.-Ciudad de México.- Informando desde Washington D.C, la organización focalizada en derechos sexuales y reproductivos, Planned Parenthood ha levantado las banderas de alerta luego de que nueve filiales recibieran un ultimátum del
gobierno de Donald Trump, donde se les advierte que se les cortará todo
recurso proveniente del gobierno de los Estados Unidos este primero de
abril, este hecho no sólo implica un golpe directo a la organización,
sino también, se frenará parcialmente la financiación del Título X.
«El presidente Trump y Elon Musk están impulsando su peligrosa agenda política, buscando eliminar el acceso a la atención médica para personas de todo el país, sin pensar dos veces en la devastación que causarán. Sabemos lo que sucede cuando los proveedores de atención médica no pueden utilizar los fondos del Título X: las personas en todo el país sufren, los cánceres no se detectan, el acceso a los métodos anticonceptivos se reduce severamente y la crisis de ITS en el país empeora. Planned Parenthood Action Fund luchará para que se restablezca esta financiación y para mantener a los políticos fuera de la atención médica. Las personas necesitan opciones de atención médica a bajo costo. Esto no puede continuar”, sentenció McGill Johnson.
Un retroceso anunciado: La caída del acceso al aborto y mujeres migrantes en riesgo
A finales de junio del 2022 la Corte Suprema eliminó el derecho constitucional a interrumpir el aborto, lo que abrió la posibilidad de que cada entidad tuviera la facultad de elegir y derogar las leyes en materia de derechos sexuales.
Al no existir más un derecho estipulado por la Corte Suprema, se produjo una pandemia antiderechos por todo Estados Unidos, donde los congresos locales comenzaron a penalizar y criminalizar el acceso al aborto, a pesar de que el país había sido pionero en la región en esta materia desde hacía 50 años; un retroceso sin precedentes.
Antes de que apareciera la sentencia de Roe vs Wade que estipulaba la interrupción del aborto como un derecho humano y accesible para todas, los Estados Unidos vivió un proceso cruento donde el aborto causó una de cada seis muertes relacionadas al embarazo en 1965.
La década de los 60s, del siglo XX, desencadenó que personas dedicadas a la medicina y parteras fueran procesadas; el área médica prefirió dejar de practicarlo y las pocas personas que seguían ofreciendo el servicio en clandestinidad fueron perseguidas por el Estado obligándolas a desplazarse de sus entidades.
El instituto Guttmacher documentó en su informe «Lessons from before Roe: Will past be prologue?» que en 1960 en la ciudad de Nueva York, 1 de cada 4 muertes de mujeres blancas relacionadas al embarazo fue a causa del aborto. En comparación, 5 de cada 10 muertes de esta misma naturaleza, corresponde a mujeres no blancas, especialmente, de origen latino.
Fueron 10 años de abuso, criminalización, muerte y extrema violencia, hasta que en 1973 se despenalizó el aborto en todo el país gracias a la Roe vs Wade que llegó para salvaguardar la vida de millones de mujeres, adolescentes y parteras.
Tras la caída de la Roe Vs Wade, siete estados que impusieron de forma expedita, prohibiciones totales del aborto y desde el 24 de junio cerraron clínicas que brindaban servicios de interrupción del embarazo, como por ejemplo:
- Alabama (anteriormente contaba con cinco clínicas)
- Arkansas (donde se tenían dos clínicas)
- Mississippi (anteriormente tenía una clínica)
- Missouri (con una clínica)
- Oklahoma (que tenía cinco clínicas)
- Dakota del Sur (anteriormente una clínica)
- Texas (contaba con 23 clínicas)

“A las siete de la tarde del 26 de febrero, UNFPA fue informado de que casi todas nuestras subvenciones (48 hasta ahora) con USAID y el Departamento de Estado de EE.UU. han sido canceladas”, dijo la agencia de la ONU en un comunicado.
“Esta decisión tendrá consecuencias devastadoras para las mujeres y las niñas y para el personal sanitario y humanitario que las atiende en las peores crisis humanitarias del mundo”.
Las subvenciones de USAID se destinaron a proporcionar atención sanitaria materna crítica, protección frente a la violencia, tratamiento de violaciones y otros cuidados vitales en contextos humanitarios. Pero este no es el único tropiezo que se ha encontrado las Naciones Unidas desde la llegada de Trump al poder, de hecho, la ONUSIDA también enfrentó un fuerte recorte presupuestal, lo que vulnera seriamente a las mujeres y niñas que seropositivas.
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