1. El rector Graue no
es mejor o peor que otros rectores de la UNAM; con excepción de Pablo
González Casanova, todos los rectores han sido y son del PRI y casi
todos, al salir de rectoría, ocupan altos cargos políticos en el
gobierno en turno. Cuando están en funciones suelen decir discursos
críticos para acomodarse a las fuerzas que presionan, pero hasta ahí. La
educación pública y privada desde que nacieron, es parte del Estado y
están obligados a seguir planes, programas, ideología, horarios y todo
lo que la burocracia política ordena. Si acaso en educación escolarizada
surgen algunos profesores y estudiantes con pensamientos avanzados, es
excepcional porque la dominación del sistema capitalista es aplastante.
2. Incluso Barros Sierra, antes de ser rector, fue un poderoso
funcionario del gobierno del PRI, y si salió a marchar en 1968 por la
invasión de la UNAM por el ejército, fue porque era su obligación. Yo no
digo que no deben manifestarse con su partido, pero sí pido que así se
les trate: como agentes del gobierno, nunca como independientes o
decentes. Por el contrario, González Casanova nunca abandonó su
independencia y la ha demostrado con decenas de ensayos críticos y
analíticos y libros publicados desde que en 1972 renunció a la rectoría.
Obvio, muchos de esos rectores eran analfabetas políticos que nunca
entendieron la misión liberadora de una universidad y jamás pudieron
sacar de su pensamiento el poder y el dinero.
3. Las rectorías
de universidades en México han sido siempre cargos políticos en los que
el Estado interviene directamente en la selección del personaje vía SEP,
“Consejo Universitario”, “Juntas de Gobierno” y todas las formas.
Recuerdo a mi amigo politólogo y muy destacado periodista Luis Javier
Garrido Platas que lanzó su candidatura en 2007 para la rectoría de la
UNAM creyendo que iba a levantar al movimiento estudiantil y a las
izquierdas. Aunque su padre había sido rector de la UNAM (1948-53) e
insistió en que se realizara un debate entre los muchos aspirantes, pasó
desapercibido Luis Javier en estos momentos en que el Estado debe
colocar a sus hombres de indiscutible confianza. ¿Cómo dejar escapar una
Universidad de 500 mil asociados?
4. A pesar del CENCOS y
algunos independientes en las dos manifestaciones de apoyo a Peña Nieto
anunciadas para el domingo, la noticia ha circulado en el mundo buscando
demostrar que el presidente mexicano tiene un fuerte apoyo. Sin embargo
se sabe que en México la corrupción y los asesinatos ocupan primeros
lugares en el universo. Incluso, cada vez que se lee una noticia sobre
México se piensa en que por fin ha estallado algún movimiento rebelde,
alguna revolución que pudiera poner a México (que está de cabeza) de pie
y se ponga a caminar. Poner de pie a México es obligar a renunciar a
Peña y su gabinete, es cambiar los contenidos en los medios de
información e impulsar a la población a tomar las calles para que le
resuelvan sus problemas
5. Lo que más me preocupa y me
encabrita es esa gran capacidad del gobierno de la burguesía –desde hace
ya un siglo- para sacudirse cualquier manifestación de protesta y salir
siempre airosa. Se acaba de sacudir a los maestros de la CNTE que
realizaron un poderoso paro de meses en varios estados y ahora –con esto
de la condena contra Trump- están a punto de sacudirse las batallas
contra el gasolinazo y la carestía. El colmo ya del desmadre sería que
el PRI y el PAN (cualquiera es igual) asumiera nuevamente la Presidencia
el próximo año. Realmente en la izquierda (sean socialdemócratas o
radicales) damos pena. Nunca pusimos a la burguesía en la picota, no la
hicimos correr, ni siquiera la hicimos sudar en serio. Hay que seguir
luchando, pero creo que nada cambiará.
Blog del autor: http://pedroecheverriav. wordpress.com
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