Madrid, 7 de junio de 2016. AmecoPress. Un
cortometraje francés plasma, en solo tres minutos, el miedo que sufren
muchas mujeres al ir solas por la calle a altas horas de la noche ‘Au
bout de la Rue’ nace como una representación de una situación real de
acoso callejero. Maxime Gaudet, director del corto, tuvo la idea tras un
incidente que sufrieron su pareja y su madre en plena calle, cuando un
hombre comenzó a insultarlas sin ningún motivo.
Au bout de la Rue
es un cortometraje que refleja la situación que día a día viven las
mujeres del mundo. Maxime Gaudet, director del filme, representa, en tal
solo tres minutos, el miedo de caminar por las calles casi vacías sin
compañía. El vídeo cuenta ya con más de 560000 visitas en la plataforma
de Youtube. El acceso es libre desde la red y, a pesar de que esté en
francés, hay subtítulos disponibles en inglés, español e italiano.
En
un corto con apenas diálogos, podemos sentir la angustia de la
protagonista. Tras despedirse de sus amigos, se dispone a recorrer el
corto trayecto que le queda para llegar a casa. Es de noche, está
oscuro, y la calle por la que camina no es muy concurrida. En el
camino, apenas se cruza con media decena de personas. La primera de
ellas, un joven que la increpa y la sigue, mientras ella lo ignora. Lo
deja atrás, mientras él profiere una serie de insultos contra la chica
por ignorarlo.
A partir de entonces, se produce una sucesión de
encuentros que generan una tensión en la joven. La protagonista no deja
de estar sometida a una situación de tensión que solo se termina cuando
cierra el portal de su casa. Es entonces cuando respira tranquila, por
un breve instante, antes de subir las escaleras hacia su piso, donde le
espera su pareja.
Problemas silenciados
A
pesar de la situación, la chica dice a su novio que todo está bien.
Desde el Observatorio de la Violencia de Género, de la Fundación
Mujeres, comentan que “nada está bien”. No la han asaltado, ni la han
violado, ni la han agredido físicamente. Sin embargo, hay quien se ha
sentido con la superioridad, con el derecho a intimidarla y a acosarla.
“Parece que, si no pasamos a lo físico, no ha ocurrido nada. Eso no es
así”, añaden desde la plataforma de la Fundación. Y aclaran que ninguna
mujer tiene que asumir que todo está bien porque esta vez solo la han
intimidado.
Foto: AmecoPress
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