Recuerda usted el principio que acuñó Laurence Peter?: Todo aquel que se incorpore a una jerarquía tenderá a ascender hasta llegar a su nivel de incompetencia. El principio funciona en el Ejército, las órdenes religiosas, los deportes, la mafia en toda su jerarquía y, sobre todo, en la política.
Apliquemos ese principio a Felipe Calderón. Él empezó como un militante panista congruente con los ideales del viejo PAN: odio a la corrupción y al autoritarismo del PRI. Pudo haber seguido ahí hasta madurar y luego avanzar hacia adelante. Pero empezó a ascender el escalafón: saltó a la legislatura, a la coordinación de la bancada de diputados, fue candidato a gobernador de su estado, llegó a la jefatura del partido, fue director de una descentralizada y secretario de Estado. Entre más ascendió, se hizo peor su desempeño. Como el PAN no quería que Fox impusiera su candidato, designó a Felipe, quien hizo una campaña mediocre contaminada por todas las trampas posibles, incluido el fraude electoral. Así llegó a Presidente.
El autor del desaguisado fue la oligarquía. Horrorizada ante el cambio verdadero que proponía AMLO, prefirió a Felipe, a quien metió con calzador. Así, sindicalistas, dueños de monopolios, eclesiásticos, comunicadores rateros y luego el PRI pensaron que FCH era lo suficientemente débil para sacarle todo el jugo posible. Lo han hecho. Pero también han desangrado al país.
Calderón llegó a su máximo nivel de incompetencia como presidente. Como no estaba preparado para el puesto y tenía la mancha de ilegitimidad, lanzó al Ejército a una aventura sangrienta y lo llevó a su propio nivel de incompetencia. Como nada sabía de economía, se puso en manos de neoliberales dogmáticos que ya habían llegado a su nivel de incompetencia: cero crecimiento, ruina del mercado interno y aumento del desempleo. Como no sabe nada de política exterior, se puso en manos de unos hiperincompetentes y se dejó manipular por el PRI, que a su vez había llegado a su nivel máximo de incompetencia.
Dice Peter que cuando se llega al nivel máximo de incompetencia la víctima se descompone sicológicamente. Se enferma, se enfurece, pierde los estribos. Su conducta se vuelve contradictoria y luego caótica. Parece que FCH está en el síndrome de colocación final. Esto nos permite entender que está padeciendo y también lo que hará padecer a la nación en los próximos meses y años hasta el final de su mandato.
joseaorpin@hotmail.com
Apliquemos ese principio a Felipe Calderón. Él empezó como un militante panista congruente con los ideales del viejo PAN: odio a la corrupción y al autoritarismo del PRI. Pudo haber seguido ahí hasta madurar y luego avanzar hacia adelante. Pero empezó a ascender el escalafón: saltó a la legislatura, a la coordinación de la bancada de diputados, fue candidato a gobernador de su estado, llegó a la jefatura del partido, fue director de una descentralizada y secretario de Estado. Entre más ascendió, se hizo peor su desempeño. Como el PAN no quería que Fox impusiera su candidato, designó a Felipe, quien hizo una campaña mediocre contaminada por todas las trampas posibles, incluido el fraude electoral. Así llegó a Presidente.
El autor del desaguisado fue la oligarquía. Horrorizada ante el cambio verdadero que proponía AMLO, prefirió a Felipe, a quien metió con calzador. Así, sindicalistas, dueños de monopolios, eclesiásticos, comunicadores rateros y luego el PRI pensaron que FCH era lo suficientemente débil para sacarle todo el jugo posible. Lo han hecho. Pero también han desangrado al país.
Calderón llegó a su máximo nivel de incompetencia como presidente. Como no estaba preparado para el puesto y tenía la mancha de ilegitimidad, lanzó al Ejército a una aventura sangrienta y lo llevó a su propio nivel de incompetencia. Como nada sabía de economía, se puso en manos de neoliberales dogmáticos que ya habían llegado a su nivel de incompetencia: cero crecimiento, ruina del mercado interno y aumento del desempleo. Como no sabe nada de política exterior, se puso en manos de unos hiperincompetentes y se dejó manipular por el PRI, que a su vez había llegado a su nivel máximo de incompetencia.
Dice Peter que cuando se llega al nivel máximo de incompetencia la víctima se descompone sicológicamente. Se enferma, se enfurece, pierde los estribos. Su conducta se vuelve contradictoria y luego caótica. Parece que FCH está en el síndrome de colocación final. Esto nos permite entender que está padeciendo y también lo que hará padecer a la nación en los próximos meses y años hasta el final de su mandato.
joseaorpin@hotmail.com
Tres declaraciones rimbombantes de diferentes personalidades políticas pueden servir de barómetro al devenir de la revuelta del mundo árabe.
La primera fue proferida al Wall Street Journal (8/3/11) por el ministro de Defensa de Israel, general Ehud Barack: Es un terremoto histórico (...) un movimiento en la dirección correcta. Es un movimiento de las sociedades árabes hacia la modernidad.
Resulta interesante la percepción sobre las revueltas juveniles en el mundo árabe de un miembro prominente del complejo militar-industrial israelí, como el general Barack, quien aprovecha la coyuntura para reclamar un apoyo a la seguridad de Israel de parte de Estados Unidos por un monto de 20 mil millones de dólares en la próxima generación, con el fin de manejar las amenazas potenciales que se deriven de las revueltas populares en el mundo árabe en el largo plazo.
La primera fue proferida al Wall Street Journal (8/3/11) por el ministro de Defensa de Israel, general Ehud Barack: Es un terremoto histórico (...) un movimiento en la dirección correcta. Es un movimiento de las sociedades árabes hacia la modernidad.
Resulta interesante la percepción sobre las revueltas juveniles en el mundo árabe de un miembro prominente del complejo militar-industrial israelí, como el general Barack, quien aprovecha la coyuntura para reclamar un apoyo a la seguridad de Israel de parte de Estados Unidos por un monto de 20 mil millones de dólares en la próxima generación, con el fin de manejar las amenazas potenciales que se deriven de las revueltas populares en el mundo árabe en el largo plazo.
Las filtraciones de Wikileaks desbordaron el charco de nuestra empantanada política. La ira es locura temporal, decían los clásicos latinos. Y la iracunda respuesta de Felipe Calderón al informe proconsular del embajador Carlos Pascual desquició los frágiles restos de nuestra tradicional política exterior. Aunque en realidad no hubo tal injerencia en asuntos internos en el calificativo aplicado a los sucesores potenciales del presidente Calderón: Los prospectos del PAN son grises, en ocasiones el propio partido parece preocupado sobre la mejor manera de reforzar, dice en carta cifrada a Hillary Clinton. Seguramente con el sello de for your eyes only.
Después del encuentro en la Casa Blanca con Barack Obama, Felipe Calderón desestimó su pública denuncia en la prensa de allá. Buen trato y elogios del que manda allá y de sus colaboradores calmaron la ira del valiente que combate al crimen organizado. Nada lo alteró la malhadada denuncia del plan Rápido y furioso, mediante el cual agentes del gobierno vecino enviaron miles de armas de alto poder a los capos del narco mexicano para seguirles la pista. Presas de la ira o simplemente sonámbulos, los de la transición en presente continuo siguieron su marcha a la locura, prosiguieron su diálogo en las ruinas de nuestra mestiza torre de Babel. Cómo no ver la atinada coincidencia entre el gris del que previno Pascual y la tormentosa advertencia hecha a los panistas por Felipe Calderón: no se ve claro; no está en juego nada más el partido, hay que encontrar un candidato ciudadano, aunque no sea militante.
Gustavo Madero dijo que no era así, era asado. Pero no atinó a decir lo que, a su muy lerdo saber y entender, quiso decir su jefe político, al que reduce a militante del común. Una vez enturbiado lo de la grisura vista y prevista por el procónsul Pascual y el señor presidente Calderón, Gustavo Madero se retrató junto a Jesús Ortega y hubo declaración conjunta para poner en marcha la consulta popular que resolverá afirmativamente la propuesta de lanzar un candidato común, ¿un candidato ciudadano?, en coalición PAN-PRD. Se trata de impedir que gane el PRI. Y ahí hubo atinada coincidencia con Felipe Calderón. En este año de 2011 está en juego la elección presidencial de 2012. Y con ella la salvación o la condena eterna por haber hecho posible el retorno del PRI a Los Pinos. Al poder, liso y llano. A la imposible repetición del pasado. A la pesadilla coincidente que agita el sueño de Felipe Calderón y Andrés Manuel López Obrador, reacios compañeros de lecho, esos que dicen hace la política.
No al candidato común. No a la alianza con el PAN y con el PRI. Que son lo mismo, dice el estratega de Nacajuca, en el acelerado discurso de la salvación de la República obedeciendo al pueblo. Y el desconcierto arrastra a Alejandro Encinas, cuya formación dialéctica lo lleva a decir en voz alta que lo del estado de México conducirá fatalmente a la izquierda a contender con dos candidatos, separados, divididos. Fracturados, en la elección presidencial de 2012. Pero el materialismo histórico tiene en México calambures huastecos y desmesuras tropicales: Sólo el perro que va adelante sabe a quién le va ladrando y por qué; y nada más Andrés Manuel López Obrador sabe por qué denunció públicamente que eso del aspirante no necesariamente panista era para hacer a Elba Esther Gordillo candidata del PAN y próxima inquilina de Los Pinos.
Marcelo Ebrard ratificó su lealtad a Manuel Camacho, pero acató la voz de López Obrador: el movimiento soy yo. Aunque ambos coinciden en que será candidato a la Presidencia el mejor posicionado. ¿Alguien sabe, hay quien haya dicho en términos llanos qué es y cómo se reconoce el estar mejor posicionado? Sobre todo si las voces que hablan desde el llano, o a nombre de los mexicanos del común, gritan a todo pulmón que las encuestas y los arúspices que las interpretan son meros instrumentos al servicio de los dueños del poder, de la mafia, de los del dinero y sus cómplices. Según el oráculo, yo estoy en primer lugar, soy el preferido de las mayorías consultadas, diría, dice, Marcelo Ebrard. Pero invoca el acuerdo, el compromiso contraído con López Obrador y vuelve al redil.
Se acabó el cesarismo sexenal. Pero la sucesión subordina el ánimo de los aspirantes. Aunque salten a la palestra Santiago Creel, Josefina Vázquez Mota, Carlos Navarrete; o manos ajenas lancen a Juan Ramón de la Fuente. A quien pase por ahí y no se anime a responder con firmeza: Yo estoy absolutamente comprometido con la UNAM, mi respuesta es no; búsquense a otro, dijo el rector José Narro a quienes le preguntaron si aceptaría ser candidato a la Presidencia de la República. Pero el sentido común ha sido víctima del caos anarquizante; se ha envilecido el lenguaje político y emponzoñado el significado de la palabra: impera el sospechosismo, dirían los admiradores del barbarismo acuñado por Santiago Creel. Suspicacia, digamos, al escuchar al ríspido Manuel Espino decir que Calderón conspira para hacer a Marcelo Ebrard candidato a la Presidencia de la República.
Después del encuentro en la Casa Blanca con Barack Obama, Felipe Calderón desestimó su pública denuncia en la prensa de allá. Buen trato y elogios del que manda allá y de sus colaboradores calmaron la ira del valiente que combate al crimen organizado. Nada lo alteró la malhadada denuncia del plan Rápido y furioso, mediante el cual agentes del gobierno vecino enviaron miles de armas de alto poder a los capos del narco mexicano para seguirles la pista. Presas de la ira o simplemente sonámbulos, los de la transición en presente continuo siguieron su marcha a la locura, prosiguieron su diálogo en las ruinas de nuestra mestiza torre de Babel. Cómo no ver la atinada coincidencia entre el gris del que previno Pascual y la tormentosa advertencia hecha a los panistas por Felipe Calderón: no se ve claro; no está en juego nada más el partido, hay que encontrar un candidato ciudadano, aunque no sea militante.
Gustavo Madero dijo que no era así, era asado. Pero no atinó a decir lo que, a su muy lerdo saber y entender, quiso decir su jefe político, al que reduce a militante del común. Una vez enturbiado lo de la grisura vista y prevista por el procónsul Pascual y el señor presidente Calderón, Gustavo Madero se retrató junto a Jesús Ortega y hubo declaración conjunta para poner en marcha la consulta popular que resolverá afirmativamente la propuesta de lanzar un candidato común, ¿un candidato ciudadano?, en coalición PAN-PRD. Se trata de impedir que gane el PRI. Y ahí hubo atinada coincidencia con Felipe Calderón. En este año de 2011 está en juego la elección presidencial de 2012. Y con ella la salvación o la condena eterna por haber hecho posible el retorno del PRI a Los Pinos. Al poder, liso y llano. A la imposible repetición del pasado. A la pesadilla coincidente que agita el sueño de Felipe Calderón y Andrés Manuel López Obrador, reacios compañeros de lecho, esos que dicen hace la política.
No al candidato común. No a la alianza con el PAN y con el PRI. Que son lo mismo, dice el estratega de Nacajuca, en el acelerado discurso de la salvación de la República obedeciendo al pueblo. Y el desconcierto arrastra a Alejandro Encinas, cuya formación dialéctica lo lleva a decir en voz alta que lo del estado de México conducirá fatalmente a la izquierda a contender con dos candidatos, separados, divididos. Fracturados, en la elección presidencial de 2012. Pero el materialismo histórico tiene en México calambures huastecos y desmesuras tropicales: Sólo el perro que va adelante sabe a quién le va ladrando y por qué; y nada más Andrés Manuel López Obrador sabe por qué denunció públicamente que eso del aspirante no necesariamente panista era para hacer a Elba Esther Gordillo candidata del PAN y próxima inquilina de Los Pinos.
Marcelo Ebrard ratificó su lealtad a Manuel Camacho, pero acató la voz de López Obrador: el movimiento soy yo. Aunque ambos coinciden en que será candidato a la Presidencia el mejor posicionado. ¿Alguien sabe, hay quien haya dicho en términos llanos qué es y cómo se reconoce el estar mejor posicionado? Sobre todo si las voces que hablan desde el llano, o a nombre de los mexicanos del común, gritan a todo pulmón que las encuestas y los arúspices que las interpretan son meros instrumentos al servicio de los dueños del poder, de la mafia, de los del dinero y sus cómplices. Según el oráculo, yo estoy en primer lugar, soy el preferido de las mayorías consultadas, diría, dice, Marcelo Ebrard. Pero invoca el acuerdo, el compromiso contraído con López Obrador y vuelve al redil.
Se acabó el cesarismo sexenal. Pero la sucesión subordina el ánimo de los aspirantes. Aunque salten a la palestra Santiago Creel, Josefina Vázquez Mota, Carlos Navarrete; o manos ajenas lancen a Juan Ramón de la Fuente. A quien pase por ahí y no se anime a responder con firmeza: Yo estoy absolutamente comprometido con la UNAM, mi respuesta es no; búsquense a otro, dijo el rector José Narro a quienes le preguntaron si aceptaría ser candidato a la Presidencia de la República. Pero el sentido común ha sido víctima del caos anarquizante; se ha envilecido el lenguaje político y emponzoñado el significado de la palabra: impera el sospechosismo, dirían los admiradores del barbarismo acuñado por Santiago Creel. Suspicacia, digamos, al escuchar al ríspido Manuel Espino decir que Calderón conspira para hacer a Marcelo Ebrard candidato a la Presidencia de la República.
Tsunami I: Toda la prensa latinoamericana encabeza sus primeras páginas con la tragedia en Japón y está llena de descripciones, fotos, videos, crónicas y opiniones de técnicos y sismólogos sobre las posibilidades de nuevos sismos y sus costos humanos. Las explosiones en dos plantas atómicas y el peligro de que en una de ellas pueda ocurrir una fuga nuclear semejante a la de Chernobyl también preocupan. Pero no es latinoamericano sino el italiano La Repubblica el que da las mejores informaciones, pues el romano dice que las autoridades japonesas están distribuyendo a la población yodo contra los efectos de las radiaciones y botiquines de supervivencia por si hay nuevas réplicas, piensan refrigerar el reactor dañado con agua marina y ácido bórico y, además, que en Alemania se ha formado una cadena humana, con 60 mil personas para oponerse a la energía nuclear. En cambio, Folha de Sao Paulo sostiene que el reactor está controlado, el paraguayo Última Hora entrevista a un científico ruso que excluye el peligro de un nuevo Chernobyl, El Comercio señala que 30 peruanos de origen japonés están desaparecidos y el colombiano El Espectador compara los efectos del sismo que devastó Haití (mil veces inferior al japonés) con el de Japón y los efectos sociales de ambos, y destaca la importancia de la preparación para desastres de esa magnitud y la cultura de prevención que impidieron que se repitiera la tragedia haitiana.Continuar
Madrid. El alcalde de esta ciudad, el conservador Alberto Ruiz-Gallardón, fue acusado ante los tribunales por la organización Ecologistas en acción, por no haber adoptado medidas para paliar la alta contaminación que la capital española registra.
Junto a Ruiz-Gallardón fue denunciada la responsable del medio ambiente del ayuntamiento, Ana Botella, esposa del ex presidente del gobierno español José María Aznar.
El ayuntamiento cometió un delito de comisión por omisión tipificado en el Código Penal, sostuvo el portavoz de Ecologistas en acción, Paco Segura, que acusó al alcalde de haber tomado una actitud inmoral en lo referente a la contaminación.
Los niveles de dióxido de nitrógeno, gas irritante para las vías respiratorias que es producto del tráfico, se dispararon en febrero. La ausencia de vientos y lluvia, como consecuencia del buen tiempo que tuvo la capital española, impidió que la contaminación disminuyera.
Los efectos de la contaminación se notaron en la salud de los ciudadanos, sobre todo de quienes sufren enfermedades respiratorias y de los alérgicos, según los médicos.
Junto a Ruiz-Gallardón fue denunciada la responsable del medio ambiente del ayuntamiento, Ana Botella, esposa del ex presidente del gobierno español José María Aznar.
El ayuntamiento cometió un delito de comisión por omisión tipificado en el Código Penal, sostuvo el portavoz de Ecologistas en acción, Paco Segura, que acusó al alcalde de haber tomado una actitud inmoral en lo referente a la contaminación.
Los niveles de dióxido de nitrógeno, gas irritante para las vías respiratorias que es producto del tráfico, se dispararon en febrero. La ausencia de vientos y lluvia, como consecuencia del buen tiempo que tuvo la capital española, impidió que la contaminación disminuyera.
Los efectos de la contaminación se notaron en la salud de los ciudadanos, sobre todo de quienes sufren enfermedades respiratorias y de los alérgicos, según los médicos.
Leer a Fidel CastroEn su edición electrónica de ayer, La Jornada publicó una Reflexión de Fidel Castro titulada Los dos terremotos. Se refería al tsunami en Japón y a la revolución en Libia. Creo importante destacar los párrafos tocantes a la presente situación en Libia. Dice el dirigente cubano:Continuar
Al recibir esta más que satisfactoria distinción, uno debe asumir que la modestia puede ser engañosa, y más cuando busca esconder el enorme gozo que produce.
Al ser investido doctor honoris causa por esta Casa Abierta al Tiempo, donde tantos amigos y colegas laboran para honrar su lema y enaltecer su calidad de universidad pública y progresista, no me queda sino tratar de traducir el agradecimiento sincero y gozoso en un compromiso: cordial y festivo, como pocos, pero también exigente y riguroso con el tiempo y la tradición rica en voces y ámbitos de que hace gala la universidad pública mexicana.
Quisiera dedicar esta comunicación a hacer explícito un inventario breve de mis compromisos de este tiempo. En primer lugar, con la educación pública nacional, laica y universal, gratuita a la vez que obligada a darle al país la necesaria y urgente formación de nuevos ciudadanos que pronto puedan convertirse en fuerza productiva, motor de cambio, horno incandescente para los nuevos saberes y quehaceres en la ciencia, la cultura, el emprendimiento productivo y la política.
A eso y más está obligada la educación pública y con ella los universitarios, porque así lo impone la gran mudanza mundial y nacional que se resume en los grandes saltos de la demografía, la economía y la cultura. Esta es una tríada que se ha vuelto vector inapelable de una nueva era de cooperación internacional, aún escondida y rejega, que pueda enfilar al mundo peligroso del presente hacia nuevas plataformas de gobierno y democracia mundiales.
Al ser investido doctor honoris causa por esta Casa Abierta al Tiempo, donde tantos amigos y colegas laboran para honrar su lema y enaltecer su calidad de universidad pública y progresista, no me queda sino tratar de traducir el agradecimiento sincero y gozoso en un compromiso: cordial y festivo, como pocos, pero también exigente y riguroso con el tiempo y la tradición rica en voces y ámbitos de que hace gala la universidad pública mexicana.
Quisiera dedicar esta comunicación a hacer explícito un inventario breve de mis compromisos de este tiempo. En primer lugar, con la educación pública nacional, laica y universal, gratuita a la vez que obligada a darle al país la necesaria y urgente formación de nuevos ciudadanos que pronto puedan convertirse en fuerza productiva, motor de cambio, horno incandescente para los nuevos saberes y quehaceres en la ciencia, la cultura, el emprendimiento productivo y la política.
A eso y más está obligada la educación pública y con ella los universitarios, porque así lo impone la gran mudanza mundial y nacional que se resume en los grandes saltos de la demografía, la economía y la cultura. Esta es una tríada que se ha vuelto vector inapelable de una nueva era de cooperación internacional, aún escondida y rejega, que pueda enfilar al mundo peligroso del presente hacia nuevas plataformas de gobierno y democracia mundiales.
La visita de Felipe Calderón a Estados Unidos dejó claro la relevancia del contenido en los miles de memorándum que Sunshine Press Productions entregó en exclusiva a La Jornada. Su publicación sobrepasa los chascarrillos, comentarios y dimes y diretes malsonantes de funcionarios de embajada. En ellos, por lo hasta ahora divulgado y presentes en la versión digital, se aprecia una estrategia, unos principios y una visión de México. Aquella en la cual se deja entrever lo que desde hace un tiempo a esta parte resultaba una verdad gritada en público y a voces. Estados Unidos le ha perdido el respeto al pueblo mexicano, a sus gobiernos y elite política. Lo que podría considerarse parte de un pasado superado, se rencarna en el presente y condiciona el futuro. A la sazón, los actuales dirigentes de Estados Unidos vuelven a pensar en México como su patio trasero. Tal vez a muchos no sorprenda y les resulte una verdad de Perogrullo, pero esa no era la tónica entre ambos países si nos retrotraemos, por ejemplo, al gobierno del general Lázaro Cárdenas. El actual tono despectivo con el que se refieren a México, a su elite política y a su manera de gobernar es para ponerse a temblar. No voy a repetir los escritos de Blanche Petrich o Pedro Miguel, pero en ellos las citas textuales de, entre otros, el actual embajador Carlos Pascual, destilan indecencia. Aunque se pueden rastrear en los anteriores funcionarios destacados en su delegación diplomática. Dan órdenes, presionan, insultan, se ríen, y lo peor de todo resulta comprobar la sumisión de sus interlocutores. Razón suficiente para profundizar y no alterar el rumbo diseñado por los estrategas del Departamento de Estado, el Pentágono y la Casa Blanca.Continuar
Se supone que, por iniciativa de dirigentes del PAN y del PRD, si se lleva a cabo una alianza electoral entre esos partidos para la gubernatura del estado de México se definiría mediante lo que llaman una consulta.Continuar
El estado de Utah, cuyos territorios fueran México a mediados del siglo XIX y donde algunos historiadores suponen que estaría localizada la antigua Aztlán, ha iniciado una consulta para legislar sobre la migración legal en su territorio.Continuar
Aunque hay algunos que se dicen hasta socialistas, en realidad son nacionalistas, identifican el Estado con el gobierno como si fueran sinónimos, especialmente cuando este último es burgués nacionalista y confunden además al gobierno con el Líder, Jefe Máximo o Conductor, o lo que sea, porque tienen rasgos comunes con todos los cesaristas que son nacionalistas e igualmente verticalistas. Por otra parte, creen ciegamente en el cartelito de No molestar a quien conduce, cualesquiera sean las maniobras del conductor y, por último, cuando se declaran socialistas y marxistas, conciben al socialismo como un mosaico, una suma de socialismos nacionales.Continuar
Es difícil pensar en una ciudad levantada en medio de las aguas que, aprovechando pequeños islotes y con un ingenioso sistema de relleno, logre construir una urbe poblada de palacios y templos imponentes. Eso es lo que los mexicas hicieron en el corazón de los lagos de la cuenca de México erigiendo la prodigiosa Tenochtitlán.Continuar
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