1/25/2010

México: “Congruente”



Teodoro Rentería Arróyave
(especial para ARGENPRESS.info)

Después de haber sido testigos de una "regañiza" del secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont a una diputada panista porque se “atrevió” a criticar al Gobierno Federal en una reunión que pretendía buscar acciones mínimas para asegurar la integridad de los periodistas, ante la ola inaudita de atentados que busca vulnerar las libertades de prensa y expresión, por sus últimas declaraciones y posiciones encontradas, antitéticas y paradójicas, es de reconocerle que es un funcionario “congruente”, ya que en su afán de que no se toque al gobierno de su jefe Felipe Calderón Hinojosa ni con el pétalo de una rosa, es capaz de caer en contradicciones, y tan campante.
El pasado 6 de enero, a la pregunta de ¿si el gobierno federal trabaja en una reforma a la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública, que busca que las resoluciones del Instituto Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública, IFAI, sean sometidos a tribunales administrativos? Gómez Mont declaró textual: “Para su revisión, estamos trabajando sobre eso. No quiero adelantar una posición porque se trata de darle eficacia al instituto”. La reacción no se hizo esperar, la propia consejera presidenta del IFAI, Jacqueline Peschard, respondió: tajante ante tal pretensión gubernamental: “Es inconstitucional”…”Colocar un órgano de control jurisdiccional sobre las decisiones del IFAI es inconstitucional”, precisó.

Siempre hemos considerado que esa norma que permite a los gobernantes, de acuerdo a su artículo 14, enviar las informaciones que nos les conviene se conozcan a la reserva por 12 años y más hasta el infinito, es una ley mordaza, ahora, además, se pretende que lo poco que puede hacer el IFAI en el terreno de la transparencia, sus fallos tengan que pasar por el tamiz y la censura de un tribunal administrativo.

Ante el escándalo, Gómez Mont se vio obligado a invitar a los consejeros del Instituto a una comida de reconciliación en los comedores del antiguo Palacio de Covián, donde cambio el discurso, al asegurar que el Gobierno Federal no tiene ninguna intensión de coartar las facultades del mismo y por el contrario les prometió trabajar con el poder legislativo para impulsar leyes de transparencia atoradas en comisiones. Obvio, nadie le creyó.

Con motivo de la controversia que se ha suscitado ante el anuncio de alianzas electoreras de los presidentes nacionales de los partidos de los extremos: de la derecha, César Nava Vázquez de Acción Nacional y de la izquierda, Jesús Ortega del de la Revolución Democrática, que ya nada más falta que anuncien que van juntos con la hermana de Felipe, Luisa María Calderón Hinojosa para gobernadora de Michoacán, don Fernando intentó poner orden en el corral.

Nada menos que ante el Colegio de México, el encargado de la política interior, afirmó: “Yo coincido que en términos de coaliciones electorales se debe garantizar un efecto de gobierno... no me parece que de alguna manera se acaben convirtiendo en una especie de fraudes electorales que buscan decisiones sin contenido, o sea bajo la lógica del contrato político”.

Un día después vino un soplamocos al secretario de Gobernación por parte del propio Nava Vázquez quien advirtió “No es un tema que corresponda a la órbita del gobierno, corresponde a la órbita del partido; es aquí donde se ha discutido. Además, desde la dinámica local que es donde se ha empujado la formación de estas coaliciones”.

Y Gómez Mont, regañado y compungido, nuevamente volvió a cambiar el discurso y ya para él las coaliciones no son “fraudes” y si tienen un proyecto de gobierno, al dulcificar su crítica con esta nueva declaración: “una alianza electoral entre partidos sólo puede ser democrática si sus integrantes se obligan a empujar una agenda de transformación y resuelven, sea cual sea el resultado de la elección, avanzar juntos en esa lucha”. ¿Cuál, la de la izquierda que no reconoce a Calderón Hinojosa como Presidente, o la de la derecha que considera a Andrés Manuel López Obrador “un peligro para México”?

No cabe duda que esta naciente política, no a la mexicana, sino la de los intereses del poder por el poder, fomentada por quienes quieren imponerse a toda costa sin importar ideologías y principios, es una verdadera burla al pueblo sufragante; en efecto lo único que lograrán será “emponzoñar” a la nación.

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