(06 de septiembre, 2016. RevoluciónTRESPUNTOCERO).- María fue víctima de secuestro y tortura por parte de un grupo del crimen organizado en el estado de Guerrero. Después de sufrir esa experiencia decidió alejarse de los riesgos que implicaba quedarse en su estado natal, como otras tantas personas decidió migrar hacia los Estado Unidos junto con sus dos hijos, aunque ella solicitó formalmente “refugio” en el país del norte, su solicitud fue rechazada y ahora espera la oportunidad de cruzar como ilegal la frontera.
Marisol y sus dos hijos también salieron
huyendo del estado de Guerrero después que un grupo de personas intentó
reclutar al mayor de sus hijos (de 15 años) para obligarlo a participar
en asesinatos y secuestros en contra de células rivales del crimen
organizado, le ofrecieron una motoneta, un radio de comunicación y un
pago mínimo. Si se negaba, sería considerado enemigo y ponía en riesgo
su vida y la de su familia.
Por lo anterior el adolescente fingió
estar de acuerdo pero en la primera oportunidad informó de lo sucedido a
su madre quien tomó la decisión de sacarlos del pueblo y traerlos a la
frontera para ponerlos a salvo.
Estas son dos historias de las decenas
que se recopilaron para elaborar el informe “La Migración Forzada
Mexicana hacia la Frontera Norte. Vidas en la incertidumbre” el cual fue
elaborado por la Coalición Pro Defensa del Migrante A.C. y American
Friends Service Committee-LAC.
El informe resalta que “es indispensable
reconocer que el crimen organizado y la violencia desatada por bandas
criminales, ha contribuido a que la población se vea obligada a
desplazarse a otros lugares para proteger sus derechos fundamentales”.
El documento, cuya presentación en la
Ciudad de México se realizó en el Centro Nacional de Comunicación Social
(Cencos) se enfoca en el análisis de la migración forzada,
principalmente de los estados de Guerrero, Michoacán y Estado de México.
“Todos los casos están relacionados con
algún tipo de violencia. Escaparon de una violencia en contra de su
familia, mataron al esposo, querían quitarles al hijo, les cobraban
derecho de piso, esa es realmente una preocupación y no hemos visto que
la autoridad haga algo concreto” comentó Fernando Becerra de American
Friends Service Committee, Latinoamérica y el Caribe (AFSC-LAC) durante
la exposición de los resultados del informe.
“Para hacer este informe entrevistamos a
las personas que llegan a los albergues de apoyo a migrante, para
conocer a ciencia cierta, su lugar de origen y el motivo de su
desplazamiento. A las puertas de los albergues en Tijuana y Ciudad
Juárez, solo por mencionar dos sitios, siguen llegando todos los días
migrantes que quieren pedir asilo político a Estados Unidos, pero los
albergues están saturados.
“Al menos el 60 por ciento de los que llegan son mexicanos que están huyendo de la violencia en su lugar de origen, pero lo verdaderamente delicado es que hasta hoy solo el 2 por ciento de los solicitantes están en trámite y de estos menos del 1 por ciento manifiesta que se lo otorgaron a un familiar, el resto fue rechazado.
En la cuestión de la niñez no
acompañada, el asilo político para menores mexicanos es casi menos del 1
por ciento”, comentó Fernando Becerra a Revolución TRESPUNTOCERO.
Las organizaciones civiles que
participaron en la elaboración del informe esperan que los datos duros
sean considerados por instancias gubernamentales para tomar acciones
concretas sobre la migración forzada de mexicanos
“Quisiéramos también que el gobierno
mexicano se responsabilizara más sobre sus connacionales, qué vamos
hacer con todas estas personas a las cuales se les está rechazando el
asilo y que no pueden regresar a sus estados, qué vamos hacer con esa
población que se va a quedar en la frontera norte”, cuestionó en su
oportunidad José Moreno Mena, de la Coalición Pro Defensa del Migrante.
Otro de los datos que arrojó este
informe es que el 79 por ciento de los desplazados que están llegando a
esta frontera son mujeres acompañadas de sus hijos menores de edad.
“La crisis de inseguridad que enfrenta
el país ha generado que miles de mexicanos tengan que abandonar sus
tierras para pedir asilo en Estados Unidos, o emigrar hacia otros
estados dentro del país.
“Es importante mencionar que la
migración forzada de personas que buscan refugiarse en otros países a
causa de la violencia es un fenómeno cada vez más frecuente. México
además de ser un lugar de origen, de tránsito y retorno de migrantes, se
ha convertido también en un país de desplazados internos.
“La situación de violencia que se vive en sus regiones propicia que las personas se sientan amenazadas, aterradas, inseguras, perseguidas a tal grado que prefieren abandonar sus viviendas, tierras, familia, y negocios y vivir en la incertidumbre económica para salvar su vida”, precisó José Moreno Mena, de la Coalición Pro Defensa del Migrante.
Para la realización del informe “La
Migración Forzada Mexicana hacia la Frontera Norte. Vidas en la
incertidumbre”, se sistematizaron 1 mil 106 casos de personas que
llegaron a solicitar ayuda al albergue Casa Madre Asunta de enero del
2013 a marzo del 2016.
En función de los datos, el investigador
José Moreno Mena, concluyó que la migración forzada actualmente tiene
rostro de mujer y de madre de familia, “pues son ellas quienes, en un
afán de poner a salvo a sus familias, deciden dejar sus comunidades, el
94 por ciento de las mujeres tienen hijos menores de edad”, detalló el
especialista.
Otro dato revelador, indicó Moreno Mena,
es que el 73 por ciento de las personas desplazadas provienen
principalmente de dos estados de la República mexicana donde se está
focalizando la violencia: Michoacán y Guerrero. El resto procede de
localidades colindantes a estos estados.
“Nos preocupa la ausencia de políticas
públicas del gobierno mexicano para proteger la integridad de estas
mujeres y niños que se desplazan casi de manera clandestina a lo largo
del país corriendo enormes riesgos además de que genera una realidad
contraria a la que correspondería a niños de la misma edad en contextos
menos violentos”, concluyó el activista.
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