Los niños de la calle, en el baúl del olvido tutelar
Iniciativa. Duermen en la calle y comen lo que
Una iniciativa morenista en el Congreso de la Unión, es la punta de
lanza para establecer, por vez primera en realidad, una tutela palpable
del Estado sobre los niños de la calle. Estos menores duermen en las
calles o plazas, se alimentan de las sobras de restaurantes o de zonas
habitacionales, no poseen documentos, no asisten a la escuela y ni
siquiera es claro cuántos son, pues su movilidad ha impedido un registro
fiable.
Por ejemplo, en la Ciudad de México el dato más actualizado habla de
207 menores en esta situación. El dato de 2017 no parece fiable. En un
solo punto de la ciudad, en la calle Artículo 123, Crónica
contabiliza unos 30 menores, aparentemente nacidos en la calle y no
mayores a 15 años. En la Colonia Roma, en diciembre, cuando el jefe de
sector policial convocó a los vecinos, éstos le refirieron la aparición
de mujeres en situación de calle con niños en brazo. Una familia en el
Parque Ignacio Chávez parece comprobarlo, la mujer lleva a un niño en
brazos y a una menor de unos 8 años, aproximadamente.
La remodelación del parque aleja a estas familias de la calle de ese
lugar. Los niños desaparecen de allí, aunque es poco probable que su
situación haya cambiado mucho.
La iniciativa morenista que se está impulsando establecería que
municipios, estados y federación tendrán obligaciones específicas para
albergarlos, al menos darles dormitorio y volverlos sujetos de
reinserción social, un término que suena un tanto duro por usarse
generalmente para internos de centros penitenciarios. Pero la iniciativa
usa ese término bajo la lógica de que los derechos de los niños de la
calle (como en efecto pasa) están sin supervisión o cuidados concretos;
la reinserción para ellos es que una instancia clara se ocupe de ellos y
busque que su futuro no esté en la calle.
Cabe recordar que la UNICEF establece que los niños en situación de
calle son los menores de 18 años sin hogar, que tienen vínculos
familiares débiles o inexistentes, rotos por desestructuración familiar,
que hacen de la calle su hábitat principal y desarrollan en ella la
supervivencia.
La iniciativa referida está encabeza por la Comisión de Derechos de
la Niñez y Adolescencia de la Cámara de Diputados y, en ella, la
diputada Leticia Díaz Aguilar.
Esta Comisión analiza la habilitación de albergues como parte de las
ordenanzas legales que los tres órdenes de gobierno deberán cumplir en
caso de que la iniciativa legal prospere y buscaría modificar la Ley
General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes para obligar
al Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y
Adolescentes para garantizarlo.
Además obligaría a los gobiernos a elaborar protocolos de atención,
es decir, una serie de pasos para la atención de estos menores. De igual
manera, se delinearían acciones de asistencia y protección que deberán
implantar las procuradurías sociales encargadas del tema de cada entidad
federativa.
En el caso de los albergues, se estipula que los sistemas nacional,
estatal y municipal DIF habilitarán espacios de alojamiento para
recibirlos.
Se puntualiza que las autoridades federales, de las entidades
federativas y municipales, en el ámbito de sus respectivas competencias,
establecerán políticas públicas en la materia con la finalidad de
lograr la reinserción familiar y social.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que los
factores causantes de que los niños, niñas y adolescentes estén en la
calle son la desintegración del entorno familiar, conflicto armado,
pobreza extrema, abusos físicos y sexuales, explotación infantil,
desplazamientos por emigración, urbanización y crecimiento descontrolado
de suburbios y analfabetismo.
También se originan en catástrofes sociales (corrupción, mala gestión
de recursos), catástrofes políticas (guerra, conflicto civil, conflicto
étnico), catástrofes naturales (sequías, inundaciones, terremotos),
colapso económico (pérdida del hogar, padres, familia, educación),
desempleo, abuso de drogas y alcohol, enfermedad y ausencia de atención
sanitaria, o muerte del progenitor.
Según los informes del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia
(UNICEF), existen 100 millones de niñas y niños abandonados en todo el
mundo, de los cuales 40 millones pertenecen a América Latina, con edades
que oscilan entre los 10 y 14 años; están condenados a sobrevivir en el
único “hogar” que tienen disponible, esto es, las calles del
continente.
En México, los grupos familiares en calle se han vuelto normales en
algunas ciudades. La existencia de niños en situación de calles, solos,
también.
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