El escenario donde se desarrollará el proceso electoral de 2018 en
México está marcado por acuerdos extraños entre partidos políticos
opuestos, candidatos personalistas, proliferación de candidaturas
independientes, trasformaciones partidistas y más participación política
de las mujeres.
Con estos elementos un contexto electoral siempre es una oportunidad y a
pesar de la incertidumbre hay que aprovechar las oportunidades, afirmó
la directora regional para Latinoamericana del Centro de Estudios de la
Democracia Directa de la Universidad de Zurich, en Suiza, Yanina Welp.
En su estancia por México para participar en diversas actividades
académicas, la doctora en Ciencias Políticas y Sociales expuso en
entrevista con Cimacnoticias que para las mujeres, como para cualquier
ciudadano, participar en los procesos políticos es una forma de actuar
para poder incidir en la definición de políticas públicas.
DEMOCRACIA INCLUYENTE
Especializada en temas de participación política más allá de las
elecciones convencionales, como referendos, plebiscitos, consultas
populares y presupuestos participativos, la también coordinadora de la
Red de Politólogas, afirma que es claro que la democracia no se entiende
sin la presencia de las mujeres.
- Anayeli García Martínez (AGM): Las nuevas formas de participación
política y nuevos actores ponen en tela de juicio qué entendemos por
democracia, ¿se puede entender la democracia sin las mujeres?
- Yanina Welp (YW): No, no se puede entender la democracia sin las
mujeres. No sé si alguien necesita que se le expliquen pero pienso que
ni siquiera hay que explicarlo. Somos la mitad de la población y somos
parte del sistema productivo, del sistema educativo. No puede haber
democracia si no hay inclusión.
- AGM: ¿Ya se puede decir que mujeres y hombres tienen las mismas oportunidades de participar?
- YW: Hay mucha investigación de muchas décadas que muestra que no, que
no tenemos las mismas posibilidades por eso es necesario hacer ciertos
cambios en la regulación y sobre todo es necesario hacer cambios
culturales. Tiene que haber cambios en las prácticas.
“En este sentido, la introducción de leyes de cuotas ha mostrado muy
claramente tener una incidencia positiva aunque quedan muchas cosas
pendientes y se generan nuevos problemas como la violencia política”.
- AGM: En México existe la paridad en candidaturas pero todavía hay quienes se oponen a este principio.
- YW: Es un paso más. Si haces esta pregunta a muchos de los que se
resisten a las cuotas, dirán: las mujeres tiene derecho a participar
pero no llegan; bueno, es que no son tan buenas. En fin creo que no
tienen mucho fundamente por no decir que no tiene ninguno.
“Estamos hablando de los mecanismos y creo que la cuota ha jugado un
buen papel, creo que lo ideal es que no hubiera necesidad de cuota. Y es
evidente que no todas las cuotas funcionan igual, y que no todos
aceptan la cuota. Pero sin duda hay que hacer políticas activas para
facilitar que estos espacios, que están vedados para las mujeres, se
abran.
“Ya no están tan vedados como antes, porque hay avances, pero bueno, en
este momento sólo hay una gobernadora (Claudia Pavlovich en Sonora).
Eso es muy difícil de pensar cuando ves que en la estructura básica de
un partido, en la militancia, hay muchas mujeres, ¿Por qué no suben
después? Hay muchas preguntas que nos podemos hacer.
- AGM: En el caso de México las mujeres son electas pero hay casos en
los que no pueden legislar o gobernar ¿lo mismo sucede a nivel
internacional?
- YW: Eso dependerá de las presiones que reciban al interior de los
partidos y su capacidad de establecer alianzas, la política es
negociación, conflicto y confrontación entre partidos e intra-partidos y
ahí las mujeres que hacen política, igual que los varones, saben que
van porque quieren luchar por ciertos principios y valores. Y de eso se
trata.
DESPUÉS DE LA PARIDAD
La Red de Politólogas, integrada por más de 150 politólogas de 18
países, realiza estudios académicos e investigación para mostrar con
datos los avances y los obstáculos que enfrentan las mujeres pero
también las nuevas formas de participación ciudadana.
- AGM: Desde una mirada global, ¿cómo ha cambiado la participación
política de las personas, ahora hay más interés por los procesos
electorales?
- YW: Hay mucha variedad entre países. Hay una discusión muy grande
sobre cuál es el cambio en la participación ciudadana. En los 90 se
hablaba de un descenso en la participación electoral y en la filiación a
partidos políticos y sindicatos, que son las instituciones básicas de
la representación.
“Sin embargo, tiempo después se empezó a ver que ese descenso se daba
pero la gente salía más a la calle y en paralelo se han ido creando
nuevos partidos políticos, todo responde al escenario europeo, e incluso
en Europa habría que hacer salvedades entre países.
“Los últimos años hemos visto el surgimiento –en partidos
tradicionales, históricos, como en Estados Unidos– de líderes populistas
que han movilizado; incluso antes (Barack) Obama, con otro perfil
completamente diferente, había generado mucha movilización social.
“En países como España o Francia también ha habido mucha participación,
o sea ¿qué es lo evidente? Que la gente participa, participa de muchas
maneras, y que hay cambios, y no tanto en la cantidad de participación
como en las estructuras donde se están dando las distintas relaciones.
“Los partidos políticos siguen siendo centrales pero tienen más
competidores, los movimientos sociales son más importantes, y la acción
de partido político ya no es la misma que teníamos hace 40 años, ahora
hay más coaliciones, hay más alianzas.
“Véase, por ejemplo, los casos de Barcelona o de Madrid donde hay
partidos nuevos en coalición con organizaciones sociales y movimientos
sociales o el caso mexicano con la proliferación de candidaturas
independientes, aunque todavía no son tantas las que han llegado al
acceso al poder.
“Lo que vemos es una profunda transformación y la participación es una
parte de todo eso, pero los cambios vienen por muchos otros lados y la
participación refleja y expresa esos cambios”.
- AGM: En México se ha dicho que hay una crisis de partidos y que una
forma de mantenerse vigentes es incluir movimientos sociales o
poblaciones antes relegadas como las mujeres ¿qué opinión tiene de esta
forma de renovarse?
- YW: Creo que es un proceso que hay que mirar con lupa. Diría bien,
perfecto: se abre una ventana de oportunidad, hay que ocuparla. El tema
es que tiene que funcionar bien. No queremos participación simbólica.
“Que se abren esos espacios está bien pero luego esos espacios tienen
que tener una incidencia real, en la definición de los programas de los
partidos, en el acceso a cargos dentro de los partidos, en la exposición
pública. No queremos ser decoración.
- AGM: Hay países europeos donde los partidos sumaron a la sociedad
civil o donde los movimientos se formalizaron en partidos políticos
¿funciona esta convergencia?
- YW: Creo que no hay recetas mágicas y estas experiencias las hemos
tenido en América Latina sobre todo América del Sur. En Ecuador y
Bolivia, con partidos con una estructura de movimiento. Incluso Alianza
País (en Ecuador) no surge como un partido, es una plataforma que agrupa
muchísimas organizaciones sociales.
Hay que analizar cómo se dan estos procesos. Lo que es necesario es que
haya cambios, más transparencia, más democracia, interna en los
partidos. En ese sentido parece haber una idea de que un poco de aire
fresco puede ayudar. En principio si, puede ocurrir, pero también (puede
pasar) que un líder nuevo tenga escasa experiencia y rápidamente se
apegue demasiado al poder.
“Las experiencias de España no están evolucionando en esa línea
justamente porque hay un equilibro, el partido no se hace más fuerte al
avanzar, sino que los movimientos sociales mantienen su fuerza. Hablamos
de concretamente de los gobiernos de Madrid y Barcelona, las alcaldesas
de ambas ciudades no provienen de partidos. Podemos, que es el partido,
respalda a esta agrupación de organizaciones de sociedad civil, se suma
como partido pero no monopoliza o no hegemoniza el proyecto político”.
A la estudiosa le parece esperanzador tener partidos políticos que
hacen alianza con movimientos sociales y que incluyen a grupos de la
población que antes eran relegados como mujeres, indígenas o del
movimiento lésbico gay pero destaca que es muy pronto para hablar de los
resultados inmediatos.
Imagen retomada del portal Página3
Por: Anayeli García Martínez Cimacnoticias | Ciudad de México .