MUJER SONORA
Cada año la conmemoración del aniversario por el incendio en
la Guardería ABC ocurrido en Hermosillo, Sonora, hace siete años, está
marcada por alguna característica específica.
En esta ocasión la manifestación multitudinaria del 5 de junio tuvo un
sello muy importante. Por primera vez en el mitin de aniversario se
asumió que la de ABC es una más de las luchas por la justicia ante las
graves violaciones a Derechos Humanos de las que estamos siendo objeto
las y los ciudadanos por parte del propio Estado mexicano.
La lucha magisterial, la aparición con vida de los 43 estudiantes
normalistas de Ayotzinapa, la contaminación del río Sonora, la libertad
de los presos políticos, periodistas desaparecidos o asesinados… son
algunas de las demandas que formaron parte del nuevo discurso.
Son las vergüenzas que vamos cargando como sociedad gobernada por una
élite que lucha a su vez por calmar la emergencia de manifestaciones,
por las buenas o por las malas.
Por primera vez, el movimiento por justicia en el caso ABC se reconoce
como parte de esos enormes agravios, en particular contra la niñez
mexicana y se pronuncia al respecto.
A la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich, es la primera vez que
ocupando esa posición le exigen que no confunda a la población
interviniendo en iniciativas surgidas desde la ciudadanía, como es el
memorial para el cual está abierta la recolección de llaves.
En cambio, le hicieron el llamado para que de una vez por todas publique
el Reglamento de la Ley 5 de Junio estatal, que regula los servicios
para la atención, cuidado y desarrollo integral infantil en Sonora, y
que desde el 27 de junio de 2013, cuando fue aprobada, sigue sin
aplicarse.
A las y los diputados de la actual Legislatura local les hicieron fuerte
crítica pública, pues no sólo no han exhortado al Ejecutivo para que
publique el Reglamento de la Ley 5 de Junio, sino que reformaron la
legislación para reducir de 500 a 100 metros la distancia que deben
cubrir los negocios de sustancias o actividades peligrosas, con respecto
de establecimientos donde se presten servicios de cuidado y desarrollo
infantil.
A la procuradora general de la República, Arely Gomez, le gritaron que
su trabajo decepcionó a madres y padres que confiaron en su palabra de
profundizar en la investigación. Prácticamente le llamaron mentirosa.
Por su parte, el Estado mexicano mueve su maquinaria para tratar de
evitar la protesta por la justicia dilatada, intentado acallar con
falsas promesas y otros artilugios las voces claras y fuertes de madres y
padres dolientes.
La falta de respeto de autoridades para la fecha en que conmemoramos la
muerte de 49 niñas y niños y más de 70 lesionados de por vida, estuvo
presente.
La organización de un proceso electoral en 14 estados de la República en
pleno 5 de junio fue una manifestación de desdén, de intento por
minimizar la muerte del futuro, de las vidas en proyecto que fueron
segadas por la avaricia, corrupción y negligencia, privada y
gubernamental.
En teoría las elecciones son una fiesta, pues es la oportunidad
inigualable de ejercer nuestro derecho inalienable para elegir a
nuestros gobiernos. Luego entonces, 14 entidades estuvieron de fiesta el
domingo 5 de junio.
¿Qué significa que el Instituto Nacional Electoral organice una fiesta
electoral en un día de duelo nacional decretado así el 3 de julio de
2010 desde la Presidencia de la República? ¿Por qué el gobierno de
Sonora no advirtió sobre el cruce de fechas si en el estado, también por
decreto del 2 de junio de 2010, el 5 de junio es día de luto en la
entidad?
En casi la mitad del país lo más importante el domingo 5 de junio era
votar, mientras en años anteriores recordar la falta de justicia para 49
niñas y niños muertos en donde los deberían estar cuidando, era una de
las tareas cívicas con cada vez más participación. Gracias a las
autoridades, el día asignado para exigir justicia fue eclipsado por el
proceso electoral.
Otro intento decidido para desestimular la participación social en la
ciudad que hace siete años conoció desde adentro el sistema podrido que
beneficia a los poderes económico y político, fue la campaña que se hizo
motivada por una ola de calor extraordinaria que afectaría a nuestro
estado.
El sábado 4 de junio la temperatura máxima subió a 50 grados en algunas
partes de la ciudad de Hermosillo. Eso puede llegar a ocurrir durante el
verano sonorense en forma relativamente normal.
Lo que no fue normal es que ante el pronóstico de tan elevada
temperatura, las advertencias sobre las precauciones para evitar
afectaciones en la salud iban encaminadas acusadamente a “no realizar
actividades al aire libre”. El énfasis era en no salir a las calles ni
el 4 ni el 5 de junio.
La campaña se revirtió, pues gracias a las redes sociales tanto madres
como padres de la ABC, así como personas solidarias, hicieron una
contracampaña advirtiendo que nada pararía la necesidad de salir a las
calles a gritar y denunciar la falta de justicia.
Y así fue. Miles de personas acudieron leales a la cita. Familiares,
artistas, profesionistas, académicas y académicos, estudiantes, maestros
afectados por la reforma educativa, vecinos, periodistas, personas
solidarias que han puesto sus pies cuantas veces ha sido necesario, tras
los pasos de las madres y padres que perdieron a sus hijas e hijos, y
que ahora luchan para conocer la verdad, por una sanción para todos los
responsables acorde con la magnitud del daño, y porque nunca más se
vuelva a presentar una atrocidad como la perpetrada contra niñas y niños
que encontraron la muerte mientras estaban a cargo de mercenarios del
cuidado infantil.
Otra importante participación fue la de las niñas y niños lesionados que
a sus siete, ocho y nueve años de edad han sido protagonistas de los
alcances de la negligencia cruel de la mancuerna codicia y poder.
Contentos y llevando encima las secuelas de las quemaduras en el cuerpo,
cargan con las cicatrices psicológicas y físicas como una generación
marcada por las consecuencias de las acciones irresponsables de los
adultos.
Haciendo lo mejor que pueden por llevar una vida normal, cuentan con sus
madres, quienes en forma organizada participaron con sus hijas e hijos
en la exigencia de la anhelada justicia. Ni calor ni olvido forman parte
de los obstáculos para que la exigencia de justicia por la muerte y
lesiones de tantas niñas y niños se quede sin quien la reclame.
La ciudadanía hermosillense acudió a su cita con ese destino fijado el 5
de junio de hace siete años. Una circunstancia que marcó su historia y
que ante la falta de justicia le hizo prometer junto a madres y padres
de la Guardería ABC que no dejarán de luchar, ni descansarán hasta ver
juzgados y condenados por este horrendo crimen a todos los culpables.
Twitter: @mujersonora
*Periodista integrante de la Red Nacional de Periodistas y directora del blog Mujer Sonora (http://mujersonora.blogspot.mx/).
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Silvia Núñez Esquer*
Cimacnoticias | Sonora.-
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