3/11/2018

Bogotá y Cartagena, ciudades de cine


Leonardo García Tsao

Afinales de febrero fui invitado por el organismo oficial ProColombia a una gira de prensa que incluía un par de días en Bogotá y cinco días más en el 58 Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias. El objetivo principal era que atestiguáramos las varias instancias por las que el cine colombiano se encuentra en un buen momento, así como las facilidades que se brindan a las productoras extranjeras para filmar en el país.
En especial se subrayó el segundo aspecto, resultado de lo que se conoce como Ley Filmación Colombia, promulgada en 2012. Según palabras de la ministra de cultura, Mariana Garcés Córdoba: Con la Ley Filmación Colombia hemos promocionado nuestro territorio como escenario para la filmación de películas y logramos convertirnos en una de las mejores alternativas para el rodaje de cine. Esto, gracias a que damos incentivos a la producción y a los gastos logísticos que se realicen en el país.
Así, se nos informó de las múltiples personalidades hollywoodenses que están por filmar en Bogotá. En particular, se resaltó una próxima producción titulada Mile 22, dirigida por Peter Berg y protagonizada por Mark Wahlberg. Lo curioso es que la acción de la película no se llevará a cabo en Bogotá… sino en Yakarta. A saber si los habitantes colombianos darán la pinta para parecer ciudadanos indonesios. No sólo películas internacionales han encontrado buen uso de las locaciones colombianas. Descubrí por azar que en Bogotá se está grabando la segunda temporada de Ingobernable, producción de Argos protagonizada por Kate del Castillo. Según se sabe, aunque la serie se sitúa en la Ciudad de México, la actriz prefiere no pisar territorio nacional. Obviamente resultó más económico grabar en Bogotá que en San Diego, donde se trabajó la primera temporada.
Por otro lado, ese entusiasmo por el cine también se apreció en el festival de Cartagena, el más antiguo de Latinoamérica. Ahora hay suficiente producción para realizar una competencia de cine colombiano, con ocho títulos en esta ocasión, donde la ganadora fue la película Amanecer, de la directora Carmen Torres.
No hubo mucho tiempo para ver películas de las diferentes secciones. Apenas pude comprobar las evidentes cualidades de Las herederas, del paraguayo Marcelo Martinessi, ganadora de cuatro premios en el pasado festival de Berlín, incluyendo el Premio Alfred Bauer y el Oso de Plata a mejor actriz (Ana Brun). En este caso, el jurado de la competencia internacional le otorgó el premio a mejor director. Mientras el premio Catalina de Oro a mejor película fue para la dominicana Cocote, de Nelson Carlo de los Santos Arias, antes premiada en Locarno y Mar del Plata.
Otra parte importante del festival son las conferencias (llamadas master class porque suena más sofisticado) hechas por personalidades tan dispares como la actriz Tilda Swinton, el actor hollywoodense Owen Wilson y el realizador francés Bruno Dumont. Según se reportó en estas páginas, la de Swinton fue, sin duda, la más interesante. Aunque Dumont desmintió su habitual arrogancia y contestó con sencillez y claridad los conceptos de su singular forma de hacer cine. Eso sí, subrayó que no se debe estudiar en las escuelas de cine (él fue rechazado por una, y entonces decidió estudiar filosofía).
En todas las proyecciones y conferencias que presencié, el público superaba la capacidad de los foros. Largas colas se formaban afuera de las salas, como ocurre en los países donde el cine se ha vuelto artículo de primera necesidad. Desde hace algunos años algo interesante está sucediendo con el cine colombiano.
Twitter: @walyder

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