11/10/2024

Columnas y opinión del periódico La Jornada domingo 10 de noviembre 2024

Derrota de los pugnaces neoconservadores straussianos y su fantasiosa Pax Americana, según Glazyev
Mientras los derrotados globalistas discuten quién fue el triunfador entre Trump y Putin ( Financial Times dixit), el connotado economista Sergey Glazyev (SG) –uno de los grandes diseñadores de la exitosa geoeconomía rusa– juzga que el triunfo de Trump finiquita la fantasía de la Pax Americana de los jázaros (https://bit.ly/3QqemJr) conservadores straussianos: esclavos de la doctrina Brzezinski, quienes buscaban el cambio de régimen en el Kremlin y el desmembramiento de lo que quedó de la URSS.

SG –encargado de la Comisión Económica Euroasiática y del Departamento Macroeconómico de Rusia– aduce que la elección de Trump y la derrota de la mafia noratlantista marcan un punto de inflexión para el mundo (https://bit.ly/3O04fKf).

Después de tantas guerras ideologizadas y patrocinadas por los jázaros neoconservadores straussianos –el ilustrado jázaro Jeffrey Sachs abundó al respecto (https://bit.ly/3OGeBin)–, SG sentencia su epitafio cuando el Deep State de EU no tuvo otra opción que desechar la repetición de la falsificación electoral que hubiera llevado a una guerra civil y al colapso del país.

Según SG, la “secta de Leo Strauss –que pregona el dominio de las masas ignaras por las élites supremacistas globalistas– anda huyendo cuando concluyó la Pax Americana (¡mega-sic!).

SG aduce que los pragmáticos (sic) de EU, tipo un transaccional como Trump, reconocen el hecho de que la transición a un nuevo orden económico mundial llega al poder en EU cuando la estrategia de Brzezinski de derrotar a Rusia, destruir a Irán y aislar a China sólo fortaleció a China, que se volvió el líder global.

A juicio de SG, China con India formarán un nuevo centro bipolar (sic) del nuevo sistema económico mundial. ¡Ni más ni menos que la prodigiosa hipótesis de Yevgeny Primakov y su RIC: ¡Rusia/India/China, núcleo de los ascendientes BRICS!

Ignoro si de forma realista o sarcástica (en el mero estilo ruso) SG invita a EU a integrarse a un nuevo centro de la economía mundial conforme se deshaga de su imperialismo y su guerra híbrida global.

SG, miembro pleno de la prestigiada Academia de Ciencias de Rusia y uno de los máximos pensadores económicos ignorados por la propaganda globalista, expone en forma temeraria que la guerra híbrida mundial fue iniciada por el poder de la élite financiera de EU para dominar al mundo en 2001 mediante el ataque de los servicios de espionaje de EU a las Torres Gemelas de Nueva York (¡mega-súper-sic!), lo cual concluirá el año entrante con el reconocimiento universal de su derrota. Refiere que la secta del jázaro Leo Strauss, que gobernó EU y planificó el establecimiento de una dictadura mundial, perdió las elecciones.

Por cierto, la secta jázara de los neoconservadores straussianos tuvo controlado el Departamento de Estado desde la tripleta Baby Bush/Dick Cheney/Wolfowitz, pasando por el nepotismo familiar de Vicky Nuland/los Kagan, hasta la decadente mediocridad de la dupla de Jacob Jeremiah Sullivan/Blinken.

SG vaticina que el mundo será más policéntrico y multidivisas cuando el significado de la soberanía nacional y las leyes internacionales sean restaurados.

Más que la tremenda derrota de Kamala y su distópica agenda, repudiada en sus urnas funerarias, fue enterrada la rusofobia de Zbigniew Brzezinski, quien buscaba la balcanización de la ex URSS –lo cual consiguió mediante su patrocinio de los yihadistas, según su indeleble confesión a Le Nouvel Observateur (https://bit.ly/3Kz3FjC)– y el cambio de régimen en Moscú por los globalistas encabezados por el jázaro Khodorkovsky (https://bit.ly/3OmATWZ).

Sería un grave error de juicio considerar que los jázaros neoconservadores straussianos fueron derrotados el 5 de noviembre, cuando habían sido expuestos en su debacle en Ucrania con su correligionario, el comediante Zelensky abatido por el presidente ruso Putin.

La debacle de los jázaros neoconservadores straussianos del 5 de noviembre fue consecuencia de su derrota en Ucrania. Lo demás es literatura barata. A ver qué sigue.

http://alfredojalife.com, Facebook: AlfredoJalife

Sortear el tráfico de Nápoles, todo un reto para los turistas
Italia cuenta con muchos encantos y, como muchos países, seduce al visitante; la historia, el paisaje urbano y la gastronomía local hacen de esta nación el destino favorito dentro del multicultural paisaje europeo.

Nápoles, al sur de Italia, es la capital de una de las 20 regiones italianas, Campania. Situada en el sudeste, justo arriba de la punta de la forma de bota –denominación común por la conformación geográfica–, es la tercera ciudad más grande del país detrás de Roma y Milán. Fue fundada por los griegos en el siglo VI aC.

Con casi un millón de habitantes, es una urbe para la que no hay términos medios entre la fascinación y el desencanto o incluso rechazo. La llamada capital del sur, cuyo centro histórico es patrimonio cultural de la Unesco.

Nápoles está a 20 kilómetros del volcán Vesubio, uno de los más peligrosos del mundo por su intensa actividad. Un capítulo dramático de la historia fue la erupción en el año 79. Tras este feroz evento natural, quedaron enterradas Pompeya y Herculano, ciudades donde se encuentran las maravillas arqueológicas descubiertas en 1748.

Esta maravilla recibe al año cerca de 2 millones de visitantes. Su cercanía permite planear uno o dos días para trasladarse a Nápoles. Se puede ir en tren o en auto.

Quien decida lo segundo y pase la prueba de recorrer Nápoles en un día laboral, no sólo será acreedor a una licencia de manejo con cinco estrellas, sino que probablemente requerirá un tratamiento posestrés que calme la carga de adrenalina generada durante la experiencia.

El domingo podría pensarse que el tráfico es moderado, pero la sorpresa es un tanto mayúscula para el conductor, pues se enfrenta a un sinnúmero de autobuses turísticos, las dificultades extremas para encontrar estacionamiento si se quiere visitar, por ejemplo, el museo de arqueología de Nápoles donde se muestran muchas de las piezas encontradas en Pompeya y Herculano.

La ciudad cuenta con grandes avenidas, pero también se vive un intenso tráfico por las estrechas callejuelas. Hay una especie de lucha sin cuartel, en medio de transeúntes, turistas, locales comerciales, puestos de frutas y legumbres, autos, taxis o vespas a velocidades inimaginables que recorren esta especie de laberinto sin inmutarse en lo más mínimo ante el caos; tomar una calle en sentido contrario, estar a punto de atropellar a algún peatón o llevarse al puesto de verduras no es nada extraño.

Los puestos de mercancías como bolsas para dama imitación de las grandes marcas están en su mayoría a cargo de migrantes africanos. Negociar el precio es parte de la dinámica.

Las turistas femeninas, una vez adquirida la copia de aquella bolsa impagable, olvidará la intensa experiencia del tráfico en Nápoles al permitirse lucir este artículo soñado.

Alia Lira Hartmann

De policultivos
Durante 45 años nos dedicamos a observar e indagar, en lo posible practicando y consumiendo, los hábitos culinarios de sociedades de los cinco continentes, con la intención de obtener una definición que pudiera dar cuenta del fenómeno llamado cocinar aplicable a todas las cocinas del mundo, desde las prehistóricas hasta las actuales en todo contexto social.

Partiendo de la raíz latina cuccinare: proceso de transformación de la materia degradable, aplicado al área de cementerios donde se transformaban los restos humanos, construimos la siguiente definición: cocinar es la serie de actos ejercidos para transformar los alimentos a fin de hacerlos atractivos para los cinco sentidos y digestos para el cuerpo. Acciones voluntarias, practicadas exclusivamente por el género humano como sujeto de su propia autoconstrucción, milenios antes de haber adquirido el dominio del fuego.

Autoconstrucción de lo humano

Hallazgos paleontológicos propusieron la ingesta del tuétano de huesos de grandes mamíferos como el origen de la humanización, ubicando su datación según fueran las de las herramientas en piedra u obsidiana y las de los rastros de huesos perforados. Esta tesis quedó durante más de dos siglos como referente indiscutible de las fechas aproximadas según fueran la antigüedad de las herramientas, los huesos, los dibujos sobre piedra de cazadores y animales… Por otra parte, se atribuyó a la ingesta de proteínas animales el desencadenamiento de la humanización de nuestra especie.

Sin embargo, indagando sobre la historia de la alimentación en todos y cada uno de los rincones del mundo, encontramos un hecho notable arrojado por estudios paleontológicos que nos sugirieron una hipótesis distinta sobre las causas y los principios de la humanización.

Paleontólogos especialistas afirman que, en el periodo que va de hace 5 millones a 3.5 millones de años, sucedió una modificación en el eje de rotación de la Tierra que transformó su faz con el surgimiento de las grandes cordilleras: Himalaya, Alpes, Andes…, se desplazaron los trópicos con su flora y fauna hacia el cinturón ecuatorial y los polos comenzaron a congelarse alternativamente durante cada ciclo solar, provocando que la gran fauna de mamíferos y rumiantes emigrara hacia los nuevos valles templados, donde aparecieron inéditas especies vegetales, cuyo nombre genérico, puesto por los científicos, fue Edad de las Hierbas, en alusión a las gramíneas que proliferaron en varias especies que crecían a distintas alturas y maduraban en distintas épocas del año, obligando a la fauna de mamíferos superiores a sustituir su alimento original de clima tropical por hierbas cuya floración portadora de gramíneas, que contienen glúcidos en sus espigas erectas y maduran a diferentes alturas del suelo en diferentes épocas del año solar, indujo a la formación de una especie particular de homínidos que se fueron diferenciando de sus parientes conforme adquirieron capacidades nuevas, por cuanto la ingestión de las semillas de las gramíneas, cuyo contenido en glúcidos o azúcares llamados lentos, porque se incorporan lentamente al torrente sanguíneo alimentan directamente las neuronas cerebrales con que se controlan, manejan y ordenan los movimientos de los músculos corporales.

Este hecho, asociado con el pensamiento de Carlos Marx, según el cual la práctica desarrolla la conciencia (5), nos hizo comprender la evolución de nuestra especie como la interacción del alimento fundamental (los glúcidos) con el desarrollo de la habilidad para obtenerlos, por ejemplo, la bipedia para alcanzar las espigas a diferentes alturas del suelo en distintas épocas del año, y el quinto dedo oponible para cortar las espigas, desgranar las semillas y descascararlas antes de deshacer su almidón con la saliva y entre las mandíbulas.

En otras palabras, el impulso muscular desarrolla nuevas habilidades adaptadas al deseo que se hace consciente hasta controlar voluntariamente la dirección e intensidad de los movimientos, lo que comprueba que, ciertamente, la práctica desarrolla la conciencia, y que esta afirmación no tiene punto final, como se ha registrado y visto en la historia milenaria de la humanidad. Continuará.

(Extracto de un libro mío para la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.)

https://www.cruzadaporlamilpa.mx/yuriria.iturriaga@gmail.com

Presentación de credenciales
Cuando el Embajador Bosques llegó a Cuba se puso al día de la realidad de la isla como tarea principal.

El anterior embajador de México en Cuba, Benito Coquet, de larga trayectoria y que asiló al presidente Prío Socarrás y a buena parte de su gabinete, había sido diputado federal, alto funcionario de las secretarías de Educación Pública y de Gobernación.

Fue nombrado Embajador en Cuba el primero de agosto de 1947, y permaneció en el cargo hasta el 10 de febrero de 1953, momento en el que Francisco Octavio Navarro Carranza asumió el puesto de Encargado de Negocios, hasta que tomó el cargo de embajador Gilberto Bosques, el primero de octubre de 1953.

Benito Coquet salió de Cuba para ocupar importantes puestos, entre ellos subsecretario de la Presidencia. Más tarde, sustituyó a Antonio Ortiz Mena como director general del Instituto Mexicano del Seguro Social, en 1958, donde desarrolló una reconocida gestión.

Tras la salida del embajador Coquet, el nombramiento del sucesor se pospuso por varios meses. Ruiz Cortines estaba molesto por las sombras y crímenes de la tiranía prevaleciente en la isla, por lo que retrasaba claramente la designación del nuevo representante diplomático. La jefatura de la embajada de México estuvo vacante casi un año.

Dice Bosques que aceptó gustoso el ofrecimiento que recibió el 26 de julio, y que viajó de Estocolmo a La Habana. Como se escribió en aquellos días en la prensa mexicana, el traslado fue como decir del sol de medianoche al sol del mediodía: de la nieve al fuego.

Mi llegada a La Habana, narra Bosques, fue recibida con cierto escepticismo, porque se me consideraba de izquierda democrática y tal vez frontal al régimen de Batista.

Bosques se tomó el tiempo necesario para estudiar la situación, informarse a fondo de los antecedentes de la vida política y revolucionaria, y evitar generar polémicas en su inicio, en la presentación de sus cartas credenciales. Estaba convencido de que debía realizar una presentación sin hacer concesiones.

Había que mantener una posición congruente con la postura de México, una postura democrática.

En esos momentos, afirma Bosques, “la democracia era el punto más delicado en Cuba, pues se había derrocado al gobierno constitucional de Prío Socarrás y estaba en el poder un dictador contando con todos los poderes militares de presión.

Presenté un discurso sobre algunos aspectos de la colaboración general, sobre la situación continental y sobre la unidad de los pueblos, narra Bosques. Y continúa, como coincidían en ese año los centenarios de Martí y de Hidalgo, traté ese tema para cubrir ciertas formas de cortesía.

Batista contestó en términos generales y ahí lanzó su mensaje: en su intervención señaló que, con relación a los cubanos fugitivos refugiados que se habían refugiado en la embajada, y que ya estaban en México iniciando actividades de conspiración y el envío de pertrechos, expresó claramente su petición de que se evitaran esas actividades.

Así se desarrolló el primer encuentro, rodeado por mucha solemnidad, muchos funcionarios y muchos militares, y se inició una gestión muy complicada, que por sí misma era difícil, debido a que el dictador estaba encarando la grave situación que derivaba del asalto al cuartel Moncada y el estado de fermentación revolucionaria en todo el país, y de descontento.

Una importante observación del nuevo embajador de México, Gilberto Bosques, apunta: la intervención de la embajada de Estados Unidos era clara, enérgica, franca y visible, y llegó a dominar el panorama cubano en todos sentidos.

Bosques precisa: “En los asuntos del gobierno la injerencia estadunidense se hizo en muchos casos decisiva. Cuba dependía totalmente de Miami. Las mercancías estadunidenses dominaban el mercado cubano, hasta en los más pequeños detalles, como el pan diario, el vaso de papel encerado para los helados… todo llegaba de Miami”.

También estaba la penetración cultural, que generó sentimientos de rechazo entre quienes se negaban a acudir a la embajada de Estados Unidos a resolver temas que correspondía atender al gobierno nacional.

Lo más escandaloso quizá fueron las acciones más flagrantes y ofensivas de Batista, como la entrega al gobierno cubano de materiales de guerra estadunidense en plazas públicas.

Estaba claro el terreno de batalla para el embajador Bosques. Se repetía su papel en Francia y Portugal.

Muy pronto las condiciones de la represión dieron como resultado la afluencia de asilados a la embajada de México.

Empecé esa tarea difícil por la situación impuesta por el régimen. Se fue creando una oposición que estaba en el fondo del mismo pueblo cubano, recuerda Bosques.

Una vez más la tarea era salvar vidas.

Como siempre, Bosques debió volver a sus fuentes que lo acompañaban, entre los que destacaba el poeta Nicolás Guillén, con quien convivió muchos de sus años cubanos, y que en un momento escribió:

Van a fusilar
a un hombre que tiene los brazos atados.
Hay cuatro soldados
para disparar.
Son cuatro soldados
callados,
que están amarrados,
lo mismo que el hombre amarrado que van
a matar.

* Embajador de México en Cuba

Nuevo sainete sobre la plaza y el estadio maldisimula intenciones de fondo para ambos inmuebles En Guadalajara, la juezada rectifica
Mal comienzo el protagonizado por la alcaldía Benito Juárez, que encabeza el panista Luis Mendoza Acevedo, y el Gobierno de la Ciudad de México, cuya titular es la morenista Clara Brugada Molina, quienes primero autorizaron la celebración, con una hora de diferencia, de sendos eventos en la Plaza México (el show Coco) y en el estadio de la Ciudad de los Deportes (un encuentro de futbol) el 2 de noviembre pasado y, luego de no haber medido el tremendo caos que provocaron los horarios empalmados (8 y 9 de la noche), decidieron actuar con toda energía, por lo que el mismísimo alcalde Mendoza colocó los listones de clausura en el coso y en el estadio, ambos propiedad de Antonio Cosío Pando.

He estado puntualmente checando, estoy en coordinación con la Jefa de Gobierno, quiero comentarles, que estamos tomando esta decisión conjunta para decir: aquí hay orden, vamos a trabajar en conjunto por el bienestar de todos los vecinos, que demos seguridad a las familias y a todos los asistentes, declaró orondo el alcalde Mendoza, cuya demarcación, con él o en la administración pasada, autorizó precisamente la celebración de ambos eventos, para luego culpar a los respectivos concesionarios, que por lo menos hace tres décadas se mueven a sus anchas.

Como todo fue oportunidad para montar una representación de que la autoridá ahora sí va a actuar con toda energía en beneficio de vecinos, público y eventos, transcurridos cinco días del sainete se levantaron las respectivas clausuras, no sin antes reunirse con el secretario de Gobierno de la ciudad y comprometerse los concesionarios a observar los lineamientos de Protección Civil, a no dar espectáculos en ambos escenarios el mismo día y a que todo evento debe finalizar a más tardar a las 23 horas. Autorizar, provocar colapsos, clausurar y levantar clausuras. ¡Qué ociosidad!

Detrás de estos conatos de energía justiciera en favor de la gente está la pérdida de respeto y creciente descuido de concesionarios, autoridades y propietarios por un inmueble que hace años debió haber sido declarado patrimonio cultural de la Ciudad de México, tanto por su calidad arquitectónica, instalaciones, aforo y comodidad, como por ser el escenario taurino más importante de Latinoamérica, pero entre dudas de gobiernos remilgosos, escasa afición de concesionarios, inexcusable omisión de la autoridad para observar y hacer observar el reglamento, resignada desidia de sucesivas generaciones de aficionados y público, y penoso conformismo de los propietarios –a mí mi renta–, la suerte de la monumental plaza y del estadio de futbol está echada.

Juezada no es término que incluyan los diccionarios, tan propios, tan respetuosos de la ley más que de la realidad y el idioma, pero le doy la definición, amable lector:

Ocurrencia o decisión arbitraria a cargo de un juez, que violenta la ley y los usos y costumbres de una comunidad por atender a la demanda caprichosa de una minoría a cambio de algún estímulo o por motivos extrajudiciales.

Así, en Guadalajara, al cabo de casi un año, la juezada supo recapacitar y revocó la antojadiza suspensión que impedía celebrar festejos taurinos en el municipio. Y es que el 5 de diciembre de 2023 el juez Luis Alberto Márquez Pedroza dictó –ah que los dictadores– la suspensión definitiva de festejos, derivada del juicio de amparo interpuesto por el persuasivo grupo animalista Animanaturalis. Ya lo sabe: si algo no le gusta, forme su grupito, bautícelo y recurra a la juezada en turno.

EDITORIAL
Los históricos comicios en que por primera vez los ciudadanos votarán por ministros, magistrados y jueces han vuelto a exhibir uno de los aspectos más polémicos del Instituto Nacional Electoral (INE): el despilfarro y la carencia de sensibilidad social con que lleva a cabo sus actividades. Esta semana, su Consejo General presentó un proyecto de presupuesto en el que solicita 13 mil 205 millones de pesos, monto superior en 4 mil 403 millones (50 por ciento) al requerido en las elecciones generales de este año, el cual ascendió a 8 mil 802 millones.

Para justificar este salto presupuestal, el organismo adujo que desea mejorar las remuneraciones de los capacitadores, quienes son los empleados temporales responsables de ubicar y preparar a los funcionarios de casilla. Dicho propósito es sin duda loable, toda vez que sobre estos trabajadores recae el peso de asegurar que los funcionarios designados se presenten el día de la votación debidamente preparados para recibir y contar los sufragios, así como para llenar las actas, las mantas y toda la documentación que da certeza a los electores de que su voto fue respetado. Sin embargo, el apartado de remuneraciones al personal de carácter transitorio; honorarios; remuneraciones adicionales y especiales apenas representa 724 de los 13 mil millones, por lo que de ninguna manera explica semejante incremento.

Además, como señaló la presidenta Claudia Sheinbaum, en estos comicios no compiten partidos políticos, por lo que no es necesario asignar recursos a los mismos y, por lo tanto, el proceso debería ser no más, sino menos costoso que aquellos en los cuales se elige a los titulares del Ejecutivo y el Legislativo. La mandataria también denunció que originalmente los consejeros habían estimado el costo en 7 mil millones de pesos, pero después prácticamente lo duplicaron. De la información dada a conocer se desprende que una parte significativa de este sobrecosto proviene de la generosidad con que el personal del INE se obsequia a sí mismo a expensas de la hacienda pública: el presupuesto incluye beneficios salariales, incluidas gratificaciones especiales y contratación de personal eventual en áreas específicas, además de un pago de estímulos por mil 135 millones de pesos. Todo esto es adicional a los ingresos ordinarios de los funcionarios que, como se ha reiterado en este espacio, son los mejor pagados dentro del de por sí derrochador universo de los organismos autónomos creados en el periodo neoliberal.

Como precisó el Consejo General, el presentado es un presupuesto precautorio, con el cual el instituto busca blindarse ante cualquier eventualidad en un contexto en que los amparos otorgados por juzgados federales y el carácter inacabado de las leyes secundarias de la reforma al Poder Judicial le impiden conocer con exactitud cuestiones clave como el número de casillas a instalar. Cabe esperar que, en cuanto cuenten con el marco jurídico y las certezas necesarias para organizar las elecciones, los consejeros elaboren un nuevo proyecto guiado por la sensatez y el cuidado del dinero de todos los mexicanos. De no ser así, enviarán a la ciudadanía la alarmante señal de que, pese a la salida de los personajes más impresentables de la cúpula del INE, éste sigue atrapado en inercias nefastas que desvirtúan su labor y encarecen de modo injustificable los procesos democráticos.

Argumentos simplistas de Marko Cortés, una traición a la patria

Además, como señaló la presidenta Claudia Sheinbaum, en estos comicios no compiten partidos políticos, por lo que no es necesario asignar recursos a los mismos y, por lo tanto, el proceso debería ser no más, sino menos costoso que aquellos en los cuales se elige a los titulares del Ejecutivo y el Legislativo. La mandataria también denunció que originalmente los consejeros habían estimado el costo en 7 mil millones de pesos, pero después prácticamente lo duplicaron. De la información dada a conocer se desprende que una parte significativa de este sobrecosto proviene de la generosidad con que el personal del INE se obsequia a sí mismo a expensas de la hacienda pública: el presupuesto incluye beneficios salariales, incluidas gratificaciones especiales y contratación de personal eventual en áreas específicas, además de un pago de estímulos por mil 135 millones de pesos. Todo esto es adicional a los ingresos ordinarios de los funcionarios que, como se ha reiterado en este espacio, son los mejor pagados dentro del de por sí derrochador universo de los organismos autónomos creados en el periodo neoliberal. Los históricos comicios en que por primera vez los ciudadanos votarán por ministros, magistrados y jueces han vuelto a exhibir uno de los aspectos más polémicos del Instituto Nacional Electoral (INE): el despilfarro y la carencia de sensibilidad social con que lleva a cabo sus actividades. Esta semana, su Consejo General presentó un proyecto de presupuesto en el que solicita 13 mil 205 millones de pesos, monto superior en 4 mil 403 millones (50 por ciento) al requerido en las elecciones generales de este año, el cual ascendió a 8 mil 802 millones.Para justificar este salto presupuestal, el organismo adujo que desea mejorar las remuneraciones de los capacitadores, quienes son los empleados temporales responsables de ubicar y preparar a los funcionarios de casilla. Dicho propósito es sin duda loable, toda vez que sobre estos trabajadores recae el peso de asegurar que los funcionarios designados se presenten el día de la votación debidamente preparados para recibir y contar los sufragios, así como para llenar las actas, las mantas y toda la documentación que da certeza a los electores de que su voto fue respetado. Sin embargo, el apartado de remuneraciones al personal de carácter transitorio; honorarios; remuneraciones adicionales y especiales apenas representa 724 de los 13 mil millones, por lo que de ninguna manera explica semejante incremento.Como precisó el Consejo General, el presentado es un presupuesto precautorio, con el cual el instituto busca blindarse ante cualquier eventualidad en un contexto en que los amparos otorgados por juzgados federales y el carácter inacabado de las leyes secundarias de la reforma al Poder Judicial le impiden conocer con exactitud cuestiones clave como el número de casillas a instalar. Cabe esperar que, en cuanto cuenten con el marco jurídico y las certezas necesarias para organizar las elecciones, los consejeros elaboren un nuevo proyecto guiado por la sensatez y el cuidado del dinero de todos los mexicanos. De no ser así, enviarán a la ciudadanía la alarmante señal de que, pese a la salida de los personajes más impresentables de la cúpula del INE, éste sigue atrapado en inercias nefastas que desvirtúan su labor y encarecen de modo injustificable los procesos democráticos.

Argumentos simplistas de Marko Cortés, una traición a la patria
Marko Cortés, presidente del PAN, ha insistido, una y otra vez, en que los cárteles mexicanos sean denominados narcoterroristas para que el ejército estadunidense pueda entrar a México a colaborar con Sedena y la Guardia Nacional a combatir y erradicar ese flagelo.Dan pena sus argumentos por lo simplistas, absurdos y antinacionales, pues no se percata de lo que implica la soberanía nacional ni de la verdadera complejidad del problema y sus soluciones.No se le ocurre, en lugar de ello, denunciar que los cárteles mexicanos que venden drogas en Estados Unidos son atendidos en ese país por una suerte de delincuentes locales que distribuyen narcóticos provenientes de nuestro país y de otras naciones.No piensa que las armerías de Estados Unidos siguen vendiendo y fortaleciendo con sus artefactos letales a los cárteles mexicanos sin que el gobierno estadunidense detenga ese mortal flujo.
Y tampoco se le ocurre que los miles de millones de dólares por la venta de esos estupefacientes transitan por los sistemas financieros del país del norte, lo que, al parecer, no quiere y no le conviene ver a la administración estadunidense.Marko debería replanteárselo como un ineludible problema binacional: el gobierno estadunidense debe hacer su parte en su territorio para que aquí hagamos la nuestra.Porque eso de inclinarse no lo puede hacer a nombre de México y ni siquiera de su partido que financiamos las y los mexicanos con nuestros impuestos.La propuesta de Marko en realidad no está tan lejos de ser considerada como traición a la patria.
Eduardo del Castillo

¿Dónde quedó el noble pueblo estadunidense?
Como producto del siglo XX mexicano, recuerdo claramente el amable y hasta caritativo discurso de la izquierda latinoamericana que se desvivía por marcar la diferencia entre las atroces políticas imperiales y el noble pueblo estadunidense. ¿Y ahora qué?
Alfonso Maciel, Tlayacapan, Mor.

Comentarios opuestos a la economía mexicana
A los empresarios, inversionistas y gente de negocios: es imprescindible no perder de vista a los comentarólogos financieros televisivos, pues son un referente obligado ya que si ellos afirman que el dólar va a subir entonces hay que vender los dólares, porque lo seguro es que van a bajar.Y al contrario, si dicen que los dólares van a bajar hay que comprar porque los dólares van a subir.Si señalan que Petróleos Mexicanos o la Comisión Federal de Electricidad están quebradas, es que están mejor que nunca.Si consideran que el país, en general, es un desastre económico es todo lo contrario, como así lo afirman los organismos económicos internacionales. En fin, los comentarólogos financieros continúan siendo un referente obligado para los interesados en la materia, pero en sentido diametralmente opuesto.
Carlos César Cárdenas Márquez

La educación de jóvenes y adultos continúa siendo la otra
Una administración pública eficiente y con calidad en la utilización de sus recursos y el logro de objetivos es la base de un buen gobierno.Esta afirmación no es consistente con las prácticas y experiencias en la educación para jóvenes y adultos.En el estado de México existen 2 millones 830 mil 999 personas con rezago educativo y 3 de cada 100 no saben leer ni escribir, de acuerdo con datos del gobierno estatal.La distancia que existe entre el discurso político y el esfuerzo por crear un currículum para una educación que finalmente redunde en la escolarización, la distribución y gestión de materiales; en el programa de estudio adecuado y espacios accesibles, continúa siendo inalcanzable.En palabras de Messina (2016), la educación de jóvenes y adultos sigue siendo la otra.
El papel del Estado y la coordinación interinstitucional en la reconstrucción y resignificación de la educación para jóvenes y adultos es tener presente la implicación del Estado en este proceso.
Georgina Silva Campuzano

Invitaciones
Plantón a favor del pueblo palestino y contra el genocidio de Israel
Hoy, como todos los domingos, estaremos en plantón en la columna del Ángel de la Independencia de las 14 a las 16 horas, en protesta por la agresión y el genocidio al heroico pueblo palestino perpetrado por el estado sionista de Israel. Por tal motivo convocamos a todas y todos a solidarizarnos con esta lucha. Los esperamos.
Óscar Rojas, Fabiola Rodríguez, Héctor Cifuentes, Maricarmen Jiménez, Silvia Ramos, Josefina Mena Abraham, Gilberto García Mora e Ignacio Hernández Saldívar.

Comentarán el libro: El infinito en un junco
Los invitamos a una sesión más de Se buscan lectores. Para comentar: El infinito en un junco, de Irene Vallejo. Leeremos el libro completo. ¡Bienvenidos, lectores. Este es un bello libro sobre los libros! Jueves 21 de noviembre de 2024, a las 19 horas (horario de la Ciudad de México).
Zoom (Enlace directo): https://cutt.ly/oeFlcawK ID de la reunión (Desde Aplicación): 305 518 6688
Código de acceso: galatea24
Anfitriona: Karilú López Ramírez. Convocan: UACM, Programa Galatea y Lectores en activo.




Opinión  del periódico La Jornada domingo 10 de noviembre 2024
https://www.jornada.com.mx/2024/11/10/opinion

No debería haber duda: los ayer orgullosos sistemas democráticos están en peligro, en el Norte y en el Sur globales. Pero debajo de esta no tan novedosa circunstancia, se mueve un espectro mayor, que no es el del comunismo que anunciaran Marx y Engels en el siglo XIX. Se trata de un enorme, extenso e intenso malestar con y en la cultura, de mayor capacidad corrosiva que aquel que estudiara Freud.

Así, no debe sonar exagerado que desde estas solitarias páginas se advierta del desfondamiento acelerado de muchas sociedades, y de la nuestra, a pesar del obcecado negativismo de que hacen galas nuestras dirigencias políticas, en y frente al Estado. No sabemos qué piensa de esto la empresa o el capital, pero su mutis de la escena pública es lamentable y pernicioso.

No en todas las latitudes esta caída se expresa de igual manera; en algunas regiones, como en Ucrania o Medio Oriente, se ha impuesto la destrucción armada como rutina; en Europa Occidental cunden el desasosiego y el ascenso de los autoritarismos más rupestres, en tanto que aquí y ahora entre nosotros se expande la violencia criminal, apropiándose de territorios enteros.

Reinan el insulto y el invento infame que los parlamentos se ven incapaces de modular, por lo que la violencia se entroniza como lenguaje principal, casi único, en regiones enteras. El no pasa nada de los gobiernos de Sinaloa y federal sólo exacerba el miedo de la gente, que retroalimenta su búsqueda fútil de refugio en una anomia pasiva y destructiva de nuestros tejidos elementales.

Llegamos al tiempo de aventureros, demagogos y arribistas, resumidos imperialmente por el nuevo ascenso de Trump al poder presidencial de Estados Unidos. El país más poderoso del mundo y con su nuevo gobernante poco dispuesto a hacerse cargo de los peligros y carencias múltiples de un mundo en acelerada transformación, sin coordenadas de navegación ciertas y coherentes. De la anomia a la entropía, pues, y sin puertos de alivio a la vista. Todo el poder para el poder, como solía ironizar Carlos Monsiváis al observar los juegos siniestros de oficiales y oficiosos.

Después de grandes crisis, llamadas recesiones para no asustarnos, y pandemias, llegamos a un punto de increíble fragilidad, confusión y desconcierto de la cumbre al fondo de las pirámides sociales y de poder que daban algún sentido al mundo de la posguerra fría. A la más que evidente crisis de liderazgos, supuestamente responsables y formados en la experiencia de gobernar, le siguen unos dirigentes postizos que más bien semejan a domadores de circo. A esta crisis multidimensional de liderazgos se asocia groseramente un quebranto institucional, cuyos perfiles elementales delineamos en México con la aberrante reforma judicial y su secuela irracional pero no menos corrosiva.

En lugar de haber aprendido algo de lo que significaron aquellos azarosos años, fechados desde la gran crisis de 2008-2009, nos cayó encima el covid y no encontramos mejor respuesta que la suma de yerros y la resignación ante los cotidianos abusos de los poderosos y los criminales. A contracorriente del sentido común, no reflexionamos con seriedad ni con rigor sobre los errores y abusos del guion seguido por la globalización neoliberal, como tampoco se buscó reformar el sistema capitalista, empezando por la recuperación de un Estado rector y promotor del crecimiento y el bienestar.

La malhadada combinación de apertura externa sin una contraparte creativa con política industrial y redistributiva, ahora nos abruma con déficit múltiples de políticas y creación de bienes públicos, la reproducción de precariedades laborales y el debilitamiento progresivo de la cooperación social. Todo esto, como dijimos y repetimos, se ha traducido en más desigualdad, pobreza inconmovible, aguda concentración de los ingresos y, ahora, del poder constituido y desde luego del que deriva de la inicua concentración de riqueza que nos acompaña.

Habrá que andarnos con cuidado y cuidar que nuestros mandatarios no se manden; que dejen de cultivar la negación como forma de conducción del Estado y la sociedad, y afronten ya, con firmeza y sin bravatas, las durezas del mundo que son, de la A a la Z, las nuestras. Buscar entendimientos mutuos y comprensión cooperativa y genuina en acciones, políticas, promociones y diseños de estrategias debería llevarnos a formular un orden del día para la república y su fortalecimiento. Condiciones ineludibles para capear el temporal desatado por la antidemocracia americana y poder desplegar reflexiones de fondo sobre lo que nos pasa y nos pasó; antes de que nuevos vendavales azoten un edificio de cohesión sostenido en instituciones débiles y debilitadas por el uso y abuso irresponsable de un poder que nunca fue otorgado por nadie como absoluto.

Es de esta reconstrucción que tenemos que hablar y pronto.

En la vida política cotidiana tenemos diversos asuntos y sucesos que marcarán agendas en algunas secretarías del país. Uno de ellos, el más próximo, es la reunión del famoso pero también desprestigiado grupo llamado G-20.

Han sido 25 años de intentos por consolidarse como verdadero motor que impulse las economías a nivel global. Desde septiembre de 1999 su influencia ha crecido, primero, gestionando como grupo que reunió a determinadas autoridades de economía y financiamiento, pero únicamente a nivel ministerial. Posteriormente, surgió la idea de ampliarlo a nivel de liderazgo mundial, con la finalidad de enfrentar la crisis global de ese mismo año, el último del siglo XX.

Por fin, dos décadas y media después, se integra la Unión Africana. Dicha adhesión permite hablar del término global con mayor autoridad, ya que han sido los países africanos algunos de los más saqueados por quienes han hecho crecer sus economías con base en el colonialismo y sus consecuencias nefastas sociales y económicas que ya todo mundo conoce. Hoy se busca, como hace 25 años, encontrar la estabilidad económica mundial y el crecimiento sostenible basados en una amplia y más democrática coordinación de las políticas públicas de los países miembros. Y, supuestamente, aumentar las medidas para la prevención de crisis económica en cualquier continente.

Por lo pronto, continúan con el liderazgo países como Estados Unidos, Suiza, Suecia, Singapur y Reino Unido, de acuerdo con el carácter de economías con mayor innovación en todo el mundo. En el próximo encuentro se mostrará por qué China, Turquía, India, Vietnam y Filipinas son los de mayor y rápido crecimiento económico, sólo en 10 años, de acuerdo con la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual.

El G-20 tiene como objetivo coordinar las acciones de aquellas propuestas económicas y financieras que cada país integrante del grupo ha planteado en cada sede. Los resultados se evaluarán para determinar el rumbo de los apoyos futuros para cada miembro de esta institución.

De acuerdo con la definición del espíritu del grupo, cada sesión anual representa una posibilidad de exponer los resultados del trabajo llevado a cabo por el país que tiene la presidencia, previamente otorgada por consenso.

Uno de los temas centrales es la búsqueda de soluciones a los problemas que cada país ha planteado en cada reunión y que, si la mayoría lo apoyan, sea una meta de todo el grupo y, de hecho, se convierta en objetivo internacional, más allá del G-20. Por eso, la importancia de que México participe con las propuestas que necesita para su desarrollo nacional, sin perder soberanía.

Lo cuestionable de las gestiones del G-20, desde su inicio, es que, en sí, no ha existido una visión global. Los países de la periferia han quedado al margen, sin ninguna posibilidad de que el llamado a la solidaridad con sus necesidades y propuestas de crecimiento y desarrollo sean escuchados.

De acuerdo con las declaraciones de la presidenta Claudia Sheinbaum, consideramos que la participación de México es una oportunidad de insistir en fortalecer la innovación de aquellos programas sociales que están dando resultados, como algunos de los gobiernos de la Cuarta Transformación.

Sus propuestas estarán centradas, entre otras, en la estabilidad económica mundial en favor del crecimiento sostenible, de los países con diversos niveles de desarrollo. Para ello, se estará insistiendo en que todos los miembros del G-20 deben apoyar concreta y directamente a las economías más débiles y de mayor dependencia financiera externa.

De igual forma, consideramos que para lograr el objetivo anterior, deben cumplirse algunas metas impostergables, como el alto al fuego de todas las guerras que actualmente lesionan profundamente no sólo la economía del país agredido, sino también de aquellos agresores. Y, sin olvidar a los países bloqueados económicamente por diferencias de posturas políticas, las cuales no tienen nada que ver con el espíritu de dicho grupo de los G-20. Por lo menos, en teoría. Los conflictos armados han sido los más dañinos en todas las vertientes de la vida de un país, y ni hablar del deterioro social, emocional y ambiental, monumentales, por sostener las economías bélicas. El derroche financiero ha sido de antología. En este sentido, la política del G-20, tiene mucho que hacer para mostrar que es en realidad, un grupo verdaderamente creíble, ya que, por una parte, en el caso de Estados Unidos, presiona hasta intentar la asfixia total de economías como las de Cuba y Venezuela y, por otro lado, se posiciona como líder de un grupo que busca la estabilidad económica global. ¿De qué estamos hablando?

Que no se les olvide que estamos refiriéndonos a personas y su existencia digna, cuando hablamos de inversiones, de ganancias, de financiamientos y de estabilidad sostenible. El derroche de recursos naturales, humanos y de talento, para sostener una guerra es una de las mayores pérdidas inaceptable, por lo absurdo de sus objetivos y por la intolerable destrucción de vidas humanas.

(Colaboró Ruxi Mendieta)

X: @AntonioGershensantonio.gershenson@gmail.com

La verdad es que en vísperas de completar la primera mitad de su tercer mandato presidencial – el 31 de diciembre ahora –, Lula da Silva ya enfrentaba una serie de problemas internos.

Había desde lloviznas, como llegar a la contención de gastos sin provocar cortes drásticos en el presupuesto hasta lluvias más intensas y peligrosas, como la difícil relación con un Congreso infiltrado tanto de derechistas como de los que tienen por meta alquilar votos. O sea, según el volumen de recursos puestos a disposición para enviar al reducto electoral de un diputado o senador, el voto será favorable o contrario a lo que pretende el gobierno.

Sin embargo, desde la mañana del miércoles 6 noviembre, lo que se precipitó sobre Lula, su gobierno y, bajo muchos aspectos, sobre toda la realidad brasileña ha sido una tempestad oceánica.

Por más que la victoria de Donald Trump sobre Kamala Harris fuera algo previsto, nadie – excepto, desde luego, los seguidores del desequilibrado ultraderechista Jair Bolsonaro, antecesor de Lula en la presidencia – esperaba que fuese de tal forma contundente.

Además de la presidencia, Trump conquistó la mayoría en el Congreso y la mayoría de gobernadores. Como la Corte Suprema ya estaba controlada por conservadores, gracias a los nombramientos del mismo Trump en su mandato anterior, la verdad es que él ahora tiene control absoluto sobre los rumbos del país más poderoso del mundo.

Pocos días antes del pleito, como para indicar que esperaba una victoria apretada de Trump, Lula mandó un mensaje a Kamala Harris diciendo que esperaba una victoria suya, algo en que ni él creía. El mensaje provocó críticas dentro del mismo PT de Lula.

A propósito: tan pronto se confirmó la victoria de Bush, el brasileño fue de los primeros mandatarios en enviarle presidentes un mensaje formal de felicitaciones, agregando que esperaba una etapa de diálogo.

La sensación que se vive en Brasil hoy es que nadie sabe al cierto qué vendrá, y que por lo tanto es muy difícil prepararse para adaptarse a los nuevos tiempos sin sucumbir.

¿Qué pasará con el comercio entre los dos países, con Trump anunciando que recortará importaciones? Y con relación a la Venezuela de Nicolás Maduro, ¿qué exigirá Trump del Brasil de Lula? Para un obcecado como el nuevo mandatario de Estados Unidos, el alejamiento que Lula ya demostró con relación a Maduro es poco o nada.

Sobran temas.

La cuestión ambiental, por ejemplo. ¿Cómo el mandatario recién electo tratará de medidas cuya aplicación están bajo discusión en toda América, lo que incluye, por supuesto, a Estados Unidos? ¿Cómo Trump tratará de la intensa relación comercial entre Brasil y China? ¿Hasta qué punto se aprovechará de la idolatría que el desequilibrado mandatario argentino Javier Milei le dedica, interviniendo en las relaciones –ya un tanto tensas– entre ambos países, las dos mayores economías sudamericanas?

Son preocupaciones que –vale reiterar– ya rondaban por diplomáticos, partidos políticos, analistas y, claro, inversionistas desde antes de las elecciones, pero que con el tamaño y la contundencia de la victoria de Donald Trump, ahora un desequilibrado sin remedio con un poder ilimitado, se hicieron aún mayores, mucho mayores.

Lo que viene por delante son nubarrones pesadísimos. Y eso es todo que se sabe.

El sufrimiento humano ha sido deliberadamente utilizado por la extrema derecha para forjar un estado de ansiedad, mediante falsas noticias, y el PP ha instrumentalizado la DANAcomo lanzadera para ahondar en su campaña de rechazo al gobierno. En esta ocasión, son sus compañeros de viaje, el sindicato ultra de la policía nacional Jupol, el eurodiputado Alvise Pérez, el presentador de Cuarto Milenio Iker Jiménez y sus colaboradores, entre otros, Rubén Gisbert, quien se embadurnó de lodo para dar mayor credibilidad a sus crónicas, o Javier Negre, dueño de empresas destinadas a desinformar, quienes ejercen el liderazgo.

El objetivo, demostrar que España es un Estado fallido. La DANAles facilita las imágenes. Casas anegadas, puentes caídos, ríos desbordados, barro cubriendo las calles, cientos de coches cruzados en las calles y entrevistados ad hoc con un mensaje: las autoridades nos abandonan, las instituciones han fracasado. La ayuda no llega.

En las primeras horas de la DANA, las redes están en sus manos y muchos muerden el anzuelo. Antonio Banderas, un progresista, exclama ¿por qué no se envían a los pueblos valencianos afectados por la DANAhelicópteros del ejército con comida, agua y medicina? ¿Por qué no zapadores para abrir vías, centros de comunicación portátiles, hospitales de campaña? ¿Por qué no se utilizan mejor nuestros impuestos? ¿Por qué?

La mañana siguiente, el paisaje es desolador. Las carreteras están cortadas, las vías férreas inutilizables, los pueblos, incomunicados. Si la gestión previa de la DANA y la alerta roja de Aemet fue desatendida por la Generalitat valenciana, ahora se trata de paliar el desaguisado, abrir vías de ayuda, y eso genera desconcierto, desafección, rabia e impotencia. En esta circunstancia, los vecinos toman la iniciativa junto con las autoridades locales. Se organizan para lo urgente. Salvar vidas, asistir a los heridos, evitar saqueos y robos. En ese instante, el desastre natural es político.

En una sociedad del espectáculo, las crónicas de los reporteros desplazados a la zona cero proyectan pueblos sumidos en el lodo, gentes abatidas, sufrimiento y dolor. Los reportajes sirven para retroalimentar las tesis ultras de Estado fallido. Aplauden la solidaridad espontánea de miles de voluntarios cruzando un puente, rebautizado puente de la solidaridad. Para ello se acuña el eslogan sólo el pueblo salva al pueblo. No hay servicio de agua potable, luz, Internet ni telefonía. Ninguna referencia al carácter privado de la compañía de luz, telefónica o gas para que acudan raudos a iniciar las tareas de reparación. Se la exigen al gobierno central. Vaya contradicción. El neoliberalismo muestra su peor cara. Oídos sordos al calentamiento global o a la especulación urbanística, autorizando la construcción en zonas inundables.

La Comunidad Autónoma de Valencia gobernada por el PP y su presidente Carlos Mazón han sido incapaces de articular una respuesta política y dar la voz de alarma. Éste estuvo ilocalizable, en una comida privada. Así, el general jefe de la Unidad Militar de emergencia, Francisco Javier Marcos, tuvo que desmentirlo cuando dijo que había solicitado su intervención. Nunca dio la orden en un nivel dos de alerta, quien dirige la emergencia es la comunidad autónoma, quien decide dónde vamos o dónde no vamos es la comunidad. Es el director de emergencias quien nos dice dónde actuamos, y eso hemos hecho con disciplina. Yo puedo desplegar y movilizar a mis hombres, pero yo no puedo entrar hasta que el director de emergencia dé la orden.

El discurso de la extrema derecha va cobrando fuerza. Para Vox, es el momento de marcar distancias con el PP y tacha de incompetentes a ambas administraciones. Santiago Abascal anuncia la presentación de una querella contra el presidente del gobierno por homicidio imprudente y omisión del deber de socorro. Lo acusa de retener la ayuda ofrecida por la comunidad internacional, criminalizar a los voluntarios, bajo un paraguas de un Estado autonómico fallido”. El Estado fallido es el mantra. Alex Bernal, jugador del Eldense, que se declara ni de derechas ni de izquierdas, va a coincidir con Abascal. El 3 de noviembre declara: “(…) Nos están manipulando, demoliendo presas, creando tormentas para engañarnos con el cambio climático, atacando a la familia, a nuestra religión; atacan a los agricultores, promoviendo vacunas mortíferas, quieren reducir la población, incitan a la inmigración ilegal…”

Si le parece ficción, Ferran Torres, jugador del Barcelona toma el relevo: “(…) Necesitamos que todo el país dé un paso adelante (…) El Estado está fallido. El pueblo salva al pueblo. Visca Valencia y Viva España”. A lo dicho se suman Marcos Llorente, futbolista del Atlético de Madrid y Daniel Carvajal, del Real Madrid. Tienen cientos de miles de seguidores. Sus declaraciones son relevantes. El primero da el pase: “¿Por qué han abandonado a los valencianos? ¿Por qué no se han enviado ayudas, o por qué se han rechazado las de otros países? (…) ¿Por qué no se está contando la verdad y se están ocultando datos (…)Está claro que les queda muy grande esto, es el momento de que den un paso al lado…el pueblo salva al pueblo…nosotros no os abandonaremos” y Carvajal remata: es una vergüenza.

A una semana de la DANA, el tan cacareado Estado fallido libera ayudas a los damnificados por los daños a las viviendas, sustitución de enseres domésticos y un sinfín de otras medidas para proteger a los trabajadores frente a despidos improcedentes. Brinda apoyo a los empresarios autónomos, quienes podrán solicitar un ERTE y acceder a fondos para reparar locales y negocios. Son miles los millones de euros destinados a paliar los efectos de la DANA, también en Albacete, pero para Vox y el PP, las víctimas son un pretexto para proclamar un estado fallido. Mienten y desinforman. Niegan los hechos. Su máxima: cuanto peor, mejor. ¿Y las DANAS venideras? Bueno, no hay que ser alarmistas, cuando lleguen, ya veremos. Pero el cambio climático no existe.

Si profundizamos un poco en algunas de las tendencias de larga duración de salarios y beneficios en los Estados Unidos –en realidad en todo el mundo– no debiera sorprendernos notar el deterioro persistente del ingreso de los trabajadores. Y menos aún el ascenso gradual de los beneficios.

En particular –y como característica que se ha ido consolidando desde inicio de los años 80– se experimenta la penetración irreversible de las ganancias de las corporaciones financieras, acaso con un leve descenso luego de la pandemia. ¿Qué significa esto?, ante todo, un deterioro prácticamente secular ya no sólo de las remuneraciones a los trabajadores, sino de los beneficios específicos de corporaciones no financieras.

Recordemos que las corporaciones son identificadas oficialmente con las empresas no operadas por sus dueños y cuya propiedad se determina con base en acciones. Son empresas legal y operativamente separadas de sus dueños, todos ellos poseedores de acciones de la corporación. Una clasificación oficial simple las divide en corporaciones no financieras y financieras.

En estas últimas se integran las compañías bancarias y financieras, de seguros, inmobiliarias, de alquiler y de arrendamiento. Entre ellas las famosas FIRE, por las siglas en inglés de Financial, Insurance and Real State. Pues bien, los datos de larga duración muestran el comportamiento tendencial de dichas ganancias corporativas. Tanto no financieras como financieras.

Luego de la Segunda Guerra Mundial las corporaciones no financieras concentraban no menos de 80 por ciento –incluso más– de las ganancias corporativas totales. Tanto las estimadas antes o después de impuestos, aunque con leves diferencias por la diversidad de cargas tributarias en un caso y en el otro, asunto que profundizaremos un poco en otro momento. Pues bien, ya a mediados de los años 80 estos beneficios de empresas corporativas no financieros se ubicaron en niveles que rondaban 60 por ciento.

Perdieron poco más de 20 puntos en lamentable concordancia, sin duda, con el descenso gradual, pero continuo de la tasa general de ganancia en la economía vecina. Sí, un descenso de casi 40 años, que acaso se frenó con fenómenos regresivos, como el deterioro creciente y la precariedad del trabajo, la pérdida del peso salarial en la economía, la polarización de los extremos salariales y el deterioro relativo de las ganancias corporativas no financieras.

Se trata, por lo demás, de características propias ya de una economía crecientemente improductiva, financiera y especulativa que, además y en concordancia con esto, se acompañó –se acompaña aún– de una baja crónica y secular de los impuestos. Sí, de la tributación como parte de las ganancias corporativas generadas en la economía.

Todo esto coincide, incluso se deriva, de las orientaciones impulsadas por los gobiernos de Margaret Thatcher (primera ministra de 1979 a 1990 ) y de Ronald Regan (presidente de 1981 a 1989), en las cuales se argumentaba que la mayor fortaleza económica provenía de las actividades bancarias y financiera, de servicios inmobiliarios y de arrendamiento.

Pues bien, como dice nuestro amigo Perogrullo, para muestra basta un botón. Me refiero a la continuidad de este comportamiento, en los años 90 y en lo que va del nuevo siglo. De inicio de los años 80 en adelante, las ganacias corporativas financieras han continuado y profundizado su sorprendente penetración. Así, en los últimos 25 años han llegado a representar prácticamente la mitad de las ganancias corporativas totales. Y sólo luego de la pandemia, las corporaciones no financieras han logrado recuperar un poco de su participación.

Sí, los últimos dos o tres años, han ganado entre cinco y seis puntos porcentuales en esa lamentable distribución de beneficios corporativos, y digo lamentables porque, entre otras cosas –y como ya lo he comentado en diversas ocasiones–, eso se muestra también en el estancamiento salarial y de las remuneraciones a los empleados de la economía vecina, con un deterioro mayor de algunos grupos de trabajadores especialmente afectados. Entre ellos los migrantes, los jóvenes, los trabajadores de color y las mujeres, lamentablemente. Ya regresaremos pronto a ello. De veras.

Nos referimos a un apetitoso platillo de Tepic, Nayarit, que se prepara con camarones frescos –abundantes en la región–. La receta es muy sencilla: se lavan, se sazonan con sal y pimienta y se sumergen en aceite hirviendo para que queden dorados; se escurren bien y les agregan unas gotitas de limón y salsa huichol. Quedan crujientes y se comen con todo y cáscara.

Ésta fue una de las diversas ricuras que tuvimos oportunidad de degustar durante nuestra estancia en la entidad para participar en la conmemoración del Día de la Gastronomía Nayarita, que por decreto estatal se festeja el 15 de octubre de cada año.

Como parte de las actividades, la alcaldesa Geraldine Ponce inauguró el segundo Festival de Gastronomía y Vino Nayarit está en su punto, que organizó la Academia Nayarita de Gastronomía, AC. Su presidente, Fernando Santiago Durán Becerra, y el de la corresponsalía del Seminario de Cultura Mexicana, Javier Berecochea, fueron generosos anfitriones que me acercaron a un mundo de ingredientes y sabores de todo género. La noche de mi llegada, la academia ofreció un convivio en el restaurante Emiliano, que ocupa una hermosa casona antigua, y la cena fue de estrella Michelin.

A la mañana siguiente, el presidente Berecochea nos llevó a desayunar a Bellavista, un primoroso pueblo mágico a 15 minutos de Tepic, con calles empedradas, colorida arquitectura y un espectacular edificio histórico, de gran fama en toda la región, considerado emblemático del estado: la antigua fábrica textil de Bellavista, en la actualidad, convertida en centro cultural.

Se construyó a principios del siglo XIX como una réplica exacta de una fábrica textil que estaba en Gante, Bélgica. En una de las lindas casas de piedra con marcos de colores en puertas y ventanas, que albergaron a los trabajadores, nuestro anfitrión y su esposa tienen un restaurante lleno de plantas y artesanías de calidad donde ofrecen comida tradicional nayarita: gorditas de zurrapa de chicharrón, chorizo, requesón o asada con queso y frijoles, entre otras; machaca, pan de obrero (con piloncillo), lo mejor para sopear con un chocolate espumoso.

De ahí a la inauguración del festival y a mi plática sobre las riquezas perennes de la gastronomía mexicana, en un sitio imponente recién inaugurado que alberga la Ciudad de las Artes Indígenas de Nayarit, un proyecto dedicado a la promoción y preservación de la cultura y artesanías de los pueblos originarios del estado.

Por lo pronto, se pueden ver elaborando sus primorosas obras de arte a quienes solemos llamar huicholes, que aquí nos enteramos que es incorrecto; el nombre es wixárikas, que se interpreta como persona de corazón profundo que ama el conocimiento. Etimológicamente, huichol quiere decir el que huye, y los wixárikas no huyen. Quewixárika se refiere a los Mara’akame, que son sus guías y maestros, consultores de alto nivel de sabiduría.

Es de los pueblos que mejor ha logrado conservar su cultura al paso de los siglos. A la llegada de los españoles se refugiaron en las montañas de la Sierra Madre Occidental, en el norte de Jalisco y Nayarit, y eso les permitió sobrevivir. Utilizan cotidianamente colorida y elegante vestimenta y plasman su cosmovisión en su prodigiosa artesanía, llena de simbolismos y profundamente religiosa. Sus dos formas de expresión características son a través de figuras u objetos elaborados con chaquiras, cera de campeche y cuadros realizados de estambre de una gran complejidad y belleza.

Por cierto, de su cultura se deriva el tejuino, refrescante bebida que todavía se vende en las calles. Los ingredientes esenciales son maíz (fermentado o no), piloncillo y agua. Al gusto se le puede añadir sal, limón y chile piquín. Tiene un grato sabor agridulce y su textura es espesa. Sano y ecológico.

Y ya de camino al aeropuerto, una última escala gastronómica en la popular marisquería Monchis, para probar el famoso pescado zarandeado. Para chuparse los dedos… en sentido real y figurado.

Otra de las sorpresas tepiqueñas fue que hacen vinos y cosechan muy buen café. De este último tuvimos la suerte de que la productora nos obsequiara una generosa porción de su afamado Café de la Heredera, para continuar disfrutándolo en nuestra querida capirucha.

Jennifer Clement es una aparición rubia de cometa en Chimalistac cada año bisiesto. Va y viene, su voz rotunda y demandante llena la plaza y retumba en los árboles y en la pequeña fuente, pero en un parpadeo se esfuma, aunque meses y años después, al abrir los ojos, ahí esté ella tapándome el sol con los rayos de su cabeza casi blanca de tan luminosa. Para mí, Jennifer Clement es una festiva estrella fugaz que logró sacar del atolladero a un Pen Club más tirado a la tristeza que un borrachito de esos que los meseros suelen barrer afuera de la cantina con todo y aserrín.

Ahora, Jennifer también dirige o dirigió el Pen Club México, que sólo sirvió de algo en el ámbito internacional cuando Julieta Campos se hizo presidenta responsable y eficaz, y se preocupó por los intelectuales perseguidos en el mundo y porque los escritores mexicanos dieran por lo menos una imagen que repercutiera en el Pen Club Internacional, como bien consta al único intelectual pendiente, que responde al nombre de Gabriel Zaid.

El filósofo Ramón Xirau envolvió al Pen Club México en el humo de su cigarro y nadie, ninguno de nosotros, dimos color. Sólo presentamos a Octavio Paz al Nobel, cosa que salía sobrando, porque Paz no nos necesitaba para nada.

Ahora entrevisto a Jennifer, quien si da color al poner en mis manos su libro La fiesta prometida, con una carátula color rosa, tal como la cantaba Edith Piaf en las calles de París. La fiesta prometida no recuerda a Hemingway, pero sí a un México lleno de estadunidenses totalmente en contra de cualquier cosa que se parezca a la guerra.

–Mis padres se mudaron a México y vivieron en la calle de Palmas, en San Ángel, en la que destaca la Casa Estudio Diego Rivera, que se volvió mi segundo hogar, aunque tanto Diego como Frida habían muerto, pero se quedaron Ruth y los hijos de Ruth, Pedro Diego y Ruth María, quienes eran mis grandes amigos, ya que jugábamos en esa calle empedrada y solitaria. De hecho, Pedro Diego sigue siendo un gran amigo.

–Ruth Rivera se fue muy rápido…

–Cuando Ruth murió, muy joven, a los 42 años, Rafael Coronel se quedó con esa casa y también los niños (Pedro Diego tenía como 10 años y Ruth María como 13). En la colonia también vivían Gunther Gerzso y Juan O’Gorman. Me di cuenta de que podía escribir un libro, porque tenía muchas historias que te hacen ser lo que eres. La vida propia no es sólo lo que has vivido, sino también las historias de los demás, así como las canciones que escuchaste, las películas que viste, todo lo que te afecta. Por eso, decidí escribir mi libro de esta manera fragmentada, porque el mercado exige que la memoria se lea como una novela y yo no creo que la memoria ni la vida lo sean. Estuve leyendo a TS Elliot, quien decía que la vida es un todo hecho de fragmentos. Borges aclaró que la memoria es un montón de espejos rotos y eso es lo que traté de hacer en La fiesta prometida.

“La primera parte sucede en la Ciudad de México, antes del Tratado de Libre Comercio, y cito el censo del gobierno mexicano en 1970 que preguntaba a los contribuyentes: ‘¿tienen zapatos, comen carne?’ La otra pregunta era más o menos sorprendente al plantearte si tenías más de 12 años cuántos de tus bebés estaban vivos.

“El resto de mi novela trata de Nueva York. Llego a Nueva York e inmediatamente me hago amiga de Keith Herring, el de los grafitis, y de Jean Michel Basquiat. Escribí un libro, La viuda Basquiat, sobre él y su mujer a quienes conocí muy bien; fue un encuentro azaroso.”

–¿Cómo azaroso, si tu mamá pintora es estadunidense y perteneciste al mundo que ella te heredó?

–Exacto. Sí, tienes razón en cierto modo.

–Jennifer, es un privilegio.

–Un gran privilegio, pero luego tuve que pensar mucho. El libro también es de amor a México, porque regresé y conté lo que pasaba dentro de mí. También trata de la amistad con Aline Davidoff y Ruth Rivera Marín. Claro, cuento historias de otras personas como tú, o historias de Elena Garro que me contó Ana María Xirau. Tu historia es la de tu visita a Siqueiros en la cárcel.

“La fiesta prometida es un libro sobre cómo me hice escritora, porque lo que viví ejerció gran influencia sobre mí; por ejemplo, la relación de mi papá con Alma Reed. En este libro pinto al Nueva York que viví, y cuento mi regreso a México a los 27 años. Narro cómo me hice escritora, porque mi nana Chona no sabía ni leer ni escribir, y empezó ella a comprender la magia del alfabeto porque yo le podía informar: ‘Ese camión dice Centro; ese camión dice Zócalo’, y llegábamos a nuestro destino, cosa que a ella le parecía maravillosa.”

–Eso es lo bueno. ¿Y lo malo?

–He escrito mucho sobre cosas dolorosas, porque me metí en el mundo de mi nana Chona, quien era huérfana, porque sus padres murieron de tifoidea. Chona fue como mi mamá, me llevaba a los baños públicos a respirar vapor y a ver a la Virgen. Siempre estuve con ella, y la ayudé, dado que no sabía ni leer ni escribir. Sentí que Chona tenía que ser la primera en compartir mis habilidades de la primaria. Le leí a la Dra. Corazón y otros pasquines. También conté su visita a Pachita y el movimiento de 1968. Mi papá viajó a la Unión Soviética porque se involucró con todos los comunistas estadunidenses que vinieron a México. Mis papás recibieron a Kennedy, debido a que mi papá trabajó mucho en el movimiento de derechos civiles en Estados Unidos. Mis padres fueron a la toma de posesión de Kennedy, invitados personalmente por él, porque mi papá trabajó por la defensa de las garantías civiles. Perteneció al grupo de estadunidenses en México, que incluía a Elizabeth Catlett, del Taller de Gráfica Popular, casada con Arturo García Bustos. Mi papá aparece en los archivos del FBI, porque mi madre y él enviaron dinero a Estados Unidos para las marchas antigubernamentales.

–El Taller de Gráfica Popular de Leopoldo Méndez y Pablo O’ Higgins era muy político.

–Mi padre también lo era; estaba con un grupo de estadunidenses expulsados de su país en la época de McCarthy.

“Me pasó una cosa muy linda con La fiesta prometida, que presenté en septiembre. Llegó un señor muy emocionado con el libro muy marcado y se sentó en primera fila y me dijo: ‘Me tomó tres horas llegar aquí; yo era hijo del lechero, en San Ángel, en los años 60; conocí a la señora Ruth y a su mamá, y a su papá de usted’.

“Era el hijo del lechero. Entonces, siento que tuve en él al mejor de los lectores. ¿Quién iba a pensarlo? Me contó que había leído en el periódico que iba a presentarse un libro sobre San Ángel en los años 60 y 70, y vino. Apolinar se enrollaba los pantalones para enseñarnos sus terribles cornadas nacaradas porque, además de jardinero, fue torero. Recordamos que Ruth María tenía una especie de pasión por mí y siempre me estaba cargando como si yo fuera una muñeca. Era una niña grande, como su abuela, Lupe Marín. En esa época, en la calle me tocaban el pelo para ver si era de verdad.

“Una cosa interesante de este libro es que en esa época, como sabes muy bien, era muy caro viajar a Estados Unidos; entonces, mi mamá escribía cartas a mi abuela y pasaba el cartero dos veces al día; mi mamá le daba las cartas y él las llevaba a Correos, en el Centro.

–El cartero ponía los timbres.

–Sí, le podías comprar timbres a él. En general, tú tienes que ir a Correos a poner tus cartas. Mi abuela nunca tiró esas cartas; pasé casi ocho meses leyéndolas, y los timbres maravillosos. Mucho de lo que cuento son citas de las cartas de mi mamá; ese también es un acervo fantástico. Ella llegó a México y lo que encontró la deslumbró, se enamoró de todo. Mi papá murió muy joven, en México, nunca se fueron de aquí, nunca quisieron irse. Hay coincidencias maravillosas entre la vida y entre las rosas. A muchas de las personas de este libro las conocí por los ojos de una niña, de una adolescente.

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