1/25/2020

¡Me la rifo! Andrés Manuel y la batalla de los símbolos



María Teresa Priego 

Mientras "la oposición moralmente derrotada", se tira por las ventanas ante la "locura" inenarrable del presidente López Obrador, Náyade Oropeza y Arquímedes Mollinedo ya quieren comprar su cachito para la rifa del avión. Ya lo bailan al ritmo de la reciente cumbia que circula en redes: "El avión presidencial". Ya lo comentan. Lo debaten. Se concentran en lo que sí importa: ¿cómo es posible que ese avión exista? ¿cómo es posible que por décadas –en sus distintas versiones– haya existido? El lujo innecesario parte en cachitos. Un ícono de toda una manera de entender el poder, parte en cachitos. El significante "avión presidencial". El significante "Residencia oficial de los Pinos". Es brillante Andrés Manuel en las batallas de los símbolos. Esos que nos lanzan de bruces ante la realidad. El avión es conocido como TP–01. ¿Todo–Poderoso–número 1? Todavía debemos una parte del animalito. Todas/os. Algunitos milloncejos. No se irriten. No se indignen. Parecerían "comunistas" y eso es muy antiestético.
¿Para qué querría alguien un pajarraco que ningún ser humano puede colocar en ningún lado, sino a costa de los demás? Seis millones de "cachitos". ¿Quién se la rifa? El boleto costaría 500 pesos, la familia extensa hace su cochinito. ¿Qué es lo que tendríamos que celebrar porque el avión no haya logrado venderse en Estados Unidos? Hara–Kiri, que le dicen. Ahora el avión se llama "José María Morelos y Pavón". El anterior se llamó "Benito Juárez". Depredadores, pero nacionalistas. Eso sí. Ni modo que el avión del presidente mexicano se llamara Chanel o Christian Dior, ¿verdad? No hay como la lealtad a la Patria y la referencia histórica.
Antes de esos dos aviones, el "Quetzalcóatl" atravesó las nubes con nuestra bandera. El más grande animal volador que existió en el Cretáceo se llama Quetzalcoatlus. Eso fue lo que le sucedió a Andrés Manuel, se encontró con el Quetzalcoatlus –un representante de otros mundos, de otras épocas, un animal insaciable de fauces abiertas– entre los brazos. "Estos aviones de lujo que nada tiene que ver con la realidad que existe en nuestro país. Eso es un reflejo de cómo había dos mundos, el mundo del pueblo y el mundo de los gobernantes, mientras la gente no tenía ni para satisfacer sus necesidades básicas los funcionarios vivían en el lujo con dinero del pueblo". La corrupción es y ha sido un animal insaciable.
"En tu lugar, yo me preocuparía por instalar tu cuerpo en un trono. Podrías aumentar eternamente tus riquezas, comer morcilla todo el tiempo y andar por las calles en carroza", le aconsejan a Ubu en la obra de teatro "Ubu rey" de Alfred Jarry. Un equivalente (que asume su absurdo) del "merezco la abundancia". No hay alteridad alguna en esos cotos de poder del Yo me merezco todo. Mi grupo y Yo. Mis "pares" especulares y Yo. Durante la campaña de Enrique Peña Nieto un spot lo mostraba en el lujoso interior de un medio de transporte que una no atinaba a saber si era una limousine o la cabina de un avión. Una campaña descarnadamente empresarial. Lo que las agencias publicitarias llaman (puñalada trapera) "aspiracional". La imposición de la banalidad por sobre la realidad. Mirarlos vivir desde un salario mínimo miserable. El telúrico movimiento social que despertó Andrés Manuel López Obrador nos regresó a nuestra carne y a nuestros huesos. Las aspiraciones de millones de mexicanos –el voto así lo probó– están muy en otro lado. No queremos ser espectadores.
Estamos endeudados con el avioncito hasta el 2027. Mientras pagabas tus impuestos imaginando una nueva escuela en algún rincón de México (si semejante fantasía te era posible) la "Gaviota" volaba de sus más altos vuelos. Lo hacían –¡Además!– por el pueblo de México. ¿Qué podrían pensar en los Emiratos Árabes, en la Patagonia Austral, en Siberia, si el presidente mexicano viajaba en avión de línea? La ignominia, caray. Un boeing 787 para ochenta personas. También pagamos la habilitación de sus interiores, los edredones de plumas rellenos con la vida cotidiana de sus desplumados. Una mujer camina horas para acarrear el agua hasta su casa. El ruido de las turbinas. No alcanza para lo básico: la tortilla y los frijoles. "Le faltaron los hielos al whisquito de mi compadre". El cacique del pueblo cobra muy caro para entregar los materiales de construcción de los programas sociales. "Qué elegancia tu outfit, qué porte de reina, ¡qué bárbara!".
¿Cómo no recordar con este llamado a la rifa –una de las cinco posibilidades para solucionar la deuda del avión– ese otro llamado del presidente Lázaro Cárdenas en aquellos días de la expropiación petrolera? Las/los mexicanas/os respondieron. Unos pesos, un puerquito, un anillo refulgente. Alto al saqueo. Que lo nuestro sea nuestro. Me costaría trabajo creer que Andrés Manuel no consideró este dato histórico. "Tenemos un problema serio, lo pongo en la mesa". Cada ciudadana/o es parte de la posible solución, dado que a todas/os nos afecta el problema. Lo que significa: somos parte. Seis millones de cachitos. En este llamado, por supuesto, el Quetzalcoatlus es una realidad y una metáfora del saqueo. "Un palacio en los cielos", dijo Andrés Manuel.
El interior de ese avión acolchonado. El mundo cerrado del Poder. La distancia entre ese Poder en las nubes y la terrenalidad tan precaria. El aislamiento sordo que se privilegia, porque, ¿quién de ellos habría nacido para menos? Dicen que la hora de vuelo del avión cuesta alrededor de quince mil dólares. La "carroza" voladora de Ubu despegaba y desde sus ventanas, el clan Ubu observaba como se empequeñecían los techos en la medida en que el avión se alejaba. Debajo de esos techos habitan personas. Pero, ¿cómo escucharlas? ¿cómo mirarlas si el poderoso pajarraco vuela por encima de las nubes? Ya no hay manera de distinguir techos, mucho menos formas humanas. ¿A quién le importan los olvidados de la tierra? A Andrés Manuel le importan. Sus significantes nos convocan. No será, es cierto, "tamalitos de chipilín", construir, sostener y defender los significados. Los contenidos de ese esfuerzo solidario al que –en todos los terrenos– nos convoca. Necesitamos décadas para lograr que la bestia de la corrupción vaya cerrando sus fauces. Ya comenzamos. Que asuma su cachito de transformación, quien lo considere necesario.


25 años de la Plataforma de Beijing en América Latina- Logros y desafíos

Así lo constataron la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Oficina Regional de las Américas y el Caribe de la Entidad de Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU-Mujeres), en el informe que sirve de base para la discusión que se llevará a cabo la próxima semana en Santiago de Chile, entre los Estados, como parte de los eventos rumbo al 25 aniversario de la plataforma, los cuales se realizarán durante todo 2020.
Las recomendaciones serán presentadas en el 64° periodo de sesiones de la Comisión de la Mujer de la ONU, en marzo en Nueva York, y más tarde en la Asamblea General del gremio que conmemora el 25° aniversario de la Conferencia y Plataforma de Acción de Beijing, en septiembre. Camino a la Asamblea General, también se celebrarán dos “Foros de la Igualdad” en Ciudad de Mëxico y Paris, Francia, en mayo y julio.
El encuentro en Chile estaba previsto tener lugar en noviembre 2019, pero tuvo que ser aplazado debido a las masivas protestas sociales en el país. Mujeres de la sociedad civil, en su documento alternativo “Luces y sombras”, retomaron las demandas de las y los protestantes y recalcaron que el modelo de desarrollo en la región “condujo a la fuerte polarización entre una gran cantidad de población que debe repartirse una mínima parte de la producción, mientras un reducido grupo concentra la mayor proporción de los recursos y la riqueza.” Esa desigualdad económica, política y social afectaría a la estabilidad democrática, afirmaron.
Ambos informes reformulan las anteriormente 12 “esferas de preocupación”, como se llamaban en Beijing, y reordenan los temas bajo nuevos títulos. La erradicación de la pobreza, por ejemplo, ahora se junta con el desarrollo inclusivo y trabajo decente, y en el informe alternativo con la prestación de servicios sociales como infraestructura y salud. La esfera que desde 1995 se ha diluido en los nuevos temas y ya no recibe un capítulo especial, es el enfoque hacia las niñas.
En tanto, la esfera que ya no aparece en el informe oficial, es “La mujer y los medios de difusión”, capítulo que las feministas en Beijing planteaban a causa de la baja representación de mujeres en los medios, tanto como protagonistas, como expertas, reporteras o editoras con poder de decisión, así como la manera estereotipada y sexista de presentar a mujeres en los medios. El Monitoreo Global de Medios demostró en 2015, que la representación de las mujeres en los medios, sólo ha avanzado en fracciones, sin embargo, el tema ya no forma parte de las evaluaciones de las feministas rumbo a Beijing +25.
Los temas que se ven más presentes en los informes actuales, comparado con 1995, son las necesidades de la comunidad LGBTI+, en especial de personas trans, así como un enfoque fuerte en la interseccionalidad, es decir, el reconocer que la discriminación hacia las mujeres se multiplica cuando son indígenas, afrodescendientes, con discapacidad, o pertenecen a otros grupos vulnerables.

Violencia contra mujeres, prioridad No. 1

El informe de CEPAL y ONU Mujeres resaltó que para el conjunto de América Latina y el Caribe, las prioridades en este período fueron la violencia contra las mujeres, la participación política, y temas económicos como los derechos laborales y la redistribución de los cuidados.
Las prioridades en las diferentes regiones, sin embargo, variaron, con el Caribe invirtiendo en acciones a favor de la salud, también la sexual y reproductiva, y Centroamérica destacando acciones a favor del acceso a la justicia. Los países andinos pusieron en práctica acciones para la erradicación de la pobreza y el aumento de la productividad, sobre todo en áreas rurales, mientras que los países del Cono Sur se concentraron en acciones a favor de los derechos laborales.
La situación de violencia que viven las mujeres y su expresión más cruda, el feminicidio, sería una de las mayores preocupaciones planteadas por los países en sus informes, destacaron las instituciones. En 23 países de la región, existen planes y políticas nacionales contra la violencia por razón de género contra las mujeres. En 18, se aprobaron leyes que tipifican el femicidio/feminicidio, los más recientes Brasil, en 2015, Paraguay, en 2016, y Uruguay, en 2017.
Países con legislación que tipifica el feminicidio, Fuente: CEPAL
No obstante lo anterior, el informe destacó que “existen retos en relación con la aplicación efectiva de estas leyes y normas”, por lo cual consideró que el acceso a la justicia y los mecanismos de prevención, atención y protección a las víctimas cobrarán más importancia en futuros periodos de observación.
En cuanto a la erradicación de la pobreza y los derechos laborales, CEPAL y ONU Mujeres afirmaron que la feminización de la pobreza “muestra un incremento a nivel regional; pasó de 117,4 mujeres por cada 100 hombres que viven en hogares pobres en 2015, a 120,9 en 2017.” En América Latina, en promedio 29.4 por ciento de las mujeres no cuentan aún con ingresos propios, porcentaje que se ubica en torno al 10.7 por ciento en el caso de los hombres.

Trabajo del cuidado sigue mal distribuido

“Las brechas salariales de género persisten como un obstáculo para la autonomía económica de las mujeres y tienen un efecto perverso no solo en su vida laboral, sino también en los niveles de ingreso a la edad de retiro y en el monto de la pensión a la que tendrán acceso. Estas brechas salariales son aún mayores para los grupos de mujeres que enfrentan múltiples discriminaciones en la región, como son las mujeres indígenas, afrodescendientes o migrantes”, destacó el informe oficial, y llamó a los gobiernos a diseñar mecanismos y políticas orientados a incidir en el cuidado y el trabajo no remunerado.
Las organizaciones de la sociedad civil, por su parte, criticaron que “en el quinquenio prácticamente no hubo modificaciones para el reconocimiento del trabajo de cuidado en las normas nacionales y en su incorporación en las cuentas nacionales. Algunos países informan la utilización de presupuestos sensibles al género con resultados insuficientes.”
La participación política de las mujeres en la región ha dado un gran paso hacia adelante. CEPAL y ONU Mujeres mencionan la reforma político-electoral en México, que “dejó atrás las cuotas de género y estableció el principio de paridad”. También otros países, como Costa Rica, Panamá, Argentina y El Salvador, promovieron mecanismos para garantizar una alternancia entre mujeres y hombres en las planillas de candidaturas.
Sin embargo, las autoras observaron que si bien se constatan avances, la designación de mujeres en los gabinetes ministeriales se centra principalmente en los sectores social y cultural, además, en la actualidad, “no existe ninguna jefa de Estado en América Latina”, mientras que en el Caribe, hay cinco. Por el otro lado, en el Caribe se observó un retraso en la institucionalización de institutos para el avance de las mujeres, ya que en 83.3 por ciento de los casos, son mecanismos tenían un rango ministerial bajo, mientras que en la mitad de los países latinoamericanos, tuvieron rango jerárquico alto, es decir, el de un ministerio.
En general, “a menudo los mecanismos cuentan con escasos recursos y carecen del mandato, la influencia, la jerarquía institucional y la capacidad requerida para exigir resultados a otros organismos gubernamentales”, constató el informe. Cabe recordar que cuando se aprobó la Plataforma de Acción, en 1995, en casi ningún país del mundo existían Ministerios de mujeres u otros mecanismos para las mujeres.

Crítica al modelo económico extractivo

El informe “Luces y Sombras” demandó la participación de organizaciones feministas en los mecanismos de Adelanto de la Mujer y la inclusión de todas las perspectivas, sobre todo de mujeres indígenas y afrodescendientes, en la toma de decisiones. Ambos documentos advierten que “la coyuntura política (es decir, el auge de gobiernos derechistas como en Brasil) presenta ciertas amenazas sobre los logros de las últimas décadas”. La respuesta, desde el punto de vista de las organizaciones feministas, debe ser “profundizar los cambios de modelo económico en torno a la redistribución y explotación de recursos naturales a fin de acortar las brechas de desigualdad, y mejorar sensiblemente la redistribución de la riqueza y las oportunidades de bienestar.”
Así, en palabras de Mabel Bianco, médica argentina que liderará el grupo de organizaciones sociales en el encuentro: “Es importante que el documento regional que se elabore en Chile contenga muchas de nuestras propuestas de la sociedad civil que promuevan y aceleren la implementación del Plan de Acción de Beijing. Esta región debe seguir siendo la más progresista”, dijo al sitio web “Periódicas”. 


Ciudad de México. 

Las mujeres, las grandes perdedoras de la distribución de la riqueza mundial





Las fortunas millonarias crecen a expensas del trabajo de mujeres y niñas




Davos (Suiza), 23 ene. 20. AmecoPress/AFP.- Las mujeres son las grandes perdedoras de la distribución de la riqueza mundial, ya sumamente desigual pues 2.153 millonarios poseen más que el 60% de la población, denunció el lunes la ONG Oxfam en un informe.
La ONG señala que las 22 personas más ricas del mundo tienen una riqueza superior a la que poseen todas las mujeres de África.
"Las mujeres, en general y las jóvenes, en particular, son las que menos se aprovechan del sistema económico actual", dice Amitabh Behar, responsable de Oxfam en India, que representará a la ONG este año en la edición del Foro de Davos de este año que abre el martes en el reputado balneario suizo.
El informe anual de Oxfam sobre las desigualdades mundiales se suele publicar antes de la apertura del Foro Económico de Davos, una cita a la que desde hace medio siglo acuden la flor y nata de la economía y la política planetarias.
La edición de este año estará marcada por los grandes movimientos de protesta populares que sacudieron al mundo en 2019 desde Chile a Oriente Medio pasando por Francia.
Según Bloomberg, al menos 119 millonarios, cuya fortuna total se eleva a unos 500.000 millones de dólares (unos 451.000 millones de euros) se espera que acudan a Davos este año.
"En lo alto de la pirámide, miles de millones de dólares se encuentran en manos de un pequeño grupo de personas, principalmente hombres", denuncia Oxfam.
En 2019, los 2.153 multimillonarios que había en el mundo tenían más dinero que el 60% de la población del planeta.
"La brecha entre ricos y pobres no puede ser resuelta sin políticas deliberadas de lucha contra las desigualdades. Los gobiernos deben garantizar que las empresas y los ricos paguen su justa parte de impuestos", asegura Amitabh Behar.

"Las desigualdades indecentes están en el centro de las fracturas y de los conflictos sociales en todo el mundo. No son una fatalidad (sino) el resultado de políticas (...) que reducen la partipación de los más ricos al esfuerzo de solidaridad por el impuesto y fragilizan la financiación de los servicios públicos", insiste de su lado Pauline Leclère, portavoz de Oxfam France, también citada en un comunicado.

Trabajo no remunerado

Según los datos de la ONG, cuya metodología se basa en cifras divulgadas por la revista Forbes y el banco Crédit Suisse aunque es criticada por algunos economistas, 2.153 personas disponen actualmente de más riqueza que 4.600 de millones más pobres del planeta.
De hecho, la fortuna del 1% de los más ricos "corresponde a más del doble de la riqueza acumulada" por 6.900 millones de personas, es decir, el 92% de la población mundial, una concentración que "supera la deuda", señala el informe.
"Las mujeres están en primera línea de las desigualdades a causa de un sistema económico que las discrimina y las encierra en los oficios más precarios y menos remunerados, empezando por el sector de los cuidados", asegura Pauline Leclère.
Según los cálculos de Oxfam, el 42% de las mujeres en el mundo no pueden tener un trabajo remunerado por la carga demasiado importante de trabajo de cuidados en el ámbito privado o familiar, frente a solamente el 6% de los hombres.
Pese a que cuidar de los demás, cocinar o limpiar son tareas esenciales "la pesada y desigual responsabilidad del trabajo de cuidados que recae sobre las mujeres perpetúa tanto las desigualdades económicas como la desigualdad de género", afirma la oenegé.
Oxfam cifra el valor monetario del trabajo de cuidados no remunerado de las mujeres de más de 15 años en 10.800 millones de dólares anuales, es decir "tres veces más que el valor del sector digital a escala mundial", subraya la ONG.
Foto: Archivo AmecoPress.

Migración femenina, fenómeno marcado por la violencia sexual y estereotipos







El 80% de personas cree que todas tienen derecho a migrar, pero al mismo tiempo, muchas consideran que la migración está conectada con el terrorismo, “una retórica del miedo que afecta a las migraciones




Madrid, 23 ene. 20. AmecoPress.- La violencia sexual y los estereotipos, según los expertos, son los grandes escollos que las mujeres deben afrontar en los procesos de migración, en los que una narrativa negativa se suma a la pesada carga que vuelve cuesta arriba la movilidad humana femenina.

“La narrativa es muy negativa, muy estrecha, en donde se le acusa a la mujer migrante como un estorbo”, dijo la directora de ONU Mujeres para América Latina y el Caribe, la uruguaya María-Noel Baeza, que participa en el XII Foro Global sobre Migración y Desarrollo (FGMD) de la ONU que se inauguró este martes en Quito.
En ese marco se desarrolló el panel "Prevención y respuestas a los ataques de género contra migrantes", en el que se habló sobre la tolerancia, los miedos y la xenofobia.

"Solo el 3.6% de gente está en movilidad humana en el mundo" y aunque "es muy poco con relación al total de la población", es "sumamente vulnerable", sostuvo Baeza.

Y por ello, expertos que participaron en el mencionado panel pidieron poner los derechos humanos en el centro de la agenda de discusión pública y adoptar una agenda sobre migración, con especial atención al caso de mujeres y niñas.
Cambio de narrativa

En el panel "Buscando un punto medio: defendiendo las narrativas públicas sobre migración", expertos de la región coincidieron en la responsabilidad de los medios de comunicación para cambiar la mirada en torno a la movilidad humana.
Asimismo, en la necesidad de no explicar la migración a través de números fríos sino de contar historias que despierten empatía.
Pero la directora regional de ONU Mujeres fue más allá al apuntar que ese cambio debe concretarse "entre todos".
Un fenómeno que debe empezar en casa y se debe reflejar también en las redes sociales gracias a las cuales se "democratizó" la información, pero también la desinformación, según los panelistas.
Eva Garzón, representante de Oxfam -la confederación internacional formada por 17 organizaciones no gubernamentales nacionales que realizan labores humanitarias en 90 países-, subrayó que las narrativas negativas "están haciendo la vida de los migrantes mucho más difícil".
Y se lamentó de que se utilice a la migración para justificar otras dificultades sociales: falta de trabajo, de oportunidades, inseguridad.
Según un estudio de Oxfam, el 80% de personas cree que todos tienen derecho a migrar, pero al mismo tiempo, muchos consideran que la migración está conectada con el terrorismo, "una retórica del miedo que afecta a las migraciones", indicó.

Migración femenina, fenómeno nuevo

En el FGMD, Baeza mencionó que la región vive una "crisis migratoria" en la que la mujer es doblemente vulnerable, y en ese marco recordó los flujos migratorios de Guatemala, El Salvador y Honduras hacia Estados Unidos.
Según la experta, el "80% de las mujeres que hacen la caminata desde esa zona, atravesando México, es violada o sufre violencia sexual".
Desde hace unos tres años ha aumentado la migración femenina, "es un fenómeno nuevo", acentuado en África hacia Europa, y ligado al no retorno de los hombres y la merma en el envío de las remesas debido a que sus parientes no consiguen trabajo, explicó.
Se trata de un fenómeno que también se repite en América, con Venezuela, Centroamérica y México como ejemplos latentes.
La experta instó a entender el miedo de los migrantes al llegar a un nuevo destino y señaló como "legítimo" también el de la comunidad receptora, pero -advirtió- no debe ser exacerbado, para lo cual es fundamental "cambiar la narrativa", hablar de su aporte.

Mujer, aporte para la economía

Para la directora regional de ONU Mujeres, se debe ponderar lo que representa la mujer para apoyar la economía, asunto con el que coincidieron otros panelistas, que criticaron el estereotipo por el cual se le ve a la migrante "sólo como trabajadora doméstica".
Pidieron un mayor intercambio de ideas para que las migrantes puedan formar parte de movimientos locales, como los feministas, en busca de cambios "mucho más impactantes".
Las migrantes se pueden vincular, además, a grupos de trabajadores en busca de la inclusión de las personas en movilidad humana en la economía del país.
En los paneles se destacó el tema de la "industria del cuidado", que puede involucrar a hombres pero que "está más feminizada pues desde siempre la mujer está en los cuidados", dijo Baeza.
Si una mujer tiene la opción de dejar sus hijos al cuidado de otra persona, calificada y confiable, puede salir a trabajar y aportar a la economía del país, coincidieron los expertos.
Se trata -dijo Baeza- de una industria que se desarrolla con buen viento en Uruguay, que en la mayoría de naciones es “muy informal, no está regulada”, pero que otros, como Argentina, México, Colombia, Panamá, Chile, Paraguay, han comenzado a estudiarla de cerca.
Fotos: Archivo AmecoPress.

Oxfam Intermón denuncia que la invisibilidad de los cuidados aumenta las desigualdades



21 de enero de 2020.



Madrid, 21 ene. 20. AmecoPress.- Las mujeres dedican 12.500 horas diarias a trabajos no remunerados de cuidados de niños y niñas, personas ancianas y enfermas, así como tareas domésticas. El valor económico del trabajo de cuidados no remunerado que llevan a cabo en todo el mundo las mujeres de 15 o más años asciende al menos a 10,8 billones de dólares anuales, una cifra que triplica el tamaño de la industria mundial de la tecnología. Son datos de @OxfamIntermon en su informe ‘Tiempo para el cuidado. El trabajo de cuidados y la crisis global de desigualdad’ #TiempoParaElCuidado, que muestra cómo el modelo económico está alimentando la desigualdad. Es un sistema que pivota sobre una contradictoria ecuación: se sostiene porque las mujeres cuidan, pero ellas son precisamente las peor consideradas.
“Si nadie hiciese el trabajo que garantiza la vida, todo el sistema económico mundial colapsaría”, destaca Lara Contreras, responsable de incidencia e investigaciones de Oxfam Intermon. Sin embargo, el 75% de esas labores son realizadas por las mujeres y niñas sin recibir ninguna remuneración a cambio. En España, por ejemplo, esta actividad no remunerada ocupó 130 millones de horas en 2018, lo equivalente a 16 millones de personas trabajando ocho horas al día y a un 14,9% del PIB, según la Organización Internacional del Trabajo. Pero, además, las mujeres constituyen dos terceras partes de la mano de obra que se ocupa del trabajo de cuidado remunerado. Y es, precisamente el sector con más precariedad. De hecho las trabajadoras domésticas son el colectivo laboral más pobre del mundo.
La pobreza se ceba con las mujeres ya que este “modelo económico patriarcal y sexista”, les asigna el rol de los cuidados de manera que esto se convierte en un impedimento para acceder a la educación y para su desarrollo político y personal. “A veces, para poder compaginar el trabajo remunerado con el trabajo doméstico, las mujeres reducen su jornada”, ejemplifica Contreras, “la tasa de parcialidad laboral en mujeres en 2018 fue del 24,6%, mientras que para los hombres era del 6,6%”. Esta desigualdad estructural, se arrastra durante toda la trayectoria vital: el 65 por ciento de personas sin pensión en el mundo son mujeres. Además, tiene como consecuencia que las mujeres siguen sin tener espacio en la toma de decisiones. “La pesada y desigual responsabilidad del trabajo de cuidados que recae sobre las mujeres perpetúa tanto las desigualdades económicas como la desigualdad de género”, concluye.

Los 22 hombres más ricos del mundo gozan de más dinero que todas las mujeres de África

Una desigualdad que “está fuera de control”, advierte el informe ‘Tiempo para el cuidado’, nada más empezar. En 2019, los 2153 milmillonarios que hay en el mundo poseían más riqueza que 4600 millones de personas. Los 22 hombres más ricos del mundo gozan de más dinero que todas las mujeres de África. El 1% más rico de la población ostenta más del doble de riqueza que 6.900 millones de personas. Esta enorme brecha es consecuencia de un sistema económico fallido y sexista que valora más la riqueza de una élite privilegiada, en su mayoría hombres, que los miles de millones de horas del esencial trabajo de cuidados no remunerado o mal remunerado que llevan a cabo fundamentalmente mujeres y niñas en todo el mundo.
Pero además, la situación tiende a agravarse. Si no se adoptan medidas firmes, la desigualdad se agrandará mucho más. El envejecimiento demográfico, los recortes en el gasto público y el cambio climático amenazan, no solo con agravar la desigualdad económica y de género, sino con acentuar la crisis que afecta al trabajo de cuidados y a las personas que los proveen. “La élite rica y poderosa podrá utilizar su dinero para librarse de las consecuencias de esta crisis, pero las personas en situación de pobreza y privadas de poder no tendrán esa oportunidad”, explica Lara Contreras.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que, en 2050, habrá 100 millones más de personas mayores y 100 millones más de niñas y niños de entre 6 y 14 años que necesitarán atención y cuidados. A medida que envejezcan, las personas mayores necesitarán una atención más intensiva y a largo plazo de unos sistemas de salud que no están preparados para ello. Se calcula que, en 2025, hasta 2400 millones de personas vivirán en zonas donde no habrá agua suficiente, de manera que las mujeres y las niñas se verán obligadas a recorrer mayores distancias para encontrarla. Asimismo, el cambio climático reducirá la producción de alimentos y aumentará la incidencia de enfermedades, lo cual incrementará el estrés y las exigencias de tiempo que sufren mujeres y niñas, ya que se espera de ellas que hagan el trabajo adicional necesario para adaptarse a esta nueva situación.

En la radical importancia de los cuidados se encuentra también la posibilidad de generar soluciones

El modelo económico “capitalista y patriarcal” en el que vivimos se articula según una ética y una visión en la que “el trabajo de cuidados no remunerado o mal remunerado es prácticamente invisible”. Esto perpetúa un círculo vicioso de desigualdad económica y de género que a su vez cronifica la situación actual. “El trabajo de cuidados está profundamente infravalorado, y tanto los Gobiernos como las empresas dan por sentado que se va a hacer”, explica Lara Contreras. “De hecho, no suele considerarse un trabajo como tal, y los recursos dedicados a realizarlo suelen contabilizarse como un gasto y no como una inversión, de manera que su aportación resulta invisible a la hora de medir el progreso económico y establecer las agendas políticas”.
Pero en esta radical importancia de los cuidados se encuentra también la posibilidad de generar soluciones. “Los Gobiernos de todo el mundo no solo pueden, sino que deben construir una economía más humana y feminista, que beneficie al 99% de la población, y no solo al 1%”, expone el informe. Lara Contreras resume algunas propuestas: Primero, “reconocer el trabajo de los cuidados”; en segundo lugar, “dar voz a las mujeres”; es necesaria también “una corresponsabilidad que involucre a expresas y a los estados”, que deben garantizar la adopción de políticas jurídicas, económicas y laborales que protejan los derechos de todas las personas que llevan a cabo el trabajo de cuidados sin remunerar y remunerado, tanto en el sector formal como en el informal, así como vigilar la aplicación de dichas políticas.
“Sólo con una subida de un 0,5% en el tipo de impuesto que grava el patrimonio del 1% más rico del mundo, se podría recaudar fondos para crear más de 117 millones de puestos de trabajo en sectores como la educación, la salud y la asistencia a las personas mayores, acabando así con los déficits de cuidados en estos ámbitos”, expone la ONG en su informe.
La apuesta tiene que ver con un enfoque integral. Oxfam propone la adopción de medidas para contribuir a garantizar los derechos de las personas que asumen el trabajo de cuidados, así como para empezar a cerrar la brecha entre las trabajadoras de cuidados no remuneradas o mal remuneradas y la élite rica, que es quien más se aprovecha de su trabajo.

El colectivo de trabajadoras del hogar y cuidados

El caso del colectivo de las trabajadoras domésticas es paradigmático. Son las peor pagadas. En España, el nuevo Gobierno se ha comprometido a ratificar el Convenio 189 OIT. No es la primera vez que se anuncia y desde luego hay que reclamarlo. Pero las mismas organizaciones de trabajadoras domésticas destacan que la mejora en sus condiciones laborales tiene que ir acompañada de otro tipo de políticas públicas porque si el peso de los costes que implican esas mejoras sigue recayendo en las familias –en las mujeres- la situación puede resultar asfixiante. “Desde luego que este sector necesita equiparar sus derechos laborales al resto de las personas trabajadoras –prestación por desempleo, bajas de maternidad, jubilación-, pero ha de hacerse cargo el Estado, como sucede en Francia, por ejemplo”, explica la responsable de Oxfam.

Algunos testimonios

El informe recoge varios testimonios de mujeres de todo el mundo que reflejan las enormes desigualdades existentes y que ejemplifican el aporte que hacen a la sociedad, un aporte que queda invisibilizado en el entramado de un sistema que alimenta una carrera sin fin por la acumulación de riqueza, en lugar de valorar lo que realmente importa, la vida, el postulado fundamental sobre el que construir una economía más humana y feminista.
Buchhu Devi se levanta cada día a las 03:00 de la mañana para cocinar, limpiar, y preparar el desayuno y el almuerzo para su familia. Hay un pozo cerca de su casa, pero como pertenece a la casta más baja (Dalit) no puede utilizarlo y se ve obligada a recorrer 3 km para recoger agua, tres veces al día. Cuenta que trabaja en las obras de construcción de una carretera desde las 08:00 hasta las 17:00, y después todavía tiene que realizar sus tareas domésticas vespertinas, como ir a buscar agua y leña, lavar, cocinar, limpiar la casa, y ayudar a sus hijos e hijas con los deberes. Su jornada termina a medianoche. Si no recoge la leña, la familia no puede comer, y su marido la golpea por ello. “No tengo tiempo” dice, “ni siquiera para morirme, porque estarían condenados... ¿Quién cuidará de ellos y traerá dinero a la familia cuando yo no esté?”
Regina (nombre ficticio) fue víctima de trata para trabajar en la casa de un hombre rico en el Reino Unido. Regina explicó que, una vez en Londres, sus empleadores la obligaban a trabajar todos los días desde las 06:00 hasta las 23:00 en su elegante apartamento del centro de Londres. No recibió remuneración alguna durante todo el tiempo que estuvo allí, ni tampoco tenía permiso para ponerse en contacto con su familia o hablar con cualquier persona ajena a la casa de sus empleadores. Dormía en la lavandería y se alimentaba con las sobras de la comida. Le quitaron el pasaporte, y cuenta que sus empleadores solían abusar de ella física y verbalmente, llamándola “estúpida” e “inútil”.
Foto: archivo AmecoPress, cedidas por Oxfam, como parte del informe

Mexicanas viven acoso en lugares públicos


 Durante el segundo semestre de 2019, se estima que 27.2 por ciento de las mujeres de 18 años y más en zonas urbanas fue víctima de al menos un tipo de acoso personal y/o violencia sexual en lugares públicos, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), que realiza el Inegi, se encontró que en este periodo 19.4 por ciento de las personas fue víctima de acoso; en el caso de los hombres la cifra fue menor, de 10.1 por ciento.
A partir de los resultados de 2019, la ENSU, que tiene como objetivo obtener información sobre la percepción de la seguridad pública, también busca identificar situaciones de violencia como agresiones físicas, abuso, hostigamiento y acoso sexual.
Los datos publicados en enero muestran que el tipo de acoso más frecuente, con 16.9 por ciento es la intimidación sexual, es decir, los “piropos” groseros u ofensivos de tipo sexual o comentarios sobre el cuerpo que molestan y ofenden a las personas. En esta categoría también entran comentarios propagadas por redes sociales y servicios de mensajería.
A esta conducta le sigue el acoso sexual, con 6.9 por ciento, que de acuerdo con el Inegi es una acción que incluye que una persona muestre partes íntimas de su cuerpo o se toque frente a alguien que no desea tener este tipo de contacto; o bien, ser manoseada, tocada o besada a la fuerza, o arrinconada con fines sexuales; o bien, obligada a ver pornografía.   
La encuesta de la ENSU plantea preguntas como “¿Le dijeron piropos groseros u ofensivos de tipo sexual o sobre su cuerpo que a usted le molestaron u ofendieron?” o “¿Alguien intentó obligarle o forzarle usando la fuerza física, engaños, o chantajes a tener relaciones sexuales sin su consentimiento, o en contra de su voluntad?”.
También incluye “¿Le ofrecieron dinero, regalos u otro tipo de bienes a cambio de algún intercambio de tipo sexual, que a usted le pareció ofensivo o humillante?” y “¿Le enviaron mensajes o publicaron comentarios sobre usted, con insinuaciones sexuales, insultos u ofensas sexuales, a través del celular, correo electrónico o redes sociales (como Facebook, Twitter, WhatsApp, etc.), que a usted le molestaron u ofendieron?”
Incluso puede generar información sobre violencia sexual sin que esta conducta se haya denunciado penalmente, esto debido a que incluye las preguntas “¿Alguna persona le obligó a tener relaciones sexuales en contra de su voluntad?” y “¿Alguna persona le mostró sus partes íntimas o se tocó sus partes íntimas enfrente de usted, y usted se sintió molesta(o), ofendida(o), o atemorizada(o)?”.
La encuesta del Inegi también revela que las mujeres son las que viven más violencia sexual. Por ejemplo, 24.5 por ciento de las entrevistados dijo haber vivido intimidación sexual; mientras que 7.9 por ciento de los hombres encuestados señaló haber vivido esta conducta.
Otro dato de la ENSU es que en las cinco ciudades con mayor procentaje de violencia sexual hay tres alcaldías de la Ciudad de México: Benito Juárez, Cuauhtémoc y Tláhuac así como las ciudades de Zapopan, en el estado de Jalisco, y Villahermosa, en el estado de Tabasco.
Por otro lado, destaca que 1.5 por ciento de las mujeres afirmó que vivió un intento de violación sexual o una violación; y 0.8 por ciento de los hombres se identificó en esta categoría. Además 77.2 por ciento de las encuestadas manifestó sentirse insegura en las ciudades donde reside.  
La ENSU renueva la Encuesta Continua de Seguridad Pública (ECOSEP), que desde abril de 2009 realizaba el Inegi y proporciona trimestralmente información relacionada con la seguridad pública y completa los datos de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE).

Rumbo a Beijing +25: La ruta para 2020


Ciudad de México. En 2020, se celebra el 25 aniversario de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, que tuvo lugar con participación de más de 30 mil defensoras y 17 mil funcionarias de 189 gobiernos, en la capital china en septiembre de 1995. Después de dos semanas de deliberaciones, se aprobó Plataforma de Acción de Beijing, “el plan más progresista que jamás había existido para promover los derechos de la mujer”, de acuerdo con ONU Mujeres.
La Plataforma de Acción formuló amplios compromisos en 12 “esferas de preocupación”: La Mujer y el Medio Ambiente; La Mujer en el ejercicio de poder y la adopción de decisiones; La niña; La Mujer y la Economía; La Mujer y la Pobreza; La violencia contra la Mujer; Los Derechos Humanos de la Mujer; Educación y capacitación de la Mujer, Mecanismos institucionales para el adelanto de la Mujer; La Mujer y la salud; La Mujer y los medios de difusión; y La Mujer y los conflictos armados.
La oficina de ONU Mujeres enfatizó en su página que “el proceso de Beijing desencadenó una voluntad política notable y la visibilidad mundial.” El encuentro habría conectado y reforzado los movimientos de mujeres alrededor del mundo, “las personas que participaron en la conferencia volvieron a sus hogares con grandes esperanzas y un claro acuerdo acerca de cómo lograr la igualdad y el empoderamiento.”
De acuerdo con los informes quinquenales de cada país, se vieron “enormes mejoras” en la vida de las mujeres a nivel mundial, por ejemplo, en cuanto a constituciones que garantizan la igualdad de género, la participación política, y la protección jurídica contra la violencia de género. Sin embargo, ONU Mujeres constató que “ningún país ha completado” el programa de la Plataforma de Beijing.
Con los encuentros a propósito del 25 aniversario, las defensoras de Derechos Humanos de las mujeres esperan ver un avance en los esfuerzos para cumplir la plataforma; otras advierten que los objetivos de Beijing se podrían esconder como “eje transversal” en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y así perder fuerza. Esta es la ruta para los encuentros internacionales en 2020:
  • Santiago de Chile, 27 al 31 de enero 2020 XIV Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe
La Conferencia Regional tiene lugar cada tres años y evalúa los avances en América Latina y el Caribe, en la aplicación de la Plataforma de Beijing. La 14ª sesión estaba prevista para noviembre, 2019, pero se aplazó, debido a las protestas masivas en Chile. Los temas en la agenda serán la economía digital, la forma en que se están segementando las ocupaciones de mujeres, y cómo pueden generar empleo, la economía del cuidado y su impacto en la vida de las mujeres, así como la migración de las mujeres en la región.
  • Nueva York, 9 al 20 de marzo 2020 64ª sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW, por sus siglas en inglés)
Esta comisión intergubernamental se dedica exclusivamente a la promoción de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y se reúne en marzo de cada año durante dos semanas, para debatir sobre los avances y las brechas en la aplicación de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing. La 64ª sesión incluirá una evaluación de los desafíos actuales que afectan a la implementación de la Plataforma de Acción. También se revisará la realización de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (y los ODS).
  • Ciudad de México, 7 y 8 de mayo 2020 Foro Generación Igualdad
  • Paris, 7 al 10 de julio 2020 Foro Generación Igualdad, segunda parte
Los foros son convocados por ONU Mujeres, y los gobiernos de México y Francia. Las demandas de la sociedad civil estarán en el centro de las actividades. Las participantes recibirán los informes regionales así como de la CSW 64, y recomendarán acciones urgentes para las y los jefes de Estado, reunidos en la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de 2020. Las recomendaciones pasarán por un grupo núcleo compuesto por cinco representantes de la ONU y gobiernos y representantes de la sociedad civil, entre ellas la directora del Inmujeres, Nadine Gasman Zylbermann, y la médica feminista argentina Mabel Bianco.
  • Nueva York, 15 al 30 de septiembre 2020 75ª Asamblea General de las Naciones Unidas
Aún no se ha dado a conocer la agenda para el debate general que comienza el 22 de septiembre y generalmente marca la llegada de las y los jefes de Estado a la Asamblea General. ONU Mujeres estimó que “el impulso logrado gracias al Foro Generación Igualdad se trasladará, entre otras esferas, a las sesiones de alto nivel del 75º período de sesiones de la Asamblea General, cuando la Organización conmemorará oficialmente el 25 aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing (Beijing+25).”

Mujeres, presentes en festival de Cine Sundance

Fue creado por Robert Redford en 1978 para destacar al cine independiente; y en 1981, por su iniciativa, se fundó el Instituto de Sundance para apoyar a los posibles cineastas. De aquí surgieron directores como Robert Rodríguez, Quentin Tarantino, los hermanos Cohen (Joel y Etan), Christopher Nolan, Kevin Smith, Steven Soderbergh, y otros tantos ganadores de Óscars.
Es aquí donde Hollywood, HBO, Netflix, Amazon, Hulu y Apple compran contenido, creado por voces nuevas desde diferentes perspectivas, en reñidas subastas. El año pasado Netflix pagó $14 millones de dólares por el filme Brittany runs a maratón.
Y mientras Hollywood produce contenido con roles principales masculinos, este año en el SFF, 46 por ciento de las 56 películas que compiten están dirigidas por mujeres y 48 por ciento de las series independientes, tomas y eventos especiales de Sundance están dirigidos por mujeres. En comparación con Hollywood,10.6 por ciento de los directores de las películas más taquilleras de 2019 eran mujeres; en 2018 esa cifra fue del 4.5 por ciento.
Cabe señalar que este año se fundó “The Latinx House”, para congregar a personas de origen latino, escuchar sus voces y darles oportunidad dentro y fuera de Hollywood.
Durante el SFF no sólo se proyectan largometrajes dramáticos, documentales y cortometrajes, sino también series y contenido episódico. Hay exhibiciones de alta tecnología en New Frontier, donde se muestra los medios emergentes en forma de instalaciones multimedia, actuaciones y películas. Incluye conversaciones diarias con cineastas, mesas redondas y eventos de música en vivo.
A través de programas, talleres intensivos y subvenciones, y con el fin de aumentar la diversidad de proyectos presentados en el SFF, el Instituto de Sundance apoya a narradores y audiencias de todas las etnias, géneros, habilidades, orientaciones sexuales y regiones geográficas para contar sus historias.
Acuden artistas de renombre internacional. El año pasado asistieron Demi Moore, Ed Helms, Dwayne Johnson, Tessa Thompson, Lupita Nyong’o, Lena Headey, Jon Hamm, Adam Driver, Julianne Moore, Mindy Kaling, Awkafina and Zac Efron, entre otros.
Este año se incluyeron filmes donde participan Angelina Jolie, Benedict Cumberbatch, Tessa Thompson, Julia Louis-Dreyfus, Will Ferrell, Anthony Hopkins, Olivia Colman, Glenn Close, Michael Keaton, Lena Waithe, Julianne Moore, Ana de Armas, Jude Law, Ella Balinska, David Oyelowo, Anne Hathaway, y más.
Este año, al Festival de Cine Sundance asistirán 124 mil personas y se lleva a cabo del 23 de enero al 2 de febrero de 2020.

Park City, Utah. 

«El urbanismo puede ser una herramienta de redistribución y de cuidados»

Zaida Muxí. / Foto: Nuria González (UPV/EHU)
Urbanismo & Cuidados
www.pikaramagazine.com

Zaida Muxí, autora de ‘Mujeres, casas y ciudades’, entre otras publicaciones, nos cuenta cómo la arquitectura y el urbanismo son claves en la configuración de nuestras vidas, nuestras rutinas y nuestras necesidades.

¿Qué sabemos de lo que la arquitectura y el urbanismo nos pueden aportar? ¿Cómo pueden condicionar o mejorar la calidad de nuestras vidas? ¿Influyen en la posibilidad de poner los cuidados en el centro? Entrevistamos a Zaida Muxí, especialista en arquitectura y urbanismo con perspectiva de género y feminista.

Muxí es también autora de La arquitectura de la ciudad global y Arquitectura y política. Ensayos para mundos alternativos. Ha trabajado durante cuatro años como directora de Urbanismo, Vivienda, Espacio Público y Civismo en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona). Hablamos con ella sobre el papel de estas disciplinas y los retos que tienen por delante.

Partimos de una premisa que tú misma apuntas: “La ciudad no está pensada para las mujeres”. ¿Cómo se divide un territorio, una ciudad, entre hombres y mujeres? ¿Qué le falta o qué le sobra a la ciudad para que quepan las necesidades de las mujeres?

A la ciudad le falta algo cuando se empieza a separar la vida en partes que parece que no tienen que ver entre ellas. Hay una zona para educarse, otra para ir a trabajar, otra para ir a comprar. Está todo organizado en cajones estancos y la vida no son cajones estancos. Además, es a las mujeres a quienes les toca tejer todo eso que está destejido.

Las ciudades modernas solo unen dos puntos: el trabajo y el lugar donde vive la mano de obra, las casas. Pero los puntos que tienen que recorrer las mujeres no están relacionados. Y en la ciudad posmoderna, posindustrial, esas distancias se hacen todavía más difíciles. Está pensada por una clase poderosa, heteronormativa y blanca. Los políticos dirigen su vida y la de los obreros. El colmo ya son estas empresas colaborativas que ni existen: las personas trabajan en el espacio público porque su empresa no existe, esperando que alguien milagrosamente les mande un mensaje.

¿Cómo debería ser una ciudad para que haga posible la vida de todas las personas?

En la vida hay sentimientos y relaciones que se tienen que poder dar. No es suficiente que un barrio tenga un centro comercial y yo salga de mi casa directamente por un parking en un coche o en un ascensor y ni salude a la vecina. Nos han ido impulsando a ser cada vez más temerosos, y en el contacto cotidiano nos han hecho sentir que era mejor vivir en una burbuja, aislada, que relacionarte con gente de manera azarosa. Y es todo lo contrario: si pasas todos los días por la puerta de un local y ves siempre a una misma persona, al final mutuamente te saludas. No es tu amiga, pero hay un reconocimiento, hay algo que se empieza a tejer, a pesar de estar en una ciudad que está hecha por partes, que resuelve pero no permite el encuentro.

¿Se construye para el consumo?

Yo diría que sí. Y es todo tan sutil que en la formación hacen que ni te des cuenta de que terminas construyendo para el consumo. Parece que es lo normal, lo deseable, y se le busca el romanticismo a unas maneras de hacer que, en realidad, lo que buscan es que te separes y que para juntarte con gente tengas que ir a un sitio a consumir.

Solo entiendes el urbanismo desde lo público. ¿Cómo es eso?

Yo entiendo que el urbanismo no puede ser una actividad privada en el sentido de negocio, como pasa en muchos sitios. Hay gente que lo entiende como una producción más. Yo creo que el urbanismo puede ser una herramienta de redistribución y de cuidados. Desde el urbanismo se decide si se crece por aquí, por allí… y si tuviéramos más cuidado con nuestro entorno, con los compañeros de Tierra (hombres, mujeres, animales y plantas), las ciudades serían diferentes.

Las ciudades no están bien y, aun así, estarían todavía peor si el urbanismo estuviera solo en manos de lo privado, que lo que busca es el negocio y construye para un tipo de personas: las que pueden comprar. El urbanismo debería ser público y comunitario, no de arriba a abajo. Debería ser abierto, comunitario, consensuado, colaborativo, dialogante. Que escuche al territorio, a la gente.

Dices que es necesario que la población sea “actor constante en el hacer ciudad”. ¿Cómo se hace eso?

En territorios con mucha población es muy difícil el control colectivo, pero debería haber mecanismos más horizontales en todos los aspectos. Habrá unos y unas profesionales que tomen decisiones y firmen unas cuestiones técnicas, y unos políticos que también decidan, pero tendría que estar basado en consenso y trabajo colectivo. Hoy en día las ciudades de nuestro entorno ya están construidas. No se puede construir más nuevo. Entonces cobra más sentido la intervención de todas las personas, porque todo lo que se tenga que hacer de ahora en adelante es en sitios que ya habitamos. Estamos aquí y no pueden obviarnos.

Me acuerdo de Isabel Martín (arquitecta y poeta feminista onubense) cuando habla del dolor del urbanismo. Siempre me pregunto: ¿No hay manera de hacer urbanismo que no signifique un dolor para quien habita el momento, en función de la mejora del futuro? Toda la historia del urbanismo es así, el sufrimiento de hoy para mejorar un futuro. ¿No puede ser de otra manera? Lo que menos se valora cuando se enseña urbanismo son los procesos donde ha habido un cuidado de rehacer, de mejorar. Se centra en el gran trazo, en la gran construcción que va a mejorar muchísimo el sitio, en proyectos como el Guggenheim. Pero siempre es mucho dolor.

Pasando a la arquitectura. Ha habido propuestas que apostaban por crear espacios colectivos y que trataban de disminuir la carga doméstica para las mujeres, pero no se abandona la idea de que las mujeres son las responsables de ese trabajo. ¿Cómo deberían ser las casas para que no se siga dando esa jerarquización que carga el peso de las tareas domésticas a las mujeres?

Desde mediados del siglo XIX, cuando las mujeres en principio de clase media-alta en los países anglosajones empiezan a repensar cómo es el trabajo doméstico, se plantea una discusión. Hay mujeres que no cuestionan el sistema, sino que plantean mejorar las condiciones para tener tiempo, porque coincide con el movimiento sufragista y necesitaban tiempo para poder ser actoras políticas.

Ese es un camino progresivo. Hay otro camino más revolucionario, que también se plantea en el mismo momento histórico, que es sacar las cocinas de las casas y que ese trabajo se haga por cooperativas del mismo grupo de mujeres que vivían allí o se externalice. Después, las historiadoras feministas de la arquitectura cuestionan esa alternativa por no cuestionar que ese rol lo tienen las mujeres. Yo creo que darle más visibilidad y calidad espacial a algo es darle importancia. Una cocina de cinco metros al final de la casa sin luz es un sitio en el que nadie quiere estar. Ahí podría haber una estrategia. Que los Estados le den importancia a los cuidados significaría mejorar los sueldos y hacer más bonitos y agradables los espacios para el cuidado.

¿Por qué todas las casas, los bares, las ciudades… tienen que ser “iguales”?

Hay unas normativas, no puedes hacer lo que quieras. Luego hay arquitectos que lo resuelven mejor que otros, pero la normativa tiene mucho que ver con que salgan iguales, no son nada flexibles. Después están las modas o los sistemas constructivos de cada momento. Si miras atrás, las casas medievales también eran parecidas, las de los pobres, las de los gremiales, las de los ricos y, según las zonas se parecían, por los materiales al alcance y demás.

Hoy los sistemas constructivos nos permitirían hacer cosas más variadas, el problema es que las normas son bastante rígidas. Por ejemplo, una vivienda sí o sí tiene que tener cocina. Entonces, si haces un cohousing y decidís en comunidad que queréis tener una cocina colectiva, no puedes, porque si quieres registrarlo como viviendas cada una tiene que tener la suya.

Hablando de cohousing… ¿Cómo podría funcionar sin reconstruir las viviendas, con las que ya tenemos?

Puede funcionar perfectamente. Puedes rehabilitar un edificio entero o, como están haciendo las compañeras del colectivo Punt 6, trabajar el cohousing disperso. El cohousing es la idea de compartir espacios para el soporte de la vida cotidiana y los cuidados, y no todo tiene que estar necesariamente en un mismo edificio. Por ejemplo, nos unimos vecinas del barrio y en aquel local que no hay nada ponemos la lavandería, en aquel otro hacemos la cocina… Me parece una idea muy interesante.

Tanto en campaña electoral como durante las legislaturas, los partidos políticos hacen propuestas en materia de igualdad de género, de lucha contra el cambio climático, de educación… ¿Necesitan esas propuestas un aterrizaje también en lo urbanístico y en lo arquitectónico? ¿Cómo puede contribuir o condicionar el urbanismo las medidas legislativas? Por ejemplo, propuestas como la protección de mujeres víctimas de violencia sexual.

Hace años hice con una compañera un trabajo en cárceles de mujeres (ibas a una cárcel de mujeres a ver cómo eran los espacios, a hablar con ellas) y vimos cómo no les funcionaban los espacios pensados para hombres. No les funcionaban por ejemplo las duchas, porque son duchas abiertas y para las mujeres ducharse en una ducha abierta no es cómodo para la mayoría, además con la menstruación no es agradable estar ahí sangrando con el agua. También querían tener espacios para cuidar, plantas en el tejado. En lugar de grandes patios, querían patios más pequeños para que no haya un único patio que domine un grupo. Sí hay algunos espacios que podría permitirles tener una mejor vida.

Un año después hicimos un estudio en el que fuimos a ver todas las casas de acogida para mujeres maltratadas. Había algunas casas que eran peor que la cárcel. Una de las cárceles a las que fuimos era de madres con niños. Vale, están en la cárcel y no hay nada peor, pero allí las habitaciones eran coloridas, podían hacer suyos los espacios para estar con los niños. En estas casas de acogida no podían, todas las paredes tenían que ser blancas, etc. Y son también cárcel, porque las tienen muy controladas. Ahí el espacio haría mucho.Deberían ser espacios de reconocimento, de acogida, de abrazarse. Y no lo son.

La arquitectura podría ayudar. Una vez acompañé a una mujer a denunciar y el espacio también era horrible: llegas y vas directa a la sala. La gente de fuera te ve y ya sabe por qué estás ahí. Deberían estar en espacios protegidos y amables. En Santa Coloma de Gramenet se está haciendo un gran centro de economía social y solidaridad feminista donde irá el Centre d’Informació i Recursos per a Dones (CIRD), y este está abajo en un sótano que tiene un patio nuevo con mucha luz. La idea es que sea un espacio donde haya un exterior propio en el que se sienta seguridad y no estés encerrada. La calidad de los espacios ayudaría a sanar.

Dices que las mujeres le debemos todo a otras mujeres feministas. ¿Qué os debemos a las arquitectas feministas?

Las mujeres le han aportado a las ciudades y a las viviendas todo lo que tienen de humanizado. Las primeras que fueron sensibles en rehabilitar y no destruir para hacer nuevas viviendas para la gente con menos recursos fueron mujeres: vamos a mejorar a partir de una relación, de ponernos en contacto y aprender y capacitarnos juntas. También en el siglo XIX, cuando se hacen las grandes avenidas del este de Norteamérica, aparecen las mujeres que reivindican el housekeeping, el cuidado del hogar municipal. Y dicen: “Vosotros os encargáis de los grandes monumentos, pero detrás de la fachada del monumento la gente está viviendo muy mal”.

Entonces ellas empiezan a hacer algunas cosas como ir a las casas y hacer esos cuidados a otras a las que no conocían de nada pero que trabajaban mil horas. Era un compartirse y obligar a los municipios a que limpien, equipen… La crítica al suburbio americano la empezaron las mujeres. La idea de cómo usar los solares vacíos también es de las mujeres.

La reflexión de las casas sin cocina es de mujeres. Claro, ¿ellos qué iban a pensar, si la comida llega mágicamente a la mesa? Ahora dicen que muchos niños no saben de dónde sale el pan, pero los hombres no saben de donde sale la comida tampoco. Creo que la humanización de la ciudad es cosa de las mujeres, y el reclamo de poder caminar y sentirnos seguras es de las mujeres.

Basada en economía sexista, desigualdad en el mundo crece: Oxfam

Mujer con fuego de leña y comal

Ciudad de México. Mientras que los 22 hombres más ricos del mundo poseen más riqueza que todas las mujeres de África, el valor económico del trabajo de cuidado no remunerado, llevado a cabo por las mujeres mayores de 15 años, asciende a menos de 10.8 billones de dólares anuales, “una cifra que triplica el tamaño de la industria de la tecnología.” de acuerdo con un informe publicado por la organización Oxfam titulado “Tiempo para el cuidado”.
El informe, publicado un día antes de que iniciara el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, advierte que la riqueza del 1 por ciento más rico del mundo ha crecido en las últimas décadas, mientras que gran parte de la humanidad permanece en la pobreza.
Los 2 mil 153 billonarios en el mundo, poseen más riqueza que 4.6 billones de personas en el mundo, informó Oxfam. “Esa brecha es consecuencia de un sistema económico fallido y sexista que valora más la riqueza de una élite privilegiada, en su mayoría hombres, que los miles de millones de horas del esencial trabajo de cuidados no remunerado que llevan a cabo fundalmente mujeres y niñas en todo el mundo.”
Cuidar a niñas, niños y personas de la tercera edad, cocinar, limpiar y recoger agua y leña, son tareas esenciales para el bienestar de la sociedad, sin embargo, este trabajo es mal valorado y mal distribuido entre mujeres y hombres, por lo tanto, “perpetúa tanto las desigualdades económicas como la desigualdad de género.”
De acuerdo con Oxfam. en total, las mujeres realizan más de tres cuartas partes del trabajo de cuidados no remunerado, y constituyen dos terceras partes de la mano de obra que se ocupa del trabajo de cuidados remunerado. “No tengo tiempo ni para morirme”, dice en el informe Buchhu Devi, una mujer hindú cuyo día laboral empieza a las 3.00 am. Ella cocina, limpia y prepara dos comidas para su familia antes de empezar a trabajar en una obra de construcción, entre 8.00 am y 5.00 pm. Después todavía realiza más trabajo en su hogar, por ejemplo, recorrer tres kilómetros para recoger agua. Su jornada termina a la medianoche.
Las mujeres que viven en comunidades rurales dedican hasta 14 horas diarias al trabajo de cuidados no remunerado, cinco veces más que los hombres de estas mismas comunidades, informó Oxfam, subrayando que las mujeres se verán más afectadas por el cambio climático y demográfico. Por ejemplo, con el calentamiento global se aumentará la escasez de agua, y en los próximos diez años habrá 100 millones más personas de la tercera edad, y 100 millones más niñas y niños entre 6 y 14 años que cuidar.
Otro ejemplo de la descalificación de los trabajos de cuidado, sería la situación de las trabajadoras del hogar, “uno de los colectivos laborales más explotados del mundo”. De acuerdo con Oxfam, en el mundo hay 67 millones de personas trabajadoras del hogar, 80 por ciento de ellas, mujeres. 50 por ciento de ellas no recibe el salario mínimo, ni cuenta con un límite de horas a su jornada laboral, y 90 por ciento carece de seguridad social.
Mientras tanto, en el otro lado de la pirámide económica, la riqueza de los billonarios del mundo se está agrandando sin que tengan que hacer un esfuerzo por ello. Oxfam destacó que entre 2011 y 2017, los salarios promedio en los países del G7 se incrementaron en un tres por ciento, mientras que los dividendos de las y los accionistas lo hicieron en un 31 por ciento. El informe dio como ejemplo el de Bill Gates, quien “a pesar de su admirable compromiso de compartir su dinero, sigue teniendo un patrimonio de 100 billones de dólares, el doble que cuando dejó de estar al frente de Microsoft.”
Esta concentración de fortunas extremas, advirtió la organización, debilitaría la democracia. Al mismo tiempo, en muchos Estados, se redujo la tributación de grandes fortunas y empresas. “Nuestro sistema económico está construido por hombres ricos y poderosos, que siguen siendo quienes dictan las normas y se quedan con la mayor parte de los beneficios”, concluyó Oxfam, por lo que en su informe hizo varias recomendaciones a los gobiernos entre las que destacan:
Invertir en sistemas nacionales de atención y cuidados que permitan abordar la desproporcionada responsabilidad de trabajo de cuidados que recae sobre las mujeres y las niñas; acabar con la riqueza extrema para erradicar la pobreza extrema; legislar para proteger a todas las personas que se ocupan del trabajo de cuidados, y garantizar salarios dignos para el trabajo de cuidados remunerado.
También aconsejó garantizar que las personas que llevan a cabo el trabajo de cuidados tengan influencia en la toma de decisiones; combatir las normas sociales nocivas y las creencias sexistas que consideran que el trabajo de cuidados es responsabilidad de las mujeres y las niñas; y promover políticas y prácticas empresariales que pongan en valor el trabajo de cuidados.

Del derecho a la adecuada defensa de las personas procesadas


Según escribió Guadalupe Salmerón en Nexos en Julio del 2013, “La Suprema Corte en diversas sentencias ha fijado el criterio consistente en que para hacer efectivo el derecho a una adecuada defensa, las personas que estén sujetas a un procedimiento penal deben ser asistidas por un abogado, ya sea de oficio o particular, desde el momento en que sean presentadas a un Ministerio Público y durante el desarrollo de todo el juicio –que comprende, incluso, el recurso de segunda instancia y la etapa de ejecución de sentencia…”
Por otro lado, la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó en 2018, en una contradicción de tesis, que:
“El derecho a una defensa adecuada le impone a las autoridades jurisdiccionales e investigadoras el deber de cerciorarse que el acusado sea asistido por un profesional en derecho. Por lo tanto, cuando en un procedimiento penal mixto no esté acreditado que alguno de los defensores era licenciado en derecho, necesariamente el Juez o el Ministerio Público incumplieron con su deber de cerciorarse de que el inculpado sea asistido por un profesional en derecho. Por lo tanto, en el caso se actualiza una violación a una vertiente del derecho a la defensa adecuada y … se cerciore de que las personas que comparecieron como defensores son profesionales en derecho…
Contradicción de tesis 144/2018. Entre las sustentadas por el Pleno del Quinto Circuito y el Tribunal Colegiado en Materias Penal y Administrativa del Décimo Tercer Circuito. 3 de octubre de 2018. La votación se dividió en dos partes: mayoría de cuatro votos por la competencia. Disidente: José Ramón Cossío Díaz. Unanimidad de cinco votos en cuanto al fondo, de los ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, quien reservó su derecho para formular voto concurrente, Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien reservó su derecho para formular voto concurrente, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Norma Lucía Piña Hernández. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: José Ignacio Morales Simón.
Esta tesis se publicó el viernes 7 de diciembre de 2018 y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del lunes 10 de diciembre de 2018.
Y por qué me parece necesario plantear qué se entiende por el derecho a la adecuada defensa, porque yo en ningún lado leí que sería a elección del o de la procesada y mucho menos cuando quien la defiende es una persona defensora pública dependiente del Consejo de la Judicatura Federal, que es un servicio público que proporciona el Estado gratuitamente a quienes no pueden pagar una defensa particular. No dice y no puede ser que cada acusado tenga el derecho a elegir a su Defensor o Defensora Pública.
Y esto viene a colación porque en mayo de 2016, en un pequeño poblado, en un lugar de México, perdido entre el olvido y la pobreza, vive una comunidad indígena Otomí, en donde una familia en extrema pobreza, vio partir a su hija, vamos a llamarla Marisol, y luego en julio del mismo año a quien para este artículo llamaremos Marimar, quienes aceptaron una propuesta de ir a trabajar a Puebla, como empleadas del hogar, trabajo que aceptaron por su deseo de ayudar a su madre y a su padre a sacar adelante a sus hermanitos y hermanita. La mamá y el papá confiaron porque quien les ofrecía el trabajo era la hermana de su nuera.
Pero cual fue su sorpresa de que nunca fueron a Puebla, se las llevaron a un Municipio de Tlaxcala y de ahí a Morelia, Michoacán, donde las explotaron y esclavizaron en la prostitución. Marisol tenía 16 años y Marimar sólo 14 años, las dos eran vírgenes.
Fueron sometidas usando verdaderos métodos de tortura. Las desnudaban y las mojaban con agua fría, les daban toques, las golpeaban con el cable de la plancha y les apagaban cigarros en los senos. El menú de los servicios era $450.00 por 20 minutos, con desnudo de la cintura hacia abajo, si querían desnudo completo se aumentaban cien pesos, si querían sexo sin protección se aumentaban otros doscientos pesos y si querían sexo oral o anal, se aumentaban otros cien pesos. La cuota mínima que debían cumplir eran 10 servicios por noche y si no la cumplían se tenían que quedar hasta que cumplieran, bajo amenaza de ser golpeadas o hacerle daño a su familia.
Marisol como consecuencia, presentó un embarazo, y la obligaron a abortar. Se intentó sacarles credenciales de elector con las actas de la hermana de la procesada y de una de sus primas, porque su intención era llevárselas a Estados Unidos a ser explotadas allá, bajo el argumento de que ahí se ganaba más.
Las obligaban a drogarse y las emborrachaban para que fueran amables con los amigos de la procesada en Morelia, a quienes no se les cobraba nada.
La mujer que está siendo procesada se las entregó a su esposo, con el que tiene una hija, para que las iniciara y las “ablandara”, y, además, de que cada mes que iban a algún lugar de Tlaxcala, las niñas debían tener relaciones sexuales con el esposo y a él, la procesada le mandaba todo el dinero que se ganaba de la explotación sexual. Marisol y Marimar se lograron escapar cuando las trasladaban de Tlaxcala a Morelia, en una estación del Metro en la Ciudad de México, el 6 de junio de 2017 y ese mismo día se inició la Carpeta de Investigación. La procesada fue detenida en octubre de 2017 y su esposo está prófugo, con orden de aprehensión vigente.
El nuevo procedimiento penal duró más de dos años, ya que la dilación se debió a actos de defensa que se hicieron consistir en una apelación, luego un amparo, un recurso de revisión y otra apelación, los que la Defensa Pública perdió irremediablemente.
Finalmente, el Juez de Distrito especializado en el nuevo sistema penal, Rubén García Mateos, citó al juicio oral para llevarse a cabo los días 13, 14, 15, 16 y 17 de enero, en Morelia, Michoacán.  Fue una situación sumamente difícil, porque se les obligó a recordar todo lo que habían vivido y regresar al lugar donde Marisol y Marimar dijeron que ahí había empezado su desgracia. Se hizo evidente que siguen cursando estrés postraumático y que recordar lo que vivieron representó un retraso en su proceso de recuperación.
El juicio oral fue citado el 12 de diciembre y sin embargo, la defensora pública se fue de vacaciones y aunque el 13 de enero le habilitaron otra defensora pública, ella no quiso más que a su defensora, sí, esa que se fue de vacaciones y que ha perdido todos los recursos. Pero lo más inaudito es que el Juez Rubén García Mateos, invocando el derecho a una adecuada defensa, decidió postergar el juicio hasta el 17 de febrero, dándole todas las ventajas a la procesada y sin importar el interés superior de la niñez, ni lo que les representa a las niñas, ya hoy mayores de edad, revivir los recuerdos de la pesadilla que vivieron. Yo pensé que todas las personas Defensoras Públicas eran licenciadas en derecho y contaban con las calificaciones técnicas y teóricas necesarias para asistir a cualquier acusada o acusado. Las víctimas decían que sólo tenían una pregunta que le querían hacer a la procesada: ¿Por qué nosotras?
Y seguimos en la búsqueda de verdad, justicia y reparación integral para Marisol y Marimar, frente a la justicia patriarcal.