Se agrava situación entre las mujeres rurales
El
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en colaboración
con el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), publicó el
informe “Mujeres y hombres en México 2014”, que da cuenta de la
situación de desigualdad para la población femenina en el país,
especialmente para la de zonas rurales, escenario que “exige al Estado
mexicano acciones para eliminar la discriminación y garantizar sus
Derechos Humanos”.
Con estadísticas generadas por dependencias federales, Inegi muestra de
manera general la situación actual de mujeres y hombres en México en 11
áreas: dinámica de la población; fecundidad; mortalidad; necesidades de
cuidado en los hogares; trabajo no remunerado; hogares y propiedad de
la vivienda; educación; participación política; trabajo remunerado;
pobreza; y victimización y acceso a la justicia.
Para 2014 vivían en el país 61 millones 277 mil 304 mexicanas, 51.2 por
ciento del total de la población en México, es decir que hay 105
mujeres por cada 100 hombres.
Según la información recopilada, a partir de los 20 años de edad las
mujeres viven más tiempo que los hombres y la brecha se incrementa en
las edades avanzadas. Hay una tendencia de envejecimiento de la
población en general, con mayor impacto entre las mexicanas.
La tasa global de fecundidad en México sigue a la baja, ya que alcanzó
un promedio de 2.2 hijos por mujer en 2014, mientras que en 1999 la
tasa era de 2.9 hijos.
Chiapas y Guerrero son las entidades federativas con los niveles de
fecundidad más alta (2.5 hijos nacidos por mujer), mientras que el
Distrito Federal y Baja California Sur registran las menores tasas (1.8
y 1.9 hijos, respectivamente).
En general, la mayoría de los partos en el país son atendidos por
personal médico (78.2 por ciento en localidades menores de 2 mil 500
habitantes y 93.0 por ciento en las de 2 mil 500 y más); sin embargo
cabe señalar que en las localidades de menos habitantes 144 de cada mil
nacimientos estuvieron a cargo de parteras.
CÁNCER DE MAMA EN ASCENSO
En relación a la mortalidad, Inegi informa que la estimación de la
esperanza de vida al nacimiento de las mujeres es superior en casi seis
años a la de los varones, y expone que la estructura de las defunciones
por principales causas de muerte en México está relacionada con la edad
y el sexo de las personas, su situación económica y social, y la
eficiencia de los sistemas de salud y su infraestructura.
En ese contexto, los datos señalan que las principales causas de muerte
en las mujeres están relacionadas con problemas de salud.
En 2012 la principal causa de mortalidad en la población mexicana
correspondió a las enfermedades del corazón, lo que representa una
quinta parte de las defunciones totales de mujeres y un sexto de las de
los hombres; le sigue, en orden decreciente, la diabetes mellitus,
equivalente a 16.6 por ciento del total de muertes entre las mexicanas.
En el caso de los tumores malignos y las enfermedades
cerebro-vasculares hay un mayor número de defunciones entre las mujeres
que entre los hombres.
La tasa de mortalidad por cáncer de mama (CaMa) en mujeres ha
presentado una evolución ascendente en los últimos años, al pasar de
14.7 a 16.3 muertes por cada 100 mil mujeres de 25 y más años de edad,
entre 2001 y 2013.
Al contrario, en ese mismo periodo, la tasa de defunciones por cáncer
cérvico uterino (CaCu) ha disminuido de 19.0 a 11.3 decesos por cada
100 mil mujeres de 25 y más años de edad.
MÁS POBREZA E INSEGURIDAD
En otro capítulo del documento se asienta que en 2012 existían casi 7
millones de hogares urbanos con necesidades de cuidado, cifra
equivalente a 52 por ciento de los hogares urbanos del país, siendo las
mujeres quienes asumieron esa responsabilidad.
Del conjunto de 11.1 millones de personas integrantes del mismo hogar
que realizaron actividades de cuidado en las zonas urbanas, el 73.1 por
ciento eran mujeres y 26.9 por ciento hombres.
La mayor parte de las mujeres y hombres se dedica al cuidado de menores
de seis a 14 años de edad; mientras que 11.4 por ciento atiende a
enfermos temporales, y 9.3 por ciento se encarga de personas con
limitaciones permanentes.
Con respecto a los hogares y la propiedad de la vivienda se expone que
alrededor de una cuarta parte de las familias tiene como jefa a una
mujer. La composición familiar más frecuente es aquélla en la que la
jefa del hogar no tiene pareja, pero sí hijos (79.3 por ciento).
Sobre la propiedad de la vivienda, en 72 por ciento de los hogares el
propietario es el jefe del hogar, y en 16.8 por ciento la titularidad
corresponde a su pareja.
En los hogares con jefatura masculina, el varón tiene la titularidad de
la propiedad en 91.3 por ciento de los casos. En los hogares con
jefatura femenina, la propiedad pertenece a la mujer en 42.3 por ciento
de los casos.
En cuanto a participación política, Inegi indica que en el Senado, del
total de 64 comisiones ordinarias que sesionaban en 2014, apenas 19
están presididas por mujeres (29.7 por ciento).
En la Cámara de Diputados hay 56 comisiones ordinarias y la proporción
de las encabezadas por mujeres es inferior que en el Senado, ya que
sólo 13 legisladoras (23 por ciento) son presidentas.
En el apartado de “Victimización y acceso a la justicia”, además de
informar sobre los delitos que se cometen en mayor proporción contra
las mexicanas, Inegi alerta sobre la percepción de violencia sexual que
tiene la población femenina, pues siete de cada 10 mujeres se sienten
inseguras cuando salen a la calle; seis cuando tienen que utilizar el
transporte público, y cuatro cuando asisten a los parques o centros
recreativos públicos.
Especial
Por: la Redacción
Cimacnoticias | México, DF.-
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