Antonio Gershenson
Antes,
el 18 de marzo se daba la información de los diferentes aspectos de la
actividad petrolera. Ahora se informa sin fecha determinada. Se habla,
no siempre muy bien, de las reservas de crudo y de gas. Pero en la
documentación de Pemex, en el mejor de los casos se llega al primero de
enero de 2014, y esto se inició también con mucho retraso.
Afortunadamente, aparece una entrevista con el director de Exploración y Producción de Pemex al respecto (en El Economista). Como no todos la leyeron, me permito informar de algunos datos que me parecen importantes, y agregar otros.
La ya habitual caída de las reservas probadas petroleras, al primero
de enero de 2015, fue de 3.1 por ciento frente al primero de enero de
2014. La principal parte fue la caída de las reservas probadas de gas,
que fue de 7.6 por ciento. Menos inversión en gas y menos inversión en
sus reservas, en el futuro del gas.
Se explica que las reservas llamadas probables y posibles, que
tienen más bajas probabilidades de existir, aparecerán en mayo, y es
posible que por eso Pemex esté mudo al respecto. Para ellos, son muy
importantes esas reservas, es donde más han abultado las cantidades en
diferentes años.
Las reservas totales probadas son 13 mil 17 millones de barriles de
petróleo crudo equivalente, a principios de 2015. Una referencia
histórica es que en el año 2000 la cantidad equivalente, en números
redondos, fue de 23 mil 500 millones de barriles de petróleo
equivalente. Esto significa que las reservas actuales son 30 por ciento
menores que las del año 2000.
Se ve que la reducción importante de las reservas probadas tiene que
ver con el insuficiente presupuesto que se les asigna. Vamos a ver
algunos casos de derroche, de gasto no compensado, y que corrigiéndolos
se podría tener margen para rescatar un poco de nuestro futuro, que
actualmente se está mandando al panteón.
Primero, claro, debemos señalar que los recortes a Pemex están mal
repartidos, que se van contra la capacidad productiva en vez de irse
sobre los enormes pagos a funcionarios y personal de confianza.
El primer caso a considerar es el de
Aceite Terciario del Golfo, nombrecito para justificar el derroche de lo que siempre se llamó Chicontepec y lo sigue siendo. La producción ha ido en caída y es muy pequeña en general: de 69 mil barriles diarios en 2012, a 43 mil barriles diarios ahora. Se redujo al 60 por ciento.
La
producción anual total, con 365 días, sería de 162 millones de
barriles. Si tomamos un precio de 50 dólares, sería de 8 mil millones
de dólares, o sea, 400 mil millones de pesos.
Lo gastado en el presupuesto anualmente en 2012 y 2013 fue de 28 y
27 miles de millones. Aun al no contar el gas, que es mucho menos
dinero, el valor de la producción es de unos 12 mil millones, menos de
la mitad de lo gastado. ¿No es económico clausurar ese negocio, aunque
se enojen los funcionarios y las trasnacionales beneficiarias?
Otra forma de medir la improductividad de Chicontepec: de los
raquíticos 40 barriles diarios que producía un pozo promedio en 2008,
ya produce en este año 18.8 barriles. Hay pozos que producen miles de
barriles diarios, pero el pozo promedio del país en 2013 producía 373
barriles. Un pozo promedio de Chicontepec produce aproximadamente 5 por
ciento del promedio nacional.
En cuanto a la inversión en actividad exploratoria, del total de 35
mil millones de pesos casi la mitad, 17 mil millones, se gastaron, y
por tanto desperdiciaron, en aguas profundas, que no van a rendir nada.
Otro caso.
Área Perdidade cero producción y 9 mil millones gastados en 2013. Si no se ha cancelado, es obvio que se debe cancelar, al igual que sus similares.
Cantarell. En bajada la producción, y el valor más reciente es de
239 miles de barriles diarios. El valor total de la producción es de
unos 60 mil millones (a 50 dólares), frente a 43 mil millones gastados.
¿Hasta cuándo será rentable la producción decreciente?
Y el dinero ahorrado debe ser usado en inversiones en zonas productivas, que ya hemos visto que las hay.
El planteamiento de los funcionarios para los concursos es que sea
una empresa mixta con 10 por ciento de acciones de Pemex y 90 por
ciento de la trasnacional
ganadoradel concurso.
La reforma que transformó a la paraestatal en
empresa productiva del Estadomantiene la insostenible carga fiscal para la entidad, pese a que ésta contará con menos ingresos. En términos reales, las ventas de Pemex en enero cayeron en 11 por ciento.
La ansiedad es entregar lo más pronto posible, lo más posible de
Pemex. Como si fuera de ellos, pero sigue siendo, aunque no quieran, de
la nación.
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