Las mujeres centroamericanas migrantes que se emplean como trabajadoras
del hogar en la frontera sur de México, podrán acceder a condiciones
laborales dignas si conocen sus derechos, afirmó la especialista en
migraciones y género de la organización Fundación y Capacitación AC
(Foca), Alejandra Elizalde Trinidad.
En entrevista con Cimacnoticias, Elizalde Trinidad refirió que “no tener documentación para una estancia legal es uno de los elementos de coerción y explotación del trabajo que realizan las empleadas del hogar”, pero “no conocer todos sus derechos como migrantes, también”. Por eso, dijo, es necesario que se fomenten estrategias de información y gestión de los Derechos Humanos en la frontera sur.
El último censo de población del Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (Inegi, 2010) señala que una tercera parte de las mujeres centroamericanas de 12 años de edad y más (4 mil 676 mujeres) que radican en Chiapas, está registrada como parte de la población económicamente activa. De ellas, una tercera parte se ocupa como trabajadoras del hogar y el 90 por ciento son guatemaltecas.
Otros oficios a los que acceden las mujeres son la agricultura y el comercio. La mayoría están en edad productiva y reproductiva (edad media de 28 años) y tiene pocos años de escolaridad acumulada, según el Inegi.
“Muchas de ellas son madres de hijas o hijos mexicanos, lo que les da de inmediato el derecho a solicitar un trámite de regularización en México, por ejemplo”, indicó Alejandra Elizalde. Sin embargo, el desconocimiento a los distintos documentos de identidad migratoria que pueden acceder, hace que la mayoría de ellas se enfrenten a condiciones laborales precarias, describió.
CONDICIONES LABORALES
De acuerdo con el estudio “Las Trabajadoras Migrantes de la Frontera Sur de México”, de ONU Mujeres y el Colegio de México (2015), un 95 por ciento de las empleadas del hogar migrantes en Chiapas laboran bajo la modalidad de planta, es decir, viven en el hogar de los empleadores.
Si bien esta condición les ayuda a no realizar gastos de vivienda, indicó Elizalde, también las expone a situaciones de explotación laboral y la violación de sus derechos, como exceder jornadas laborales mayores a 8 horas, sólo recibir de pago el acceso a vivienda y comida, no gozar de días de descanso o vacaciones, y tener salarios muy bajos.
“Las condiciones a las que se enfrentan son de alta vulnerabilidad de sus derechos y por su trabajo les pagan entre 35 a 50 pesos diarios”, señaló la integrante de Foca.
Incluso, dijo, ante la falta de información, hay empleadores que se aprovechan del temor de las trabajadoras de ser deportadas. “Tenemos testimonios de migrantes trabajadoras del hogar, a quienes el empleador o empleadora no les permite salir bajo la amenaza que van a llamar a migración”.
Otra de las organizaciones que se dedica a difundir los derechos que gozan como trabajadoras del hogar migrantes es el Sindicato Nacional de Trabajadoras y Trabajadores del Hogar (Sinactraho).
El Sindica Nacional con presencia también en Chiapas señala que las trabajadoras del hogar migrantes pueden acceder a documentos para su estancia legal en México como: la visa FM 2, “un documento para quienes han decidido radicar en el país de manera permanente, demuestren una asimilación al medio nacional”.
En caso de desear una visa por trabajar, se puede acceder a la Forma Migración 3, que tienen vigencia de un año y se puede renovar hasta cinco años.
Sin embargo, recalcó Elizalde, las trabajadoras del hogar migrantes que optan por la regularización migratoria se enfrentan a procesos administrativos burocráticos, con requisitos estrictos y costo de documentación migratoria que no pueden solventar.
Por lo que también, señaló es fundamental que el Gobierno mexicano agilice este tipo de procesos y se informe y fomente en los empleadores o empleadores cómo pueden documentar a las trabajadoras del hogar migrantes.
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Hazel Zamora Mendieta Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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