Se reúnen Defensoras de Derechos Humanos Laborales
Norma
Cacho, integrante de ProDesc y responsable de la Coordinadora Nacional
de Defensoras de Derechos Humanos Laborales
El trabajo del hogar, de la maquila, el agrícola y el empleo temporal
–en los que participan principalmente mujeres– conforman los sectores
laborales más marginados en México, y a la vez son los más
invisibilizados por el gobierno federal y los sindicatos, lo que orilla a
que las trabajadoras se conviertan en defensoras de los Derechos
Humanos (DH) laborales.
Así lo explicó Norma Cacho, integrante de la organización Proyecto de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ProDesc), y responsable de
la Coordinadora Nacional de Defensoras de Derechos Humanos Laborales,
que este fin de semana realizó su cuarta reunión de trabajo en esta
ciudad.
La Coordinadora –explicó la especialista en derechos de las mujeres– es
un espacio de reflexión y articulación entre trabajadoras de diferentes
entidades, pero cuyas condiciones de trabajo son las más desfavorables
en el mercado laboral porque son los trabajos más explotados y donde más
violaciones a DH se reportan.
Desde 2013, las mujeres de organizaciones como la Coalición de
Trabajadoras y Trabajadores Temporales Sinaloenses o el Colectivo
Obreras Insumisas, en Puebla, se reúnen en esta Coordinadora (con muchas
dificultades) para generar propuestas políticas encaminadas a mejorar
sus condiciones laborales.
Esto porque, de acuerdo con Cacho, las garantías laborales de las
mujeres son las que tienen menos cabida en los grandes órganos de
representación, como los sindicatos, quienes las dejan en último lugar o
las invisibilizan, señaló.
La también experta en derechos laborales observó que el trabajo del
hogar, de la maquila, las jornaleras y las migrantes temporales están
prácticamente afuera de las demandas del gran movimiento laboral
mexicano, e incluso de la agenda feminista, que no mira la defensa de
las garantías en el trabajo como una prioridad.
No obstante, las empleadas del hogar no tienen una regulación de trabajo
que se equipare al de los otros sectores, y México se niega a ratificar
el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo sobre
seguridad social para ellas; mientras que las trabajadoras de la maquila
tienen una historia amplia de explotación en sus centros de trabajo en
todo el país, lo que repercute en su salud y la vida de la comunidad.
Las jornaleras recién estallaron un movimiento laboral que paralizó el
trabajo en los campos agrícolas de Baja California, ante los bajos
salarios y las jornadas de hasta 12 horas de trabajo que enfrentan; y
las migrantes temporales suman una larga lista de empresas reclutadoras
que cometen fraudes y abusos contra ellas.
Las trabajadoras de estos sectores que participan en esta Coordinadora
se asumen a sí mismas como defensoras de los derechos laborales porque
promueven estas garantías entre las mujeres en peores condiciones, y
alzan la voz cuando ven un abuso laboral, aunque eso les cueste hasta su
propio empleo.
Norma Cacho explicó que muchas de estas defensoras tienen trayectoria de
lucha muy amplia, pero han sido invisibilizadas en la agenda laboral, y
otras recién inician este camino pero están aprendiendo de la mano de
las trabajadoras de otros sectores.
Sin embargo –y ésta fue una de las conclusiones del encuentro–, el
contexto para las defensoras de derechos laborales se hace cada vez más
adverso, ya que la última reforma de 2012 a la Ley Federal de Trabajo
precarizó el mercado laboral y vulneró precisamente los derechos de los
sectores más marginados, además de que limitó las estrategias de defensa
en caso de abuso.
Se suma el contexto de violencia en algunos estados de procedencia de
las defensoras (como Guerrero, Sinaloa y Coahuila) que limita mucho su
trabajo organizativo o que impartan talleres.
Otra de las preocupaciones de las trabajadoras son las condiciones
económicas adversas del país, que –advirtieron– impactarán primero en
sus sectores.
El propósito de la Coordinadora –precisó Cacho– es la construcción de
una agenda política que incida en la mejora de las condiciones laborales
de las mujeres.
| CIMACFoto: César Martínez López
Por: Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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