Por Álvaro Delgado ,
(apro).- Aun con sus triunfos en cinco de los 12
estados para gobernador, el Partido Revolucionario Institucional (PRI)
fue claramente repudiado en las elecciones de este domingo, y este
antipriismo nacido de la ineptitud de Enrique Peña Nieto y el hartazgo
de gobernadores sátrapas fue el impulso para las victorias panistas en
las otras siete entidades.
Es verdad que el Partido Acción Nacional (PAN) procesó adecuadamente
sus candidaturas para evitar los conflictos internos que en todo partido
minan las posibilidades de éxito, incorporó a sus principales
liderazgos y dispuso de abundantes recursos económicos, pero sólo el
espeso antipriismo explica que, por ejemplo, un sujeto como Miguel Ángel
Yunes sea ya gobernador de Veracruz.
Con el gobierno de 11 estados, un tercio de la República y donde
viven unos 40 millones de mexicanos y por tanto electores –como
Veracruz, Puebla y Guanajuato–, el PAN es ya, en los hechos, el favorito
hacia la elección federal de 2018, sobre todo si el próximo año es
capaz de conquistar Nayarit, Coahuila y el Estado de México.
De hecho, esta última entidad es el único enclave de gran población
que tiene ahora el PRI (con 17 millones de habitantes), además de
Jalisco (con 8 millones), Chiapas (5 millones) y Oaxaca (4 millones),
pero no controla la segunda entidad más poblada (Ciudad de México, con
8.9 millones), ni la tercera (Veracruz, con 8 millones), ni la quinta
(Puebla, con 6 millones), ni la sexta (Guanajuato, con 5.8 millones), ni
la octava (Nuevo León, con 5 millones).
El manejo del presupuesto en los 11 estados que gobernará el PAN,
sobre todo en manos expertas en el clientelismo y el desvío de recursos
con fines electorales –como Yunes, que lo hizo en el ISSSTE–, es una
plataforma sólida hacia el 2018.
(Yunes dispondrá para 2017, el primero de sus sólo dos años de
gobierno, por lo menos de 98 mil 534 millones de pesos de presupuesto
que ejerce Veracruz este año, y a nadie extrañe que en 2018 impulse como
su sucesor en el gobierno estatal a su hijo Miguel Ängel Yunes Márquez,
alcalde de Boca del Río).
El PAN tiene la ventaja, además de que el PRI va en retroceso en la
preferencia de los electores mexicanos, si se toma como punto de partida
la elección intermedia de 2009, previa a la presidencial de 2012 que
ganó Peña Nieto:
El año pasado, en las elecciones intermedias, obtuvo sólo 203
diputados, por 239 de 2009 y 212 en las elecciones de hace cuatro años.
En porcentajes pasa lo mismo: En 2015 obtuvo 29% y tres años antes
38.2%, lo que representa una caída de nueve puntos en seis años.
Falta todavía hacer el cálculo –no estimaciones– sobre la caída del
PRI en términos porcentuales en la elección de este domingo y no nada
más la pérdida de siete de las 12 gubernaturas. Ricardo Anaya asegura
que el PAN creció 10% en votación respecto al año pasado, un porcentaje
que fue a costa del PRI, como también lo fue el crecimiento de Morena.
Justamente Morena, en su segunda participación en un proceso
electoral tras su debut el año pasado, creció notablemente en varios
estados, particularmente Veracruz, Oaxaca, Zacatecas, Puebla y Quintana
Roo –que es reflejo del antipriismo vigente–, para consolidarse como la
tercera fuerza electoral del país, pero sigue siendo marginal en
numerosos estados.
Esta dinámica tiene, entre otras explicaciones, que Morena no es un
partido político, sino el comité de campaña de Andrés Manuel López
Obrador, su líder y confeso aspirante presidencial, y todo lo que hace y
deja de hacer está supeditado a la elección de 2018, con todas las
implicaciones que esto tiene.
En ese sentido, el PAN reúne las mejores condiciones hacia el 2018,
pero su éxito depende no sólo de cómo gobiernen los que ganaron las
elecciones, incluyendo si cumplen sus promesas de meter a la cárcel a
los priistas –como no lo ha hecho Jaime “El Bronco” Rodríguez–, y sobre
todo cómo procesen su candidatura presidencial.
El eufórico Anaya, el gran triunfador, en tanto que hizo ganar a su
partido tantas gubernaturas como nunca en la historia de 77 años de su
partido, deberá decidir pronto si quiere ser presidente del PAN o
candidato presidencial; la propia Margarita Zavala deberá decidir si se
atiene a las reglas del PAN y, de ser derrotada en una elección interna,
si se marcha como “independiente”, pero sobre todo debe definir el
papel de su marido, Felipe Calderón.
Y, por su parte, el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, debe
definir si con su mala fama y aun con los abundantes recursos que le
seguirá proveyendo el gobierno a cargo de Antonio Gali, su
incondicional, de verdad tiene posibilidades de ser un candidato exitoso
o sólo será comparsa de los priistas.
No se ve que ninguno de los tres desista de ir por la candidatura
presidencial del PAN: Margarita y Calderón hicieron suyos los triunfos, y
Anaya, además de que seguirá explotando para sí los tiempos del PAN en
radio y televisión, ha identificado a López Obrador como su rival
principal, no Peña, no Miguel Ángel Osorio Chong, no Luis Videgaray, no
José Antonio Meade, no Aurelio Nuño.
Tampoco Margarita Zavala y Moreno Valle identifican a estos
personajes como sus adversarios, menos Calderón, amasio de Peña desde
2006.
En este contexto no falta quien ya candidatea también a Yunes y a
Corral para la candidatura presidencial en 2018. Yunes, no hay que
olvidarlo, fue uno de los personajes que Elba Esther Gordillo impulsó
para ser candidato presidencial. El otro es Moreno Valle. Los dos ahora
en el PAN.
Por cierto, uno de los promotores del chihuahuense es Fernando Belaunzarán, entusiasta promotor del PRD como cabús del PAN…
Apuntes
Fue evidente cómo se exhibieron las peores porquerías en el proceso
electoral que aún no concluye, pero que son posibles porque la
democracia electoral en México es una simulación. El Instituto Nacional
Electoral (INE) es una onerosa estructura carente de toda autoridad para
controlar los flujos abundantes de dinero sucio, la fiscalía de delitos
electorales anulada y el tribunal convertido en una junta de
conciliación y arbitraje. Las principales encuestadoras, por su parte,
sirviendo más como instrumento de propaganda que de certeza para los
ciudadanos, y la mayoría de los medios entregados al poder, aunque ahora
mudando de patrocinadores. Esto, junto con la violencia, el hambre, el
desempleo, dispone un panorama en el que puede ganar hasta el PRI en la
elección a tercios que se configura…
Comentarios en Twitter: @alvaro_delgado y Facebook/Alvaro.Delgado
Miguel Ángel Yunes celebra los resultados en Veracruz. Foto: Yahir Ceballos
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