9/09/2018

Obama vs Trump el 6 de noviembre: en juego neoliberalismo, democracia y presidencia

Bajo la lupa
Alfredo Jalife-Rahme


Foto El ex presidente Barack Obama en una manifestación del Comité de Campaña Congresional Demócrata en el Centro de Convenciones de Anaheim.Foto Afp
En el drama vibrante de EU, que prácticamente vive una guerra civil (http://bit.ly/2PnqWHU), se rompe la tradición arraigada de que un ex presidente no atacase a su sucesor.
Hoy Obama y Trump se han quitado los guantes.
Obama, en la Universidad de Illinois de Urbana-Champaign, arremetió contra Trump, quien se encuentra inmerso en una persecutoria carnicería judicial y en el centro de la inducción de un golpe de estado palaciego de parte tanto del The Washington Post, cuyo mandamás es su enemigo Jeff Bezos, dueño de Amazon quien ya pertenece al club del billón de dólares junto a Apple –que publicó los extractos del volcánico libro Miedo: Trump en la Casa Blanca (https://amzn.to/2CstFhP) del consagrado periodista Bob Woodward, quien exhumó el Watergate que llevó a la renuncia de Nixon–, como del The New York Times que en forma asombrosa publicó la resistencia de un anónimo (http://bit.ly/2O0wB6w), quien pertenecería al primer círculo del presidente atribulado quien ha clamado a la traición, susceptible de haber puesto en riesgo la seguridad nacional, y quien profirió no confiar en nadie en el nido de víboras de la Casa Blanca, salvo en sus hijos.
Bob Woodward afirma que el general John Kelly, jefe de gabinete de Trump, calificó a la Casa Blanca de “ Crazytown (ciudad de locos)”. Más bien sería un “ Crazycountry (país de locos)” que se ha fracturado a grados inconcebibles lo cual se manifestará el 6 de noviembre donde están en juego la entera Cámara de Representantes de 435 asientos, 35 de 100 senadores y 39 gobernadores.
Obama consideró que EU se aleja cada vez más de los ideales de sus fundadores conforme los privilegiados y poderosos explotan la política de miedo y resentimiento para conservar su status, lo cual no empezó con Donald Trump quien es el síntoma y no la causa. Nadie mejor que Obama lo sabe al haber sucumbido a las exigencias de la plutocracia neoliberal que hoy le retribuye generosamente sus conferencias, pero no omite que EU atraviesa por tiempos extraordinarios y tiempos peligrosos cuando peligra la democracia de EU.
Obama optó por un discurso centrista de coqueteo con los conservadores del Partido Republicano y apadrina la campaña del Partido Demócrata, lo cual no es ninguna garantía ya que su partido sufrió significativas derrotas en ambas elecciones intermedias de sus dos periodos en 2010 y 2014.
No faltan quienes critiquen a Obama de intervenir en forma tan abierta, lo cual puede tener un efecto bumerán y favorecer a Trump quien está herido, pero como felino lucha por su supervivencia (https://bloom.bg/2N1iTE3).
Otro presidente, de no ser Trump, ya hubiera renunciado por mucho menos ante el sádico embate judicial/multimediático en su contra. Al final del día, todo dependerá de la percepción de sus aguerridos supremacistas blancos quienes literalmente abominan a Obama.
Trump navega entre dos graves peligros que se han gestado en el Partido Demócrata que (pre)siente poder descolgar la mayoría en la Cámara de Representantes: entre el Escila del impeachment (defenestración), que aboga su ala más izquierdista, y el Caribdis de perseguir al presidente por evasión fiscal (http://bit.ly/2MZet0E) y quien tendría que hacer públicos sus más de 500 (sic) negocios en el mundo ( The Wall Street Journal 19/1/17).
En contrapunto, Mick Mulvaney, director del Presupuesto de la Casa Blanca, criticó a los demócratas de montar un movimiento de odio, y sentenció que tampoco habrá el 6 de noviembre una ola del Partido Demócrata que ha sido exagerado por los multimedia y los mismos demócratas(https://nyti.ms/2MZfcyU).
DeDefensa.org, con sede en Bruselas, analiza la ambientación de guerra civil del próximo Congreso donde el Partido Demócrata atraviesa una profunda radicalización de su izquierda, financiado por George Soros, mientras los republicanos evolucionan a un populismo de derecha cada vez más duro (http://bit.ly/2MXasd8).
¿Se trata de una guerra civil entre Antifa, financiada por Soros, y Alt-Right, apuntalada por los “deplorables (Hillary dixit)” de Trump?
Facebook: AlfredoJalife

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