9/07/2015

Los periodistas pal café. . . . .



El falso rey quedó desnudo. Y, con él, su corte siniestra: el ex fabulador general de la República, Jesús Murillo Karam (con sitio de privilegio en el museo histórico de las infamias); Tomás Zerón de Lucio (premiado con la dirección de la Agencia de Investigación Criminal); Enrique Galindo Ceballos (cuya Policía Federal está bajo acusación de haber ejecutado a decenas de presuntos delincuentes en Tanhuato, Michoacán, en una repetición del estilo practicado por militares en Tlatlaya, estado de México); la sucesora del cansado Murillo, la televisiva Arely Gómez González Blanco (que se ha dedicado a leer a tumbos, a veces rayando en lo grotesco, las presuntas justificaciones oficiales), y los altos mandos militares y marinos que por acción u omisión tienen responsabilidad en lo que sucedió aquella noche del 26 de septiembre y en la madrugada siguiente y que contribuyeron al despliegue de la narrativa sicópata que desembocó en una verdad histórica ayer incinerada sin estruendo retórico por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes al presentar el informe de sus seis meses de investigaciones, que exhibieron las maquinaciones criminales con las que el peñismo quiso dar por cerrado el caso de la desaparición de 43 estudiantes.
La detonación de la siempre impugnada verdad histórica de Peña y Murillo comenzó ayer por la mañana en la sede de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, donde los cinco expertos independientes dieron a conocer su informe final en cuanto a esta primera etapa, pues habrá un segundo periodo de indagaciones y complementaciones. En horas anteriores se habían reunido con funcionarios mexicanos, de los cuales el de mayor jerarquía administrativa era el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. La política de este tipo de grupos de trabajo (el GIEI actúa conforme a acuerdos puntuales entre la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el gobierno federal mexicano y los familiares de los 43 normalistas) contempla informar de manera anticipada a las autoridades respecto a las conclusiones que se van a difundir, para que no haya sorpresas ni malos entendidos. De manera fluida el GIEI fue planteando insuficiencias, contradicciones y desatenciones encontradas en el procesamiento mexicano de los sucesos de Iguala.
El momento cumbre, en términos periodísticos y políticos, se produjo cuando se estableció que conforme al peritaje de un peruano experto en fuegos, José Torero, era científicamente imposible el episodio central del libreto macabro, expuesto en su momento con frialdad y presunta seguridad extrema por Murillo Karam, el de la incineración de cuerpos en un basurero de Cocula. El mismo día en que el ex gobernador hidalguense dio a conocer el desenlace de su mala novela negra hubo muchísimos mexicanos que por simple sentido común lo rechazaron. En diciembre del año pasado hubo mexicanos que se arriesgaron a proclamar públicamente lo que su conocimiento científico y experiencia les indicaba: Jorge Antonio Montemayor Aldrete y Pablo Ugalde Vélez (investigador titular del Instituto de Física de la UNAM, el primero, e investigador titular de la UAM en el campus Azcapotzalco, el segundo) elaboraron un estudio que, entre otros puntos, señalaba que si los cadáveres hubieran sido quemados con pura leña se habrían necesitado un promedio de 33 toneladas de troncos de árboles de unas cuatro pulgadas de diámetro para cremar 43 cadáveres. Y, si los cuerpos hubieran sido incinerados con llantas, se necesitarían 995 neumáticos y debieron sobrar decenas de kilos de alambre de acero. El estudio de los mexicanos también mencionaba la dificultad de aceptar que en las condiciones del basurero al aire libre se pudiese alcanzar la temperatura adecuada para esa cremación.
El golpe seco a lo que de credibilidad quedara a un gobierno inmerso en continuos escándalos de corrupción y de acción criminal contra ciudadanos desde instancias gubernamentales armadas no tuvo una respuesta políticamente ágil y aceptablemente decorosa de Los Pinos. Enrique Peña Nieto asumió en Twitter el informe del GIEI como si fuera una especie de graciosa contribución externa a la mejoría de un proceso bueno, pero mejorable. Así que indicó a los integrantes de su gabinete que tomen en cuenta los elementos aportados por el GIEI. La procuradora especializada en lecturas temblorosas retomó el asunto y leyó ante reporteros (obviamente, sin aceptar preguntas de ellos, como si una conferencia de prensa fuera solamente para que un funcionario en crisis lea un boletín de prensa y se retire) un texto burocrático que en su parte sustancial da seguridad a los mexicanos y a los familiares de los 43 de que habrá justicia y se castigará a los responsables, y que, en respuesta a lo informado por el GIEI, se hará… un nuevo peritaje, para que no haya dudas. Esta era una PGR con los peritajes al revés, ¿quieres que te lo cuente otra vez?
Los familiares de los 43 fijaron su postura por la tarde, en las instalaciones del Centro Pro de Derechos Humanos, en una conferencia de prensa en la que hubo expresiones descarnadas de rechazo a la figura de quien ocupa la Presidencia de la República y a quien exigieron (no pidieron, sino tajantemente dijeron que exigían) una audiencia personal a más tardar el próximo 10, en el contexto de las actividades de protesta que se organizan a escala nacional e internacional para desarrollarse el día en que se cumpla un año de las desapariciones forzadas que el ya desnudo gobierno de Peña Nieto ahora volverá a investigar.
El repudio a EPN crece, en un escenario de crisis multifactorial, y la demanda de su renuncia se extiende. Murillo Karam, presuntamente enfilado a la embajada en Portugal, debería enfrentar un juicio por su mendacidad criminal (que no es responsabilidad solamente de él). Y saber la verdad, y que haya justicia en el caso de los 43, se convierte en una exigencia impostergable. ¡Hasta mañana! ,Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx





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Se necesita mucho desapego a México para proponer la enajenación de algunos de los más valiosos bienes de Pemex mediante un instrumento financiero como la llamada fibra E en Pemex. No llegaron las inversiones que esperaban de grandes compañías internacionales, la caída del precio del petróleo se los ha impedido. ¿Entonces cómo y de dónde obtener recursos? Se está yendo el sexenio con extrema rapidez, prácticamente sólo les quedan dos años. El nombre puede resultar engañoso pero una fibra es un tipo de financiamiento. (Aunque Peña Nieto dijo que su gobierno no solicitaría nuevos préstamos). Pemex aportará oleoductos, refinerías, edificios, etcétera, y recibirá dinero prestado de inversionistas privados. Estos ganarán un porcentaje. Las fibras han venido siendo empleadas en bienes raíces. Los edificios de alquiler generan rentas, hay una utilidad que repartir a los accionistas de la fibra. Pero, ¿en Pemex de dónde provendrán los beneficios, si los precios siguen por los suelos? Deberían explicarlo con claridad los secretarios de Energía y Hacienda, Pedro Joaquín Coldwell y Luis Videgaray, respectivamente.
Avión
Peña Nieto le dijo a Federico Arreola que está pensando cuál destino darle al avión presidencial adquirido por Felipe Calderón y que recibió como herencia, así como una deuda importante en dólares, porque el precio aparece muy inflado. Ya está listo, pero comenzar a usarlo sería un insulto para la gente dada la situación económica. ¿Por qué no someterlo a consulta popular? Esta forma de decisión, según el artículo 35 de la Constitución, forma parte de los derechos del ciudadano. Sin embargo, no sería posible. El mismo artículo 35 establece, en su fracción tercera, que no podrán ser objeto de consulta popular los ingresos y gastos del Estado. La adquisición del avión es un gasto, no puede someterse a consulta. Así anda la democracia en nuestro país.
Guatemala
¿Cómo es que la justicia guatemalteca obligó a renunciar al presidente, detenerlo y, eventualmente, someterlo a proceso, por el presunto delito de corrupción que ha cometido? ¿Qué tiene Guatemala que México carece? Las noticias que recibimos con frecuencia del vecino del sur se refieren a que la gente pobre sale huyendo del país, cruza el territorio mexicano y se interna –cuando puede– al de Estados Unidos. Parte de esa miseria es el resultado de 36 años de guerra civil que terminó en 1996. El ingreso per cápita es la mitad del promedio de los países de América Latina y el Caribe. La distribución del ingreso es muy desigual, igual que en nuestro país: 20 por ciento de la población consume la mitad de todo. Más de la mitad de la población vive en extrema pobreza y 13 por ciento en pobreza extrema. También tiene una Alianza para la Prosperidad, anunciado en 2014 por el ex presidente Pérez Molina, en el que participan otros dos países: El Salvador y Honduras. Muchas veces los mexicanos pensamos que no podemos darnos otro gobierno distinto al que tenemos por la pobreza y la falta de ilustración de un importante sector de la población. Guatemala nos está enviando un mensaje distinto.



El pasado lunes la multitud me vapuleó largo y tendido. El regaño colectivo exige: o nos explicas detalladamente quiénes y cómo eligen al rector y nos das tu opinión, aunque sea añosa y medio percudida, o nos das la historia completa de ese prohombre al que ustedes consideraron como la gran solución para evitar un cisma universitario. Deja ya de cronicar como autor de telenovela: terminas cada columneta con una suficiente dosis de suspenso/chantaje para que la gente se quede picada y no se pierda el siguiente capítulo. ¿Qué se puede responder? ¡ Mea culpa!
Avancemos entonces en la historia, la legislación vigente: la ley orgánica que rige la vida de la UNAM es un ordenamiento jurídico que debería tener credencial del Inapam. Cuenta con 70 años de edad y constituye el acta de nacimiento de la actual Junta de Gobierno. Sus antecesoras fueron promulgadas en 1933 y en 1929. Esta última es la que registra por vez primera el concepto de autonomía que, ciertamente, parecía más una estratagema para evadir otros problemas académicos y políticos que una verdadera intención de transformar, de base, la estructura fundamental de la Universidad Nacional. Los primeros meses de ese 1929 se suscitaron fuertes protestas estudiantiles, tanto en la Escuela de Jurisprudencia como en la Escuela Nacional Preparatoria. En la primera, por el régimen al que se pretendían sujetar los exámenes y, en la segunda, por la implantación de un nuevo plan de estudios. Además, la demanda histórica: renuncia del secretario y subsecretario de Educación Pública, del rector y, por supuesto, de los jefes policiacos. Estos reclamos llevaron a fuertes enfrentamientos entre los estudiantes, policías y bomberos. Todo esto se desvaneció con la inesperada y, según opiniones, ni siquiera litigada demanda de reconocimiento de la autonomía. En todo caso, se trataba de una autonomía totalmente light, pues dentro de la normativa se estipulaba, entre otras cosas, la presencia (simplemente informativa) de un representante de la SEP pero, lo inaceptable: el Ejecutivo propondría la terna de la cual se debería elegir al rector. Y, que yo tenga memoria, desde endenantes las ternas del Ejecutivo siempre son de una persona.



El país que se proclama defensor de la paz y guardián del orden –pax americana– universal ocupa el primer lugar como vendedor de armas en el mundo. Dentro del país más poderoso hay más de 300 millones de armas de fuego en manos privadas (suficiente, vale repetir, para armar a casi cada residente de esta república).
El premio Nobel de la Paz en la Casa Blanca ha sido el mejor vendedor de armamentos al mundo. El gobierno de Obama ha aprobado más ventas de armamentos que cualquier otro gobierno estadunidense desde la Segunda Guerra Mundial, afirma William D. Hartung, experto sobre el complejo militar-industrial y director del Proyecto sobre Armas y Seguridad del Centro para la Política Internacional, en entrevista con Democracy Now. El gobierno de Obama ha concluido más acuerdos de ventas de armas en sus primeros cinco años en la Casa Blanca que el gobierno de George W. Bush en sus ocho años en el poder.
Aproximadamente 60 por ciento de estas ventas del gobierno de Obama son para sus clientes en el golfo Pérsico y Medio Oriente, a los cuales, en sus primeros cinco años en la Casa Blanca, vendió 64 mil millones de dólares en armas y servicios militares; de esto, tres cuartas partes se destinaron a Arabia Saudita. Tiene otros 15 mil millones de dólares en nuevas ofertas formales a esos estados en 2014 y lo que va de 2015, informa Hartung en un artículo publicado por Foreign Policy en abril de este año.
Estos productos letales estadunidenses son empleados en las operaciones militares de Arabia Saudita en Yemen, así como otras acciones contra objetivos en Siria apoyadas por Estados Unidos. Al mismo tiempo se ha levantado el congelamiento sobre ventas militares a Egipto. Mientras tanto, en países como Irak, Siria y Yemen se ha reportado que montos masivos de armas estadunidenses inicialmente enviadas a aliados han acabado en manos de los enemigos como el Isil.
Mientras el mundo se conmueve con las imágenes de las olas de refugiados que llegan a Europa, se pierde de vista la razón por la que huyen; es el resultado de países víctimas de intervenciones, invasiones y conflictos civiles desatados por el derrumbe de regímenes antes sostenidos y/o ahora atacados por Estados Unidos y potencias europeas. Para todo eso, lo que se usa en las batallas dentro y entre estos estados son en gran medida productos letales made in USA.



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La inequidad económica y social en México es abrumadora. El ratio de desigualdad, que mide el número de veces que el ingreso de los hogares del decil X más rico es superior al de los hogares del decil I más pobre en diferentes países, es más que ilustrativo. Según la OCDE, aquí en 1985 el ingreso disponible del decil X era 21.8 veces el del I, y en 2012 ya era 30.5 veces mayor; en este último año tal ratio era de 18.8 veces en Estados Unidos (donde la desigualdad se ha disparado), 10.7 en Japón, 8.5 en Canadá, 6.9 en Alemania y 6.3 en Suecia. En la muestra 2012 de la Standardized World Inequality Database, México ocupa el lugar 107 de 132 en desigualdad de ingreso.
Con los datos trimestrales ya vistos de la ENIGH 2014, en ese año el ingreso total de los hogares del decil X fue 17.7 veces el ingreso de los del decil I.
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Tal discrepancia entre los ratios de la OCDE y los de la ENIGH parece tener su origen según Oxfam en que la ENIGH "no capta correctamente el ingreso de las personas en la parte alta de la distribución". Para estimar el grado real de concentración del ingreso en el decil X, y a falta de información oficial disponible (fiscal entre otras), el estudio (ver fuente Gráfico 11) cruza la información de ingresos con las Cuentas Nacionales. Con ello y lo analizado, concluimos:

1) El porcentaje real del ingreso que concentra el decil X no es del 35.5% que indica la ENIGH, sino "alrededor del 60%" según Oxfam (el Global Wealth Report 2014 estima 64%), dado que la ENIGH subestima el ingreso financiero y de capital que es el espacio de acumulación privilegiado de las grandes fortunas.
2) Dentro del decil X, el centil más alto (el 1% de los hogares) concentra por sí solo el 21% del ingreso, comparable con no más del 10% en países de menor inequidad (Gráfico 10).
3) La concentración cupular del ingreso no disminuye sino aumenta, y por ello la riqueza acumulada (el valor de los activos financieros y no financieros menos el valor de las deudas) se retroalimenta y aumenta aceleradamente. Los 16 multimillonarios de México tenían en 1996 una riqueza de 25 mil 600 millones de dólares y en 2014 de 142 mil 900 millones; en 2003 la riqueza de los cuatro mexicanos más ricos era equivalente al 1.5% del PIB y en 2014 al 8.5%.



Flores y más flores recibe el gobierno de este México lindo y querido por parte de la comunidad financiera internacional. No hay foro bancario, bursátil y/o de los organismos llamados multinacionales que representan a dichos sectores en el que no se subraye el alto grado de reconocimiento, el responsable manejo y el compromiso a toda prueba de tal autoridad en materia de deuda pública.
Y no podía ser de otra forma –honor a quien honor merece–, porque sólo en lo que va del presente siglo por cada dólar de endeudamiento el gobierno mexicano ha pagado siete por intereses y amortización de capital, y a pesar de tan descarado atraco el débito público se encuentra en niveles históricos. Entonces, ¿cuál de los beneficiarios –que no son los mexicanos, desde luego– podría quejarse de tan pingüe negocio?
La información de La Jornada, publicada ayer en su espacio principal bajo la firma de Roberto González Amador, dice así: “entre 2000 y junio de 2015 fueron transferidos al exterior recursos públicos por 516 mil 62.9 millones de dólares para cubrir el servicio de la deuda externa del sector público federal, según la información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público incluida en el anexo estadístico del tercer Informe de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
Los recursos transferidos en los pasados 15 años para el pago del servicio de la deuda externa multiplican por siete el saldo que ese mismo endeudamiento tenía en 2000, que fue de 70 mil 260.4 millones de dólares, indica la información oficial. Así, en estos casi tres lustros, dado que los datos están actualizados a junio pasado, los recursos destinados al pago de amortizaciones e intereses de la deuda son en un monto suficiente para pagar siete veces el saldo que tenía el endeudamiento público externo en 2000. Sin embargo, la deuda externa del sector público, aun con la creciente transferencia de recursos para pagar capital e intereses, no ha dejado de crecer, según muestran los datos oficiales.
Espeluznante. Y en el desglose, González Amador detalla que en el periodo de referencia el pago de amortizaciones de capital consumió recursos por 415 mil 103.9 millones de dólares, mientras para el pago de intereses se transfirieron al exterior 100 mil 959 millones de dólares. Con todo, el saldo de la deuda externa se incrementó 125 por ciento, al pasar de 70 mil 260.4 millones de dólares a 158 mil 580.4 millones, y contando.



En la presentación de su informe parcial titulado Investigación y primeras conclusiones de las desapariciones y homicidios de los normalistas de Ayotzinapa, efectuada ayer en la sede de la comisión capitalina de Derechos Humanos, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) hizo un detallado recuento de las numerosas omisiones, inconsistencias y extravíos en las pesquisas realizadas por la Procuraduría General de la República (PGR) y otras instituciones oficiales en torno al gravísimo atropello cometido el 26 de septiembre del año pasado en Iguala, en contra de estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa y de otras personas ajenas a esa institución.

Sobre corrupción, impunidad y crímenes de Estado
El informe del grupo de expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos evidencia lo que durante mucho tiempo hemos vivido en nuestro país: la complicidad de instituciones para cubrir la corrupción, la impunidad y los crímenes de Estado en México. Si existiera una comisión independiente en el caso de las casas blancas, se evidenciaría de igual forma la evidente corrupción y el conflicto de intereses. Con el mismo cinismo que la clase política cubre crímenes de sangre como los de Ayotzinapa y los asesinatos en la colonia Narvarte culpando a las víctimas de su destino, castiga la libertad de expresión, como en el caso de la comunicadora Aristegui, escudándose en que es un conflicto entre particulares. Nos han demostrado una y otra vez que no puede esperarse que en México exista el estado de derecho y alguna vez se castigue a altos funcionarios responsables de asesinatos de jóvenes, niños y mujeres. Por mucho menos de lo ocurrido en México han caído gobiernos en otros países y sus funcionarios han sido castigados. ¿Cuántos más Ayotzinapas, Aguas Blancas, Charcos, Acteales, Atencos, guarderías ABC y periodistas muertos debe haber para que exijamos un verdadero cambio?

Afinal de cuentas, lo que Donald Trump removió con sus arteras agresiones verbales contra los mexicanos puede tener un efecto mucho más profundo, en el contexto de la política estadunidense. Dio voz a quienes habían sido marginados, como resultado de los avances en materia de derechos civiles cuyas manifestaciones racistas habían sido acalladas por una mayoría que ha luchado para superar las relaciones sociales que prevalecían en el pasado, pero que hoy ya no tienen cabida.

El nuevo titular de la Se­cretaría del Medio Am­biente y Recursos Na­turales (Semarnat) milita en ese negocio familiar y político que es el Partido Verde Ecologista de México. Amigo del licenciado Peña Nieto, remplaza a otro al que éste siempre calificó de capaz, pero ya no le es útil en sus planes políticos. En cambio. nada benéfico es que los asuntos ambientales del país sean ya propiedad de un partido que sufre rechazo generalizado entre la ciudadanía.

El 31 de agosto en Casa Lamm tuvo lugar un panel del que tomo el título para esta colaboración en La Jornada. Participamos el doctor Enrique Calderón Alzati, de la Fundación Galileo; la doctora Antonia Candela, del Cinvestav; la maestra Martha de Jesús López Aguilar, de la sección 9 de la CNTE, y quien esto escribe. Coincidimos en señalar que la llamada reforma educativa es un proceso del gobierno federal que busca convertir la educación que presta el Estado en cumplimiento de un derecho fundamental de los niños y jóvenes, en un negocio en manos de escuelas privadas para los privilegiados y en una organización llamada de autogestión, en la que padres de familia y maestros tendrán que hacerse cargo de los gastos o buena parte de ellos, en las escuelas públicas, en las que estudian quienes no pueden pagar altas colegiaturas.

En días pasados, en la Facultad de Fi­losofía y Letras, tuvo lugar un muy pertinente homenaje a Adolfo Sánchez Vázquez, con motivo del centenario de su nacimiento. Homenaje pertinente porque Adolfo fue sin duda uno de los profesores que más prestigio le han conferido a esa facultad universitaria y porque, en su campo, abrió ojos y caminos no sólo para estudiantes y profesores, sino porque al nivel de las polémicas universales que se despiertan alrededor de estos temas, el nombre de Adolfo Sánchez Vázquez está siempre presente como uno de los fundamentales.

Lula es un enigma que no es fácil de descifrar. Los que no logran hacerlo son devorados por él. Es lo que pasó con la derecha y con la ultraizquierda brasileñas.

Por millares llegan los migrantes a Europa para refugiarse. Hungría se convirtió en los días recientes en el foco de atención por el desbordamiento de su frontera, vienen de Siria, Afganistán, Eritrea. Se suman a las corrientes que cruzan el Mediterráneo desde África del Norte hacia España, Italia y Grecia.

Si algo no está de moda, ni siquiera en uso, son las utopías, en el sentido de plantear un porvenir digno para todos, aún si parece irrealizable. Perdieron prestigio literario, y las utopías filosóficas del pasado, de Platón a Moro y Marx, sirven más para explicar su propio fracaso. A la vez, se ciernen utopías funestas herederas de la nazi como el fundamentalismo criminal islámico, la pretendida supremacía blanca que Trump vomita amenazadoramente, la idea de una Hungría blanca, una Eslovaquia cristiana, una Gran Bretaña sin moscas. Su imbecilidad no es ningún consuelo. Ya nadie escribe o filma sobre Arcadia, no interesa. Proliferan obras apocalípticas (esa muerte de la utopía) o bien novelas, cómics y películas de futuros chuecos y distópicos alimentados en Orwell, Huxley, Bradbury, los delirios paranoicos (hoy no tanto) de Dick y otros, con resultados a veces fascinantes, de Blade Runner y la novela que la inspiró –entrañable par de oldies– a las novelas de China Mieville o Jonathan Lethem, si no de plano Los juegos del hambre. Incluso la utopía corporativa (si tal merece llamarse) de un porvenir hipertecnológico en un mundo bajo control a escala genética ya incluye su parte negativa de incertidumbre: no alcanza para todos, habrá que reducir o aislar con muros a la población restante, los recursos y el planeta están dando de sí, etcétera. En fin, Monsanto, Shell y demás saben que tienen patas de palo, que su proyección luminosa no es tal. El capitalismo que encarnan es el sistema que rige la casi totalidad del mundo habitado y no habitado, opera en el corto plazo, y sabe que miente.

Siempre llegaba tarde. Sí, cada vez más tarde. Él, que era tan cortés y considerado con las personas, siempre llegaba tarde. Nunca entendí por qué. Quizá quienes lo conocieron mejor puedan explicarlo. Siempre hizo sentir a quienes se acercaban a él que les pertenecía a todos. Varias generaciones de mexicanos hemos recordado en las últimas semanas, al cumplirse cinco años de su muerte, todo lo que nos hizo compartir, todo lo que nos regaló con su ya legendaria generosidad.

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