Chile
arde en historia y digna rabia feminista. Es que desde el viernes 10
hasta el domingo 12, más de 4 mil activistas territoriales se reunirán
en la Universidad de Santiago, Chile, en el que será el segundo
Encuentro Plurinacional de las que Luchan, una instancia preparatoria de
la huelga feminista del 8 de Marzo y una excusa para la reconstrucción
de la memoria feminista y el debate para la proyección del futuro
soñado.
El movimiento feminista en Chile está en la primera línea del
estallido social, señalando con fuerza a los opresores desde el 8 de
marzo de 2019. Organizando cacerolazos, pañuelazos, besatones LGBTTIQ+,
caminatas, stand up, pegatineadas, intervenciones, performances y
cadenazos radiales. Todas formas de interpelación que anuncian que las
calles y los espacios públicos también son hábitat de las demandas
feministas.
La mercantilización y la precarización de la vida fueron los motivos
de las tomas feministas en las universidades durante 2018 y la toma de
las calles con la consigna “no bastan tres causales”, correlato de la
marea verde que se dio en la región a partir del debate que llegó al
Congreso nacional de Argentina por la legalización y despenalización del
aborto. Para entonces, distintos hitos venían marcando al movimiento.
Historias de vida que evidenciaron la manifestación de las violencias en
su máxima expresión, muestra de que los derechos de las mujeres y las
personas del colectivo LGBTTIQ+ no están en la agenda del Estado.
Por ejemplo, el femicidio empresarial de Macarena Valdéz, una
activista por los derechos de las comunidades mapuches que fue
encontrada sin vida el 22 de agosto de 2016 en su casa en la comunidad
de Newen-Tranguil, en Liñique, al sur del país. Estaba colgada y tenía
signos de ahorcamiento y fue luego de recibir amenazas por haberse
resistido junto con la comunidad a que la empresa austro-chilena RP
Global Chile Energías Renovables S.A., instalara unos cables de alta
tensión. También por Nicole Saavedra, quien desapareció el 18 de junio
de 2016 y fue encontrada violentada y asesinada el 25 del mismo mes. La
investigación pasó por tres fiscales y sus familiares y amigxs esperaron
más de tres años a que la justicia activara la resolución de lo que
denunciaron como “lesbofemicidio”.
Las activistas y el movimiento chileno también se posicionaron
políticamente durante la primera reunión del Prosur -organismo creado en
reemplazo de la UNASUR-, que se realizó a principios del año pasado. La
presencia más repudiada fue la del jefe de Estado de Brasil, Jair
Bolsonaro, reconocido por su misoginia y racismo. Con las frase “Más
amor, menos Bolsonaro”, salieron a las calles con pancartas y cánticos
en el centro de la ciudad. Mientras, el dicho popular llamaba a la
creatividad en la adversidad y las expresiones artísticas florecieron en
cada rincón. El llamado a los cacerolazos en la voz de Anita Tijoux se
replicó:
Quema, despierta
Renuncia, Piñera
Por la Alameda, nuestra es La Moneda
Cuchara de palo frente a tus balazos
¿Y al toque de queda?, ¡cacelorazo!
Y Las Tesis bajaron los textos de teóricas feministas y los
transformaron en himno que hizo arder las calles no sólo de Chile o
Argentina sino que llegaron a Tokio, latiendo en cada rincón del mundo
contra la violencia política del Estado, de la Iglesia y la connivencia
con las fuerzas represivas que digitan la vida de las personas y someten
la vida de las mujeres.
Un Encuentro histórico por donde se mire
Encontrarse. Rebelarse juntas ante las imposiciones del sistema.
Cambiar el mundo para un futuro mejor. Las expectativas son altas:
“Creemos que va a ser un evento de carácter histórico, el evento
feminista más grande de la historia de nuestro país”, nos dijo Alondra
Carrillo, una de las voceras de la Coordinadora Feminista 8M, el espacio
de articulación que convoca y organiza el segundo Encuentro
Plurinacional de las que Luchan.
El balance del rol del movimiento feminista a lo largo de este año
aparece como una de las primeras necesidades, sin embargo, un estallido
social arde en el país, el 8M se acerca y no se puede dejar de mirar el
fuego: “Vamos a poder transformar el programa que construimos para la
huelga general feminista del año pasado en un programa que nos sirva
para intervenir en los distintos niveles de la coyuntura a través de su
transformación en un pliego de emergencia y en una orientación hacia el
proceso constituyente. Vamos a poder también discutir un plan de lucha y
aportar con todos esos elementos al movimiento popular, a los sectores
que se están organizando al calor de la revuelta y poder proponer
algunas orientaciones junto al movimiento social”.
Lilith Becerra llegará al Encuentro en Santiago con toda la
experiencia que le otorga formar parte de una colectiva autogestionada y
ser acompañante de mujeres en situación de violencias en su territorio,
los cerros populares de Viña del Mar. “Como mujeres ni siquiera nuestra
vida está garantizada. Hemos sido explotadas históricamente en cada
espacio que habitamos: familia, escuela, trabajo, transporte público y
hoy más que nunca estamos en lucha”, afirmó. Sobre la coyuntura opinó
que llega al Encuentro para expresar el sentir “de las mujeres que son
segregadas e invisibilizadas del sistema, el que nos vuelve hoy a violar
y asesinar”, representando “el rostro de la feminizacion de la pobreza”
en Chile. Y nos contó quiénes la acompañarán: “nuestras ancestras,
abuelas y las que ya no están pero que viven en nuestra memoria de
sobrevivientes y feministas”.
Alondra nos contó que son cinco mil las inscriptas que llegarán desde
todos los territorios del país e incluso hay quienes atravesarán las
fronteras. “Esperamos que toda esa diversidad multiplique la potencia
para poder seguir imaginando los caminos para transformar radicalmente
la realidad que ya tenemos. Combatir efectivamente la violencia contra
la cual nos hemos rebelado y abrir un horizonte a un futuro distinto,
mejor”, afirmó.
“Yo marcho por mis compañeritas con alas”
En el Chile de hoy, mientras hay espacios que debaten la paridad de
género tras el anuncio del inicio de un proceso de debate institucional
para una nueva Constitución, propuesta del presidente Sebastián Piñera,
hay quienes discuten en el Congreso la reducción de las horas trabajadas
de 45 a 40. Mientras, en las calles y universidades, el movimiento
estudiantil de secundaries protesta por la falta de garantía del acceso
al derecho a la educación, ya que el ingreso universitario restringido
hace que de 295 mil estudiantes que rinden exámenes, solo 112 mil
obtienen cupo el universitario.
Al respecto, la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarixs,
emitió ayer una declaración en la que llama a “fortalecer y multiplicar
las asambleas” ante la respuesta del gobierno nacional de querellar a 34
dirigentes secundarixs tras las movilizaciones que lograron que en
varias sedes universitarias se cancelaran las pruebas de admisión a
pesar de los operativos de represión estatal. “¿Cómo ibamos a rendir la
PSU mientras tenemos compañeros/ as presos/as, mutilados/ as,
asesinados/ as y familias enteras estremecidas por el dolor de perder a
uno de los/ as suyos/as por luchar por una vida digna?”, dice el
comunicado público, “hemos decidido ponerle fin a una prueba
estandarizada que lleva años condicionando la vida de los hijos y las
hijas de los trabajadores”.
En Chile, la pedagogía de la crueldad apuesta a multiplicar las
imágenes del dolor. Sin embargo, hay quienes aun se animan a pensar en
les niñes. Aunque elles piensan por sí mismxs. El estallido social que
comenzó el 18 de octubre hoy encuentra a activistas, vecinxs,
ciudadanía, debatiendo la necesidad de una reforma y revolución en
asambleas autoconvocadas. Y es en esos espacios comunes donde se hace
presente el futuro. Como esa niña, que desafía con ternura, llevando
gafas, glitter, colores pasteles y un cartel que dice: “Yo marcho por
mis compañeritas con alas”.
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