6/11/2016

Gobierno y sindicatos desdeñan a empleadas del hogar y maquila



   Se reúnen Defensoras de Derechos Humanos Laborales

Norma Cacho, integrante de ProDesc y responsable de la Coordinadora Nacional de Defensoras de Derechos Humanos Laborales

El trabajo del hogar, de la maquila, el agrícola y el empleo temporal –en los que participan principalmente mujeres– conforman los sectores laborales más marginados en México, y a la vez son los más invisibilizados por el gobierno federal y los sindicatos, lo que orilla a que las trabajadoras se conviertan en defensoras de los Derechos Humanos (DH) laborales.
 
Así lo explicó Norma Cacho, integrante de la organización Proyecto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ProDesc), y responsable de la Coordinadora Nacional de Defensoras de Derechos Humanos Laborales, que este fin de semana realizó su cuarta reunión de trabajo en esta ciudad.
 
La Coordinadora –explicó la especialista en derechos de las mujeres– es un espacio de reflexión y articulación entre trabajadoras de diferentes entidades, pero cuyas condiciones de trabajo son las más desfavorables en el mercado laboral porque son los trabajos más explotados y donde más violaciones a DH se reportan.
 
Desde 2013, las mujeres de organizaciones como la Coalición de Trabajadoras y Trabajadores Temporales Sinaloenses o el Colectivo Obreras Insumisas, en Puebla, se reúnen en esta Coordinadora (con muchas dificultades) para generar propuestas políticas encaminadas a mejorar sus condiciones laborales.
 
Esto porque, de acuerdo con Cacho, las garantías laborales de las mujeres son las que tienen menos cabida en los grandes órganos de representación, como los sindicatos, quienes las dejan en último lugar o las invisibilizan, señaló.
 
La también experta en derechos laborales observó que el trabajo del hogar, de la maquila, las jornaleras y las migrantes temporales están prácticamente afuera de las demandas del gran movimiento laboral mexicano, e incluso de la agenda feminista, que no mira la defensa de las garantías en el trabajo como una prioridad.
 
No obstante, las empleadas del hogar no tienen una regulación de trabajo que se equipare al de los otros sectores, y México se niega a ratificar el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo sobre seguridad social para ellas; mientras que las trabajadoras de la maquila tienen una historia amplia de explotación en sus centros de trabajo en todo el país, lo que repercute en su salud y la vida de la comunidad.
 
Las jornaleras recién estallaron un movimiento laboral que paralizó el trabajo en los campos agrícolas de Baja California, ante los bajos salarios y las jornadas de hasta 12 horas de trabajo que enfrentan; y las migrantes temporales suman una larga lista de empresas reclutadoras que cometen fraudes y abusos contra ellas.
 
Las trabajadoras de estos sectores que participan en esta Coordinadora se asumen a sí mismas como defensoras de los derechos laborales porque promueven estas garantías entre las mujeres en peores condiciones, y alzan la voz cuando ven un abuso laboral, aunque eso les cueste hasta su propio empleo.
 
Norma Cacho explicó que muchas de estas defensoras tienen trayectoria de lucha muy amplia, pero han sido invisibilizadas en la agenda laboral, y otras recién inician este camino pero están aprendiendo de la mano de las trabajadoras de otros sectores.
 
Sin embargo –y ésta fue una de las conclusiones del encuentro–, el contexto para las defensoras de derechos laborales se hace cada vez más adverso, ya que la última reforma de 2012 a la Ley Federal de Trabajo precarizó el mercado laboral y vulneró precisamente los derechos de los sectores más marginados, además de que limitó las estrategias de defensa en caso de abuso.
 
Se suma el contexto de violencia en algunos estados de procedencia de las defensoras (como Guerrero, Sinaloa y Coahuila) que limita mucho su trabajo organizativo o que impartan talleres.
 
Otra de las preocupaciones de las trabajadoras son las condiciones económicas adversas del país, que –advirtieron– impactarán primero en sus sectores.
 
El propósito de la Coordinadora –precisó Cacho– es la construcción de una agenda política que incida en la mejora de las condiciones laborales de las mujeres.
  


 | CIMACFoto: César Martínez López
Por: Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 

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