1/18/2020

Chile: ¡Un Encuentro para las que luchan!

 – Por Carla Perelló y Laura Salomé Canteros, especial NODAL

Chile arde en historia y digna rabia feminista. Es que desde el viernes 10 hasta el domingo 12, más de 4 mil activistas territoriales se reunirán en la Universidad de Santiago, Chile, en el que será el segundo Encuentro Plurinacional de las que Luchan, una instancia preparatoria de la huelga feminista del 8 de Marzo y una excusa para la reconstrucción de la memoria feminista y el debate para la proyección del futuro soñado.
El movimiento feminista en Chile está en la primera línea del estallido social, señalando con fuerza a los opresores desde el 8 de marzo de 2019. Organizando cacerolazos, pañuelazos, besatones LGBTTIQ+, caminatas, stand up, pegatineadas, intervenciones, performances y cadenazos radiales. Todas formas de interpelación que anuncian que las calles y los espacios públicos también son hábitat de las demandas feministas.
La mercantilización y la precarización de la vida fueron los motivos de las tomas feministas en las universidades durante 2018 y la toma de las calles con la consigna “no bastan tres causales”, correlato de la marea verde que se dio en la región a partir del debate que llegó al Congreso nacional de Argentina por la legalización y despenalización del aborto. Para entonces, distintos hitos venían marcando al movimiento. Historias de vida que evidenciaron la manifestación de las violencias en su máxima expresión, muestra de que los derechos de las mujeres y las personas del colectivo LGBTTIQ+ no están en la agenda del Estado.
Por ejemplo, el femicidio empresarial de Macarena Valdéz, una activista por los derechos de las comunidades mapuches que fue encontrada sin vida el 22 de agosto de 2016 en su casa en la comunidad de Newen-Tranguil, en Liñique, al sur del país. Estaba colgada y tenía signos de ahorcamiento y fue luego de recibir amenazas por haberse resistido junto con la comunidad a que la empresa austro-chilena RP Global Chile Energías Renovables S.A., instalara unos cables de alta tensión. También por Nicole Saavedra, quien desapareció el 18 de junio de 2016 y fue encontrada violentada y asesinada el 25 del mismo mes. La investigación pasó por tres fiscales y sus familiares y amigxs esperaron más de tres años a que la justicia activara la resolución de lo que denunciaron como “lesbofemicidio”.
Las activistas y el movimiento chileno también se posicionaron políticamente durante la primera reunión del Prosur -organismo creado en reemplazo de la UNASUR-, que se realizó a principios del año pasado. La presencia más repudiada fue la del jefe de Estado de Brasil, Jair Bolsonaro, reconocido por su misoginia y racismo. Con las frase “Más amor, menos Bolsonaro”, salieron a las calles con pancartas y cánticos en el centro de la ciudad. Mientras, el dicho popular llamaba a la creatividad en la adversidad y las expresiones artísticas florecieron en cada rincón. El llamado a los cacerolazos en la voz de Anita Tijoux se replicó:
Quema, despierta
Renuncia, Piñera
Por la Alameda, nuestra es La Moneda
Cuchara de palo frente a tus balazos
¿Y al toque de queda?, ¡cacelorazo!
Y Las Tesis bajaron los textos de teóricas feministas y los transformaron en himno que hizo arder las calles no sólo de Chile o Argentina sino que llegaron a Tokio, latiendo en cada rincón del mundo contra la violencia política del Estado, de la Iglesia y la connivencia con las fuerzas represivas que digitan la vida de las personas y someten la vida de las mujeres.
Un Encuentro histórico por donde se mire
Encontrarse. Rebelarse juntas ante las imposiciones del sistema. Cambiar el mundo para un futuro mejor. Las expectativas son altas: “Creemos que va a ser un evento de carácter histórico, el evento feminista más grande de la historia de nuestro país”, nos dijo Alondra Carrillo, una de las voceras de la Coordinadora Feminista 8M, el espacio de articulación que convoca y organiza el segundo Encuentro Plurinacional de las que Luchan.
El balance del rol del movimiento feminista a lo largo de este año aparece como una de las primeras necesidades, sin embargo, un estallido social arde en el país, el 8M se acerca y no se puede dejar de mirar el fuego: “Vamos a poder transformar el programa que construimos para la huelga general feminista del año pasado en un programa que nos sirva para intervenir en los distintos niveles de la coyuntura a través de su transformación en un pliego de emergencia y en una orientación hacia el proceso constituyente. Vamos a poder también discutir un plan de lucha y aportar con todos esos elementos al movimiento popular, a los sectores que se están organizando al calor de la revuelta y poder proponer algunas orientaciones junto al movimiento social”.
Lilith Becerra llegará al Encuentro en Santiago con toda la experiencia que le otorga formar parte de una colectiva autogestionada y ser acompañante de mujeres en situación de violencias en su territorio, los cerros populares de Viña del Mar. “Como mujeres ni siquiera nuestra vida está garantizada. Hemos sido explotadas históricamente en cada espacio que habitamos: familia, escuela, trabajo, transporte público y hoy más que nunca estamos en lucha”, afirmó. Sobre la coyuntura opinó que llega al Encuentro para expresar el sentir “de las mujeres que son segregadas e invisibilizadas del sistema, el que nos vuelve hoy a violar y asesinar”, representando “el rostro de la feminizacion de la pobreza” en Chile. Y nos contó quiénes la acompañarán: “nuestras ancestras, abuelas y las que ya no están pero que viven en nuestra memoria de sobrevivientes y feministas”.
Alondra nos contó que son cinco mil las inscriptas que llegarán desde todos los territorios del país e incluso hay quienes atravesarán las fronteras. “Esperamos que toda esa diversidad multiplique la potencia para poder seguir imaginando los caminos para transformar radicalmente la realidad que ya tenemos. Combatir efectivamente la violencia contra la cual nos hemos rebelado y abrir un horizonte a un futuro distinto, mejor”, afirmó.
“Yo marcho por mis compañeritas con alas”
En el Chile de hoy, mientras hay espacios que debaten la paridad de género tras el anuncio del inicio de un proceso de debate institucional para una nueva Constitución, propuesta del presidente Sebastián Piñera, hay quienes discuten en el Congreso la reducción de las horas trabajadas de 45 a 40. Mientras, en las calles y universidades, el movimiento estudiantil de secundaries protesta por la falta de garantía del acceso al derecho a la educación, ya que el ingreso universitario restringido hace que de 295 mil estudiantes que rinden exámenes, solo 112 mil obtienen cupo el universitario.
Al respecto, la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarixs, emitió ayer una declaración en la que llama a “fortalecer y multiplicar las asambleas” ante la respuesta del gobierno nacional de querellar a 34 dirigentes secundarixs tras las movilizaciones que lograron que en varias sedes universitarias se cancelaran las pruebas de admisión a pesar de los operativos de represión estatal. “¿Cómo ibamos a rendir la PSU mientras tenemos compañeros/ as presos/as, mutilados/ as, asesinados/ as y familias enteras estremecidas por el dolor de perder a uno de los/ as suyos/as por luchar por una vida digna?”, dice el comunicado público, “hemos decidido ponerle fin a una prueba estandarizada que lleva años condicionando la vida de los hijos y las hijas de los trabajadores”.

En Chile, la pedagogía de la crueldad apuesta a multiplicar las imágenes del dolor. Sin embargo, hay quienes aun se animan a pensar en les niñes. Aunque elles piensan por sí mismxs. El estallido social que comenzó el 18 de octubre hoy encuentra a activistas, vecinxs, ciudadanía, debatiendo la necesidad de una reforma y revolución en asambleas autoconvocadas. Y es en esos espacios comunes donde se hace presente el futuro. Como esa niña, que desafía con ternura, llevando gafas, glitter, colores pasteles y un cartel que dice: “Yo marcho por mis compañeritas con alas”.

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