8/17/2014

Diputados ‘regalan’ viajes con el erario


Como los boletos ya están pagados, los diputados pueden cambiar de destino sus pases pagados para ir a sus estados a trabajar

Además de tener viajes internacionales sin limitaciones, los diputados federales gozan también de viajes nacionales que les pueden dejar una ganancia en efectivo al final de la Legislatura o boletos para otros acompañantes, pagados con dinero del erario.
Cada uno de los diputados que viven en una entidad lejana del Distrito Federal, a más de 300 kilómetros, reciben cada semana un boleto de avión para acudir a trabajar a sus estados.

De ninguna manera están obligados a viajar conforme lo dicen los vales que canjean por boletos. Cada legislador dispone de sus viajes como mejor le convenga.
Dichos boletos están reservados en la clase Y, la más alta dentro de la clase turista, una tarifa que no posee restricciones para realizar cambios o movimientos de horarios, vuelo, destinos o número de pasajeros si se viaja en una clase más baja.
Fuentes consultadas por La Silla Rota revelaron que cada diputado que vive a más de 300 kilómetros de la Ciudad de México recibe entre 30 mil y 50 mil pesos mensuales en bonos para canjearlos por pasajes clase Y, la más costosa.

Sin embargo, los legisladores pueden hacer varios movimientos con esos boletos pues, al considerarse ya un gasto hecho para los grupos parlamentarios, se le toma le cuenta como “gastado”.
Los diputados pueden ir con sus bonos o cupones de viaje a las oficinas de boletos de avión que están ubicadas en San Lázaro. Ahí, los legisladores pueden entregar su bono por la cantidad que le corresponde y pedir un cambio de destino y, si se disminuye el precio, hasta pueden viajar sus acompañantes.
En San Lázaro funcionan tres agencias de viajes: Alpandeire, Jovi y Gengis Khan, además de una oficina de boletos de Aeroméxico. Es en estas oficinas donde se cambian los pases por boletos de avión.

Por ejemplo, si el legislador es de Hermosillo, Sonora, puede acudir a la oficina de boletos y pedir un cambio de destino a Acapulco, Guerrero. Si disminuye la clase, de Y a E, la más baja, es posible que le alcance para llevar a uno o más acompañantes con el mismo boleto, por el mismo precio, que ya fue pagado por la Cámara de Diputados.
Así, los diputados federales pueden cambiar el trabajo en sus estados por vacaciones en cualquier destino de playa o colonial que decidan.
La otra posibilidad es que los diputados acudan a la oficina de boletos y decidan cambiar la clase de su vuelo a una más baja. El dinero restante, se devuelve a cada uno de los legisladores al final de su periodo como congresistas.
Este beneficio ya causó polémica antes. Al final de la LX Legislatura, en agosto del 2009, Gerardo Priego Tapia, diputado del PAN, devolvió más de 827 mil pesos por concepto de “ahorros en boletos de avión” que había obtenido por cambiar la clase de sus vuelos a los que tenía derecho cada mes para viajar a Villahermosa, Tabasco, de donde es originario.
La prestación de los boletos de avión incluye a diputados de estados como Guanajuato, Michoacán o Guerrero, debido a que algunas comunidades de esas entidades se encuentran dentro del rango de distancias que son beneficiadas con viajes pagados con dinero público.

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