6/06/2016

Los periodistas pal café. . . . .



A la hora de entregar la presente columna lo único cierto es que se habían disparado las declaratorias de triunfo que a título propio hacían varios candidatos a gubernaturas, arguyendo tener mejores números que sus adversarios, mientras encuestas de salida y sondeos cumplían la segunda parte del libreto electoral, atribuyendo victorias y derrotas conforme al cliente o a los intereses de los grupos político-económicos patrocinadores de tales ejercicios orientadores de la opinión pública.
Domingo de consolidación de la anormalidad como normalidad. El fraude electoral, corregido y aumentado, paseó su impunidad por medio país, a través del catálogo clásico de las marrullerías ya virtualmente institucionalizadas, más el grado de elevación que ahora se propició, con una mayor dosis de violencia y cinismo. La compra del voto fue practicada con una soltura inusitada, confirmando que el futuro electoral seguirá estando en quienes tienen el poder y el dinero y, por tanto, la capacidad de poner en marcha maquinarias aplastantes frente a las cuales la oposición, genuina o ingenua o ambas cosas, poco puede hacer de verdad. Y en varios estados se produjeron incidentes de violencia física abierta que dan testimonio de que el crimen organizado está tomando con mucha responsabilidad su papel de factor determinante, ya no sólo promoviendo candidaturas y campañas con dinero en abundancia sino, además, con acciones directas de confrontación y disuasión.
No están disponibles a la hora de emitir los presentes teclazos algunos indicios confiables respecto de los resultados, pero la orientación electrónica de la opinión pública cerraba la contienda por Veracruz solamente a dos competidores con posibilidades, los primos Yunes. Es decir, sea cual fuese el desenlace, según los primeros apuntes difundidos, dos piezas del sistema estarían al frente de la minigubernatura veracruzana. Uno, el panista, abiertamente confrontado con el actual gobernante, el inenarrable Javier Duarte de Ochoa, a quien dice que llevará a la cárcel (para lo cual, motivos no faltan, pero Miguel Ángel Yunes podría verse en el espejo del fallidamente Bronco de Nuevo León, quien presentó denuncias penales contra su antecesor, Rodrigo Medina, y varios de sus colaboradores, pero dando la impresión de que sólo es una jugada para las tribunas, que podría más adelante caerse en términos judiciales). El otro Yunes, priísta, cercano a Manlio Fabio Beltrones, también reclama la delantera, con una probabilidad de que el sistema cierre filas para que las cuentas públicas de Duarte de Ochoa no sean revisadas por un opositor (sobre todo si esas cuentas veracruzanas financiaron precampañas y campañas electorales antes y durante 2012).
De confirmarse la versión dada en primer impacto demoscópico y mediático, el PRI habría logrado una buena votación y probablemente un alto número de gubernaturas. Eso demostraría que un gobierno federal puede hacer un mal papel, lo que en otro esquema electoral significaría derrotas para los candidatos de su propio partido, pero en México todo puede solucionarse con la magia de la compra del voto y el aprovechamiento crudo de miseria e injusticia provocadas por el gobierno federal en mención. En sus peores momentos de popularidad, con un generalizado rechazo a la manera en que ha conducido al país, Peña Nieto pareciera triunfador, en una especie de referéndum ganado con base en mapachería. Si Manlio Fabio Beltrones entrega tales cuentas, haiga sido como haiga sido, revitalizará su aspiración de ser candidato presidencial en 2018, frente al hoy muy inflado Miguel Ángel Osorio Chong y los tecnócratas José Antonio Meade y Aurelio Nuño.
Obtengan los resultados que obtengan, PAN y PRD mostraron en estos comicios un terrible encogimiento práctico y doctrinal. Nada de fondo propusieron ni defendieron, más que la retahila de lugares comunes que marca la mercadoctecnia. Sus candidaturas comunes no generaron más esperanza que la del cambio de siglas. En Puebla, el precandidato presidencial Rafael Moreno Valle, en funciones de gobernador, hizo todo lo necesario para reposicionarse, imponiendo a su candidato a la sucesión, frente al activismo escandaloso de Felipe Calderón que anduvo asomándose a cierres de campañas para hablar y criticar, como si él no hubiese sido responsable central de la tragedia que hoy vive el país.
El PRD sólo tuvo una opción propia en Tlaxcala y allí concentró su atención el dirigente formal del sol azteca, Agustín Basave, quien habrá de dejar la presidencia del comité nacional y regresar a San Lázaro, pues no soporta más la envenenada vida interna de la cúpula de ese partido, en especial a los Chuchos. La mayor pelea perredista de este domingo se dio en la Ciudad de México, donde la estructura delegacional y del gobierno central, a cargo de Miguel Ángel Mancera, pelearon con todo tipo de armas (algunas incluso limpias) contra el presunto ascenso apabullante de Morena en la capital del país. Lo único cierto es que hubo abstencionismo y apatía generalizada, lo que restan legitimidad a la tal Constituyente.
A reserva de saber si obtuvo cargos específicos (sobre todo en Zacatecas), Morena, es decir, Andrés Manuel López Obrador, habrán avanzado en cuanto a la extensión de la base territorial de apoyo a la candidatura presidencial del tabasqueño. A fin de cuentas, esa es la apuesta real y conforme a ella se han procesado las candidaturas, las campañas y los resultados. En especial, tuvo gran progreso numérico en Oaxaca, Veracruz y la citada Zacatecas.
Cumplida, pues, la fase procesal del libreto electoral mexicano en las urnas, con los sabidos incidentes y las sabidas denuncias de fraude, se pasó después de las seis de la tarde a la parte de las encuestas y sondeos de opinión (fraudulencia electoral de cuello blanco) y luego vendrán los litigios, la parte judicial. Peña gana, Manlio gana (¿las nueve prometidas?), el PAN aspira a quedarse con dos o tres gubernaturas y Morena gana posicionando mejor a su precandidato presidencial. Pero, ¿quiénes pierden? ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx



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Un reportaje sobre México publicado el mes pasado en la revista británica The Economist lleva como título: Stop stealing. Podría traducirse como Paren de robar. Se refiere al problema de la corrupción/impunidad y narra cómo el movimiento en que participaron más de 600 mil personas para darle vida a la ley 3 de 3 puede terminar en fracaso. Como se sabe, formaría parte del sistema nacional anticorrupción que debió aprobarse en el Congreso por mandato constitucional. El plazo máximo fue el 28 de mayo, pero no ocurrió así. Han citado a periodo extraordinario de sesiones este mes, ya veremos hasta dónde serán capaces senadores y diputados de hacer una legislación eficaz aun actuando contra sus intereses. La elección de 12 nuevos gobernadores, ayer, aunque con las manchas de todos los procesos, debería marcar un parteaguas. El paren de robar del artículo de The Economist debería ser asumido por todos, mas no sólo como una promesa, sino porque se vieran constreñidos por el sistema nacional anticorrupción que, lamentablemente, no se ha creado. Por cierto, no se aceleren: no hay resultados definitivos de las elecciones. Los resultados todavía tendrán que ser litigados en el INE y el Tribunal Electoral.

Compren dólares, recomienda Citigroup
Dirk Willer, estratega de Citigroup en Nueva York, dijo a Bloomberg: “Recibo miles de llamadas todo el tiempo diciendo: ‘¿Por qué está el peso mexicano tan débil, dado que todo localmente se ve en buena forma?’ No creo que eso sea correcto. Creo que el peso mexicano tiene un mal desempeño porque el entorno local no es muy bueno”. Citigroup está recomendando a sus inversionistas vender sus pesos y comprar otras monedas, como el dólar y el euro, debido al déficit de cuenta corriente de México. En días recientes la cotización brincó a 19 pesos por dólar en las ventanillas de los bancos después de registrar un buen arranque a principios de año. El grupo financiero Citigroup opera por conducto de Banamex, el segundo banco más grande del país.

El galán no quiere pagar pensión
No tiene exactamente el tipo de un galán de Hollywood pero… Nayeli Martínez Vázquez, ex pareja de Virgilio Andrade, secretario de la Función Pública, lo denuncia por abuso sexual y maltrato sicológico. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos confirmó que ha abierto un expediente y la contraloría interna de la SFP ha iniciado una investigación (es decir, Virgilio se investiga a sí mismo). Según la denuncia, el funcionario reconoció la paternidad de un niño, quien nació en Tepic, Nayarit, en el año 2013, pero no quiere pagar pensión. Tras ser nombrado encargado de la llamada investigación Casa Blanca, escándalo desatado a finales de 2014, él empezó a tener, obviamente, un estatus distinto, las chicas se le acercaban. Empezó a sentir que podía hacer lo que quería, ¿no?, dice su ex pareja. Andrade negó a la CNDH todas las acusaciones. Dice que por principio de protección a las familias y al menor, y al tratarse de asuntos del ámbito personal y privado, continuaré dirimiendo las diferencias expresadas por Nayeli en la esfera de la autoridad y no en los medios de comunicación.
No prendió
La gente de la Ciudad de México no salió a votar por los candidatos a la Asamblea Constituyente. El ausentismo fue impresionante. Desde un principio pintó poco serio: el gobierno y los partidos agandallaron casi la mitad de las diputaciones. Ahora elaborarán una constitución a espaldas del pueblo.



Me dice Isabel Alatriste, desde el extranjero (Mérida): “¿Para qué derramas tanta bilis por el absurdo logotipo adjudicado a la Ciudad de México? Tú bien sabes que, a menos que el señor Mancera sea candidato presidencial triunfador, o contribuya decisivamente a que otro con su ayuda lo sea, el alias, sobrenombre, mote, apodo, abreviatura o acrónimo tiene fecha de caducidad pasando la elección. ¿No te acuerdas de: ‘La ciudad con ángel’? Cambió el señor y el ángel voló. Así sucede, así sucederá”.
Contesto otro correo. A don Jorge Corzo: le desconcierta mi insistencia en el tema de la marca CDMX. Acepta que en este país no se nos toma en cuenta para deliberar sobre nada. Piensa que mi necedad es de otra índole y me pregunta ¿No tienes otra cosa de que escribir? Finalmente, encaja el bisturí: yo antes te leía con más vehemencia… Arrgghhh?” Luego corrige, pero se va al fondo: “Debí haber escrito: ‘Yo antes te leía cuando escribías con más vehemencia…’” Don Jorge: touché. En verdad agradezco la lectura y la derechura del comentario.
Don Venancio Márquez, intento contestar su pregunta: aunque la Real Academia Española (RAE) ya se permitió, por sus… panderetas, opinar sobre los correctos gentilicios que nos corresponden a los siempre chilangos y, en la vigésima segunda edición de su diccionario consideró que éstos eran mexiqueño y mexiqueña, la verdad es que la propia antigualla (la RAE), en gesto nada usual, aceptó que es el uso generalizado y frecuente, lo que da existencia real y vigencia a las palabras. (Según la propia RAE, por antigualla entendemos: mueble, traje, adorno u otro objeto que ya no está de moda o carece de utilidad. Uso o estilo anticuado.) Con este criterio, podemos jurar que ese gentilicio jamás tendrá la aceptación y el uso suficiente para perdurar más de un sexenio.
Para terminar el asuntito de la CDMX, comento lo que una muy querida, pero también muy provocadora amiga me dijo: “Déjate de perder el tiempo con tus reiterados alegatos. El caminito ya te lo sabes, pues lo pavimentaste durante las elecciones federales pasadas. Busca las columnetas de esa época y repite el performance de 2012”.
Recordé que la Secretaría de 



Robert Reich, quien fue secretario del Trabajo de Bill Clinton y es profesor en la Universidad de California, escribió en su colaboración para el principal periódico de San Francisco un artículo, en el contexto de la lucha por la candidatura demócrata a la presidencia entre Hillary Clinton y Bernie Sanders, del que vale reproducir algunas partes.
En su Mensaje a los partidarios de Hillary y Bernie, Reich destaca la necesidad de que ambos grupos entiendan que más allá del triunfo de cualquiera de los precandidatos están los intereses del Partido Demócrata, y por arriba de la agrupación política están los intereses de toda la nación. Sugiere a Hillary y sus simpatizantes detener la campaña en la que piden que Bernie abandone la lucha por la nominación. No obstante sus escasas posibilidades, es un error afirmar que carece de posibilidades.
Hasta el momento, Hillary tiene una mayoría de delegados, pero si se elimina a los superdelegados, la diferencia entre ellos se reduce sustancialmente. Sanders ha manejado la posibilidad de ganar en la primaria de California, lo que pudiera cambiar la opinión de un buen número de superdelegados en la convención del partido. Sería un error que Clinton descansara sus posibilidades de triunfo sólo en esos delegados especiales.



En el primer trimestre del año la Balanza de Pagos registró un déficit (crónico) en la Cuenta Corriente (CC) de -6,991 millones de dólares compensado por un ingreso neto de capital extranjero de 7,435 millones; el remanente (444 m) más los 509 m resultantes de un ajuste cambiario de 1,724 millones menos el saldo de errores y omisiones de -1,215 m, permitieron un ingreso a la reserva internacional neta de 952 millones (Gráfico 1).
La cuenta corriente
Su déficit en el trimestre (-6,991 mdd) fue el saldo de tres balanzas en rojo: Comercial (-3,985), Servicios no factoriales (-1,063) y Servicios factoriales (-8,069); y una en números negros: Transferencias (6,126), básicamente remesas familiares (Gráfico 1).
En global, el déficit en CC fue la diferencia entre ingresos por 100,215 millones de dólares (-4,880 abajo de 2015) por ventas al exterior, y egresos por 107,206 millones (-6,230 m) por compras al exterior (Gráfico 2).
Los turistas y excursionistas extranjeros ingresaron 5,179 millones al país, mientras que los mexicanos gastaron fuera 2,289 m, dando un saldo en la balanza turística de 2,890 millones.
Las remesas familiares enviadas a México por los migrantes sumaron 6,216 millones de dólares en el trimestre, 492 más que en 2015.


Lo que para algunos inconscientes, por no llamarles cínicos, es una simple manifestación de mal humor social o escozor ciudadano por uno que otro resultado pasajero, en los hechos es una delicada advertencia y una señal de alarma que tiende a empeorar, y que no tiene cupo en el siempre triunfal registro gubernamental.
Lo cierto es que a la llamada democracia mexicana ese mal humor se ha traducido en un brutal desplome de aceptación de casi 45 puntos porcentuales en lo que va del presente siglo (de 63 por ciento en 2001 a 19 por ciento en 215); es decir, la ciudadanía cada vez cree menos en la clase gobernante (que hace su mejor esfuerzo para que tal credibilidad sea de cero) y confía menos en los resultados del sistema democrático.
Ayer hubo elecciones en 14 estados de la República. Desde aquellos donde se renovó el Poder Ejecutivo de la entidad y algunas otras posiciones, hasta la Ciudad de México, en la que se definió el grupo que participará en la elaboración de la constitución del otrora Distrito Federal. Y en todos ellos la constante fue la exclusión de los ciudadanos, cuya participación se limitó, en el mejor de los casos, al sufragio. Al caer la papeleta dentro de la urna respectiva se acabó la democracia.
Con el correr de los años en México, el por sí peligroso escozor ciudadano ha ido sostenida y vertiginosamente al alza, y en sentido inverso, con la misma velocidad, la satisfacción y confianza de los ciudadanos en la democracia, sus presuntos representantes y los resultados políticos, económicos y sociales.
Más allá de la terriblemente infructuosa democracia cotidiana, para nadie es secreto que cada vez son más sucios y denigrantes los procesos electorales en el país, al igual que las alianzas entre los partidos, la inexistente calidad moral de los candidatos seleccionados por la cúpula política y el contubernio de la supuesta autoridad electoral.
Que el país avanza pese al mal humor social (EPN dixit), dicen los cínicos en el gobierno, pero en realidad es tal el grado registrado que a estas alturas México es el país latinoamericano que registra el menor grado de confianza ciudadana en la democracia y sus resultados políticos, económicos y sociales. De hecho, 81 por ciento de mexicanos se dice insatisfecho o totalmente insatisfecho con ella, cuando el promedio en América Latina es de 63 por ciento. En el extremo contrario se encuentra Uruguay, con 30 por ciento de insatisfacción (las cifras son del Informe Latinobarómetro 2015).
Tan exitosos y resultones han sido los inquilinos de Los Pinos, que la aprobación presidencial en México se desplomó de 63 por ciento en 2002 (con Vicente Fox en la residencia oficial, cuando todavía no enseñaba a plenitud el cobre) a sólo 30 por ciento en 2016 (con EPN, el peor calificado en cuando menos dos décadas). En el otro lado latinoamericano sobresalen José Mujica y Evo Morales, los de mejor calificación no sólo en la historia de sus respectivos países, Uruguay y Bolivia, sino en el contexto regional.
En materia electoral, apenas 26 de cada 100 mexicanos en edad y condición de sufragar consideran que las elecciones son limpias; los 74 restantes las califican desde desaseadas hasta verdaderamente un asco. Y en este renglón México también sobresale en el contexto latinoamericano, pero por registrar procesos electorales sucios y autoridades eternamente cuestionadas.
Los encuestadores de Latinobarómetro salieron a las calles y a los mexicanos preguntaron: ¿para quién se gobierna?, es decir, para quién lo hacen los ganadores de las elecciones, futuros presidentes, gobernadores, legisladores, etcétera. Y la respuesta de los encuestados (ocho de cada 10) fue contundente: para unos cuantos. Y la misma respuesta, tal vez peor, se obtendrá al preguntar sobre los resultados del proceso electoral de ayer en las 14 entidades de la República.
En uno de sus recientes análisis, Latinobarómetro resumió la circunstancia mexicana: en 2000 el país tuvo alternancia en el poder después de 72 años de hegemonía del PRI, con el triunfo de Vicente Fox. En ese momento el apoyo a la democracia alcanzaba 44 por ciento. El respaldo a la democracia tardó dos años, pues no fue sino hasta 2002 cuando aumentó a 63 por ciento, manteniéndose alto durante todo el resto de la presidencia de Vicente Fox, terminando con 59 por ciento en 2005. Felipe Calderón lo sucede e inaugura su gobierno con 54 por ciento en 2006, para bajar rápidamente a 48 por ciento en 2007. La democracia no se recupera en el periodo de Felipe Calderón, llegando a un mínimo de 40 por ciento en 2011. En 2012 retorna el PRI al poder con Enrique Peña Nieto y México tiene en 2013 sólo 37 por ciento de su población que apoya a la democracia. El registro de 2015 es que tal indicador se redujo ya a 19 por ciento.
Latinobarómetro señala que el caso de México es uno en el que la alternancia en el poder no produce un impacto inmediato sobre el apoyo a la democracia y después de un repunte se produce una pérdida sostenida. No es objeto de este informe entrar en las profundas causas de este fenómeno que afecta a México, pero la violencia y el narcotráfico son parte importante de la explicación. La vuelta del PRI después de escasos dos gobiernos es sintomática de la búsqueda de una solución no a problemas políticos, sino más bien de la sociedad mexicana y la violencia. La alternancia en el poder no soluciona los problemas del país. Se trata, pues, de lo poco exitoso de la alternancia en el poder.


Por fin está por culminar el proceso de elecciones primarias caracterizado por una rebelión contra el consenso bipartidista cupular sobre las política neoliberales –incluido el concepto sagrado de libre comercio como si fuera un nuevo valor democrático– que han imperado por unas tres décadas, una sublevación con una vertiente derechista, algunos dirían fascista, y otra progresista con raíces ideológicas social demócratas del New Deal de Franklin D. Roosevelt.
La insurgencia contra el establishment sacude a ambos partidos y sus patrocinadores empresariales y financieros; Donald Trump conquista la nominación republicana a pesar de los masivos intentos de los dirigentes de su propio partido para descarrilarlo, y el socialista democrático se convierte en el precandidato presidencial progresista más exitoso de la historia y no permite la coronación de la reina del Partido Demócrata.
Este martes se realizarán las últimas elecciones internas de cada partido con dos premios mayores, California (el estado más grande y diverso del país) y Nueva Jersey, además de Montana, Nuevo Mexico, Dakota del Norte y Dakota del Sur. Son la culminación de un proceso (en realidad, es la penúltima contienda, con Washington DC que marca el final el próximo martes 14 de junio) que obligó a todos los expertos, comentaristas, historiadores, periodistas y tal vez hasta los adivinadores del futuro, a confesar que no sólo fallaron en pronosticar esta pugna electoral, sino que se equivocaron desde el principio.
Nada parecido ha ocurrido en la memoria reciente del país. Nadie se imaginaba que se detonaría una gran preocupación mundial sobre la amenaza del fascismo dentro de Estados Unidos, ni que se generaría una ola sin precedente de apoyo –y cerca de 10 millones de votos– para alguien que se identificaba como socialista en el país campeón de la batalla ideológica –y una historia de represión política– contra esa etiqueta.


Opinión


A la espera de cifras completas que permitan comentar los procesos electorales realizados ayer en 14 entidades del país, cabe centrarse en los datos difundidos por el Programa de Resultados Preliminares (PREP) del Instituto Nacional Electoral (INE) referidos a la elección de diputados al congreso constituyente de la Ciudad de México, los cuales, hasta el cierre de esta edición, indicaban que el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) se situaba como primera fuerza, seguido de cerca por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), en tanto que muy atrás se colocaban Acción Nacional (PAN) y el Revolucionario Institucional (PRI). Según esas cifras parciales, ninguno de los aspirantes independientes lograría ingresar a la Asamblea Constituyente.

Adiós a líder ferrocarrilero Samuel Estudillo
El pasado 4 de junio falleció en Matías Romero, Oaxaca, nuestro compañero Samuel Estudillo Nández, distinguido dirigente del Movimiento Sindical Ferrocarrilero, fundado por Demetrio Vallejo Martínez. El compañero Samuel mantuvo viva la llama de la lucha vallejista desde la represión desatada el 28 de marzo de 1959 hasta nuestros días. Por ello, manifestamos nuestro pesar por su lamentable deceso y enviamos un abrazo solidario y nuestras más sentidas condolencias a doña Soledad, hijos, familiares, compañeros y amigos.

Las elecciones de este domingo 5 de junio fueron las más sucias que ha tenido México desde hace mucho tiempo. Se desplegó una estrategia general en todo el país para defraudar la voluntad popular y cerrar el paso al partido Morena. Frente al miedo de que el movimiento de Andrés Manuel López Obrador utilizara sus victorias locales para apuntalar su candidatura presidencial hacia 2018, el sistema no escatimó esfuerzo alguno para manipular los resultados electorales.

En dos semanas más Tetsuro Aikawa deja la presidencia de Mitsubishi Motors por los problemas causados a los clientes y accionistas de la empresa. Esos problemas se resumen en uno: la falsificación de datos de consumo de varios modelos de vehículos pequeños. La renuncia se anunció luego de conocerse que una tercera parte de las acciones de Mitsubishi la adquirió otra empresa nipona: Nissan, que se convierte así en su mayor accionista y, de paso, ayudará a paliar los problemas económicos y de confianza que le han causado falsear datos. La responsabilidad de lo ocurrido parece recaer en algunos ingenieros y no, según la empresa, en sus directivos.

El 1º de junio venció el plazo otorgado a la procuradora general de la República, Arely Gómez, para que separara de su cargo a Tomás Zerón, director de la Agencia de Investigación Criminal (AIC). La petición para que el funcionario sea investigado por la presunta comisión de delitos relacionados con la obstrucción de la justicia, había sido formulada el 28 de abril por los familiares de los 43 normalistas de Ayotzinapa detenidos/desaparecidos el 26 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero.

Gobernar es comunicar, decía Jaime Goded. Por invertir este principio, las clases políticas mexicanas y en particular el Ejecutivo ya no comunican ni gobiernan.

No es necesario que a uno le guste el boxeo, no es necesario saber las reglas o cuáles son los principales golpes: un jab, un gancho al hígado o a la mandíbula, un lateral; tampoco tienen que conocerse las muchas marrullerías que se cometen en el cuadrilátero. Nada de esto impide reconocer y recordar la enorme personalidad y la calidad de peleador de Muhammad Alí, quien nació y comenzó a boxear llamándose Cassius Clay.

Simone Weil, extrema en todo, en los últimos meses de su corta y alucinante vida escribió una Nota sobre la abolición general de los partidos políticos (1943), donde arremete con formidable lucidez contra la mera existencia de dichos partidos. Considera que todos son o tienden a ser totalitarios. Ubica su origen en el Terror de la Revolución Francesa, al menos para la Europa continental. También identifica una afinidad natural entre el totalitarismo y la mentira. Como de costumbre, Weil ataca la raíz del asunto con severidad. Czeslaw Milosz diría de ella que no procuró tacto alguno en sus escritos y fue completamente indiferente a las modas.

Uno de los más grandes misterios de nuestra civilización y de nuestro tiempo es cómo se disuelve la delgada línea entre la realidad y el sueño. Todo lo percibido por los sentidos es realidad y, en este mismo camino, entonces, los sentimientos, ¿son realidad vivida? Desentrañar cómo se manifiesta en el universo de la vida tal noción es, quizás, el más sensible aporte de Yo, la película más reciente de Matías Meyer. Es también una invitación a vivir otra visión, otra mirada del tiempo. Ésa que se acerca más a las expresiones de la literatura, de la arquitectura, de la pintura, de la música, de la sensibilidad subjetiva, del arte.

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