7/21/2018

México: Segundo lugar mundial en mujeres al Senado


Con los resultados conocidos el pasado martes, la presencia de mujeres es de 49,2 por ciento


México, 16 jul. 18. AmecoPress/SEMlac.- México saltó a los primeros lugares en el mundo en paridad de representación en los parlamentos con el resultado de las elecciones del pasado 1 de julio.
Este país pasa a ocupar el cuarto lugar en diputaciones (ocupaba el 9º) y el segundo lugar en senadurías (ubicada en 15vo) entre 193 países del mundo en cuanto a la participación de mujeres en la vida política legislativa a partir de septiembre próximo.
La presidenta de la Unión Interparlamentaria (UIP), Gabriela Cuevas Barrón, afirmó que "las mujeres tenemos mucho que aportar a la política. Como mexicana y como la segunda mujer presidenta de la UIP, me siento muy orgullosa y muy honrada de darle esta noticia al mundo".
"El 1 de julio, México dio un paso histórico y si bien ya contamos con una reforma que se hizo a la Constitución por la que los partidos políticos deben postular a un número igual de mujeres y hombres, en esta ocasión, es claro y hay que decirlo, es la primera ocasión en que esa ley, ese mandato constitucional, se convierte en una realidad", anunció.
Con los resultados conocidos el pasado martes, la presencia de mujeres es de 49,2 por ciento en la Cámara de Diputados, y por primera vez en la historia del Senado de la República, hay más mujeres que hombres, el 50,5 por ciento.
"Estamos con mucha emoción en México pues con esto somos punta de lanza en la región y un ejemplo para el mundo". De seguirse la tasa mundial del año pasado de incremento de 0.1 por ciento se dará la paridad mundial en política en 250 años.
A partir de septiembre en que inicia trabajos la LXIV Legislatura, México en cuanto a diputadas irá después de Ruanda, Cuba y Bolivia, mientras que a nivel de senadoras queda en segundo lugar, luego de Antigua y Barbuda que tiene 52.5 por ciento.
El mapa mundial de la UIP para este año "Mujeres en el Parlamento" ubicó a México en noveno lugar en diputadas y estaba entre las posiciones 15/20 en senadoras.
Foto: Archivo AmecoPress.

La lucha contra las drogas necesita una perspectiva de género


Usuarios de drogas intravenosas en Pakistán. Crédito: Fahim Siddiqi / IPS
NACIONES UNIDAS, 2 jul 2018 (IPS) - El Informe Mundial sobre Drogas 2018, de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) subraya la importancia del género en el consumo de drogas y en el comportamiento, lo que hace necesario suministrar diferentes tipos de soluciones legales y médicas.
“No hay una estrategia única para hacer frente al uso de drogas, debe haber una variedad de medidas de prevención basadas en la evidencia, como reducción del daño, tratamiento y otros servicios de apoyo a la salud y social que puedan responder a muchos de los problemas que afrontan las mujeres que usan drogas”, explicó Marie Nougier, directora de investigación y comunicaciones en el Consorcio Internacional de Política de Drogas, en diálogo con IPS.
Alrededor de 5,6 por ciento de la población mundial entre 15 y 64 años, unas 275 millones de personas, consumieron drogas en 2016, señala el informe publicado en la última semana de junio. De esos, 31 millones sufren desórdenes, es decir que necesitan tratamiento, pero este solo llega a uno de cada seis consumidores.
Las consecuencias son terribles, 450.000 personas murieron en 2015 por el consumo de drogas. Además, la producción mundial de opio aumentó 65 por ciento de 2016 a 2017, la estimación más elevada hasta ahora.
El informe, dividido en cinco secciones, trata en la última, del impacto del género en el consumo de drogas, y en especial en las mujeres.
Las otras incluyen información como un resumen ejecutivo, demanda y suministro de drogas, mercados y el uso de drogas relacionado con la edad.
Las mujeres suelen consumir más seguido opioides y tranquilizantes que los hombres, pero usan más canabis y cocaina.
Las mujeres empiezan a consumir drogas después que los hombres, pero aumentan su ingesta de drogas relacionadas, alcohol, opioides y cocaína, más rápido que ellos.
El consumo de drogas en las mujeres suele estar asociado a una pareja íntima, en cambio, los hombres tienden a consumir sustancias con otros amigos.
Y mientras las mujeres tienden a sufrir más depresión, ansiedad y otros problemas psicológicos, los hombres externalizan los suyos con desórdenes de conducta, como “trastorno hiperactivo de déficit de atención y trastorno antisocial de la persona”, explica.
“Pero lo más sorprendente en términos de encontrar soluciones a largo plazo es que las mujeres “también pueden haber experimentado una infancia adversa como desatención física, abuso y abuso sexual”, precisa.
Cuando las políticas de lucha contra las drogas se endurecen, el resultado es una mayor proporción de mujeres condenadas por delitos de narcotráfico. Además, también parecen mucho más afectadas por el estrés por desorden postraumático.
“Las políticas de drogas que se concentran en castigar a las personas por consumir contribuyen en gran parte a los problemas de salud derivados del consumo, como la propagación del VIH y la hepatitis C y las muertes por sobredosis; el temor a ser detenido y al castigo hace que las personas no accedan a la reducción del daño ni a los tratamientos que necesitan”, explicó Nougie.
“Los enfoques punitivos también elevaron los grados de estigma y discriminación contra quienes consumen drogas”, añadió ella.
Además, según Nougier, los enfoques punitivos tienden a perjudicar más a las mujeres porque no hay programas de tratamiento con perspectiva de género. Sus necesidades, por sus antecedentes y el consumo, son diferentes.
También “por la desigualdad de género que sigue prevaleciendo en nuestras sociedades, pues sufren estigmas significativos por romper con el papel de ‘buena mujer’ o de ‘buena madre’ por consumir drogas”, añadió.
“En algunos países, el consumo de drogas durante el embarazo es un delito, impide que reciban atención prenatal o servicios contra las drogas”, añadió.
La epidemióloga Kamran Niaz, de la ONUDD, dijo a IPS: “Las mujeres obtienen resultados de largo plazo cuando reciben tratamiento centrado en cuestiones más comunes de encontrar en mujeres con trastornos de consumo en comparación con otros tratamientos que no tienen ese foco en las mujeres”.
Tratamientos con perspectiva de género
“La prevención del consumo entre niñas y mujeres requiere invertir en una prevención basada en la familia y atendiendo las vulnerabilidades que parecen ser únicas para las niñas”, explicó.
“A fin de atender cuestiones de consumo entre las mujeres, los programas y servicios de atención deberían diseñarse para las necesidades de embarazadas y, mujeres, en general”, añadió.
Algunos de los programas que Niaz encontró específicos para las mujeres incluyen: “atender el estrés, la depresión, imagen corporal, las habilidades sociales y la mejora de relaciones y comunicaciones con padres y parejas”.
Pamela Kent, directora adjunta de investigación del Centro de Adicciones y Uso de Sustancias (CCSA), dijo a IPS: “se necesita un enfoque más informado y empático para el abuso de sustancias por parte de mujeres, y que también considere varios aspectos como salud reproductiva, servicio perinatal y bienestar infantil.
Es importante señalar que no hay una estrategia única, las sociedades deben ofrecer servicios de prevención y tratamiento focalizados en las mujeres.

“Cómo las mujeres con problemas de consumo son más vulnerables al abuso sexual y a la violencia doméstica, y sus hijos también están en riesgo, ayuda una relación con agencias sociales que protegen a mujeres y niños”, explicó Niaz.
“Además, en el caso de abuso infantil, se necesitan programas para prevenir esos abusos y, en particular, ayudar a las víctimas y atender desórdenes de estrés postraumático”, apuntó.
“‘La encuesta Vida en Recuperación, hecha en Canadá en 2017, muestra que las mujeres denunciaron mayor violencia familiar y problemas de salud sin tratar durante una adicción en comparación con hombres”, indicó.
“Además, por apoyo informal, es probable que las mujeres usen la tecnología, se conecten con un animal, o usen el arte, la poesía, escriban y hagan yoga en comparación con lo que hacen los hombres”, coincidió Kent, quien añadió que el abuso es una gran preocupación.
Pero no se han implementado muchos programas que tengan un enfoque de género. El informe añade que el sistema de justicia penal está diseñado para infractores hombres, e ignora los matices femeninos.
“Seguimos viendo una preocupante falta de acceso al tratamiento de mujeres dependientes de las drogas, tanto en la comunidad como en la cárcel”, apuntó.
“Los servicios están diseñados por y para hombres, y no suele ser posible adaptarlo a las necesidades de las mujeres”, observó.
“En contextos cerrados, la mayoría de los servicios de tratamiento y reducción de daños sólo están disponibles para los hombres en cárceles masculinas”, añadió.
Algunos centros están comenzando a adaptarse a esas probadas necesidades, según Nougier.
Algunos centros de tratamiento y reducción del daño adaptaron sus servicios para atender mejor a las mujeres, con horarios especiales, espacio para niños mientras ellas están ahí y servicios especiales con perspectiva de género (asistencia legal o apoyo para responder a la violencia doméstica, violencia sexual y reproductiva), precisó.
“Los programas necesitan  gestionar mejor la diversidad de asuntos que deben afrontar las personas y acompasar cuestiones de salud, enseñanza y bienestar social con las familias, la escuela y los servicios sociales”, coincidió Niaz.

Traducción : Verónica Firme

La lucha contra el terrorismo necesita un enfoque de género

Al Qaeda en el Magreb Islámico se adjudicó el bombardeo de la sede de la ONU en Argel en diciembre de 2007, cuando murieron 17 funcionarios internacionales. La comunidad internacional reconoce cada vez más la importancia de integrar una perspectiva de género a la lucha contra el terrorismo. Crédito: Evan Schneider/UN Photo.
NACIONES UNIDAS, 13 jul 2018 (IPS) - Comprender las diferentes formas en las que los terroristas apuntan contra las mujeres y cómo prevenir su reclutamiento podría ser muy significativo para los esfuerzos contra el terrorismo, un enfoque que gana cada vez más reconocimiento internacional.
“Cualquier programa de prevención tiene que ser totalmente consciente de sus implicaciones de género, y debe diseñarse para comprender el dolor de mujeres y hombres explotados por los reclutadores”, explicó Mattias Sundholm, asesor de comunicaciones del Comité Ejecutivo contra el Terrorismo, en diálogo con IPS.
Cientos de delegados de organizaciones de la sociedad civil y de representantes de los países miembro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se reunieron en su sede de Nueva York a fines de junio en la Conferencia de Alto Nivel sobre Antiterrorismo.
En los dos días del encuentro se debatió en profundidad el papel de las cuestiones de género en las estrategias de lucha contra el terrorismo.
“La comunidad internacional reconoce cada vez más la importancia de integrar la perspectiva de género a los esfuerzos globales contra el terrorismo”, coincidió un funcionario de la Unión Europea (UE) que prefirió mantenerse en el anonimato.
“La desigualdad de género y la corrupción, sumados a la falta de información, de acceso a la educación y de comprensión sobre lo que ocurre en el campo de batalla parece desempeñar un papel importante en el reclutamiento de combatientes mujeres”, explicó.
A pesar de las derrotas del Estado Islámico (EI) en algunos países de Medio Oriente, sigue siendo prioridad de la ONU contrarrestar su influencia en los medios de comunicación y en la opinión pública, así como la de Al Qaeda y la de Boko Haram.
La Asamblea General de la ONU decidió el año pasado implementar la Estrategia Global contra el Terrorismo, y creó la Oficina de las Naciones Unidas de Lucha contra el Terrorismo; también se debatió la creación de una Red Global de coordinadores contra el terrorismo.
El tema de la reunión de este año fue “Fortalecer la cooperación internacional para luchar contra la amenaza del terrorismo” con el objetivo de crear alianzas y encontrar soluciones prácticas.
Diferentes enfoques para reclutar hombres y mujeres
Es diferente la forma en que los reclutadores terroristas encaran a mujeres y hombres pues les prometen recompensas distintas que les resulten atractivas.
“Los grupos armados extremistas explotan con habilidad el género al igual que explotan cualquier otra posible herramienta de reclutamiento”, observó Letta Tayler, investigadora sobre terrorismo de Human Rights Watch (HRW).
“A las mujeres les presentan la promesa de aventura, viajes, romance, compromiso con una causa, y la posibilidad de formar parte de una familia extendida, aunque lejos del yugo de sus familiares inmediatos”, indicó.
“Para los hombres, los argumentos suelen ser más de macho, con la promesa de gloria y varias esposas”, apuntó
Por su parte, Megan Manion, analista política de ONU Mujeres, coincidió en que a ellos los suelen atraer con la promesa de que los combatientes obtienen esposas como recompensa. “Los extremistas también les ofrecen salarios por su servicio como combatientes”, añadió.
En cambio, a las mujeres les ofrecen diferentes cosas, explicó Manion.
“Las mujeres se  unen a grupos extremistas con o para seguir a sus esposos o novios”, observó.
“También se unen a grupos extremistas violentos para tener oportunidades que no tendrán en sus comunidades debido a las desigualdades (de género)”, apuntó.
Si las estrategias de reclutamiento incluyen narrativas con perspectiva de género, lo mismo debe ocurrir con los planes de prevención.
“Las mujeres tienen un papel particularmente influyente en las familias y pueden desempeñar un papel importante en la prevención de la radicalización”, observó el alto funcionario de la UE.
Por ello, las estrategias de prevención deben elevar el nivel que tienen las de los reclutadores extremistas en su variedad de matices.
“Cuando los grupos extremistas comprenden las desigualdades, y el impacto y el poder que tienen, y nosotros, los que prevenimos el extremismo violento, no, hay un elemento significativo en torno a identificar y responder a las violaciones de derechos humanos, así como riesgos e implicaciones graves en materia de seguridad”, explicó Manion.
Al ser consultada sobre cómo enmarcar las estrategias de prevención, Tayler respondió de forma rotunda que cualquier estrategia de prevención para ser exitosa debe ofrecer el mismo sentido de pertenencia y emoción que prometen grupos como el EI.
“Eso solo puede funcionar si los estados dejan de marginar a las comunidades y a las personas vulnerables al reclutamiento”, observó Tayler.
Una de las formas de implementar estrategias con perspectiva de género podría ser fortalecer el papel de las mujeres en las fuerzas de seguridad y la policía, tanto en número como en la jerarquía, opinó el representante de la UE.
También planteó la necesidad de llegar a todas las comunidades, en especial a las que no están radicalizadas.
“Las lideresas religiosas y el diálogo interconfesional local tienen un papel importante en la construcción de un entorno menos conducente al extremismo violento”, apuntó.

Algunas organizaciones civiles, como el Centro Internacional para la Religión y la Democracia, ya incluyen actores religiosos en sus estrategias contra el terrorismo.
Sundholm añadió que también hay que empoderar a los jóvenes, y en particular las mujeres “para liderar y participar en el diseño y la implementación de los programas de prevención”.
Tayler explicó que HRW tomó en cuenta el género cuando fue necesario. Por ejemplo, las violaciones del EI y la esclavitud sexual de mujeres yazidíes requieren un enfoque con una fuerte perspectiva de género.
Otro caso sería Nigeria, donde hay denuncias de que las “mujeres que logran escapar de Boko Haram sufren violaciones a manos de las fuerzas de seguridad nigerianas, que dicen ser sus rescatadores”.
¿Qué deberían hacer los estados miembro?
La mayoría de los expertos y dirigentes políticos sostienen que la lucha contra el terrorismo debería ser responsabilidad de los estados miembro, porque controlan las fronteras y aprueban leyes, que pueden otorgar privilegios o marginar a las organizaciones.
También debería dar ejemplo e incluir la perspectiva de género en el diseño de las políticas.
“La integración de la cuestión de género debería darse en el trabajo y los programas tanto de los estados miembro como de la ONU”, subrayó la fuente de la UE.
Manion coincide en que ellos tienen la clave de la prevención.
“Las leyes represivas y la falta de seguridad, del imperio del derecho y de buena gobernanza son poderosos motores de la radicalización de mujeres y hombres”, puntualizó.
“Tienen que asegurarse de que las leyes que aprueban para responder a las amenazas terroristas no impongan cargas insostenibles sobre las mujeres, incluidas las organizaciones civiles que a menudo trabajan en el frente para identificar y prevenir la radicalización y la reintegración de los retornados”, añadió.
Pero Tayler alertó que si bien el género debe formar parte del foco de la lucha contra el terrorismo, “ni la ONU ni los gobiernos deben asumir que es la panacea”.
“Tildar la casilla de ‘género’ no es una estrategia efectiva contra el terrorismo. Las autoridades deben atender la miríada de causas (de ese flagelo)”, añadió.

Traducción: Verónica Firme

No es tampoco

Machismo & Consentimiento
https://miguelorenteautopsia.wordpress.com/


El autor nos reflexiona desde un análisis feminista sobre la relación entre el acto de consentimiento y la cultura machista y patriarcal.



“No es no” y, por tanto, “no es tampoco” mientras no exista consentimiento por parte de una mujer a la hora de mantener una relación sexual. El límite no está en lo que el agresor interprete, sino en lo que la mujer decida, porque de lo que se habla no es de regular las relaciones sexuales, sino de actuar contra “violencia sexual” y la necesidad de adaptar la regulación existente, claramente insuficiente e ineficaz, a la realidad actual.
Es posible que muchos hombres “tengan dificultades” para ver la diferencia entre violencia sexual y relación sexual, pues para ellos sólo cuenta su voluntad, pero una sociedad democrática necesita establecer los límites de manera nítida para evitar las interpretaciones personales y las justificaciones sociales que existen alrededor de estas conductas criminales, las cuales siempre tienden a responsabilizar a las víctimas, como hemos visto durante el juicio y tras la sentencia de “la manada” en diversos foros, redes sociales, y hasta por parte de un profesor de la Universidad de Santiago de Compostela.
Por eso sorprende la reacción de grandes juristas al mostrar su desconcierto ante la propuesta de reducir el margen de interpretación de los hechos en los casos de violencia sexual, sobre todo si se tiene en cuenta que dicha valoración se hace desde una subjetividad impuesta por una cultura machista llena de mitos y estereotipos que minimizan el significado, gravedad y consecuencias de la violencia sexual. En lugar de desconcierto podrían unirse a la necesidad de avanzar en ese sentido para evitar que unos hechos  como los que se dieron por probados en la sentencia de “la manada” sean considerados como “abusos sexuales”, o que drogar a una mujer para luego mantener relaciones sexuales con ella también se considere como algo menor y, por tanto, como “abuso”, y no como agresión sexual.
Y resulta sorprendente ese revuelo generado  sobre la necesidad de conseguir el consentimiento y evitar que “la duda beneficie al agresor”, cuando en otros ámbitos sí se vela para que conste el consentimiento, e incluso que se haga por escrito. Un ejemplo lo tenemos en la sanidad.
Un paciente tiene un problema de salud que requiere una intervención quirúrgica, se le  informa en ese sentido y se le comunica que tiene que operarse. El paciente acepta el tratamiento, pasa una serie de revisiones, acude la fecha prevista a realizarse las pruebas del preoperatorio, y el día fijado se presenta en el hospital en ayunas, tal y como se le pidió, para someterse a la operación. El enfermo es trasladado a planta, se le da una habitación, allí se cambia y se viste con una pequeña bata para facilitar la exposición del campo quirúrgico, y poco después es trasladado en una camilla al quirófano. Al llegar saluda al equipo médico-sanitario y tras un breve intercambio de comentarios sobre la actualidad del día y su estado de salud, es anestesiado para iniciar la intervención.
Todo el proceso está lleno de decisiones voluntarias y conscientes que confirman la voluntad y el “pacto consentido” entre el equipo médico y el paciente para someterse a la operación, pero si no consta el consentimiento por escrito, desde el punto de vista jurídico el acto no es válido y el equipo médico incurre en un delito. No bastan las suposiciones ni las deducciones a pesar de que todo va en beneficio del paciente, el consentimiento ha de ser objetivo.
Salvando todas las distancias, y sin que la propuesta sobre la nueva regulación de la violencia sexual exija un consentimiento por escrito ni nada parecido, como pronto han comentado algunas voces para ridiculizar el planteamiento y desviar la atención sobre el problema de fondo, lo único que se plantea es evitar que sea el agresor quien decida “cuál es la voluntad de la víctima”, pues lo curioso, y lo terrible, de todo este debate es que se sustenta sobre dos ideas básicas:
  1. La primera es que las mujeres denuncian falsamente a los hombres en violencia de género, bien sea dentro de la relación de pareja o como parte de las relaciones sexuales.
  2. La segunda, que  los hombres siempre mantienen un buen criterio y que sus decisiones son racionales y coherentes con la situación que viven.
Nadie pone en duda la decisión del hombre a pesar de que el 99% de las violaciones son cometidas por hombres (US Bureau of Justice Statistics, 1999), y en cambio sí se duda de la intención que puedan tener las mujeres y se habla de denuncias falsas, aunque en realidad sólo se denuncia un 15-20% de los casos (Walby y Allen, 2004)
La respuesta que tenemos ahora es inadecuada, y entre otras cosas se demuestra en la desconfianza de las mujeres en el sistema reflejada en ese bajo número de denuncias, y en lo “confiados” que se muestran los agresores con ese mismo sistema cuando se comprueba que sólo se condena al 1% (British Crime Report, 2008), y cuando vemos cómo las violaciones en grupo han aumentado a raíz del caso de “la manada”, incluso con un grupo autodenominándose “la nueva manada”.
La OMS define la violencia como “el uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones”. Por lo tanto, la violencia sexual también es el resultado del uso del poder para llevar a cabo la conducta, no sólo el empleo de la fuerza física y la intimidación explícita. Entender que la violencia va más allá del uso de la fuerza física es algo que no se duda en otros contextos, como el juez Llarena ha hecho para justificar el delito de rebelión al recoger que hubo “demostración de fuerza y disposición a usarla”.
Cuando interesa todo está muy claro. Por lo tanto “no es no” y, en consecuencia, “no es tampoco” mientras no sea sí.
Así de fácil, así de sencillo… No creo que los hombres, tan listos y racionales como para pedir en el Europarlamento por boca del eurodiputado polaco, Janusz Korwin Mikke, cobrar más que las mujeres por su mayor inteligencia, tengan dificultad para entenderlo.


“El movimiento feminista en Estados Unidos está dominado por ideales burgueses blancos"

Entrevista a Elaine Brown
www.investigaction.net


Elaine Brown presidió el Partido de las Panteras Negras entre 1974 y 1977. Es autora de la autobiografía Una cata de poder. Historia de una mujer negra (Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 2015) y actualmente se dedica a la lucha contra el complejo penitenciario industrial de EEUU.

Foto actual de Elaine Brown

Dices que «nuestro objetivo era lograr la liberación de los negros, no la igualdad ante la ley, la que suponía aceptar el sistema tal cual era». ¿Cómo valoras, en este sentido, el movimiento Black Lives Matter?
Bueno, en primer lugar preguntaría ¿qué es esto? ¿es un movimiento? No me suena que sea un movimiento. Voy haciendo esta pregunta en todas partes y esta gente se enfada mucho conmigo, pero a mí me da ya que no están haciendo nada. No puedo entender cómo se les puede decir movimiento. ¿Qué nos hace pensar que este hashtag haya evolucionado hasta convertirse en un movimiento? Pero es que a pesar de que se pudiera calificar como iniciativa organizada, ¿qué hacen? ¿Cuál es su objetivo? La mayoría de la gente de BLM apoyó a Hillary Clinton. ¿Cómo puedes ser negro y apoyar a Hillary Clinton?
Empezaron como una iniciativa para denunciar la brutalidad policial, y no era más que eso. Después evolucionaron con lemas como «Manos arriba, no dispares». Qué pensamiento más revolucionario, ¿eh? Veo que no dicen nada sobre cuestiones relacionadas con cambios fundamentales, ni que tengan una agenda ni que hagan ninguna acción en este sentido.
En la misma línea, ¿qué piensas sobre el feminismo liberal?
El movimiento feminista en Estados Unidos está dominado por ideales burgueses blancos. Te hablan de derechos reproductivos, pero sin recordar que la tan honorable Margaret Sanger, quien nos dio la planificación familiar, era realmente una eugenicista, partidaria de eliminar ciertas poblaciones, y que las primeras clínicas de interrupción del embarazo las abrieron precisamente en Harlem.
Por otra parte, cuando hablan de romper el techo de cristal, lo que quieren decir realmente es que quieren participar en el ámbito empresarial y que quieren igualdad para oprimir en igualdad de condiciones, entre otras a otras mujeres.
Igualmente, en este movimiento no encontrarás prácticamente a ninguna mujer negra o latina. En la práctica, se trata de un movimiento de mujeres blancas, y así ha sido en la primera ola, en la segunda y en la tercera.
 En cualquier caso, ¿no crees que sí existen unos derechos por los que tenemos que luchar las mujeres trabajadoras?
 Claro, esto no quiere decir que no considere que sí hay determinadas cuestiones que afectan de manera específica a las mujeres pobres y las mujeres negras y latinas, y que no crea que estas cuestiones deben abordarse como problemas de las mujeres. Las mujeres negras son el colectivo más pobre del mundo y en el África subsahariana, por ejemplo, las mujeres negras son aún más pobres que los hombres. Pero nadie habla de estas mujeres, al igual que en EEUU nadie habla de las mujeres pobres que se dedican a cuidar a sus hijos.
Así pues, vemos como muchas feministas lo que hacen es imponer su estilo de vida y sus valores burgueses, ya que consideran que son los correctos y que ellas deben definir qué es lo que queremos y necesitamos. Esto se refleja claramente en la Reforma de la Asistencia Social aprobada por Bill Clinton, la cual básicamente criminalizaba las mujeres pobres. La gente votó a favor porque pensaban que sólo afectaría a las mujeres negras. Pero resulta que la mayoría de las personas que viven de la asistencia social son mujeres blancas, debido a su mayor peso demográfico.
Con esta reforma, Clinton impuso una agenda neoliberal a un nivel que George Bush no podría haber hecho y consideró que uno de los problemas que tenía la comunidad negra era el gran número de madres solteras. Fueron individualizando el problema, ocultando el componente racista, machista, etc., y decidieron dejar sin ayudas sociales a todo de mujeres, sin que ninguna organización feminista se le opusiera. La consecuencia de esta criminalización de las mujeres ha sido empujarlas a hacer cosas desesperadas para poder ocuparse de sus hijos, así como acentuar aún más su pobreza y la de sus hijos. Y ¿dónde están las feministas ante esto? Pues la mayoría de sus organizaciones están centradas en cuestiones LGBTQ, lo cual me parece perfecto, porque a todas nos preocupa que cualquier grupo sea oprimido. El problema es que con ellas esto se convierte en una cuestión de estilo de vida.
Creo que lo fundamental es que volvemos a las cuestiones esenciales que nos preocupan a las mujeres. ¿Nos preocupa la igualdad con los hombres? Pues, yo no quiero ser igual a un hombre que es un general que se dedica a matar gente en Afganistán, por ejemplo. Pero sí me preocupa que mi capacidad de vivir se vea afectada por el hecho de ser una mujer. Me preocupa no tener dinero o no poder cuidar a mis hijos, por el hecho de ser mujer. Las mujeres negras ganan menos que las mujeres blancas, y éstas menos que los hombres. Esto es clave, y no se habla de ello, como tampoco se habla de las mujeres sin hogar, de las mujeres que están en prisión … Estas feministas se limitan a hablar de derechos reproductivos y de romper el techo de cristal …
¿Qué opinas de la iniciativa #MeToo?
 El movimiento #MeToo se ha transformado en una especie de aventura, en un evento de Hollywood en el que ves a actrices protestando porque no les pagaron lo mismo que a otros hombres, por lo que en lugar de recibir dos millones de dólares, sólo recibieron uno. Y, mientras tanto, no han dicho ni media palabra sobre las mujeres normales y corrientes de la calle que luchan cada día para salir adelante. Esto es lo que está dominando el discurso incluso alrededor de la violación. Y es que si Harvey Weinstein ha tenido tanta repercusión, es porque todas las mujeres que violó eran blancas. Lo mismo ocurre con Bill Cosby y con O.J. Simpson. Este último, si en vez de a una mujer blanca hubiera matado una negra, nunca habría sido imputado. Está claro que la vida de las mujeres blancas es mucho más importante que la de las mujeres negras.
En cualquier caso, tengo que decir que sí soy feminista. ¿Cómo no lo debería ser, si soy una mujer ?! Estoy oprimida como mujer, como negra y como pobre. Es cierto que tengo mis necesidades básicas satisfechas y una vida digna, pero no tengo control sobre las cosas que afectan a mi vida como mujer, como negra y como ser humano.
Y ¿cuál era la postura del Partido de las Panteras negras en cuanto al feminismo?
El Partido adoptó una posición muy clara en relación con el movimiento de liberación de las mujeres: consideró aquella lucha como propia, como también lo era la lucha por la liberación gay, y lo hizo no sólo en términos retóricos, sino que actuamos en consecuencia. Nosotros entendíamos la liberación de las mujeres como la conquista de la libertad para definir su destino sin que éste estuviera definido en función de la dependencia económica hacia los hombres. Las feministas blancas solían decir que una mujer sin un hombre es como un pez sin una bicicleta, pero el verdadero problema es que si no tienes un hombre o no tienes dinero, no te puedes valer por ti misma. En todo caso, la mayoría de mujeres que conozco tienen suficiente dinero para sobrevivir y no necesitan ningún marido para tener un lugar donde vivir y pueden cuidarse de sí mismas, de manera que no tolerarán ningún abuso por parte de un hombre. Por eso sé que esta cuestión social es en realidad una cuestión económica.
Has dicho que los negros sólo se pueden liberar a través de un cambio radical del sistema. Ahora que parece haber una reacción generalizada contra los derechos de las personas negras y latinas, de las mujeres, de los migrantes, etc., ¿cuál debería ser el camino a seguir? Y ¿cuál es la probabilidad de que las cosas cambien?

Bueno, debemos partir de la constatación de que vivimos en un sistema de explotación económica. Igualmente, cuando hablamos de inmigración en Estados Unidos hay que empezar por el principio, y es que EEUU fueron fundados a partir de la colonización inglesa de Virginia que tuvo lugar mediante la aniquilación de las treinta tribus indias que vivían allí. Una vez conquistado el territorio comenzaron a cultivar tabaco y algodón, para venderlo a la metrópoli, pero para ello necesitaban mano de obra. Como no podían esclavizar a los nativos, que preferían dejarse morir que someterse y, además, al estar en su propio territorio se podían organizar y rebelarse, decidieron capturar a africanos, meterlos en barcos y enviarlos, por millones, en EEUU. Esto se hizo durante 250 años. Y es que, como bien dijo Marx, sin el algodón, y sin los esclavos que lo cultivaban, la revolución industrial no hubiera sido posible.
El mismo sistema sigue vigente y si alguien cree que se puede lograr la reforma de la política migratoria o de la política penitenciaria mientras este sistema sigue intacto es que realmente no quiere hacer nada al respecto. Sólo quiere hablar, pero no de verdad. Intento convencer de ello a los jóvenes con los que trabajo cada día, y los animo a resucitar el Partido de las Panteras Negras, les digo que ya les diré qué hacer. ¿Lo han hecho? No. Porque tienen miedo, porque son perezosos y quieren vivir cómodos. Quieren una pequeña beca para ir a la universidad, tener su cochecito, poder pagar su factura de teléfono, salir a cenar siempre que quieran …
Como decía Marx debemos ser despiadadamente críticos y analizar cuáles son las condiciones reales en las que vivimos y trabajar a partir de estas y no según como nos gustaría que fueran. Esto no significa, sin embargo, que no tenga esperanza eterna, porque creo que la gente siempre termina eligiendo la vida por encima de la muerte, aunque sólo sea porque se ven afectados por esta elección, no necesariamente porque sean seres morales. La gente tiene un interés personal en seguir viva. Y aunque no sean conscientes, su vida depende de la mía, y viceversa. En cualquier caso, quienes somos marxistas leninistas sabemos que si mantienes la gente oprimida, acabarán degollándote, así que lo que más les conviene es asegurarse de que todos tengan alimentos y vivienda, y atención médica y educación, y el resto de cosas que necesitamos, y luego construir una sociedad interconectada y solidaria.
Esto es en lo que tengo esperanza. Que la gente se de cuenta de que somos dependientes, interdependientes, y parte del mismo planeta, y que tendremos que encontrar maneras para que todos vivamos una vida digna, porque, de lo contrario, la vida de todas estará en peligro. Y no digo que esto ocurra durante mi vida, pero que sí ocurrirá, ya que no nos queda otra.
A diferencia de otros movimientos políticos, las Panteras Negras le dieron mucha importancia al lumpen proletariado, de donde provenía gran parte de la militancia, que considerábamos que «era el sector más motivado en EEUU para liderar la revolución». El partido decidió formar y politizar estas personas. ¿Cómo hicieron para «transformar la rabia del gueto en acción revolucionaria»?
Durante los últimos veinte años he estado trabajando con gente que está en la cárcel o que ha salido de la cárcel. En mi opinión, representan el mismo grupo de gente que tenía el mayor potencial para convertirse en la vanguardia revolucionaria. No digo que las masas no deban implicarse en algún momento, pero todo el resto de la gente está conectada al sistema: tienen un trabajo, o quieren una. Estos otros, en cambio, no quieren un trabajo, y lo sabemos porque se han dedicado a vender drogas, o robar cosas, etc. y no tienen vínculos con el sistema. No les gusta el sistema, no les gusta la policía, han tomado riesgos en su vida, y tienen un mayor potencial que una persona acomodada que va a trabajar cada día y que, al salir del trabajo, vuelve a casa, mira la televisión y se va de vacaciones a Disneylandia.
Por otra parte, creo que Marx se equivocó al considerar el lumpen proletariado como la escoria de la Tierra, porque él valoraba la clase obrera y quien tenía valor eran las personas que trabajaban. Bueno, quien vende drogas en una esquina dieciocho horas al día también trabaja, pero esta es otra historia. Lo que quiero decir es que no consideró que los esclavos fueran una clase única en EEUU compuesta sólo por personas negras. Era una clase obrera, a la que no se le pagaba un salario. Y esta situación continúa hoy en día. La mayoría de los negros, a pesar de tener un trabajo, tienen que hacer otras cosas para completar su sueldo, ya que no ganan suficiente ni para formar parte del grueso del proletariado. Y otra cuestión sumamente importante es que a los negros nos dejaron fuera de los sindicatos. La historia de los sindicatos industriales de Estados Unidos es vergonzosa en este sentido.
Entonces, sigo pensando lo mismo, porque los hechos no han cambiado. Los negros seguimos siendo pobres, seguimos fuera del sistema, no tenemos trabajos de verdad, no tenemos nada de dinero, no tenemos relación con el sistema. Y en la parte baja de todo esto se encuentran las personas que han sido encarceladas.
EEUU es el país con la población penitenciaria más numerosa del mundo, con 2.120.000 prisioneros. ¿Cómo se ha llegado a esta situación?
El crecimiento tanto en el número de personas encarceladas como en la duración es un fenómeno relativamente nuevo, y es consecuencia de una ley aprobada por Bill Clinton en 1994 para perseguir a los reincidentes.
Entre 1994 y 2004 el número de presos en Estados Unidos se duplicó, y casi la mitad de todos los presos son negros, aunque sólo representan el 13% de la población total. Pero no es que haya una política dirigida directamente a meter los negros en la cárcel. No es eso. Lo que pasa es que hay una especie de funcionamiento automático vigente desde 1865, cuando se crearon los departamentos de sheriffs con la función de cazar esclavos fugitivos. Vemos, pues, que la cuestión de los negros está presente desde el inicio en EEUU.
Thomas Jefferson, uno de los Padres Fundadores y uno de los autores de la Declaración de Independencia, articuló perfectamente esta mentalidad en un libro suyo, titulado “Notes on the state of Virginia”. En este libro explica que el motivo por el que no ha incluido los negros en su proyecto de emancipación basado en la idea de que “todos los hombres son creados iguales”, es porque, según indica, los negros son seres inferiormente dotados los blancos, tanto mentalmente como físicamente, tienen un color desagradable y huelen mal, además de ser perezosos, etc. Según Jefferson, los negros ni siquiera llegan a la categoría de seres humanos, por lo que está legitimado esclavizarlos. Esta ha sido la ideología dominante en EEUU desde 1710.
¿Nos puedes explicar cómo opera el complejo industrial penitenciario?
Los presos producen muchas cosas, pero el valor de los presos no reside tanto en eso, sino en todo el dinero que tanto ellos como los estados gastan. En prisión tienen de todo: llamadas telefónicas, videollamadas, comida, ropa … Se puede comprar de todo, pero mucho más caro que en la calle. Por otra parte, el estado de California, por ejemplo, gasta 70.000 dólares al año por cada preso.
También está el trabajo gratuito que los presos hacen, fabricando muebles, arreglando jardines, limpiando autopistas …. Y todo esto lo hacen gratis, o prácticamente gratis. El complejo industrial penitenciario es como el complejo industrial militar, pero con presos. Mucha gente cree que este concepto tiene que ver con las prisiones privadas, pero no es así. La mayoría de prisiones son públicas, propiedad del Estado, y hay mucha gente que trabaja. Sólo en California hay más de cien mil funcionarios de presos, con sus sindicatos, que luchan para asegurar que sus afiliados no se queden sin trabajo. Y ¿cuál es la principal mercancía que tienen? Los presos. No quieren que se dejen de llenar las cárceles. Todo el mundo está ganando dinero a costa de los presos, que eran pobres cuando entraron y lo serán cuando salgan.
¿Han hecho cosas terribles? Absolutamente. Algunos de ellos. No todos. Yo ni siquiera utilizo los términos inocente o culpable. Porque la mayoría de los presos lo están por delitos económicos, como atracar una tienda. Y ¿por qué lo hacen? Pues, porque tenemos grandes disparidades económicas en nuestro país. Vemos, por tanto, que todo está tan interconectado que casi no se puede separar. Y los negros son la mejor carne de cañón para meter en la cárcel. ¿Quien dirá algo por ellos? Nadie. No tenemos dinero ni para sufragar demandas legales. Y a todo esto también se le añade el racismo.

Elaine Brown dirigió el Black Panther Party de 1974 a 1977

En 2014 fundaste Oakland and the World Enterprises, una iniciativa para crear empresas gestionadas por ex-presos. ¿En qué consiste este proyecto? 
Uno de los aspectos de nuestra continua opresión como negros en Estados Unidos es que cuando alguien sale de la cárcel no puede conseguir trabajo, ya que es necesario presentar un formulario de antecedentes penales, que los empleadores utilizan para negarse a contratar ex -presos. Y, realmente, se quedan sin alternativas. En California, por ejemplo, al salir de prisión te dan 200 dólares para comenzar tu vida de nuevo. Y si no tienes a nadie que te ayude, que te ofrezca un lugar donde vivir, con 200 dólares no haces nada, y vas a tener que prostituirte, vender drogas y hacer algo ilegal, que probablemente te lleve de nuevo a prisión. Ante esta situación, junto con un cargo electo negro decidimos hacer algo para reducir la reincidencia, y pensamos que la única forma de conseguirlo era que estas personas tuvieran sus propios ingresos. Así pues, compramos un terreno en Oakland, creamos una asociación sin ánimo de lucro llamada Oakland and the World Enterprises, y ahora queremos poner en marcha empresas con fines de lucro y de propiedad cooperativa para los ex-presos y otras poblaciones vulnerables y marginadas . En otras palabras, negros pobres.
Pusimos en marcha la iniciativa y ahora tenemos un huerto urbano y creamos un banco de alimentos, al que la gente venía a las 4:00 de la mañana a hacer cola, ya que estamos en una comunidad extremadamente pobre. Ahora queremos construir vivienda asequible, pero según nuestros criterios, es decir, que la asequibilidad se defina en función de las posibilidades de cada persona, y no de la media de la zona o de criterios similares. Y también tenemos algunos pisos reservados a personas que no tienen nada de dinero.
La idea es que esta iniciativa se extienda a otras ciudades, en Detroit, en Filadelfia …, por lo que a nadie se le niegue el acceso a la vivienda o al empleo por el hecho de haber sido encarcelado. El modelo que usamos es el de una cooperativa de trabajo asociado, pero como algunos esto les suena demasiado comunista y se ponen nerviosos, les digo que se trata de empresas la propiedad de las cuales es cooperativa. Es lo mismo. Los trabajadores son los dueños, los dueños son los trabajadores, pero se benefician de manera colectiva, y es que dijimos que los beneficios no tenían nada de malo per se, lo que está mal es la explotación.

Absuelven en Ciudad Juárez a víctima que se defendió de su agresor

 Magistrados comprueban legítima defensa



En 2013, María Guadalupe Pereda Moreno tenía 17 años de edad. Era madre soltera y estudiaba y trabajaba para cuidar a su hija en un McDonald’s, ubicado en Ciudad de Juárez, Chihuahua. Ahí conoció a un abogado que asistía frecuentemente al restaurante por la cercanía de éste con los Juzgados Federales.

El abogado se llamaba Carlos Alberto Balderas Castañeda, tenía 36 años de edad y en el restaurante conoció a María Guadalupe a quien invitó a trabajar en su despacho como su secretaria en un horario que le ayudaba a continuar con sus estudios, el cuidado de su hija, y tener un mejor salario.

Después de unos meses, Carlos y María iniciaron una relación sentimental y tuvieron una hija. María dejó su empleo para dedicarse a estudiar y atender a sus dos hijas.

Él comenzó a agredirla de manera psicológica, la discriminaba e insultaba por ser una “simple ama de casa”. La violencia no paró, a ésta le siguieron golpes, jalones de cabello, más insultos, y con frecuencia, Carlos incluía armas de fuego para amenazarla. Consumía alcohol y cocaína.

El día del incidente, el 14 de octubre de 2015, Carlos le negó a María ir con sus amigos a realizar un trabajo escolar, la insultó y golpeó. Ella, al ver su reacción, optó por decir que ya no iría, pero Carlos tomó su arma y le dijo “ya vez que eran puras pinches mentiras, ahora vamos cabrona” y se dirigieron a la casa donde era la reunión.

Llegaron hasta la casa. Las y los amigos de María se percataron del estado de shock en el que ella estaba, pues no paraba de llorar, le dijeron que llamara a la policía, pero ella se rehusó porque sabía que su agresor traía un arma y le dio miedo que les hiciera daño. Más tarde, María no quería dejar el lugar, pero Carlos la amenazó “que si no se iba ya sabía que iba a pasar con las niñas (sus hijas)”.

Carlos llevó a María hasta su domicilio -ubicado en la colonia Hidalgo, en Ciudad de Juárez-. Una vez ahí, María le dijo que “ya no quería seguir con la relación”, pero él comenzó a golpearla en la cabeza con el arma. De pronto su agresor paró, puso el arma en un buró y le dijo: “ahora sí ya valiste…”. En ese momento, María supo que ésta no era una golpiza como las que había recibido antes, esta vez él quería asesinarla.

Ambos corrieron hacia el arma e inició el forcejeo. El primer disparo dio en la pared, el segundo en el abdomen de Carlos. María salió a pedir ayuda a sus vecinos y al no recibir respuesta llamó al 066 (número de emergencias en el estado de Chihuahua), pero él murió después del impacto.

Por esa razón, María fue detenida ese mismo día por la policía, presentada ante los medios de comunicación como “la asesina de su pareja”, y sentenciada a tres años de cárcel por el delito de “homicidio en riña en carácter de provocado”.

Desde entonces, María lleva 2 años y 8 meses privada de su libertad en el “Centro femenil de Reinserción Social” número 2, en Cuidad de Juárez, en espera de justicia.

La abogada de la Red Mesa de Mujeres (agrupación que lleva el caso), Imelda Marrufo Nava, informó en entrevista con Cimacnoticias que la jueza Yira Celisa Ochoa Contreras, de la Fiscalía General del Estado de Justicia del estado, había violado el derecho de presunción de inocencia de María y sólo se dedicó a perseguirla e incriminarla.

El 21 de octubre de 2015, a pesar de que María explicó ante la jueza que aquel día “estaba siendo brutalmente atacada por alguien que le manifestó su intención de matarla”, ésta concluyó que “eso no era legítima defensa” porque cuando “el agresor dejó el arma, la vida de María ya no corría peligro”.

Durante 4 audiencias María fue responsabilizada de la muerte de su expareja y la violencia que vivió fue “normalizada” por las autoridades, por lo que la legítima defensa fue desechada.

“Si hay un asesinato tiene que haber un culpable”, en este caso fue María, explicó la abogada Marrufo Nava quien agregó que durante esas audiencias presididas por la las juezas Emma Terán Murillo, Catalina Ruiz Pacheco y Elizabeth Villalobos Loya, las abogadas de la Red presentaron diversas pruebas como testimonios de familiares, amigos, expertas en perspectiva de género y un peritaje psicológico que comprobaban la violencia que sufría María Guadalupe Pereda Moreno, y que ella respondió a una situación donde su vida corría peligro.

Pero nada de esto fue suficiente porque las juezas basaron su decisión en los peritajes elaborados de la Fiscalía, aunque éstos no tenían perspectiva de género. En agosto de 2016 sentenciaron a María Guadalupe a tres años de prisión por “matar a su pareja”.

Un mes después, la Red Mesa de Mujeres interpuso conjuntamente con Casa Amiga (refugio para mujeres víctimas de violencia), una apelación a la sentencia ante el Tribunal de Enjuiciamiento para que se absolviera del delito y se liberara a María Guadalupe, sobreviviente de violencia feminicida.

Ayer se realizó la primera parte de la audiencia de apelación en la Sala del Primer Tribunal de Enjuiciamiento, en la cual la defensa de María y la del agresor presentaron sus argumentos ante un grupo de magistradas.

Este día en la Sala Segunda de apelación, los magistrados Marco Tulio, Ricardo Fernández Ramírez y Yasel Villanueva, determinaron que María Guadalupe sí actuó en legítima defensa por lo que le otorgaron la libertad, ya que destacaron que la Fiscalía no realizó los peritajes con perspectiva de género.

Imelda Marrufo comentó que el apoyo de la comunidad para María Guadalupe se demostró este día, ya que al lugar llegaron cientos de personas para conocer el fallo y apoyar a María, quien se espera, salga esta tarde del Cereso No. 2 donde se encuentra desde hace 2 años 8 meses.

“MARI NO ES LA ÚNICA”

En entrevista con esta agencia, la también abogada de la Red Mesa de Mujeres, Verónica Altamirano, mencionó que la agrupación fue contactada para defender el caso de María, por el Instituto Chihuahuense de las Mujeres, para lo que se conformó un grupo de abogadas que elaboraron una estrategia jurídica para garantizarle el acceso a la justicia.

Este caso, afirmó, evidencia cómo las chihuahuenses se enfrentan a un sistema de justicia que lejos de considerarlas como víctimas, las condena y deslegitima socialmente su derecho a la legítima defensa con lo que deja un claro mensaje: “si eres víctima de violencia es mejor que te maten a que defiendas tu vida”.

Ante ello, explicó, la única esperanza de estas mujeres es la presión social y el apoyo de las organizaciones de Derechos Humanos que en su mayoría se ven rebasadas para atender todos los casos y en su  capacidad para darles asesoría legal. “Hay muchas mujeres que han sido procesadas o sentenciadas de manera injusta, no sabemos cuántas Marías hay dentro del Cereso de mujeres”, lamentó.

Agregó que en la Red Mesa de Mujeres no consideran que el de María sea el único caso, por ello destacó que la defensa de éste es importante, pues esperan que con él cambie la actuación de las autoridades en los casos de legítima defensa y las mujeres no tengan que ser apoyadas por organizaciones para que puedan acceder a la justicia, sino que sea el Estado quien se los garantice.

Imagen cortesía de Yadira Cortés Castillo

Por: Aline Espinosa Gutierrez

Cimacnoticias | Ciudad de México.-