Hubo "voto de castigo a los malos gobiernos a nivel local", sostuvo.
Foto: Paulina Negrete/ Cuartoscuro
El Centro de Investigación para el Desarrollo A.C. (CIDAC)
analizó la “reconfiguración” del poder político tras las elecciones del 5
de junio.
En un artículo publicado en su sitio web,
señaló que “las elecciones del pasado 5 de junio en las 12 contiendas
para gobernador, así como en la elección de la Asamblea Constituyente de
la Ciudad de México, reconfiguraron la distribución del poder político a nivel local… en 8 de los 12 estados se dio lugar a una alternancia del partido
en el poder y confirmó una de las tendencias que se observaba desde las
elecciones de 2015 en donde los electores ejercieron un voto de castigo a los malos gobiernos a nivel local”.
Apuntó que el PRI perdió seis estados – Aguascalientes, Chihuahua,
Durango, Quintana Roo, Tamaulipas y Veracruz- mientras que el PAN cedió
sus gubernaturas en Sinaloa y Oaxaca, las cuales fueron producto de una
coalición con el PRD.
“El éxito de la oposición en Tamaulipas, Durango, Quintana Roo y Veracruz no es menor, ya que por primera vez en más de ochenta años se consolidó el triunfo de un candidato ajeno al PRI”, destacó.
“El hartazgo de la ciudadanía con el desempeño de sus
gobiernos fue uno de los principales motores de la alternancia en estas
elecciones. Las acusaciones de corrupción, enriquecimiento
ilícito y desvío de recursos, aunadas a los bajos índices de aprobación
gubernamentales en estados como Veracruz, Chihuahua, Oaxaca y Tamaulipas
fueron lo suficientemente altos para favorecer a los candidatos de
oposición. Asimismo, la baja aprobación del Presidente Peña Nieto fue un
factor que jugó en contra del PRI de manera generalizada. Tan es así
que los candidatos priistas prefirieron mantener su distancia con la
figura de Peña durante las campañas electorales”, abundó.
Añadió que ahora los gobiernos de alternancia entrantes “tendrán que
cumplir con sus promesas de campaña”, como por ejemplo investigar,
sancionar e inclusive llevar a la cárcel a gobernadores salientes: Javier Duarte y César Duarte.
Sobre lo que ocurre al interior de los partidos, indicó que para el PRI es “un golpe” al liderazgo de Manlio Fabio Beltrones.
En cuanto al PRD, refirió que “no ganó una sola elección, obtuvo
porcentajes muy bajos en casi todos los estados y perdió la mayoría en
la CDMX. Para colmo, los candidatos aliancistas que ganaron eran los
postulados por el PAN y no por el PRD”.
En tanto en el PAN se consolida el liderazgo de Ricardo Anaya, “pero
también es un triunfo para el exgobernador de Puebla, Rafael Moreno
Valle, que como consecuencia mantiene sus ambiciones presidenciales”.
Por su parte, “el buen desempeño de Morena en estados como Veracruz,
Zacatecas y Oaxaca y, sobre todo, en la elección de la Asamblea
Constituyente consolidó al partido y a la figura de Andrés Manuel López Obrador a nivel nacional”.
En sus conclusiones, CIDAC apunta que “la pasada jornada electoral
reconfiguró de una manera sorpresiva el panorama hacia 2018. Fuera de la
elección local de la CDMX, en su mayoría los comicios estatales
produjeron una lección valiosa para los partidos políticos: la alternancia como castigo”.
“Si la jornada electoral del domingo pasado fue un ensayo para la elección de 2018, la moneda sigue en el aire”, finaliza.
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