6/11/2016

Colectivos médicos de 21 países del mundo se comprometen contra la violencia de género


Madrid, 6 de junio de 2016. AmecoPress. Las entidades médicas se comprometen en la prevención y detección de violencia contra la mujer. Ha sido uno de los principales acuerdos de representantes de las corporaciones médicas de España, Portugal y 19 países de Iberoamérica, reunidos este fin de semana. Este IX Foro Iberoamericano de Entidades Médicas se ha celebrado en Coímbra, Portugal.

El colectivo médico reunido en el FIEM ha expresado su compromiso en la prevención y detección de la violencia contra la mujer. Conscientes de que la violencia de género se mantiene desde hace años en los mismos parámetros a pesar de las políticas de protección, exigen la consideración de esta violencia como un problema socio-sanitario y de salud pública de primer nivel. En España, por ejemplo, en el año 2000 se produjeron 63 asesinatos, mientras que en 2015, la cifra solo se redujo en tres asesinadas, dejando un total de 60.
Este foro, celebrado en Coímbra, ha agrupado representantes de corporaciones médicas de España, Portugal, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela, que abordaron diversos temas que inciden en los sistemas nacionales de salud, entre ellos, la violencia contra la mujer.
Además de la violencia de género, se analizaron otros aspectos como las políticas del medicamento, el cambio climático, los tratados de libre comercio entre EE.UU y Europa, y los derechos humanos relacionados con la salud. Todo ello, supone unos retos a los que se enfrentan los sistemas nacionales de salud: insuficiencia financiera, expansión tecnológica, dificultades en la prestación de asistencia sanitaria, costes elevados en medicamentos o consecuencias sanitarias, sociales y económicas de la globalización. También abordaron políticas de RRHH, empleo y formación, creando una Carta de Ética Médica con los principios deontológicos de la profesión.

Violencia de género

La asistencia ha acordado hacer público el posicionamiento sobre los temas debatidos en la llamada Declaración de Coímbra. En temas de violencia de género, consideran que es un problema socio-sanitario y de salud pública de primer nivel, que debe convertirse en un problema de Estado. Se debe mejorar el registro y la acción frente a esta violencia, que es un atentado contra la dignidad de la persona y un ejemplo de inequidad inasumible en cualquier sociedad democrática.
En términos personales, es la responsabilidad profesional y ética la que exige que el personal sea proactivo y comprometido en la prevención, educación, detección, asistencia y tratamiento ante los casos de violencia de género. Las Órdenes Médicas integradas en CONFEMEL – FIEM se comprometen a potenciar los Observatorios de Violencia de Género de los países participantes y a evaluarlos en el próximo encuentro-. También brindan su experiencia médica para el cuidado y la protección de las víctimas respetando su autonomía.

Derecho de acceso

La Organización Mundial de la Salud (OMS) denuncia que el principal problema de los gobiernos en relación al derecho a la salud son las dificultades de acceso en igualdad de condiciones. La crisis afecta a los sistemas sanitarios y, especialmente, a la accesibilidad de quienes menos tienen y más necesitan. De esta forma, aparece un incremento de exclusión social en un sector de la ciudadanía. El ámbito FIEM debe establecer, para paliar esa situación, una plataforma que siga cómo afecta a los derechos humanos las medidas en relación a la crisis económica.
La garantía de acceso debe ser total. En el IX Foro han acordado transparencia y protección de servicios públicos esenciales y de los derechos de pacientes. Los Tratados de Libre Comercio, afirman, deben excluir explícitamente todo aquello que afecte a los Sistemas de Salud: salud pública, asistencia sanitaria, seguro sanitarios… Las Órdenes Médicas deben estar presentes y participar en debates que impliquen la esfera de la salud, en defensa de la protección de la ciudadanía y los Sistemas Sanitarios públicos porque “los intereses comerciales y económicos nunca deberían anteponerse al interés sanitario y al cuidado de la salud”.

Responsabilidad social

El FIEM trata el término “medicalización de la vida” para referirse a un proceso que convierte situaciones normales –sociales, profesionales o interpersonales- en cuadros patológicos. La medicalización contribuye a la masificación de consultas médicas, afectando a la calidad de la atención. La relación entre médico y paciente debe ser individualizada y reconocida “como bien inmaterial de la humanidad”, propuesta que será llevada al próximo encuentro. Esa relación de confianza es la prevención para evitar efectos indeseables de la medicalización de la vida.
Dentro de las exigencias médicas, éticas y de responsabilidad profesional está el prescribir con racionalidad, moderación y sentido económico, donde hay que reconsiderar la financiación pública los productos de nulo valor terapéutico. Por el contrario, los esenciales han de ser gratuitos para todos los pacientes. Esta política de medicamentos, alegan, debe ser común en Europa y en Latino-Iberoamérica.
También debe haber colaboración mutua en el cambio climático, que afecta a la salud. Es ya un problema global y sus consecuencias y efectos inciden en la salud de las poblaciones. El personal sanitario tiene el deber profesional y ético de comunicar a las autoridades cualquier forma de alteración o deterioro del ecosistema que perjudique a la salud y la vida, acuerdo incorporado a la Carta de Ética Médica del FIEM para su ratificación en el próximo encuentro.

Formación médica y participación

La calidad de los servicios pasa por un proceso de formación básica de especialistas por el Sistema de Formación de Médico Residente (MIR), con rotaciones por diferentes servicios médicos tutorizados. Una vez alcanzada la formación básica, se debe mantener la competencia profesional y evaluarse, otorgando una recertificación profesional. No se trata de una garantía, pero sí una herramienta que da prestigio, credibilidad y legitimidad a la profesión médica ante la sociedad.
En la mesa de ponentes sobre cooperación y participación en las organizaciones médicas internacionales se ha desarrollado un debate y sugerencias acerca de objetivos comunes y estrategias a tal fin. Por último, se han aprobado también la Situación de alerta de salud pública por el Virus Zika ante los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016, y la Crisis de salud de Venezuela.

Foto: AmecoPress 
— - Sociedad - Salud y género - Violencia de género - Educación - Debates - Encuentros y Jornadas; 06 de junio.16. AmecoPress/Médicosypacientes

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