Pedro Echeverría V.
1. Si México se ha aprovechado de los EEUU en el TLC, en el comercio bilateral, en planes de ayuda como los tratados firmados como la "iniciativa Mérida", pues Trump debería dar los nombres de los beneficiados porque en México hay una poderosa clase multimillonaria que hace magníficos negocios y un 90 por ciento de la población que desde que se instaló en la práctica el TLC es cada vez más desempleada, miserable y pobre. Sin embargo, a pesar de ello, nadie puede creer que un país gran acreedor como EEUU pierda en sus negocios frente a países como México o Centroamérica que nunca han dejado de ser subordinados o "patios traseros" del imperio mundial. Por ello desde hace varios meses he escrito que "el muro" ya ha sido pagado o lo pagará México en los negocios con EEUU.
2. Escribe Orlando Caputo –destacado analista chileno/mexicano que fue además uno de los ponentes del Seminario Internacional al que asistí, que concluyó el sábado 25 en la CDMX- que "la economía de Estados Unidos, con sus empresas trasnacionales fueron las principales favorecidas con la globalización de la economía mundial". (¿Quién lo duda, con excepción de Donald Trump, que declara que todos se han beneficiado de los EEUU y por ello deben cerrar sus fronteras a otros países?) "La contrapartida ha sido la profundización de los problemas económicos, sociales, medioambientales y migratorios a nivel mundial, los que también se manifiestan en la sociedad estadounidense".
3. Todo mundo sabe, como señala Caputo, que EEUU ha sido (o fue) el principal impulsor de la globalización de la economía mundial. Fueron los impulsores y "quienes reafirmaron el neoliberalismo como el pensamiento único combinando el libre comercio con proteccionismo en importantes sectores. EEUU exigió a los otros países libertad para las exportaciones de mercancías y de capitales de EEUU. Ese gobierno puso como ejemplo a seguir en el mundo a Chile y a México, países que aplicaron en forma extrema y prolongada el neoliberalismo". ¿Puede olvidarse acaso el papel del economista Friedman, del presidente Reagan y la primera ministra Thatcher?
4. En México y en el mundo nos opusimos protestando en las calles o escribiendo contra la globalización, el neoliberalismo y sus propuestas: protestamos contra el enorme aumento de la explotación de los trabajadores, la privatización y desnacionalización de empresas, apropiación de los recursos naturales, agudización de los problemas sociales, etcétera. Fue más brutal en otros países, como en América Latina, donde capitulaba el capitalismo anterior y sobre sus ruinas surgía un "moderno" capitalismo que profundizó la explotación de recursos naturales e incrementó la subordinación y la dependencia. ¿Podemos olvidar acaso cuánto negocios pequeños, medios y grandes tuvieron que cerrar en México?
5. Las críticas a la globalización y al neoliberalismo se incrementaron en los últimos años. ¿Quién sino los EEUU fue el país más beneficiado con la globalización? ¿Por qué el creador y campeón de la libertad comercial de la noche a la mañana se transforma en proteccionista? La estrategia de Trump rechazando en parte la globalización y reivindicando lo que él llama nacionalismo proteccionista no puede ser otra cosa que una nueva estrategia para hacer más poderosos a los EEUU frente a sus nuevos competidores en el mundo: China, India, Europa, Japón. Esa actitud muy pronto se aclarará en los movimientos estratégicos de los yanquis.
6. Pienso que en las próximas semanas se hará muy transparente esa política de Trump. México, como nacionalista tradicional sólo ha estado preocupado por el muro y los migrantes; está bien, pero es muy limitado para ver en perspectiva lo que sucederá en los próximos años cuando otros países fuertes comiencen a exigirle una posición clara acerca de los problemas políticos y económicos en el mundo. Las movilizaciones de protesta antimperialistas en el mundo parece que pueden incrementarse nuevamente; Trump está ayudando con su "nacionalismo proteccionista" a que los pueblos despierten ante las nuevas amenazas de intervenciones yanquis y guerras. Las guerras son condenables, pero pueden ayudar a las revoluciones de los pueblos. (28/III/17)
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