7/06/2024

El activismo femenino en Rumania ‒ Compendio histórico

 

El activismo femenino en Rumania ‒ Compendio histórico

Rumania, actualmente el país más grande de los Balcanes, ha experimentado cambios profundos en las normas y relaciones de género desde su fundación como Estado en 1864. Hasta 1932, la mayoría de mujeres eran ciudadanas de segunda clase, y el derecho al voto de la totalidad de la población femenina no llegó hasta la toma del poder por los comunistas después de 1944. La emancipación de las mujeres era un objetivo del régimen comunista, pero ellas quedaron relegadas a la doble jornada de trabajo, por mucho que tuvieran más oportunidades en el terreno de la educación y de la capacidad económica.

Como Estado miembro de la Unión Europea desde 2007, Rumania ha adoptado a regañadientes los principios de la UE en materia de igualdad de género en la administración pública y la paridad en las listas electorales. Las mujeres siguen siendo un sector de la población económica y socialmente vulnerable de manera desproporcionada, tanto en las ciudades como en el medio rural.

El periodo precomunista
En lo que hoy es Rumania, las mujeres empezaron a organizarse en diversos grupos al menos desde el siglo XIX, inicialmente con denominaciones religiosas y después en asociaciones educativas y políticas. En esta breve narrativa no hay espacio para detallar este panorama complejo y cambiante. Nos centraremos más bien en los intentos de formar agrupaciones que representan los intereses y necesidades de diversas categorías de mujeres después de 1864, fecha en que Rumania pasó a ser un Estado.

Los movimientos de mujeres estuvieron divididos desde el principio según criterios de clase, religiosos y étnico-raciales. Mujeres de familias acomodadas que querían animar a sus hijas a emprender actividades educativas más allá de los modelos tradicionales de feminidad y maternidad encabezaron organizaciones que defendían una mejora de las oportunidades educativas para las jóvenes. Aunque el Estado estableció la enseñanza obligatoria para todos y todas las menores, el poder se abstuvo sistemáticamente de ponerla en práctica y de presupuestar recursos suficientes para asegurar que las niñas pudieran asistir a la escuela. La tasa de alfabetización femenina, especialmente en las zonas rurales, siguió siendo baja hasta que el régimen comunista invirtió en su política de alfabetización.

Las organizaciones feministas se centraron en la mejora del acceso a la formación de las mujeres para el magisterio, si bien manteniendo criterios étnicos y religiosos. Se favorecía a las rumanas étnicas de religión cristiana ortodoxa por encima de todos los demás grupos étnico-raciales y religiosos. Dos ejemplos destacados de estas mujeres son los de Alexandrina Cantacuzino (1876-1944) y Elena Meissner (1867-1940).

Ambas mujeres, una en Bucarest y la otra en Iasi (la segunda ciudad más grande de Rumania y capital del país entre 1916 y 1918), dirigieron organizaciones no gubernamentales que formaban a jóvenes mujeres para ejercer de maestras. La Sociedad Nacional Ortodoxa de Mujeres Rumanas, encabezada por Cantacuzino, apoyaba específicamente a mujeres de etnia rumana y religión cristiana ortodoxa, para que encontraran empleo en centros educativos tanto privados como públicos.

Las mujeres interesadas en la justicia social y la igualdad de género gravitaban en torno al movimiento socialista, siendo Sofia Nadejde (1856-1946) el ejemplo más prominente. Nadejde fue escritora y activista del Partido Socialdemócrata y firme sufragista. Fue marginada sistemáticamente por otras feministas, como Cantacuzino y Meissner. Sin embargo, Nadejde fue la feminista que afrontó el reto de criticar al más popular de los intelectuales y políticos de la época, Titu Maiorescu (1840-1917), en la cuestión del supuesto inferior potencial intelectual de las mujeres en función del tamaño de su cerebro.

Nadejde logró dar una gran publicidad y un excelente apoyo intelectual a la causa feminista, pero quienes podrían haber sido sus aliadas se negaron a apoyarla personal e individualmente, o la alababan de forma paternalista mientras la excluían de conferencias, organizaciones y alianzas feministas. Un ejemplo ilustrativo es el de Izabela Sadoveanu (1870-1941), una feminista del periodo de entreguerras con inclinaciones eugenésicas, quien dijo que Nadejde era “siempre simple como una niña, llena de sentido común como una campesina sana en cuerpo y mente, personal, apasionada y excesiva como un verdadero arquetipo femenino en todas sus manifestaciones”. La cita refleja muy bien lo que pensaba Sadoveanu de lo que significaba ser mujer y campesina, un punto de vista que se nutre tanto de la biopolítica de la eugenesia rumana como de sus ideales feministas.

Las mujeres pertenecientes a grupos minorizados, como las gitanas, nunca hallaron una puerta abierta. Después de 1918, cuando Rumania dobló su tamaño, pero la proporción de gitanas étnicas que eran cristianas ortodoxas cayó de más del 90 % a alrededor del 70 %, Cantacuzino dejó muy claro ante los grupos de mujeres alemanas, serbias, húngaras y judías que era su deber conformarse con lo que el Estado rumano tenía previsto para las minorías. Mientras decía que representaba los intereses de todas las mujeres a través de su organización feminista y en los espacios internacionales, como la Pequeña Alianza de Mujeres, Cantacuzino nunca consideró a las mujeres no ortodoxas de su organización más que como meras seguidoras. Jamás abrió un espacio para mujeres minorizadas a fin de defender ideas específicas en materia de educación, empleo, sanidad o cualquier otra política pública que afectara a las mujeres.

Cantacuzino no fue inusual para su época, pero también consideraba que su labor era progresista e inclusiva, representando mal sus propias ideas y los problemas a que se enfrentaban las mujeres en Rumania. Transilvania votó a favor de la unión con Rumania el 1 de diciembre de 1918. La plena igualdad legal de hombres y mujeres era una condición de esta unión. Cuando el Estado incumplió la promesa, Cantacuzino y otras feministas lo denunciaron y siguieron batallando por la reforma del Código Civil, cosa que finalmente lograron en 1932. Sin embargo, no por ello dejaron de enganchar su furgón al tren del nacionalismo étnico-racial excluyente.

El periodo comunista
Este legado de división se mantuvo después de 1945, aunque en gran parte no se hizo patente hasta 1989. El régimen socialista de Estado proclamó su compromiso por la igualdad de género en la constitución, el Código de Familia y otras leyes. Como Estado ateo, la Rumania comunista permitió que algunas organizaciones y comunidades religiosas siguieran operando, pero criminalizó a otras, como la rama ortodoxa griega.

Durante la primera generación, el régimen comunista logró erradicar el analfabetismo y aumentar las oportunidades de empleo asalariado para las mujeres hasta un nivel sin precedentes. A finales de la década de 1960, el régimen socialista de Estado se interesó más por controlar a las fuerzas productivas y reproductivas que había tratado de movilizar en las dos décadas anteriores. Si bien no dejaron de existir organizaciones de mujeres, su capacidad para expresarse críticamente sobre cuestiones cruciales, como la del poder de decisión en materia reproductiva, quedó cercenada.

El Partido Comunista, aun a sabiendas de que había un enorme desequilibrio de género con respecto al apoyo popular que recibía (menos del 25 % de sus componentes eran mujeres), promulgó en 1967 una brutal ley contra el derecho al aborto que hizo que más de 10.000 mujeres murieran en operaciones de aborto clandestino y miles de niños y niñas fueran abandonadas en instituciones públicas en que reinaban condiciones inhumanas. Gran número de estos niños y niñas murieron más tarde por malnutrición y otras formas de abuso físico y psicológico mientras se hallaban bajo la custodia del Estado. La despenalización del aborto y el acceso a formas seguras de contracepción pasó a ser una demanda unificadora de las mujeres rumanas, así como de muchos hombres. La legalización del aborto fue la segunda ley que se aprobó en enero de 1990, después del sangriento final del régimen comunista en diciembre de 1989.

Del comunismo al ingreso en la UE
El acceso al aborto sigue contando con el apoyo casi universal en todos los demás sectores de la sociedad rumana, incluso ahora que los movimientos de mujeres se han diversificado y dividido desde 1990. Muchas mujeres han tratado de implicarse en el sistema multipartido, si bien pocas han sido amparadas y promovidas por sus propios partidos. La legislación en materia de igualdad de género, impuesta por presiones de la Unión Europea, ha hecho que en las listas electorales aparezcan más mujeres candidatas, pero más a menudo como candidatas de usar y tirar, incluidas para que el partido cumpla le legalidad vigente.

La proporción de mujeres elegidas al parlamento es del 17 %, habiendo aumentado un poco desde 1990, pero siempre muy lejos de la paridad de género. Otros países poscomunistas han visto aumentos todavía más escasos (por ejemplo, Chequia y Hungría), mientras que otros siguen una tendencia parecida a la de Rumania (por ejemplo, Bulgaria). Ocasionalmente, las mujeres diputadas se han juntado para criticar públicamente la grosera misoginia de sus colegas, pero no existe ninguna agrupación o alianza de mujeres de distintos partidos para plantear cuestiones como la protección contra la violencia machista.

Algunas cuestiones han fragmentado los movimientos de mujeres. Los derechos de las personas LGBTQI+ apenas se abordan en Rumania y pocos políticos o pensadores (o políticas y pensadoras) han hablado públicamente y de modo sistemático en apoyo a la plena igualdad de todas las personas  o para oponerse a la discriminación o la violencia de género. En 2018 salió derrotada una enmienda constitucional que definía el matrimonio exclusivamente como unión entre un hombre y una mujer, pero las parejas homosexuales solo gozan de igualdad de derechos desde que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictó una sentencia favorable a una pareja gay rumana.

El trato que reciben las personas trans en Rumania no es un tema que ocupe a la mayoría de movimientos de mujeres. Con la excepción de grupos anarquistas informales y unos pocos grupos feministas menores, las organizaciones de mujeres han guardado silencio o han emitido declaraciones transfóbicas, o bien como mucho han declarado su apoyo a los derechos de las personas trans sin esforzarse mucho por alinearse públicamente en relación con esta cuestión.

La distancia entre las comunidades trans y los grupos de mujeres cis no ha dejado de crecer desde que la UE financia algunos proyectos para contrarrestar políticas de exclusión de las personas trans. Entre las medidas preconizadas está la de prever un tercer género en los documentos de identidad oficiales y la garantía del derecho de las personas trans a cambiar de nombre y de género en sus documentos.

Las mujeres gitanas también han permanecido aisladas de muchos grupos de mujeres, a menudo marginadas debido a prejuicios racistas. Algunos programas de discriminación positiva centrados en la educación y el empoderamiento económico han contribuido a reforzar la presencia y las ideas de feministas gitanas, pero hoy por hoy muchas siguen sintiéndose marginadas por motivos raciales (con respecto a las mujeres rumanas) o de género (con respecto a los hombres gitanos), de forma parecida a las feministas negras estadounidenses hasta comienzos de la década de 1990.

Las mujeres gitanas siguen teniendo una tasa de alfabetización significativamente más baja que las étnicamente rumanas (del 72 % frente al 100 %), incluso inferior a sus homólogas gitanas de otros países poscomunistas europeos. Esta diferencia tiene mucho que ver con una participación más baja en el trabajo asalariado, que es del 28 % entre las mujeres gitanas y del 52 % entre las de etnia rumana. Ello se traduce en una mayor vulnerabilidad económica y social de las mujeres gitanas. Ahora empiezan a surgir alianzas interseccionales que puentean estas divisorias. Organizaciones como E-Romnja se esfuerzan por establecer alianzas sobre la base de la crítica queer de color.

Del mismo modo, los movimientos de derecha radical eligen a mujeres como portavoces destacadas. Esto puede ser una respuesta estratégica a tendencias similares que se observan en EE UU y Europa Occidental, pero también es un legado de los movimientos de mujeres de Rumania del periodo de entreguerras, cuando la eugenesia halló simpatizantes entusiastas entre mujeres educadas de etnia rumana.

En las dos últimas décadas, cierto activismo ha logrado unir a las mujeres. La derrota del referéndum de 2018 sobre la definición de la familia se produjo en parte gracias a la movilización de las mujeres. El activismo ambiental, especialmente en torno a la deforestación y la minería, ha adquirido dimensiones significativas en virtud del activismo femenino y de las redes feministas, que se manifestaron en las calles. Filia, una ONG feminista fundada en 2000, ha contribuido a llamar la atención sobre la violencia machista y otras formas de discriminación de género y opera en alianza con otras ONG que se centran en la eliminación de la discriminación de las poblaciones vulnerables. Entre otras cosas, ha colaborado con ACCEPT, la ONG más grande y más activa de Rumania en defensa de los derechos LGBTQIA.

Paralelamente a estos esfuerzos, el anarco-feminismo ha protagonizado un movimiento clandestino activo en Timisoara a partir de 1991. Su crítica radical del feminismo liberal ha contribuido a articular un lenguaje más diverso en cuestiones relativas a las normas de género y ha abierto espacios para expresiones de género alternativas.

La violencia sexual y especialmente la violencia doméstica son objeto de una atención creciente en los medios y la esfera política. La presión desde abajo por parte de grupos de mujeres consiguió que Rumania ratificara el Convenio de Estambul en 2016. Desde entonces los grupos de mujeres han sido fundamentales para la implementación del convenio y la formulación de críticas contra la (in)acción del gobierno. La violación y asesinato de una chica de 15 años de edad hace cuatro años dio pie a numerosas manifestaciones y renovó las presiones para abordar la violencia sexual de manera más seria. Sin embargo, no se han creado entidades o redes duraderas que canalicen estas voces diversas.

No está claro qué traerán en el futuro estas diversas vertientes del activismo femenino. En comparación con la enorme derrota sufrida por las mujeres estadounidenses en el caso Dobbs contra Jackson Women’s Health Organization en junio de 2022, cabe pensar que la situación en Rumania es mejor que en EE UU.

Siguen existiendo enormes disparidades entre las mujeres en Rumania por motivos de religión, sexualidad, clase y etnia. No obstante, esto también significa que existen grandes oportunidades para abordar la violencia machista y la discriminación de género. Escuchar atentamente, comprender los intereses comunes y utilizar los privilegios de cada una para abordar estos problemas sistémicos son los retos del futuro.

01/03/2024

Against the Current

Traducción: viento sur

Claudia Sheinbaum, la primera mujer presidenta

Víctor Iván Gutiérrez*

El contundente triunfo electoral de Claudia Sheinbaum el pasado 2 de junio significó el respaldo mayoritario del pueblo de México al proyecto político de la Cuarta Transformación, el cual se encuentra envuelto desde 2018 en una disputa, frente a diversos factores de poder, por hacer del Estado mexicano el instrumento del desarrollo económico, de la defensa de la soberanía nacional y de la construcción de un régimen posneoliberal.

Visto en retrospectiva, este importante acontecimiento resultó también histórico, no sólo porque ese respaldo fue entregado, por primera vez en la historia de México, a una mujer (situación que por sí misma valdría la pena celebrar); sino, sobre todo, porque la mujer que resultó ganadora es una mujer emanada de un movimiento político que, desde la segunda mitad de los años 80, se propuso acceder a la Presidencia de la República a través de la vía pacífica.

Lo anterior resulta aún más significativo, ya que, por lo general, los grupos dominantes recuerdan con júbilo y nostalgia a los gobiernos de Margaret Thatcher, en Inglaterra, o Angela Merkel, en Alemania, y recomiendan a las mujeres qué camino seguir si desean incursionar en la política. Y es que esta actitud obedece, en gran medida, a que la primera fue un actor fundamental en la implementación de las políticas neoliberales, tanto en Reino Unido como en el resto del orbe; mientras la segunda, con su liderazgo, contribuyó a perpetuar los dogmas neoliberales, sobre todo después de la crisis económica de 2008-09.

En las antípodas de estas mujeres, Claudia, como le dicen cariñosamente sus seguidores, se perfila a tomar posesión el 1º de octubre, trayendo tras de sí un pasado diametralmente opuesto al de Thatcher y Merkel: académica de la Universidad Nacional Autónoma de México, secretaria de Medio Ambiente en la jefatura de Gobierno de López Obrador (2000-05), jefa de Gobierno de la Ciudad de México (2018-23), activista estudiantil en el Consejo Estudiantil Universitario (1986-87) y militante de la izquierda electoral (primero en el PRD y posteriormente en Morena).

Seguramente estas credenciales provocaron certeza al electorado que decidió refrendar en las boletas la ambición transformadora del segundo piso de la Cuarta Transformación. Y no es para menos. En medio de procesos electorales mundiales donde el común denominador es el abstencionismo recalcitrante o el crecimiento desaforado de la extrema derecha (como se observa en Estados Unidos, la Unión Europea y algunos países de América Latina) desde 2018, en México, el avance de la izquierda electoral ha sido tan avasallante, a tal grado, que condicionó a las élites económicas y políticas contrarias a la Cuarta Transformación a elegir una candidata competidora, supuestamente identificada con los pueblos indígenas y los sectores populares.

Por esta razón, numerosos expertos coinciden en que asistimos a la emersión de una nueva hegemonía política, la cual se traduce como la consolidación de la dominación consensuada de un bloque de poder a través de principios compartidos como: la preponderancia de lo público sobre lo privado, la austeridad sobre la ostentación, la honradez sobre la corrupción, el Estado sobre el mercado y la nación sobre la llamada globalidad. Este viraje de los sentidos comunes no ha sido de la noche a la mañana. Por el contrario, ha sido fruto de la discusión cotidiana que ha promovido el presidente Andrés Manuel López Obrador y que sorprendentemente ha venido erosionando las certezas que sustentaban, precisamente, la otrora hegemonía neoliberal y que hoy se encuentran en profunda crisis.

Del 2 de junio a la fecha, los acontecimientos se han desarrollado con mucha rapidez. Hoy la agenda pública se ha concentrado en discutir el llamado Plan C, particularmente lo referente a la reforma al Poder Judicial, modificación que ha concentrado la mayor atención de la opinión pública. Sin embargo, quizá la rapidez de estos acontecimientos impida valorar a fondo el enorme significado histórico y geopolítico del triunfo electoral de Claudia Sheinbauam.

En medio de tanta algarabía no se ha hecho tanto hincapié en que Claudia será la primera mujer presidenta, no de cualquier país, sino de México, un país que anualmente presenta dramáticas cifras de mujeres asesinadas, violadas, secuestradas y desaparecidas. Tampoco, de que este importante acontecimiento histórico, se da prácticamente en la frontera sur de Estados Unidos, justo en el momento en que se ciñe en la comunidad internacional, una peligrosa situación que pudiera derivar en un colapso existencial, dada la desastrosa participación que Washington está teniendo en el conflicto entre Rusia y Ucrania, así como en su injustificable indiferencia ante el genocidio israelí sobre el pueblo palestino.

Por lo anterior, en el dramático contexto internacional y regional, que una potencia económica, cultural y demográfica como México simpatice, mayoritariamente, por postulados como la justicia social, la democracia y la soberanía nacional, convierte a México en un epicentro digno de inspiración para aquellos pueblos que deseen transformar la realidad y que estén a favor de la paz mundial.

* Investigador del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México

X: (@vivangm)

«Las mujeres vivimos en una estafa»

 rebelion.org

No solo las redes sociales potencian las exigencias de belleza que estaban supuestamente en jaque, ahora también la inteligencia artificial exacerba los sesgos que siguen reproduciendo desigualdades.


En La Estafa de la feminidad. Cómo la belleza nos educa para ser sumisas (Ed. Planeta), Lala Pasquinelli desgrana con lenguaje llano cómo la cultura masiva reproduce estereotipos de género que siguen esclavizando a las mujeres y disidencias, setenta años después de la segunda ola del feminismo y a poco de subirnos a la que hizo eclosión a partir del movimiento #Niunamenos en 2015. Entre otras cosas, aborda por qué las redes sociales potencian los mandatos y las exigencias de belleza que creíamos haber puesto en jaque y cómo la inteligencia artificial no hace más que exacerbar los sesgos que siguen reproduciendo desigualdades. Romper con la normalización de la crueldad sobre los cuerpos feminizados y construir otras narrativas plantea es urgente.

Lala Pasquineli es abogada, activista, con lúcidas campañas lanzadas desde la organización Mujeres que no fueron tapa. #Hermanasoltálapanza y #Hermanasoltáelreloj lograron condensar ideas que llevaban años incrustadas en los cuerpos (hay que ser flacas, hay que ser bellas, hay que estar disponibles) y transformarlas en slogans que llamaban a testimoniar con efecto catártico y movilizante las experiencias vividas. En este libro, recopila las ideas que vino trabajando desde entonces y propone un cambio. Esta entrevista profundiza sobre ello.

–¿Cómo empezaste a pensar en estas cuestiones que plasmas en este libro?

–Yo creo que todas estas cosas que se plantean en el libro forman parte de mi experiencia de vida. Preparando la presentación del libro me acordaba cosas de cuando iba a la facultad. Estaba estudiando y estar siempre a dieta y el tiempo que me consumía, la energía vital que me consumía a mí estar a dieta. En ese momento sí me desesperaba lo que me pasaba, no sabía cómo salir de eso, pero no podía tener esta mirada crítica que quizás tengo ahora. Esos cuerpos que aparecían en las revistas, era una cosa de la calle, no sé.

–Ahora las redes reproducen…

–Claro, es por millones. Me acordaba, por ejemplo, que empezábamos a fumar en la escuela, yo soy de una ciudad chica.

–¿De dónde?

–De Junín. Nací en un pueblo que se llama La Emilia. O sea, en ese momento la adolescencia estaba en Junín. Y me acuerdo que las chicas empezábamos a fumar para no tener hambre, para poder pasar la dieta, para no comer, para esas cosas… Que en retrospectiva es qué delirio, qué pérdida de vida, de salud, de todo. Y esto que para mí también es central, que es la profunda incomodidad con una gestualidad que no encajaba en lo que se esperaba que fuera mi gestualidad, que fueran mis intereses, que fuera la forma de ocupar el espacio, por decirlo de alguna manera, la forma de hablar, de reírme, de todo esto. Y que son, digamos, señalamientos y cosas que son sutiles, pero que por sutiles no dejan de ser dolorosas, ni dejan de modelar tu cuerpo, de modelar la forma en la que vas a estar en el mundo. Cuanto más lejos estás del modelo, más violencia recibís.

–En el libro hablas de estafa, ¿por qué esta palabra?

–La estafa tiene un montón de connotaciones. Lo general es esta idea de que la estafa tiene que ver con que a las mujeres, las personas que nacemos con vulva, que vamos a ser socializadas como mujeres, nos entregan esta cajita rosa que trae toda la ropita rosa, las muñequitas, todas estas cosas, y el manual de género, ¿no? Y ese manual tiene estas reglas. Es como un manual. Si vos hacés las reglas vas a llegar a un lugar determinado. Si vos hacés el esfuerzo de encajar en el ideal de belleza, vas a alcanzar la felicidad porque vas a ser deseada y vas a ser elegida para los trabajos y vas a ser exitosa y vas a tener los consumos y la felicidad que tiene la gente que es linda, que es un poco lo que nos muestran las fotos de las influencers y todo lo que vemos. Y si vos lográs ser elegida por un varón, vas a tener una familia, entonces vas a poder tener hijos y eso va a ser ya el pináculo de la felicidad de las mujeres. Y la verdad, lo que he visto suceder en la vida de la mayoría de las mujeres es que ese manual es una estafa en el sentido de que por más que te esfuerces en encajar en esos modelos y en esos ideales, por más que te esfuerces en encajar en el ideal de belleza, cumplir con los ritos del amor romántico y encajar y ser la superwoman y la mejor de las madres y muelas el grano de trigo en el mortero de tu casa para darle a tu hijo, esa felicidad no llega y lo que te vas a encontrar más que nada es explotación, violencia, dolor y un arrasamiento subjetivo también, un arrasamiento de la propia identidad fuerte.

–¿Y cómo es que vivimos todas estafadas?

–Esto es un concepto jurídico, para que la estafa exista como tal, como figura jurídica, como delito, necesita que no sea un mero engaño, tiene que haber una disposición de recursos para que vos seas engañada y que aun siendo diligente no puedas darte cuenta de que estás siendo engañada. Y yo creo que eso funciona así, por eso es una estafa en nuestro caso, porque desde todas las instituciones sociales, ni hablar de la cultura, de los medios, todo lo que consumimos, ese camino, ese recorrido, ese manual que dice que si vos haces A más B, vas a llegar a C, se reproduce todo el tiempo, y hay muy pocos relatos y discursos que vayan a confrontar ese relato hegemónico sobre la vida de las mujeres, y es lo que vimos hacer a nuestras madres, a nuestras abuelas, a las mujeres a nuestro alrededor. Quizás todas estamos cansadas, quizás todas nos damos más, quizás la pasamos remal, pero al mismo tiempo, y con todos esos indicadores, nos es muy difícil pensar que es un problema que tiene que ver con un sistema de opresión, y no con que somos nosotras las que lo estamos haciendo mal esta vez, pero que la próxima vez, cuando nos esforcemos más, cuando encontremos al señor indicado, cuando no sé qué hagamos, sí vamos a llegar a ese lugar de la felicidad y tal. Y creo que ahí es como el perfeccionamiento de esa estafa.

-Esto viene siendo denunciado hace muchos años por las feministas.

–Inclusive hasta con más contundencia, yo leía mucho a Silvia Federici, y ella, en la década del 70, hizo una campaña por el salario para el trabajo doméstico con una contundencia discursiva de acciones y demás, que creo que nosotras ni siquiera tenemos en esta época. Lo decimos mucho más amablemente, como si en cada época hay que otra vez volver a decir lo mismo con las palabras de la época o algo por el estilo.

–Lo que marcás en el libro es que lo que está más acentuado en este momento es el tema de la belleza como el principal atributo a alcanzar dentro de este marco del ideal de feminidad. ¿Por qué es la belleza? ¿Qué nuevas formas adopta? ¿Qué pasa con las adolescentes y las niñas con esto en las redes sociales?

–Lo que yo vengo viendo es el incremento en los niveles de crueldad de las propuestas, de las intervenciones sobre los cuerpos, de cómo esto se cuenta y se muestra en redes sociales, sobre todo todo lo que tiene que ver con cirugías estéticas, donde se ve mucho esto de mostrar los cuerpos en los quirófanos, los cuerpos recién operados, los cuerpos intervenidos todo el tiempo, sin ningún tipo de advertencia. Entonces por un lado el avance de los niveles aceptables de crueldad sobre el propio cuerpo, y por supuesto que una vez que uno lo normaliza sobre el propio cuerpo, también lo normaliza sobre el resto de los cuerpos, y esto tiene mucho que ver con la educación que recibimos. Y cómo esa crueldad además no es solo física, sino que también hay estas intervenciones, esta forma de educar a las niñas –que es la forma en la que fuimos educadas quizás mi generación, pero que esto sigue sucediendo y cada vez está más radicalizado en niñas cada vez más pequeñas–, donde se les exige desde muy pequeñitas encajar en estos ideales: no ser gordas desde chiquitas, o sea niñas que son puestas a dieta desde los cinco años, las niñas aspirando a ser un poco más grandes para hacerse una cirugía, para cambiarse la nariz o la pierna o esto o el otro. Porque por ahí tiene que ver con el uso de filtros o con el uso de toda esta tecnología que usan para reproducir sus propias  imágenes, pero también con lo que ven. Y hoy además en el mercado del amor y el deseo para las mujeres, que tiene mucho que ver con las apps de citas en general. Y las redes sociales también, la gente se conecta por Instagram o por otras plataformas, lo que prima o lo que me hace ser elegible por otra persona en primera instancia es mi apariencia física. 

–A muchas mujeres les cuesta responder de manera positiva a preguntas sobre sí mismas (qué te gusta de tu cuerpo, cuánto te encanta de ser vos)…

–Sí, y sobre todo el vínculo con el cuerpo, que es un vínculo imposible casi, es un vínculo de una relación de enemistad básicamente. Nueve de cada diez mujeres no están satisfechas con su imagen física, mujeres, jóvenes, niñas. 

–Y eso también impacta en otras cuestiones, vos hablás de la sumisión que genera.

–Sí, porque además, la belleza exige una gestualidad, por un lado ingenuidad, esta cosa de la colegiala, por poner un ejemplo…

–Infantil…

–Infantilizadas, así como se adultiza las niñas, se infantiliza las adultas, y exige una gestualidad también hiperamable, una gestualidad que acomode al resto. Entonces, no importa lo que esté sucediendo, no importa que todo el tiempo estamos en una tarea de eludir la violencia sobre nuestros cuerpos en el espacio público, en el trabajo, en la familia, en todos lados, vos tenés que estar sonriente, tenés que ser amable, y si no, sos fea, y si no, sos mala. Las serias son feas, y malas, por supuesto, y las malas son feas siempre. Y esto llevado al terreno de la construcción de los vínculos en heterosexualidad, especialmente, refiero a la heterosexualidad por esta construcción jerarquizada entre los géneros. Entonces, nosotras educadas y construidas en torno a esta sensación permanente de que no alcanza, de que no estamos a la altura, porque la belleza también construye esa sensación de insuficiencia. Nunca estás bien, siempre te falta algo, te falta la pestaña, te falta sacarte la arruga, nunca hay lo que se necesita, y construidas además en esta idea de que para ser queridas tenemos que ser agradables y buenas, callarnos la boca, y todo esto es una educación que nos pone en peligro, más allá de que nos ponen un lugar de sumisión, también nos pone en peligro en los vínculos y en la sexo afectividad.

—Decís que la vida de las mujeres cambió mucho en los últimos setenta años, y que la de los varones permanece prácticamente igual…

–Porque no se espera de ellos cosas muy diferentes, o por lo menos, aunque se esperen, aunque quisiéramos, no hay de parte de ellos un cambio significativo en términos de sus compromisos afectivos, en sus roles, en sus vínculos: lo que se espera de un padre, lo que se espera de un hijo, lo que se espera de los varones como pareja. Como que eso está bastante cristalizado. Más allá de que tengamos la expectativa de que existan lo que se denominan entre comillas «las nuevas masculinidades», lo cierto es que en general con lo que nos encontramos es más o menos lo mismo, varones que se comportan bastante parecidos a sus padres, sus abuelos, etcétera, en términos de cómo funcionan sus vidas, sus intereses, lo que tiene centralidad en sus vidas y en sus identidades.

–Decías que todavía sigue vigente esta frase “billetera mata galán”, como que a para ellos tampoco la cuestión de la estética es tan importante.

–Sí, cada vez es más importante porque lo podemos ver en los adolescentes y en los jóvenes, y esto para mí tiene que ver con la ampliación del mercado de las industrias de la estética, que ven también que los varones pueden encontrar un nicho disponible. Ojalá se revelaran más pronto, pero la verdad es que si bien hay una preocupación y si bien estamos viendo cómo hay casos de bulimia y de anorexia en varones, que tienen que ver con la imagen y esto cada vez más, no encajar en ese ideal de belleza porque no es central en el rol de género de los varones, entonces no los va a dejar afuera del mercado de trabajo, no los va a dejar afuera del mercado del amor y del deseo, por esto que decíamos. Mientras cumplan su rol de género de ser exitosos, tener dinero, acumular cierto poder, exponerse a la aventura, cumplir con el ritual de la masculinidad, todavía pueden circular bien por esos espacios aunque no tengan belleza, veremos qué va pasando con el tiempo, pero por ahora todavía es así.

–Hay una parte de la población masculina que se queja y se victimiza sobre su situación actual, por ejemplo, dicen: “ya no sabemos cuándo le podemos dar un beso a las mujeres”, ¿qué pensás?

–Qué cómodo, si esos son los problemas de la masculinidad, no saber cuándo dar un beso y cuándo invitar a alguien a salir, que es algo que se resuelve con una pregunta, ¿te puedo dar un beso? ¿te gustaría salir conmigo? No es un drama, no es un desastre. Nosotras tenemos otros problemas: no sabemos si vamos a ser violadas cuando nos subimos a un ascensor, a un auto, a un taxi a la noche, cuando estamos en la calle, esos me parece que son problemas. Es tremendo, o sea me parece que es como una muestra muy clara de la desigualdad en la que vivimos en términos de las cosas que nos suceden.

–Citás una encuesta que dice que el 70% de las mujeres se arrepiente de haber sido madre. Es muy fuerte.

–Es fuerte y esa campaña fue muy fuerte. Fue toda una conversación que abrimos durante varios meses en 2022 en el marco de la campaña Hermana soltá el reloj, donde se hablaba del tiempo de las mujeres, la presión que tenemos las mujeres para cumplir con determinados mandatos antes de que pase determinado tiempo. Esta idea de que las mujeres cada vez más jóvenes se sienten viejas porque no hicieron esto, esto y aquello antes de los 25 años. Y al mismo tiempo el uso del tiempo de las mujeres. Y hablábamos de cómo nos fuimos nosotras ocupando nuevos lugares que históricamente habían sido ocupados por varones, pero nadie vino a ocupar nuestros lugares. Entonces nosotras seguimos haciendo los trabajos que hacíamos y hacemos los otros trabajos que son estos lugares nuevos que ocupamos. Entonces la pregunta era amplia: ¿te arrepentís en algún sentido? Algunas arrepentían muchísimo, otras arrepentían poco. Es una encuesta que la respondieron 11.000 mujeres. Que por supuesto, como siempre sucede con estos casos, tiene que ver con la carga de ese trabajo productivo y reproductivo que recae en estas mujeres y que en general, aun estando en pareja, lo hacen casi solas, la mayoría, por supuesto siempre hay un porcentaje que tiene una pareja que hace su parte y bueno, buenísimo, pero en general no es la regla. 

–¿Qué suma la inteligencia artificial a este combo?

–En el caso de la belleza, por ejemplo, vemos cómo estos algoritmos están alimentados de las imágenes que circulan, entonces todo lo que venimos consumiendo y todo lo que venimos criticando, crece exponencialmente. Y, al mismo tiempo, lo que está pasando en las redes sociales es que la propia programación de los algoritmos hace que las influencers sean creadas por inteligencia artificial, que cada vez van a ser cada vez más, con lo cual el ideal de belleza que consumen las niñas, que consumimos todes, está creado artificialmente, es inalcanzable. Y, al mismo tiempo, el algoritmo se sigue alimentando de esas imágenes. Entonces, eso no hay manera de frenarlo. Además, lo que está pasando hoy con las redes sociales es que, sobre todo, por ejemplo, con Instagram, las redes donde circulan más imágenes, invisibilizan los contenidos que no sean este tipo de contenidos, de belleza, consumo,

–Alimentación saludable…

–Fitness, cuerpos hegemónicos, gente dándote consejos de cómo comer, cómo hacer ejercicio, cómo tenés que vivir para ser feliz, mostrándote su vida, mostrándote las cirugías que se hacen, mostrándote el médico que le hace la cirugía, todo esto que cada vez está como dando nuevos pasos.


Fuente: https://www.pagina12.com.ar/745136-las-mujeres-vivimos-en-una-estafa

“La tortura tiene género”

          Entrevista al psicólogo clínico Iñaki Barrutia Arregi
“La tortura tiene género”

[“La tortura tiene género, se expresa en violencia sexual, se llama tortura sexista y se ejerce con total impunidad. Esto significa que, a la hora de ejecutar la violencia contra una persona, esto no se hace al azar, sino que se tienen muy en cuenta las concepciones de los cuerpos de hombres y mujeres, de los órganos sexuales y de la sexualidad, en un contexto determinado, para causar el mayor daño y sufrimiento posible.” Estas palabras del psicólogo clínico Iñaki Barrutia Arregi*, a quien entrevistamos, coautor del libro “La tortura en Arrasate desde una perspectiva de género”, resumen la conclusión de este riguroso trabajo realizado por Nekane Ayensa, Juan Ramón Garai y él mismo.

Aun cuando salen a la luz, poco a poco, datos y valoraciones basados en sólidas investigaciones y algunos de ellos tienen ya el reconocimiento oficial público de instituciones como el propio Gobierno Vasco (4.113 casos reconocidos entre 1960 y 2014) tal como Iñaki lo subraya, sigue habiendo mucho silencio, demasiados espacios invisibilizados sobre el tema. El silencio y la invisibilidad son muchísimo más amplios en el tema de las torturas ejercidas contra mujeres. Este libro es una magnífica aportación para contribuir a sacarlas a la luz. Petxo Idoiaga**]

¿De dónde surgió la idea de hacer el libro?
La idea surgió en un grupo de trabajo sobre Memoria Histórica. Allí se identificaron 111 personas torturadas en Arrasate, 11 de ellas mujeres. Nekane Ayensa, también autora del libro, propuso que el trabajo sobre la tortura se hiciera desde la perspectiva de género y me pidieron a mí que lo escribiera. Condicioné mi respuesta a que fueran acompañada de una mirada feminista, es decir, de una mujer. Después de varias tentativas para conseguir la colaboración de varias mujeres feministas, no fue posible. La realidad, en lo laboral, era complicada, yo jubilado, tiempo de sobra; las mujeres, en triple complicación, en el trabajo, en la maternidad y en la militancia. Finalmente, ha sido un trabajo individual en lo que se refiere a la escritura. Ahora bien, la base del libro son los testimonios de ocho mujeres, y en ese sentido el libro es fruto de un trabajo colectivo. Nekane Ayensa realizó las entrevistas, consiguiendo el valiente testimonio de las ocho mujeres, y Juan Ramón Garai se encargó de la grabación.

¿Por qué habéis centrado el libro en Arrasate? ¿Ha tenido mucha presencia la tortura?
Creo que ha ayudado que en Arrasate el trabajo sobre la tortura estaba, en buena parte, hecho, sistematizado, cuantificado, cuándo y por quienes fueron torturadas y torturados. Como ya he dicho, fueron 111 personas torturadas de las que un 10% eran mujeres. Once mujeres inicialmente contabilizadas, pero otras cinco más se identificaron al realizar el trabajo. Tenemos la certeza de que fueron muchas más, pero el silencio se impuso en muchos casos.

¿Ha sido estructural la tortura?
Hasta hace poco la tortura ha sido diaria; son más de cuatro mil los casos de tortura entre 1960 y 2014 investigados, verificados y ratificados por las autoridades. Se puede asegurar que esos cuatro mil casos son la punta de un macabro iceberg que se ha ocultado con la complicidad de los gobiernos y el consenso de la mayoría de los medios. Las detenciones eran cotidianas en unos tiempos en los que, a pesar de encubrir la tortura, en la mayoría de los pueblos había una convicción moral de que en las comisarías se maltrataba y se torturaba sistemáticamente. Es el caso de una testigo que relata que fue mantenida detenida en el mismo lugar donde trabajaba el zapatero del centro de detención. Allí iban los guardias civiles y sus familias a buscar el calzado reparado. Según la testigo, el centro de detención estaba rodeado de viviendas en las que escuchaban cada noche los gritos de las personas torturadas. La tortura era tan cotidiana que lo cotidiano se filtraba en los espacios de tortura.

Cuando miramos la tortura, debemos tener una mirada sistémica, sin limitarnos a las características psicópatas del torturador. La tortura está planificada; no es solo la respuesta sociopática de un funcionario que golpea de forma brutal, hay diferentes grados de responsabilidad. El verdugo sádico es la persona que realiza su trabajo con eficacia, pero ha tenido la lección previa del experto; la tortura está planificada desde algunos despachos gubernamentales para aniquilar cualquier tipo de disidencia; y en el último lugar de la cadena, por encima de quien diseña y planifica la estrategia global, está el ideólogo de la tortura, el intelectual que le da soporte teórico con la complicidad de los medios de comunicación.

Hannah Arendt, en su libro Eichmann en Jerusalen, más conocido por su subtítulo Un estudio sobre la banalidad del mal, nos hace reflexionar sobre el papel de la responsabilidad individual en las acciones de cada persona. La banalidad del mal, como concepto, dice que las personas capaces de cometer grandes barbaridades pueden ser aparentemente normales. Estas personas, aparentemente normales y que han participado en una crueldad colectiva como es la tortura sistemática, racionalizan su comportamiento minimizando su acto porque lo sitúan en la obediencia y el cumplimiento de planes previamente organizados.

¿La tortura es sexista en sí misma?
La tortura tiene género, se expresa en violencia sexual, se llama tortura sexista y se ejerce con total impunidad. Esto significa que, a la hora de ejecutar la violencia contra una persona, esto no se hace al azar, sino que se tienen muy en cuenta las concepciones de los cuerpos de hombres y mujeres, de los órganos sexuales y de la sexualidad, en un contexto determinado, para causar el mayor daño y sufrimiento posible.

La tortura sexual es una reproducción del modelo de discriminación social contra la mujer y se produce en contextos jerárquicos extremos en los que el torturador activa su identidad social sobre la base de mentalidades gregarias de carácter misógino. Los actos de violencia sexual pretenden consolidar la idea de que el cuerpo de las mujeres es una extensión del territorio de dominación y que en ese cuerpo cosificado se envía un mensaje de control y poder, así como del grado de violencia que pueden ejercer con total impunidad. Se trata de un mensaje dirigido a la comunidad que da cuenta de lo que ocurre en caso de vulneración; parte del marco que busca extender el miedo entre las mujeres para bloquear su participación en la organización y en la movilización ciudadana.

¿Qué características tienen las torturas sufridas por las mujeres en comparación con la de los hombres?
En el caso de las mujeres, en general, se ha utilizado la violación y otras formas de violencia sexual (desnudez forzada, tocamientos y manoseos, etc.) para mostrar su poder sobre ellas, humillarla y deshumanizarlas ante ellas mismas y ante la familia o la comunidad.

Las mujeres han sido torturadas física, psicológica y sexualmente. Las entrevistas a mujeres privadas de libertad proporcionan descripciones descaradas de los agravios, el miedo y la intimidación que ponen de manifiesto los poderes del Estado. En la narrativa femenina se inician actos de tortura en el mismo momento de la muchas veces arbitraria detención, que tarda mucho en ser puesta a disposición judicial desde el arresto. Este retraso favorecía las agresiones físicas, psicológicas y sexuales. Entre los métodos utilizados por los agentes estatales, detallados por las mujeres, destacan los asfixiantes con bolsas de plástico, los golpes y patadas por todo el cuerpo, las amenazas físicas y sexuales, el desnudo forzoso ante los agentes del Estado, las humillaciones, los tocamientos tumultuosos por parte de los agentes y las violaciones con objetos.

Por otro lado, hay que tener en cuenta factores biológicos específicos de la mujer, como el ciclo menstrual, la función reproductiva y la menopausia. Las condiciones de salud para las mujeres durante la menstruación, así como los riesgos para la salud de las lactantes y embarazadas, pueden constituir una violación de los derechos de la mujer. Lo mismo ocurre con las violaciones de los derechos sexuales y reproductivos, y con la amenaza o el chantaje de retener a los bebés recién nacidos. También hay que tener en cuenta la restricción del derecho a la maternidad y/o al parto en condiciones de graves violaciones de los derechos de las mujeres.

También habéis destacado el espacio y el tiempo. ¿Qué impacto tienen las mujeres en la violencia sufrida?
En las formas de tortura hay elementos como el espacio y el tiempo, que se emplean específicamente para ello. Respecto al espacio, podemos recrear la escena de encontrarse detenida en un espacio de 10 m2, con luz y sonido permanente para impedir el descanso y la orientación; sin luz natural, aislada, en contacto exclusivo con el torturador, en una situación de indefensión física y psicológica absoluta. Respecto al tiempo, esa situación podemos enfrentarla en un espacio limitado de tiempo, pero a lo largo de los días, la situación de estrés traumático que sufre la detenida se hace insostenible. Las personas somos seres sociales, el compartir y buscar algún rasgo de humanismo en el torturador o en el funcionario de la cárcel nos hace vulnerables, y puede llegar a anular nuestra capacidad de procesamiento de lo que estamos viviendo.

La ley antiterrorista permitía un máximo de 10 días de incomunicación, tiempo en el que permitía aplicar la tortura y tapar sus marcas y señales. La utilización de espacios que limitan nuestro movimiento para poder descargar tensión; desorientar continuamente con la luz y el sonido; la suciedad de las celdas y falta de luz natural. Aislarle durante el día en un contexto que se percibe hostil y agresivo; impedir el descanso nocturno para cambiar ritmos circadianos con luz, sonidos e interrupciones constantes; impedir el sueño y el descanso hasta llegar al agotamiento psicológico. Estas tácticas de tortura dificultan y modifican nuestro reloj biológico hasta el punto de desorientar y anular con tiempo nuestra identidad. En estas condiciones, las declaraciones de las detenidas tienen el valor de una robot manejada.

La tortura no es un acto agresivo, sádico y excepcional de un funcionario impulsivo; es una estrategia premeditada por mentes psicópatas que acompañan a tácticas de tortura sistematizadas y estudiadas previamente.

Además, habéis analizado cómo tratan el tema los medios. ¿Cómo influyó esto en la percepción social de la tortura?
Las personas de la sociedad necesitamos pensar que vivimos en un Estado democrático. Estamos dispuestos a reconocer la violencia y la tortura en lugares remotos y, sobre todo, si éstas son las cometidas por las naciones llamadas países democráticos; pero cuando el contexto es cercano, surge una crisis de credibilidad. Necesitamos creer que vivimos en un entorno seguro, ordenado y democrático que nos defiende del "mal" abstracto e ilimitado. La respuesta sociológica a la tortura cercana resulta inverosímil para la clase política, el estamento jurídico y la propia sociedad. La difusión de esta realidad corresponde a los medios de comunicación, pero éstos no son libres, ya que dependen de los intereses de clase, del capital y del poder.

La mayoría de los medios, de hecho, negaron la existencia de la tortura o no la denunciaron con la suficiente fuerza y compromiso, para evitar que ésta se produjera. La tortura es el crimen que mejor se esconde porque en ese contexto no hay testigos; y ha sido cotidiano por el silencio y la complicidad de muchas personas. Más destructivo es el silencio de los pueblos que la represión de los poderosos.

Las mujeres entrevistadas en el libro hablan de su ingreso en prisión tras la tortura. ¿Cómo vivían las mujeres la cárcel?
La cárcel vivida como liberación al dejar atrás los espacios de la tortura más violenta se va convirtiendo poco a poco en un foco de tortura, sutil, que invade todo el control de la vida cotidiana. A ello hay que añadir el aislamiento sistemático, la normativa aplicada desde el poder más absoluto y arbitrario. Estar permanentemente desamparado anula las voluntades.

Pero recogéis, también, formas de resistencia, entre ellas, la sororidad y el cuidado. ¿Qué papel jugó esa resistencia en la recuperación de esas mujeres?
En la cárcel podemos encontrar dos mundos contrapuestos y absolutamente polares. Un mundo mayoritariamente patriarcal, machista, depredador, violento, competitivo y jerárquico reflejo de las estructuras del poder más abusivo. Y otro mundo, el de las mujeres presas políticas basado en la ayuda mutua, la solidaridad y los cuidados. Dos principios contrapuestos, uno de dimensión normativa y generalizado y otro de dimensión excepcional y de género. Un principio Darwinista basado en la ley del más fuerte y de adaptación al medio por encima de las personas; y el principio de Piotr Kroptkin, basado en el apoyo mutuo y los cuidados,  poniendo en el centro las personas.

Creo que esa resistencia, tanto en la cárcel como en los centros de detención, ha influido en el desarrollo de la resiliencia. Una persona que sufre una situación de crueldad, si recibe gestos de apoyo y tiene capacidad para ubicar ideológicamente su sufrimiento, sale más fortalecida en su personalidad. Esta es una cuestión que el psiquiatra  Víctor Franklin analiza bien en su libro El hombre en busca de sentido.

También destacáis el importante papel de la Asamblea de Mujeres de Arrasate. ¿Por qué?
Hoy en día el feminismo tiene mucha fuerza, se ha generalizado, pero en una época, cuando se creó la Asamblea de Mujeres de Arrasate, hacía falta no solo conciencia, también valentía para ser feminista. La publicación de este libro que analiza la tortura desde la perspectiva de género es también el resultado del impulso inicial del feminismo. Espero que el último capítulo teórico sirva para ofrecer un homenaje a aquellas feministas.

¿Qué ha supuesto hablar de lo vivido para estas mujeres?
Por un lado, la liberación y descarga de una mochila de dolor y otros sentimientos. Debemos tener en cuenta que la resonancia emocional que produce el recuerdo de estas torturas de carácter sexual puede convertirse en sintomatología, y la torturada tiende a la negación y olvidarse, quedando enquistado el recuerdo. Debemos tener en cuenta que el recuerdo de este tipo de tortura es una invasión más de la intimidad de la mujer y, a veces, ese recuerdo de las torturas sexuales sufridas viene acompañado también de sentimientos de vergüenza o de culpa. Por eso es muy importante que durante la entrevista se cree un clima de contención emocional y de cuidado. Que la torturada tenga en frente una persona que la escucha y meta comunica, “te creo", es muy importante para el reconocimiento que es parte de la reparación.

Sin embargo, no hemos reflexionado al respecto. Mi intención es recoger el feedback individual y analizar en grupo la lectura que hacen de lo vivido en las entrevistas y lo recogido en el libro.

¿Han reconocido a alguna de las mujeres entrevistadas haber sufrido torturas? ¿Ha habido algún proceso penal o alguna vía de reparación?
Nunca, ninguna. En la presentación del libro recibieron por primera vez el reconocimiento y la reparación desde el Ayuntamiento de Arrasate.

¿Qué ha supuesto, siendo hombre, escribir el libro desde el punto de vista de género?
Escribir sobre la tortura desde la perspectiva de género para mí, como hombre, no ha sido fácil. Rabia de impotencia, dolor y vergüenza de género eran mis principales sentimientos en el primer momento en que transcribía las grabaciones y después en la elección de determinados párrafos de los testimonios. Es difícil entender esas conductas sádicas hacia las mujeres, siempre de los hombres; te sientes responsable porque perteneces a ese género. Yo lo llamo vergüenza de género. Por otro lado, otro de mis sentimientos ha sido el rubor por tratar un tema que requeriría una mirada de mujer feminista. Por eso pedí insistentemente la ayuda de alguna mujer para que me ayudara en la tarea de escribir, pero no fue posible. En el prólogo de la versión en castellano se dice que "y esa redacción de la memoria no la pueden hacer los hombres en nuestro nombre, ni las instituciones"... Bueno, en este caso, paradójicamente, ha sido un hombre el que ha escrito tratando de resolver el sesgo masculino que predominaba en torno a los trabajos sobre la tortura. Estoy convencido de que la mirada a los testimonios por parte de una mujer feminista mejoraría el resultado y sería más incisiva a la hora de identificar micromachismos en los testimonios. Fruto de esta reflexión, el rubor me ha acompañado hasta el final, una especie de pensamiento de intrusismo. El libro, fruto del esfuerzo colectivo, me ha servido para librarme de esos sentimientos.

8/04/2024

*Iñaki Barrutia Arregi, coordinador de equipo en diferentes programas relacionados con las drogodependencias, psicólogo clínico en Osakidetza, en la actualidad jubilado. Es autor de diversas investigaciones y publicaciones sobre cohesión grupal y gestión de las sinergias grupales.  Publicó ya en viento sur un artículo sobre la actual política penitencia.

**Petxo Idoiaga, director de Combate, semanario de LCR desde su legalización hasta 1981; fue catedrático en Comunicación Audiovisual de la UPV/EHU; es articulista en viento sur y miembro de la redacción de su web.


Columnas y opinión del periódico La Jornada sábado 6 de julio 2024

Columnas 

Ostula resiste sola ataques de grupos armados

Gabinetes van y gabinetes vienen, pero mientras permanece intacta la guerra contra los pueblos desatada por el crimen organizado bajo el auspicio del ex presidente panista Felipe Calderón, misma que hasta hoy ningún gobierno, del color que sea, ha podido detener. Hoy, además, se niegan oficialmente las balaceras y los muertos, aunque la realidad diga lo contrario. Estos días el pueblo nahua de Ostula, en Michoacán, bajo el fuego del cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), cuenta otra historia.

Ostula es una de las tres comunidades nahuas del litoral del Pacífico michoacano. Las otras dos son Pómaro y Coire. Juntas poseen más de 200 mil hectáreas de territorio ancestral que contempla la mayor parte del litoral y los montes de la Sierra Madre del Sur, hasta Guerrero y Oaxaca. Es territorio estratégico para el trasiego de narcóticos y armas y un paraíso para las empresas mineras, que tienen en la región 40 mil hectáreas concesionadas.

Hace exactamente 15 años, un 29 de junio de 2009, las comunidades nahuas se levantaron para recuperar tierras en poder de pequeños propietarios y para poner un alto a la delincuencia con la organización de su guardia comunal. Construyeron un nuevo poblado al que nombraron Xayacalan y desde ese momento han sobrevivido bajo el ataque del cártel en turno.

A Ostula la están dejando sola frente a los grupos armados todos estos años. Nada se hizo para prevenir la más reciente embestida del pasado 3 de julio, cuando les lanzaron explosivos y dispararon a la población. Los gobiernos no sólo no han hecho presencia para resguardar y defender al pueblo indígena de la Sierra Costa, sino que permiten que los atacantes puedan transitar por la región para reabastecerse de parque y armamento para mantener su guerra a la que nuestras hermanas y hermanos resisten de manera heroica con organización y dignidad, señaló el Congreso Nacional Indígena (CNI).

¿Cómo es posible que grupos de alrededor de 50 criminales cada uno rodearan a la población nahua, sin que los gobiernos hicieran absolutamente nada durante tres días de ataques? Son los pobladores con su guardia comunal quienes han enfrentado las balaceras. Urge la actuación eficaz y sin vacilaciones de las autoridades para detener al CJNG. La sociedad entera debe exigirlo.

Desinformemonos.org

Fobaproa: historia de terror // Rescate y cuento de hadas // Mexicanos: deuda hasta 2070

No fue un recuento nostálgico ni una historia de ficción. Por el contrario, lo que ayer hizo el presidente López Obrador fue un balance de tres décadas: de la reprivatización de la banca, entonces del Estado, con Carlos Salinas de Gortari (1991-1992) al ilegal cuan brutal rescate de esas mismas instituciones financieras con recursos públicos y la extranjerización de ellas, con Ernesto Zedillo (1995), que 29 años después los mexicanos no han dejado de pagar, y lo seguirán haciendo, mientras los rescatados, impunes, se mantienen en el inventario de multimillonarios.

El mandatario puso un ejemplo: cuando Salinas de Gortari privatiza Teléfonos de México, en la supuesta licitación participaron, como cabezas visibles, Carlos Slim y Roberto Hernández. El entonces inquilino de Los Pinos entregó la entonces paraestatal al primero, lo que causó la molestia del segundo, a quien a cambio de su tranquilidad le garantizaron que el en ese momento, mayor banco del sistema, Banamex, quedaría en sus manos, como sucedió el 26 de agosto de 1991.

Y así sucesivamente en la reprivatización de las 18 instituciones financieras que fueron entregadas a los amigos del régimen, casi todos especuladores bursátiles sin experiencia bancaria alguna, quienes exprimieron los bancos hasta la última gota y los quebraron sin consecuencia alguna, en el entendido de que Ernesto Zedillo ilegalmente los rescataría con recursos de la nación.

Es una historia de terror para los mexicanos y un cuento de hadas para los amigos de Salinas de Gortari y de Zedillo. Desde 1995, cuando se conoció a detalle la carnicería financiera practicada por esos barones, el PRI y el PAN se tomaron de la mano para proteger sus intereses, sin importarles las consecuencias para los mexicanos. En enero de ese año el entonces gobernador del Banco de México, Miguel Mancera Aguayo, aseguró que, sólo en caso de que fuera necesario, se apoyaría temporalmente a ese grupo de banqueros, vía Fobaproa, pero no rebasará los 50 millones de dólares.

Un año después, en su segundo informe de gobierno, Ernesto Zedillo aseguró que, para el rescate bancario, se han comprometido recursos fiscales estimados en más de 180 mil millones de pesos, que se irán erogando a lo largo de varios años, pero el hecho es que a la hora de que los prianistas legalizaron la deuda del Fobaproa (12 de diciembre de 1998) y la traspasaron al recién creado Instituto para la Protección del Ahorro Bancario (IPAB, el mismo Fobaproa, pero con otra careta) el saldo ascendía a 552 mil millones, tres veces más de lo inicialmente reconocido por el mismo ex inquilino de Los Pinos.

A la par, inició la extranjerización de los bancos rescatados y a estas alturas de los 18 originalmente reprivatizados, sólo uno, Banorte, permanece en manos mexicanas. El resto fue a parar a los activos de trasnacionales financieras, obviamente sin los pasivos que por obra y gracia de Zedillo y los prianistas asumió el Estado mexicano.

Sin su autorización ni conocimiento, desde 1995 los mexicanos comenzaron a pagar el desastre de los amigos del régimen, a la par que los barones rescatados no han dejado de incrementar sus de por sí abultadas fortunas. En los hechos, lo que hasta ahora han abonado no han sido los 50 millones de dólares de Mancera Aguayo, ni los 181 mil y 552 mil millones de Zedillo, sino alrededor de un billón y medio de pesos sólo en intereses, en el entendido de que falta por cubrir un billón 100 mil millones (al 31 de marzo de 2024), es decir, más de 2.5 billones por una deuda que, decía el entonces gobernador del Banco de México, no pasaría (en caso de ser necesario y de forma temporal) de 50 millones de dólares, en ese momento algo así como 320 millones de pesos.

Los más optimistas estiman que la deuda del Fobaproa-IPAB quedará saldada en el año 2070. En esos 75 años, tres generaciones de mexicanos habrán transferido, si bien va, más de 3 billones de pesos de su riqueza conjunta para pagar la decisión autoritaria e ilegal de Ernesto Zedillo, legalizada por el Prianato.

En vía de mientras, en los 29 años transcurridos desde el rescate, las utilidades netas (libres de polvo y paja) de la banca rescatada y engullida por las trasnacionales financieras han acumulado cerca de (¡sorpresa!) dos billones 500 mil millones de pesos, más las que se embolsen de aquí al año 2070.

Las rebanadas del pastel

Si esto no es un cuento de terror para los mexicanos y de hadas para los banqueros, entonces ¿qué es? ¿Modernidad, progreso, primer mundo? No: atraco a la nación e impunidad.

Twitter: @cafevegacfvmexico_sa@hotmail.com

EDITORIAL 
De acuerdo con un estudio comisionado por Brasil en su carácter de presidente rotatorio del Grupo de los 20 (G-20), los mexicanos ultrarricos ocultan más de 200 mil millones de dólares en el extranjero (unos 3 mil 600 millones de millones de pesos), equivalentes a 15 por ciento del producto interno bruto (PIB) del país. Entrevistado por este diario, Gabriel Zucman, el economista al que Brasilia encargó el diseño de un mecanismo que logre gravar con un mínimo de 2 por ciento las fortunas concentradas en 3 mil multimillonarios en el mundo, destaca que en México hay entre 20 y 30 milmillonarios (personas cuya riqueza acumulada supera mil millones dólares), y alrededor de mil centimillonarios. La concentración de la riqueza en estos individuos es tan salvaje que sólo 14 de ellos son dueños de 8 por ciento del PIB.

Para poner en contexto lo que significan esas fortunas es necesario tener presentes varios datos. En primer lugar, resalta que 11 de las 14 personas con los mayores patrimonios del país son beneficiarias de privatizaciones, concesiones y permisos; es decir, de la transferencia masiva de riqueza pública a un puñado de particulares. Cabe recordar que este saqueo es la esencia misma del modelo neoliberal. Además, es notorio que durante cuatro décadas las fortunas de los ultrarricos crecieron a un ritmo de 7 por ciento anual, mientras en el mismo periodo el conjunto de la economía sólo aumentó 0.5 por ciento al año. El contraste entre estas cifras es de una enorme importancia en cualquier debate en torno a la dicotomía crecimiento/redistribución. En esta añeja discusión, los dogmáticos del libre mercado sostienen que redistribuir la riqueza no sólo es un atentado contra la iniciativa y los méritos individuales, sino que resulta contraproducente, por lo que ubican el crecimiento del pastel como único mecanismo de combate a la pobreza: en esta visión, debe permitirse un total libertinaje a los dueños de capitales para que éstos hagan crecer la economía y, eventualmente, el bienestar alcance a todos los sectores. En este sentido, los nuevos datos corroboran la falsedad de la doctrina neoliberal, pues queda claro que de nada sirve propiciar incrementos en el PIB dentro de un modelo en el que unas cuantas personas disponen del poder para apropiarse de toda la nueva riqueza e incluso sustraer de las mayorías los capitales prexistentes.

En México, la diferencia entre el dogma y la realidad ilustra el pasmo de las derechas ante el arrollador triunfo oficialista en los comicios de junio pasado: se preguntan por qué el pueblo se volcó en apoyo de la autodenominada Cuarta Transformación si ésta tuvo un desempeño insatisfactorio en términos de crecimiento del PIB, la métrica con que se ocultan las lacerantes desigualdades de las sociedades contemporáneas. La respuesta, que el conservadurismo es incapaz de reconocer, radica en que durante el sexenio actual se impulsaron políticas públicas que mejoraron de manera sustantiva la calidad de vida y los ingresos de las clases trabajadoras pese a un contexto global adverso que impidió el crecimiento del mítico pastel.

Al mismo tiempo, es preciso señalar que la dignificación de las condiciones de las mayorías y el pleno cumplimiento de los derechos a la alimentación adecuada, la salud, la educación, la vivienda, la cultura, el esparcimiento y la seguridad social sólo pueden concretarse en la medida en que se modere el traslado de la riqueza desde abajo hacia arriba.

 

Para entender a los trabajadores mexicanos en Estados Unidos

Ocultan mexicanos ultrarricos 200 mil millones de dólares en el extranjero (en primera plana de La Jornada del pasado jueves).

Los trabajadores mexicanos en Estados Unidos envían 60 mil millones de dólares a sus familiares aquí en el país.

Carlos Noriega Félix

Solidaridad con la comunidad otomí residente en la CDMX

Quienes integramos el colectivo Llegó la Hora de los Pueblos hacemos pública nuestra preocupación por la falta de soluciones que el Gobierno de la Ciudad de México ha mostrado frente a las exigencias de la comunidad otomí que actualmente ocupa la Casa de los Pueblos y Comunidades Indígenas Samir Flores Soberanes.

Llamamos a la reinstalación de las mesas de diálogo, a garantizar el derecho a la vivienda digna para los otomís, así como a la muy urgente reinstalación del servicio de luz en la casa Samir Flores, para evitar seguir poniendo en riesgo físico y sanitario a la comunidad, incluyendo mujeres e infantes.

Exigimos que cese el acoso contra Diego García Bautista, compañero que desde hace décadas los apoya, y exhortamos a detener las medidas que han criminalizado a la comunidad y a las personas y organizaciones que la acompañan.

Juan Villoro, Alicia Castellanos, Bárbara Zamora, Gilberto López y Rivas, Jorge Alonso, Sylvia Marcos, Magdalena Gómez, María Eugenia Sánchez, Carolina Coppel, Antonio Gritón, Aída Hernández Castillo, Raúl Delgado Wise, Elisa Cruz Rueda, Inés Durán Matute, Francisco de Parres Gómez, Raúl Romero, Miguel Ángel García Aguirre y Luis de Tavira

Propone cambios en los tres poderes de la Unión

Con la idea de que las fiscalías y las policías ministeriales también pudieran entrar en un cambio, quizá el alcance llegue al Legislativo, cuyas leyes, a veces incompletas, son pretexto del Poder Judicial para desecharlas o dar una interpretación opuesta.

Hay que recordar las múltiples iniciativas de leyes archivadas o rezagadas que podrían estar sirviendo, ya aprobadas, para una mejor interpretación.

Eso nos lleva tanto a profundizar en el Poder Judicial, como se está haciendo, en el Ejecutivo también, que puede y debe enviar iniciativas que configuren realmente el contexto jurídico de interpretación.

Como se ve, estamos quizá en la puerta de un cambio en todos los sentidos que involucre a los tres poderes de la Unión.

Porque en este momento hay que recalcar que en esa fundamental función de interpretar, el Judicial tiene su principal aliado en el derecho. Lógico, porque eso es lo que interpreta.

Pero es ahí donde se difumina la situación si no se corrige, porque se pueden generar diversas formas de abordar la ley y darle vuelo a la corrupción o a la postura ideológica del juez.

Tere Gil

Invitaciones

Funciones especiales de la compañía Artemisa Teatro

El Albergue del Arte invita a las funciones especiales de la compañía Artemisa Teatro como parte de su taller Laboratorio de Creatividad Actoral, con la muestra escénica Cuatro veces Orestes, bajo la dirección de Juan Carlos Cuéllar.

Orestes tiene la misión de vengar una muerte porque un dios le dijo que tenía que hacerlo.

¿Qué hay en el fondo para cumplir una misión de algo que no nos corresponde? y ¿cuál es la consecuencia de ese acto?

A partir de esa premisa, los integrantes de este laboratorio exploran escénicamente dicho tema.

El reparto lo conforman Rogelio M. Gamiz, Nadia Salinas, María Luisa Todd y Mar Vallmen.

Funciones hoy y los próximos 20 y 27 de julio a las 12 horas en el Foro El Albergue del Arte, ubicado en Alberto Zamora 32, colonia Villa Coyoacán.

Reservaciones al teléfono 55-5554-6228. Entrada libre

Manifestación pro Gaza frente a embajada de EU

El genocidio en Gaza cumple casi nueve meses.

La ofensiva israelí para expulsar o exterminar a millones de seres humanos sin ningún miramiento, ya sea mediante el fuego o por hambre, sed y enfermedades, sigue su curso respaldada por el gobierno de Estados Unidos, que ha quedado evidenciado no sólo como cómplice, sino de franco corresponsable de las atrocidades contra el pueblo palestino.

Llamamos a manifestarse hoy a las 16 horas frente a la embajada de Estados Unidos para realizar un mitin y un performance llamado Die-In para honrar a las casi 40 mil víctimas civiles inocentes y exigir que EU deje a un lado su política inhumana contra los palestinos apoyando a Israel.

Se les pide llevar sábanas blancas, sangre simulada, ropa de personal de la salud o de reporteros y que representen a todos los que han sido víctimas civiles en Gaza.

Gabriel Pérez, José Luis Tuñón, Adrián Hernández, Humberto Aguirre, Roberto Stefani, Jesús Gumaro Viacobo, Jesús Alfonso García, Coordinadora de Solidaridad con Palestina en México, colectivos solidarios y el Movimiento Mexicano de Solidaridad con Palestina


Para Gustavo Reyes Terán (titular de la Comisión Coordinadora de los Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad) el eje rector del proyecto de salud de la 4T es la gratuidad en el tercer nivel de atención (concentrado en padecimientos más complejos) eliminando el modelo neoliberal que, durante décadas, transfería a los pacientes la obligación de ser pilar en la sostenibilidad financiera de institutos y hospitales federales de referencia, con un costo estimado (hacia 2017) de 7 mil mdp ( La Jornada,15/12/2023).

El 1º de diciembre de 2020 entró en vigor el acuerdo para la atención gratuita de personas sin seguridad social que cubre consulta u hospitalización, estudios de laboratorio e imagen e insumos (medicamentos, material de curación y dispositivos) para tratamiento médico y quirúrgico. El Presupuesto de Egresos de la Federación 2024 destinado a las entidades por la Comisión Coordinadora fue de 41 mil mdp al que, descontado los servicios personales, le restan 17 mil mdp. De ellos, casi 7 mil mdp fueron asignados a la gratuidad.

De acuerdo con Reyes Terán la gratuidad debe proseguir dejando atrás las cajas de cobro y remarcando enfáticamente a los más altos liderazgos, personal de trabajo social y residentes que negar la atención o cobrar a los no derechohabientes constituye una falta grave. Asimismo, junto con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público debe consolidarse una estrategia para incrementar plazas (recientemente se han asignado mil 200 para atender infarto agudo de miocardio, enfermedad renal crónica y cáncer de mama) y que todas las entidades coordinadas dispongan de la capacidad para otorgar atención en turnos vespertinos, nocturnos y fines de semana. Igualmente deben entregarse, antes de que concluya el sexenio 2018-24, obras de infraestructura (en proceso, ampliaciones y reubicaciones) que son fundamentales para cumplir con la atención gratuita de calidad, acompañadas del respectivo equipamiento dispuesto con tecnologías avanzadas.

En la conferencia matutina del pasado 21 de mayo, AMLO observó que en los institutos nacionales entre 75 y 80 por ciento de los servicios son gratuitos. Pero sus directivos todavía sostienen que no les alcanza y que hay un porcentaje de cuota de recuperación mínimo, pero que se está cobrando. Ya hablamos con el secretario Alcocer y con Reyes Terán para que se incremente el presupuesto y sea 100 por ciento la gratuidad. También hay ciertas resistencias en los institutos o gente que quiere aportar y ese recurso lo usan para otras necesidades. Yo les diría a los directivos que no utilicen ese recurso para otras necesidades porque nosotros vamos a buscar la manera de que no les falte nada y que sea 100 por ciento servicio gratuito.

Al iniciar la 4T en la Coordinación al cargo de Reyes Terán aparecían también los Hospitales Regionales de Alta Especialidad (HRAE) que fueron integrados ( DOF,11/10/2023) como tercer nivel de OPD-IMSS-Bienestar. Se trata de los hospitales regionales de alta especialidad del Bajío, de Oaxaca, de la Península de Yucatán, de Ciudad Victoria Bicentenario 2010 y de Ixtapaluca, así como el Centro Regional de Alta Especialidad de Chiapas.

Además de los Institutos Nacionales de Cancerología; Cardiología Ignacio Chávez; Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán; Enfermedades Respiratorias Ismael Cosio Villegas; Geriatría (sin atención a pacientes); Medicina Genómica (sin atención a pacientes); Neurología y Neurociencias Manuel Velasco Suárez; Pediatría; Perinatología Isidro Espinosa de los Reyes; Siquiatría Ramón de la Fuente Muñiz; Rehabilitación Luis Guillermo Ibarra Ibarra; Salud Pública (sin atención a pacientes) y Hospital Infantil de México Federico Gómez, la Coordinación incluye también Hospitales Federales de Referencia.

Aunque no son de tercer nivel, entre ellos, se cuentan, el Hospital General de México; Hospital Juárez de México; Hospital General Manuel Gea (segundo nivel); Hospital Nacional Homeopático; Hospital Juárez del Centro y el Hospital de la Mujer, así como el Centro Nacional de Trasplantes. Todos ellos son organismos descentralizados y no se encuentran jerárquicamente subordinados a la Comisión Coordinadora y en los cuales se cumple con la gratuidad.

De tal suerte que, además del incremento en la plantilla laboral, la conclusión-entrega de obras en proceso y el equipamiento, el impacto efectivo del eje rector de la gratuidad depende, con mucho, de romper los grupos internos de poder que –durante décadas– generaron los cobros de cuotas. Ellos constiyuyen el primer punto de contacto con el paciente y familiares revestidos del poder para otorgar el ingreso o rechazarlo y exigiendo –a veces– soltar pagos en cada uno de los escalones del proceso de atención. Claudia Sheinbaum y Kershenobich tienen ahora la palabra.

UAM-X 

En su apartamento en Bagdad (Irak), dos amigos periodistas me cuentan cómo los impactaron los horrores de la guerra impuesta por Estados Unidos en 2003 contra su país. Yusuf y Anisa son miembros de la Federación de Periodistas de Irak y ambos laboran como independientes para empresas de comunicación occidentales que llegaron a Bagdad en medio de la guerra. La primera vez que fui a cenar a su apartamento, en el bien situado barrio de Waziriyah, me llamó la atención que Anisa –a quien yo había conocido como una persona laica– llevara un velo sobre el rostro. Llevo este pañuelo, me dijo Anisa más tarde por la noche, para ocultar la cicatriz que tengo en la mandíbula y el cuello; la cicatriz es una herida de bala de un soldado estadunidense que entró en pánico después de que estallara un IED [artefacto explosivo improvisado] junto a su patrulla.

Antes, Yusuf me había llevado por los alrededores de la ciudad de Nuevo Bagdad, donde en 2007 un helicóptero Apache había matado a casi 20 civiles y herido a dos niños. Entre los muertos había dos periodistas de Reuters, Saeed Chmagh y Namir Noor-Eldeen. Aquí los mataron, me dice Yusuf mientras señala la plaza. Aquí es donde Saleh [Matasher Tomal] aparcó su miniván para rescatar a Saeed, que aún no había muerto. Y aquí es donde los apaches dispararon contra el vehículo, hiriendo gravemente a los hijos de Saleh, Sajad y Duah. Me interesaba este lugar porque todo el incidente fue grabado por el ejército estadunidense y publicado por Wikileaks como Asesinato colateral. Julian Assange está en prisión en gran parte porque dirigió el equipo que difundió este video (ahora ha recibido el derecho a impugnar ante un tribunal del Reino Unido su extradición a Estados Unidos). El video es prueba directa de un crimen de guerra.

Nadie en nuestro barrio ha quedado indemne de la violencia. Somos una sociedad traumatizada, me dijo Anisa por la noche. Por ejemplo, mi vecina perdió a su madre en un atentado y su marido está ciego a causa de otro. Las historias llenan mi cuaderno. Son interminables. Todas las sociedades que han sufrido el tipo de guerra al que se enfrentan iraquíes, y ahora palestinos quedan profundamente marcadas. Es difícil recuperarse de tanta violencia.

Al caminar cerca de la Ruta Ho Chi Minh en Vietnam, los amigos que me muestran la zona de campos dicen que esta tierra ha sido tan envenenada por el agente naranja (un herbicida) lanzado por Estados Unidos que no creen que se puedan producir alimentos durante generaciones. Washington arrojó al menos 74 millones de litros de productos químicos (en su mayoría agente naranja) sobre Camboya, Laos y Vietnam, centrándose durante años en la línea de suministro que iba del norte al sur. La pulverización de productos químicos alcanzó los cuerpos de al menos 5 millones de vietnamitas y mutiló la tierra.

La periodista vietnamita Trân Tô Nga publicó Ma terre empoison n ée ( Mi tierra envenenada) en 2016 como una forma de llamar la atención sobre la atrocidad que sigue afectando a Vietnam más de cuatro décadas después de que Estados Unidos perdió la guerra. En su libro, Trân Tô Nga describe cómo en 1966, a pesar de ser periodista, un Fairchild C-123 de las Fuerzas Aéreas estadunidenses la roció con un extraño producto químico. Se limpió y siguió adelante por la selva, inhalando los venenos lanzados desde el cielo. Dos años después nació su hija, que murió en la infancia por el impacto del agente naranja en Trân Tô Nga. La gente de ese pueblo de allí, me dicen mis guías, nombrando el pueblo, da a luz a niños con graves defectos generación tras generación.

Estos recuerdos vuelven en el contexto de Gaza. La atención se centra a menudo en los muertos y en la destrucción del paisaje, pero hay más daños perdurables en la guerra moderna difíciles de calcular. Está el inmenso ruido de los bombardeos y de los gritos, sonidos que calan hondo en la conciencia de pequeñas infancias y los marcan para toda la vida. Hay niños y niñas en Gaza, por ejemplo, que nacieron en 2006 y ahora tienen 18 años, que han visto guerras al nacer en 2006, luego en 2008-09, 2012, 2014, 2021, y ahora, 2023-24. Los intervalos entre grandes bombardeos están salpicados por bombardeos más pequeños, igual de ruidosos y mortíferos.

Luego está el polvo. La construcción moderna utiliza una serie de materiales tóxicos. De hecho, en 1982, la Organización Mundial de la Salud reconoció un fenómeno llamado síndrome del edificio enfermo, que es cuando una persona cae enferma debido al material tóxico utilizado para construir los edificios modernos. Imaginemos que una bomba MK84 de 2 mil libras cae sobre un edificio e imaginemos el polvo tóxico que vuela y permanece tanto en el aire como en el suelo. Esto es precisamente lo que respiran ahora las infancias de Gaza, mientras los israelíes lanzan cientos de estas mortíferas bombas sobre barrios residenciales. Ahora hay más de 37 millones de toneladas de escombros en Gaza, gran parte de ellos llenos de sustancias tóxicas.

Todas las zonas de guerra siguen siendo peligrosas años después del alto el fuego. En el caso de la guerra en Gaza ni siquiera el cese de las hostilidades pondrá fin a la violencia. A principios de noviembre de 2023, Euro-Med Human Rights Monitor calculó que los israelíes habían arrojado 25 toneladas de explosivos sobre la franja, lo que equivale a dos bombas nucleares (aunque, como señalaron, Hiroshima se asienta sobre 900 metros cuadrados de tierra, mientras que los metros cuadrados totales de Gaza son 360). A finales de abril de 2024, Israel había lanzado más de 75 mil toneladas de bombas sobre Gaza, lo que equivaldría a seis bombas nucleares. Las Naciones Unidas estiman que se necesitarían 14 años para eliminar los artefactos explosivos sin detonar. Eso significa que hasta 2038 seguirá muriendo gente a causa de este bombardeo israelí.

En la repisa del modesto salón del aparta-mento de Anisa y Yusuf hay una bandera palestina. Junto a ella hay un pequeño trozo demetralla que alcanzó y destruyó el ojo izquier-do de Yusuf. No hay nada más sobre ella.

Este artículo fue producido para Globetrotter. El autor es historiador, editor y periodista indio. Ha escrito más de 20 libros.

En junio, Joe Biden ofreció a Donald Trump un irónico saludo de cumpleaños en X: Feliz 78 cumpleaños, Donald. Llévalo de un viejo a otro: la edad es sólo un número. Luego Biden, de 81 años, en un video, celebró sarcástico los logros históricos de Trump, mientras su portavoz anunciaba, en nombre de Estados Unidos, un regalo anticipado para su 79 aniversario: asegurarnos de que no sea presidente de nuevo. Los mensajes eran parte de un giro dinámico de la campaña de Biden que, mediante bromas, buscaba revertir las encuestas que ponían a Trump de favorito y disipar todas las dudas sobre su agudeza mental, que reaparecieron recientemente por los videos de sus viajes a Europa en los que se veía perdido y un artículo en The Wall Street Journal en el cual varios legisladores aseguraban presenciar sus momentos malos y redirigirlos hacia Trump: su propio estado mental y sus diferentes peculiaridades. Dos semanas más tarde, después del debate entre ambos en el que Biden a menudo fue incapaz de sostener el hilo de sus pronunciamientos, ya nadie se reía. Bueno, excepto Trump.

El debate, solicitado por el propio Biden antes de lo normal, tuvo el efecto exactamente contrario al planeado: causó pánico entre los demócratas. Aun antes, un asombroso 86 por ciento de estadunidenses pensaba que Biden era demasiado viejo para el cargo, en comparación con 59 por ciento que pensaba lo mismo de Trump. The Economist escribió que Biden tenía una sola tarea: asegurarles a todos que estaba a la altura de su trabajo a su edad y que fracasó totalmente, siendo su desempeño el peor desastre de cualquier candidato en la historia moderna. En vez de proyectar fuerza y energía, mostró debilidad y senilidad. Con su apariencia y argumentos ininteligibles hizo ver a Trump como más joven e incluso −un gran logro, dados sus niveles intelectuales− más coherente e inteligente, dándole el verdadero regalo anticipado: un camino abierto de regreso a la presidencia.

Otra cosa que expuso el debate, aparte del estado de Biden, que igual no era un secreto para quienes se fijaban, fue el alcance de toda la operación de encubrimiento y desinformación con que la Casa Blanca −en colaboración con los medios estadunidenses− escondía su deterioro cognitivo. Así, los lapsus de haberse reunido con Mitterand de Alemania (el presidente francés que murió en 1996) o referirse al presidente de Egipto, El-Sisi, como el presidente de México después de hacer comentarios… en defensa de su memoria (tras un informe especial en febrero sobre su salud que los demócratas calificaron como chapuza trumpista), no eran excepciones a la regla, sino pocas veces en las que se pudo apreciar el daño en el presidente que fue aislado del público. Biden dio la menor cantidad de conferencias de prensa desde los tiempos de Reagan (por las mismas secuencias de senilidad en su segundo mandato) y sus apariciones fueron recortadas al mínimo y altamente guionizadas. Los medios consideraban la historia como no reporteable, por el bien mayor, y cualquiera que levantaba el tema era un propagandista ruso o un trumpista.

Al día siguiente del debate Biden tuiteó: Amigos, es posible que no camine ni hable con tanta facilidad como antes. Puede que no debata tan bien como antes. Pero lo que sí sé, es cómo decir la verdad, algo que repitió en un mitin al aire libre calculado para restablecer la confianza. El problema con el lema al menos sé cómo decir la verdad, es que, como lo acaba de demostrar, Biden ya ni siquiera sabe hablar bien y cuando tuvo su chance de exponer las mentiras de Trump no supo cómo (los moderadores no las verificaban en vivo según el formato solicitado por… la propia campaña de Biden). Además, decir que él no miente es en sí mismo una mentira, sostenida igualmente por años por los medios. No sólo mintió varias veces en la campaña de 2020 (asegurando por ejemplo que en caso de ser elegido, dada su edad… no iba a buscar la reelección), o en el mismo debate (nueve afirmaciones falsas frente a 30 de Trump), sino que desde hace años repite compulsivamente una serie de mentiras acerca de su biografía que nunca han sido propiamente cuestionadas (porque el mentiroso es el otro).

Cuando Bob Dole, el candidato republicano a la presidencia, se postuló a sus 73 años contra Bill Clinton en 1996, su edad fue blanco de interminables bromas de todos los comentaristas. El hecho de que hoy los estadunidenses no sólo están forzados a elegir entre dos octogenarios −Clinton que fue elegido la primera vez en 1992 es aún más joven que los candidatos de 2024−, igual parece un chiste, pero es más bien una clara señal de la crisis de la democracia más grande del mundo, gobernada por una verdadera gerontocracia (Biden, Pelosi, McConnell, et al.). Soy suficientemente viejo −hablando de la edad− para acordarme de cómo todo el mundo libre se reía de la gerontocracia de la URSS tardía: Brézhnev, Andropov, Chernenko (e incluso me acuerdo haber visto en la tele el funeral del último). Según aquella narrativa algo así hubiera sido imposible en la democracia que es racional y que siempre postularía a un candidato más joven y capaz. Al ver a los bidenistas asegurar que no pasó nada y que seguimos −muy en clave de la edad es sólo un número−, da las vibras de presenciar el periodo del ocaso del imperio, igual que en el caso soviético, donde incluso haber elegido después a un joven Gorbachov (¿en este papel Harris, Newsom, Whitmer?), no paró la debacle.

Con el nombramiento de Mario Delgado como titular de la SEP, la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, indica el peso que tiene en su aún no iniciado gobierno la esperanza de que una mujer al mando significaría un profundo y muy saludable cambio en la cultura y política machista del país, y también y muy especialmente, en la educación. Esto último, porque es parte de su ADN social y político su estancia en escuelas progresistas, en la universidad pública de la nación, en la academia, en el activismo estudiantil y en el encargo político libre de acusaciones de manejos sombríos y en entretelones. Todo esto construyó implícitamente la esperanza de que sabría escuchar y, lo más importante, entender desde una perspectiva distinta a la de Mexicanos Primero, Banco Mundial y OCDE, lo que ocurre con la educación de este país. Con eso sería posible impulsar y abrirle espacios, precisamente, a una transformación desde los maestros y estudiantes y sus luchas más significativas. Entender, para remontar, el significado que han tenido y aún tienen el porfirismo y la burocratización en universidades y escuelas, y captar el sentido de liberación de esa herencia en la transformación que desde abajo y desde hace décadas han venido planteando maestras y maestros. Una lucha de la que Luis Hernández Navarro presentó un breve recuento en La larga travesía por la educación alternativa, en La Jornada, 3/7/2024.

El nombramiento del ex operador electoral también compromete a Morena. Nombrar en una secretaría como la SEP a alguien cuya tarea se convirtió en reclutamiento de candidatos por otros lados cuestionables fue estratégica para la votación; tiene, además, todos los visos de un premio. Con eso la 4T se suma al proceso de progresivo deterioro que desde hace décadas acosa a esa importante dependencia. A pesar de que la asistencia de niñas, niños y jóvenes a la escuela, más que la salud y el trabajo, es una de las tres áreas más significativas para las familias mexicanas, ha ocurrido con frecuencia que a la SEP lleguen y no por méritos, las y los premiados o improvisados, las y los desechados, y quienes están de paso o en la espera de otro puesto. Por eso ahí vemos cambios tan frecuentes. En la administración de Salinas hubo cuatro titulares, en la actual, tres, y el ahora nombrado aún antes de tomar posesión ya es radicalmente cuestionado. Sucede también que cuando se designa a un titular, este es objeto de críticas y antes de dejar el puesto, precisamente porque no tiene mucho qué perder impulsa iniciativas regresivas (como fue el caso en el sexenio menguante contra el derecho ala educación, contra la gratuidad y en favor de la evaluación y la mercantilización de la educación) y luego simplemente es enviado a una embajada. En ese sentido, sí es un problema que la llegada de un titular de la SEP sea básicamente por sus habilidades para trabar alianzas de gana-gana, y, además, es problema lo que dejará como herencia cuando tarde o temprano tenga que partir.

En la educación ahora se impone como requisito superior no la larga trayectoria intelectual probada con años en las aulas y laboratorios y en el diálogo académico-político, sino la eficaz habilidad de tejedor de pactos de fuerte olor mercantil: ‘tú ganas alto sueldo, fuero y prestigio, el partido gana votos’. Si algo ha traído Morena en la política y desde la misma Presidencia ha sido enfatizar la preponderancia del factor ético en la vida pública: no mentir, no robar, no traicionar. Pero con el nuevo secretario parece imponerse otra moral. La describe un artículo sobre Mario Delgado de analistas de la educación en una publicación internacional, como “una curiosa historia… [donde] creó una narrativa de logros y traiciones para justificar su retirada y cambiar de bando, hasta llegar a Morena.” (Mario Delgado Carrillo, el artífice desencantado. Portal Insurgencia Magisterial, pág. 1). Son sus opciones, pero, ¿por qué premiarlo? ¿Por qué entregarle un papel tan decisivo en la conducción del destino y las circunstancias en que 40 millones de niñas, niños y jóvenes estudian y cientos de miles de maestros, académicos y administrativos trabajan? Y, además, ¿por qué poner bajo el control del secretario Delgado las promesas que acaba de hacer la virtual presidenta de que ahora sí habrá para los jóvenes una gratuidad de adeveras? ¿Lo hará? ¿Incluirá a la UNAM, UAM y demás universidades públicas en esa gratuidad? ¿Cancelará evaluaciones como el examen único? ¿En qué consistirá y cuánto durará la alianza que propone a los maestros? ¿Podrán estos y estudiantes confiar en sus actuales palabras y promesas? Como dice la avalancha de correos y textos, muy lamentable decisión, pésima lectura del momento y pésimo comienzo en educación.

* UAM-X

Empecemos con Francia. De la primera vuelta legislativa se pueden extraer cinco conclusiones: a) es la participación más alta en unas legislativas desde 1986, b) hay una correlación entre la mayor participación en estas elecciones y las regiones donde ganó la ultraderecha en las elecciones europeas que para algunos analistas significa que las fuerzas democráticas hicieron un esfuerzo mayor para reducir el margen, c) la ultraderecha gana con 34 por ciento del voto, tres puntos más que en las recientes elecciones para el parlamento europeo, d) el electorado francés está dividido en tres: un tercio menor para los macronistas, otro en segundo lugar para el frente de izquierdas (5 puntos abajo que la ultraderecha), y el tercio mayor para la ultraderecha, e) todo depende que en la segunda vuelta se enfrente un solo candidato del centro y las izquierdas a la ultraderecha y eso podría evitar que obtengan siquiera mayoría.

Perspectivas de la segunda vuelta. Este domingo se realiza la segunda vuelta y aquí se sabrá con certeza como quedará el Parlamento y la capacidad de la ultraderecha de gobernar a partir de nombrar al primer ministro y en consecuencia el gobierno que acompañaría a Macron por los próximos tres años cuando vence su periodo presidencial. Tres escenarios: la ultraderecha gana por mucho y, por tanto, lanza a su joven líder en ascenso Bardella (28 años) como primer ministro; la ultraderecha necesita alianzas con otras derechas, pero sería un gobierno muy débil; nadie logra mayoría en el parlamento y se forma un gobierno de composición entre el centro de Macron y algunas fuerzas de la izquierda (excluido la Francia insumisa de Mélenchon).

Participación. La encuesta electoral elaborada por Ipsos Talan para Le Monde, Radio France et France Télévisions, realizada del 3 al 4 de julio a partir de una muestra representativa de 10 mil 101 personas bajo el método de cuotas, indica que la intención de ir a votar se mantiene muy sólida, entre 66 y 70 por ciento del electorado, comparada con 66.7 por ciento en la primera vuelta.

Una derecha fascista travestida. Como se saben impresentables se han maquillado en los últimos 10 años. Ahora son amigables con la comunidad gay, piensan que sí las mujeres deben decidir sobre su cuerpo –bajo determinadas condiciones que nunca explican–, no quieren salirse de la UE, sino dinamitarla desde dentro. Aceptan, bajo ciertas circunstancias –por ejemplo, que sus tatarabuelos prueben que son auténticos franceses– a ciertos tipos de árabes –los que se parecen menos a los árabes– y desde luego no quieren inmigrantes, porque les quitan el empleo a los jóvenes dorados, bucles rubios y ojos azules que pueblan, como emprendedores que son, las nobles compañías modernas Uber, Rappi, Didi y un largo etcétera. Entre sus filas hay racistas, golpeadores, cuchilleros... ah, pero son unos cuantos. Lo más son decentes demócratas.

Elecciones en UK. Como siempre los ingleses quieren refutar las tendencias predominantes. Generalmente a costa de precipitarse al vacío. En el siglo XXI quizás la decisión política más estúpida –y vaya que hay competidores– es la del Brexit. En parte el triunfo aplastante laborista de este jueves es su consecuencia, aunque el miserable payaso fascista Farage está vivo y coleando.

Mis siguientes entregas analizarán los resultados electorales de este año en los países que experimentan distintas variedades de populismo: India, Sudáfrica, UK, Indonesia, El Salvador y desde luego, Estados Unidos.

Bravo por la celebración de la Semana del Orgullo. Vean por favor la teleserie basada libremente en el gran ensayo de Guillermo Osorno sobre el Nueve. ¡Qué actuaciones de Brays Efe, Silvia Navarro, David Montalvo y ese regalo de los cielos, José Antonio Toledano! Pero realmente todos, todas y todes muy bien.

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