NACIONES UNIDAS – En todo el mundo 708 millones de mujeres están
fuera de la fuerza laboral debido a responsabilidades de cuidado no
remuneradas, indicó un nuevo reporte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
“Las mujeres asumen una parte desproporcionada de las
responsabilidades de cuidado, lo que impide su participación en la
fuerza laboral”, afirmó Sukti Dasgupta, directora del Departamento de
Condiciones de Trabajo e Igualdad de la OIT.
Entre los factores que asientan esa desigualdad, Dasgupta mencionó
los bajos niveles de educación, las oportunidades laborales limitadas,
la mala infraestructura, la residencia rural y los sistemas de atención y
apoyo inadecuados.
“Además, las expectativas y normas sociales en torno al cuidado
restringen aún más la inclusión de las mujeres en el mercado laboral y
profundizan las desigualdades de género”, agregó la economista experta
en tema de empleo, género y pobreza.
Por su parte, la entidad de las Naciones Unidas ONU Mujeres
destaca que en el mundo las mujeres son las proveedoras por defecto del
trabajo de cuidados no remunerado, dedicándole 2,5 veces más tiempo que
los hombres, lo que les impide gozar plenamente sus derechos.
En algunos países, indicó ONU Mujeres, el valor monetario del trabajo
no remunerado de las mujeres superaría 40 % del producto interno bruto
(PIB).
En 2023, de acuerdo con los datos de la OIT, 748 millones de personas
de 15 años o más no participaban en la fuerza laboral mundial debido a
responsabilidades de cuidado, lo que representa un tercio de todas las
personas en edad de trabajar fuera de la fuerza laboral.
De ellas, 708 millones eran mujeres, y hombres 40 millones.
Con datos de 125 países, la OIT indicó que las responsabilidades de
cuidado representan la principal barrera para que las mujeres ingresen y
permanezcan en la fuerza laboral, mientras que los hombres son más
propensos a citar otras razones personales, como problemas de educación y
salud.
Esa marcada discrepancia de género pone de relieve el papel
desproporcionado que desempeñan las mujeres en la crianza, el cuidado y
el apoyo de los hijos, de las personas con discapacidad y de aquellas
que necesitan cuidados a largo plazo, tareas domésticas y otras
responsabilidades de cuidado.
A nivel mundial, alrededor de 1600 millones de mujeres y 800 millones
de hombres están fuera de la fuerza laboral, y 45 % de esas mujeres y
cinco por ciento de esos hombres citan las responsabilidades de cuidado
como la razón de su no participación.
Entre las mujeres de 25 a 54 años, la proporción que cita el cuidado
como la razón para estar fuera de la fuerza laboral aumenta a dos
tercios (379 millones de mujeres).
Las mujeres con menor educación y las que viven en zonas rurales
también enfrentan mayores barreras para participar en la fuerza laboral
debido a las responsabilidades de cuidado.
Por regiones, el porcentaje más alto de mujeres que no forman parte
de la fuerza laboral y citan las responsabilidades de cuidado como
motivo de su exclusión se encuentra en África septentrional (63 % de las
mujeres fuera de la fuerza laboral), seguida de los Estados árabes (59
%).
En Asia y el Pacífico, la cifra es de 52 %, con escasas variaciones entre las subregiones.
En América, la variación es marcada: 47 % cita las responsabilidades
de cuidado como el principal motivo de su exclusión de la fuerza laboral
en América Latina y el Caribe, en comparación con apenas 19 % en
América del Norte.
En Europa y Asia central 21 % de las mujeres señalan que el cuidado
de otras personas es el principal obstáculo, y Europa oriental tiene la
tasa más baja a nivel mundial (11 %).
Con base en datos como estos, la OIT adoptó el pasado junio su
Resolución sobre el trabajo decente y la economía del cuidado, primer
acuerdo tripartito mundial –gobiernos, sindicatos y patronos- sobre la
cuestión.
Esa resolución afirma que “una economía del cuidado que funcione bien
no solo apoya a las personas y las familias, sino que también
contribuye a una fuerza laboral más saludable, crea empleos y mejora la
productividad”.
Destaca las “barreras estructurales” que el trabajo de cuidado no
remunerado crea para que las mujeres participen, permanezcan y progresen
en la fuerza laboral, y exige políticas y sistemas que contrarresten
las desigualdades en términos de quién recibe y proporciona cuidados.
La OIT considera que muchos países han avanzado en la promoción de la
participación de las mujeres cuidadoras, y que en un mundo que se está
transformando debido a los cambios demográficos, el envejecimiento de la
población y el cambio climático, es probable que aumente la demanda de
servicios de cuidado.
Sobre ese aspecto, ONU Mujeres destacó avances logrados en los
últimos años, como las recientes aprobaciones de leyes que establecen
sistemas nacionales de cuidados en Brasil, Chile, Colombia y Panamá.
Asimismo, el uso en Kenia de los datos de su primera encuesta
nacional sobre el uso del tiempo para desarrollar su política nacional
de cuidados, la ley de bienestar de los cuidadores en Filipinas, y
nuevas estrategias de atención y apoyo en los sistemas de cuidado en las
comunidades que adoptan países como España y Canadá.
.-Ciudad
de México.- En aras de la audiencia para exponer las deficiencias y
denuncias alrededor de las muertes cometidas al interior del Cefereso
Femenil 16, el penal con la tasa de suicidios más alta a nivel federal,
las organizaciones civiles expusieron frente a la Corte Interamericana
de los Derechos Humanos que lo que acontece en México es el síntoma de
una de las crisis penitenciarias más violentas de los últimos años,
mientras que representantes del Estado y la Fiscalía General de la
República, se defendieron revirando que se ha actuado a cabalidad en el
Caso Cefereso.
Taissia Cruz Parcero, titular de la Defensoría
Pública, acompañada del representante Christopher Sánchez abrieron la
audiencia, denunciando frente a la comisionada de la CIDH, Roberta
Clarke, la situación de violencia y vulnerabilidad que viven las mujeres
en el Cefereso 16. En esta exposición argumental se refirió que, desde
el 2021 hasta el pasado 5 de noviembre, las mujeres continuaban
cometiendo suicidio; muertes en custodia que debieron ser prevenidas.
«Algunas
están confinadas en su celda las 24 horas del día, también, se detectó
que se han suscitado riñas donde las autoridades no han intervenido,
tampoco hay acceso a atención ginecológica, ni odontológica, (son)
muertes en custodia que pudieron evitarse si el estado hubiera cumplido
con las obligaciones en materia de derechos humanos y que ya han
deparado en 19 muertes prevenibles», denunció Sánchez ante la CIDH.
Por
su parte, Taissia Cruz Parcero apuntó a que lo sucedido en el Cefereso
es una combinación de factores estructurales como el aislamiento, falta
de atención especializada con énfasis en salud mental, pobre atención
integral con perspectiva de género y resoluciones desfavorables que
terminaron encauzando en escenarios de suicidio; todo ello, a pesar de
que las mujeres ya habían advertido de vulnerabilidad y pensamientos
suicidas.
Cruz Parcero nombra a Samantha, una mujer de 43 años
que exigió salud ginecológica y atención psicológica, a través de la
Defensoría Pública, se logró meter un juicio de amparo por actos
tormentosos y en enero del 2024 se logró una suspensión para atender
todas sus demandas. Así, aunque parecía que el Cefereso y las
autoridades responderían a Samantha de manera digilente, la mujer
cometió suicidio en junio de este año.
Asimismo, desde la Defensoría,
Cruz Parcero denunció en la audiencia que 14 mujeres han referido ser
víctimas de violencia verbal, malos tratos y tortura derivada de
sujeción verbal; denuncias que, aunadas a los suicidios, dejan entrever
una serie de deficiencias en materia de derechos humanos que deben ser
atendidas de manera inmediata.
Pero no sólo se trata de las
violencias que acontecen, sino también, de opacidad y dificultad para
acceder a la información, pues según apuntó la titular de la Defensoría
Pública, el órgano ha tenido que litigar para poder obtener información
oficial sobre los reportes de salud de las internas.
Paralelamente,
la titular de la Unidad de Estudios e Investigación en Derechos Humanos
de Morelos, Ariadne García Hernández denunció que, además de estos
obstáculos para acceder a la información, también se gestan dinámicas
opacas como contrariedad en la información, poca transparencia y
diferencias entre los registros del Mecanismo Nacional de Prevención de
la Tortura y la misma Comisión de los Derechos Humanos que, además, no
ha intervenido de manera expedita, según se denunció en la audiencia:
«Nos preocupa que puedan estar ocultando violaciones graves a las
mujeres privadas de la libertad», zanjó Ariadne García.
Desde
Cimacnoticias hemos documentado que al interior del Cefereso 16, ubicado
en Morelos, las mujeres son víctimas de violencia sistémica y abandono
institucional lo que ha derivado en el presunto suicidio de al menos 15
de ellas quienes viven en condiciones de reclusión violatorias a
derechos humanos y pesar de las denuncias por parte de defensoras
quienes han visibilizado lo que sucede al interior del penal, destacando
que, en la primera semana de noviembre 2 mujeres más cometieron
suicidio.
Entre noviembre de 2023 y octubre de 2024, se han
realizado desde la Defensoría Pública, 22 brigadas carcelarias, en las
cuales se entrevistaron al menos a 320 mujeres privadas de la libertad,
se presentaron 273 peticiones administrativas para su atención médica y
dotación oportuna de medicamentos, 29 controversias judiciales por
negativa de acceso a la defensa, así como denuncias por posibles actos
de tortura y malos tratos.
Representantes del Estado reviran
Desde
el Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Reinserción
Social, los representantes defendieron que, si bien reconocían las
deficiencias, también sostuvieron que «son ellos los principales
interesados en atender la situación», asimismo, recordaron que el
Cefereso 16 está lejos de alcanzar su máxima capacidad, pues no logra,
si quiera, el 50% de ocupación, lo que infiere que hay espacio extenso
para el esparcimiento.
Jacobo Rodríguez y Richard Rubina apuntaron a
que en el Cefereso 16 hay 2 modelos; el primero, donde las mujeres gozan
de semi libertad y el segundo, donde están alienadas a un módulo de
seguridad, rechazando así, la ofensiva de la sociedad civil que denunció
la reclusión aislada y la sujeción.
Al iniciar las
indagatorias sobre el suicidio, los representantes del Estado se
defendieron señalando que ya habían realizado un estudio profundo sobre
el contexto que atraviesa a las mujeres del Cefereso y el resultado de
esta línea de investigación fue: El abandono familiar es la causa del
suicidio de estas mujeres.
«Desde
el 2023 el órgano administrativo junto a la comisión nacional de salud
mental iniciamos un diagnóstico a corto mediano y largo plazo, se puso
en marcha un proyecto interdisciplinario, adicionalmente, se estableció
una mesa de crisis. Se contó con la GN con la vigilancia quienes
reportan los incidentes al personal de salud, se hizo la rotación de
personal directivo, se hicieron campañas en la detección y tratamiento,
clases de baile, obras de teatro, deportes y se está en proceso de
mejorar sus opciones de empleo», explicaron los representantes.
En
una lucha por no caer en la revictimización, se apuntó a que habían
identificado un comportamiento entre las mujeres privadas de su
libertad; en el primero, se trataba de mujeres que no contaban con lazos
familiares y que contaban con una personalidad «de lucha y huida», el
segundo modelo de personalidad constaba de mujeres que recurrían «al
apaciguamiento» y que tendían a autolesionarse.
Paralelamente,
explicaron que, el gobierno de Morelos, en conjunto con la Comisión
Nacional de Salud Mental y Adicciones, ya habían desarrollado servicios
de atención psicoterapéutico, además, de haberse realizado el
levantamiento médico de todas las mujeres para determinar análisis
internos y externos para reconocer los motivos del suicidio.
Según
refirieron, ahora las mujeres ya han aprendido a gestionar de mejor
forma su salud mental, se ha sensibilizado al personal y también, se ha
procurado la conexión con su familia a través de videollamadas.
Asimismo, presumieron mesas jurídicas, talleres literarios, traslados a
Nuevo León para que las mujeres estén cerca de su familia y logrado
viajes para que familias enteras puedan volver a ver a las mujeres que
habitan el Cefereso; todo esto, ha tenido como resultado «mejor clima de
convivencia y mejores relaciones internas».
El Estado terminó
su intervención durante la audiencia transmitiendo un video donde se le
podía ver a las mujeres recibiendo clases de zumba, pintando, tejiendo
crochet, cantando karaoke y practicando danza tradicional. Así como
escenas donde se ven a familias enteras viajando en un camión hasta
llegar a Morelos, donde se reencuentran con sus tías, madres, hermanas e
hijas.
Una de ellas termina el video señalando que, en 6
años, esa era la primera visita que recibía de su familia, quien había
viajado desde el norte del país y que agradecía la oportunidad de
volverlos a ver.
Esto
último, fungió como una base sólida para evidenciar una contradicción:
Las mujeres no habían visto a su familia en años a causa de la
inaccesibilidad.
«Me
da mucho dolor ver las imágenes que presentaron porque hablan de una
acción que no se había dado en seis años y que mostraron en el video,
¿saben por qué? porque ir (a Morelos) les cuesta a las familias 10 mil
pesos por persona, las familias no pueden pagar eso. Y eso que dijeron
de que la familia es responsable es de hecho una responsabilidad del
Estado; es el derecho al vínculo familiar. Es muy difícil aseverar que
el abandono es lo que pasa en el Cefereso 16, se requieren cambios
estructurales, no puntuales», atajó una representante de la organización
Documenta.
Finalmente, se enlistaron 4 puntos que la sociedad civil pidió al Estado frente a la CIDH:
Solicitamos
que, no más de 15 día hábiles se instale una mesa de trabajo
multidisciplinario donde ellas puedan ser consultadas con la presencia
de expertos, sociedad civil, la Secretaría de Salud y podamos
desarrollar un plan integral de respuesta con enfoque en un mecanismo de
riesgo suicida
Activación de otro mecanismo que es la alerta de violencia de género, en este caso, que es estructural
investigación rigurosa de las muertes en custodia tomando en cuenta el protocolo de Minnesota
Solicitamos que ese trabaje el mecanismo como el de prevención de la tortura y de sistema penitenciario
La Corte Interamericana de los Derechos Humanos opina
Roberta
Clarke, comisionada de la CIDH, en conjunto con Andrea Pochack y Edgar
Stuardo Ralón -especializado en crímenes de tortura en personas en
situación de reclusión- quien pidió al Estado coordinarle una visita al
Cefereso 16, abonaron a la conversación cuestionando si estas acciones
implementadas por las autoridades eran suficientes e instaron a entablar
el diálogo con la sociedad civil.
«Estamos escuchando una
situación muy grave de mujeres, de muertes no esclarecidas, de suicidios
que se pueden prevenir y se deben poner manos a la obra, desde la CIDH
sabemos e impacto diferencial, pues mientras los hombres reciben un
enorme acompañamiento de las mujeres, en las mujeres no es así, ellas
quedan solas. Celebro las políticas que se hacen, pero me hace
cuestionar si se puede hacer más», sentenció Pochack.
Por su parte,
el comisionado Stuardo Ralón refirió que era preocupante escuchar sobre
la muerte de 19 mujeres y pidió verificar, de manera personal, las
condiciones que atraviesan a las mujeres al interior del Cefereso.
Además, pidió un escrito a representantes del Estado para conocer cuáles
eran los canales de denuncia en caso de violencia, cuáles eran las
denuncias que versan sobre el abuso verbal y el recuento del estado de
salud de las internas.
Esto último, también, petición de
Roberta Clarke quien, además de pedir información del estado de salud
actual de las mujeres, cuestionó factores como la calidad de la comida,
la capacidad exacta del Cefereso y el tiempo que pasan las mujeres en
confinamiento solitario, además, externó su preocupación de la prisión
preventiva, pues el 40% de estas mujeres ni siquiera han recibido una
sentencia.
El tiempo de la audiencia no fue suficiente para
cubrir todas las dudas de los altos comisionados, sin embargo, pendiente
quedará la información que representantes del Estado y de la sociedad
civil harán llegar a Pochack, Clarke y a Ralón; información crucial para
determinar una recomendación objetiva en un futuro próximo y que, de
lograrse un fallo a favor de la sociedad civil, se lograría una
sentencia histórica donde se reconoce el desacato del Estado por la
dignidad y una vida libre de violencia de las mujeres en situación de
reclusión.
.-La Maestra Daphne Cuevas Ortiz, actual Secretaría de las mujeres en
la Ciudad de México, asegura que en tres meses se tendrá listo el
Sistema de Cuidados para las capitalinas, el cual estará basado en cinco
ejes, que combina tareas de cuidado y trabajo doméstico.
Daphne
Cuevas, cuenta con 30 años en defensa y promoción de los derechos
humanos de las mujeres, maestría en Economía y Gobierno por la
Universidad Anáhuac, y el pasado 5 de octubre asumió la titularidad de
la Secretaría de las Mujeres de la Ciudad de México (SEMCDMX), capital
de la República Mexicana, que ocupa el segundo lugar de las ciudades más
pobladas de América Latina.
En entrevista con Cimacnoticias,
la titular de la Secretaría, explica que la política que se
desarrollará desde su dependencia y desde el Gobierno está basado en el
diagnóstico de los retos que enfrentan las mujeres en la capital del
país.
“Las
mujeres en la Ciudad de México tienen algunos beneficios y algún acceso
a ejercicio de derechos que no tienen las mujeres en otras ciudades del
país. Eso es innegable.
También hay varios indicadores que tienen
que ver con el desarrollo humano en la ciudad que tienen resultados,
afirmó Cuevas. Dijo que son más favorecedores que en el resto del país.
Sin embargo, la ciudad comparte con el resto del país índices de
violencia contra las mujeres que siguen siendo altos y, a lo largo de
los últimos, por lo menos cinco o seis años, no solamente no han
disminuido, en algunos índices se mantiene la misma tendencia como es la
violencia intrafamiliar, por ejemplo, el delito se ha mantenido y en
algunos casos incrementado”.
Los delitos del carácter sexual, las
violaciones, los abusos sexuales, el acoso callejero son violencias
cotidianas que se mantienen sin mucho sin variaciones significativas,
explica la funcionaria.
Desde su análisis, Daphne Cuevas, señala
que otro de los retos que enfrentan las mujeres que habitan la Ciudad de
México es la autonomía económica, que se ve obstaculizada producto de
la sobrecarga social que genera las tareas de cuidado, razón por la cual
esta es una de las prioridades de política de la actual Jefa de
Gobierno, Clara Brugada, que se impulsara desde la propia Secretaria de
las Mujeres.
Cuevas recuerda que “en nuestra constitución local,
el cuidado se reconoce como un derecho de las personas”. Derecho que fue
impulsado por las propias mujeres de la ciudad.
“Se
tenía que construir un sistema público de cuidados. Mismo que no se
construyó, porque nos quedamos esperando, en la ciudad; que se legislara
en materia federal. Con todo y que no tenemos una ley local, porque no
hay una ley federal, ya tenemos una práctica hecha en el terreno. Y es
lo que ocurrió en Iztapalapa con las Utopías. La jefa de gobierno
gobernaba la alcaldía de Iztapalapa y no requirió, de la ley para
expandir sus facultades de entorno, hacerse cargo de generar opciones
para las mujeres”.
“Entonces, Clara Brugada identificó eso -la
sobrecarga de cuidados para las mujeres- y empezó a incluir en las
Utopías espacios que pudieran ayudar a liberar tiempos de las mujeres,
afirmó Cuevas.
Desde los comedores en los que llegas y compras tu
comida a bajo costo y te la puedes llevar a casa; las lavanderías
públicas, en las que la carga de lavado cuesta un peso y espacios del
cuidado para personas adultas mayores”.
A partir de esta
experiencia es que el Sistema de Cuidados que se desarrollará en la
Ciudad de México toma como base las Utopias, que fue una de las
propuestas de campaña de la actual Jefa de Gobierno.
De acuerdo
con Daphne Cuevas “Eso se va a repetir por toda la ciudad porque el
compromiso es crear 100 utopías, 16 por año. Una por alcaldía cada año a
lo largo del sexenio”.
De
acuerdo con Cuevas el servicio público de cuidados no debe estar
concentrado en un solo lugar, “sino -debe estar- garantizando que en
todas las alcaldías hay espacios de cuidado infantil que le den a las
mujeres la seguridad de que pueden dejar a las infancias bajo el cuidado
de gente que se va a hacer cargo, que los va a proteger, sin que les
cueste a las madres trabajadoras”.
“Hasta el momento, la reflexión
colectiva, a partir de la práctica en la Alcaldía Iztapalapa y pensando
cómo se tendría que ampliar -el sistema de cuidados- de cara a la
ciudad y lo que proponen las feministas en el entendimiento más macro de
la economía del cuidado».
Estamos pensando en cinco servicios principales. El de cuidado de las infancias, el de las casas de día para las personas adultas mayores
que requieran o no cuidados especiales, porque también es cierto que
las personas adultas mayores requieren espacios en donde convivir con
otras personas y generar esparcimientos y demás. El de las personas con discapacidad,
básicamente estamos pensando en primer momento en la discapacidad
motora, la gente que tiene alguna dificultad para caminar, para mover
alguna extremidad. En cuarto lugar, las lavanderías públicas, en donde se pueda lavar a un precio prácticamente de recuperación. Y por último, los comedores populares.
La red de comedores populares que ya existe en la ciudad es muy amplia y
ya se elevó a rango constitucional el derecho a la alimentación, por
eso los comedores populares.
Estos cinco servicios son los
servicios iniciales con los que arrancamos todo el sistema público de
cuidados y arrancamos, te estoy diciendo que los estamos terminando de
ubicar en donde se instalan, planificar cómo van a coordinarse, para que
aunque no estén juntos, no queden fuera de un circuito en el que las
mujeres pueden trasladarse sin que tenga costos de traslado en
transporte público, etc”.
¿Cuándo vamos a empezarlo a ver el Sistema de Cuidados?
“Mi
apreciación muy realista es que lo vamos a empezar a ver a partir de
enero, no en este último trimestre, porque este trimestre lo estamos
dedicando a ubicar los espacios, se tendrán que reacondicionar, se
tendrán que construir, o sea, este es el momento en que estamos
preparando el sistema, estamos trabajando para que ocurra, para que esté
puesto a disposición.
Lo que sí vamos a empezar a ver antes de
que concluya el año, porque fue parte de los compromisos asumidos y ya
aprobamos las reglas de operación, son los programas sociales nuevos.
El programa Desde la Cuna,
que es al que van a tener acceso las mujeres con los hijos recién
nacidos y hasta que las infancias cumplen mil días de vida, es un
programa que acompaña la maternidad con un apoyo económico para esos
gastos que ya sabemos que son elementales, desde la fórmula láctea,
pañales.
También empezará a operar el programa nuevo como el de Jóvenes Universitarios
por ayuda de transporte, que es un apoyo bimensual que favorecerá a
mujeres y hombres jóvenes que están estudiando en alguna universidad
pública.
Hay otro programa, es Mercomuna de inversión al
abasto popular que va a beneficiar a hogares, en aquellas colonias con
más altos índices de pobreza, es un proyecto de mercado local.
segunda parte.
Ciudad
de México.- Entre las acciones que le competen a la Secretaría de las
Mujeres de la Ciudad de México, se encuentran la creación del Plan de
Igualdad, que es el eje rector para la política de igualdad entre
mujeres y hombres, del gobierno capitalino con todas sus alcaldías.
A
decir de Daphne Cuevas, titular de la Secretaría, se construirá a lo
largo de este último trimestre del año con procesos asamblearios, en
reunión con las propias mujeres, en las alcaldías, en asamblea, para
escuchar los diagnósticos y las propuestas que tengan, y procesar
información que venga de las propias mujeres.
La entrevista con Cimacnoticias se da en las oficinas de la Secretaría, una oficina que aún no llega a tener los detalles que la personalice de quien la ocupa.
Recién
llegada tras la Jornada de gobierno casa por casa, Cuevas señala que la
construcción de este plan también tomará en cuenta la información
estadística existente de tal manera que se puedan identificar “acciones
urgentes”.
La
activista hoy funcionaria remarca: “nosotras necesitamos que nuestro
plan de igualdad identifique qué le toca a cada dependencia aportar a la
igualdad sustantiva», es decir, que queden claros los objetivos y los
indicadores de lo que va a ser la Secretaría de Obras, de lo que va a
ser la Secretaría de Movilidad, de lo que va a ser la Secretaría de
Bienestar, de lo que va a ser la alcaldía Magdalena Contreras.
Es
un proceso en el que no solamente se hable del compromiso del gobierno
con la igualdad, sino que se puedan identificar acciones concretas que
le tocan a cada dependencia y que nosotras, como Secretaría rectora,
podamos estar dando un seguimiento puntual para que esas acciones se
vayan implementando. Que tengan indicadores de resultados, porque si no,
nos quedamos siempre en los procesos. El programa va a estar listo para
diciembre”.
¿No van a dormir?
“Pues
la verdad es que yo siempre confío mucho en la inteligencia colectiva.
Si llevamos una buena metodología con las preguntas que queremos poner a
discusión, es mucho más fácil sistematizar lo que se está recibiendo de
los aportes».
Y claro que tenemos que tener relatorías de cada
asamblea, para identificar las líneas que son convergentes, ver ahí las
prioridades, no creo que nos requerirá más tiempo. Y es muy importante,
que el programa esté listo porque arrancamos un año nuevo, la gestión ya
va a empezar su cuarto mes. Pero el presupuesto de la Ciudad de México
va a tener que responder a este programa también.
Estamos
combinando la llegada de un nuevo gobierno con la mirada que implica
qué cambios tenemos que hacer, qué nuevas maneras de organizar el
trabajo, cómo reestructuras las instituciones para que respondan a eso.
No
está siendo una única cosa, no está siendo sencillo, hay un nivel de
expectativa de la gente muy alta, hay un nivel de demanda y las
instituciones, por lo menos esta, tienen un trabajo permanente que no se
frena”.
¿Qué relación va a tener con el movimiento feminista de esta ciudad?
“La
metodología va a ser construida desde esta Secretaría y puesta a
disposición de enriquecimiento de nuestros espacios en las Lunas para
que las propias compañeras que atienden puedan ver. Y quizás en consulta
amplia, pero con algunas organizaciones feministas que estén dispuestas
y tengan tiempo de revisar, echar la mano, aportar cosas. Pero lo más
importante es que vamos a tener una asamblea feminista.
Así se va a
llamar, asamblea feminista, porque hay un sector muy grande de
organizaciones de la sociedad civil, de colectivas que en esta ciudad
son muy activas, que es una trayectoria de participación política, que
tienen un montón que aportar, que tienen un montón de experiencia y que
seguramente ahí también participarán de la discusión y tirarán ideas.
¿Y esta asamblea feminista será en noviembre?
“Sí.
Es una asamblea feminista a la cual llegarán aquellas a las que les
llegue la información, se sientan convocadas, tengan ganas de participar
y vengan”.
Hay una Alerta por Violencia de Género (AVG), que fue decretada desde las instancias gubernamentales
¿Cuáles son los planes de esta Secretaría para garantizarle a las mujeres una vida libre de violencia?
“Esta
secretaría ha trabajado con la Secretaría de Movilidad desde el sexenio
pasado, sobre todo el último año de gobierno, hasta ahora que hubo el
cambio de gobierno, y se logró identificar un plan estratégico de acción
con SEMOVI, la Secretaría de Seguridad Ciudadana y esta dependencia.
“Es
un modelo de respuesta inmediata frente a la denuncia si ocurre un acto
de violencia en el transporte público. Creo que hemos venido a lo largo
de los años haciendo muchos ejercicios de cómo garantizar o cómo
pretendemos garantizar la seguridad de las mujeres. Fue propuesta,
digamos, del movimiento feminista y de las ciudadanas años atrás el
asunto de los vagones exclusivos en el metro, o del transporte exclusivo
en los buses.
Se mantiene porque ha sido efectiva, en el sentido
De -que- alguna mujer siente que está más segura en un espacio donde no
están hombres.
¿En términos de prevención que hay?
“Sí,
yo creo que la prevención tiene varios pies, uno muy importante son las
campañas informativas, que se van a hacer. Creo que hemos venido a lo
largo de los años haciendo muchos ejercicios de cómo garantizar o cómo
pretendemos garantizar la seguridad de las mujeres. Fue propuesta,
digamos, del movimiento feminista y de las ciudadanas años atrás el
asunto de los vagones exclusivos en el metro o del transporte exclusivo
en los buses y esa medida se mantiene.
Y, sin embargo, no alcanza
“Por
eso la idea de encontrar cuáles son los canales de comunicación, sobre
todo, porque yo soy una firme creyente de que, si tú desnaturalizas las
prácticas, si tú sancionas a los responsables de las acciones, vas
inhibiendo que esas prácticas ocurran.
Hay
ya una estrategia de actuación en la que si una mujer es acosada en el
cablebús, en el metrobús, en el trolebús, en cualquier transporte
público inmediatamente notifican a la Secretaría de Movilidad de la
Ciudad de México (SEMOVI), que es la dependencia a cargo, que a su vez
de manera inmediata conecta con C5, que alerta a Secretaría de Seguridad
Ciudadana y que alerta a la Secretaría de las Mujeres, para que una
compañera de la unidad territorial más cercana de esta dependencia
asista para acompañar a la víctima, lo mismo que la policía que llega.
De
acuerdo con Cuevas la intención de la presencia de una abogada,
psicóloga de las Lunas, como se le conoce a las unidades territoriales
de la secretaría es para fortalecer a la víctima, contenerla, darle
opciones y acompañarla en lo necesario.
“Creo que el gran
resultado de la prevención es de mediano plazo, cómo vas cambiando las
prácticas, vas cambiando la lógica de la reacción y entonces vas
instaurando una cultura distinta. Con SEMOVI, por ejemplo, que haya un
mecanismo de actuación cuando ocurre un hecho, inhibe que esos hechos se
repitan. Eso, digamos, es como un resultado inherente, porque ya no es
tan impune que vayas y quieras toquetear a una mujer, porque entonces
hay una reacción y hay una sanción.
“El programa de trabajo con la
SEMOVI identifica, no solamente un protocolo de actuación cuando
ocurre, sino tiene un componente importante de trabajo con los
conductores y las conductoras. Nosotras estamos pensando en un nuevo
programa que tiene que ver con las utopías y los nuevos oficios en los
que vamos a estar brindando formación a las mujeres para que también
vayamos teniendo cada vez más conductoras a cargo de los transportes
¿Todavía existen esos transportes exclusivos?
Todavía existen, pero son pocas unidades. Y no es la apuesta.
La
apuesta es que, en el mundo real, en donde nos movemos las mujeres,
logremos transformar las realidades y nos respeten. Esa es como la
apuesta de gran largo plazo.
Y entonces capacitar a los
conductores para que sepan que las mujeres tienen derecho a libre
tránsito por la ciudad con seguridad, que las mujeres, si son acosadas o
si son agredidas en el transporte público, eso representa una violencia
y eso es un delito.
El otro gran tema que tiene que ver con el
movimiento feminista, las marchas masivas en esta ciudad y el
enfrentamiento con las policías ¿Seguiremos viendo esos mismos actuares,
esas mismas lógicas en las manifestaciones feministas?
“Lo
primero para decir es, este es gobierno nuevo. Hay una nueva jefa de
gobierno y ella tomará las decisiones en el sentido de la persona,
distinta que es. El gobierno cambió, la jefa de gobierno cambió y
seguramente de eso se derivan también muchos cambios en las
instrucciones.
“Lo único que yo te puedo decir de cara al
protocolo de actuación policial es que luego de las confrontaciones que
derivaron básicamente en una crisis para la ciudad del 2019 y luego de
ello las mesas de diálogo se hizo un acuerdo de la revisión de un
protocolo de actuación policial. Hubo participación de las
organizaciones de la sociedad civil.
“Yo estaba ahí en ese momento
como sociedad civil. Había muchas organizaciones y colectivas de
jóvenes, muchas. La Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México,
directamente con la presencia de Nasheli, la titular.
Si
vemos los datos del Mecanismo de Protección Federal, la Ciudad de México
encabeza el número de personas protegidas por el Mecanismo. Hay una
razón, las marchas y la actuación polícial.
“El
reclamo de las defensoras y en concreto de las feministas es el actuar
policial abusivo que se encuentran una y otra vez, y las periodistas
también, porque son precisamente las que van a cubrir estas
manifestaciones, eso no ha cambiado, aún con este protocolo después del
2019. En realidad, estuvo listo hasta el 2022. Lo que creo es que ahí
hay una combinación de factores.
Entre todo lo que nos resta por
trabajar con policías, no solamente para hacer cumplir los protocolos,
sino también para trabajar en su capacitación, su sensibilización, son
muchísimos. Esta Secretaría – la de las mujeres- ha trabajado con cuatro
generaciones de policías formados en la Universidad de los Policías. O
sea, la alerta –de género- a la que hacías referencia, de las once
acciones que contiene, nueve involucran de manera directa a la
Secretaría de Seguridad Ciudadana de los Policías y a la Fiscalía.
“Nuestros
retos principales están evidentemente en el acceso a la justicia. Hay
un esfuerzo constante que tiene que mantenerse, incrementarse con la
capacitación de policías y con el cumplimiento de los protocolos,
porque, los protocolos, pueden ser un llamado a misa, si no se vuelven
una acción que se obliga a cumplir a los funcionarios públicos.
“Otro
factor que también es muy importante en esta ciudad, por el alto nivel
de denuncia, es nuestra conciencia ciudadana de cero tolerancias –a las
agresiones policiales-.
Sí creo que la denuncia ciudadana es
resultado de una ciudadanía cada vez más activa, consciente, defensora
de derechos, y esa es una característica de la ciudadanía de la Ciudad
de México.
¿Hay suficiente dinero para actuar y desarrollar todo lo que usted me acaba de decir?
“El
dinero nunca es suficiente de cara a todo lo que pretendemos hacer. Yo
creo que lo que es importante es tener claridad en cuál ha sido la
tendencia de la inversión. Por ejemplo, en esta dependencia que tiene
bajo su responsabilidad, pues, la rectoría de la transversalidad de
género en el gobierno, la atención a las mujeres en aquellos casos de
violencia, es lo que importa, es la tendencia.
“Porque en el 2020,
con la pandemia y con todo el dinero que costó salir adelante en
encarar esa crisis global, las dependencias tuvieron recortes muy
importantes y esta no fue la excepción. Y a partir del 2021 hasta este
año, lo que se ha mantenido es una tendencia creciente de los recursos
asignados.
“La
idea es que se mantenga esa tendencia creciente, que no se disminuyan
los recursos y que cada vez más se genere una actuación en la que muchas
de las tareas que corresponden a esta dependencia se hagan con la
capacidad operativa de otras dependencias. Porque justo me parece que
las tareas de rectoría de la Secretaría no pasan solamente por tener
identificados los objetivos de cada dependencia, sino por incentivar que
al operar los recursos se estén dedicando a esa tarea de la igualdad
sustantiva.
¿Es fácil pasar del activismo al funcionariado?
“Yo sigo siendo activista en mi corazón. Entonces no me hagas esa pregunta, porque no renuncio a mi activismo.
El
ser funcionaria pública es muy interesante y yo me he dado cuenta que
el gran reto es cómo jugar entre las limitaciones de la
institucionalidad y el no regatearle nada a tus facultades. Porque yo
digo, no se puede hacer todo si eres gobierno, hay cosas que no me
tocan, pero hay muchas que sí. Y es un lugar distinto en donde puedes,
por ejemplo, tener un trabajo con las otras dependencias, vigilar que
ocurran las cosas, que se estén operando.
Carmen Grau Vila es una valenciana experta en gestión
de desastres, investigadora en la Universidad de Waseda, Japón. Su tesis
doctoral se centra en la resiliencia de las mujeres japonesas en los
terremotos, tsunamis y accidentes nucleares. Hablamos con ella sobre qué
podemos aprender de Japón en la gestión de la dana.
En la cuenca del Júcar hemos crecido escuchando a nuestros padres
contar lo que hicieron durante la pantanà. En el lenguaje coloquial, nos
referimos así a la pantanada, la rotura de la presa de Tous, en octubre
de 1982. Mi hermana tenía diez meses y la entrevistada aún no había
nacido.
¿Han visitado alguna vez la ciudad de València? ¿Han paseado por el
antiguo cauce del Túria? Sí, ese parque alargado era, originalmente, el
último tramo del río hasta el mar. Lo era. Hasta que la gran riada de
València, en octubre de 1957 —sí, octubre, otra vez octubre—, anegó la
capital. A raíz de aquello, se decidió sacar el río de la ciudad, por el
sur.
Hay desastres que se repiten de forma cíclica. Aquí y en Tokio.
Carmen Grau Vila (Tavernes de la Valldigna, 1984) es una valenciana
experta en gestión de desastres e investigadora en el Institute for
Sustainable Community and Risk Management de la Universidad de Waseda,
en Japón. Doctora en Historia Contemporánea por la Universidad
Complutense de Madrid, su tesis se centra en la resiliencia de las
mujeres japonesas en los desastres que han ocurrido en este país
asiático en los siglos XX y XXI, como el terremoto, tsunami y accidente
nuclear en Fukushima, el 11 de marzo de 2011. Carmen ya vivía en Tokio
entonces. Aquella experiencia la hizo conectar con una riada —otra— que
azotó a su pueblo en 1996, cuando se desbordó el río Vaca, el 11 de
septiembre. Fue cuando decidió que buscaría, hasta que se quedara sin
preguntas, la respuesta a esos fenómenos que la marcarían para siempre.
En la actualidad, Grau Vila trabaja como docente en universidades
japonesas y en España, colabora en medios y centros de investigación de
América Latina y Estados Unidos. Sus publicaciones han sido premiadas y
traducidas a múltiples idiomas.
Lleva una semana pegada a su ordenador.
En un artículo publicado en Climática, enumeraste las fases de un desastre con un elevado número de víctimas. ¿En qué fase estaríamos ahora?
Estamos todavía en la fase de emergencia. Se debe priorizar la
asistencia a las víctimas, el rescate, la disposición de fallecidos y,
al mismo tiempo, limpiar y poner en marcha la restauración de los
servicios mínimos. Cuanto antes. También es imprescindible evacuar a las
personas sin hogar, heridas, enfermas o en situación de vulnerabilidad.
La fase de emergencia es muy crítica porque se necesita poner en marcha
numerosos mecanismos de forma coordinada. Es muy delicado porque puede
producir nuevas víctimas por falta de atención o por infecciones.
¿Qué debería preocupar ahora al grupo que coordina la respuesta a esta crisis?
¿Te refieres a nivel estatal o autonómico? Fíjate que no creo que
esté muy claro y eso es un problema. Desde el exterior, con la
información de que dispongo, la imagen que se ofrece es que no hay un
grupo claro que lidere la respuesta. Además, la gestión,
lamentablemente, sigue estando politizada. La ciudadanía y, en especial,
la población afectada, necesita confiar y no sentirse abandonada. La
política toma demasiado protagonismo. Los comunicados y las noticias no
deberían ser qué le reprocha un presidente al otro, sino datos y
explicaciones sobre la coordinación y los protocolos. La noticia no
debería ser por qué no se da la cifra de desaparecidos, sino la cifra.
Aunque luego se vaya ajustando.
El número de víctimas mortales llega a cuentagotas y no hay
cifras oficiales de personas desaparecidas. ¿Qué recomendáis al respecto
desde vuestra experiencia?
La falta de transparencia es una aberración para las familias. Da la
impresión de que España no tiene un censo de población. Desde fuera no
se entiende. Tampoco que no sepamos nada de esos fallecidos, como la
edad o el género. Sé que se sigue trabajando, pero seguro que ya se
cuenta con información importante. Por ejemplo, en Japón, tanto en 2011,
como en las inundaciones de 2020 o el reciente terremoto del 1 de enero
de este año, se contabilizaban a diario los fallecidos y los
desaparecidos. Todos importan, aunque sea desgarrador actualizar esa
cifra cada hora. En tiempos de crisis, hay que informar y detallar los
procesos a la gente de a pie. A nivel institucional, necesitamos un
protocolo de actuación ante estos fenómenos para no perder horas y un
tiempo tan valioso.
¿Hay algo que te haya llamado la atención de la cobertura mediática de este desastre?
Demasiadas cosas. Echo de menos más datos, menos declaraciones
políticas, más voces del pueblo. También soy periodista y me da
vergüenza leer titulares sensacionalistas. Recuerdo que en 2011, cuando
yo ya vivía en Tokio, una cabecera española titulaba “Apocalipsis en
Japón”, refiriéndose al desastre que estábamos viviendo. Desde fuera no
se ve tan grave, pero cuando estás dentro, ese sensacionalismo se siente
como una falta absoluta de empatía. O “El infierno en Valencia”, que he
leído estos días. No aporta nada. Si le preguntamos a alguien de
Paiporta, por ejemplo, seguro que no le hace ninguna gracia.
Por otro lado, llevo una semana preguntándome y buscando noticias
sobre los niños. ¿Dónde y cómo están? La hora a la que aconteció el
desastre era de actividades extraescolares, cuando los niños regresan a
sus casas o se desplazan con sus padres. ¿Están todos bien? ¿Y qué está
pasando con las comunidades migrantes? València, y en especial estos
pueblos, integran a muchas comunidades migrantes que también estarán
damnificadas.
Foto: Carmen Grau Vila investigando la reconstrucción tras el terremoto de Kumamoto en el sur de Japón de 2016./ Foto cedida
Volvemos a las cifras. ¿Por qué no se difunden más cuestiones
prácticas? Dónde están los puntos de asistencia, qué necesitan los
afectados. Hay que publicar esa información. Por ejemplo, el martes me
hicieron una entrevista en À Punt, la radio pública valenciana, y
pregunté a mi familia y amigas afectadas qué necesitaban, para
aprovechar el altavoz que iba a tener. Me pidieron que limpiaran la
basura y que abrieran las escuelas cuanto antes. Los medios debemos
transmitir esa información, además, de forma respetuosa, cuidadosa y
humana. Aportar soluciones y dar cabida al mayor número posible de
voces.
¿A qué aspectos deberíamos prestar atención a estas alturas,
para evitar males mayores o consecuencias indeseadas de este desastre?
Todavía estamos muy al inicio y nos faltan datos. Una vez se
completen las tareas de limpieza, se disponga de todos los fallecidos y
se restauren los servicios mínimos, los pueblos comenzarán un proceso
largo de reconstrucción. En la experiencia japonesa, para que los
pueblos no pierdan habitantes, hay que actuar con rapidez, pero de forma
consensuada, construir una nueva comunidad, pero teniendo en cuenta su
esencia y lo acontecido, para que no vuelva a ocurrir.
Por otro lado, contamos con excelentes profesionales y somos un
pueblo muy solidario, pero sospecho que los equipos de asistencia que ya
están trabajando in extremis pronto estarán al límite de sus fuerzas y
acusarán el agotamiento. Es importante que haya relevo, para que
descansen y, al mismo tiempo, se mantenga la asistencia. Para ello,
contar con ayuda experta del exterior puede ser una buena solución.
Requiere un esfuerzo mayor, pero en mi opinión ese apoyo aceleraría las
tareas. España está hoy en el punto de mira del mundo y cuenta con
numerosos aliados. Aprovechémoslo. La solidaridad internacional que
recibió Japón tras el tsunami se transformó en proyectos de recuperación
y reconstrucción que finalmente mejoraron las comunidades. En lugar de
pensar que pedir ayuda dañará al turismo, hagamos un llamamiento para
que nos ayuden, precisamente porque fuera de España nuestra Comunidad
atrae mucho turismo y es querida.
Foto: Dos personas caminan por una zona afectada de Paiporta./ Eva Mañez
Has estudiado el papel de las mujeres de las comunidades en
la gestión de este tipo de crisis. ¿Qué papel juegan, tradicionalmente?
Siempre se ha dicho que las mujeres somos vulnerables. Pero mi
experiencia en emergencias —de pequeña y luego en Japón y en América
Latina— me ha dicho lo contrario. Me propuse desmontarlo con una tesis y
me encontré con verdaderos modelos de liderazgo y supervivencia
femenina, invisibilizada y relegada, pero existente en todas las fases
del desastre. Estoy ultimando un libro con estos casos, todos reales.
Creo que pueden aportar muchas estrategias valiosas. Las mujeres tienen
una fuerza intrínseca que se activa en momentos de emergencia y que es
un pilar fundamental para salir adelante.
¿Sufren las mujeres consecuencias específicas?
Sí, y se habla poco de ello. Los desastres suelen empeorar la
violencia de género y hay que prevenirla. Me preocupa mucho la violencia
contra las mujeres, las niñas y las adolescentes durante las crisis.
Hay múltiples ejemplos, durante el terremoto de Haití de 2010 o en el de
Japón de 1995. Las calles a oscuras de la ciudad de Kobe se
convirtieron en una trampa. Por tanto, hay que tener en cuenta que puede
ocurrir y tomar medidas preventivas, abrir espacios seguros para que
las mujeres puedan expresar sus necesidades o problemas. Hay varias
estrategias: desplazar a mujeres militares, policías o guardias civiles
en los pueblos afectados, abrir un punto de información y denuncias
cerca de los puntos de asistencia o teléfonos de apoyo en las zonas
afectadas.
¿Qué necesitarán las y los supervivientes para encontrar la paz?
Leo que el gobierno valenciano va a lanzar ayudas de seis mil euros
para los damnificados. Es positivo si esta ayuda llega rápido, porque
muchos necesitan recomponer sus casas y negocios cuanto antes. Luego
habrá que ver cómo se organiza la ayuda total a los damnificados. Por
otro lado, los afectados necesitan nuestro apoyo sostenido, que sus
hijos puedan volver al colegio pronto, ayudas al empleo o a las
empresas, asistencia psicológica. Y cosas tan sencillas como ver su
plaza limpia de nuevo. La solidaridad que han mostrado los jóvenes es
muy reconfortante.
¿Cómo han recibido la noticia en Japón?
Japón ha estado muy pendiente y estos días analiza en reportajes
televisados las imágenes del rey y de los presidentes siendo abucheados.
Los medios se están haciendo eco. Numerosos japoneses de mi alrededor
me muestran su empatía hacia el pueblo valenciano.
Los reyes, Pedro Sánchez y Carlos Mazón visitaron Paiporta el
domingo. ¿Crees que estas visitas son importantes, aunque generen
rechazo?
No era el momento. Demasiado pronto. La respuesta de los vecinos lo
demostró. No aportaban asistencia vital, lo más necesario. Los vecinos
reclamaban ayuda a gritos. Las imágenes muestran al pueblo angustiado.
¿Cómo no estarlo? Las visitas oficiales son más bienvenidas en fases
posteriores. En Japón, el primer ministro en 2011, Kan, visitó Fukushima
tras el accidente y fue muy criticado. Los japoneses no lo han
olvidado. El emperador fue cauto y visitó a los afectados mucho más
adelante.
Una representante del gobierno valenciano ha afirmado que el
mejor sitio donde pueden esperar información las familias de las
personas desaparecidas es en sus casas. ¿Qué opinas?
En Japón, declaraciones como esas conllevarían una dimisión. Hay un
gran respeto a los fallecidos. Te pondré otro ejemplo. A los
desaparecidos por el tsunami de 2011 se les ha estado buscando durante
años. Incluso ha sido noticia cuando se ha logrado recuperar e
identificar prendas de ropa de una persona fallecida. En todas las
culturas, para los familiares, la palabra desaparecido es un horror. Es
necesario un cierre en condiciones. Tengo la impresión de que en España
la muerte se esconde. En la pandemia también lo vi: funerales y
entierros veloces, casi en solitario. No podemos permitir que las
víctimas de la dana pasen en silencio.
A tu parecer, ¿por qué cuesta que el conocimiento experto llegue a las personas con responsabilidad en una crisis como esta?
Necesitamos planificar más a medio y a largo plazo las crisis. No
esperar a que ocurran y nos pillen desprevenidos. Naciones Unidas
trabaja desde hace décadas en prevención y gestión de desastres. Se
trata de trasladarlo y aplicarlo a nuestro territorio nacional, regional
y local. Tejer una red de expertos para prepararse y actuar cuando
llegue el momento.
¿Habéis estudiado la desinformación en los desastres?
Sí, lamentablemente siempre se da y puede tener graves consecuencias.
Por eso hay que reforzar la transparencia, para no dar pie a mayores
especulaciones. En momentos de crisis, las personas sentimos una gran
necesidad de saber e informarnos para buscar una explicación y hacernos
una idea de hacia dónde tirar. Aunque no lo creamos, somos altamente
vulnerables. Un bulo desafortunado puede prender la mecha. Atacar a
comunidades inmigrantes, culparlas de hechos delictivos es muy común en
la historia global de desastres. Ahora, por redes, es más fácil extender
rumores. Otro ejemplo: el hecho de desconocer la cifra de desaparecidos
aumenta las especulaciones.
A parte de los gobiernos, ¿qué sectores o estructuras son clave en la respuesta a las crisis?
Las oenegés son fundamentales por su expertise y base local
ciudadana, muy conectada a las necesidades de la población objetivo.
Canalizan fondos y actúan rápido. Luego están los voluntarios: sin
ellos, todo costaría mucho más. Alivian la carga en tareas de cuidado,
limpieza o alimentos y, no menos importante, dan consuelo y hacen
compañía a las víctimas. Se tejen nuevas redes de apoyo comunitario.
¿Deberíamos integrar la prevención de desastres en las escuelas? ¿Cómo se hace en Japón?
Sin dudarlo. Desde mi experiencia, es sumamente importante y está
demostrado que salva vidas. Desde los tres años los niños japoneses
aprenden a actuar, protegerse y evacuar en cualquier tipo de desastre,
también inundaciones o incendios. Estos aprendizajes se integran en el
aula a través del profesorado, de forma didáctica, con simulacros,
cuentos o juegos. Me encantaría ponerlo en marcha en una aula en España,
¡y ojalá que sea en mi tierra!
La búsqueda del “movimiento 4B” en Google tuvo un incremento
del 4 mil por ciento, convirtiéndose así en uno de los temas de mayor
tendencia en el motor de búsqueda durante las 72 horas después de la
noche electoral del pasado 5 de noviembre, según El País.
Ciudad de México, 12 de noviembre (SinEmbargo).- El reciente triunfo Donald Trump en Estados Unidos ha llevado a cientos de mujeres a sumarse al movimiento 4b, una iniciativa feminista que surgió en Corea del Sur que rechaza el matrimonio, las citas, el parto y las relaciones sexuales con hombres.
La llegada de Trump a la Casa Blanca, de nueva cuenta, con una Corte
respaldada por el Partido Republicano, representa un retroceso
conservador contra los derechos reproductivos de las mujeres.
De acuerdo con The Conversation, en los últimos años, el
Tribunal Supremo ha emitido decisiones cada vez más controvertidas que
reflejan su división ideológica –lo evidencian los veredictos
polarizados de seis votos a favor y tres en contra– . Ejemplo de ello es
el fallo de 2022 en Dobbs v. Jackson, que revocó la jurisprudencia
federal sobre el aborto y devolvió a los estados la facultad de imponer
sus propias restricciones, generando una heterogeneidad normativa entre
ellos.
Ladies, we need to start considering the 4B
movement like the women in South Korea and give America a severely sharp
birth rate decline:
– no marriage
– no childbirth
– no dating men
– no sex with men
We can’t let these men have the last laugh… we need to bite back
“Señoras, tenemos que empezar a considerar el movimiento 4B como las
mujeres de Corea del Sur y dar a Estados Unidos un severo descenso de la
natalidad: no casarse, no tener hijos, no salir con hombres, no tener
sexo con hombres. No podemos dejar que estos hombres se rían al final…
tenemos que devolverles el golpe”, compartió una usuaria de X.
El post cuenta, hasta este martes 12 de noviembre, con más 470 mil “me gusta”, 75 mil RT y 21 mil comentarios.
Por lo anterior, la búsqueda del “movimiento 4B” en Google tuvo un
incremento del 4.000 por ciento, convirtiéndose así en uno de los temas
de mayor tendencia en el motor de búsqueda durante las 72 horas después
de la noche electoral del pasado 5 de noviembre, según El País.
En este sentido, France 24 apunta que las estimaciones sobre el alcance de 4B varían ampliamente, de 5 mil a 50 mil participantes.
¿Pero qué es el movimiento 4B? De acuerdo con CNN, el movimiento 4B es una abreviatura de cuatro palabras coreanas bihon, bichulsan, biyeonae y bisekseu, que se traducen como “no matrimonio, no parto, no citas y no sexo con hombres”.
Este movimiento, que surgió entre 2015 y 2016 en Corea del Sur
impulsado por el #MeToo, defiende el rechazo al matrimonio, las citas,
los partos y las relaciones sexuales con hombres como respuesta a la
misoginia y la violencia de género profundamente arraigadas en dicho
país.
Ju Hui Judy Han, profesora asistente de estudios de género en la Universidad de California, en Los Ángeles, explicó a CNN
que el movimiento tomó fuerza luego de que en el 2016 una mujer fuera
asesinada cerca de una estación de metro en Seúl y que el perpetrador,
en su momento, “justificara” el crimen con que “se sentía ignorado por
las mujeres”.
Como era de esperarse, el incidente provocó una ola de indignación y
un reconocimiento nacional sobre cómo son tratadas las mujeres en Corea
del Sur, que abrió la conversación en donde, además, se incluyeron temas
delicados como el feminicidio, la pornografía de venganza y otros
delitos sexuales digitales.
No obstante, pese a su mensaje de empoderamiento, el movimiento 4B ha generado controversia. De acuerdo con The New York Times
el movimiento ha repercutido en el descenso de la natalidad del país,
lo que ha avivado los debates sobre los roles de género y los
movimientos feministas.
Y en 2021, por ejemplo, el Presidente de Corea del Sur Yoon Suk-yeol,
quien en campaña prometió abolir el Ministerio de Igualdad de Género y
Familia y ha insistido en que el sexismo estructural no existe en el
país, afirmó que el feminismo estaba “bloqueando las relaciones sanas
entre hombres y mujeres”.
Con el incremento de interés hacia el movimiento 4b, también han
aumentado significativamente las críticas por parte de figuras de
extrema derecha como, por ejemplo, el comentarista Nick Fuentes, quien
celebró la victoria de Trump con una publicación en X en la que apuntó
“sólo me gustaría aprovechar la oportunidad para agradecer a los hombres
por salvar a este país de perras estúpidas que querían destruir el
mundo para mantener el aborto”.
Pese a que el llamado para sumarse al movimiento 4b ha ganado fuerza,
Katharine Moon, profesora en el Colegio Wellesley y experta en
movimientos de mujeres en Asia Oriental, consideró en entrevista con The New York Times
que en EU éste “es un medio temporal para llamar la atención sobre la
precaria situación de las mujeres, con Trump y su ascenso al poder” pues
aseguró “no se trata de un compromiso total con un estilo de vida sin
hombres. Mientras que, en Corea del Sur, sí es una forma de vida”.
Eréndira Quintero
La música es mi fuerte. Me la vivo en conciertos y
festivales. Escribo sobre entretenimiento y me describo como una
auténtica seriéfila. Soy fan del UCM y de las comedias románticas.
Escrito por Arantza Díaz.-Fuente: UFPACiudad de México.- Durante el Simposio Regional Intercultural de las Américas sobre Salud Materna de Mujeres Indígenas,
parteras tradicionales y profesionales del continente se dieron cita
para analizar los principales retos que aquejan a la región y que
obstaculizan el acceso oportuno a servicios de calidad desde la etapa
prenatal hasta el posparto; cuyo eje fundamental giró en ungir a
gobiernos para mejorar sistemas de salud y abandonar todo discurso de
exclusión y punibilidad en contra de los saberes de la partería.
En
2020, la razón de mortalidad materna en América Latina era de 88
muertes por cada 100.000 nacidos vivos. Cada hora muere una mujer debido
a complicaciones en el embarazo, parto o puerperio. Y tratándose de
mujeres indígenas y afrodescendientes, la cifra es tres veces mayor.
“La
muerte de una mujer, en un momento que se supone es un acontecimiento
de vida, representa la cara más cruel de la desigualdad y pobreza en
nuestra región”, apuntó Susana Sottoli, directora regional del Fondo de
Población de Naciones Unidas (UNFPA) para América Latina y el Caribe.
De
acuerdo con la UNFPA, el 90% de las muertes maternas en nuestra región
son evitables, sin embargo, para consagrar esta realidad es necesario
derribar barreras sociales y, sobre todo, lograr acuerdos entre la
academia, los sistemas de salud y las mujeres que ejercen el trabajo de
partería.
Al momento de la intervención de México, el representante y
nuevo titular de la Secretaría de Salud, el doctor David Kershenobich
aseguró que, si bien había determinantes sociales a derribar, la
prioridad del Estado mexicano es erradicar la mortalidad materna por
ello, reconoció que esto no sería posible sin «tomar en cuenta la
sabiduría comunitaria que viene de milenios atrás».
Acceso a mujeres parteras, clave para disminuir muerte materna
La
participación de parteras profesionales y tradicionales para la
atención materna representa un puente necesario para reducir la
mortalidad, de acuerdo con Sandra Georgins Yarzo, en esta intersección
se encuentran enfoques interculturales que enriquecen la atención y
permiten soluciones efectivas y respetuosas. Escuchar las voces de las
mujeres indígenas y recuperar sus saberes no es solo un acto de justicia
sino una estrategia esencial para cerrar las brechas de desigualdad en
la salud materna.
“No somos el problema. Queremos ser parte de la
solución. Las sanadoras, las parteras y las obstetras indígenas tienen
esa sabiduría que proviene de la relación con su comunidad, su pueblo,
su vida y el entorno, con el uso de plantas y elementos naturales que
han generado vida. Si estas prácticas no hubieran sido pertinentes, no
habríamos nacido más, pervivido y llegado a este punto, refirió Tarcila
Rivera Zea, fundadora del Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las
Américas (ECMIA).
En la región, de 2016 a 2022, el número de
partos atendidos por personal de salud aumentó un 1%, es decir, el 95.8%
de los partos se vivieron bajo el sistema de salud, de acuerdo con el
Segundo Informe Regional sobre la Implementación del Consenso de
Montevideo sobre Población y Desarrollo, a pesar de este incremento, la
muerte materna se mantiene como una constante, aun cuando es prevenible.
En
esta línea, Tarcila Rivera del ECMIA refirió que, por ello, es
imprescindible lograr sistemas de salud interculturales y denunció que, a
nivel estructural, existen cuestiones relacionadas al racismo y sus
expresiones de discriminación: «No hemos tenido políticas de salud que nos incluyan a todas».
De
manera conjunta, se exigieron 5 puntos fundamentales para atender esta
incidencia de muerte materna, violencia obstétrica, negligencia y
exclusión de los saberes en la partería:
Recopilar datos desagregados para diseñar estrategias eficaces y específicas para las mujeres indígenas.
Mejorar el acceso de las embarazadas indígenas a los servicios de salud materna.
Garantizar un parto digno, respetado y humanizado.
Brindar mayor información a las mujeres indígenas sobre anticoncepción y cuidados maternos.
Fortalecer los planes de capacitación sobre interculturalidad y no discriminación para el personal de salud.
El
Estado de las Parteras en el Mundo mostró que, cuando las parteras se
desempeñan junto a un equipo multidisciplinario y un entorno propicio,
podrían satisfacer alrededor del 90% de la necesidad mundial de
intervenciones esenciales en el continuo de la atención de la salud
sexual, reproductiva, materna y neonatal (SSRMN).
En México, las parteras resisten desde el siglo XX
A
mediados de los 1800, las profesiones de la salud intentaban hacer
replegar a las parteras, pues las mujeres «invadían» los campos que eran
considerados exclusivos de ellos; querían ganarse el reconocimiento
social y del gremio académico, pero eso implicaba el intento por
controlar a otras agrupaciones, entre ellas, a las parteras.
Y
para 1887, se instauró la ginecología como especialidad, lo que terminó
por recrudecer la presión estatal; los médicos –mayoritariamente
hombres– exigían que las parteras tradicionales se hicieran a un lado en
el camino obstétrico y de acompañamiento.
Esto último, lo documenta Ana María Carrillo en «Nacimiento y muerte de una profesión«,
donde refiere que el Ministerio de Gobernación terminó cediendo y
publicó un reglamento para las parteras. Se les limitaron sus funciones,
donde se les demandaba sólo a atender aquellos asuntos de «menor
importancia o riesgo»
«Están
destinadas, aunque sin pretensiones de una igualdad imposible y
absurda, a ser las auxiliares de los médicos en casos difíciles, y sus
sustitutos en otros muy contados. Natural, era hacerles conocer el
oficio en todos sus pormenores, de otra manera, servirían ustedes tanto
como cualquier otra anciana de vecindad» (Doctor Quijano. en «La
medicina científica, 1892).
Cimacnoticias conversó con Hanna Borboleta
directora de Morada Violeta, sobre la situación actual del trabajo de
partería, pues a pesar de que el actual titular de la Secretaría de
Salud haya referido que está en la mejor disposición de trabajar de
manera conjunta con las mujeres parteras tradicionales y profesionales,
existe el Proyecto de Norma Oficial Mexicana NOM-020-SSA-2024 que, desde
septiembre busca regular el trabajo de las parteras.
El objetivo
de la norma es crear la profesionalización de la partería un hecho que,
no sólo se aleja del reconocimiento de la ancestralidad de la práctica,
sino que, además, desconoce el trabajo de parteras tradicionales y
ejerce la violencia institucional al colocar como prioritaria la
atención médica hegemónica, renegando y discriminando a las parteras de
nuestro país.
Para Hannah Borboleta el Estado sí debe trabajar en
conjunto con las parteras, pero no desde la criminalización, el castigo y
la observancia, sino más bien, desde un piso parejo donde debe
vincularse con ellas, trabajar en conjunto y construir un México donde
se combata la violencia obstétrica, se garantice la atención digna y se
prioricen las garantías de las y los bebés: «Eso sí tienen que estarlo viendo».
Hay
que apuntar a que esta no es la primera vez que se intenta dar una
ofensiva normativa en contra de las parteras de nuestro país, y es que,
desde el año pasado el subsecretario de Prevención y Promoción de la
Salud, Hugo López- Gatell, anunció que se buscaría regular el oficio con
el objetivo de garantizar las «condiciones necesarias» para que la
práctica fuera segura.
Esto último, a pesar de que la Organización
de las Naciones Unidas ha apuntado a que, si las parteras recibieran
apoyo e inversiones de todos los gobiernos del mundo, sólo en 2023, 4.3
millones de vidas que se habrían salvado, entre ellos, 1.9 millones de
bebés que mueren después de 28 semanas de embarazo, pero antes del parto
o durante este, al igual que 2 millones de muertes neonatales y 280 mil
muertes maternas.
Esto último no quiere decir que no se busque
una regulación en el trabajo de partería, por el contrario, se busca el
diálogo bilateral con los sistemas de salud con el objetivo de construir
espacios seguros para las mujeres en etapa de gestación y durante el
parto; las muertes maternas y la negligencia no serán erradicadas
mientras las parteras sean excluidas, discriminadas y criminalizadas.
La lucha política o el debate son fundamentales para una buenateoría política. La teoría es un montón de palabras, a veces, interesante para reflexionar, no obstante, son solo palabras hastaque se contrasta con la vida real. (Carol Hanisch)
Durante algunos años ya, venimos reflexionando
sobre la relación con las mujeres dentro de los movimientos de izquierda y las
redes de estos movimientos de izquierda (Coaliciones, Colectivo Unitario,
Izquierda Infantil[1]).
Había escrito un acápite titulado MALA
FEMINISTA[2]
en el que defendía la necesidad de asumir el feminismo como propio (idea de
Roxanne Gay) y no como un conjunto de reglas a acatar, en las que no creo; un
feminismo que nos permita ser libres- libres también de hablar y criticar al
feminismo.
Pero si como feminista soy mala, como izquierdista soy pésima.
Dentro de los debates sobre izquierda, feminismo, cancelación/escraches,
etc escribimos harto: Culpable por ser hombre (a ocho manos)[3],
Una Reflexión trenzada entre Ecuador, Brasil, México, Colombia sobre el
rol de las mujeres en las movilizaciones nacionales y en la que aporté
el “Quien no entienda que las izquierdas latinoamericanas son
profundamente machistas, o no ha militado en espacios de izquierda o no
es mujer/ LGBTIQ”[4]; y una reflexión colectiva entre mujeres, artistas, del paro 2022 para la revista de la U Artes[5].
Entregada a la tarea de una tesis de nunca acabar, he postergado
propuestas colectivas para escribir sobre la marcha de mujeres de 2019
que no registran libros como El Estallido y que fue importante
para frenar la violencia; marcha de mujeres convocada como estrategia
por la dirigenta histórica Blanquita Chanchoso. Blanquita todavía
marcha a lo largo y ancho del país con Saramanta Warmikuna, como cuando
era una jovencita según nos cuenta ella misma en “Los hilos con los que
he tejido mi historia” https://abyayala.org.ec/producto/blanca-chancosa-los-hilos-con-los-que-he-tejido-mi-historia-pdf/
También he postergado la escritura a cuatro
manos sobre los movimientos sociales de izquierda en salud (regionales y
globales) y la ceguera sistemática a las violencias basadas en género de
quienes los componen: el caso del Movimiento para la Salud de los Pueblos.
Esta historia de debates y posturas no es
lineal, como lo cotidiano. Es compleja y una cambia de visión y se retracta,
avanza, retrocede, respira, se queda sin aliento; de acuerdo a cómo la vida le
impacta en el cuerpo y en los cuerpos de los suyos. Comenzaba un recuento para
un capítulo de libro sobre feministas: “una no escoge ser feminista, ni lee
hasta hacerse feminista, ni teoriza para serlo, la vida se encarga”. En 2020 mi hija escogió hacer un escrache,
una forma única de poder liberarse, aprendí MUCHO de ella y de sus amigues, ella
es de las mujeres más valientes que conozco. La contradicción entre mi postura
sobre escraches en 2018 y la postura sobre escraches en el caso de mi wawa, fue
dura. Se reconoce, se enfrenta, se
procesa el dolor, y se sigue.
Lo bello del feminismo es su intento de coherencia y praxis: estamos
todo el tiempo tratando de ser lo que decimos que somos y
cuestionando/evaluando lo que decimos que somos con lo que actuamos.
Somos imperfectas, tratamos de construir otras formas de relacionarnos y
de soñar. Han pasado años desde mi participación activa en instancias
como el Parlamento de Mujeres y Organizaciones Feministas en 2019 pero a
lo largo de todo este recorrido de debates sobre feminismo e izquierda,
percibo que SOLO puedo escribir sobre lo que me pasa, lo que nos pasa;
usualmente en “círculo de mujeres”, desde lo personal y que eso mismo-
lo que me/nos PASA- he/hemos tratado de politizar; como lo han hecho
tantas y tantas mujeres a las que he leído (ej. Cristina Rivera Garza y
su bellísimo Verano Invencible de Liliana o Rosa Montero que procesó la pérdida de su pareja de años con La ridícula idea de no volver a verte, una
historia de Marie Curie; libros de los que hemos echado mano para
duelos propios y ajenos, de mujeres queridas). A lo largo de estos
años, además, he abandonado casi todos los colectivos mixtos en los que
milité con obstinación; llegando a la perimenopausia una ya no está para
idealizar las transformaciones a las que le apuntó en los treintas y la
mitad de los cuarentas como la redistribución de poder y los relevos
generacionales en espacios regionales. Seguimos peleando por básicos:
seguir vivas, tener libertad de pensamiento y agregamos otros: procesar
el duelo de los incendios, evitar que nos secuestren, tener agua, luz;
no enloquecer en el caos de un país a la deriva, sobrevivir al peor
presidente del Ecuador, Noboa.
Lo personal es político da cuenta del ejercicio
de poder que las mujeres no ponían todavía en palabras pero que claramente las
afectaba de forma distinta que a sus compañeros de movimientos mixtos de
izquierda, según comenta Carol Hanisch a fines de los 60s. “Lo
personal es político” no es la extrapolación de mi experiencia propia para
“disminuir lo político” sino la toma en cuenta de los testimonios varios de mujeres
como parte de ese disputar el ejercicio de poder patriarcal en las
instituciones, en las organizaciones, en el colegio de los hijxs, en las
familias; ese patriarcado como sistema de opresión que lo ejercen tanto
hombres, como mujeres, claro. Leo la
historia de publicación del librito de Carol Hanisch y me sorprende su
relevancia para hoy:
“Mientras trataba de pensar cómo cambiaría el texto «lo
personal es político» si pudiera volver a escribirlo con la perspectiva
de hoy, en realidad me vi sorprendida por cómo la experiencia ha
resistido el paso del tiempo…… Las mujeres son inteligentes para, a
veces, no luchar solas cuando no podrán triunfar y las consecuencias
serán peores que la opresión. Sin embargo, la lucha individual hace que,
a veces, consigamos algunas cosas, y cuando el movimiento de liberación
de la mujer está en marea baja, incluso invisible, tal vez sea lo mejor
que se puede hacer. Siempre tenemos que estar superando los límites,
aun cuando el movimiento de liberación de la mujer está en marea alta,
porque nuestra opresión se lleva a cabo, la mayoría de las veces, en
circunstancias de aislamiento como en el hogar, incluso se requiere la
acción individual para poner en práctica lo que el movimiento defiende.
Pero la lucha individual es siempre limitada; vamos a necesitar de un
movimiento más fuerte que cualquiera de los que hemos visto hasta ahora
para poner fin a la supremacía masculina.”[6]
Poner fin a la supremacía masculina no es un odio a los hombres, ni
una segregación de hombres, ni una persecución o falta de empatía, ni
una venganza. Es demandar lo que por historia, derecho y justicia nos
compete: un mundo en el que seamos seres humanos con la misma dignidad.
Nuestra venganza es otra; nuestra venganza – como dice la querida María Galindo- es ¡SER FELICES!
Notas:
[1] Conjunto de colectivos
agrupados bajo el epíteto que inventó Rafael Correa Delgado calificando así a
la izquierda que quiso mantener su coherencia con la defensa del Yasuní (y el
derecho a la consulta previa), de la defensa de los derechos colectivos y
sindicales, contra su postura desarrollista.
[4] En la Reflexión trenzada publicada
“En el Volcán” de México 2020 identificaba algunos PENDIENTES: 1) que los
hombres se deconstruyan y cuestionen sus propias prácticas de poder y puedan
ser horizontales dejando de decir qué es lo que deberían hacer los colectivos
de mujeres o cómo se deberían organizar, 2) reconocer que hay mujeres de
izquierda, colectivos y movimientos que han luchado desde hace mucho tiempo,
que luchan contra el patriarcado y son parte de las luchas más amplias, 3) crear
en estos espacios colectivos – que surgen de las nuevas movilizaciones – otras
formas de ejercer el poder que se fundamentan en el cuidado: cuidado del
espacio, cuidado y tejido de las relaciones sin protagonismo, cuidado de las
otras/los otros y autocuidado.http://www.enelvolcan.com/enefebmar2020/640-reflexion-trenzada-el-rol-de-las-mujeres-en-los-paros-resistencias-nacionales-aportes-para-las-izquierdas-en-la-region#_ftn6
[5] A octubre de 2022 enfrenta(ba)mos algunos retos
todavía: – Lograr que la paridad no sea un lujo o que se vuelva a subsumir la
pelea contra el patriarcado a la lucha de clases. Las mujeres somos capaces de
asumir cargos de dirección y la apuesta es asumirlos con otras formas de
ejercer el poder.
– La soberanía de nuestros cuerpos está ligada a la soberanía de nuestros
territorios, todavía nos falta construir
solidaridades más profundas entre las grandes
movilizaciones por la soberanía de nuestros cuerpos de las clases medias
urbanas, con los territorios que enfrentan el extractivismo y la explotación.
– Poder construir en unidad con compañeros que estén dispuestos a su
deconstrucción y autocrítica.
– Poder escuchar —desde el feminismo urbano— lo que las mujeres y sectores
populares tienen que decir, un
feminismo que no dé cátedra ni aleccione a los sectores campesinos y populares,
que genere encuentros.
– Lograr tejer todas las luchas: anticapitalista, anticolonial y antipatriarcal;
construir
otros universos distintos
a las prácticas caudillistas. https://ilia.uartes.edu.ec/f-ilia/texturas/el-paro-nacional-y-la-memoria-una-mirada-desde-las-mujeres-y-el-arte/
[6]
Lo personal es político. Carol Hanisch. Ediciones Feministas Lúcidas
https://www.legisver.gob.mx/equidadNotas/publicacionLXIII/Carol%20Hanisch%20-%20Lo%20personal%20es%20pol%C3%ADtico.pdf
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