Eduardo Ibarra Aguirre
Tras la apabullante derrota legislativa, política, de Donald John Trump en su obtusa necedad por derogar el sistema de salud estadunidense, popularmente conocido como Obamacare, con lo cual el apoyo a la Casa Blanca quedó colocado en apenas 36 por ciento (Gallup), el nivel más bajo desde que comenzó su mandato, el magnate se dispone a emprender una nueva batalla jurídica, política, para obligar a más 300 ciudades santuarios a colaborar con las policías federales en la detención de inmigrantes.
El fiscal general Jeff Sessions reconfirmó que el Departamento de Justicia que encabeza, retirará las subvenciones a las ciudades, condados y estados de la Unión Americana que se nieguen a perseguir a "migrantes criminales" y los ayuden a "eludir las leyes federales", en cumplimiento de una orden ejecutiva emitida por Donaldo Juan en enero pasado, conocida como ley federal 1373.
Sessions jura: "No deportar extranjeros que fueron condenados por delitos pone en riesgo a todas las comunidades, especialmente a las de inmigrantes". El monto retenido por el gobierno de Trump superaría los 4 mil millones de dólares, de los 13 mil 476 millones de subvenciones de la Casa Blanca para los estados, condados y ciudades.
Entre las urbes más afectadas se encuentra Washington, misma que podría perder 30 por ciento de sus recursos presupuestales; Chicago 13 por ciento, Nueva York 10, Los Ángeles 6 y San Francisco 5 por ciento. Los fondos se destinan a la educación, la salud y las acciones comunitarias.
Apenas la semana pasada, el fiscal general hizo una crítica muy severa a las localidades que se niegan a colaborar con la intensificación de las capturas y deportaciones de migrantes indocumentados emprendida por el gobierno de Trump. Mas el origen de la beligerante amenaza contra las ciudades santuarios está ubicado en la muy exitosa campaña electoral que realizó el magnate inmobiliario para despachar en la Oficina Oval, acompañado de familiares.
En la percepción y las aparentemente estrechas entendederas del grupo gobernante gringo, los "migrantes criminales" podrían ser personas que cometieron faltas administrativas o participaron en algún accidente de tránsito. Diversos especialistas estiman que se trata de una política xenofóbica y racista, y que son endebles los sustentos legales y hasta contrarios a la Constitución de Estados Unidos.
De allí que varias ciudades y condados emprendieron demandas legales contra el titular del Ejecutivo federal estadunidense para invalidar las suspensiones de fondos federales. La primera fue San Francisco, California, y el representante legal, Dennis Herrera, postula que la orden ejecutiva además de inconstitucional resulta antiestadunidense. Las autoridades de Nueva York y Los Ángeles rechazaron de inmediato el "apremio" (chantaje) de Jeff Sessions de acatar el decreto o perder los fondos federales.
El alcalde neoyorkino fue demasiado claridoso: "La amenaza del presidente no cambia nada. Seguiremos siendo una ciudad de acogida de inmigrantes, pues ellos han ayudado a convertirnos en la megalópolis más segura de la nación". Incluso Houston, Texas, que no es ciudad santuario, anuncia que mantendrá "la tradición de acoger a los inmigrantes, al valorar y apreciar la diversidad".
De esta manera, las amenazas de Sessions y Trump podrían ser, con independencia de los deseos del redactor, otra gran derrota política, judicial, para el plutócrata que aún no cumple los primeros 100 días de gobierno y ya padece un desgaste al parecer sin precedente.
Acuse de recibo
"Inútiles balas de goma lanza la #Sedena y sus gatilleros. A cualquier mexicano medio informado, como a las ONG especializadas, les sobran ejemplos de casos en los que se ha podido documentar los abusos y violaciones de derechos cometidos por elementos castrenses y de la Marina contra civiles. Debe quedarle claro a la nomenclatura militar que las acusaciones no van contra la institución sino contra los malos elementos de diversa jerarquía que se han corrompido y han expuesto la buena imagen y la noble e indispensable función de las fuerzas armadas. En lugar de sentirse ofendidos, ciertos burócratas del Ejército y la Marina deben limpiar la casa y acatar las leyes. Por lo demás, los críticos les damos las gracias y expresamos nuestro amplio reconocimiento a los militares y demás uniformados comprometidos con sus deberes constitucionales". La opinión es del periodista Feliciano Hernández sobre La CNDH desmiente al general Beltrán (27-III)… Mario Campos agrega: "Y ahora pretenden que el dócil y corrupto (en su mayoría) Congreso les apruebe una ley para hacer y deshacer a su gusto, como lo han venido haciendo, pero ahora dentro de la ley. ¡Aguas!"... Pregunta Humberto Musacchio: "No entendí eso de que 'El Club de Periodistas de México está en vías de concluir el Certamen Nacional e Internacional de Periodismo 1952-2017'. ¿Dejará de realizarlo?"… La respuesta es no. Gracias.
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