando la puerta. “Con los ojos borrosos del gas pimienta… como pude
me enjuagué los ojos, desde la patrulla pude observar cómo iban bajando
poco a poco a los estudiantes y los estaban golpeando brutalmente con
unos palos en la cabeza, y los que podían caminar los subían a la
patrulla y los que no podían caminar entre dos policías los arrastraban
y los aventaban a las patrullas, uno de los policías le dijo a otro,
que ya no caben en la patrulla y el otro dijo ‘No importa, ahorita
vienen los de Huitzuco’”, declaración de uno de los chóferes de autobús.
“Ya estando en la patrulla observé que los policías tenían amarrados
y tirados en el piso a unos estudiantes y los estaban contando del uno
al cuatro, siendo aproximadamente un total de 20 estudiantes”,
declaración de un segundo chófer de autobús. “Cuando me ponía de lado
fue cuando me golpearon. Les dije que si fueran sus hijos a ellos les
iba a gustar que así los tuvieron y me golpearon aquí las costillas. Me
golpearon unas cuatro veces con la culata y fue cuando un policía le
dijo al otro ‘mátalo, para que lo vas a dejar herido, de una vez
mátalo’. Al lado de mí estaba el Botas y estaba llorando, le dije que
se aguantara, que mis camaradas iban a llegar a rescatarnos, a
apoyarnos. En ningún momento imaginamos que se los iban a llevar”,
declaración de un estudiante de la normal.
“Según refirieron los normalistas, en la parte de arriba de dichas
escaleras, una mujer acogió en su casa a diez de ellos y ahí pasaron la
noche, mientras otros cuatro se quedaron escondidos más arriba en el
cerro. Este proceso muestra que se dio una persecución de los
normalistas que habían tomado el autobús Estrella Roja, durante varias
horas, y en diferentes escenarios”.
“Subimos al tercer autobús para ver la desgracia, vimos el pasillo
lleno de sangre, en el asiento, en el primer asiento estaban los cuajos
de sangre y la credencial del compañero Cochiloco, y lo que era en la
parte de la ventanilla del chofer vimos pedazos de carne, como si le
hubieran dado un disparo a quemarropa en esa parte y hubiera quedado
carne todavía en el cristal. Los cristales despedazados, los rines
igual, la carroza... totalmente”, declaración de otro joven normalista.
“En ese momento llamamos a otros maestros, pero todos estaban
atendiendo a los muchachos, estaban ocupados sacando heridos,
espantados. Les llamo a dos compañeras para que me manden un taxi. Pasó
un tiempo largo, estuvimos ahí hasta las 2 de la mañana. Le hablé a mi
familia: hermano, nos acaban de rafaguear aquí en el Periférico con los
muchachos de Ayotzinapa, si me matan que no digan que me fui con el
narco o era secuestrador, cuídate mucho”, declaración del maestro que
acompañó a algunos los estudiantes en la clínica.
Falta tanto por saber. Nos queda muy claro el inexplicable sadismo
con el que los estudiantes fueron perseguidos. Nos queda muy clara la
solidaridad de los jóvenes entre sí, arriesgando sus vidas para no
abandonar a sus compañeros. Nos queda clara la solidaridad de los
maestros que acudieron en su auxilio, y la de algunas familias que
abrieron sus puertas para esconder a los muchachos.
Nos queda claro que la noche del 26 de septiembre del 2014 fue
feroz, que todos los abusos de poder fueron permitidos y exaltados, y
que la “investigación” que “sostuvo” la “verdad histórica”, no es sino
una larga y miserable cadena de artificios y mentiras. La mascarada del
poder. Una vez más. Pero los crímenes contra los jóvenes de Ayotzinapa
son/han sido/ tienen que ser un parteaguas. Ningún ser humano, ninguna
familia, ninguna sociedad se construye en la mascarada, menos aún
cuando la mascarada intenta ocultar la violencia extrema. Perpetuar la
impunidad.
Contra la mascarada: la empatía activa. La empatía y la solidaridad
nos unen y nos salvan. No son palabras en el aire: La posibilidad de
vivir/sentir/padecer con y junto a los otros es la más indispensable de
las emociones humanizantes. El comienzo de toda salud emocional. La
antítesis de toda maquinaria de destrucción. La suma de miles y
millones de corazones/inteligencias/activismos empáticos y dispuestos a
exigir Verdad y Justicia, es nuestra arma más potente contra la
brutalidad de los caudillos del silencio. A ellos su infame
deshumanización. A nosotros, que sus crímenes no queden impunes. A
nosotros, que nunca más.
Renovó los
Objetivos de Desarrollo del Milenio (2000), por un ambicioso programa en
el que las mujeres juegan un papel fundamental, y que traza una nueva
ruta de progreso para 2030
AmecoPress.- El ambicioso plan de desarrollo conocido como
Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fue aprobado este fin de
semana por los 193 estados que conforman la Organización de Naciones
Unidas (ONU), en un intento más global por acabar con la pobreza,
garantizar la educación, proteger el medio ambiente, combatir el cambio
climático, y lograr la equidad de género y el empoderamiento de las
mujeres, entre otras.
Pero si ha habido un año clave para
la agenda de los derechos de las mujeres y la igualdad de género, ese ha
sido el 2015. (Lee también ’He for she’, llega a Colombia el movimiento
por la equidad de género)
La coincidencia con el 20° Aniversario de la firma de la
Declaración y Plataforma de Acción de Beijing (Beijing+20), así como
con el 15° Aniversario de la aprobación de la Resolución 1325 del
Consejo de Seguridad en el marco de la Agenda de Mujer, Paz y Seguridad,
sirvieron de marco para que la ONU también encarará con más fuerza el
papel de la mujer como eje central de todos los ODS.
"Esta ha sido una agenda mucho más universal, más
global, que aplica a todos los miembros de la ONU y da obligatoriedad en
su cumplimiento. En ese sentido ya es diferente a los Objetivos de
Desarrollo del Milenio. Pero además, aunque antes también se incluía el
tema de la igualdad y empoderamiento de la mujer, en este nuevo plan, se
amplía el papel de la mujer en la consecución de los otros 16
objetivos. Sin mujer no hay paz, sin mujeres con mayor acceso a la
educación no hay desarrollo, sin mujeres con mayor participación
política no se puede avanzar. Hay una mayor perspectiva de género, y eso
es un gran avance", dijo en diálogo con Fucsia.co, Belén Sanz,
representante de ONU Mujeres en Colombia.
- ¿Cuáles son los objetivos? -
Hay 17 objetivos y 169 metas que van desde acabar con la
pobreza, garantizar vidas sanas y combatir el cambio climático, hasta
lograr la igualdad entre los géneros e incluso conservar los océanos.
Los nuevos objetivos han sido criticados por ser imprecisos y demasiado
amplios. (Lee también ONU busca un millón de hombres para luchar contra
la equidad de género)
En comparación, los ODM se limitaban a ocho objetivos,
focalizados especialmente en combatir la pobreza y mejorar la salud
infantil y maternal. Los objetivos no son vinculantes, pero la cumbre
que se inaugura el viernes permitirá a los líderes comprometerse
públicamente a lograrlos.
Contrariamente a los ODM, los nuevos objetivos se
aplican tanto a los países desarrollados como a los países en
desarrollo, y las negociaciones están abiertas a los gobiernos y a la
sociedad civil, y no solo a los expertos de la ONU.
El Objetivo número 5, llamado a "Lograr la igualdad
entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas" habla
claro de eliminar todas las formas de discriminación, de violencia, de
prácticas nocivas, pero también de velar por la participación plena de
las mujeres "a todos los niveles de la adopción de decisión".
"Este es un espacio crucial y las metas de ese objetivo
dan cuenta de cómo se involucra a las mujeres en todas los nuevos
espacios. Basta con mirar el objetivo 16 (promover sociedad pacíficas e
inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la
justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e
inclusivas a todos los niveles) y ver cómo es que esa inclusión
necesariamente pasa porque la mujer tenga acceso a todo", afirma Sanz.
(Lee también ¿La economía puede ayudar a la equidad de género?)
Fucsia.co: Precisamente estamos en un momento crucial en
términos de paz en Colombia. La semana pasada, el gobierno colombiano y
las FARC anunciaban un acuerdo sobre el tema de la justicia
transicional y una fecha tentativa para el fin del conflicto. ¿Cómo
contribuyen estos objetivos a este plan de Colombia, y especialmente las
mujeres?
Belén Sanz (BS): "En todo. Es bueno partir de la premisa
que no estamos arrancando de cero, los ODM del año 200 han generado
avances muy importante con lo cual lo que se requieres es una alianza
nacional e internacional muy importante. En Colombia esa alianza se ha
venido dando y, mucho antes de que se planteara la nueva agenda, las
mujeres han hecho la reconstrucción, han ido trazando un camino por la
paz".
"Las mujeres tejen lo que la guerra destruye", dijo
alguna vez la abogada y activista Mónica Roa y ahora mismo se hace más
cierta esa frase.
Su papel dentro de la sociedad, a pesar de los
obstáculos, se extiende y empieza a generar frutos desde todos los
ámbitos. Según Sanz, uno de los principales obstáculos es la falta de
inversión política.
"Hay marcos normativos elaborados para que las mujeres
tenga mayor acceso y participación en todo, pero la falta de inversión
impide la implementación de esas leyes. Esperemos que esta nueva agenda
promueva mucho más esa inversión", afirma Sanz.
Otro de los retos es, según la representante de ONU
Mujeres, "el trabajo que se tiene que hacer en los medios de
comunicación, el arte la cultura en las formas de representación de la
mujer. Muchas veces se olvidan de los importante por generar mayor
venta".
- ¿Cómo van a financiarse los objetivos?
Se calcula que el costo para lograr los nuevos objetivos
globales es de 3,5 a 5 billones de dólares al año durante los próximos
15 años, una suma gigantesca que, según los arquitectos de los
objetivos, exige creatividad para generar fondos de los gobiernos y del
sector privado.
Está previsto que se asignen miles de millones en ayuda
al desarrollo para lograrlos, pero la ONU pretende asimismo acceder a
fuentes locales de financiación a través de un sistema de recaudación de
impuestos mejorada.
- ¿Son factibles? -
Naciones Unidas prevé establecer unos 300 indicadores
para medir el progreso por países y aportar datos sobre cómo están
trabajando los gobiernos para lograr los objetivos. Es poco probable que
todos los países cumplan los objetivos, pero los grupos de apoyo
establecerán puntos de referencia a los gobiernos para cada área de
desarrollo.
Jamie Drummond, director ejecutivo de la estrategia
global de la campaña internacional ONE, describe a los objetivos
globales como "una plantilla de anotaciones, para hacer a los gobiernos
responsables de los resultados
"El ingrediente clave que falta es la voluntad
política", opina Drummond. "Tenemos una gran historia de promesas en la
ONU, pero la cuestión es si esas promesas se van a cumplir alguna vez".
- ¿Cuándo entran en vigor? -
Formalmente conocidos como los Objetivos de Desarrollo
Sostenible, los ODS entrarán en vigor el 1 de enero de 2016 y la fecha
límite para implementarlos es el 31 de diciembre de 2030.
(Lee aquí el texto completo aprobado por la Asamblea General de la ONU
para los Objetivos de Desarrollo Sostenible)
Fotos ONU: Belén Sanz, representante de ONU Mujeres en Colombia.
Injusticia y represión incitan a la movilización: líderes del CNH
El movimiento estudiantil de 1968 en México abrió la puerta para que
más mujeres estudiaran y participaran políticamente, pero a 47 años de
la masacre, la saña y la represión por parte del Estado contra la
juventud continúa, coincidieron líderes femeninas del Comité 68.
Hoy se conmemoran 47 años de la tarde en la que el gobierno priista
ordenó disparar contra miles de personas –la mayoría jóvenes
estudiantes– que se manifestaban en la Plaza de las Tres Culturas en
Tlatelolco, en esta capital.
Al paso de los años, la misma gran urbe ha sido escenario para decenas
de manifestaciones multitudinarias. Este 2015 la demanda es por mayores
oportunidades de educación, rechazo a la reforma educativa, y la
exigencia de justicia para los estudiantes normalistas agredidos y
desaparecidos de Ayotzinapa, Guerrero.
POR UN PAÍS MÁS JUSTO
Luz María Aguilar Térres, antropóloga, activista preparatoriana del 68 y
guerrillera en los años 70, consideró que la sociedad y la juventud
mexicana actual tienen suficientes razones para volver a manifestarse
organizadamente como hace 47 años, ya que ahora el Estado –como aquel
entonces– se sigue “ensañando” con la población más joven.
La activista reflexionó que a diferencia de hace más de cuatro décadas,
las y los jóvenes enfrentan “mucha desesperanza”, pues antes se creía
que se podía luchar por el socialismo o cambiar al mundo; sin embargo,
consideró, ahora las juventudes resienten que los campos y el trabajo
obrero se empobrezcan cada vez más, y que los planes de estudio en la
educación superior enseñe menos ciencias sociales y más ciencias
aplicadas.
En aquel entonces, en 1968 y con 16 años de edad, Luz María se movilizó
por la defensa de la autonomía de la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM), pero principalmente por que se necesitaba de “un país más
justo, y no creíamos que la represión lo fuera”.
Recordó que tras ser elegida como representante de su grupo para el
Comité de Lucha, se integró al Consejo Nacional de Huelga (CNH) junto a
otras jóvenes, quienes enfrentaron el rechazo en sus hogares y las
“corretizas” por parte de la policía.
No obstante, se entregaron al igual que los varones en el movimiento
“boteando” (recolectando dinero) en los centros de trabajo y los
mercados, haciendo guardias, participando en brigadas y realizando otras
comisiones.
Rememoró que la tarde de ese 2 de octubre, ella llegó a escasos metros
de donde balaceaban a los estudiantes porque la alcanzaron a alertar de
la matanza que en ese momento estaba ocurriendo en Tlatelolco.
“No sabíamos qué hacer hasta que de repente vimos que salía un
contingente de la plaza corriendo, pasó junto a nosotros y nos dijo que
nos fuéramos porque estaban atacando a los grupitos. Nos quedamos como
de piedra.
“Con miedo, rabia y coraje nos regresamos, pero en cada esquina nos
fuimos haciendo mítines denunciando que estaban masacrando a los
estudiantes en Tlatelolco. Nosotros pensamos que esto no iba a quedar
impune, que la gente se iba a levantar e iba a protestar, pero parece
que fue al contrario”, relató.
Después de 1968, Luz María ingresó a la Facultad de Economía de la UNAM
motivada porque –sostuvo– ahí se gestaba la discusión sobre la
situación nacional, era un núcleo político.
No obstante, como universitaria también vivió otras represiones contra
las y los jóvenes, como el llamado “Halconazo” en 1971. Finalmente, las
ansias de justicia la llevaron a participar políticamente en movimientos
armados clandestinos.
Del 68 –dijo la activista– surgieron nuevas mujeres políticas que hoy
ocupan puestos de representación popular, dirigen organizaciones civiles
o que –como ella– se integraron a las guerrillas urbanas, al considerar
que en el país no había cauces legales para protestar y cambiar al
sistema, además de que las libertades democráticas estaban clausuradas
“en ese gobierno tan cerrado, prepotente y tan injusto”.
No obstante, advirtió, también hubo ganancias: “(El movimiento) vino a
conseguir que la sociedad tuviera más conocimientos, fuera más
participativa y estuviera más atenta a sus gobiernos”.
MÉXICO 68: PAÍS AUTORITARIO Y MACHISTA
Adriana Corona Vargas, integrante del CNH y ahora profesora de la
Universidad Pedagógica Nacional (UPN), explicó: “Nosotros (líderes del
movimiento) salimos cada año a recordar que no olvidamos y que no
perdonamos porque no ha habido justicia, es un país donde la justicia no
existe aunque tengamos leyes muy bonitas”.
Adriana fue elegida representante de la Preparatoria Número 6 de la
UNAM para conformar comités de lucha e integrar el CNH, lo que le
permitió estar en las asambleas generales, brigadas, pintar camiones, ir
a marchas y a los “boteos”.
Reconoció que no sólo las mujeres representantes participaron en el
movimiento, ya que se conformaron brigadas únicamente femeninas y a
veces ellas reunían más dinero que los varones.
Corona Vargas criticó que como mujer siempre fue más difícil
participar, y que algunas de sus compañeras tenían incluso que escaparse
de sus casas, mentir a sus familias, y hasta disfrazarse para poder
participar en el movimiento.
El 2 de octubre de 1968 ella salió a manifestarse a pesar de que sus
compañeros ya habían alertado sobre una fuerte represión. Desde una
esquina de la Plaza de las Tres Culturas miró el inicio de la balacera, y
apenas le dio tiempo de salir corriendo.
Adriana participó en el movimiento porque creía que las cosas tenían
que cambiar, porque era un país “autoritario, represivo, tradicionalista
y muy machista”.
También creía en la necesidad de conseguir justicia en un país en el
que no la había, de que las mujeres podían aportar más que sólo ser
madres y tener proyectos de vida individuales.
Está de acuerdo que a 47 años de distancia, las reformas educativas
están desmantelando la educación básica a través de reducir presupuestos
y quitar materias elementales, además de que se busca desaparecer a las
escuelas Normales. Además, aseguró que el Estado sigue golpeando a las y
los jóvenes, ignorando que “un país sin jóvenes es un país sin
futuro”.
Coincidió en que este movimiento abrió la puerta para que más mujeres
de manera masiva participaran políticamente, pero también para que
decidieran continuar estudios superiores incluso en carreras donde están
invisibilizadas, lo que derivó, por ejemplo, en que la carrera de
Medicina se feminizara.
“El 68 fue una movilización por querer cambiar las cosas, por buscar un
mundo mejor y porque las cosas no se queden nada más en un país de
simulación. Es una necesidad de un mundo mejor y una esperanza en el
futuro que hoy no hay”, resaltó.
Mujeres de varios países integran el colectivo “Desde la mirada”, iniciado hace apenas cuatro años como un proyecto personal de la escritora ecuatoriana Ghislaine Izaguirre, para superar a través del arte las barreras impuestas a las mujeres.
Primero junto con un grupo de amigas, también artistas, comenzaron a buscar un espacio en el panorama de las artes plásticas en el país sudamericano.
Actualmente, este empeño aglutina a 120 mujeres de Angola, Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Cuba, España, México, Estados Unidos, Venezuela, Francia, Irán, Suiza, Alemania, Rusia, Portugal y el país sede, Ecuador.
La propia Izaguirre ha convertido su casa en espacio para las exposiciones, que han llegado también a la sede del Ministerio de Cultura; la Fiesta de la Cultura Iberoamericana, en Cuba; la Feria Internacional del Libro, en el Centro Español de Quito; y la Feria de Baricharte, en Colombia.
Sus integrantes han expuesto además en las Casas de la Cultura en Esmeraldas, en la provincia (estado) de Chimborazo, y la capital del país, Quito, donde justo por estos días se expone “Mujeres de mi país”, de la artista Marieta Moreno, integrante del colectivo.
Más allá de las artes plásticas, las acciones culturales incluyen el desarrollo de talleres y varios textos, entre ellos “Diarios de Mujeres ‘Cazadas’”.
“Desde la mirada” está integrado por pintoras, escultoras, cineastas, fotógrafas, escritoras, poetas, artesanas, teatreras, maestras de danza, psicólogas, correctoras de textos, editoras, estudiantes, mujeres dedicadas al hogar, y promotoras de arte, señaló Aguirre.
“Preferimos ser llamadas mujeres diversas, quienes con diferentes expresiones, criterios y sensibilidades dejamos volar la imaginación en las obras y encontramos una actividad liberadora frente a una sociedad machista y patriarcal”, destacó a Cimacnoticias/SEMlac.
“Ahora decimos que esta es nuestra actividad liberadora, porque el colectivo se ha convertido en un espacio para demostrar lo que podemos hacer, y tener una voz para superar las necesidades individuales y ser la base de una sociedad con criterios nuevos”.
Para esta creadora es importante reconocer que cada vez tienen más participación de público en sus convocatorias, e incluso reconocimiento de las instituciones como la Casa de la Cultura Ecuatoriana y la Asamblea Nacional, entidad a la que acompañaron en el proyecto “La producción legislativa con enfoque de género e inclusión de los grupos de atención prioritaria”.
Aunque en Ecuador ha aumentado la presencia femenina en las entidades públicas, persisten escollos para su real inserción en la vida social, económica y cultural del país.
“Por eso el grupo ha sido importante, para que ellas se liberen dentro de lo posible a través del arte y de su interacción con sus miembros y con el círculo del cual se rodean (…), por lo que ‘Desde la mirada’ se convierte para sus integrantes en un espacio de sanación a través de la actividad y el reconocimiento a las artistas”, destacó Izaguirre en una entrevista con la agencia de noticias Andes.
El colectivo “Desde la Mirada” es, ante todo, un espacio donde sus integrantes superan el ostracismo al que por mucho tiempo la tradición y la sociedad patriarcal las habían limitado. Como afirmó Ghislaine Izaguirre, su fundadora: “Se sienten con la libertad de decir esto soy, esto quiero transmitir y crear para hacer un mundo diferente”.
México.
28 de septiembre de 2015.- La Organización de las Naciones Unidas se
reunió a partir del 25 de septiembre en Nueva York con 80 líderes
mundiales para ver cómo resuelve el desarrollo en los próximos 15 años.
El mundo se les cae, la pobreza y la violencia son dos aspectos que
deben atemperar, además, claro, el de la democracia que escasea.
Ahí
lo que se hizo fue organizar al lado de la reunión o Asamblea General,
lo que se llamó Cumbre sobre la Igualdad de Género y Empoderamiento de
la Mujer, el presidente Enrique Peña Nieto delineó 3 acciones, muy
claras todas ellas. Olvidó hablar de violencia de género.
Por
supuesto que el mandatario tampoco habló de la inseguridad y la
impunidad, pero si envió un mensaje a su gabinete: que los secretarios y
secretarias de estado deberán encabezar el Sistema Nacional de Igualdad
entre Mujeres y Hombres, cosas que naturalmente no es nueva. Así lo
dice la Ley, lo que llama la atención es que sugiera que deben estar
ahí, en ese sistema participan personas de puestos secundarios sin
capacidad de toma de decisiones y ningún secretario/a de estado ha
bajado correctamente la información a las y los servidores públicos.
Dijo
que la igualdad debía elevarse a nivel ministerial. Quiere decir esto
¿Qué será una Secretaría de Igualdad? O es simplemente eso. Lo
importante es tomarle nota a Peña Nieto. Ahora hay que vigilar a sus
secretarios. Ya les mandó este mensaje, pero claro, todavía falta una
sociedad que lo reclame sistemáticamente y personal responsable que haga
valer este mandato. Si es en serio, claro.
Una
segunda cosa, llama la atención en el mundo machista donde vivimos y
habla de cierta asesoría a Peña Nieto, cuando señala que se promoverá
mayor corresponsabilidad entre hombres y mujeres para mejorar la
distribución de la carga del trabajo en el hogar. Es decir, estará
pensando en un nuevo Código Familiar, en hacer efectivas algunas
recomendaciones que tienen 40 años, y que ahora se ha puesto en marcha:
una política que se llama Economía del Cuidado.
Es
verdad que hay una enorme carga que pesa en la espalda de las mujeres.
En mis tiempos cuando se descubrió lo que Isabel Larguía definió como
Trabajo Invisible, fue claro desde entonces que ese trabajo gratuito de
las mujeres para cuidar a las otras y a los otros, sostiene en buena
parte al sistema capitalista, pero, claro, también lo distorsiona.
¿Ahora qué significa en la propuesta de Peña? Ante 80 líderes
mundiales.
Y la tercera
línea de trabajo, como dicen los comunicados oficiales de la ONU, se
trata de compromisos de los jefes de Estado que deben ser medibles. Esta
se refiere a intensificar acciones para prevenir el embarazo entre
adolescentes y la mortalidad materna.
El
primer asunto es una estrategia nacional que deben operar muchas
dependencias y que pasa por una acción anti conservadora sobre la vida
sexual y reproductiva; reconocer la violencia sexual contra niñas y
mujeres e instalar verdaderos programas de educación sexual.
La
de la mortalidad materna, reconocida en tiempos de Manuel Ávila
Camacho, cuando se crearon los primeros comités de seugimiento, es un
antiguo y lacerante problema ligado al aborto clandestino, la pobreza
alimentaria (la preclancia) y desde luego a un sistema de salud que no
llega a los lugares más alejados ni a las poblaciones más pobres. Es una
ofensa que las mujeres mueran de parto en 2015.
No
sabemos el derrotero de estos compromisos. Lo que sí es verdad es que
habría que darles seguimiento y poner énfasis en la urgente necesidad de
otros compromisos sustantivos. Si igualdad, si, como ahí dijo:“ el
empoderamiento de las mujeres enriquece y da solidez a nuestro actuar en
favor de las grandes causas de la humanidad”, y claro es verdad. Pero
no es suficiente, para que queremos cientos de diputadas sin conciencia
de género y las líderes hacen lo que pueden y no lo consiguen.
Tanto
como que la incorporación de la igualdad de género como eje rector de
la Agenda de desarrollo para 2030, nos habla de que han pasado 40 años
desde que se afirmó eso en 1975, durante la primera Conferencia Mundial
de la Mujer celebrada en México, época de cambios sustantivos en las
leyes, en la Constitución la igualdad se puso en el Artículo 4º, y
todavía hay preguntas de líderes, abogados muy democráticos y dirigentes
muy avanzados, sobre si las mujeres tienen o no capacidades y también
se preguntan qué pasará si en casa no están. Pués ya les dijo Peña, a
repartirse la tarea doméstica.
Desgraciadamente
la realidad es otra. No tiene un solo camino, pero valdría la pena
seguir los que hemos trazado, digo, hemos, las organizaciones de mujeres
y los espacios de trabajo experto como se dice.
Ojalá
que se haga seguimiento de estos compromisos. Y reclamos por no hablar
del mayor flagelo, que no es como se ha querido políticamente encerrar
en el homicidio de mujeres, sino todo el proceso de violencia contra las
mujeres que cobra la vida de algunas. Necesitamos no un pomposo sistema
de igualdad, sino un sistema de prevención, atención y erradicación de
la violencia con compromisos concretos: donde los Secretarios de Estado
lo comprendan, que no lo comprenden y los Gobernadores actúen y pongan
bien y donde se debe el cuantioso recurso que reciben de la Federación. Y
claro recursos que ahora se van a recortar dolorosa e injustamente.
Necesitamos
algo más. Una real responsabilidad para que en los puestos
administrativos y operativos, haya personas con pensamiento progresista y
de género. Es urgente no improvisar y poner el dinero en capacitar lo
incapacitable. Eso es para todas las personas involucradas en la
política de Género, de la Federación al Municipio. No olvidar que la
tecnocracia de género, todo por encimita y sin espíritu es una
simulación poco ética. Veremos.
Fundada en 2005 FEM International es una organización sin ánimo de lucro comprometida con la igualdad de género, el derecho económico y el desarrollo durable.
FEM International trabaja en pos del empoderamiento de las mujeres.
Refuerza las capacidades y las habilidades de las mujeres y jóvenes,
tanto canadienses como de otros lugares del mundo, permitiéndoles
descubrir su potencial de liderazgo por intermedio de la creación de
empresas social y ecológicamente responsable. Escuche
En Montreal, FEM International
es una de las principales organizaciones empeñadas en dar a conocer las
prácticas responsables en la industria de la moda y el textil. Creó Modethik y dirigió con Ethiquette,
el primer estudio de mercado sobre la moda ética en Quebec, ha
producido vídeos y conferencias sobre la moda ética y el desarrollo
durable.
FEM International trabaja también en la sensibilización del público
en lo que se refiere al consumo responsable, la economía solidaria y el
desarrollo durable, principalmente en las escuelas secundarias y los
centros preuniversitarios. Actualmente ofrece oportunidades de trabajo
voluntario y pasantías locales, nacionales e internacionales en
Colombia, Ecuador, Bolivia, Mali y Canadá.
Esta semana, FEM Internacional organizó aquí en Montreal, una
conferencia con Hernando Alecina, consultor en comportamiento
financiero, sobre la relación que se tiene con el dinero, para
fortalecer el empoderamiento de las mujeres. Escuche
Hernando Alecina es el fundador de Ziebeq Corp. una firma de
desarrollo de negocios, estrategias y servicios financieros cuya
filosofía está orientada en el individuo como una entidad en el
ecosistema. Pablo Gómez Barrios conversó con él.