6/24/2017

Programa Tiempo de Mujeres en CFRU la radio universitaria de la Ciudad de Guelph sab 24 jun 2017


TIEMPO DE MUJERES
Desde cfru 93.3 fm la Radio de la Universidad de Guelph
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MUJERES POR LA DEMOCRACIA
Bienvenida al programa de hoy

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Noticias de Género en la Red
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constantemente hablamos sobre la importancia de la organización como sociedad, puede resultar repetitivo o cansado, pero es sumamente importante que haya un contrapeso al poder del gobierno, que exista un equilibrio que nos protega de los abusos del poder que en muchos cosas cuidan intereses determinados que poco tienen que ver con la población, en el caso de los feminicidios ha habido un avance pero no ha sido para nada suficiente ya que este fenómeno va creciendo de manera exponencial, y es que siendo que el gobierno maneja números, estadísticas que le permiten calificar su desempeño o trabajo, estas cifras por lo general nada tienen que ver con la realidad, es por eso que existen los informes de la sociedad a través de sus organizaciones, el término feminicidio a quedado corto ante el cúmulo de asesinatos de mujeres por hombres lejanos a su entorno pero que son homicidios hechos con la misma saña que el feminicidio, matar a una mujer por el hecho de ser mujer 

Y otro tema importante es el uso de la tecnología como medio de empoderamiento, las redes sociales, el mundo virtual, pero oh, ahí también se sufre de machismo, misoginia y violencia, cuentas que esconden los más oscuros odios que son un peligro para las mujeres, tenemos la historia de mujeres que han sido perseguidas y amenazadas por expresarse en la red

Pero la lucha en todos los campos no debe faltar, nos falta mucho camino para recorrer y lograr la igualdad, porque no somos ciudadas de ninguna categoría somos parte de este planeta y nuestra labor es sumamente importante, y un ejemplo nos lo dan las jóvenes afganas que pese a tantas condiciones en su entorno han podido luchar contra grandes monstruos desde el machismo patriarcal, tenemos la historia de unas jóvenes afganas que desarrollan deportes en lo que las mujeres tienen a veces limitado el espacio

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(tiempo del Este)

El color de la pobreza


QUINTO PODER
Por: Argentina Casanova*
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) presentó un estudio que habla más de lo que se cree de la realidad de un país en el que, al igual que en otras regiones, puede encontrarse información de que son las poblaciones más vulneradas y diezmadas por la violencia las personas que pertenecen a grupos étnicos o estratos sociales menos favorecidos, en una intangible pero evidente política de exterminio contra los pobres.
 
Desde el autoclasificarse como “moreno-claro” en un auténtico oxímoron, hasta la afirmación de “no tiene la culpa el indio sino el que le hace compadre”, hay un problema social grave que se pone de manifiesto en el estudio del Inegi  en el que habla de una “paleta de colores” (tal y como en el estado nazi alemán se utilizó para clasificar a las poblaciones por su tono de piel, el color de los ojos y forma del cabello) y el auto reconocimiento de características “inherentes” –condición natural- de la pobreza y el analfabetismo en relación con un color de piel.
 
Es  una aceptación tácita de las personas que respondieron la encuesta de una realidad en la que la nota presenta un contexto social que pareciera ligado como condición natural a las características físicas de una persona, y no por una condición resultado del estigma y la criminalización.
 
Para poner en una justa dimensión de lo que implica ser de piel oscura en México, las personas que somos “morenas” sabemos que entrar a una tienda puede significar ser el objeto de atención de los guardias de seguridad o vendedores que manifiestan especial interés por las personas de piel oscura, a los que siguen y revisan con atención. Hay muchísimas personas que hablan de su experiencia y sensación de ser recibidos con la sensación de que no son bienvenidas o se cree que no pueden realizar una compra y ser los últimos en ser atendidos.
 
Sin meterle a la reflexión a la que nos lleva Piel negra, máscara blanca,  de Franz Fannon, nos quedaremos aquí solo con lo más burdo de esta situación en México, en la que advertimos que hay una asociación “natural”, socialmente construida de creer que las personas morenas-oscuras son pobres, son analfabetas, son tontas, son malas, son menos limpias, tienen proclividad a la comisión de delitos entre otros defectos.
 
Es grave que se piense, que se crea y que incluso se publique una nota elaborada por una institución con esa información, es más grave aún que sea cierto. Es verdad, bastaría revisar las cárceles y revisar los indicadores para tener claro que las personas que son encarceladas por la comisión de “delitos de hambre” son en un gran porcentaje población de piel oscura. Pero que nadie repare en que ese sea un problema social de discriminación es lo más patético.
 
Mucho se habla, pero poco se menciona –menos en esa nota- acerca de las oportunidades de acceso a la educación para las personas de piel oscura, obvio si son pobres sus posibilidades de estudiar son menores al resto de la población y si eso los lleva a tener menos expectativas laborales y menos posibilidades de salir del círculo generacional de la pobreza.
 
Para muchos y muchas de las personas “morenas” y con rasgos “indígenas” es claro que apenas la de ahora es la primera generación que en las familias han tenido acceso a la educación, y a empleos bien remunerados y por supuesto a oportunidades de estudiar maestrías o doctorados, aún son noticias excepcionales “indígenas” que hacen doctorados como si de algo extraordinario –que lo es vergonzosamente- se tratara.
 
¿Qué posibilidades tienen las personas pobres de tener estudios superiores? Y aún más, ¿qué posibilidades tienen las personas de piel oscura de acceder a empleos bien remunerados?, ¿qué determina que una “excepción” pase de “ser el mesero” o “una aindiada” a estar en un cargo directivo.
 
No me da miedo tocar el tema con todos sus aristas, lo escribe una persona que desde pequeña le decían “negra”, morena, mujer y que fue la primera mujer en graduarse en toda su historia familiar en ambas líneas materna y paterna. Lo escribe una persona que sabe que en México nacer pobre significa nacer con pocas oportunidades de acceder a la educación superior.
 
Lo escribe una persona que es de piel lo suficientemente oscura en “esa paleta de colores” para tener claro que la violencia estructural, la criminalización y el estigma obliga a muchas personas a blanquearse no solo con el maquillaje  más claro y la ropa más occidental, sino también a “blanquearse el pensamiento” y llenar formularios en los que se autodenominan “moreno-claro” y no se reconocen a sí mismas indígenas porque es “asumirse parte de los jodidos”.
 
Me llena de indignación que en un país donde la población es indígena, mestiza y de piel oscura se publiquen notas en las que se secunda con naturalidad la “aceptación” de la violencia y la desigualdad estructural como una condición inherente al color de la piel, como si ser morenos implicara “naturalmente” no tener habilidades para los estudios ni calificación para el desempeño laboral.
 
* Integrante de la Red Nacional de Periodistas y del Observatorio de Feminicidio en Campeche.
 
CIMACFoto archivo: Begoña
Cimacnoticias | Campeche, Cam .-

Machismo en línea: la violencia real en el mundo virtual


Por Celia Guerrero
El ciberespacio es un ámbito creciente de la violencia machista contra las mujeres. Crédito:Yixin Cen
El ciberespacio es un ámbito creciente de la violencia machista contra las mujeres. Crédito:Yixin Cen

 (IPS) - Eréndira Derbez e Israel Espinosa publicaron, en abril de 2017, el artículo “Bocafloja: El privilegio del marcho progre”, en el que analizaron la respuesta misógina del rapero Bocafloja a una colaboradora durante un acto público. La publicación desató una polémica en el círculo del hip hop latinoamericano sobre machismo, racismo y clasismo, pero también una serie de comentarios en redes sociales de quienes defendieron al rapero y atacaron a uno de los autores del artículo.
Lo curioso, dice Eréndira, fue que los mensajes de desprestigio, violentos, iban dirigidos solo a ella. “Fueron insultos en donde las ideas del texto fueron desestimadas por el hecho de que era mujer. Utilizaron el argumento de que yo no entendía nada del tema porque era una mujer blanca. Usaron el discurso del racismo para validar el machismo”, comenta.
Días después de la publicación, Eréndira se desconectó de redes sociales, cansada de bloquear a usuarios que a diario le enviaban insultos y mensajes violentos.
“Yo nunca aparecí en ningún tipo de reclamo, a mí no me nombraron nunca, todo era hacia Eréndira. Y creo que se volvió más violento porque ella se identifica abiertamente como feminista. Se vuelve más violento cuando se trata de una mujer con postura política”, opina Israel, coautor del artículo.
“Menstruadora” fue el nombre que Luisa Velazquez dio a la cuenta en Twitter con la que, en 2011, utilizó internet para ampliar su activismo lesbofeminista. Pero desde que emitió sus primeros mensajes comenzó la ola de hostigamiento de ciberusuarios que se decían “agredidos” por sus publicaciones.
Las amenazas contra ella y sus compañeras del colectivo “Lesboterroristas” aumentaron en mayo de 2015, y obligaron a Luisa a cerrar sus cuentas de redes sociales.
“En los comentarios hablaban de violarme, matarme y colgarme, o primero matarme y luego violarme y luego colgarme, o violarme colgada y al final matarme”, cuenta Luisa quien toleró mensajes de odio y amenazas mientras pensó que se trataban de comentarios de usuarios anónimos en Internet.
Sin embargo, cuando conocidos suyos la amenazaron con publicar su domicilio si no paraba el activismo, decidió alejarse del espacio virtual para cuidarse física y emocionalmente.
Luisa y el colectivo “Lesboterroristas” señalaron el hostigamiento como un acto de lesbofobia y la organización de defensa de la libertad de expresión Artículo 19 calificó la huida de Luisa del ciberespacio como un “debilitamiento del libre debate y difusión de información de los derechos de las mujeres”.
“Lo normalizamos. Es una de esas violencias que toleramos y no deberíamos”, dice Luisa sobre las agresiones virtuales que la llevaron a abandonar Internet.
Machismo en línea: la violencia real en el mundo virtual
Las amenazas virtuales llevaron a Luisa a cerrar las cuentas de “Menstruadora”, abandonando su activismo en redes sociales. Crédito: Redes sociales

Los efectos
Hay una mujer en el piso, acostada sobre un trozo de papel, y otras tres mujeres pintan con plumones su silueta. “En el estómago, yo siempre siento todo en el estómago”, comienza diciendo una de ellas y dibuja una espiral a la altura del vientre del cuerpo delineado sobre el papel. “A mí me dan calambres en los pies”, añade otra y pinta un rayo en una de las extremidades del dibujo. “¿No les sudan las manos?”, pregunta alguien más. “Sí, a veces. Y el dolor de cabeza y de espalda, bueno, ese es permanente”.

Es una de las actividades del encuentro “Construyamos una Internet Feminista”, en el que activistas de diferentes estados de México, que han enfrentado agresiones virtuales, realizan el ejercicio de plasmar en un dibujo los impactos de esa violencia sobre sus cuerpos.
Una de las organizadoras explica por qué es necesario el feminismo en el espacio virtual. “Pensamos que la violencia en Internet no es violencia. ‘Como es virtual no es real’, nos dicen. Pero todas sabemos que no es así, todas sabemos cuáles son sus efectos”.
En 2006 la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC) inició la campaña “¡Dominemos la Tecnología!” para visibilizar la relación entre el uso de las tecnologías de información y comunicación (TIC) y la violencia contra las mujeres.
“Dentro de los círculos feministas, cuando comenzamos a investigar sobre violencia en línea, nos dijeron: no es importante, son unas excesivas, no tiene nada que ver con la violencia real, no entienden que están matando mujeres, de verdad cállense, las feministas tenemos trabajo más importante que hacer”, cuenta Erika Smith, miembro de la APC en México.
“Y nosotras dijimos: es todo parte de la misma estructura, conforme vamos apropiándonos más de internet, e internet va ganando más espacio en nuestras vidas, esto va a crecer y ser más y más relevante, tenemos que prestar atención”.
En 2012, la APC comenzó a documentar en un mapa en línea hechos de violencia contra mujeres relacionados con la tecnología. Su objetivo era demostrar que este se trata de un problema sistemático y serio.
Lo primero que descubrieron fue que —al contrario de lo que se planteaba en algunos espacios— no se trata de un “problema de primer mundo”. Los abusos se cometen contra mujeres de cualquier nivel socioeconómico, en Serbia, Colombia, República Democrática del Congo, Pakistán, Kenia, Filipinas y México.
Otros hallazgos fueron: las mujeres de 18 a 30 años son las más vulneradas en espacios digitales, y en  41 por ciento de los casos el abuso es cometido por una persona conocida. “La violencia en Internet refleja totalmente la violencia que conocemos. Es parte de una estructura y, por supuesto, es ejercida por gente cercana a nosotras”, explica Smith.
Según el diagnóstico de la APC, Facebook y los teléfonos celulares son las plataformas más denunciadas.
La mitad de los casos documentados fueron denunciados ante alguna autoridad, sin embargo, seis de cada 10 denuncias no fueron registradas formalmente porque consideraron que no existió violencia o delito.
“Las mujeres van y buscan sus medios tradicionales de justicia y les están fallando de manera tremenda. Lo interesante es por qué”, opina Smith. Luego menciona algunas de las respuestas de las autoridades: “No es violencia real. Regresa cuando te violen. Regresa cuando de verdad te hagan algo. ¿Cómo puedes tomarlo en serio? Es una amenaza en Twitter o ¿Qué es Twitter? No entiendo”.
Quizás la evidencia más contundente que arrojó el trabajo de la APC fue que, de un universo de más de 1.000 denuncias entre 2012 y 2014, 11 por ciento de los casos de violencia virtual escalaron a violencia física.
“A nivel estadística a lo mejor no es tan alto, pero en América Latina esa violencia física es feminicidio”, alerta Smith.
El daño emocional que la violencia en línea ocasiona a las mujeres es el más notorio y el que tiene efectos inmediatos en la vida cotidiana. Lo que la APC determinó con el análisis fue que “las sobrevivientes sufren de depresión, miedo y ansiedad, casi en todos los casos”, impidiendo la participación amplia de las mujeres dentro y fuera del espacio virtual.
Machismo en línea: la violencia real en el mundo virtual
En el encuentro “Construyamos una Internet Feminista” activistas feministas discutieron sobre los efectos emocionales y físicos de la violencia virtual. Crédito: Celia Guerrero/Pie de Página
El cuerpo: la delgada línea
Un torbellino de mujeres se abalanza sobre el muro que sirve de pizarra. Sobre la pared enlistan violencias que han enfrentado, relacionadas con la tecnología: difamación; censura de contenido (como imágenes con pezones femeninos); vigilancia; difusión de contenido íntimo sin consentimiento; robo de identidad y “hackeo” de cuentas de redes sociales, correos electrónicos y sitios web.
La lista incluye acoso; “doxeo” (documentación y publicación de todo tipo de información que exista en Internet sobre una persona); violencia sexual, y amenazas de violación y muerte.
“Hay violencias que son delito y hay violencias que no lo son. Lo importante es considerar que todas tienen su impacto”, dice Erika de la APC.
Aunque en este momento se enfocan en los tipos de violencia en línea, también consideran que no se trata de una nueva clase de violencia ni de un abuso que esté separado de los que suceden en el “mundo real”. En realidad, opinan, hay una delgada línea que no separa, sino une la realidad a lo que sucede en el mundo virtual.
“La violencia se está ejerciendo a través de nuestros cuerpos en todos los espacios y el sistema patriarcal está en todos lados, no perdona ni un espacio”, opina Liliana Zaragoza (Lili_Anaz), cofundadora del Laboratorio de Interconectividades, una iniciativa que promueve la autodefensa hackfeminista.
De igual forma, la APC considera en que la violencia en línea contra las mujeres está conectada a la violencia “offline” o del “mundo real”. “Las mismas formas de discriminación de género que configuran las estructuras sociales, económicas, culturales y políticas se reproducen en línea y en diferentes plataformas digitales”, explican en Cultivando la violencia a través de la tecnología.
En Internet y dominación. Hacia una sociología de la nueva espacialidad, Mariana Celorio, académica e investigadora sobre los espacios virtuales y la dominación en internet, también habla de una dinámica en el ciberespacio semejante a la del espacio público.
En ambos “se propicia la interacción, la exclusión y la segregación social entre quienes pertenecen y no a él, entre quienes lo usan, lo viven, lo administran y gestionan; es sede de formas plurales de expresión ciudadana y de maneras distintas de apropiación colectiva que muchas veces pueden ser antagónicas, contradictorias, hasta llegar a la violencia”, señala Celorio.
“¿Sabemos que implica Internet? ¿Qué es territorio? o ¿De dónde a dónde abarca cuando hablamos de cuerpo? Esas son las preguntas, pero lo que sí sabemos todas es cómo se siente un cuerpo violentado todos los días” , dice Liliana Zaragoza para explicar las planteamientos que abordan en los talleres de autodefensa hackfeminista.
Machismo en línea: la violencia real en el mundo virtual
La violencia relacionada con la tecnología va desde la vigilancia, el acoso, la difusión de contenido íntimo sin consentimiento, hasta las amenazas de muerte. Crédito: Celia Guerrero/Pie de Página
Un arma de doble filo
En un tendedero cada participante del evento “Construyamos una Internet Feminista” cuelga una hoja en donde relata una experiencia positiva vivida gracias a Internet, y en otra exponen una vivencia negativa y cómo las hizo sentir cada una.
La mayoría coinciden con que Internet —y en general el uso de las TIC— las ha ayudado a difundir y crecer su activismo, aunque también les ha traído consecuencias violentas.
Un miembro de un colectivo feminista de la ciudad de Guadalajara comenta que les permitió llevar a cabo proyectos sin recursos. Otras activistas de los estados de Michoacán, Guerrero, Yucatán, parecen estar de acuerdo con que las redes sociales potenciaron la difusión de sus causas. Sin embargo, también consideran su actividad en el ciberespacio como un arma de doble filo.
“A nosotras, en general, el ciberactivismo nos ha traído muchas experiencias terroríficas. No podemos obviar que en México existe una violencia de Estado contra quienes se organizan para exigir sus derechos”, comenta una activista de Ciudad de México.
Un ejemplo reciente es la historia de acoso callejero y en línea a Tamara de Anda, columnista del periódico El Universal. La periodista publicó en redes sociales que realizó una denuncia en contra de un chofer de taxi de Ciudad de México que le gritó guapa en la vía pública.
El resultado fue una sanción administrativa para el taxista y una cascada de agresiones por parte de usuarios de internet que comenzaron a acosar a la denunciante. Los mensajes de odio que recibió De Anda iban desde la desacreditación de su denuncia, hasta amenazas de muerte y violación.
“Hoy (la violencia en línea contra las mujeres) es más visible por los recientes ataques a periodistas. Pero, desde antes, muchas ya la vivían”, comenta Lulú Barrera, integrante de Luchadoras, un colectivo feminista.
A pesar de que Luchadoras nació y creció en redes sociales, Lulú cuenta que son cada vez más las activistas feministas que prefieren salir de plataformas como Facebook que, por ejemplo, no permiten imágenes de pezones femeninos, pero sí hordas de usuarios que promueven la misoginia y discursos de odio. “Para mí, estar en Facebook es como vivir en la casa del agresor”, dice.
La plataforma más denunciada por activistas, por ser en la que más agresiones en contra de mujeres suceden, fue Facebook. Esto, en parte, porque es la red social que más usuarios tiene en México, reflexiona Erika Smith de la APC.
Machismo en línea: la violencia real en el mundo virtual
Para activistas feministas, Internet se ha convertido en un arma de doble filo. Crédito: Celia Guerrero/Pie de Página
Autoridades y plataformas
Para el segundo trimestre de 2015, el Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (Inegi) contabilizó 62,4 millones de usuarios de Internet en México (57 por ciento de la población), y de cada 100 usuarios, 49 son mujeres.
Por su parte, en 2016 Facebook reportó 61 millones de usuarios en el país, de los cuales 41 millones utilizan la plataforma diariamente, convirtiéndola en la red social de mayor penetración en México, de acuerdo con un estudio de la Asociación de Internet.
Concientizar a autoridades y dueños de plataformas sobre la violencia contra de mujeres relacionada con la tecnología es un trabajo que la APC ha realizado desde que comenzaron la campaña “¡Dominemos la tecnología!”.
A nivel internacional, este también ha sido tema de debate. Recientemente, la policía de Chicago comenzó la búsqueda de cinco hombres que violaron en grupo a una adolescente de 15 años y transmitieron la agresión en Facebook Live.
La violación fue visualizada en vivo por al menos 40 personas y ninguna de ellas lo denunció ni a la policía ni a Facebook, dado que un día después de la transmisión la red social no había retirado el contenido y el video seguía público.
“Una de las exigencias a Facebook ha sido que sean específicos en sus condiciones en caso de violencia de género, cosa que no han querido hacer”, dice Smith.
Para este reportaje se buscó a la oficina de Facebook México para conocer su postura sobre el tema, pero no hubo respuesta.
En el caso de iniciativas de sociedad civil e instituciones en México, en agosto de 2014 inició una campaña contra el “cyberbullying (ciberacoso”, promovida por legisladores, académicos y empresarios. La iniciativa, dirigida a adolescentes y niños, buscaba concientizar sobre “conductas perniciosas” en Internet.
En julio de 2016 comenzó otra campaña contra el llamado “sexting”, el intercambio consensuado de textos, audios, imágenes o videos eróticos. Sin embargo, la primera campaña considera el ciberacoso un problema de “adolecentes con poca supervisión”, mientras que la otra fue criticada por activistas y organizaciones por estigmatizar la práctica e intentar combatirla desde una postura moralista.
Para la comunicóloga Lisseth Pérez Manríquez el problema radica en que no se piensa en internet como un espacio, sino más como un medio de comunicación y expresión o una herramienta de trabajo.
Erika Smith cree que lo que se requiere es sensibilización y no la coacción o sobrevigilancia. Pero las estrategias apuntan hacia el lado contrario. “Lo que quieren controlar internet, no la práctica y el comportamiento negativo o violento”, opina.
De acuerdo con el análisis de la APC, en México la violencia relacionada con el uso de las TIC no es considerada en la legislación.
Al respecto, las comunicólogas Florencia Goldsman y Graciela Natansohn señalan que es un error creer que la violencia contra mujeres en ambientes digitales es una nueva forma de violencia y por tanto se necesitan nuevas leyes específicas al tema.
“Se trata de la misma violencia histórica patriarcal traducida a nuevos formatos y espacios”, argumentan en el documento Violencia contra las mujeres en red, vigilancia y el derecho a la privacidad.
La APC coincide con ellas pues ya existen la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación. Lo que es necesario, apuntan, es que estas leyes contemplen la violencia contra las mujeres relacionada con la tecnología.
Machismo en línea: la violencia real en el mundo virtual
Los casos de amenazas virtuales y mensajes intimatorios virtuales incrementan todos los días, pero el sistema de justicia mexicano no está preparado para atenderlos. Crédito: Redes Sociales
Internet feminista
Ante un panorama violento y complejo, la APC reunió en 2014 a activistas feministas, defensoras de los derechos en internet y la tecnología y redactaron los “Principios feministas para internet”, vaciados en un documento que está en permanente construcción.
“Para mí son provocaciones. Aprovechar Facebook para nuestro beneficio es hermoso, aunque haya vulnerabilidades asociadas. No necesariamente el foco del feminismo —cuando hablamos de Internet— debe ser la violencia. Rechazamos esto, porque no podemos reducir género a violencia”, dice Erika Smith.
“Por eso hablamos de internet feminista, porque nuestro espacio no puede ser solo de denuncia e indignación. Lo que queremos es apertura, tenemos que asegurarla”.
Es lo que también promueven iniciativas como el Laboratorio de Interconectividades: una visión amplia del espacio virtual, más allá de las redes sociales en donde se desarrolla la violencia.
“Cuando hablamos de violencia en línea contra las mujeres y hablamos de Twitter y Facebook, lo que queremos mostrar es que internet va más allá de estas plataformas. Si no toda nuestra energía se nos va a ir en buscar respuestas para cuidarnos en plataformas que de por sí nunca se preocuparon por nosotras, que más bien nos ven como potenciales clientes”, advierte Liliana Zaragoza.
Cuando Luisa comenzó a recibir amenazas de muerte y violación a través de sus redes sociales y decidió suspender las cuentas de Menstruadora, desde donde practicaba su activismo, algunas organizaciones sociales se acercaron a ella para apoyarla, pero ninguna tenía claridad de qué hacer. Mientras, lo máximo que las autoridades podían lograr era identificar a sus agresores, pero ella ya los conocía.
Ahora, dos años después de la experiencia, Luisa dice que tuvo que “despersonalizarse en Internet”. Sigue practicando su activismo y ha reactivado sus redes sociales poco a poco.
Este artículo fue originalmente publicado por Pie de Página, un proyecto de Periodistas de a Pie . IPS-Inter Press Service tiene un acuerdo especial con Periodistas de a Pie para la difusión de sus materiales.
Revisado por Estrella Gutiérrez
                        

Cómo impactan las fronteras en los cuerpos de las mujeres


Bilbao, 22 jun. 17. AmecoPress/Pikara Magazine.- El continuo y creciente endurecimiento de las leyes y políticas europeas de migración y asilo juega un papel fundamental en la consolidación de las redes de trata de personas. En estos contextos de militarización, el sistema de dominación patriarcal se refuerza, haciendo más profundas las desigualdades de género. Las mujeres y niñas se ven expuestas a las relaciones de poder, dominación y abuso sexual por parte de otras personas en tránsito, por las fuerzas de seguridad y control fronterizo, y por las redes de trata de personas.
Como ha confirmado la guardia civil, y han corroborado organizaciones y activistas de derechos humanos, las mujeres no intentan saltar la valla. Solo se conocen dos casos. Su paso a territorio español se produce principalmente a través de embarcaciones o a nado. Los principales puntos de llegada son Almería, Motril, Cádiz, Ceuta y Melilla. Mujeres sirias y palestinas pasan por el puesto fronterizo de Beni Enzar previo pago y, en su caso, con documentación falsa propiciada por los traficantes. Aunque, en su larguísimo periplo desde Oriente Próximo hasta el norte de Marruecos, son también muy vulnerables a caer en las redes de trata de personas.
Las mujeres y niñas negras solo pueden andar el camino a Europa ‘de la mano’ de las redes de tráfico y de trata de personas, que muchas veces forman parte del mismo entramado y otras colaboran entre sí. El cayuco, los dobles fondos de los vehículos y la documentación falsa para entrar en Ceuta y Melilla, alcanzar las costas andaluzas o llegar a las Islas Canarias son sólo el último eslabón de un camino marcado por el uso de sus cuerpos.
Ahí te das cuenta que traer a la gente es igual que traer droga. No hay diferencia. Hay además mucha violencia, si no consiguen extorsionarles, les pegan, les maltratan, les dejan marcas en el cuerpo. Les pegan como si fueran animales o peor aún.
Mientras se redacta este documento, la policía nacional española hace pública la “desarticulación de una de las más importantes organizaciones de origen nigeriano dedicada al tráfico y trata de seres humanos con fines de explotación sexual”. En nota de prensa emitida por la propia policía se cita la implicación de una organización “especializada” en la explotación sexual y de personas que se ocupaba de “abastecer de mujeres”.
La policía se refiere a esta organización como los “máximos responsables de las operaciones de tráfico ilegal de inmigrantes (…) que controlaba la práctica totalidad de las pateras que cruzaban el Estrecho de Gibraltar desde 2008”. Las pesquisas inician en 2015 cuando identifican -siempre según la versión recogida en nota de prensa- a una menor de 16 años víctima de trata alojada en un centro de menores de Ceuta.

El uso de los cuerpos de las mujeres: estrategia migratoria

¿Cómo ha llegado una niña de 16 años nigeriana a ser explotada sexualmente en Ceuta? Como señala la activista Helena Maleno que otros usen el cuerpo de las mujeres, niñas y adolescentes, se ha convertido en un ‘sacrificio necesario’ para el triunfo del proyecto migratorio, y para el desarrollo posterior de un proyecto colectivo, que incluye a la familia, a la comunidad y a las generaciones venideras. El trayecto migratorio de las mujeres y niñas está profundamente atravesado por la violencia física y sexual. La trata es, en muchos casos, la única manera de alcanzar Europa.

La trata es, en muchos casos, la única manera de alcanzar Europa

Las mujeres y niñas en situación de trata con fines de explotación sexual son captadas en origen o en el tránsito mediante distintos procedimientos que tienen un elemento esencial en común: la necesidad de llegar a Europa. Mujeres y niñas que huyen del conflicto armado, de Boko Haram, del matrimonio forzado, de la ablación genital o de otras violencias de género; mujeres y niñas que necesitan emprender un proyecto migratorio porque viven en situación de pobreza, se convierten en víctimas de trata con fines de explotación sexual y adquieren deudas que las mantienen sometidas durante años. ¿Por qué no pueden comprar un billete de avión de Lagos a Madrid?
Este texto forma parte del informe ‘Refugiadas. La trata con fines de explotación sexual en el contexto de militarización y cierre de fronteras‘, de CEAR-Euskadi.
*Raquel Celis Sánchez y Verónica Álvarez García son técnicas en incidencia política en CEAR-Euskadi
Ilustración de la portada del informe de CEAR-Euskadi. / Señora Milton

Reprueba espionaje y pide a OEA y ONU sigan de cerca al país


Consejo Consultivo de Protección para Defensoras y Periodistas


El Consejo Consultivo del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, reprobó categóricamente las declaraciones del titular del Ejecutivo Federal, “que criminalizan a las personas, medios y organizaciones que denunciaron públicamente” intentos de hackeo en sus teléfonos móviles por el programa de espionaje Pegasus, adquirido y de uso exclusivo del Gobierno mexicano.
 
La exigencia se basa en las declaraciones que hizo ayer Enrique Peña Nieto en un evento público en Jalisco, donde dijo que “aplicará la ley a quienes han acusado a su administración”, como respuesta al reportaje publicado el 19 de junio por The New York Times, que describe la intervención a equipos de comunicación de periodistas y personas defensoras de Derechos Humanos (DH) a través del software de la empresa NSO Group.
 
Los ataques, indica la investigación, fueron dirigidos al director general del Instituto Mexicano para la Competitividad, Juan Pardinas, y a su esposa; a la periodista Carmen Aristegui y su hijo entonces menor de edad; al director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, Mario Patrón, y los abogados de esta organización, Santiago Aguirre y Stephanie Brewer.
 
Además, al director de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), Salvador Camarena, y a los periodistas: Carlos Loret de Mola, Daniel Lizárraga, Rafael Cabrera, Sebastián Barragán y Alexandra Zapata. Ellos y ellas pidieron explicaciones a Peña Nieto y presentaron una denuncia penal ante la Procuraduría General de la República (PGR) y solicitud de medidas de protección a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
 
Ante esto, las y los integrantes del Consejo Consultivo del Mecanismo, dependiente de la Secretaría de Gobernación (Segob), denunciaron en un comunicado que rechazan estas políticas de espionaje, situación que se agrava cuando incluye adolescentes y dos de las instituciones que formar parte de la Junta de Gobierno del Mecanismo: la PGR y Segob.
 
“Resulta de gran relevancia para el Consejo Consultivo del Mecanismo que la PGR y Segob hayan adquirido el malware para espionaje, atentando contra derechos que deben proteger y respetar, como la privacidad, a la libertad de expresión, a la defensa de DH, a la legalidad y la obligación de adoptar medidas especiales de protección para mujeres, niñas, niños y adolescentes”, expusieron.
 
En este sentido, el Consejo Consultivo del Mecanismo hizo las siguientes exigencias:
 
1) La Coordinación Ejecutiva Nacional del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas de presentar al Consejo, un plan de acción para dar respuesta a las agresiones digitales que enfrentan periodistas y personas defensoras de DH.
 
2) Que la Junta de Gobierno del Mecanismo cumpla las medidas cautelares dictadas por la CNDH en relación a este caso.
 
3) Que a la brevedad la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República realice una audiencia pública sobre este caso y cite a compadecer ante el Senado a los funcionaros públicos que no evitaron este tipo de agresiones en contra de ciudadanos mexicanos.
 
A TRES MESES DEL ASESINATO DE MIROSLAVA
 
Señala también el Consejo Consultivo que este tema del espionaje contra personas defensoras de DH y periodistas se suma a los casos de agresiones, múltiples desapariciones, acoso judicial, amenazas y seguimiento a que se enfrentan. 
 
Entre estos casos de agresiones está el asesinato de Miroslava Breach, corresponsal de La Jornada en Chihuahua, cometido un día como hoy de hace tres meses, así como el homicidio del periodista Javier Valdez.
 
En memoria de Miroslava, y para reiterar la exigencia de justicia en su caso, hoy en Chihuahua el relator especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Edison Lanza,  dijo que ese organismo “va a seguir vigilando y exigiendo justicia en todos los casos vinculados contra agresiones a periodistas”.
 
Y exigió “a la Procuraduría de Justicia de México que cumpla investigando, siguiendo la línea lógica” de que el asesinato de Miroslava “fue parte del ejercicio del periodismo”.
 
Al llamodo se unió el representante en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas de Derechos Humanos, Jan Jarab, quién pidió justicia para Miroslava y otros periodistas asesinados durante el año, “porque la mayoría de estos crímenes ha quedado impunes, y se debe superar esta tortura en México”, concluyó.
 
POLÍTICAS DE PROTECCIÓN A PERIODISTAS
 
Por otra parte, el Consejo Consultivo reconoció que el Mecanismo de Protección no ha logrado articular una política de Estado capaz de dar solución a estas agresiones, y dar garantías que no se vuelvan a repetir, por lo que quedan “como un esfuerzo aislado que a la fecha, sigue sin ser suficiente”.
 
Además, observan serias deficiencias en la protección a personas en riesgo que acuden al Mecanismo, reflejo, aseguraron, de la “cuestionable participación de algunos representantes de las instituciones que conformar la Junta de Gobierno, como es el caso de la PGR”.
 
“Nos hemos mantenido dentro del Mecanismo por la convicción de brindar adecuada y urgente protección a las personas beneficiarias, especialmente quienes están en condiciones de mayor riesgo por ser mujeres, indígenas o por desarrollar su vida profesional en entidades federativas o municipios con escasa o nula presencia del Estado”, señalaron.
 
Con ello, el Consejo reiteró la necesidad de desarrollar una política integral de prevención y protección de personas defensoras y periodistas, que vaya más allá del funcionamiento del Mecanismo, que incluya: investigaciones adecuadas y efectivas, dirigidas a identificar y sancionar a los agresores; campañas de reconocimiento de la labor de periodistas y defensores; adopción de marcos legislativos que no criminalicen o restrinjan defender DH o ejercer el periodismo.
 
Por ello instaron al Sistema Interamericano de Derechos Humanos y Naciones Unidas “a que sigan muy de cerca lo que ocurre en nuestro país”.
 
Los integrantes del Consejo Consultivo del Mecanismo que firmaron son; Alberto Xicotencatl Carrasco, Alejandro Anaya Muñoz, Araceli Domínguez Medina, Araceli Magdalena Rodríguez Nava, Lucía Lagunes Huerta, Alejandra Nuño Ruiz-Velasco, Pilar Tavera Gómez, Stefan Zimmer y Víctor Ruiz Arrazola.
 
17/HZM/GG