3/10/2019

La percepción de AMLO para la salud



En el marco de una devastación sectorial sin precedentes, después del Acuerdo entre el gobierno federal y gobernadores de ocho estados para hacer efectivo el acceso a la atención médica y medicamentos de la población sin seguridad social (14/12/18) y al encabezar la presentación del Plan IMSS: Bienestar para toda la vida –que contempla fortalecer las unidades-médico-rurales del Programa IMSS/Bienestar–, el presidente Andrés Manuel López Obrador declaró: vamos a utilizar, como punto de partida, estas casi 5 mil unidades médicas rurales para mejorar el servicio. No quiere decir que tengan un funcionamiento excepcional. No! Pero están mejor que el sistema de salud de la Secretaría de Salud y de los gobiernos estatales. Reforzar el sistema será paulatino ( La Jornada, 4/1/19).
Tanto el Acuerdo como el Plan conllevan sensibles riesgos de recentralización de los servicios así como la desnaturalización institucional IMSS-Issste. La incorporación del Issste al Acuerdo –que no dispone de un Issste/Bienestar– fue formulada así por su director, Luis Antonio Ramírez Pineda: los servicios de urgencias para personas no afiliadas (accidentes, emergencias obstétricas, infartos y problemas vasculares-cerebrales) iniciarán, primero, en los estados de Chiapas, Oaxaca, Tabasco y Veracruz. En segunda etapa se extenderán a Yucatán, Quintana Roo, Guerrero y Campeche. Pretendemos asegurar que nuestras instalaciones tengan la capacidad para poder atenderlas: vamos a hacer una valoración de cómo se encuentran los insumos, infraestructura física, equipamiento y recursos humanos. Estos servicios podrían estar listos en seis u ocho meses ( Reforma, 5/1/19).
Antes, Ramírez sostuvo que las soluciones a la falta de calidad en el instituto pasan por mejorar la eficiencia de los procesos médicos y administrativos: algo que no se ha querido hacer”: tendremos que hacer más con el mismo dinero. Y es que durante años se ha utilizado el presupuesto institucional para cuidar el equilibrio en las finanzas públicas. Los recortes aplicados por la Secretaría de Hacienda impiden cumplir con la planeación anual. Aun sin incremento de impuestos, el Issste requiere mantenimiento e infraestructura nueva. La pregunta es por qué existen 90 mil millones de pesos de reservas y no hay inversión en nuevas clínicas y hospitales que tanto se requieren. De nada sirve tener una caja de ahorro si los derechohabientes carecen del servicio que reclaman, tal contempla la Iniciativa Monreal de reforma al Issste (27/10/18). Frente a este escenario, la FSTSE propone usar 25 por ciento de las reservas.
Por su parte, fortaleciendo el Compromiso 4 del Acuerdo, durante el Día de la Enfermera, el secretario de Salud, Jorge Alcocer, observó que la labor que ellas desempeñan es fundamental para la prestación de servicios. Y que, en esta nueva etapa, se buscará ampliar sus competencias para que brinden una atención integral –desde las comunidades– para la prevención/promoción de la salud en el tratamiento y rehabilitación de enfermedades, aunque el sector siga descapitalizado y sin cumplir con los mínimos de suficiencia para brindar servicios dignos. Alcocer reconoció, también, la necesidad de incrementar su cantidad: existe déficit y una mala distribución de los recursos humanos. Hay mucho camino por recorrer para que el artículo 4 de la Constitución pase de letra escrita y muerta a realidad: el derecho a la salud y primero los pobres, remató ( La Jornada, 8/1/19).
En el mismo sentido y respecto a la atención a la niñez, Alcocer apreció que, en México, hay niños cuyas vidas penden de un hilo por falta de atención sanitaria o medicamentos y que se truncan por políticas de salud incorrectas. Los bebés de clases sociales más empobrecidas, al nacer pesan y miden menos que los de niveles socioeconómicos medios o altos. La mortalidad infantil es de 12 por mil recién nacidos vivos. Ello ubica al país en lugar 82 a escala mundial. Durante la administración de AMLO, agregó, se dará atención especializada a la población infantil sin seguridad social y de bajos recursos. Uno de los objetivos es alcanzar una nueva generación que salga de la pobreza y acceda al bienestar ( Reforma, 16/1/19). Aunque Alcocer también reconoció que para hacer realidad el derecho a la salud, hacen falta los recursos para dotar a clínicas y hospitales de la infraestructura, mobiliarios, materiales y personal necesarios ( La Jornada, 15/1/19).
La percepción de la salud que porta el presidente López Obrador buscará garantizar que, finalmente, los recursos sanitarios lleguen abajo: a los más pobres, como nunca ocurrió con las descentralizaciones Soberón (1982-88)/ De la Fuente-Narro (1994-2000) y sobre las cuales operó el fallido (ahora extinto) ni Seguro ni Popular, de frecuente uso electorero. En este desafío de implementación de las primeras piezas de la nueva política gubernamental se jugará la viabilidad del diseño propuesto.

*Universidad Autónoma Metropolitana

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