4/05/2025

Cómo cambiar el rumbo: resistir el asalto mundial a los derechos de género

 ipsnoticias.net

Inés M. Pousadela

Imagen: Amanda Perobelli / Reuters vía Gallo Images

MONTEVIDEO – La sesión de este año de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW69) de las Naciones Unidas, el principal foro mundial para promover la igualdad de género, se enfrentó a desafíos sin precedentes.

Con Arabia Saudí en la presidencia y las voces contrarias a los derechos cada vez más influyentes en el foro, la lucha por mantener los compromisos internacionales sobre la igualdad de género se intensificó drásticamente.

El 8 de marzo, las movilizaciones del Día Internacional de la Mujer también adquirieron mayor urgencia, con manifestaciones desde Estambul hasta Buenos Aires centradas en resistir las múltiples manifestaciones de regresión de los derechos de género que se están sintiendo en comunidades de todo el mundo.

El Informe sobre el estado de la sociedad civil en 2025 de Civicus muestra que los derechos de las mujeres y de las personas Lgbtiq+, que tanto ha costado conseguir, están en peligro, desafiados por movimientos coordinados contrarios a los derechos que utilizan el género como una cuestión política divisoria.

Pero también proporciona abundantes pruebas de que la sociedad civil está a la altura del desafío.

Regresión global

Lo llaman «protección infantil» en Rusia, «valores familiares» en varios países de Europa del Este, «libertad religiosa» en Estados Unidos y «tradiciones africanas» en todo el continente.

La terminología cambia, pero el objetivo es el mismo: detener el progreso hacia la igualdad de género y desmantelar los derechos. Por supuesto, no se trata de diferencias en los valores culturales, sino de una estrategia política orquestada.

En Afganistán, el sistema de apartheid de género de los talibanes ha llegado a su brutal punto final: las mujeres están efectivamente encarceladas en sus hogares, privadas de educación, trabajo y vida pública, sus voces literalmente silenciadas por prohibiciones de cantar o hablar en público.

La autora, Inés M. Pousadela

Las autoridades iraníes han llegado a extremos para mantener el control sobre los cuerpos de las mujeres. En Iraq, los legisladores están considerando reducir la edad mínima para contraer matrimonio a solo nueve años.

Estos ejemplos extremos existen en un espectro que incluye el parlamento de Ghana que criminaliza las relaciones entre personas del mismo sexo, Rusia que amplía las leyes de «propaganda» para prohibir cualquier representación positiva de las identidades Lgbtiq+.

También Georgia, un país que dice querer unirse a la Unión Europea,  adopta una legislación al estilo ruso que restringe las organizaciones Lgbtiq+ bajo el cínico marco de «proteger a los menores».

En Estados Unidos, los jueces nombrados por el presidente Donald Trump en su primer gobierno anularon las protecciones constitucionales sobre el aborto, lo que provocó restricciones en numerosos estados.

La segunda administración de Trump ha restablecido la regla de mordaza global, que restringe la financiación internacional de las organizaciones que prestan servicios de salud reproductiva.

El Instituto Guttmacher prevé que esto impedirá a 11,7 millones de mujeres acceder a la anticoncepción, lo que podría provocar 4,2 millones de embarazos no deseados y más de 8300 muertes maternas.

Un movimiento transnacional coordinado

En toda África, se está intensificando una oleada de legislación anti Lgbtiq+, a menudo impulsada por el oportunismo político.

La junta militar de Malí aprobó una ley que criminaliza la homosexualidad como parte de su represión más amplia de los derechos. El parlamento de Ghana aprobó un draconiano «proyecto de ley anti LgbtiqI+», mientras que el Tribunal Constitucional de Uganda confirmó la dura Ley contra la Homosexualidad del país.

En Kenia, sigue pendiente en el Parlamento un proyecto de ley de protección de la familia que prohibiría la defensa de los derechos de las personas Lgbtiq+.

Como se ha visto en la última sesión de la CSW, la reacción violenta en curso es de naturaleza transnacional. Las fuerzas contrarias a los derechos comparten tácticas, financiación y mensajes a través de las fronteras, con fundaciones conservadoras de Estados Unidos que promueven una legislación restrictiva en África e ideólogos rusos que exportan su manual de estrategias a los antiguos estados soviéticos y más allá.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

Las organizaciones evangélicas y los grupos de expertos conservadores de Estados Unidos son una fuente especialmente influyente de narrativas y financiación contrarias a los derechos: han canalizado millones de dólares hacia campañas contra los derechos reproductivos y la igualdad de las personas Lgbtiq+ en todo el mundo, al tiempo que han proporcionado marcos intelectuales y estrategias legales para su adaptación a los contextos locales, desde Polonia hasta Uganda.

Victorias contra todo pronóstico

En este desalentador contexto, la sociedad civil sigue logrando victorias notables gracias a su resistencia estratégica y su perseverancia. En 2024, Tailandia se convirtió en el primer país del sudeste asiático en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, mientras que Grecia abrió nuevos caminos al ser el primer país de mayoría cristiana ortodoxa en hacerlo.

Francia, por su parte, consagró el derecho al aborto en su Constitución, creando un poderoso baluarte contra futuras amenazas.

En el Caribe continuó una tendencia regional, con litigios de la sociedad civil que anularon con éxito las leyes de la época colonial que criminalizaban la homosexualidad en Dominica.

Colombia y Sierra Leona prohibieron el matrimonio infantil, mientras que los grupos de defensa de los derechos de la mujer en Gambia derrotaron un proyecto de ley que habría despenalizado la mutilación genital femenina.

Estos éxitos comparten elementos comunes: son el resultado de campañas de promoción sostenidas y de varios años de duración que combinan impugnaciones legales, movilización comunitaria, comunicaciones estratégicas y solidaridad internacional.

Tomemos como ejemplo la victoria de Tailandia en materia de igualdad matrimonial. El éxito se debió en parte a la interacción de la campaña con el movimiento democrático liderado por jóvenes, que vinculó los derechos de las personas Lgbtiq+ con aspiraciones más amplias de una sociedad más justa.

En Kenia, a pesar de la dura retórica anti Lgbtiq+ de los líderes políticos, el litigio estratégico de la sociedad civil consiguió un fallo judicial que impide la incitación a la violencia contra las personas Lgbtiq+.

Incluso en los contextos más represivos, los activistas encuentran formas de resistir. Las mujeres afganas, a las que se les niegan los derechos básicos a la educación y a la libertad de movimiento, han desarrollado escuelas clandestinas y han creado formas sutiles de desobediencia civil que mantienen la presión sin arriesgar sus vidas.

Junto con sus hermanas iraníes, continúan haciendo campaña para que el apartheid de género sea reconocido como un delito en virtud del derecho internacional.

El camino a seguir: interseccionalidad y solidaridad

El progreso en la realización de los derechos no es ni lineal ni inevitable. Cada avance desencadena oposición, por lo que cada victoria necesita defensa.

Para solidificarse y perdurar, los cambios legales deben ir acompañados de una transformación social, razón por la cual la sociedad civil complementa la defensa de políticas con la educación pública, la organización comunitaria y el compromiso cultural.

La defensa es más eficaz cuando abarca la interseccionalidad, reconociendo cómo el género, la sexualidad, la clase, la raza, la discapacidad y la condición migratoria crean formas superpuestas de exclusión que necesitan respuestas integradas.

Los movimientos feministas se centran cada vez más en las experiencias de las mujeres negras, las mujeres indígenas, las mujeres con discapacidad y las mujeres trans.

Incluso cuando el progreso puede parecer difícil de alcanzar, la sociedad civil desempeña un papel crucial para mantener viva la esperanza.

Las organizaciones que defienden los derechos de las mujeres y de las personas Lgbtiq+ mantienen espacios donde las personas pueden ser ellas mismas, prestan servicios de apoyo que nadie más prestaría, documentan violaciones que de otro modo no quedarían registradas, mantienen la presión sobre las autoridades y crean redes de solidaridad que sostienen a los activistas en tiempos difíciles.

El apoyo internacional a estos esfuerzos nunca ha sido tan importante.

La congelación del finacimiento de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, la Usaid, pone de manifiesto una preocupante tendencia a la reducción de los recursos destinados a los defensores de los derechos de género precisamente en el momento en que más se necesitan.

Esto hace que la diversificación de las fuentes de financiación sea una prioridad urgente, y que las filántropas feministas, las fundaciones progresistas y los gobiernos comprometidos con la igualdad de género tengan que dar un paso al frente.

Se necesitan mecanismos de financiación más innovadores para responder rápidamente a las emergencias y, al mismo tiempo, mantener el trabajo a largo plazo de construcción de movimientos.

Las personas tienen poder: cualquiera puede contribuir directamente a las organizaciones de primera línea, amplificar sus voces en las redes sociales, desafiar las narrativas regresivas en sus comunidades y exigir que los representantes electos den prioridad a la igualdad de género a nivel nacional y en la política exterior.

En la lucha mundial por los derechos fundamentales, nadie debe ser un espectador. El momento de la solidaridad es ahora.

Inés M. Pousadela es especialista sénior en Investigación de Civicus, codirectora y redactora de Civicus Lens y coautora del Informe sobre el Estado de la Sociedad Civil de la organización.

T: MF / ED: EG

El rol activo de las mujeres en Tenochtitlán: comerciantes, médicas, sacerdotisas, escribanas y más

 

.-Ciudad de México.- Antes de la conquista española, las mujeres indígenas representaron un papel fundamental durante la historia de México-Tenochtitlán con la práctica de diferentes oficios o la consolidación de alianzas políticas; sin embargo, su papel ha sido relegado al olvido, ignorando su historia y omitiendo su legado.

De acuerdo con Nora Ricalde, doctora en historia y artes en la Universidad de Granada, durante el foro “Las mujeres en la fundación México-Tenochtitlan” del Museo de la Mujer, la infrarepresentación de las mujeres dentro de la historia del país ha sido en consecuencia de una sociedad patriarcal, la cual ha minimizado su valor, dejándolas a un lado y enalteciendo los logros de los hombres.

De acuerdo con registros del Gobierno de México, guiados por Huitzilopochtli, los Aztecas salieron de las siete cuevas desde el mítico Aztlán, marcharon en busca de las señales para encontrar la tierra prometida en la etapa del quinto sol, así llegaron para empezar a construir una ciudad sobre un lago, fundando una majestuosa obra arquitectónica y de ingeniería, que se convertiría en la capital del imperio Mexica, orgullo de los mexicanos.

La cosmovisión mexica se basaba en la dualidad entre lo masculino y lo femenino. Estas fuerzas no eran opuestas en el sentido de anularse, sino que se complementaban para mantener la armonía del universo. Los hombres representaban la acción, el corazón del pueblo, mientras que las mujeres eran vistas como la fuerza del hogar, las que lograban mantener el equilibrio

A diferencia de lo que ocurrió después de la conquista española, dentro de la sociedad mexica la educación era tanto para hombres como para mujeres. Existen registros de diversas instituciones educativas donde las personas se formaban según su estatus social y su función dentro de la comunidad.

El 13 de agosto de 1521 Hernán Cortés, con un puñado de españoles e indígenas totonacas de Zempoala y tlaxcaltecas, con los que habían formado una alianza, invadieron Tenochtitlán. Sitiaron la ciudad, arrasaron todo a su paso, sembraron muerte, no quedó piedra sobre piedra; por algún tiempo la ciudad sería inhabitable.

En el Calmécac, la escuela de la nobleza, las mujeres eran educadas para ser tlacuilos, es decir, pintoras y escribanas de códices. Para ello, debían recibir formación en política, economía y religión, ya que su tarea era plasmar la historia y los acontecimientos importantes de su pueblo. 

En el Ichpochcalli, por otro lado, se educaban las mujeres del pueblo, quienes aprendían oficios, valores religiosos y normas de convivencia. También existía la Cuicacalli, una escuela mixta donde hombres y mujeres recibían instrucción en canto y danza, habilidades fundamentales dentro de los rituales y celebraciones mexicas.

El papel de las mujeres dentro de la estructura social estaba claramente definido y era respetado. En las clases altas, mujeres eran clave en la consolidación de alianzas políticas mediante matrimonios estratégicos, lo que les otorgaba cierto poder dentro de la nobleza.

Además del hogar y la maternidad, las mujeres desempeñaban un papel crucial en la economía. No solo se encargaban del tejido y la recolección, sino que también ejercían de comerciantes, médicas, sacerdotisas, maestras y poetisas. Algunas mujeres alcanzaban posiciones de gran respeto dentro de la sociedad, como las médicas, quienes poseían un amplio conocimiento sobre anatomía y herbolaria. 

Predominaba la monogamia y el matrimonio se consideraba un compromiso sagrado; En cuanto a la maternidad, esta tenía un significado valioso, pues dar a luz era considerado equivalente a «librar una batalla». Si una mujer moría en el parto, se le honraba como a una guerrera caída en combate, y su espíritu acompañaba a preservar la historia de su pueblo, lo que demuestra que el conocimiento no era exclusivo de los hombres.

Dentro de la historia de México-Tenochtitlán, varias mujeres desempeñaron roles clave en momentos cruciales. Durante la peregrinación de los mexicas, Malinalxóchitl, hermana de Huitzilopochtli, fue una de las líderes del grupo que salió de Aztlán, aunque más tarde fue acusada de hechicería y abandonada en Malinalco. En cuanto al gobierno, destaca la figura de Atotoztli II, quien asumió el poder tras la muerte de su esposo Moctezuma I y gobernó durante varios años, asegurando la continuidad del linaje monárquico.

¿Qué sucedió tras la conquista?

Durante la conquista, las mujeres mexicas se dividieron en distintos grupos con roles muy diferentes. Algunas anunciaron la llegada de los españoles y advirtieron a Moctezuma sobre la amenaza que representaban.

Otras fueron entregadas a los conquistadores con la intención de establecer vínculos a través de la maternidad, como fue el caso de Malintzin (Malinche), cuya figura ha sido interpretada de múltiples maneras, pero que sin duda fue una estratega clave en la caída de Tenochtitlán. 

También hubo mujeres que fueron obligadas a convivir con los españoles, como doña Isabel de Moctezuma, hija del último tlatoani, quien tras la muerte de su padre fue tomada por Hernán Cortés y tuvo descendencia con él. Finalmente, hubo mujeres que lucharon en la defensa de su pueblo, como Yacotzin, quien durante la Noche Triste alertó sobre la huida de los españoles y participó activamente en la resistencia.

Tras la caída de Tenochtitlán, la mujer mexica perdió gran parte de su influencia dentro de la sociedad. Aunque las mestizas nacidas de la unión entre indígenas y españoles fueron reconocidas dentro del nuevo sistema colonial, las indígenas fueron relegadas y su papel dentro de la historia comenzó a ser invisibilizado. 

Sin embargo, su influencia permaneció en aspectos clave de la nueva sociedad, como la alimentación, la vestimenta y la religión. Mientras los hombres luchaban en las guerras y participaban en la construcción del nuevo orden, las mujeres tejieron las bases de lo que más tarde sería la identidad cultural mestiza.

De acuerdo con Nora Ricalde, es importante preservar la memoria de estas mujeres y reconocer su impacto en la historia a 700 años de la fundación de México-Tenochtitlán. Su legado no solo ayuda a entender la importancia de su labor en la sociedad mexica, sino que también recuerda la necesidad de visibilizar a aquellas que han sido mantenidas en la oscuridad.


Cada día 28 niñas desaparecen en México: REDIM

 

De acuerdo con el reporte de la Red por los Derechos de la Infancia (REDIM) utilizando el último conteo del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), en México, cada día 28 personas entre los 0 y los 17 años desaparecen llegando a contabilizar 112 mil 579 casos, de los cuales dos de cada tres son mujeres, es decir 75 mil 479.

Además, este Registro en este 2025 se informó que en México hay 125 mil 785 personas desaparecidas y no localizadas y de este total, 29 mil 24 son mujeres.

Hay que señalar que Edomex, es la entidad que tiene el mayor número de registros de mujeres desaparecidas a nivel nacional, con cinco mil 196 reportes incorporados al RNPDNO en siete décadas; y la mayor cantidad de feminicidios en el país, según el Plan de Desarrollo del Estado de México 2023-2029

En este marco, el número de niñas y niños entre 0 y 5 años de edad que están reportados como desaparecidos o no localizados entre si similar siendo 46.8% mujeres y 52.9% hombres. Respecto a las personas de 6 a 11 años, la condición disminuye entre las niñas pasando de los mil 234 casos del grupo de edad anterior a los mil 52 casos. Sin embargo, entre los 12 y 17 años la cantidad de mujeres desaparecidos aumenta desproporcionadamente a 12 mil 613.

Aunque actualmente el 84% de ellos son encontrados, solo 1 por cada 100 son localizados sin vida, lo que se traduce a mil 54 niñas, niños y adolescentes que han sido hallados muertos (315 mujeres y 736 hombres). Particularmente cundo se trata de mujeres 1 de cada 211 son encontradas sin vida, de las cuales el 22.2% de ellas se localizaron en el Estado de México, seguido de Tamaulipas con el 10.2% y Nuevo León con el 7.6%.

Sin embargo, a partir del sexenio de Felipe Calderón se observó un incremento en las desapariciones de la niñez y la adolescencia pasando de 164 entre 1964 y 2006 a mil 958 entre 2006 y 2012. Posteriormente con Enrique Peña Nieto se registraron 4 mil 159 y con Andrés Manuel López Obrador 8 mil 276. Desde que se tiene registro de personas desaparecidas, el 2024 se ha convertido en el año con mayor número de registros.

¿Dónde están nuestras mujeres desaparecidas?

Si bien la mayoría de personas desparecidas de 0 a 17 años que son hallados sin vida son hombres, esto plantea una importante pregunta: ¿dónde están nuestras mujeres desaparecidas? En entrevista para Cimacnoticias, Yoltzin Martínez Corrales, originaria de Acapulco y fundadora de la colectiva buscadora Raúl Trujillo Herrera, apuntó que una gran parte de ellas se encuentran bajo el sistema de la explotación sexual.

Desde 2010 lleva buscando a su hermana quien desapareció a causa de la inseguridad de Acapulco, en 2014 con la desaparición de los 43 normalistas se dio cuenta de que ella no era la única buscando a un familiar, por lo que comenzó a unirse a grupos de búsqueda hasta que en 2019 decidió crear su propia colectiva y durante sus años de búsqueda se dio cuanta que casi nunca encontraba mujeres.

«Fueron en estas búsquedas donde me di cuenta que en las fosas clandestinas donde estábamos localizando en su totalidad a todos eran puros varones, eran hombres. Entonces, me surgió esta duda de dónde están nuestras mujeres, ¿por qué no encuentro mujeres?» -Yoltzin Martínez Corrales, fundadora del grupo buscador Raúl Trujillo Herrera

Yoltzin se acercó a organizaciones de mujeres donde la orientaron sobre la perspectiva de género y por qué era necesaria aplicarla cuando se trata de mujeres desaparecidas, sin embargo no sabía como implementarlo en las búsquedas. Ahora aplica la presunción de búsqueda con vida en el cual no importa el tiempo transcurrido, sino comenzar una búsqueda inmediata y sin dilación, con dignidad humana hacia las víctimas e incluir la participación de las autoridades, personales de las comisiones de búsqueda, fiscalías, y cuerpos de seguridad. 

Desde su experiencia, cuando las autoridades hacen una diligencia de búsqueda llevan a las familias a hacer recorridos a reclusorios, cementerios, casas hogares, plazas u hospitales sin considerar los lugares donde realmente podrían estar, es decir, donde se explotan sexualmente a las mujeres que por lo regular operan durante la noche.

Ante este tipo de búsqueda, Yoltzin y su grupo han tenido que aplicar brigadas nocturnas donde en grupos pequeños asisten a los servicios sexuales a tratar de localizar a mujeres que hallan sido extraídas. Al ser un ejercicio que se realiza en las noches, las autoridades no las apoyan «por que esta fuera de su horario laboral» o por no contar con un cateo formal permitido ante una persona juzgadora.

Este abandono ha dificultado su labor como buscadoras, donde son las mujeres, en su mayoría madres quienes entregan la información a los Ministerios Públicos para que investiguen al recaer esta tarea bajo sus hombros: «La falta del acompañamiento de las autoridades es es evidente. Y nosotras no podríamos esperar (…) Eh, si bien nos llevan la a el equipamiento femenino, pero pero no basta.», mencionó.

Aunado a las brigadas nocturnas, tratan de generar rutas de tráfico para la explotación o el trabajo sexual, pero también apuntó que podrían estar en el trabajo domestico o en la explotación reproductiva de sus cuerpos. Además, otro señalamiento que hizo fue hacia las Fiscalías quienes solo aceptan que las «mujeres bonitas» podrían estar bajo la explotación sexual ignorando al resto de las desaparecidas.

«Pero la muchacha que yo recuperé era la segunda muchacha de una región donde se tienen varios incidentes de estos, entonces no coinciden con las características (que dictan las Fiscalías) y su desaparición fue tomada sin una perspectiva del género» -Yoltzin Martínez Corrales, fundadora del grupo buscador Raúl Trujillo Herrera

El hecho de que son las niñas y mujeres las que conforman la mayoría de las víctimas de trata con fines de explotación sexual, se debe a la manifestación de las desigualdades históricas entre ambos sexos que las han puesto en posiciones de subordinación ante los hombres quienes ejercen el poder para someterlas como objetos sexuales, esta visión ha sido reconocida por el derecho internacional. 

De acuerdo con Rosa Cobo, debido al negocio sexual que involucran la venta de mujeres para satisfacer los deseos de los hombres, son sus cuerpos y dignidad una mercancía. De esta manera, el capitalismo ha fortalecido la trata de niñas y mujeres, así como el fortalecimiento de las sociedades patriarcales dotándolos de mayor poder.

Cuando se habla de este delito, se tiene en cuenta que son ellas las que deben obedecer a “su dueño” a quien le pertenece la virginidad, un valor importante para algunas sociedades patriarcales, por lo que los traficantes se aprovechan de estas ideologías para llevarse a las víctimas y negociar con los padres.

Una vez raptadas ellas son aisladas, abusadas sexualmente, sometidas a malos tratos como humillaciones y amenazas de diversas formas de explotación como sexual, esclavitud domestica, trabajo servil y forzoso o extradición de órganos.

Y si la sociedad mexicana continua buscando sin perspectiva de género, continuaremos sin encontrar a nuestras mujeres desaparecidas. Para Yoltzin, esta ha sido una tarea complicada, en primera instancia porque nadie esta preparado para perder a un familiar sin saber las razones, después porque tienen que enfrentar la revictimización y señalamientos a ser juzgados, así como entender el proceso de justicia que involucra un tema de género.

«Apenas estamos tratando de comprender el lenguaje jurídico, un lenguaje médico forense, un lenguaje técnico para investigaciones como para todavía eso incrementarle una perspectiva de género y que diferenciada. Creo que estamos todavía en un proceso dónde muchos no cooperamos» -Yoltzin Martínez Corrales, fundadora del grupo buscador Raúl Trujillo Herrera

Los números rojos: Entidades donde las mujeres están desapareciendo más

De las 32 entidades, existen sólo 8 -incluido el estado de México- donde la desaparición de mujeres y niñas es mayor que la de sus congéneres, la mayoría de estos Estados se encuentran al centro y sur del país donde se ha documentado el repunte de violencia sexual, feminicidio en niñas y desplazamiento forzado derivado de las olas de violencia por el control del territorio, presencia de grupos paramilitares y la trata de personas -particularmente, mujeres, adolescentes y niñas-.

Desde el 2021, Chiapas atraviesa un escenario de violencia generalizada en los municipios de Amatenango de la Frontera, Ángel Albino Corzo, Altamirano, Bejucal, Bellavista, Chicomuselo, Chenalhó, El Porvenir, Frontera Comalapa, Honduras de la Sierra, La Concordia, La Grandeza, La Independencia, Las Margaritas, La Trinitaria, Mazapa, Montecristo de Guerrero, Motozintla, Pantelhó, Siltepec y Tila, según ¿ha denunciado la Red por los Derechos de las Infancias y Adolescencias en Chiapas (REDIAS).

La situación ya provocó que grupos de mujeres indígenas en situación de vulnerabilidad y precarizada estén en riesgo. En consecuencia, familias abandonaron Chiapas en los primeros 5 episodios de desplazamiento forzado masivo en regiones como Altos, Norte, Frailesca y Sierra Mariscal.

El resto de las entidades en donde hay que poner el foco al registrar un número más alto de mujeres se constituye de la siguiente forma:

EntidadMujeres desaparecidasHombres desaparecidos
Tabasco2 mil 144mil 885
Aguascalientes3 mil 4863 mil 93
Campeche946731
Chiapas4 mil 2754 mil uno
Guanajuato8 mil 8668 mil 795
Hidalgo2 mil 8842 mil 846
Yucatán4 mil 3052 mil 759

Según registró Cimacnoticias en el reportaje «En el primer año de Delfina en Edomex desaparece una mujer cada 12 horas«, los primeros nueve meses de Delfina Gómez en el poder, coincidieron con el periodo del proceso electoral, más grande del país.

De las seis entidades más pobladas del país, el estado de México presentó, durante 2023 la tasa más alta de los 14 delitos de alto impacto con 546 por cada 100 mil habitantes. En el 2024 abrió como la entidad con más casos de feminicidios registrados con 10 registros solo en el primer mes del año.

El estado de México, además de ser la entidad más poblada del país, también fue el primero donde se decretó una Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AGVM) en 2015 por el delito de feminicidio.  En ese momento se consideraron 11 municipios: Ecatepec de Morelos, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla de Baz, Toluca de Lerdo, Chalco, Chimalhuacán, Naucalpan de Juárez, Tultitlán, Ixtapaluca, Valle de Chalco y Cuautitlán Izcalli.

En septiembre de 2019 se decretó una segunda AVGM en el Estado de México, en esta ocasión -y por primera vez a nivel nacional- por el delito de desaparición. En este caso los municipios con alerta fueron: Toluca, Ecatepec, Valle de Chalco, Chimalhuacán, Nezahualcóyotl, Ixtapaluca y Cuautitlán Izcalli.

El gobierno estatal informó que, a mediados del 2024 se asignaron 110 millones de pesos a los municipios que tienen Alerta de Violencia de Género (AVG) contra las Mujeres por Feminicidio y Desaparición.

Esto fue durante la Segunda Sesión Extraordinaria del Comité Técnico de los Mecanismos para la Operación de Recursos para la Mitigación de la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres por Feminicidio y Desaparición.

Para atención de la Alerta por Feminicidio se destinaron 66 millones de pesos, y para la Alerta por Desaparición fueron 44 millones de pesos. Los 11 municipios con Alerta por Feminicidio son: Chalco, Chimalhuacán, Cuautitlán Izcalli, Ecatepec, Ixtapaluca, Naucalpan, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla, Toluca, Tultitlán y Valle de Chalco.

Política japonesa propone toallas sanitarias en baños públicos; recibe oleada de amenazas de muerte

 

Fue a través de sus redes sociales que, el 25 de marzo, Yoshida compartió una breve historia, señalando que se vio en apuros luego de no encontrar ninguna toalla sanitaria al interior de un baño en el Ayuntamiento de la ciudad de Tsu, por lo que externó sus deseos de que «al igual que el papel higiénico» estos productos de gestión menstrual fueran accesibles en los sanitarios. Y aunque esta propuesta ha sido reconocida en muchos otros países del globo donde estos productos son considerados de primera necesidad, la respuesta de los internautas terminó por reventar a Yoshida.

De forma inmediata, los comentarios fueron de odio; la señalaban por ser demasiado vieja para no llevar toallas sanitarias de emergencia. Sin embargo, el odio no sólo comenzó a aparecer en sus redes sociales, sino que sólo un par de días después, su bandeja de correo empezaría a recibir un correo electrónico por minuto donde era amenazada de muerte, presuntamente, este contenido provenía de una misma fuente.

«Yo mataría a la asambleísta Ayaka Yoshida, quien no lleva toallas sanitarias de emergencia con ella, a pesar de ser demasiado vieja para saberlo», se lee en uno de los correos enviados a Yoshida.

Fuente: Ayaka Yoshida vía X

Asimismo, se le advirtió que, para resolver el problema de las toallas sanitarias «preferían matar a esa idiota [Yoshida]» antes de poner un sólo yen de sus impuestos para realizar esta política pública. En conferencia de prensa, Ayaka Yoshida externó que ya ha entregado un reporte a la policía de Tsu, donde se contienen todos los correos con amenazas de muerte y los comentarios desagradables que pretendieron agredirla por razones de género.

«Así es como han silenciado a las mujeres, pero tal como lo hicieron mis predecesoras, no permaneceré en silencio. Las mujeres no callarán, #Womandontshutup», posteó Yoshida en su cuenta oficial de X.

En entrevista para el medio This Week in Asia, el maestro en sociología Chisato Kitanaka advirtió que este no es un fenómeno aislado, sino sostenido. La misoginia que se vive en la política japonesa es un hecho preocupante y señaló que, aunque la reacción «extrema» de los internautas es un llamado de emergencia, esta no sería la primera vez que una mujer política es sometida al escrutinio público.

De acuerdo con Kitanaka de la Universidad de Hiroshima, «estamos viendo cosas similares pasando una y otra vez», pues «cada vez que una mujer hace o propone una política pública, es atacada». Particularmente, cuando se habla de asuntos que les atraviesan y que, usualmente, no han sido colocadas en el panorama japonés como por ejemplo, los derechos sexuales, los sistemas de cuidado, los apoyos a las madres trabajadoras, frenar la violencia doméstica y abolir la violencia sexual.

Los sectores conservadores de Japón, si bien no son mayoría, avanzan en la política ocupando curules en las asambleas. Este hecho resulta importante, pues la participación política de las mujeres en ese país está profundamente rezagada y el camino se vuelve más complejo cuando estos sectores de ultraderecha ejercen violencia. Sólo para tenerlo en el mapa, en julio del 2024 Yuriko Koike fue electa por tercera ocasión para gobernar la capital japonesa -Tokio- y aunque esta victoria podría parecer una tregua al machismo, la realidad es que la política ha encarado de primera mano al patriarcado japonés.

«No podemos dejarle Tokio a una mujer», «utiliza demasiado maquillaje» y «no debería vestirse de mujer cuando por dentro es un hombre» (esto último haciendo alusión a una intervención quirúrgica en la que se removieron los ovarios de Yuriko Koike). Estos son algunos de los comentarios reiterados que, desde 2016, la gobernadora tokiota recibió tras su primer periodo electoral.

La prensa, se ha encargado de señalarla por su vejez y su edad, a pesar de que anualmente cuentan con el mismo candidato casi tres décadas mayor que Yuriko Koike, el inventor Yoshiro Nakamatsu.

Aún con un sistema patriarcal tan violento, la gobernadora se ha mantenido firme en sus propuestas y referido que “no importa, pues está acostumbrada” (a los comentarios de sus colegas y opositores).

Japón logró el sufragio femenino en el 45, tras la Segunda Guerra Mundial y con ello, la participación política femenina comenzó a avanzar. Hace 75 años, las mujeres ocupaban el 8.4% de la Cámara y hoy, en 2024, representan el 9.9%.

Es decir que, en dos tercios de siglo, la participación femenina sólo aumentó un 1.5%, un avance frustrante e increíblemente lento que tiene por consecuencia, que las políticas que atraviesan a las mujeres no sean contempladas en las agendas de discusión; se recrudece la brecha salarial, se dan retrocesos en los derechos reproductivos, escuetas políticas menstruales y la violencia de género se mantiene sin políticas públicas verdaderamente contundentes.

Como resultado, el Foro Económico Mundial ha advertido a Japón sobre su enorme falta de inclusión, pues se encuentra en el puesto 120 de brecha de género, siendo el país con la peor posición entre los miembros del G-7. Aunada a las siguientes posiciones a nivel global:

  • Posición 147 de participación política
  • Posición 117 en participación y oportunidades económicas

Y aunque podría apuntarse a que, lo vivido por Yoshida sólo corresponde a un grupo reducido de hombres con ideas de extrema misoginia con tendencias claras al feminicidio como máxima expresión de odio, el panorama se recrudece, a sabiendas de que en la esfera política y popular japonesa existen personajes desdeñables con discursos patriarcales que pretenden limitar la vida de las mujeres a su papel reproductivo.

La derecha japonesa: Desconocer el abuso sexual y considerar a las mujeres máquinas reproductivas

En noviembre del 2024, el lider del Partido Conservador de Japón Naoki Hyakuta, señaló que era necesario cooptar a las mujeres de mejores salarios, oportunidades y educación, pues se debía recordar que su causa última era la maternidad y dedicar sus días al cuidado, especialmente, las mujeres menores de 25 años y aquellas que sobrepasaran los 30, enfrentarían consecuencias.

Este partido, de apenas un año de trayectoria, ha cobrado especial relevancia y ganado jóvenes adeptos quienes abrazan el conservadurismo, el belicismo, la xenofobia y la misoginia. Según compartió Hyakuta, una vez leyó de un «futuro hipotético» donde aquellas mujeres que tengan más de 25 años ya no podrán casarse por ser consideradas demasiado viejas, mientras que las mujeres solteras de 30 años en adelante, serían sometidas a una histerectomía -extracción del útero-.

Según el titular del partido, esto se trata de una serie de «hipótesis» que había leído en varios foros de discusión y que podrían acarrear una probable respuesta ante la crisis de natalidad que atraviesa al pueblo nipón, pues, estas políticas extremas presionarían a las mujeres a convertirse en madres a edades más tempranas y levantaría el número de nacimientos de forma considerable.

Y aunque su mano derecha, la periodista ultraconservadora Arimoto Kaori le replicó inmediatamente diciendo que eso era inapropiado, Hyakuto sostuvo que no era nada malo y que sus comentarios sólo decían una verdad inmutable sobre «el tiempo biológico» de las mujeres.

Aunque Hyakuta terminó señalando que sus comentarios no tenían el objetivo de resultar «desagradables», sino más bien, de abrir la oportunidad al diálogo, la verdadera conversación está en cuál es el trasfondo de este pensamiento y cómo las mujeres son limitadas como objeto de reproducción en los países donde la tasa de natalidad va en decadencia.

Y es que, se debe apuntar a que este pensamiento no deviene de un político japonés que decidió compartir sus ideas, sino más bien, de un problema estructural a nivel global que se ha replicado generacionalmente y se arrastra hasta nuestros días.

En 2018, Kanji Kato del Partido Liberal Democrático dijo que las parejas debían tener al menos 3 hijos y aquellos matrimonios que no alcanzaran esa «cuota», serían llevados a vivir en pensiones y aunque Kato se disculpó por esto poco después, se evidencia la forma en que muchos políticos japoneses han instado a las mujeres a tener múltiples hijas e hijos a través de medidas violentas de control.

En el mapa público, se encuentra a Kiyoteru Mizuhara, un político, activista y youtuber que ha ganado gran popularidad en los últimos años y que es conocido por presentar posturas extremas, como denunciar que las mujeres y niños son un desperdicio de recursos públicos. Además, de apoyar el trabajo sexual forzado, sorprendentemente, tiene un fuerte séquito de hombres que respaldan sus ideas quienes, además, le envían dinero en sus redes sociales.

La pornografía de la abyección

 Violencias sexuales & Conflictos armados

Fuentes: https://ctxt.es

Sobre el género de los soldados en lencería.

“Siempre he pensado que mi deber no es únicamente liberarme del opresor sino también liberar a mis opresores de su odio y miedo.” (Mahmoud Khalil, estudiante de doctorado de la Universidad Columbia y prisionero político)

El 7 de octubre de 2023, cinco días después del ataque mortal a bases militares y kibutzims por parte de milicianos de Hamás y otras organizaciones, Israel lanzó una invasión terrestre a la franja de Gaza. Las tropas entraron entre las ruinas que habían dejado los intensos y devastadores bombardeos indiscriminados que comenzaron poco después del ataque y que no han cesado hasta cuando esto se escribe. Desde el comienzo de esta operación los soldados israelíes posteaban con desenfado e insistencia en redes sociales, principalmente Instagram, Tik Tok, Facebook, X y Telegram, selfies e imágenes de la destrucción que iban dejando. A menudo se retrataban o filmaban disparando sus armas y volando edificios o posaban como vencedores encima de las ruinas. Había un énfasis en registrar sus imágenes en el interior de casas de personas que habían huido o habían sido evacuadas o posiblemente habían sido asesinadas. En medio de las ruinas, los soldados posaban con los artículos personales de sus víctimas: muebles, aparatos electrónicos, objetos antiguos, fotos familiares, juguetes infantiles y artículos de cocina. Pronto apareció un curioso leitmotiv, un obsesivo énfasis en exhibir prendas de lencería de las mujeres palestinas. Estas parecían ser consideradas como trofeos, como un preciado botín, particularmente importante y revelador, como si al mostrar ropa interior femenina estuvieran llevando a cabo una especie de violación en ausencia y una humillación no tanto a las anónimas propietarias de esas prendas como a las mujeres árabes en general, a las musulmanas, cristianas o lo que fueran, y de esa forma asestar un golpe cultural y emocional.

Al principio parecía que al exponer ropa interior sexualmente codificada trataban de ridiculizar a una población supuestamente conservadora en la que las mujeres a menudo se cubren en público. Era una forma de denunciar lo que imaginan como la moral oculta y perversa de la mujer y por consiguiente de la familia palestina. Como una manera de mostrar la hipocresía del enemigo e insinuar su impureza, por estar contaminado por el virus liberal occidental. El hecho de que los soldados puedan rebuscar en los armarios y cajones de las mujeres palestinas evidencias de que son “unas putas” (como dicen en algunos de sus videos posteados) es una forma de enfatizar el poder absoluto del colonizador o del esclavista que exige derecho de pernada. Hurgar entre la ropa femenina de la población desplazada y asesinada se ha vuelto una especie de rito de paso para los soldados de este ejército. Asimismo, podemos suponer que imaginan que las mujeres árabes, al igual que ocultan ropa interior sexy, también pueden esconder explosivos debajo de sus vestidos. De tal manera los cuerpos femeninos del enemigo son sexualizados y criminalizados. Escudriñar los cajones de las casas que saquean es una extensión del aparato de seguridad israelí que ha creado sistemas para tener permanente acceso a los cuerpos femeninos y masculinos de los palestinos al imponer inspecciones, revisiones, clasificaciones y manoseos en los numerosos puestos de control. Hacer ostentación del pleno acceso a los espacios de máxima privacidad de los civiles palestinos que tienen las tropas israelíes les sirve como una extraña revancha y una sórdida consolación por no haber podido encontrar a los rehenes tomados por Hamás y otras organizaciones durante los más de dieciséis meses de bombardeos, ocupación y brutal carnicería. Por el otro lado, esta obsesión morbosa también muestra un miedo de la agencia política y sexual de la mujer palestina, como señala la académica en derecho penal internacional Heidi Matthews.

Después de exhibir y decorar sus tanques y material con estas prendas, siguió que los soldados se las ponían, ya fuera encima de sus uniformes o bien en vez de su ropa militar. Esta práctica, que los soldados israelíes han repetido entre burlona y orgullosamente, en busca de extender su plataforma de seguidores, alcanzar la fama mediática y quizá estimularse sexualmente, también se lleva a cabo en sus incursiones en Cisjordania, como parte de la Operación Iron Wall. Acciones como estas y su documentación no parecen ser motivo de sanciones o castigos por los mandos del ejército, ya que nadie, que se sepa, ha sido penalizado por ellas. A lo más que han llegado es a declarar que son actitudes inapropiadas para los soldados y que habrá una investigación. Lo cual anuncia que no habrá consecuencias disciplinarias para los que postean estas imágenes. Conociendo la atención que la hasbará (propaganda israelí) pone a todas las expresiones que tienen que ver con la imagen de Israel y las implacables campañas que lanzan para ocultar, denunciar y acusar de antisemitismo todo contenido o mensaje que contradiga su mensaje, es claro que la difusión de esta colección de imágenes les parece aceptable para la promoción de las acciones militares y las políticas sionistas.

Estas fotos y videos de pantomimas sexualizadas, grotescas y ridículas en medio de la destrucción de decenas de miles de vidas se han viralizado, atrayendo millones de vistas, likes y reblogs. La enorme abundancia de estas imágenes apunta, como han anotado varios comentaristas, a la aparición de una peculiar variante militarizada del género de lencería, que fusiona violencia extrema, humor, sexualización, travestismo, limpieza étnica y genocidio. Es difícil decir que sea un tipo novedoso de representación del enemigo en tiempos de guerra, sin embargo no hay duda de que sus alcances, estilo y proliferación no tienen precedentes. Ciertas imágenes de la invasión de Afganistán e Irak tomadas y posteadas por soldados estadounidenses en sus comunicaciones personales, en redes como 4Chan y en algunas páginas en línea como la efímera ThatsFuckedUp.com, que mostraban el abuso de cadáveres o civiles siendo torturados, podrían ser antecedentes de este género debido a ciertas insinuaciones eróticas (como un hombre amarrado y con la cara cubierta con unas bragas, o pirámides de hombres desnudos).

Las espantosas imágenes de la humillación sexual que se llevaba a cabo en la prisión de Abu Ghraib fueron publicadas el 28 de abril de 2004 por la cadena televisiva CBS y por Seymour Hersh en la revista The New Yorker. Estas fotos que mostraban soldados estadounidenses sonriendo junto a los prisioneros que torturaban eran documentación clandestina para su “uso personal” que no tenían intención de hacer públicas. Al darse a conocer las fotos dieron lugar a investigaciones, sentencias y un escándalo. En cambio, el género de la lencería de Gaza y Cisjordania pone en evidencia la impunidad de sus autores al tiempo en que estas representaciones están disponibles para cualquiera con acceso a internet. En las discusiones en línea muchos han tratado de defender estas imágenes al presentarlas como resultado de simples momentos de relajamiento de la disciplina del “ejército más moral del mundo”, de la “institución militar más feminista y tolerante del planeta” y de los soldados de la nación que supuestamente desea liberar a las mujeres y a la comunidad queer de la opresión machista islámica. Cualquiera que fuera más allá en su crítica era tachado de antisemita, como siempre. En uno de los poquísimos artículos al respecto de estas imágenes publicados en un medio importante, Yoana Gonenescribe en Haaretz: “Cientos de hombres que aprendieron el año pasado que es divertido usar la sexualidad y la ropa interior de mujeres indefensas para humillarlas en público no lo olvidarán de repente al quitarse el uniforme. Y una sociedad que guarda silencio ante estas escenas repugnantes no es una buena sociedad para las mujeres”.

Este género es simplemente una extensión onanista de la pornografía de la venganza disfrazada de pornografía de la vergüenza que invoca la ilusión de que el hogar palestino es una especie de harem doméstico al que desean mostrar destruido, descompuesto y derrotado. La ausencia de mujeres en las imágenes nos habla de la eliminación de la mujer palestina, de su exterminio. Podemos también pensar en este género como una variante de género pornográfico snuff, en el cual supuestamente se asesinaba mujeres en actos sexuales que eran grabados para ser luego distribuidos como material masturbatorio y objetos de culto.

Podemos pensar que crear estas imágenes es una moda entre los soldados que mutuamente se copian sus posteos, deseando superarlos con imágenes cada vez más provocadoras y tóxicas, pero en buena medida lo que reflejan es la normalización del odio en contra de los palestinos entre la sociedad israelí. Algo que no tiene que ver con el gobierno de extrema derecha de Benjamín Netanyahu ni con su coalición de fanáticos mesiánicos expansionistas y racistas a quienes se ha querido atribuir el salvajismo de esta campaña desquiciada. Los autores de estas imágenes son diversos, algunos de ellos ciudadanos con doble nacionalidad que también son estadounidenses, franceses o británicos, supuestamente criados en sociedades democráticas e igualitarias en términos de identidad racial y de género.

¿Qué se puede pensar de soldados que se regodean al pasearse vistiendo la ropa interior de mujeres desplazadas violentamente o asesinadas recientemente? ¿Qué se puede esperar de quien convierte bragas, brasieres y negligés de las víctimas en souvenirs de un genocidio? Este pillaje no es muy distinto de lo que hacían los nazis con la ropa y accesorios que robaban a las prisioneras de los campos de concentración que enviaban a las cámaras de gases y luego a los incineradores.

Las imágenes de estos performancecosplay o juego de disfraces de la impudicia documentan crímenes de guerra, ya que el saqueo está prohibido por las leyes que rigen los conflictos y en el caso de territorios bajo ocupación (Gaza se sigue considerado territorio ocupado a pesar de que Israel haya “salido” de ahí en 2005, ya que mantiene el control de las “fronteras” el acceso al agua, electricidad y patrulla incesantemente con drones, aviones e incursiones mortales) el ejército debe proteger la dignidad, derechos, propiedad, bienes, convicciones, costumbres e integridad del pueblo. Esto sabemos que nunca ha sido una prioridad del ejército israelí. Los posteos del género de lencería violan el artículo 27 de la Cuarta Convención de Ginebra que trata de la protección de civiles en tiempo de guerra. Pero tras este genocidio podemos confiablemente asegurar que dicho documento es hoy letra muerta.

Por otro lado, resulta una muestra increíble de hipocresía que las misma organizaciones israelíes y occidentales que acusaban a los organismos internacionales y a los grupos feministas por no denunciar la violencia sexualizada de Hamás en su ataque del 7 de octubre, no hayan dicho nada de esta violencia sexualizada de la cual hay cientos de evidencias. De la misma manera, estos grupos han mantenido un silencio cómplice al respecto de las atrocidades sexuales que han sido documentadas por la ONU y que se vienen cometiendo contra los detenidos palestinos en las cárceles y campos de concentración israelíes, especialmente en Sde Teiman en el desierto del Negev. Seguramente los mismos que celebran el género de la lencería festejaron la insurrección popular en la que participaron miembros del Knesset en contra de las autoridades que detuvieron a diez soldados acusados de violar masivamente a un prisionero palestino al que dejaron herido de gravedad, el 29 de julio de 2024. Las personalidades, organizaciones y grupos feministas que han alzado la voz en la defensa de las mujeres iraníes (algunas de ellas cortándose mechones de cabello en solidaridad) permanecen ahora en silencio ante esta “fetichización orientalista con un giro genocida”, como ha descrito este fenómeno la columnista de Al JazeeraBelén Fernández.

Estas sesiones de foto en medio de una masacre, hambruna y destrucción generalizada tan sólo vienen a enfatizar la deshumanización de que son objeto los palestinos y a exponer la extrema crueldad de esta operación. Lamentablemente, no es previsible que estas imágenes ni las de miles de niños, mujeres y hombres despedazados, incinerados, aplastados o cazados por diversión por francotiradores y drones puedan cambiar la actitud de los líderes de las potencias mundiales en su complicidad con el genocidio al brindar apoyo material, armamentístico, monetario, logístico y diplomático a Israel en esta nueva Nakba. Aparentemente nada podrá evitar que se cumpla la fantasía de Donald Trump, Netanyahu y sus aliados de expulsar a los palestinos a otros países o exterminarlos para levantar en esas ruinas una Riviera del Medio Oriente con hoteles de lujo, clubes y casinos. Sin embargo, entre el abundante acervo de monstruosas imágenes del horror de esta carnicería habrá un lugar especial para el género de lencería, y estos documentos ofrecerán a los antropólogos, filósofos, juristas, psicólogos y sociólogos del futuro una ventana privilegiada a las obsesiones y perversiones de los responsables y de quienes permitieron que tuviera lugar esta gigantesca atrocidad del poder expansionista y colonial israelí.

Fuente: https://ctxt.es/es/20250301/Politica/48866/naief-yehya-pornografia-gaza-lenceria-soldados-israelies.htm

Trump eliminará recursos a Planned Parenthood, organización de derechos sexuales más grande de EUA

 

.-Ciudad de México.- Informando desde Washington D.C, la organización focalizada en derechos sexuales y reproductivos, Planned Parenthood ha levantado las banderas de alerta luego de que nueve filiales recibieran un ultimátum del gobierno de Donald Trump, donde se les advierte que se les cortará todo recurso proveniente del gobierno de los Estados Unidos este primero de abril, este hecho no sólo implica un golpe directo a la organización, sino también, se frenará parcialmente la financiación del Título X.


El Título X representa el único programa a nivel federal dedicado a la salud sexual y reproductiva de las personas; robustece su recurso para ofrecer anticonceptivos a las personas, brindar servicios de salud sexual -como el aborto- e incluso, realizar exámenes oportunos para detección de cáncer, como por ejemplo, el cervicouterino. Durante más de 50 años, este programa utiliza los fondos federales para proteger a las personas en situación de vulnerabilidad que no gozan de un seguro médico.

Fuente; Pexels


Este Título corre a cargo del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos que ha luchado por mantener en operaciones las clínicas de salud sexual y reproductiva, así como garantizar un financiamiento sostenible para todas aquellas organizaciones apartidistas que luchan por brindar servicios oportunos y de calidad, siendo las principales benefactoras de este título, las mujeres, pues no sólo se focaliza en la salud física, sino también, en promover la salud mental y abolir la violencia en pareja.

Con el arribo de los republicanos al poder y su cabeza, Donald Trump, la agenda del Título X se encuentra tambaleando y de forma sistémica, las organizaciones que operan en todo el país han empezado a cojear y quedarse cortas de recursos para continuar con su importante labor. Este hecho no sólo pone en jaque a Planned Parenthood, sino que amenaza con recrudecer las asimetrías entre los sectores poblacionales, especialmente, si de mujeres migrantes se trata; mujeres que no tienen acceso a recibir atención médica, que son víctimas de abuso sexual o viven con algún cáncer no detectado.

La presidenta y directora general de Planned Parenthood Action Fund, Alexis McGill Johnson, se ha pronunciado al respecto sobre estas advertencias que ha recibido su organización, y en respuesta, no sólo ha señalado a Donald Trump como responsable de cooptar los derechos sexuales y reproductivos, sino también, a su mano derecha, Elon Musk de tergiversar la información e imponer una agenda violenta de extrema derecha.


«El presidente Trump y Elon Musk están impulsando su peligrosa agenda política, buscando eliminar el acceso a la atención médica para personas de todo el país, sin pensar dos veces en la devastación que causarán. Sabemos lo que sucede cuando los proveedores de atención médica no pueden utilizar los fondos del Título X: las personas en todo el país sufren, los cánceres no se detectan, el acceso a los métodos anticonceptivos se reduce severamente y la crisis de ITS en el país empeora. Planned Parenthood Action Fund luchará para que se restablezca esta financiación y para mantener a los políticos fuera de la atención médica. Las personas necesitan opciones de atención médica a bajo costo. Esto no puede continuar”, sentenció McGill Johnson.


La vulneración que está enfrentando el Título X golpea con fuerza a Planned Parenthood, pues aproximadamente más de tres cuartos de sus filiales (300 clínicas) dependen directamente de este recurso, mismas, que han proporcionado un aproximado de 400 mil servicios de detección del cáncer, 2 millones de servicios relacionados a la anticoncepción y más de 5 millones para atender las enfermedades de transmisión sexual.

El impacto de Planned Parenthood en los Estados Unidos es tal, que, según documenta la organización, al menos 1 de cada 3 mujeres ha acudido a alguna de sus clinicas, un hecho que ha repuntado desde el arribo de los republicanos y la caída de la Roe Vs Wade que implicó la inminente penalización de la interrupción del embarazo en el país.

Un retroceso anunciado: La caída del acceso al aborto y mujeres migrantes en riesgo

A finales de junio del 2022 la Corte Suprema eliminó el derecho constitucional a interrumpir el aborto, lo que abrió la posibilidad de que cada entidad tuviera la facultad de elegir y derogar las leyes en materia de derechos sexuales.

Al no existir más un derecho estipulado por la Corte Suprema, se produjo una pandemia antiderechos por todo Estados Unidos, donde los congresos locales comenzaron a penalizar y criminalizar el acceso al aborto, a pesar de que el país había sido pionero en la región en esta materia desde hacía 50 años; un retroceso sin precedentes.

Antes de que apareciera la sentencia de Roe vs Wade que estipulaba la interrupción del aborto como un derecho humano y accesible para todas, los Estados Unidos vivió un proceso cruento donde el aborto causó una de cada seis muertes relacionadas al embarazo en 1965.

La década de los 60s, del siglo XX, desencadenó que personas dedicadas a la medicina y parteras fueran procesadas; el área médica prefirió dejar de practicarlo y las pocas personas que seguían ofreciendo el servicio en clandestinidad fueron perseguidas por el Estado obligándolas a desplazarse de sus entidades.


Asimismo, las mujeres eran constantemente agredidas por la fuerza policiaca, conformada mayoritariamente por hombres quienes las obligaban a vivir circunstancias humillantes; eran tocadas, vigiladas, detenidas arbitrariamente y obligadas a hablar de su vida sexual a detalle, según documenta Planned Parenthood Action

El instituto Guttmacher documentó en su informe «Lessons from before Roe: Will past be prologue?» que en 1960 en la ciudad de Nueva York, 1 de cada 4 muertes de mujeres blancas relacionadas al embarazo fue a causa del aborto. En comparación, 5 de cada 10 muertes de esta misma naturaleza, corresponde a mujeres no blancas, especialmente, de origen latino.

Fueron 10 años de abuso, criminalización, muerte y extrema violencia, hasta que en 1973 se despenalizó el aborto en todo el país gracias a la Roe vs Wade que llegó para salvaguardar la vida de millones de mujeres, adolescentes y parteras.

Tras la caída de la Roe Vs Wade, siete estados que impusieron de forma expedita, prohibiciones totales del aborto y desde el 24 de junio cerraron clínicas que brindaban servicios de interrupción del embarazo, como por ejemplo:

  • Alabama (anteriormente contaba con cinco clínicas)
  • Arkansas (donde se tenían dos clínicas)
  • Mississippi (anteriormente tenía una clínica)
  • Missouri (con una clínica)
  • Oklahoma (que tenía cinco clínicas)
  • Dakota del Sur (anteriormente una clínica)
  • Texas (contaba con 23 clínicas)
Fuente: Pexels

En un proceso histórico que, a estas alturas parece cíclico, hoy Estados Unidos continúa resistiendo la avalancha de la derecha republicana y las medidas que afectan a las mujeres racializadas, no sólo al interior del país norteamericano, sino con el anuncio de recortes presupuestarios a los derechos sexuales y reproductivos, las niñas y adolescentes de otras partes del mundo se preparan para encarar consecuencias devastadoras.
En febrero de este año, los Estados Unidos cortaron 377 millones de dólares que estaban destinados a la salud sexual y reproductiva y que, estaban gestionados por la Agencia de las Naciones Unidas para la atención de mujeres en el Congo, Afganistán, Chad, Haití, Mali, Sudán, Siria y Ucrania.

“A las siete de la tarde del 26 de febrero, UNFPA fue informado de que casi todas nuestras subvenciones (48 hasta ahora) con USAID y el Departamento de Estado de EE.UU. han sido canceladas”, dijo la agencia de la ONU en un comunicado.

“Esta decisión tendrá consecuencias devastadoras para las mujeres y las niñas y para el personal sanitario y humanitario que las atiende en las peores crisis humanitarias del mundo”.

Las subvenciones de USAID se destinaron a proporcionar atención sanitaria materna crítica, protección frente a la violencia, tratamiento de violaciones y otros cuidados vitales en contextos humanitarios. Pero este no es el único tropiezo que se ha encontrado las Naciones Unidas desde la llegada de Trump al poder, de hecho, la ONUSIDA también enfrentó un fuerte recorte presupuestal, lo que vulnera seriamente a las mujeres y niñas que seropositivas.

Buscan dar 2 días de licencia a trabajadoras con periodos menstruales dolorosos

 

.-Ciudad de México.- Con la finalidad de visibilizar que la menstruación tiene que ser una cuestión de salud prioritaria, la diputada Ana Isabel González del PRI propuso un proyecto de iniciativa para proporcionar dos días de licencia a las trabajadoras que estén en su periodo menstrual sin afectar sus derechos laborales.

En la iniciativa presentada el pasado 5 de marzo, se adicionará un segundo párrafo a la fracción X del artículo 132 de la Ley Federal del Trabajo para establecer que se autorizará dos días de licencia para mujeres trabajadoras durante su periodo menstrual con goce de sueldo, sin modificar su ingreso o antigüedad, siempre y cuando se acredite a través de un certificado médico por personal autorizado.

Asimismo, se reformará el a fracción XV del artículo 133 de la misma ley donde quedará prohibido despedir a una trabajadora o coaccionarla directa o indirectamente para que renuncie por estar en su periodo menstrual.

Cabe señalar que este tipo de iniciativas no son nuevas en el mundo y ya hay países que han legislado sobre el tema:

Menstruar es un proceso natural en el cuerpo de las mujeres. De acuerdo con Planned Parenthood, esta ayuda a preparar al cuerpo para un embarazo donde las hormonas provocan que los óvulos que producimos maduren para que sea fertilizado por un espermatozoide. Cuando el embarazo no ocurre, el cuerpo ya no necesita el tejido grueso que creció alrededor del útero, por lo que la sangre y el tejido salen por la vagina.

Sin embargo, que este proceso sea natural no quiere decir que sea sano. Durante el periodo menstrual las mujeres pueden sufrir dismenorrea, el cual es un dolor en el cuello uterino que puede ser intenso, agudo y constante con una duración de hasta 72 horas.

También pueden provocar cuadros de dolor crónico. Experimentar esto puede generar incomodidad y muchas veces interfiere en las actividades diarias de las mujeres, así como su bienestar y calidad de vida obligándolas a tomar descansos.

De acuerdo con ONU México, el 43% de las niñas de nuestro país optan por quedarse en casa cuando están en su periodo menstrual. Por otro lado, solo el 5% de las madres y padres hablan con sus hijas de menstruación siendo que el 16% de las niñas y adolescentes cuentan con conocimientos y significados precisos sobre la menstruación.

CIMAC Foto

Esto evidencia que, a parte de la necesidad de las mujeres para descansar en su periodo menstrual, sigue existiendo desconocimiento sobre la salud menstrual de las mujeres en diferentes ámbitos de su vida como en los centros laborales.

De acuerdo con la iniciativa, el manejo de la higiene menstrual es un tema de derecho humanos, de igualdad, de género, de salud y de educación, ya que se debe mirar por el bienestar de las mujeres para construir un México incluyente.

Esto está respaldado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) quien señala que el derecho a la salud constituye un compromiso mundial de los gobiernos para garantizar y promover atención de calidad, de bienestar y asequible para la población. De la misma manera, la Declaración Universal de los Derechos Humanos en su artículo 25 establece:

“Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, asistencia médica y los servicios sociales necesarios”.

Aunado a esto, existen muchos estigmas sobre la menstruación que han generado burlas, rechazo, exclusión, discriminación, abandono escolar y desigualdades en las mujeres que impiden su libre desarrollo

Desde la ONU, se han promovido acciones afirmativas para sensibilizar al mundo sobre la importancia de la higiene menstrual como una necesidad de los gobiernos para impulsar políticas inclusivas para gestionar que la menstruación sea segura, así como respeto y dignidad en espacios de trabajo, escuelas y en la sociedad en general.

Para romper con los estereotipos o tabúes, muchos países han implementado licencias y permisos a las trabajadoras en su marco jurídico. Por ejemplo, en Corea del Sur las mujeres tienen derecho a una licencia durante su periodo, en España se aprobó un proyecto de ley para un permiso menstrual por dolor, en Indonesia a las mujeres se les da dos días de licencia comprendida dentro de su licencia por enfermedad, y en Taiwán se proporciona tres días a las mujeres que están en su periodo cada 30 días.

En México, solo Hidalgo, Colima, Nuevo León y la Ciudad de México cuentan con licencias para mujeres trabajadoras que están en su periodo menstrual con goce de sueldo y respetando sus derechos laborales, por lo que, la iniciativa plantea que se abra la posibilidad de hacer este cambio a nivel federal.

Además, la iniciativa señala que esta medida no implica un gasto presupuestal y que, por el contrario, sensibiliza la importancia de crear una oportunidad para que las mujeres trabajadoras que pasan por esta situación puedan ausentarse de sus centros de trabajo para recuperarse.

Sin embargo, aún falta trazar distintos caminos para una menstruación digna para las mexicanas, ya que las 12.7 millones de mujeres que laboran en empleos informales no tienen la oportunidad de parar al depender de sus ganancias para mantenerse al día, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) 2022 del INEGI.