12/14/2024

La visión de las mujeres en Viridiana, película protagonizada por Silvia Pinal

 Escrito por Wendy Rayón Garay

El filme español de 1961 fue dirigido por el cineasta Luis Buñuel, quien también coescribió el guión junto con Julio Alejandro. Esta película se realizó bajo un contexto histórico complejo marcado por la dictadura de Francisco Franco, instaurada tras la Guerra Civil Española en 1939. Un período de censura y restricciones artísticas. 

La película narra la historia de una joven novicia, Viridiana, interpretada por la actriz Silvia Pinal, cuando su vida cambia después de visitar a su tío Jaime, un hombre solitario al que solo ha visto una vez en su vida y quien le ha pagado sus estudios. La obra aborda temas como la religión, la caridad, la hipocresía moral, las clases sociales y la violación, planteando una crítica hacia las estructuras de poder y los valores tradicionales. 

Tras su estreno, Viridiana fue reconocida con la Palma de Oro en el Festival de Cannes, lo que consolidó su relevancia en el cine internacional. Sin embargo, este éxito no estuvo exento de polémica. Inicialmente, el guión presentaba un final controversial que incluía un encuentro sexual entre dos personajes, pero, bajo presión de la censura española, Buñuel se vio obligado a modificarlo, sustituyéndolo por una escena aparentemente inofensiva en la que los personajes jugaban a las cartas.

A pesar de estos cambios, la película no logró eludir la censura definitiva. Poco después de su estreno, un artículo publicado en L’Osservatore Romano, el periódico oficial del Vaticano, condenó el filme por considerarlo ofensivo hacia la religión y la moral cristiana.

En el texto, se calificaba a la obra de «inapropiada, injuriosa y blasfema», lo que llevó a su prohibición inmediata en España. Este acto reflejaba la estrecha vigilancia de las autoridades franquistas sobre el arte y su alineación con los valores ultracatólicos.

Los elementos religiosos 

Es inevitable hablar sobre Viridiana sin mencionar los elementos religiosos en la historia como lo son principalmente la corona de espinas, la cruz, el martillo y los clavos, elementos a los que la protagonista le reza en su primera noche en casa de don Jaime.

Estos simbolismos representan objetos de la Pasión de Cristo y al final son mandados a quemar por Viridiana, después de que es abusada, renunciando a su fe. 

Los temas musicales como Et incarnatus est y el Aleluya de Haendel usados en ceremonias o rituales religiosos, son empleados en contexto eróticos cambiando el sentido de las canciones. También se incluye una escena que hacen alusión a la pintura de la Ultima Cena de Da Vinci representada por las personas sin hogar de la historia. Finalmente, Viridiana es inmortalizada en un cuadro representando a la Santa Viridiana, una joven considerada «virgen» que vivió reclusa hasta su muerte.

Estructura patriarcal y la transgresión del cuerpo femenino

De acuerdo con el artículo ‘La autonomía del guión cinematográfico como género literario. La genialidad de Buñuel y Julio Alejandro en Viridiana» para construir a este personaje, el director se basó en dos momentos de su vida: el primero, cuando leyó en la revista La Hormiga de Oro la vida de Santa Viridiana, la cual leyó en 1910 cuando estudiaba con los jesuitas; y la segunda, en su adolescencia cuando soñó que narcotizaba y violaba a la reina Victoria Eugenia de España. Aunque algunos aseguran que es una adaptación de la novela Halma de Benito Pérez Galdós.

Fue así que nació Viridiana, una mujer novicia que está a punto de convertirse en monja y entregar su vida a la fe. La construcción de su personaje de forma física y psicológica está ligado a las características que el patriarcado le ha dado por mucho tiempo a las mujeres: belleza hegemónica; cuerpo delgado y delicado; sumisa y servicial; que muestra su piel lo menos posible; y sobre todo un cuerpo «virginal».

El cuerpo de Viridiana permanece en constante cubrimiento, dejando ver solo el rostro y las manos, esto como parte de la vestimenta de novicia, pero incluso cuando no está en el convento, sino en la casa de Jaime, se cubre con una pañoleta y ropa holgada que le llega hasta los pies. Por lo que, cuando se muestra sus piernas mientras está en modo sonámbulo, estas son sexualizadas por su tío. 

En toda su estancia se muestra servicial con Jaime por órdenes de la madre superior cuyo comportamiento es similar al de una esposa obediente quien debe preparar la merienda u ordenar la ropa, incluso cuando es una invitada y es su sobrina.

Viridiana es expuesta entonces como la figura de una santa virgen que a su vez es el modelo a seguir de las mujeres, una mirada expuesta desde el patriarcado. 

Pero incluso siguiendo este comportamiento, no sé salvó de ser violentada por los hombres de la historia, quienes en diferentes momentos están intentando abusar sexualmente de ella. Comenzando con su tío quien intenta obligarla a casarse con él por su parecido con su antigua esposa doña Elvira quien murió en la noche de bodas. Aun teniendo un hijo no reconocido de quien nunca se hizo cargo, decide invertir su fortuna en la educación de Viridiana para algún día poseerla.

Al principio, intenta llegar a ella a través de la manipulación, colocándose como un viejo enfermo que solo quiere ver en vida a su esposa. Sin embargo, cuando Viridiana se niega, entonces la obliga a estar con él a través de somníferos y aunque no logra violarla porque se arrepiente, le hace creer a Viridiana que han tenido relaciones sexuales para que no regrese al convento.

Película Viridiana

La llegada de su primo no fue distinta. Si bien siempre da entender que tiene segundas intenciones con Viridiana e incluso entra a su cuarto sin pedir permiso, nunca la obliga a estar con él.

Es Viridiana que -después de ser salvada por su primo, ya que una de las personas sin hogar a los que recogió, abusa sexualmente de ella- renuncia a la religión y se acerca a Jorge visitándolo en su cuarto mientras está en compañía de Ramona, su trabajadora del hogar. 

El trato hacia las otras mujeres no es muy diferente. Ramona es controlada por Jaime y Jorge todo el tiempo, obedeciendo a sus deseos incluso cuando estos dañan a Viridiana.

Por ejemplo, es ella quien coloca los somníferos en el café de Viridiana y también intenta hacerla entrar en razón para que se case con Jaime. Al mismo tiempo, se vuelve amante de Jorge aun cuando este llega con Lucia, su novia, que a su vez parece ser intercambiable por cualquier mujer. 

Las mujeres sin hogar a quienes recoge Viridiana también forman parte después esta estructura, pues sus cuerpos son usados para satisfacer el deseo sexual de los hombres sin importar que queden embarazadas. Igualmente se encargan de ellos, alimentándose y limpiándolos. 

Finalmente, está Rita, la hija de Ramona, que al ser una niña no tiene el mismo comportamiento que Viridiana o su madre. Ella cuestiona las acciones de los adultos quienes la señalan de «contestona o grosera», aunque es una niña que aún no se subordina a los mandatos del patriarcado.

Sin embargo, tomando en cuenta que ella y su madre fueron recogidas por Jaime y que, a su vez, también se encargó de su alimentación y educación, es probable que hubiera tenido el mismo destino que Viridiana.

El cuerpo femenino desde el patriarcado

Desde la visión del patriarcado, la subordinación de las mujeres se ha sustentado principalmente en la dominación de los cuerpos femeninos, según establecen Alda Facio y Lorena Fries en su artículo ‘Feminismo, género y patriarcado’. Este es ejercido por los hombres y las instituciones que ellos han creado -como la medicina, el derecho y la religión- con el fin de controlar su sexualidad y capacidad reproductiva.

Asimismo, señalan que es el Derecho el que ha permitido este mecanismo de control. Por ejemplo, el matrimonio se consolidó como una institución en donde es el hombre quien ejerce el poder y la mujer debe obediencia por una “incapacidad de actuar por sí misma en el ámbito público jurídico”. Este panorama ha creado escenarios de violencia conyugal y física dentro del ámbito familiar legitimando el uso de la fuerza sobre los cuerpos femeninos.

La violencia sexual contra la mujer tambien esta intitucionalizada gracias a instancias como la familia y el Estado en el que se emplea la fuerza y el temor para mantener los sistemas de dominación ejercidos hacia las mujeres que se mantienen en sus cuerpos quedando sujetas al control sexual y reproductivo.

Por otro lado, las autoras mencionan que durante la etapa de socialización de las mujeres y niñas son obligadas a reprimir su realidad y se les impone otra, por lo que cuando se convierten en adultas son susceptibles al dominio y explotación. La realidad impuesta opera a nivel mental y físico, siendo el cuerpo de las mujeres el que tiene un efecto efectivo que comienza en su seno familiar.

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