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Cada quince días, Montserrat Terrones y Panchulei
publican la biografía de una gran artista. Por eso nace este proyecto
ilustrado online de la editora catalana Montserrat Terroness
Madrid, 02 jul. 20. AmecoPress.- En sus más de 120
años de historia el Cómic ha sido muy machista en todos los aspectos,
desde los papeles que se ha dado a la mujer en la historieta hasta la
poca presencia de autoras. Y las que ha habido, casi siempre han sido
relegadas al olvido. Por eso nace Mujeres entre viñetas, un proyecto ilustrado online de la editora catalana Montserrat Terrones y la artista chilena Panchulei,
que pretende recuperar la memoria y difundir la obra de autoras de
cómic de distintos lugares del mundo y de todas las épocas.
Panchulei (Francisca Cárcamo Rojas), nos cuenta por qué nace y cúal
es el objetivo de este proyecto: “La visibilización de las mujeres en
distintos sectores, ha surgido como una necesidad descubierta junto a la
conciencia que comenzamos a tener como mujeres, figuras y actores
relegadas a lo largo de la historia. Por ende, creo que este impulso no
es algo aislado y está situado en un contexto mucho más global que hemos
estado teniendo las mujeres que nos consideramos feministas. ¿Qué
podemos hacer desde nuestra vereda? Yo creo que este proyecto es el
resultado y reflejo que quienes somos nosotras. Editoras, dibujantes,
diletantes de lo artístico y por lo demás, buenas lectores de comic, y
que además estamos motivadas (y hasta nos sentimos en deuda) en
visibilizar a aquellas mujeres dejadas, muchas veces, en segundo plano
en el mundo masculino de la historieta”.
“Desde el sitio web Mujeres Entre Viñetas, creado por Montserrat
Terrones y en el que desde hace algún tiempo ya se pueden encontrar
diversos post relacionados al quehacer historietístico de mujeres
autoras/artistas, hemos querido realizar este acto divulgativo visual
–continúa Panchulei-. Por eso cada 15 días publicamos una biografía
pequeña sobre una mujer historietista, de forma ilustrada. La idea es
que con un simple vistazo el lector pueda enterarse de los aspectos más
importantes de la carrera de cada una de estas mujeres, además de hacer
una suerte de tributo a ellas, con lo que decide contar y mostrar en
cada entrega. La idea es divulgar y crear una suerte de pequeño archivo
gráfico para consulta y difusión”.
“Exacto –añade Monserrat Terrones-, lo que pretendemos es divulgar la
existencia de todas estas autoras, muchas de ellas completamente
desconocidas para todas aquellas personas que no tienen una relación
intensiva con el cómic”.
Las primeras autoras elegidas: Trina Robbins y Marika Vila
Las primeras autoras elegidas para el proyecto son la norteamericana
Trina Robbins (la primera mujer que dibujó Wonder Woman e introdujo la
temática de género en la serie , que también es historiadora sobre la
mujer y el cómic) y la catalana Marika Vila (una de las pocas autora que
participó en el boom de la novela gráfica española de mitad de los años
70 y que, desde entonces, ha luchado para que no se olvide a las
autoras y por la igualdad en el mundo del cómic).
Panchulei asegura que: “Representan gran parte de la incursión
norteamericana/europea de la mujer en el comic hace décadas atrás. Y
aunque ambas están vigentes en la escena, ya son artistas con
trayectoria y que además han realizado un aporte a la difusión de otras
artistas a través de sus estudios, investigaciones y comisariados. Pero
las artistas que seguirán en las próximas entregas son diversas, de
muchos lugares del mundo. Su selección va no solo en la relevancia
artística que tienen, también en la curiosidad que sus figuras nos han
despertado y que creemos que serán interesantes de mostrar”
“Es cierto –añade Montserrat- que aunque ambas son autoras de una
larga trayectoria, no son muy conocidas por el público no altamente
especializado. Y menos conocida es aún su labor de recuperación de
artistas, realizada completamente en solitario. Por esta razón nos ha
parecido importante empezar con ellas y hacerles este modesto
"reconocimiento".
foto
Pero sólo son las primeras de una larga lista de las que les gustaría
hablar: “Nos gustaría homenajear a quienes han marcado tendencias, a
otras artistas mucho menos conocidas aquí, por ejemplo autoras
latinoamericanas y aquellas que creemos que también corren riesgo de ser
olvidadas o relegadas dentro del mundo del cómic” -asegura Panchulei-.
“Nos gustaría romper en lo posible las dinámicas norte y sur y dar
voz a autoras que debido a otras circunstancias más allá de las de su
género, se encuentran en una situación que aún dificulta mucho más su
visibilidad –añade Montserrat-. En lo que respecta a España, sí, hay
muchas autoras extranjeras que no han sido publicadas, pero creo que es
más urgente recuperar en ediciones de buena calidad el patrimonio
historietístico que supone la obra de muchas autoras que han publicado a
lo largo del siglo XX y cuya obra es difícil de encontrar si no se
visita la Biblioteca Nacional”.
Destacar la estética y los colores que ha elegido Panchulei, acorde
con las dibujantes a las que han homenajeado hasta ahora: “Cada vez que
comienzo una nueva biografía, veo muchísimas imágenes en detalle de cada
artista. Muchas de ellas tiene una forma de dibujar y de diseñar a sus
personajes en particular, y muchas veces también cuenta con una forma de
autorrepresentarse, lo cual me parece interesantísimo. El sentido
estético de cada una de ellas, también va acompañado de una paleta de
colores bastante singular, siempre se están desenmarcando del clásico
color y eso me gusta mucho, por lo que creo una paleta de colores
acotados para dar vida a los dibujos. No solo mostrar escenas
importantes de su carrera, sino que también acercar al lector a una
especie de síntesis estética. Es muy difícil, pero a la vez muy
entretenido de realizar, espero estar consiguiendo eso”.
Biografía de Trina Robbins
Autoras famosas en todo el mundo… menos en España e Iberoamérica
Panchulei destaca que haya grandes autoras que son conocidas en todo
el mundo menos en España: “En muchos casos si. Hay casos de autoras muy
populares en el mundo o incluso en otros mercados que con suerte han
sido traducidas al español, y por ende desconocidas en el mundo
ibero/hispanoamericano. Sin ir más lejos, Trina Robbins o Aline Kominsky
son dos autoras de las que casi no se puede encontrar material
publicado en España. En otros casos, han sido opacadas por la escena,
que en muchos casos pareciera ser un grupo de amigos coleguistas y no de
artistas que destaquen el verdadero valor y sentido del trabajo, si no,
muchas más mujeres serían publicadas y destacadas, ya que además las
mujeres autoras tienen discursos y trabajos de gran calidad”.
“Del cómic hasta hace poco era difícil encontrar documentación en
general –añade Montserrat- así que si hablamos de autoras, y si éstas
son del pasado, aún lo es más. Afortunadamente han aparecido figuras
como las ya citadas de Trina Robbins y de Marika Vila que han trabajado
para la preservación de la memoria y que cada vez hay más gesten
interesada en esta preservación, pero también es cierto que hay
documentación que ya está perdida para siempre”.
La hora del bocadillo - Mujeres entre viñetas
Dos autoras con el mismo objetivo: reivindicar a las dibujantes
Panchulei nos comenta cómo surgió esta gran idea: “Nos conocimos en
el Festival Internacional de la BD en Angoulême realizado a fines de
enero pasado (Francia). Yo estaba junto a Marcela Trujillo y Catalina Bu
en una mesa sobre mujeres chilenas en la historieta, en la que además
no solo hablamos de nuestro quehacer, si no que también la enfocamos en
qué cosas como artistas estábamos realizando para apoyar el estallido
social en Chile, el cual comenzó en octubre del 2019. Fue ahí que
Montserrat estaba en el público y al finalizar la charla nos pusimos en
contacto (ambas vivimos en Barcelona). La sincronía ha sido inmediata y
sin sobresaltos. Nos pusimos la meta de publicar estas biografías y lo
hemos pasado muy bien. Creo que ambas estamos buscando lo mismo y
nuestra diversidad cultural, de quehaceres, así como las diferentes
lecturas y visiones, se han integrado muy bien y ha nutrido este
proyecto desde el comienzo”.
“En mi caso –continúa Panchulei-, desde muy niña seguí la pista de
las autoras de manga, soy muy fan de Rumiko Takahashi, Naoko Takeuchi y
de Riyoko Ikeda y me sorprendía que fueran tan buenas dibujantes y
narradoras, que crearan mundos tan complejos y con tanta gracia. Luego
en Chile, el resurgimiento de la historieta (a fines de la primera
década del 2000) fue de la mano de mujeres como Marcela Trujillo y Sol
Díaz. Eso me motivó a buscar a otras autoras, y llegué a Marjane
Satrapi, Alison Bechdel, Posy Simmonds, Catherine Maurice y Gabrielle
Bell. Cuando tuve mi editorial y librería (especializada en ilustración e
historieta) en Chile, me sorprendí con la cantidad de lectoras del
mundo infantil y juvenil se estaban formando gracias a las historietas
de Daniela Thiers Alegría y Sofía y Paulina Palacios Maestro Gato”
“Veía una escena consolidada en lectores, producción, ventas, pero
muy poca en difusión de los propios pares –continúa la chilena-. Estas
artistas no están casi nunca nominadas a premios, y menos invitadas a
eventos de caracter "friki". Y fue ahí cuando grité a los cielos ¡¿POR
QUÉ?! Me parecía una locura. No había caído en cuenta de que eran
mujeres, y a pesar de haber nacido en una familia de solo mujeres y muy
fuertes, no había madurado mi conciencia con respecto al feminismo. De
pronto despertamos, comenzamos a hablar de ello y se hizo la magia. Es
muy bello saber que ya no estamos ni dormidas ni solas, que ahora nos
tenemos para luchar juntas por la visibilidad y el reconocimiento justo
en un mundo masculino, que a ratos también ha sido tan desagradable e
ingrato con nosotras”.
“En mi caso he tenido siempre interés por el cómic hecho por mujeres
–añade Montserrat- y cuando trabajaba en Ediciones La Cúpula hice todo
lo posible para aumentar su presencia en nuestro catálogo, cosa que no
fue fácil, sobre todo al principio. Cuando empecé a trabajar como
editora me di cuenta que las mujeres no leíamos cómics porque toda la
industria no nos tenía en cuenta para nada como público potencial y que
eso había que cambiarlo. Es decir, que había autores del cómic
independiente que nos podían interesar y gustar y que nosotras no
sabíamos que existían porque a nadie se le había pasado por la cabeza
que nosotras también podíamos leer esos cómics”.
Ilustración de ’Mujeres entre viñetas’
La mujer en el cómic español
Como la mayoría de los autores de cómic del Siglo XX eran hombres,
los personajes femeninos siempre han estado distorsionados por esa
visión masculina. Y a las autoras se las encasillaba en el cómic para
niñas, como nos recuerda Montserrat: “En España ha habido cómics hechos
por y para mujeres con bastante frecuencia en la historia del medio. Lo
que tendríamos que preguntarnos es cuándo han existido cómics hechos por
mujeres que les permitían escapar del discurso asociado a su género y
que les permitía crear con total libertad, tanto a nivel de discurso
como de estilo. Esto ha sido relativamente reciente, con algunos casos
esporádicos como Núria Pompeia, Marika Vila, Montse Clavé o Mabel Soria
en los años 70”.
“Hoy en día que hay tantas autoras –añade Montserrat-, muchas siguen
creando en función de lo que se espera de ellas en función de los roles
de género y no creo que sean conscientes de ello. Continúan habiendo
géneros, los serios, en los que no tenemos casi presencia. No publicamos
viñetas de actualidad política y buena parte del humor que hacemos se
centra en una visión irónica de la feminidad (cosa que no me parece
mal), pero que nos encasilla otra vez en lo que se espera de nosotras en
tanto género. Me gustaría que publicasen autoras que hiciesen sátira
política, cómics de investigación al estilo de los de Joe Sacco en
primera línea del conflicto, etc”.
Imagen de la exposición ’Con voz propia: Mujeres cuerpo a cuerpo’
La mujer en el cómic chileno
Como la mayoría de los autores de cómic del Siglo XX eran hombres,
los personajes femeninos siempre han estado distorsionados por esa
visión masculina. Por eso preguntamos a Panchulei cuando empezó a haber
mujeres de verdad en los tebeos de Chile: “En Chile hubo una edad de oro
bastante extensa (1945-1973), pero siempre fue dominada por la
presencia masculina o bajo sus cánones, por lo que la representación de
la figura femenina siempre estuvo supeditada a esa perspectiva. Recién
con el surgimiento de la escena underground en Chile, hubo una real
representación y quehacer de mujeres chilenas como autoras, y su fuerte
comenzó hace un poco más de 10 año solamente. Yo comencé a publicar
historietas el año 2009, y éramos vistas como las raritas”.
“En Chile –añade Panchulei- una de las propulsoras ha sido Marcela
Trujillo, que comenzó a publicar en la revista Trauko en los ochenta.
Luego tomó la posta de autoras del underground y la autobiografía
descarnada, ha entregado en Chile la posibilidad de abrir puertas.
Hablar de ella siempre me emociona mucho, creo que esto nunca se lo he
dicho, pero siempre me he sentido agradecida de su papel en la
historieta en Chile. Luego iniciativas que han buscado la unión de las
mujeres en torno a las viñetas, como es el caso de Tribuna Femenina,
fanzine hecho solo por mujeres y creado por Melina Rapimán, o de
iniciativas como Comiqueras, feria de autoras en el comic o sitios como La Comiquera, donde busca la difusión de la historieta, destacando principalmenta a las mujeres, han sido iniciativas muy buenas”.
“Actualmente –concluye Panchulei-, la revista Brígida,
ha tenido un papel importante en mantener una producción variada de
mujeres en habla hispana compartiendo un espacio de publicación popular y
activo. En Latinoamérica el feminismo es muy fuerte, porque las leyes
no están acordes ni al mismo tiempo que la sociedad, por ende la unión
entre mujeres ha sido necesaria en muchas dimensiones de la vida, no
solo en el quehacer artístico, de protesta o denuncia. Actualmente hay
una conciencia transversal interesante, como la revista Clítoris o el Chicks on Comics
en Argentina. Las mujeres estamos muy productivas y bravas, porque
sentimos que ahora vale más que nunca la pena nuestro trabajo, ya sea de
denuncia, visibilización o bien nuestro quehacer cotidiano ya es
validado”.
Foto: Archivo AmecoPress.