Sueños destruidos por crímenes que devienen sólo en cifras
Las calles de este país sudamericano fueron el pasado 3 de junio del
#NiUnaMenos. En la multitudinaria marcha estaban las víctimas de
feminicidio convertidas en pancartas por sus madres, amistades y
familiares. Ellas, ahora, son recuerdos relatados con voces
entrecortadas por el llanto.
Han pasado nueve años desde que la hija de Gumersinda Giménez fuera
asesinada por un gendarme. La coraza de esta mujer no simula su dolor y
dice que nunca pensó “ver a tantas madres colgando las fotos de sus
hijas”.
Judith tenía sólo 16 años cuando la mataron; era alumna de la Escuela La
Banderita del Villa 31 de la ciudad de Buenos Aires. “Algunas veces
pienso que si la Judith viviese yo tendría más nietos”. También cuenta
que ahora ella estudia Trabajo Social porque a Judith le hubiese gustado
dedicarse a eso.
“Me quedó un solo hijo, Eduardo. Él ya me dio dos nietos maravillosos.
Entonces, mi hijo me dice: ‘Pero no fue así, mami. Ella nos cuida desde
donde está’”, se quiebra Gumersinda.
Es así, en cada feminicidio hay historias y sueños. A veces, sin querer, esos crímenes se convierten solamente en cifras.
Las víctimas de feminicidio son la dolorosa esencia de #NiUnaMenos.
Desde el año pasado hasta hoy, todo parece ir de mal en peor, porque
desde aquel grito multitudinario hasta el 31 de mayo de este año, el
Observatorio Adriana Marisel Zambrano, de la organización civil La Casa
del Encuentro, ha contabilizado 275 asesinatos, de los cuales 171
ocurrieron en los hogares.
CADA VEZ MÁS NIÑAS Y NIÑOS HUÉRFANOS
Cada semana hay aproximadamente seis huérfanos a causa del feminicidio.
En estas semanas, tres niñas de 12 años fueron asesinadas. Y este dato
vino a calentar aún más las almas que ya se organizaban para marchar el
pasado viernes.
Este año la manifestación por #NiUnaMenos también dice #VivasNosQueremos
y logró reunir a miles de personas de diversos sectores, en cerca de un
centenar de ciudades de Argentina.
Llegar a la cabecera de la marcha fue cruzarse con carteles y pancartas
con diferentes lemas, con diversos matices, pero todas unidas por una
misma causa.
Finalmente, quienes pudieron llegar a ese punto estratégico fueron
testigos de la imagen más triste de esta convocatoria. Allí estaban
familiares de víctimas de feminicidio, con semblantes dolorosos que
interpelan a cualquier humana situación.
Llegar hasta allí fue ver al padre de Carolina Aló, la joven asesinada
de 113 puñaladas en 1996; marchar con parientes de las víctimas pidiendo
lo mismo: que algo cambie. Fue, también, oír una voz ya gastada en
medio de la multitud que gritaba y gritaba el nombre de muchas de las
víctimas.
Pero al rato ese clima se rompió –por un instante, sólo por un instante–
con cánticos que decían: “¡No, no me da la gana que me maten cuando
dicen que me aman!”.
También estuvieron amigas de la familia de Chiara Paez. El caso de
Chiara fue el que disparó la movilización #NiUnaMenos el año pasado. Era
una adolescente de 14 años; su novio la asesinó a golpes y la enterró
en el patio de su casa.
En la multitud también estuvieron los familiares de Bárbara Carolina
Toledo. Es imposible ver a Roxana, su madre. Bárbara Carolina tenía 20
años y la mató su pareja, con quien tenía una hija de dos. Bárbara
estaba embarazada y fue asesinada por asfixia en 2015.
Esta corresponsal tuvo la oportunidad de hablar con Roxana horas antes,
quien aseguró que el juicio estaba cerca y que el #NiUnaMenos es de
todas las mujeres, no sólo de las asesinadas.
DEMANDAS PUNTUALES
En esta versión de #NiUnaMenos no hubo oradoras, pero se repartió el
documento consensuado entre todos los sectores que convocaron a la
manifestación.
Uno de los puntos que abarca el documento hace referencia a la necesidad
de un correcto enfoque de políticas públicas con “trabajadores
capacitados, formación de quienes se encargan del tema en las oficinas
judiciales y estatales, presupuesto adecuado, creación de refugios,
patrocinio jurídico de las víctimas, medidas de prevención y cuidado
efectivas”.
Los recientes ajustes económicos acarrean una continua privación general
de derechos, “las presuntas soluciones que se buscan son punitivas.
Plantean el atajo del castigo antes que la prevención para evitar que
haya más víctimas. Venimos a decir que eso no alcanza, que se trata de
conmover las creencias y prácticas sociales que sustentan la violencia
machista y la complicidad del Estado y la justicia”, refiere el
documento.
También se puso especial énfasis en que la violencia no va solo contra
el orden heterosexual, sino que se trata de “toda violencia machista que
persigue, violenta y mata a mujeres hetero, lesbianas, gays, travestis y
trans. Ni una menos por feminicidio”.
A diferencia del año pasado, esta vez no se pidió la creación del Plan
Nacional de Acción para prevenir, sancionar y erradicar la violencia
contra las mujeres, contemplado en la Ley 26.485.
Es que, según lo anunciado por la presidenta del Consejo Nacional de las
Mujeres, Fabiana Túnez, ese plan se hará efectivo en julio próximo. Sin
embargo, desde #NiUnaMenos se exhortó al Estado argentino para que
destine un presupuesto efectivo.
A veces hay indicios de logros, pero después viene la decepción. Porque
luego del #NiUnaMenos de 2015, uno de los avances conseguidos fue la Ley
de Patrocinio Jurídico Gratuito para víctimas, pero desde el Ministerio
de Justicia “ya se alertó sobre la falta de presupuesto para ponerla en
práctica”.
RADIOGRAFÍA DEL FEMINICIDIO
Entre los 275 casos de feminicidio registrados por el Observatorio
Adriana Zambrano, hay una bebé, 11 niñas de entre dos y 12 años de edad,
29 adolescentes de entre 13 y 18 años, y nueve adultas mayores.
En cuanto al “modus operandi” de los feminicidas, usaron armas en 66
crímenes. A 57 mujeres las apuñalaron; mataron a golpes a 40;
estrangularon a 21, y otras 20 fueron quemadas.
Sobre los antecedentes de denuncias, 39 de ellas ya habían acudido ante
la autoridad judicial, y se había prohibido el acercamiento del
maltratador.
Las provincias (estados) con los índices más altos de feminicidio son:
Buenos Aires (102), Santa Fe (23), Salta (21), Córdoba (20), Ciudad de
Buenos Aires (13), Santiago del Estero (11), y Mendoza (10).
Por: Norma Loto
Cimacnoticias/SEMlac | Buenos Aires, Arg.-
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