5/03/2014

Oleada de críticas a las declaraciones superficiales de Robles contra indígenas


En ninguna parte el programa Oportunidades condiciona la ayuda, dice investigadora

Rosa Rojas y Fernando Camacho
 Periódico La Jornada
Sábado 3 de mayo de 2014, p. 6

El programa Oportunidades continúa violando los derechos humanos de las mujeres indígenas a decidir sobre su cuerpo y el número de hijos que quieran tener o no, y su asistencialismo es cada vez más autoritario, aseveró Martha Sánchez Néstor, coordinadora del Programa de Mujeres Indígenas del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir (ILSB).

Ello, en respuesta al anuncio de la titular de la Secretaría de Desarrollo Social, Rosario Robles, de que familias indígenas con más de tres hijos ya no tendrán apoyo de ese programa, ya que la procreación se está viendo como forma de que ingrese más dinero al hogar.

Otros representantes comunitarios y de organizaciones sociales criticaron la postura de Robles Berlanga y sus declaraciones superficiales y ­desafortunadas.

Carlos Beas, de la Unión de Comunidades Indígenas de la zona Norte del Istmo de Tehuantepec (Ucizoni), advirtió que el gobierno federal priísta reincide en la imposición de programas de control de la natalidad que violentan y desconocen la cultura de las comunidades indígenas y específicamente los derechos de las mujeres.

¿Dónde queda el derecho a decidir de las mujeres?, se preguntó la dirigente amuzga guerrerense Sánchez Néstor, señalando que es más preocupante que ese programa Oportunidades. Alertó sobre el riesgo de que el gobierno mexicano regrese a épocas en que las administraciones priístas impusieron programas de esterilización masiva y de implantación del diafragma intrauterino (DIU) a las indígenas sin su consentimiento e incluso sin informarlas.

Con ello coincidió Beas, quien consideró que la posición de Robles Berlanga es la de una política urbana que desconoce la concepción indígena y rural de la familia, donde el mayor número de hijos es una forma de apoyar en el trabajo del campo y, por tanto, en el sustento de la familia, pero también una forma de compensar la alta mortalidad infantil que se padece.

Igualmente, Alejandra Ancheita, directora de la organización Prodesc, consideró que las declaraciones de Robles Berlanga son una total falta de respeto a los derechos reproductivos de las mujeres de los pueblos originarios, además de un acto discriminatorio que podría estar basado únicamente en las opiniones personales de dicha funcionaria.

Para Ancheita, además de una declaración superficial y desafortunada, los señalamientos de Robles dejan ver que la servidora pública está tomando sus propias opiniones como si fueran la política oficial del gobierno, lo cual obliga a la Sedesol a explicar cuáles son las bases para afirmar que las familias indígenas con más de tres hijos ya no pueden ser beneficiarias de programas sociales.

En el mismo sentido, Daniela Díaz, investigadora del Centro de Análisis e Investigación Fundar, subrayó que luego de revisar las reglas de operación de Oportunidades, no encontró ningún apartado donde se hablara del número de hijos de una solicitante como elemento para aceptarla o rechazarla.

“Es una especie de declaración no argumentada, muy subjetiva. En ninguna parte del programa nacional México sin hambre 2014-2018, publicado el 30 de abril en el Diario Oficial de la Federación, se menciona nada de eso”, añadió la especialista en temas presupuestales.

La Sedesol debería ser sensible y cuidadosa con estos temas, y está sumamente fuera de lugar que diga esto, un día después de que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social informó que 53 por ciento los niños y adolescentes pasan hambre, recalcó.

El programa Sin Hambre del gobierno de Enrique Peña Nieto –promovido mediante la Sedesol– no resuelve nada, ni el hambre ni la miseria que viven millones de habitantes del país, afirmaron maestros de la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), ayer en Zacatecas.

Los maestros Magdaleno Toledo, Jorge Gallegos y Laurentino Díaz, en nombre de sus compañeros de la sección 22, criticaron la postura de Rosario Robles de condicionar la entrega de subsidios a los indígenas del país que tengan más de tres hijos.
(Con información de Alfredo Valadez R., Corresponsal)

Reaccionaria y discriminatoria, la declaración de Robles: diputados


Es una burla a los pobres, que son la mayoría, dice Monreal

Roberto Garduño
 Periódico La Jornada
Sábado 3 de mayo de 2014, p. 5

La postura de Rosario Robles en torno a la natalidad entre los mexicanos indígenas y la repercusión de ésta en los programas asistencialistas del gobierno propició el rechazo de diputados federales. Tal declaración es reaccionaria, discriminatoria y violatoria de los derechos humanos; es profundamente grave que la responsable de la política social en México considere que un problema histórico y de fondo es un chantaje de los más pobres al presupuesto federal.

Ricardo Monreal, coordinador del partido Movimiento Ciudadano, y Carlos Reyes Gámiz, vocero del grupo parlamentario perredista, ubicaron el discurso de Robles como “la más lamentable señal del gobierno de Enrique Peña Nieto con los sectores más desprotegidos del país; no consideró –esa funcionaria– que el sistema económico de los regímenes del PRI y el PAN son responsables de la postración y dependencia en que han subsistido más de 50 por ciento de los pobladores en el país”.

Reyes Gámiz advirtió que, “con una funcionaria como Rosario Robles, los pobres del país seguirán viviendo en la desazón, y continuarán siendo observados desde el poder como instrumentos electorales que son apaciguados con migajas entregadas a través de programas asistencialistas.

“De lo que no se ha enterado la funcionaria es de que con sus dichos y hechos se encarga de colocar un clavo más en el ataúd de la popularidad –a la baja– de su jefe, el presidente Enrique Peña Nieto. Resulta inadmisible que un encargado de proponer soluciones a uno de los grandes problemas nacionales se aboque a atizar las llamas de la indignación”.

Demandó que el Ejecutivo federal “rectifique en materia de la política social y sus ejecutores.

La obcecación de Enrique Peña lo llevará a continuar alimentando la desconfianza popular en sus políticas, porque en nada le ayudan sus empleados. Seguiremos viendo y escuchando barbaridades como la señalada por la señora Rosario Robles, que de ser portavoz de causas populares se convirtió, por su afán de formar parte del poder, en una funcionaria sin ideología, una vez que dio tumbos de cinco años a la fecha.

Ricardo Monreal señaló que “ni siquiera el ideólogo más avezado de la derecha se hubiera atrevido a señalar tal cosa; es una burla a los pobres, que representan en conjunto más de la mitad de la población. Me extraña mucho su cambio: de haberse erigido como mujer progresista ahora representa al sector más conservador del país, que aborrece a los estratos más empobrecidos, que son la mayoría.

Es muy lamentable y muy desalentadora esa expresión que se puede avizorar en las fosas más negras de la nación.

En 20 de 24 pueblos indios, más de 3 hijos por familia en promedio


ONG cita datos del Inegi; sin acceso a anticonceptivos, 22% de mujeres de esos grupos

Denuncia que viola derechos humanos el anuncio de la titular de Sedesol sobre retiro de apoyos

La tasa de fecundidad en esas comunidades no bajará mientras persista la desigualdad, advierte


Foto
Habitantes del ejido Candelaria en la reserva de la biosfera de Montes Azules, Chiapas, en imagen de archivo. La titular de la Sedesol, Rosario Robles, anunció que el programa Oportunidades no apoyará a las familias indígenas que tengan más de tres hijos

Foto Carlos Ramos Mamahua
Ángeles Cruz Martínez
 Periódico La Jornada
Sábado 3 de mayo de 2014, p. 5

De 24 grupos indígenas, sólo en cuatro las mujeres tienen menos de tres hijos en promedio, señala información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Es una realidad que no desaparecerá sólo porque lo decida la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), advirtió Lina Rosa Berrio presidenta de Kinal Antzetik (Tierra de Mujeres, en maya tzeltal).

Sobre la decisión anunciada por la secretaria Rosario Robles de que el programa Oportunidades no apoyará a las familias indígenas que tengan más de tres hijos (La Jornada 2/5/14), la activista dijo que es una violación a los derechos humanos. La declaración de la funcionaria está totalmente fuera de lugar.

Se olvida y pasa por alto los compromisos nacionales e internacionales de México acerca de garantizar el derecho de las personas a decidir de manera libre sobre el número y espaciamiento de sus hijos.

De acuerdo con datos del Inegi, contenida en el informe Mujeres y hombres en México 2011, a escala nacional en las comunidades indígenas el promedio de hijos es de 2.5; sin embargo, hay variaciones.

Así, las mujeres que no tienen ningún nivel de escolaridad tienen 4.1 hijos en promedio y el número disminuye conforme aumenta el grado de estudios.

En esta población el rezago aún es un reto para el país, porque aprenden a leer y escribir después que la población en general. Sólo 15 por ciento de los niños indígenas de seis años de edad tienen esas dos habilidades.

De los mayores de 15 años, 64.9 por ciento de las mujeres y 79.7 de los hombres saben leer y escribir, frente a 92.4 de la población en general.

El informe desglosa el promedio de hijos nacidos vivos por mujer, según grupo indígena. Las cifras más elevadas están entre las chontales de Oaxaca con cinco, mazahuas 4.9, la comunidad mame 4.5, la otomí 4.1 y la mayo 4.1.

Los grupos donde se reportan menos de tres vástagos por mujer (2.9 en promedio) son los tzeltales, choles, tzotziles y mixes.

Lina Rosa Berrio recordó que hace apenas unas semanas tuvo lugar una reunión regional de seguimiento a los acuerdos de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo El Cairo más 20, uno de los cuales se refiere a la salud sexual y reproductiva.

Los países miembros, entre ellos México, deben rendir cuentas sobre las acciones que han tomado para asegurar los derechos sexuales y reproductivos.

El anuncio de Rosario Robles significa un retroceso en la política pública en materia de población, apuntó.

Además, no es un asunto de su competencia, sino del Consejo Nacional de Población (Conapo). Más allá de eso, apuntó, resulta inaceptable que pretenda condicionar los beneficios de los programas.

Sobre la situación de las indígenas, Berrio comentó que la declaración de Robles tampoco prevé los factores que influyen para que tengan más de tres hijos: además del bajo nivel educativo, está la demanda insatisfecha de anticonceptivos, estimado en 22 por ciento en este sector.

Las organizaciones civiles han documentado casos de mujeres que han buscado el acceso a los métodos para evitar embarazos sin conseguirlo. Eso es lo primero que debe resolverse, apuntó.

Es claro, comentó Berrio, antropóloga social, que la tasa de fecundidad en esas comunidades no bajará mientras persistan las condiciones de desigualdad en el país.

Destacó que el Programa de Desarrollo Social 2014-2018 no incluye el condicionamiento de los apoyos planteado por la titular de Sedesol.

'Table dance', un baile a la sombra de la trata de personas



Por Arturo Daen Ascención  @ADNPolitico


CNNMéxico. Que una mujer o un hombre se desnuden sobre la pista de un table dance, ¿es una actividad artística o este negocio es la fachada legal para esconder delitos como el lenocinio o la trata de personas?Un grupo de dueños de table dance en el Distrito Federal pide que en la ley local se considere al baile erótico como una actividad "artística", dentro de una propuesta para distanciarse de la trata de personas y la prostitución.

Los propietarios de ocho establecimientos en la capital mexicana se comprometieron a prohibir las relaciones sexuales en sus negocios, además de impedir los bailes privados.

Con ese candado —que según ellos ya está activo— buscan evitar operativos en los que clausuran sus locales y detienen a sus trabajadores, que se intensificaron después de que se activara en el DF una Fiscalía Central de Investigación para la Atención del Delito de Trata de Personas, en mayo de 2013.

"Uno de los puntos que hemos estado peleando es que se deje de vincular al baile erótico, o al table dance, con la prostitución, pero sobre todo que no se nos vincule con el delito de trata de personas", dijo en entrevista Carlos Alberto Landa Silva, vocero de esta agrupación de tables.

Hasta ahora sólo han tenido contacto con un legislador de la Asamblea Legislativa en la capital mexicana, Agustín Torres Pérez, para plantear los detalles de su propuesta.

"Ellos se hablan de que se haga una modificación a la Ley de Establecimientos Mercantiles (del DF), que ya se les pueda tipificar como un establecimiento cultural, así lo piden ellos, donde el baile erótico se considere como tal, como una expresión cultural", explicó Torres Pérez, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), fuerza política que gobierna la capital.

"No tienen una licencia de funcionamiento, o un permiso correspondiente a las actividades que se desarrollan. Ese es el verdadero problema. Ellos se dan de alta como si fueran un bar más", agregó.
Dentro del grupo que promueve esta iniciativa están algunos de los negocios de table más visibles del DF: Calígula —que tiene tres sucursales—, Envidia, Chateau, Garden, Pompeya y Queen's.

En la sucursal de Calígula que está en la colonia Roma, en febrero de este año, ocurrió un operativo contra la trata de personas en el que hubo decenas de detenciones. Desde entonces, el lugar permanece asegurado por las autoridades capitalinas, según Landa Silva.

CNNMéxico llamó al área de prensa de la Procuraduría del DF para saber cuál es el estatus jurídico de las personas detenidas en ese operativo, pero ésta indicó que no tienen los datos disponibles.

Según un diagnóstico presentado en 2013 por la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe, el DF es un lugar de origen, tránsito y destino de trata de personas, especialmente de mujeres.

"Creo que pueden hacer ahora una reingeniería para buscar nuevas formas de hacer un negocio sano, que beneficie a la sociedad, que generen empleos, y que de ninguna manera se permita algún crimen alrededor", dijo Rosi Orozco, presidenta de la asociación Comisión Unidos vs Trata, sobre la propuesta de los dueños de tables.

¿Qué es y qué pasa en un 'table'?
Varias personas compartieron con CNNMéxico sus experiencias al visitar tables del DF, narraciones que, aunque no son representativas de lo que sucede en todos los negocios de este giro en la capital, sí retratan algunas de las prácticas más comunes:
Lo que suele ocurrir en un table es que mujeres mexicanas y extranjeras bailan hasta quedar completa o parcialmente desnudas en una pista. Cuando no están bailando en la pista, se sientan y conviven en las mesas de los clientes, a los que les piden que les inviten alguna bebida alcohólica.
Las bailarinas ganan una comisión especial por lograr que los clientes consuman más tragos, según explica Landa Silva.
Si el cliente paga una cantidad extra, en muchos casos puede solicitar un baile privado, donde alguna de las mujeres baila para él y suele haber algún contacto físico. Esos privados ocurren en pequeñas cabinas, generalmente en las que se cubre la visibilidad hacia el interior.
Cuestionado sobre si hasta antes de presentar su propuesta habían permitido las relaciones sexuales de los clientes con las bailarinas en sus table dance, Landa Silva respondió:
"Nosotros teníamos algunas prácticas incorrectas… sin embargo creemos que lo más importante es mirar hacia adelante, no mirar hacia atrás".
El vocero de los propietarios no quiso detallar cuáles son esas "prácticas incorrectas".

¿Qué es ilegal en un "privado"?
Para la legislación mexicana, la prostitución consiste "en el intercambio libre y consentido por dos individuos adultos de relaciones sexuales por dinero o cualquier otro bien", y no se considera un delito per se.
Sin embargo, en el caso de que suceda en el interior de un table sí está prohibida —y por consiguiente también en un "privado"—, según establece la Ley de Establecimientos Mercantiles del DF, regulación que no distingue ninguna diferencia entre un table y cualquiero otro bar.
Según las normas aplicables en todo México, también se cometería un delito penal en un privado si un tercero induce o explota a una bailarina para que se prostituya ahí, con tal de obtener un beneficio económico: eso se conoce como lenocinio.
"Lo que se tendría que hacer en el caso de los table dance es establecer una regulación independiente y diferente al resto de las actividades de la vida nocturna", comentó Ismael Rivera, dirigente de la Asociación de Nacional de Bares, Clubs y Centros de Espectáculos.
De lo contrario, dijo, "la Ciudad de México se va a convertir en la única ciudad en el mundo que no va a tener table dance, porque hay una confusión entre lo que es la verdadera trata de personas y lo que son las bailarinas que se dedican a este tipo de actividades".
Meyer Klip, titular del Instituto de Verificación Administrativa del DF —órgano descentralizado del gobierno capitalino—, dijo el 7 de marzo pasado en una entrevista con Radio Fórmula que la instancia que preside enviaría una propuesta a la Consejería Jurídica capitalina para reglamentar los espectáculos de baile erótico, sin embargo, ésta no ha sido presentada.
Uno de los objetivos, dijo, sería prohibir "los cuartitos" donde nadie sabe lo que pasa, para que en ellos no ocurran delitos de lenocinio ni prostitución.

La 'sombra' de la explotación
Para Rosi Orozco, cualquier mecanismo que permita a un dueño de table obtener dinero con la "prostitución ajena" convierte a esos negocios en giros negros que deben cerrarse.
"Bailar sobre la mesa no es un delito. El delito es la explotación de la prostitución sexual ajena, aunque sea fuera del lugar, porque resulta que los dueños ganan de esa explotación de las chicas", comentó.
En la mencionada propuesta de los dueños de ocho table dance, si bien se establece que no van a permitir las relaciones sexuales dentro de sus negocios, también se menciona que no intervendrán si tras la charla entre el cliente y la bailarina ellos llegan a un acuerdo para hacer algo más.
"Si la muchacha, la bailarina, la artista, decide aceptar la invitación de alguien de consumir una bebida, ya sea alcohólica o natural, está en libertad. Y si de esa plática, de esa charla, ellos llegaran a algo más, no podemos ser tan estrictos. Estaríamos violentando voluntades", dijo Landa Silva.
Sobre lo que ocurra afuera de sus locales entre los clientes y las bailarinas, aclaró que no pueden hacerse responsables.
Incluso si la bailarina aceptara tener relaciones sexuales con un cliente afuera del establecimiento, a cambio de dinero cuando cierre el table —sin que los dueños del negocio la presionen para que lo haga—, no sería un crimen, comentó.
"La prostitución no es delito", insistió Landa Silva.
En los códigos penales del nivel federal y de la Ciudad de México no se tipifica a la prostitución como delito. Las autoridades capitalinas han mencionado que en México la prostitución está permitida, y que lo que está prohibido es el lenocinio y la trata.
Pero en México sí se castiga incluso a quien consuma algún servicio derivado de esos crímenes, es decir, a los clientes que paguen por tener relaciones sexuales con hombres o mujeres que son víctimas de trata o lenocinio, de acuerdo con lo que establece la Ley Federal contra la Trata de Personas, publicada en México en 2012 y actualizada en 2014.

"Una válvula de escape"
El legislador local Agustín Torres Pérez espera que en el segundo semestre del año se discuta una iniciativa presentada en la Asamblea Legislativa, para regular las actividades de sexo servicio.
Ahí, según dijo, se incluirían algunas de las situaciones que ocurren en los tables. Aunque no aseguró que se retomarán elementos de la iniciativa de los dueños de ocho negocios.
"Lo único que queremos es que dejen de criminalizarnos", expresó Landa Silva sobre su propuesta inicial de auto regulación, la cual es respaldada por 500 bailarinas y 700 trabajadores de ocho tables.
"Somos una válvula de escape, en todas las ciudades debe existir una oferta como la nuestra, somos humanos, y el erotismo es inherente al humano", agregó.

Mujeres indígenas: voces silenciadas




Juana Gómez fue asesinada en el 2013 en Chaco luego de ser violada y en breve se iniciará el juicio oral. Reina Maraz tiene prisión domiciliaria luego de haber sido acusada de asesinar a su marido. Las dos son mujeres, pobres e indígenas, Reina además es migrante


Belén Spinetta



Buenos Aires, 21 a br. 14. AmecoPress/Comunicar Igualdad.- Juana Gómez era una joven chaqueña de 15 años. El 26 de julio de 2013 fue hallada muerta atada a un árbol en la localidad de Quitilipi. Su cuerpo fue encontrado semidesnudo, atado por el cuello a un árbol y con signos de haber sido golpeada salvajemente. La autopsia posterior confirmó que además había sido violada.

Reina Maraz estuvo detenida en la Unidad Penitenciaria Nº 33 de Los Hornos (provincia de Buenos Aires) desde noviembre de 2010. Arrancada de su Bolivia natal, la joven quechua pasó un año encerrada sin comprender por qué… la acusaron de matar a su marido. No hablaba el español y apenas comprendía lo que le decían. Parió en la cárcel, sola y separada forzadamente de sus otros dos hijos. Hoy espera en prisión domiciliaria, que llegue el juicio que le ponga fin a su larga historia de sufrimiento. (Ver Las barbaries sobre Reina Maraz).
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Aunque separadas geográficamente y por distintas circunstancias, las historias de Juana y de Reina se cruzan en un mismo punto. Desde que nacieron sus vidas estuvieron atravesada por distintas discriminaciones: ser mujer, ser originaria, ser pobre. Reina además, por ser migrante en una tierra hostil.

Las historias de estas dos jóvenes, pertenecientes a dos pueblos originarios distintos de nuestra América Latina, ponen al desnudo las múltiples violencias que sufren las mujeres indígenas. Ocultadas por siglos de opresión -de clases, de género, de etnia- sus historias son un llamado de atención para que la sociedad toda abra los ojos e interpele más que nunca a quienes tienen que tomar cartas en el asunto.

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Las barreras de la justicia

“Estamos peleando porque el caso de Juana no quede impune como tantos otros casos que tenemos en la provincia”. La que habla es Elizabeth González, originaria qom, miembra en Chaco del Consejo Nacional de Mujeres Indígenas (CONAMI) e integrante de la multisectorial de mujeres de Resistencia. Su voz se escucha fuerte al otro lado del teléfono, una voz que clama justicia. “No queremos que quede impune”, insiste y recuerda el caso de Natalia Flores. Natalia también tenía 15 años, también era qom, y también fue víctima de femicidio. En julio de 2007 fue encontrada muerta tirada a orillas del Riacho Arazá, en la Localidad de Fontana. Natalia también había sido violada. La causa de su muerte cerró sin culpables, por falta de pruebas.

“Nosotras vivimos a diario este atropello, no solo por ser mujeres, sino por ser mujeres indígenas y mujeres pobres. Hay fuertes barreras en el acceso a la justicia. Si no hay un poco de prensa para visibilizar la situación que vivimos las mujeres originarias, éstos hechos quedan ocultos. Nadie quiere destapar estas cuestiones y esa es nuestra realidad como mujeres indígenas que proseguimos en pie de lucha”, remarca González.

La situación de violencia de género que se vive en Chaco es alarmante. En lo que va del año ya fueron asesinadas cuatro mujeres producto de estas violencias: Nancy Adelaida Molina, Eliana Mabel Almirón, Yamile Gómez y Cecilia Gómez. “Hay un reclamo fuerte. No solamente de las mujeres indígenas, sino de todas las mujeres en general. Nos venimos movilizando pidiendo que se declare la emergencia en esta materia que es la violencia de género. Las barreras son muy grandes y en el caso de las mujeres indígenas se agravan por no saber hablar la lengua castellana”, enfatiza.

Días atrás, la causa por el asesinato de Juana Gómez fue elevada a juicio y caratulada como femicidio agravado por abuso sexual con acceso carnal. Por el hecho hay dos imputados, unos hermanos de apellido Pereyra, quienes vivían en el mismo barrio que la joven y que esperan el juicio alojados en la alcaidía de la localidad de Sáenz Peña. La información fue confirmada por Andrea Charole, presidenta del Instituto del Aborigen Chaqueño (IDACH), y por Silvina Canteros, abogada a cargo de la Dirección Provincial de la Mujer, un área que depende de la Subsecretaría de Niñez, Adolescencia y Familia.

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Un Estado sin respuestas

“La situación de los derechos de las mujeres aborígenes en el Chaco sigue siendo de absoluta vulneración”, sentencia Canteros, quien remarca que a diario toman conocimiento de nuevos episodios en los que las víctimas son las originarias qom. “Hace poco supimos del caso de una nena de once años de Saenz Peña, abusada, embaraza y que había tenido el bebé sin que hubiera un solo detenido”. La profesional asegura que desde el Estado provincial se han dado algunos “gestos políticos importantes” pero que no son suficientes para abordar la problemática de fondo.

“Nos es muy difícil conseguir decisiones políticas de jerarquía que impliquen asignación de recursos y por ende la planificación de políticas públicas de mayor alcance territorial”, enfatiza. Canteros reconoce que incluso desde la Dirección de la Mujer, que tiene competencia provincial, es muy poco lo que pueden hacer hacia el interior y las zonas rurales, que es donde se asienta la mayor concentración de población originaria. La falta de recursos económicos y humanos capacitados y sensibilizados con la temática, aparecen como las principales equivocaciones.

Desde el IDACH, un organismo bastante cuestionado por las organizaciones sociales y de mujeres, Andrea Charole reconoce las múltiples discriminaciones que atraviesan las mujeres originarias. Focaliza fundamentalmente en las dificultades en el acceso a la justicia, marcadas fuertemente por las barreras idiomáticas y la discriminación de clase. “La Justicia con respecto a la mujer aborigen es muy complicada y es muy lenta.

El gran problema de las mujeres indígenas es el tema de la traducción; una mujer que va a una comisaria a hacer una denuncia muchas veces no puede hacerlo por falta de intérpretes, a lo que se suma el maltrato”, señala. También reconoce que hay muchos otros casos que no han tomado estado público. “Este caso de Juana Gómez se hizo de mucha publicidad porque sucedió en la fiesta del Gauchito Gil y se pudo meter en todos los diarios, pero hay casos que no fueron revelados a nivel público”, asegura. Recuerda el caso del niño de 12 años Ilmer Flores, asesinado en Bermejito, quien aparentemente también fue violado y afirma que han recibido muchas denuncias de mujeres originarias violadas en Pampa del Indio.

La presidenta del IDACH también alertó sobre el avance de la trata de personas, señalando que las redes mafiosas tienen como blanco vulnerable a las jóvenes qom. Relató un hecho que le tocó vivir en el que fue trasladada por un remisero hacia un lugar alejado, suceso que la marcó para siempre y del que afortunadamente pudo salir ilesa. Sobre esto señala que son pocos los controles.

Pese a reconocer esta situación de extrema vulnerabilidad, Charole remarca como un hecho muy positivo que la causa por el femicidio de Juan Gómez haya sido elevado a juicio en tan poco tiempo.

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Desandar un camino para poner fin a las múltiples violencias

Chaco es una de las provincias más pobres de nuestro país. Según datos proporcionados por Andrea Charole, en su territorio habitan al menos 20 mil indígenas toba, 8 mil wichis y 10 mil mocovíes. La mayoría vive en la zona rural donde sufren la falta de acceso a los servicios básicos como agua potable, gas y energía eléctrica. La situación de las mujeres originarias se agrava por su condición de extrema pobreza. Una situación que es muy alarmante en todo el noroeste de nuestro país.

Según el último censo nacional de 2010, en Argentina habitan cerca de 955.000 personas de pueblos originarios. No hay datos desagregados por sexo, ni estadísticas que visibilicen la prevalecía de la violencia de género sobre este sector de la población; como no las hay en general.

Un informe reciente del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe de la Cepal, señala que la distinción urbano-rural sigue siendo un marcador de desigualdad en la región, en especial dadas las grandes diferencias que persisten en cuanto a la oferta de servicios básicos, de educación, salud y empleo que afectan negativamente a las poblaciones rurales en general, y a las mujeres indígenas en particular.

Como Reina y Juana miles de mujeres originarias sufren las múltiples discriminaciones por el sólo hecho de ser mujer, por ser pobres, por ser indígenas, por ser extrañas en un territorio que no les pertenece. Y como ocurre en muchos casos, estas situaciones se visibilizan y ponen de manifiesto sobre el cuerpo de ellas. Las mujeres son violentadas y hasta asesinadas, para que la sociedad en su conjunto, y fundamentalmente el Estado tome nota de lo que sucede.
Fotos: Comunicar Igualdad.

LAS MUJERES Y LA JUSTICIA: APORTES Y RETOS





La justicia que queremos las mujeres requiere de un Ministerio Público que no retroceda. Ana Silvia Monzón[1]
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En este país pequeño, como escribió Humberto Ak’abal, “todo queda lejos: la comida, las letras, la ropa…” y la justicia. Y para las mujeres la distancia es mayor.


Llegamos al siglo veintiuno con muchos retrasos: disparidad en la educación, sobre todo para niñas y mujeres indígenas, mestizas y ladinas del área rural; inequidad laboral para la mayoría, incluso las más letradas; escasa representación en los espacios públicos; altos índices de mortalidad materna sobre todo en el campo; aumento de casos de abuso y violaciones sexuales, así como de muertes violentas de mujeres.
Ante ese panorama, las mujeres se han organizado, denunciado y demandado transformaciones en todos los ámbitos: social, político, cultural y económico. Un breve repaso por tres décadas de movilizaciones de las mujeres da cuenta del logro de algunas leyes que reconocen sus derechos y de instituciones, insuficientes aún, cuya obligación es garantizar esos derechos. Asimismo, se ha logrado que problemáticas como la violencia sean consideradas un fenómeno social y no una cuestión de pareja o familiar.

Uno de los espacios de mayor aporte de las mujeres es el de la justicia. Ellas fueron quienes encabezaron, desde los años ochenta, la exigencia de cumplimiento de los derechos humanos violentados durante la guerra que, en Guatemala, duró casi cuarenta años. El Grupo de Apoyo Mutuo-GAM y la Coordinadora de Viudas de Guatemala-CONAVIGUA que surgieron en esos años, junto a otros como FAMDEGUA, no han dejado de insistir en la búsqueda de sus familiares y en la demanda de justicia ante las atrocidades cometidas en el marco de una política contrainsurgente basada en la doctrina de seguridad nacional.

Desde la reinstauración de un régimen civil en 1985, que implicó la adopción de una nueva Carta Magna, y particularmente desde la firma de los Acuerdos de Paz en 1996, las mujeres han protagonizado acciones diversas para exigir justicia. Una breve lista de esas mujeres emblemáticas incluye a Helen Mack, Rigoberta Menchú, Rosalina Tuyuc, Nineth Montenegro, Aura Farfán, Rosa Franco y las mujeres ixiles que declararon en el caso de genocidio 2013, todas han actuado con valentía y perseverancia en su reclamo de justicia.

Y del lado de las instituciones es de destacar el trabajo desarrollado, entre otras funcionarias, por la Jueza Yassmin Barrios en casos de alto impacto como la condena a exmilitares por el asesinato de Monseñor Gerardi y, en el 2013, por la sentencia a Efraín Ríos Montt por genocidio; y también por la Dra. Claudia Paz y Paz, primera mujer[2] electa para dirigir la Fiscalía General y el Ministerio Público que junto a su equipo de trabajo ha logrado avances reconocidos nacional e internacionalmente.

En los tres años y tres meses al frente del Ministerio Público, la actual Fiscal ha consolidado adelantos en la atención de la problemática de la violencia contra las mujeres, a través de la creación de un Modelo de Atención Integral a las denunciantes de violencia, tomando en cuenta que del 2009 al 2013 ha habido un aumento significativo de denuncias de violencia contra las mujeres seguramente porque en el 2008 se aprobó la Ley contra el Femicidio y otras formas de violencia contra la mujer. Datos del Ministerio Público revelan que en el 2009 se recibieron 30,702 denuncias y para el 2013 éstas llegaron a 49,599[3].

Asimismo, se ha fortalecido la Fiscalía de la Mujer a nivel central y se han abierto agencias especializadas en Fiscalías Distritales, lo que ha permitido aumentar la cantidad de sentencias condenatorias en casos de violencia, de 78 en el 2009 a 1110, en el 2013[4].

Otro avance fue la realización de un diagnóstico interno de la institución en términos de la situación y condición de mujeres y hombres, y la adopción de una Política de Igualdad entre Mujeres y Hombres (2014) que marca varios ejes: la armonización de las normas internas a los instrumentos internacionales en materia de igualdad de género, la adopción de medidas para lograr la equidad entre el personal, la búsqueda de una mejor atención a quienes acuden al Ministerio Público, y la coordinación interinstitucional para garantizar la resolución de los casos de violencia contra las mujeres.

Por supuesto, hay desafíos que la Fiscalía General y el Ministerio Público no pueden soslayar en materia de derechos de las mujeres[5]. Desafíos cuantitativos por el número de casos que se acumulan y que constituyen un síntoma del grave problema de violencia contra las mujeres en el país. Desafíos cualitativos, en términos de la calidad de la atención, de la formación de fiscales en la perspectiva de género, de las capacidades institucionales para investigar y garantizar una respuesta concreta a las ciudadanas que acuden a buscar justicia.

La situación creada por la resolución de la Corte de Constitucionalidad en marzo 2014, que acortó el período para el cual fue nombrada la actual Fiscal[6], y el inicio del proceso para la selección de la persona que ocupará ese cargo a partir del mes de mayo suponen un reto tanto para la Comisión de Postulación, encargada de establecer los criterios idóneos y de garantizar un proceso transparente, como para el Presidente de la República a quien corresponde tomar la decisión final.

Para las mujeres en Guatemala, es de suma relevancia que quien llegue a ocupar el cargo en la Fiscalía General y Ministerio Público mantenga y fortalezca los avances institucionales en materia de atención integral, investigación de las denuncias y sentencias en casos de agresión sexual y violación, pero también en los miles de casos que limitan otros derechos de las mujeres (a la libre expresión, a la defensa de derechos humanos, etc.).

Ese es el reto para las organizaciones sociales que dedican sus esfuerzos a lograr el acceso de las mujeres a la justicia: continuar con la vigilancia ciudadana del actuar de instituciones que, como el Ministerio Público, están obligadas a garantizar una justicia pronta y cumplida.
Necesitamos que, en nuestro país, la justicia escuche y se acerque a las mujeres.
Guatemala, 7 de abril 2014

[1] Socióloga y comunicadora feminista. Coordinadora de Voces de Mujeres. Coordinadora de la Maestría en Estudios de Género y Feminismos.
[2] María Encarnación Mejía García de Contreras ocupó en dos ocasiones este puesto pero de manera interina.
[3] Ibid. P. 15
[4] Ministerio Público. Política de Igualdad entre Mujeres y Hombres, 2014. P. 14
[5] Si bien existe el desafío de la cantidad de denuncias de violencia contra las mujeres, otros casos en materia de conflictos ambientales, criminalización de quienes resisten a proyectos de minería e hidroeléctricas, de atentados a la libertad de expresión y otros, también afectan a las mujeres.
[6] Acción que fue impugnada por organizaciones sociales ya que se consideró un acto más político que jurídico.


Honduras: vivir y morir bajo un régimen de terror



Desde el golpe de Estado desde el 2009, las personas que gobiernan Honduras –militares primero y ahora civiles cómplices de las elites económicas del país y de los intereses extranjeros- instalaron un sistema de terror que tiene sometida a la población. Entrevistamos a Glenda Chávez, defensora de derechos humanos de la zona del Bajo Aguán, que se integró a las movilizaciones populares a partir del asesinato de su padre a manos de empleados del terrateniente Miguel Facussé, a quien se acusa del asesinato de 115 personas de la zona.
Por Florencia Goldsman, desde Tegucigalpa
COMUNICAR IGUALDAD- En 2009 un golpe de Estado dio vuelta el tablero político en Honduras y colocó, bajo vigilancia de los Estados Unidos, un gobierno acorde a los intereses extranjeros y a las élites económicas hondureñas. Asimismo, los resultados de las últimas elecciones de noviembre de 2013, tras sostenidas acusaciones de fraude y violaciones a los Derechos Humanos, reafirmaron que la presión de los grupos terratenientes y los intereses de las empresas neoextractivistas siguen marcando el rumbo del país.
Desde la asunción de Juan Orlando Hernández (Partido Nacional) el año pasado,  los movimientos de periodismo independiente como Conexihón, C-Libre y el Centro de Derechos de Mujeres denuncian el alza en las violaciones a los Derechos Humanos en tanto la derecha se afianza en el poder. Las expresiones del totalitarismo hondureño son variadas y encierran a diversos sectores sociales que disputan la resistencia y proponen otro modelo social.  Una ola de asesinatos de campesinos y campesinas que derivó en cuatro mil personas bajo protección de medidas cautelares; la repentina imposición de trabas burocráticas para la obtención de la personería jurídica de las ONGs que observan derechos humanos y  la suspensión de la venta y distribución de las “pastillas del día después” (conocidas como Píldoras Anticonceptivas de Emergencia, PAE) son algunos de los claros ataques a los derechos cívicos en este país.
En el Bajo Aguán, en el noreste del país (que lleva este nombre a raíz del río Aguán que atraviesa el territorio), el conflicto se dirime por la tenencia de la tierra. Son los campesinos yhond campesinas organizadxs quienes desafiados por el monocultivo de más de 3 millones de palmas africanas que inutilizan la tierra para otro tipo de siembra también defienden la reforma agraria.  El gobierno del derrocado Manuel Zelaya había profundizado algunas concesiones hacia el campesinado en base a la reforma original de la década del ‘70.  En la misma existe un reconocimiento legal que dispone que las organizaciones campesinas están en su legítimo derecho de recuperar las tierras en desuso o sin función social.
Durante el año 1992 la Ley de Modernización Agrícola introdujo algunas modificaciones que dieron lugar a la privatización del campo, habilitando la propiedad individual para las tierras agrícolas, previamente colectivas. El empresario y terrateniente Miguel Facussé, al igual que otros personajes poderosos en diferentes provincias del país, comenzó a comprar las tierras campesinas, sobornos y amenazas mediante, a los comisionados de dichas parcelas. La monopolización de la tierra, aun bajo una sospechosa legalidad, significa hoy el virtual control del empresario sobre el territorio del Valle del Aguán.
En el marco del golpe de Estado los movimientos campesinos decidieron ocupar las tierras que reclamaban como propias desde hace largos años.  La represión por parte del Estado y de la seguridad privada de la empresa Dinant (perteneciente a Facussé) no tardó en llegar.  Hoy el territorio está militarizado y lxs pobladorxs sufren intimidaciones y persecución por parte de la policía, los militares y la seguridad privada.
Glenda Chávez tiene 31 años y es de la comunidad de Panamá, en el margen izquierdo del Bajo Aguán. Nunca se imaginó que un movimiento campesino llevaría el nombre de su padre Gregorio. La muerte de su padre junto con el hallazgo de un cementerio clandestino en uno de los latifundios del empresario Facussé es una muestra viva del conflicto actual en el interior de Honduras. Son las mujeres defensoras de derechos humanos quienes, en la vanguardia por la defensa del territorio en Mesoamérica, ponen el cuerpo y la voluntad para no permitir más abusos.
Imparable búsqueda de justicia
Pertenezco al movimiento campesino Gregorio Chávez, por cierto lleva ese nombre por el asesinato de mi papá, a él lo asesinaron los guardias de Miguel Facussé, por eso se levantó la comunidad como movimiento. Esto sucedió el 2 de julio de 2012” describe Glenda Chávez apenas encendemos el grabador en el marco de la cobertura del Observatorio de Derechos Humanos y Resistencias de las mujeres durante las últimas elecciones.
Desde el golpe de Estado de 2009 las organizaciones de la Plataforma Agraria del Aguán denuncian que 115 personas integrantes del movimiento han sido desaparecidas y asesinadas por los militares y guardias de seguridad del terrateniente Miguel Facussé, con absoluta impunidad y connivencia con las instituciones públicas.
hond2¿Tu padre trabajaba para este empresario?
No, mi papá no trabajaba allí, a mi papá lo asesinan y lo desaparecen durante cinco días. Lo asesinan los guardias porque mi padre nunca calló y siempre dijo la verdad. Era campesino y trabajaba de manera independiente, trabajaba su producción propia. Nunca trabajó para ningún terrateniente. Cultivaba la palma africana, naranjo, yuca, tomate, hortalizas en su propia tierra.
¿Cómo comenzó la persecución a Gregorio Chávez?
El desapareció de su propiedad un lunes a las seis de la tarde, los guardias de Miguel Facussé pasaron por el terreno y algo le dijeron en forma de provocación. Como él nunca se calló y toda la vida dijo la verdad, porque muchas veces él tenía un carrito lleno de frutas ellos lo trataban mal y mi papá no se dejaba, les decía que por qué lo trataban de “viejito ladrón” y que fueran a ver lo que él tenía en su propiedad. Mi padre prefería trabajar con particulares, campesinos antes que trabajar para un terrateniente.
¿Las causas de la muerte no responden a un enfrentamiento directo con el terrateniente?
No, más bien con sus guardias de seguridad y todo su entorno. Hacía como cinco años mi padre había militado en una organización pero ya no continuaba. En ese momento decía que era la misma comunidad la que tenía que hacer justicia porque ya había habido varios asesinatos y desapariciones de personas. Él se sentía impotente porque una de las comunidades de campesinos está situada en medio de una de las fincas de Facussé.
¿Cómo fue la aparición de su padre?
Apareció enterrado dentro de la finca, lo tenían enterrado en el lote número ocho, cerca del río Aguán. No lo dejaron bien enterrado entonces lo encontramos a los cinco días de estar desaparecido. Desde el día en que mi padre desapareció se levantó la comunidad en una revolución exagerada… más de 200 hombres buscándolo. Se levantó toda la comunidad. Las personas que trabajan con Facussé no se levantaron a buscarlo. Nosotros sabíamos quiénes estaban con nosotros y quiénes no. Entonces la comunidad se organizó como movimiento.
¿Cómo es vivir tan próxima a las tierras y empresas de los acusados de asesinato?
Por el frente de mi casa pasan los asesinos, yo no puedo estar mirando a ese tipo de personas en el frente de mi casa. Entonces llamo y hago la denuncia al Comisionado de Derechos Humanos y aviso: “Esto está pasando en frente de mi casa. Si a mí me pasa algo ellos tienen la culpa”.
¿Antes del crimen de tu padre estabas comprometida con alguna lucha?
No. Yo me levanto también con el movimiento a partir de la desaparición de mi padre. Desaparece un lunes y el martes yo tomé el desvío. Porque hay un desvío que es una calle de la comunidad, una calle por la que entraban y salían con camiones llenos de frutas. Entonces Facussé consideraba que ese camino era de su propiedad. Entonces con otras personas lo tomamos. Así el día que nos desalojaron nosotros dijimos “por aquí no vuelve a entrar un camión de Miguel Facussé. Que busquen su entrada, que busquen su salida, pero esta calle es nuestra”. La ganamos y la logramos. Ahora ellos (sus guardias de seguridad)  ya no entran por ahí, sí entran los trabajadores.
¿Sentiste algún tipo de presión adicional o amenaza por el hecho de ser mujer?
Sí, me afectó porque hace poco estuvieron los guardias de Miguel Facussé enfrente de mi casa. La verdad es que yo no me callo, sigo hablando y hablando. Entonces tomé el teléfono y llamé, ellos dijeron – los guardias- que se animaban a agarrarme a mí, a botarme la cabeza  y que tal vez muerta podía callar. Entonces sí me he sentido agredida por muchos hombres de la comunidad. Hay un capataz de Miguel Facussé que desde una llamada para pedirle ayuda cuando desapareció mi papá nunca jamás me ha vuelto a hablar, cuando lo encuentro voltea a ver para otro lado y no me dirige la palabra. En ese entonces le dije que no fuera tan injusto, que por qué en lugar de trabajar para ese terrateniente no se dedicaba a la búsqueda de mi papá.
¿Entraste en contacto con organizaciones de mujeres?
Ahora estoy en contacto con la red del Foro de Mujeres por la Vida y he estado en varios encuentros de mujeres en Siguatepeque y en San Pedro Sula.
¿Sentís que estas redes sirven para construir estrategias con personas solidarias?
Siento que aprendo más y cuando me toca hablar sé lo que voy a decir.  Conozco mis derechos y mis deberes, entonces para mí es muy bueno estar dentro de una red de mujeres. Antes no me lo había planteado, tenía a mi papá, vivíamos tranquilos en la casa…
¿Tenés hijos o hijas? ¿Cómo vas contándoles lo que pasó?
A veces en mi casa me dice mi mamá que qué ando haciendo o me dice “apartate”, pero es algo de lo que no me pienso apartar, no voy a parar, no me detienen. Yo sigo y sigo, por eso me he metido en la red de mujeres, conociendo tantas personas una tiene más ayuda. Con mi esposo ya no tenemos comunicación, él vive en mi casa pero ya no tenemos buena comunicación, él es trabajador de Miguel Facussé. A veces le ruego y le digo que deje de trabajar con él. Anoche tuvimos una discusión y le decía “entre hechores y consentidores pena igual” porque él me decía que por qué no le decía a él todo lo que estaba pasando. Pero ya no puedo confiar en él, en una persona que consiente todo lo que pasó. Muchas veces le he dicho: “Mi papá era como tu papá y la verdad yo no puedo confiar en alguien como vos. No querés dejar de trabajar con ese asesino”. El entonces me dice “¿Cómo los voy a mantener?  y yo le digo: “Es que con ese salario que ganás no nos mantenés”.  Soy casada y estoy a punto de divorciarme, voy a tomar la decisión y quedarme con mis hijos.

El cuerpo de Scarlett: sexismo al desnudo




En lucha

Se filtran fotos de Scarlett Johansson desnuda y acaba convertida en tendencia: Twitter echa humo desde primera hora de la mañana. A nadie le sorprende, ¿verdad?

Cuando leí su nombre entre los trending topics ya intuía lo que iba a encontrarme. Pincho sobre el hipervínculo y comienzo a ojear con precaución los comentarios. La mayoría están escritos por chicos, pero también los hay de chicas, y casi todos vienen a decir lo mismo si leemos entre líneas (no hace falta partirse demasiado la cabeza en esta ocasión): un cuerpo desnudo, y especialmente un cuerpo desnudo de mujer, está ahí para ser juzgado. A una vez le cae la ropa y transciende a la luz pública -de forma voluntaria o no, eso no resulta especialmente relevante para quienes participan de este show- ya no hay marcha atrás: su desnudez pasa a dominio público, eso que parece que es de todos porque no es de nadie, y que por lo tanto es susceptible de recibir comentarios de toda clase, ofensivos o no y casi sin derecho a rechistar.

 Pero resulta que ese cuerpo desnudo sí tiene dueña: sorpresa, el cuerpo de Scarlett… ¡pertenece a la propia Scarlett! Y si ella decide mostrarlo por motivos de trabajo o porque es naturista, o simple y llanamente porque le sale del coño, no implica que desee una avalancha de opiniones que no ha pedido por parte de gente que ni siquiera conoce, y que desde luego tampoco la conocen a ella. Este tipo de actitudes me crispan más aún cuando dichas imágenes son robadas -eso de “filtradas” se me antoja un eufemismo que no voy a secundar- por un fan obsesionado, un ex novio vengativo o una codiciosa productora de cine que ve en ello una oportunidad para promocionar su película de forma gratuita (como parece ser el caso).

“La primera vez que vi la escena estaba aterrorizada, en parte por el desnudo. No sabía cómo iba a ser usado ni cómo de desnuda iba a ser mi actuación, en sentido figurado”, comentaba la actriz en una entrevista durante el rodaje de la cinta en cuestión. “Tú asumes que va a haber un fotograma circulando. De alguna manera sopesas el valor del riesgo que estás tomando”, añadió. ¿No es triste e indignante que la impresión y la utilización que pueda tener nuestro cuerpo desnudo sea motivo de miedos? ¿No es triste e indignante que deba considerarse “arriesgado” aparecer desnuda en pantalla y por exigencias del guion, según asegura la actriz? Scarlett sabía de lo que hablaba, y también sabía que no había absolutamente nada que pudiera hacer al respecto. No en vano, es la segunda vez que le sucede esto: ya le hackearon el teléfono móvil en otra ocasión con idénticos resultados. 

Todo el mundo parece tener algo que decir acerca de su cuerpo, un cuerpo que no es exactamente el típico al que desean someternos. Se trata de una mujer con curvas, con todos sus “adeptos” y “detractores”, y eso echa más leña a la hoguera del cotorreo. Si no me creéis, os animo a que le deis un repaso a las redes sociales: muchos comentarios resultan absolutamente deplorables y lo cierto es que ni siquiera brillan por su ingenio.

Supongo que quienes se deleitan con estas bromitas facilonas serían mucho más originales si fueran ellos los que, al despertar por la mañana, descubrieran una foto de sus propios cuerpos en cueros inundando internet y generando un alud de observaciones por parte de sus usuarios. Más de lo mismo, nada nuevo bajo el sol, y encima como te quejes eres una hipócrita amargada, porque la gente simplemente está reconociendo una obviedad. Hasta Lucía Etxebarria lo ha dicho: “Scarlett Johansson está buenísima, desnuda también”. 

Así que nada, arreando, que aquí lo menos relevante del asunto es que a Scarlett nuestra opinión le importe un pimiento y no lo considere más que un fastidioso “gaje del oficio” (¿o deberíamos decir un “gaje de ser mujer”?). Yo, por mi parte, esperaré a ver la película, que me han dicho que va de extraterrestres, aunque la crítica -cinematográfica- no termina de ponerse de acuerdo en sus valoraciones. Diez años ha tardado el director Jonathan Glazer en darle forma a Under the skin, no sé si le habrá sentado demasiado bien que al final que la productora decida vender su obra “filtrando” desnudos, pero esa reflexión ya la dejo para otra ocasión.

Ángela Solano (@Angela_Freebird) es militante de En lucha / En lluita.


Avanzan estudios sobre influencia de medios en cultura patriarcal


INTERNACIONAL

   Investigadoras cubanas inciden en cambio social

Especial
Por: Dixie Edith
Cimacnoticias/SEMlac | La Habana.- 

Aunque los medios de comunicación continúan reproduciendo patrones de lo femenino y masculino anclados en el ideario machista, los estudios de comunicación en Cuba poco a poco van a asumiendo una postura más crítica ante esta situación.

“En la agenda académica de la Facultad de Comunicación (Fcom) de la Universidad de La Habana, durante el último lustro, los estudios centrados en temáticas de género han adquirido mayor protagonismo”, confirmó a SEMlac la psicóloga Ileana González López, vicedirectora docente del Instituto Internacional de Periodismo José Martí.

Resultado de una investigación aún en curso, la afirmación de González López está respaldada por datos concretos.

Si entre 1987 y 2007 apenas se realizaron una decena de tesis de licenciatura relacionadas con la teoría de género en la Fcom, entre 2008 y 2013 estas investigaciones sumaron 18, dos de ellas en opción al grado de Maestría en Ciencias de la Comunicación y una vinculada a un ejercicio de Doctorado, según detectó la sistematización de la investigadora.

La mayoría de los ejercicios analizados por González corresponden a estudios de medios de prensa escrita o agencias.

Mientras, el medio periodístico radial fue el menos explorado con sólo un acercamiento, constató la indagación presentada el pasado 16 de abril en un taller previo a la décimo primera edición del Encuentro Iberoamericano de Género y Comunicación, que sesionará en mayo próximo en la capital cubana.

Este evento también se inserta en el proyecto “Programa nacional de capacitación en género para profesionales de los medios de comunicación”, que coordina desde hace cerca de un año la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), con el apoyo de la organización Mundubat y de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

“Llama la atención que una sola de las investigaciones consultadas fue realizada por un estudiante hombre, una alerta para seguir sensibilizando a los colegas en estos temas”, alertó González, quien proyectó la sistematización como un ejercicio académico de Maestría y aspira a hacerlo en todo el ámbito de las ciencias sociales y humanísticas de la sede universitaria capitalina.

En general, “estos estudios muestran que las investigaciones sobre género y medios de comunicación han transitado desde la centralidad en el análisis de los mensajes, en particular de la imagen de las mujeres en los medios, hasta otras aristas como el estudio de las representaciones sociales que están mediando la producción comunicativa”, reflexionó.

La evidencia de que los medios “refuerzan y reproducen las actitudes, representaciones, imágenes e informaciones discriminatorias de la sociedad a nivel discursivo y simbólico ha sido punto de partida de ese interés por analizar cómo se construye socialmente esta categoría en el discurso periodístico y también entre los profesionales de la comunicación”, agregó.

Los medios de comunicación son parte de las 12 áreas prioritarias para lograr la igualdad de oportunidades para mujeres y hombres, según la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, realizada en Beijing, China, en 1995.

Sin embargo, aún resulta una asignatura pendiente la transversalización de la perspectiva de género en sus agendas. Y aunque la Fcom habanera muestra un creciente interés por investigar las causas y consecuencias de esas carencias, tampoco resulta suficiente.

Los estudios acerca de los nexos entre género y comunicación representan apenas el uno por ciento de los estudios comunicológicos del país, según el artículo “La investigación en Comunicación. Su lugar en Cuba”, de Hilda Saladrigas y Dasniel Olivera, profesores de la Fcom.

Publicado en 2012 por la Revista de Estudios para el Desarrollo Social de la Comunicación, editada por la Universidad de Brasilia, el texto compara esta proporción con otras áreas de estudio como el “diseño de comunicación visual” y la “comunicación educativa”, que muestran un 5 por ciento de presencia.

Pero también con otros más puntuales como “comunicación y salud” o “comunicación y cultura”, con un 3 y un 2 por ciento de presencia, respectivamente, por sólo citar algunos ejemplos.

En su investigación, González López destaca como fortaleza la existencia de un referente teórico-metodológico propio para incorporar el enfoque de género en los estudios comunicológicos, asumiendo que las teorías de la comunicación y de género se constituyen en dos saberes que pretenden analizar la construcción social de sentido.

Consolidado definitivamente en tesis de Doctorado por la también profesora Isabel Moya, directora de la Editorial de Mujer, es un aporte sustantivo en un terreno que aún tiene muchos obstáculos que vencer.

Para González López resulta importante generalizar los todavía incipientes estudios de representación social del género en el discurso periodístico, pero también “abordar otros aspectos como el proceso de construcción de los mensajes, las rutinas productivas de medios diversos, los procesos de recepción y las mediaciones que intervienen en la publicación y comprensión de estos temas”.